Una Graduación para Recordar

Autora: Magdalena 1

Traductoras: Alima 21

Nota de la autora: No soy propietaria de ninguno de los personajes (solo la trama me pertenece, además de a otros cincuenta mil autores de fanfic que les gusta ver a Severus Snape en la cama con alguien!) Todos los personajes del universo de Harry Potter son propiedad exclusiva de J.K. Rowling. Yo publico únicamente por mi propio deseo egoísta de hacer feliz a Severus Snape.

Esta historia es SLASH, enfocada en la relación entre Severus y Harry. Harry es mayor de edad en

Capítulo 2

Una razón para todo

Albus Dumbledore estaba preocupado. Todavía no habían transcurrido veinte horas desde la batalla final con Voldemort. Los últimos meses habían sido difíciles, en el mejor de los casos. Toda la estrategia y planificación destinada a la organización de la batalla había valido la pena. Voldemort había sido derrotado para siempre gracias a los esfuerzos combinados de Harry Potter y Severus Snape

Durante el curso de la batalla, sin embargo, el anciano mago se había visto obligado a gastar una buena cantidad de energía mágica para mantener las protecciones de la escuela, y al mismo tiempo lanzar sus propios hechizos y maldiciones en la batalla. Al hacer una retrospectiva, se dio cuenta con pesar que había estado tan enfocado en la batalla que tenía entre manos, que temía que podía haber sido negligente con sus deberes dentro de las murallas del castillo. Para ser alguien habitualmente tan involucrado en el día a día de las actividades de sus profesores y estudiantes, Albus estaba perdido respecto a cómo manejar la situación actual.

No es que Severus pareciera estar en un peligro inminente. Ni parecía estar bajo ninguna maldición oscura. Si Albus tuviera la sensación de que una presencia oscura había invadido a su joven amigo, definitivamente hubiera intervenido. Suspiro internamente. Para alguien tan entrometido como él, era difícil no conocer todas las respuestas. Por así decirlo, tendría que ponerse cómodo y permitir a su cuerpo renovar sus recursos mágicos, antes de poder intentar una proeza tan grande como tratar de penetrar en la mente de un especialista en oclumencia tan talentoso como Severus. Hasta entonces, simplemente tendría que sentarse con sus compañeros, con la boca abierta, y mirar impresionado y maravillado la visión delante de él.

Albus solo podía captar fragmentos de las conversaciones de quienes lo rodeaban, pero parecía que Severus se las estaba ingeniando para encontrar tiempo para congraciarse con casi cada miembro del profesorado. "Filius, mi buen hombre, ¿me servirías un poquito de té?" "¿Poppy, ¿cambiaste tu peinado?" "Rolanda, esa fragancia que estás usando es sencillamente intoxicante.." "Minerva, debo felicitarte...." "Hagrid, viejo amigo, cómo está el....." "Pomona, entiendo que puedes necesitar una mano extra...." "Sibyl.....oh, demonios, todavía luces como un fraudulento cajero Muggle". Albus suspiró con alivio, al menos podía descartar a un impostor. Ni siquiera el nuevo y mejorado Severus era capaz de ser amable con Sibyl Trelawney.

Para ser sincero, la terrible experiencia le estaba empezando a dar dolor de cabeza. Siempre había podido contar con la ira de Severus para lograr que las reuniones fueran breves, pero al parecer no contaría con el lujo de su ayuda este día. Después que terminara la no-tan-breve reunión, los profesores empezaron a retirarse en masa rumbo al Gran Comedor para desayunar. Sin embargo, antes que el Maestro de Pociones pudiera partir, Albus, determinado a averiguar exactamente qué era lo que estaba pasando a su joven amigo, lo detuvo.

-Severus, ¿me puedes conceder un minuto de tu tiempo?

-Por supuesto, Albus. ¿Te importaría regalarme uno de esos deliciosos caramelos de limón que llevas contigo todo el tiempo?

Severus exhibió una clase de sonrisa que Albus no había vuelto a ver desde los tiempos en que la presencia de Gilderoy Lockart 'honraba' la escuela.

Un tanto desconcertado por la petición nunca antes oída, Albus hurgó en los múltiples bolsillos de su túnica antes de encontrar la caja.

-Por....por supuesto, Severus. Siempre estoy feliz de compartir mis caramelos contigo. Aunque debo admitir que estoy impactado por tu petición, ya que es la primera vez que tomas uno desde que descubriste, a la tierna edad de once años, que estaban mezclados con una poción tranquilizante. ¿Qué te está pasando hoy, mi muchacho? No es que no sea encantador verte tan bien, pero es muy impactante para un anciano.

Severus palmeó el brazo de Albus tranquilizándolo y suspiró contento.

-Simple, Albus. Un cambio estaba a la orden. Finalmente soy libre de elegir qué hacer con mi vida. Y en menos de treinta días, todo será mejor.

Una astuta sonrisa Sly cruzó los rasgos de Severus mientras miraba a la distancia, aparentemente soñando despierto.

-¿Treinta días, Severus?- inquirió Albus.

Sacudiéndose de su ensueño, el aludido levantó una ceja interrogante hacia su amigo y mentor.

-¿No me digas que olvidaste que la graduación es el próximo mes?

-Sí, ¿y?.....

-Y entonces Harry Potter ya no será mi estudiante.

La amplia sonrisa del Maestro de Pociones era contagiosa. Repentinamente aliviado al descubrir que Severus al menos tenía razones válidas para su rápido cambio de personalidad, Albus rió para si mismo. Todavía se preguntaba si esa era toda la verdad, pero por ahora era suficiente. Severus no estaba loco, ni poseído, y no había sido influenciado por magia oscura. Por primera vez en veinte años, era sencilla y verdaderamente feliz

-De hecho. Bien, mi muchacho, me siento aliviado al conocer tus razones

Severus hizo un guiño conspirador al Director.

-Quizás Albus. Si no te importa, me gustaría disfrutar de las reacciones de cada quien.

Albus convino, asintiendo.

-No diré una palabra. Que lo descubran por si mismos. Disfruta tu día, Severus.

Salieron del salón, todavía sonriendo, y se dirigieron al Gran Comedor. Cuando entraron, el ruido de la habitación cesó de inmediato, mientras todo el grupo los miraba, Aparentemente, la pequeña Hufflepuff había estado ocupada. Severus parpadeó y sonrió al Director, susurrándole a su mentor que tenía algo que hacer antes de reunirse con él en la mesa de profesores

Albus siguió mientras Severus se desviaba hacia la mesa Gryffindor. Un gran número de pares de ojos lo siguió mientras se abrió paso hasta el extremo la mesa y luego subió hasta el frente de la habitación. De vez en cuando, lanzaba un destello de sonrisa a alguien que lo miraba atentamente, sólo para encontrar que esa persona desviaba su atención, enrojeciendo, y pretendiendo comer su desayuno. Sólo un par de ojos se atrevieron a reunirse con los suyos.

La sonrisa de Severus fue retornada por otra que, si era posible, era incluso más radiante. Los ojos esmeralda brillaron con deleite mientras Severus terminaba de cruzar los pocos pasos que lo separaban de la silla de Harry Potter. El joven se levantó de inmediato y saludó a su profesor con un apretón de manos.

-De hecho, muy buenos días, señor Potter. Sólo quería reiterarle mi agradecimiento por haber salvado mi vida ayer. Arriesgo la suya para sacarme de allí, y le voy a estar eternamente agradecido. En verdad es un joven muy valiente.

Harry enrojeció ante las alabanzas del Maestro de Pociones.

-Señor, no merezco su agradecimiento. Usted me alimentó con su energía mágica con un gran riesgo personal. No habría sido capaz de derrotarlo si no hubiera sido por usted. Y si enfrentamos los hechos, de no ser por usted, nunca hubiera sobrevivido hasta este año para ser capaz de estar allí ayer. Ha salvado mi vida tantas veces, que son imposibles de contar. ¿Qué tal si simplemente lo dejamos igualados?- ofreció una tímida sonrisa a su profesor.

-Como desee, señor Potter.

-Señor, por favor, llámeme Harry. Hemos pasado por muchas cosas juntos.

-Me encantaría......Harry- el hombre sonrió ampliamente, ignorando los jadeos de los otros estudiantes quienes estaban, obviamente, pendientes de cada palabra

Severus pudo ver el destello de diversión en los ojos de Harry.

-Por cierto, luce verdaderamente regio hoy, señor.

Severus agitó la mano ante el cumplido.

-¿Esta cosa vieja? Simplemente algo que un viejo amigo eligió para mí hace un tiempo. ¿No crees que sea excesivo?

-Para nada. El cuero le sienta bien, señor.

Severus soltó un bufido de risa mientras escuchaba a estudiantes y profesores atragantándose con sus desayunos y escupiendo el jugo de calabaza como reacción a las palabras del Niño-Que-Vivió. Sin perder un latido, Harry continuó como si no hubiera notado la reacción de su audiencia.

-Ya sabe, señor, digno, aristocrático y muy fascinante. Se acomoda a su personalidad. Ni siquiera puedo comenzar a imaginar lo difícil que ha sido para usted actuar el papel que ha tenido por tantos años. Debe haber sido terrible saber que los estudiantes pensaban que era un 'cretino grasiento' o un 'gran murciélago'

Severus notó el toque de malicia que conllevaban las palabras de Harry y el destello de tristeza en los ojos del joven.

El profesor se encogió de hombros.

-A veces, pero era necesario. No puedo culpar a nadie por creer algo que traté de reforzar con tanta fuerza- Harry sólo asintió con tristeza-. Bien, te dejo para que desayunes.

Severus se giraba para alejarse, cuando Harry lo llamó. El brillo de malicia regresó a los ojos del joven cuando le pidió un favor.

-Oh, señor. Dado que ya no necesitamos el pretexto de las lecciones 'Correctivas en Pociones', ¿me podría ayudar directamente a entrenarme en Defensa Contra las Artes Oscuras? Parece superfluo que usted me enseñe para que yo le enseñe a ellos, pero será solo por las próximas tres semanas.

Severus sonrió radiante.

-Revisaré con el Director, pero estoy seguro que estará bien.

-¿No es demasiada imposición?

-Harry, me alegra hacer *algo* que tú harías por mí- los utensilios causaron estrépito sobre las mesas, y el silenció reinó nuevamente en el Gran Comedor mientras Severus se obligaba a continuar como si nada hubiera pasado-. Cuando desperté esta mañana me di cuenta de dos cosas. El Señor Oscuro ya no existe, y en menos de un mes tú ya no serás mi estudiante en Hogwarts. No hay mejor regalo que el universo hubiera podido ofrecerme.

Radiando otra sonrisa hacia Harry y sus atónitos compañeros, Severus retrocedió hacia la mesa de los profesores. Tan pronto como volvió la espalda, Harry replicó riendo.

-¡Aww, señor, no sabía que le importara!- Severus continuó caminando, pero rápidamente se juntó con la risa de Harry. Después de unos momentos ajustándose al sonido de las risas proveniente de la boca habitualmente hosca del Maestro de Pociones, varios profesores y un montón de estudiantes empezaron a reír disimuladamente de lo ocurrido. No pasó mucho rato antes que todo el Gran Comedor regresara la atención a su desayuno, riendo y comentando entre ellos sobre lo que acababan de presenciar. Ninguno, ni siquiera Albus, notó el travieso guiño que Harry Potter ofreció a Severus, ni la ceja alzada como respuesta.

Continuará............

Hasta aquí el segundo capítulo. Sólo falta uno ya que es una historia corta, así que las esperamos el viernes con el final. Las invitamos a visitar nuestra nueva traducción, It was the Flu y visiten nuestro grupo en estos días pues estamos comenzando a subir un Severus/Harr NC 17, que no podríamos subir por aquí (al día siguiente nos echarían) Besos.

Fénix: Sip, tu recomendación fue excelente, nos gusto mucho el fic y como puedes ver por los review, a l@s chic@s también. Sobre el otro fic, lo tenemos pendiente, no te preocupes. Besitos.

Gala Snape: Coincidimos contigo con que este Severus es absolutamente irreal y ni volviendo a nacer, jeje, ¿pero no es lindo verlo tan feliz?. Se ve tan tierno. Besotes

Azalea: Pues la segunda razón parece que es la graduación de Harry , Sevie sabrá por qué. Y la escuela todavía no reacciona, no solo por el nuevo estilo de Sevie, sino por la charla con cierto Gryffindor. Besotes

Amazona Verde: Pues que bueno que te guste el fic. Acá te dejamos el segundo capítulo. Adeuuu.

Little M y: Pues también nos gusta a nosotras, pero si le pones pantalones de cuero y botas de montar, uyuyuyy, se hace la boca agua. Besos.

Paula Moonlight: Aquí tienes la segunda razón de su felicidad.....bueno, a medias jeje. Bye

Marla: Claro que vamos a seguir. Revisa nuestro perfil y verás que hoy estamos empezando una nueva historia. Ali también se muere por esta pareja. Hasta el viernes.

Chiquinkira: SIII.....bueno, nosotras no somos culpables de la transformación sino la autora, pero nos gusta. Humm, pantalones de cuero. Besitos

Ana Rickman: Si, a nosotras también nos gusta con túnicas, ¿pero pantalones de cuero y botas? Vamos, confiesa que estaría re-buenote. Ya sabes cual es la segunda razón, aunque Sevie aún no explicó por qué lo hace tan feliz esa graduación. Pero se verá, claro que se verá. Besotes.

Maggie: que bueno que te gusten nuestras traducciones. Somos españolas. Pues la segunda razón es que Harry se gradúe, pero ¿por qué? Eso lo veremos en el final. Te vemos el viernes. Besos.