Capítulo 8

El día siguiente sería el baile, por lo que Harry se podía imaginar todas las chicas de la escuela estaban desesperadas y emocionadas.

¿Cómo me veré? ¿Crees que le gustará? ¿Qué color me pongo: damasco o rosa? Este tipo de preguntas recorrían todo el colegio por bocas de las chicas, incluso Hermione parecía caer en esta epidemia femenina.

¿Por qué se comportan así?- preguntó Ron mirando un grupo de chicas bastante bulliciosas.

Porque... bueno, nosotras...¡Ah! Ron, no lo entenderías.

¡Dios! Me extraña que pases esta oportunidad de dar otra de tus explicaciones de sabelotodo.

Ron había estado ,al parecer, superando sus sentimientos. No podía dejar de sonrojarse cuando por alguna razón ella le sonreía o algo por el estilo, pero el hecho de que ya estuviera empezando a discutir con ella era un muy buen indicio. Harry sabía que no lo lograría tan fácilmente, pero le agradecía eternamente a su amigo por hacer ese esfuerzo por ellos y por su felicidad (la de H/Hr).

¡No cambias nunca! ¿no?

¿Qué quieres decir con eso?

Que...

¡Ya basta!-cortó Harry- ¡Podrían estar algún santo minuto sin discutir!- Harry no supo qué le pasó en ese momento. ¿Por qué se comportó así? Hace un minuto estaba tan tranquilo y de pronto se sintió furioso...

¡Hey! Tranquilo, amigo. Cálmate, sólo discutimos... como siempre. (jeje)

Sí, Harry. ¿Estás bien? Te noto preocupado y desanimado...

Sí... sí Hermi, estoy bien- le contestó con voz fingiendo tranquilidad.

¿Seguro?

S...sí...- dijo mientras se detenía en medio del pasillo.

Algo le ocurría... De pronto sintió una puntada en a cicatriz, le ardía y mucho... Se levantó el flequillo y la palpó. La sentía igual, pero con la diferencia de que ahora le dolía demasiado. Más de lo normal. Cerró los ojos fuertemente. Se sintía mareado muy mareado... y cansado.

Harry, Harry- escuchó la voz de su novia, pero como si esta estuviera muy lejos.

Agarró fuertemente su bolso y en lo único que pudo pensar fue en correr hacia un lugar seguro dónde no pudieran oírlos. Sabía, por alguna razón, que en cualquier lugar desprotegido podrían oírlos.

¡Oye! Espéranos.

Corrió y corrió. Apretaba el tirante de su mochila tratando de descargarse del dolor, pero este no cesaba. Sin darse cuenta cómo, llegó a la torre Gryffindor con Hermione y Ron detrás de él.

Entró, tiró la mochila en el sillón y se presionó la frente con las dos manos.

- ¡Por dios! Harry...- comenzó Hermione.

Me...duele la...cicatriz...

De pronto todo dio vueltas y sintió un alivio enorme, ya no sentía dolor y todo se volvió negro. Después de eso no supo nada mas.

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¿Qué crees que habrá sido la causa de que le doliera la cicatriz?- sentía murmullos lejanos.

No lo sé, Ron. Pero ahora mantengámonos en silencio. Dejémoslo descansar.

Harry se sentía cómodo, donde fuera que estuviese, ya que no tenía la más remota idea de dónde estaba en aquel momento ni de qué había ocurrido.

Sentía una sensación cálida en su mano derecha. La palma de su mano sentía una textura suave y el calor que emanaba lo hacía relajarse mucho. De pronto entrelazó con sus dedos, estaba claro ya que era una mano. Él, como por instinto la apretó con fuerza y se sintió , por alguna razón muy aliviado.

Comenzó a abrir lentamente sus ojos esmeralda y se dio cuenta de que estaba en la enfermería de la escuela. Veía todo borroso, así que tomó rápidamente los anteojos de la mesita contigua a la cama y se los puso.

Vio a Ron sentado en una silla al lado de él y a Hermione sentado en la orilla de su cama tomándole la mano suavemente, ahí estaba el porqué de esa sensación.

Harry, ¿te sientes bien?- preguntó su novia.

Sí, Herm. No...no sé que me pasó... solo estaba...- balbuceó sentándose en la cama.

Te dolía la cicatriz- continuó Hermione sin soltar su mano.

Eso lo recuerdo, pero fue todo tan extraño... fue más intenso de lo normal.

Hay una sola razón por la que puede pasar eso, Harry. Por... tu- sabes- quién- dijo Ron mientras un escalofrío lo recorría- Estábamos preocupados.

Sí, es cierto, no sabíamos que te ocurría.

Yo tampoco lo sabía en un principio.

Hubo un pequeño momento de silencio

Harry, me preguntaba si tu actitud tenía algo que ver con la cicatriz.

Ah... mi actitud... sí. Estábamos caminando por el pasillo y de repente les grité- sus amigos asintieron- Me sentía tan tranquilo antes de eso, pero de pronto una furia me invadió y me sentí mal... enojado, como si nada me importara, luego me dolió la cicatriz.

Entonces está relacionado un hecho con el otro- dijo Ron- Es lo más probable.

Es cierto- dijo. Se sentía bastante preocupado. Significaba que Voldemort no estaba muy lejos.

No te preocupes, amor- le dijo Hermione acariciándole el rostro con la otra mano.

Era como si ella le hubiera leído el pensamiento. Él solo se limitó a sonreír y a cerrar los ojos disfrutando el cariño de la mano de su novia. Apretó mas fuerte su mano. En ese momento podrá haberla agarrado a besos, pero... no estaban solos. Un Ron callado se encontraba a su lado dirigiendo la vista a sus manos.

Miró significativamente a Herm y ella lo comprendió. Pero algo inesperado sucedió: Ron levantó el rostro, los miró a los dos y les dedicó una gran sonrisa que significó más que mil palabras.

Supongo que querrán estar solos- dijo sin borrar la feliz sonrisa de su boca. Les guiño un ojo y se fue.

Así es.

¿Qué cosa?- preguntó Hermione.,

Que queremos estar solos- En ese momento la abrazó y la atrajo a su cuerpo. Se besaron apasionadamente. Hermione acariciaba el cabello de Harry y él acariciaba si cintura. Hermione apoyó el peso de su cuerpo en Harry quedando ella encima de él . Se siguieron besando, no querían que ese momento terminara nunca.

Señorita Grang...- Madame Pomfrey se paró en seco en la entrada del biombo que rodeaba la cama de Harry- Lo....siento mucho... pero... el señor Potter... debe descansar...- parecía avergonzada y estaba sonrojada. Al igual que Harry y Hermione que, por lo visto, se veían aún peor que ella.

Yo... ya me iba... Madame Pomfrey...- Hermione se paró, se arregló y se dirigió a la puerta de la enfermería, pero no sin antes mandarle un beso con la mano a Harry a espaldas de la enfermera. Él le devolvió el beso y le sonrió ampliamente.

Madame Pomfrey los miraba a uno y a otro sin entender, ya que ellos hicieron todo esto cuando ella no miraba. Después que Hermione se fue la enfermera le dio a Harry una poción para descansar.

No creo que sea necesaria esa poción.

Claro que sí, jovencito, y para más seguridad te quedarás esta noche.

Pero...

Nada de peros. Aquí la enfermera soy yo.

Y luego se alejo murmurando algo que se escuchó como: "jóvenes"