Capítulo 12.
Harry y Hermione entraron al Gran Salón nuevamente. El chico definitivamente no quería que vieran las señas de su llanto, tanto así que trató de limpiarse el rostro frenéticamente con la manga de la túnica. Pero para suerte de Harry sólo se quedaron en la puerta observando.
Todos seguían bailando animadamente, al parecer los ánimos no se irían hasta mucho más tarde. Harry no pudo evitar sonreír al ver como Ron bailaba alegremente con Parvati. Vio a Seamus conversando galantemente con Lavender y al Profesor Dumbledore que parecía bastante cómodo bailando con madame Pomfrey. Pero a pesar del ambiente de alegría y entusiasmo que reinaba en el salón, Harry no deseaba estar ahí... No quería que se burlaran de él por haber llorado y la preocupación no lo dejaba. No tenía ganas de bailar, ni de disfrutar con los demás, solo quería descansar un poco.
Hermione como si supiera lo que sentía, dijo:
¿Te parece si nos vamos a la Sala Común?
Está bien...
Y se encaminaron hacia ella. Harry tomó suavemente su mano. Necesitaba enormemente su contacto.
Durante el trayecto ninguno dijo palabra, sólo se conformaban con sentir la calidez de sus manos, y de estar juntos. Además no había nada importante que decir, todo eso ya estaba conversado, o eso suponían. No tenían que arruinar su momento. Ahora, solos, los únicos, sin que nadie interrumpiera si tranquilidad.
Por fin llegaron a la Sala Común, Hermione pronunció la contraseña y entraron.
La habitación se encontraba desolada. No se escuchaba nada más que silencio... Restos de envoltorios de lo que parecían ser caramelos longuilinguos se encontraban en el piso, al parecer Fred y George habían estado haciendo de las suyas. Algunos lápices labiales de las chicas atrasadas se encontraban encima de una mesa cerca de la chimenea que crepitaba y le daba un agradable ambiente al lugar.
Hermione avanzó hacia el sillón, se sentó y le indicó a Harry que lo hiciera también. Él obedeció de inmediato.
Harry...
Dime.
¿Ya estás bien?
Sí- sonrió- Gracias a ti, preciosa.
Ella también sonrió abiertamente.
Es lo menos que puedo hacer por un chico tan dulce como tu.
No más que tú. (^.^)
Se callaron por un momento.
¡Hey! Esto es mío-exclamó de pronto Hermione tomando un labial de la mesa.
¿Tuyo?
Sí, ¡Ay! ¡Lavender! Le dije que lo dejara en su lugar, pero no hizo caso.
Jajaja... es que ella no es tan excesivamente organizada como tú.
Muy gracioso- contestó ella sonriendo.
Sí, lo sé- contestó el con aire superior.
Hermione suspiró.
Me alegra que podamos por fin estar solos- dijo Hermione.
Sí... no sabías cuánto deseaba estar contigo tranquilamente.
Entonces aprovechemos el tiempo- contestó ella con una pícara sonrisa.
Juntaron sus rostros de a poco.... Sus labios hicieron contacto y
sintieron el cálido sabor de la boca del otro. Sus lenguas jugaban, sus
bocas se movían tratando de dejar allí toda la pasión que sentían sus
dueños, en ese beso. Se besaban dulcemente, acariciándose, sintiéndose...
Pero Harry sintió algo en su frente, su cicatriz... le ardía... ¡y
mucho!
¡Ah!- exclamó cerrando los ojos y llevándose una mano a la frente.
¿Qué sucede?- Preguntó Hermione preocupada.
Esta vez ni siquiera puedo contestar. No podía hablar... ni moverse.
Escuchaba la voz de Hermione... Al parecer ella ya se había dado cuenta
de que era su cicatriz...
Sólo deseaba que el dolor acabara pronto. O estar inconsciente para no
tener que soportarlo.
"¡Por favor!"
Pero no faltó mucho para eso, porque luego de unos minutos cayó su cuerpo
desmayado, inerte... en los brazos de Hermione...
********************
Sentía su cuerpo pesado, le dolía la cabeza terriblemente... quiso mover un brazo, pero no pudo... parecía de plomo... Deseaba ver dónde estaba... de dónde provenían esas voces lejanas. Cada vez podía escucharlas más cerca...
Con mucho esfuerzo trató de subir sus párpados, era difícil, pero finalmente pudo...
Vio totalmente borroso, no sentía el peso de los anteojos en la nariz, lo más probable es que se los hubieran quitado. Pero alguien se los acercó y los dejó en su mano... Al estar algo más despierto ya se sentía mas capaz y pudo recibir y ponerse los lentes.
Estaba en la enfermería... era de mañana, la luz radiante entraba por un gran ventanal frente a su cama.
Ron estaba sentado a su lado en una silla y a continuación, sentada en la silla siguiente, estaba Hermione, con marcas de lágrimas en su blanco rostro, profundamente dormida en el regazo de Ron.
Harry por un momento sintió celos, pero no... estaba demasiado paranoico por alguna razón, quizás por lo ocurrido la noche anterior.
¿Cómo te sientes?- preguntó súbitamente Ron.
Creo... creo que bien.
¿Seguro?- preguntó mirándolo con preocupación.
Seguro- contestó sentándose con esfuerzo.
Harry no podía dejar de mirar a Hermione, tan cómoda durmiendo allí.
Oh, lo siento, no pensé que te disgustara. Además no quería despertarla.
¡No! No... no es eso, Ron... ¿Qué ocurrió?-preguntó para cambiar el tema y porque verdaderamente deseaba saber qué había sucedido.
Bueno, yo no lo sé todo, pero anoche Hermione llegó al baile a buscarme desesperada, diciendo que estabas inconsciente o algo así.
Y la causa fue...
Tu cicatriz- completó Ron,- Madame Pomfrey dice que ya estás mejor y que ya puedes irte. Por cierto, Dumbledore le avisó a Pomfrey que deseaba conversar contigo en cuanto salieras de la enfermería.
¿Está enterado?
Por supuesto- sonrió Ron- ¿Cuando Dumbledore no ha estado enterado de algo que te ocurra?
Es cierto- Harry sonrió también, luego de un momento preguntó:
Hey, Ron... ¿Cómo está Parvati?
Eso hizo que Ron enrojeciera hasta las orejas... miró al piso como si allí hubiera algo demasiado espectacular.
¿A... a qué... te refieres?- preguntó.
Tu sabes, Romeo.
¿Romeo? ¿Quién es Romeo?
Luego Harry recordó que Ron carecía de conocimientos sobre el mundo
muggle.
No importa. ¿Sabes? Me alegra saber lo bien que se llevan. Y siento haber interrumpido tu noche especial.
Harry.
¿Si?
¡No molestes!
Ok. Está bien, está bien. Si no quieres decirme lo comprenderé.
No, es sólo que...
Pero en ese momento Hermione comenzó a moverse y a despertar.
De pronto abrió los ojos y de un momento a otro Harry tenía sus brazos en
el cuello,
apretándolo como si se pudiera escapar sin el menor aviso.
¡Harry, no sabes cuánto me preocupé! De pronto te vi desmayado en mis brazos y no supe qué hacer. ¡Ay! No me vuelvas a hacer esto, ¡Por favor no lo vuelvas a hacer!
Herm... tranquila... Todo está bien ahora, no te preocupes...
Harry, te quiero tanto...
Jeje, lo sé, princesa... Como yo te quiero a ti- Sonrió abiertamente- Hey, mírame- tomó su cara entre sus manos- Todo está bien ¿De acuerdo?
Harry... Te ha dolido la cicatriz dos veces en dos días, eso es...
¿De acuerdo?- insistió él.
De acuerdo- desistió ella.
De pronto Ron se pudo de pie.
Creo que mejor los dejo solos.
Pero para felicidad de Harry y Hermione, el pelirrojo no parecía triste,
es más, se le veía extremadamente sonriente.
"La está olvidando" pensó Harry alegre por su amigo.
No, Ron. Quédate- le dijo Harry.
Es que...
Por favor...- insistió Hermione poniendo una cara a la que nadie podría resistirse.
Ok, Esta bien...
Y el chico volvió a sentarse. Habló de inmediato.
Harry, Hermione tiene razón. Te ha dolido la cicatriz dos veces en dos días.
Era cierto. Eso era demasiado... si seguía así, la cicatriz le dolería
cada dos días o algo así. Y esa perspectiva no era muy agradable.
Harry- esta vez habló su novia- Estos dolores no han sido leves. Son terribles, te desmayas y quedas inconsciente por largo tiempo. No es normal.
Claro que lo es. Voldemort revivió, volvió al poder, es lo menos que podría pasarme. ¿No creen?
Esta vez nadie contestó ni justifico nada.
Oigan, anímense. Esto debía pasar, y está ocurriendo en este momento. Comprendo que no es agradable pensar en eso, pero debemos asumirlo.
Hubo un momento de silencio.
Tienes razón- lo apoyó Ron de pronto.
Sí- Siguió Hermione.
Harry sonrió.
Pase lo que pase siempre estaremos juntos, lo saben. Recuerden que somos un trío.
Sus amigos sonrieron. Sus mejores amigos... Cuánto los quería y lucharía
por ellos hasta que no le quedaran fuerzas.
En ese momento vio como ellos lo envolvían en un cálido abrazo. Sintió
que todas sus fuerzas se reponían, que era sumamente feliz... Porque los
tenía a ellos... Su novia y su hermano.
El trío volvía a estar unido completamente...
Harry y Hermione entraron al Gran Salón nuevamente. El chico definitivamente no quería que vieran las señas de su llanto, tanto así que trató de limpiarse el rostro frenéticamente con la manga de la túnica. Pero para suerte de Harry sólo se quedaron en la puerta observando.
Todos seguían bailando animadamente, al parecer los ánimos no se irían hasta mucho más tarde. Harry no pudo evitar sonreír al ver como Ron bailaba alegremente con Parvati. Vio a Seamus conversando galantemente con Lavender y al Profesor Dumbledore que parecía bastante cómodo bailando con madame Pomfrey. Pero a pesar del ambiente de alegría y entusiasmo que reinaba en el salón, Harry no deseaba estar ahí... No quería que se burlaran de él por haber llorado y la preocupación no lo dejaba. No tenía ganas de bailar, ni de disfrutar con los demás, solo quería descansar un poco.
Hermione como si supiera lo que sentía, dijo:
¿Te parece si nos vamos a la Sala Común?
Está bien...
Y se encaminaron hacia ella. Harry tomó suavemente su mano. Necesitaba enormemente su contacto.
Durante el trayecto ninguno dijo palabra, sólo se conformaban con sentir la calidez de sus manos, y de estar juntos. Además no había nada importante que decir, todo eso ya estaba conversado, o eso suponían. No tenían que arruinar su momento. Ahora, solos, los únicos, sin que nadie interrumpiera si tranquilidad.
Por fin llegaron a la Sala Común, Hermione pronunció la contraseña y entraron.
La habitación se encontraba desolada. No se escuchaba nada más que silencio... Restos de envoltorios de lo que parecían ser caramelos longuilinguos se encontraban en el piso, al parecer Fred y George habían estado haciendo de las suyas. Algunos lápices labiales de las chicas atrasadas se encontraban encima de una mesa cerca de la chimenea que crepitaba y le daba un agradable ambiente al lugar.
Hermione avanzó hacia el sillón, se sentó y le indicó a Harry que lo hiciera también. Él obedeció de inmediato.
Harry...
Dime.
¿Ya estás bien?
Sí- sonrió- Gracias a ti, preciosa.
Ella también sonrió abiertamente.
Es lo menos que puedo hacer por un chico tan dulce como tu.
No más que tú. (^.^)
Se callaron por un momento.
¡Hey! Esto es mío-exclamó de pronto Hermione tomando un labial de la mesa.
¿Tuyo?
Sí, ¡Ay! ¡Lavender! Le dije que lo dejara en su lugar, pero no hizo caso.
Jajaja... es que ella no es tan excesivamente organizada como tú.
Muy gracioso- contestó ella sonriendo.
Sí, lo sé- contestó el con aire superior.
Hermione suspiró.
Me alegra que podamos por fin estar solos- dijo Hermione.
Sí... no sabías cuánto deseaba estar contigo tranquilamente.
Entonces aprovechemos el tiempo- contestó ella con una pícara sonrisa.
Juntaron sus rostros de a poco.... Sus labios hicieron contacto y
sintieron el cálido sabor de la boca del otro. Sus lenguas jugaban, sus
bocas se movían tratando de dejar allí toda la pasión que sentían sus
dueños, en ese beso. Se besaban dulcemente, acariciándose, sintiéndose...
Pero Harry sintió algo en su frente, su cicatriz... le ardía... ¡y
mucho!
¡Ah!- exclamó cerrando los ojos y llevándose una mano a la frente.
¿Qué sucede?- Preguntó Hermione preocupada.
Esta vez ni siquiera puedo contestar. No podía hablar... ni moverse.
Escuchaba la voz de Hermione... Al parecer ella ya se había dado cuenta
de que era su cicatriz...
Sólo deseaba que el dolor acabara pronto. O estar inconsciente para no
tener que soportarlo.
"¡Por favor!"
Pero no faltó mucho para eso, porque luego de unos minutos cayó su cuerpo
desmayado, inerte... en los brazos de Hermione...
********************
Sentía su cuerpo pesado, le dolía la cabeza terriblemente... quiso mover un brazo, pero no pudo... parecía de plomo... Deseaba ver dónde estaba... de dónde provenían esas voces lejanas. Cada vez podía escucharlas más cerca...
Con mucho esfuerzo trató de subir sus párpados, era difícil, pero finalmente pudo...
Vio totalmente borroso, no sentía el peso de los anteojos en la nariz, lo más probable es que se los hubieran quitado. Pero alguien se los acercó y los dejó en su mano... Al estar algo más despierto ya se sentía mas capaz y pudo recibir y ponerse los lentes.
Estaba en la enfermería... era de mañana, la luz radiante entraba por un gran ventanal frente a su cama.
Ron estaba sentado a su lado en una silla y a continuación, sentada en la silla siguiente, estaba Hermione, con marcas de lágrimas en su blanco rostro, profundamente dormida en el regazo de Ron.
Harry por un momento sintió celos, pero no... estaba demasiado paranoico por alguna razón, quizás por lo ocurrido la noche anterior.
¿Cómo te sientes?- preguntó súbitamente Ron.
Creo... creo que bien.
¿Seguro?- preguntó mirándolo con preocupación.
Seguro- contestó sentándose con esfuerzo.
Harry no podía dejar de mirar a Hermione, tan cómoda durmiendo allí.
Oh, lo siento, no pensé que te disgustara. Además no quería despertarla.
¡No! No... no es eso, Ron... ¿Qué ocurrió?-preguntó para cambiar el tema y porque verdaderamente deseaba saber qué había sucedido.
Bueno, yo no lo sé todo, pero anoche Hermione llegó al baile a buscarme desesperada, diciendo que estabas inconsciente o algo así.
Y la causa fue...
Tu cicatriz- completó Ron,- Madame Pomfrey dice que ya estás mejor y que ya puedes irte. Por cierto, Dumbledore le avisó a Pomfrey que deseaba conversar contigo en cuanto salieras de la enfermería.
¿Está enterado?
Por supuesto- sonrió Ron- ¿Cuando Dumbledore no ha estado enterado de algo que te ocurra?
Es cierto- Harry sonrió también, luego de un momento preguntó:
Hey, Ron... ¿Cómo está Parvati?
Eso hizo que Ron enrojeciera hasta las orejas... miró al piso como si allí hubiera algo demasiado espectacular.
¿A... a qué... te refieres?- preguntó.
Tu sabes, Romeo.
¿Romeo? ¿Quién es Romeo?
Luego Harry recordó que Ron carecía de conocimientos sobre el mundo
muggle.
No importa. ¿Sabes? Me alegra saber lo bien que se llevan. Y siento haber interrumpido tu noche especial.
Harry.
¿Si?
¡No molestes!
Ok. Está bien, está bien. Si no quieres decirme lo comprenderé.
No, es sólo que...
Pero en ese momento Hermione comenzó a moverse y a despertar.
De pronto abrió los ojos y de un momento a otro Harry tenía sus brazos en
el cuello,
apretándolo como si se pudiera escapar sin el menor aviso.
¡Harry, no sabes cuánto me preocupé! De pronto te vi desmayado en mis brazos y no supe qué hacer. ¡Ay! No me vuelvas a hacer esto, ¡Por favor no lo vuelvas a hacer!
Herm... tranquila... Todo está bien ahora, no te preocupes...
Harry, te quiero tanto...
Jeje, lo sé, princesa... Como yo te quiero a ti- Sonrió abiertamente- Hey, mírame- tomó su cara entre sus manos- Todo está bien ¿De acuerdo?
Harry... Te ha dolido la cicatriz dos veces en dos días, eso es...
¿De acuerdo?- insistió él.
De acuerdo- desistió ella.
De pronto Ron se pudo de pie.
Creo que mejor los dejo solos.
Pero para felicidad de Harry y Hermione, el pelirrojo no parecía triste,
es más, se le veía extremadamente sonriente.
"La está olvidando" pensó Harry alegre por su amigo.
No, Ron. Quédate- le dijo Harry.
Es que...
Por favor...- insistió Hermione poniendo una cara a la que nadie podría resistirse.
Ok, Esta bien...
Y el chico volvió a sentarse. Habló de inmediato.
Harry, Hermione tiene razón. Te ha dolido la cicatriz dos veces en dos días.
Era cierto. Eso era demasiado... si seguía así, la cicatriz le dolería
cada dos días o algo así. Y esa perspectiva no era muy agradable.
Harry- esta vez habló su novia- Estos dolores no han sido leves. Son terribles, te desmayas y quedas inconsciente por largo tiempo. No es normal.
Claro que lo es. Voldemort revivió, volvió al poder, es lo menos que podría pasarme. ¿No creen?
Esta vez nadie contestó ni justifico nada.
Oigan, anímense. Esto debía pasar, y está ocurriendo en este momento. Comprendo que no es agradable pensar en eso, pero debemos asumirlo.
Hubo un momento de silencio.
Tienes razón- lo apoyó Ron de pronto.
Sí- Siguió Hermione.
Harry sonrió.
Pase lo que pase siempre estaremos juntos, lo saben. Recuerden que somos un trío.
Sus amigos sonrieron. Sus mejores amigos... Cuánto los quería y lucharía
por ellos hasta que no le quedaran fuerzas.
En ese momento vio como ellos lo envolvían en un cálido abrazo. Sintió
que todas sus fuerzas se reponían, que era sumamente feliz... Porque los
tenía a ellos... Su novia y su hermano.
El trío volvía a estar unido completamente...
