Capítulo 13
Harry se
despertó muy
temprano en
la mañana.
Pronto
recordó que
estaba en la
enfermería.
Le dolía un
poco la
cabeza así
que decidió
quedarse en
la
confortable
cama un
momento más.
Cerró los
ojos y, se
dispuso a
dormir hasta
más tarde,
cuando sintió
pasos.
Abrió los ojos de golpe. Quiso escuchar mejor. Pero de inmediato decidió cerrarlos, haciendo como si dormía. No quería que lo molestaran... no con ese dolor de cabeza. Menos aún quería hablar con alguien sobre lo que le estaba ocurriendo, sobre los dolores de su cicatriz. Pero sus deseos no fueron cumplidos cuando la voz de Dumbledore resonó en la amplia enfermería.
- Harry... debo hablar contigo.
" A Dumbledore no se le puede engañar" pensó el muchacho de inmediato.
Abrió los ojos para encontrarse con la cálida mirada del director. Harry se sentó algo avergonzado por haber tratado de engañarlo (aunque ni siquiera sabía si era él o no) y trató de sentarse con mucho esfuerzo. Durante los últimos días, el cansancio se hacía cada vez más frecuente junto con esa sensación la cual lo hacía sentir como si su cuerpo fuera de plomo.
De pronto Dumbledore habló:
- Te preguntarás por qué estoy aquí, ¿no?
- Bueno... Ron me dijo que fuera a hablar con usted en cuanto saliera de la enfermería, pero...
- La verdad, me pareció imprudente de mi parte presionarte así para que te levantaras temprano, sólo para hablar conmigo. Después de lo ocurrido no es raro que estés cansado de todo esto, así que decidí venir yo a hablar contigo.
- Pues... gracias- contestó Harry sonriéndole.
- Ahora a lo que vine... Supongo que ya sabes de qué se trata.
Harry asintió lentamente.
- Quiero, Harry, que me cuentes con lujo de detalles lo que ocurrió la noche del baile.
Harry volvió a asentir, pero esta vez más rápidamente dándole a entender que captaba la idea.
- Bueno, todo comenzó cuando yo... quería hablar con Hermione- Harry enrojeció furiosamente.
- Continúa.
- Mientras hablábamos, yo me sentí un poco mal- relató el chico sin querer contar la parte en que había llorado-así que quise ir a la sala común a descansar un poco.
- Harry, dije con lujo de detalles- le reprochó el profesor tranquilamente.
- Lo siento.- Dumbledore lo miró con sus ojos azules- Está bien... Luego de pedirle que habláramos fuimos al jardín. Allí caminamos y nos pusimos a conversar... sobre... sobre...
- ¿Si?
-... nuestro... noviazgo.
Sintió su cara ardiendo. Debía de estar sumamente rojo, lo sentía. Pero Dumbledore sólo sonrió abiertamente, y le inspiró con la mirada a que siguiera, como diciendo "No te preocupes, puedes continuar".
- Bueno... le hablé sobre que... tenía miedo- se detuvo un momento- por ella, por lo que Voldemort pudiera hacerle.
- Comprendo. Después fueron a la sala común, ¿no es así?
- Sí- Harry le agradecía demasiado a Dumbledore el haber dejado esa parte hasta ese momento. Aún desistía sobre la idea de contarle lo de su llanto. Y ni hablar de los besos.
- Allí nos sentamos en un sillón y seguimos hablando.
De pronto Harry recordó que la cicatriz comenzó a dolerle a mitad del beso con Hermi. Parecía ser importante contarle el momento en que ocurrió todo. En realidad, lo era.
- Y bueno... nos... nosotros... nos... besamos- Sintió su cara enrojecer nuevamente. Ni siquiera quiso mirar a Dumbledore. Continuó- En ese momento la cicatriz me comenzó a doler demasiado. Mucho peor que las veces anteriores. Luego me desmayé- terminó.
- Está bien, Harry. Cuéntame, ¿te había dolido la cicatriz antes, durante este año?
- Sí. Fue cuando Ron, Hermione y yo caminábamos por el pasillo del colegio. En esa ocasión corrí hasta la sala común, allí perdí el conocimiento.
-Muy bien, Harry- dijo Dumbledore poniéndose de pie- Ahora debo ir a arreglar unos asuntos del Ministerio de Magia. Cornelius Fudge sigue sin aceptar lo que está pasando- Luego cambió su expresión y dio media vuelta mirándolo cálidamente- ¿Sabes? Ustedes dos me recuerdan mucho a Lily y a James.
Harry se sonrojó por tercera vez viendo cómo Dumbledore salía de la habitación y le guiñaba un ojo.
Después de un momento en silencio Harry se sentó en la orilla de la cama y con sus pues descalzos tocó el frío y blanco suelo. De pronto recordó algunas de tantas veces en las que estuvo en la enfermería. Recordó cuando sus pequeños pies no alcanzaban ese tan recordado piso. Cuando tenía sólo 11 años y esa mesa estaba llena de tarjetas de "recupérate pronto", y repleta de dulces y regalos. Cuando Hermione y él viajaron con el giratiempo; cuando la señora Weasley le dio ese confortable abrazo, ese abrazo de madre, que nunca había podido sentir antes, por lo menos hasta lo que él recordaba. Tantos momentos... tantos recuerdos... Cómo había pasado el tiempo.
Pero no era tiempo para eso. Deseaba ver a sus amigos y saber cómo estaban. Así que se sacó el pijama (n/a :D....) y se vistió con la ropa del colegio. Era fin de semana, así que se pondría ropa más cómoda en la sala común. Cuando estuvo listo, se dirigió a la Torre Gryffindor.
-"Drecsos flemarae".
El cuadro de la señora Gorda se abrió y entró. Había personas sentadas en los confortables sillones, jugando ajedrez mágico, snap explosivo o leyendo algún libro.
Allí estaban sus amigos. Ron jugando ajedrez con Seamus y Hermione leyendo, ¿pero era eso un libro? Se acercó y no lo pudo creer. ¿Hermione leyendo "Corazón de Bruja"?
-Herms... Hermi...- Hermione parecía inmersa en la revista- Preciosa... ¿Estás ahí?
- Harry... ¡Harry! ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
Ella se acercó y lo besó.
- Claro... con ese beso cómo no.
Hermione sonrió y se sonrojó.
- Hey, Harry- Ron había notado su presencia en la sala- ¿Estás bien?
- Por supuesto- contestó el sonriendo.
- Entonces hoy podremos jugar Quidditch, ¿no?- Dijo Ron entusiasmado.
- Pues claro... Pero, no ahora, quizás más tarde.
- Oh... está bien- contestó Ron un poco decepcionado, pero feliz de igual manera, chocando las manos con Harry.
- Creo que ahora iré a cambiarme.
- Harry, quiero hablarte- dijo Hermione rápidamente.
- Ok, ¿que tal si me acompañas? Allí podremos hablar.
Hermione le dirigió una mirada desaprobatoria.
- No puedo entrar allí, lo tengo prohibido.
- No vas a hacer nada malo, Hermi.
- Ay... Ok, está bien, pero si nos descubren será tu culpa.
- Toda la culpa será mía, no te preocupes- le sonrió.
Subieron las escaleras. Hermione se sentía un poco incómoda. No podía estar ahí... ¿Y si de verdad la descubrían? Bueno, ya había entrado una vez allí y nada pasó...
Harry abrió la puerta. Estaba todo bastante desordenado.
"Era de esperarse" pensó Hermione "Hombres"
- Ahora espera aquí- le dijo el chico.
- Está bien.
Harry abrió un cajón, sacó algo de ropa y se fue directo al baño, pero no sin antes besar a su chica.
- Vuelvo enseguida- y cerró la puerta.
Hermione se sentó en la cama de Harry, lo supo porque del mueble contiguo a la cama él sacó su ropa. Estaba ordenada. Por lo menos más que las otras.
Por el otro lado de la puerta se escuchó el ruido de agua corriendo. Luego la voz de Harry.
- Bueno, ¿y de qué querías hablarme?
- Quería saber cómo estabas. Después de todo lo ocurrido supongo que no estás del todo bien- la chica se acercó a la puerta para hablar mejor con su novio.
-La verdad, estoy bastante cansado. Pero... - no quería preocuparla diciéndole que aún estaba preocupado por ella, que cada día se sentía más cansado y que verdaderamente no sabía cómo enfrentar todo esto...- aparte de eso, estoy bien.
"Eso no sonó muy convincente" pensó el chico bajo el agua de la ducha.
- ¿Estás seguro?
- Completamente.
No se sentía bien mintiéndole. Pero era lo mejor. Eso creía.
Hermione se sentó en el suelo apoyando su espalda a la puerta del baño. Podía escuchar el agua, ese sonido la relajaba. Y lo necesitaba, porque a decir verdad, ella había perdido el control de sus nervios también. Cómo no, si su novio se había desmayado y no había despertado hasta ese día. La cicatriz le dolía cada vez más frecuentemente. Eso no era normal. Bueno... normal dentro del ámbito de los dolores de cicatriz, que nunca faltaban.
El agua se detuvo al otro lado de la puerta.
- ¿Y tú cómo has estado?- se escuchó la voz de Harry.
- He pasado un día completo sin verte. ¿Crees que estoy bien, amor?- preguntó ella dulcemente.
- Entonces, ¿no fuiste a visitarme a la enfermería?
- Claro que sí. Y te miré dormir por horas.... Pensándolo bien, eso tampoco estuvo tan mal.
Hermione se levantó del suelo. Justo cuando Harry salía del baño, ya vestido y con el cabello húmedo, mas despeinado que nunca.
- Aunque no pude resistir tanto sin verte sonreír- terminó la chica.
Harry se acercó a ella, la tomó por la cintura y le dio un suave beso. Tan suave, como si ella se pudiera quebrar. Sus labios se movían suavemente.
Él le acarició el cabello y luego sus brazos. Eran tan suaves... Subió a sus blancos hombros, igualmente tersos.
Por su parte, Hermione tenía a Harry tomado por el cuello. No quería moverse, quería disfrutar al máximo las caricias que el chico le daba, ahora en la espalda, subiéndole un poco la blusa.
Avanzaron, sin darse cuenta, hasta que ella quedó apoyada en uno de los pilares de madera de las camas con dosel.
Harry besó el cuello de Hermione lentamente, haciendo que esta no pudiera controlar un suspiro. Su blusa se humedeció un poco con las gotas que caían del cabello del chico, pero no le interesó. (que apasionado el niño eh? =P)
Hermione quitó la cara de Harry de su cuello, dándole a entender que quería que la besara más en los labios. Y así lo hizo.
Cuando necesitaron aire se separaron sus bocas, pero seguían abrazados mirando sus labios, y luego subir su mirada hasta sus ojos. Con sus respiraciones agitadas.
"Como me gustan sus ojos" pensó ella.
- Hermione- dijo Harry aún con la voz agitada- sé que te lo he dicho muchas veces, pero te amo.
- No importa que lo repitas. Es más, adoro que lo repitas. Es que, yo también te amo... te amo demasiado, Harry. No sabes cómo.
Esta vez ella le dio un corto beso en los labios y dijo:
- Creo que ya deberíamos bajar.
Harry puso una cara apenada, quería estar más con ella, besarla más, abrazarla...
- Está bien... Tienes razón.
Y aunque, en el fondo ninguno de los dos lo deseaba, bajaron hasta la sala común.
**************************************************************************** * Está bastante más digamos.... apasionado jeje, ojalá les haya gustado... Muchas gracias por todos los reviews! Me alegro mucho de que la disfruten. Y perdón X el atraso =p Pero por fin ahora estoy de vacaciones. Y... recuerden....MANDEN REVIEWS!!!!!!
Harry se
despertó muy
temprano en
la mañana.
Pronto
recordó que
estaba en la
enfermería.
Le dolía un
poco la
cabeza así
que decidió
quedarse en
la
confortable
cama un
momento más.
Cerró los
ojos y, se
dispuso a
dormir hasta
más tarde,
cuando sintió
pasos.
Abrió los ojos de golpe. Quiso escuchar mejor. Pero de inmediato decidió cerrarlos, haciendo como si dormía. No quería que lo molestaran... no con ese dolor de cabeza. Menos aún quería hablar con alguien sobre lo que le estaba ocurriendo, sobre los dolores de su cicatriz. Pero sus deseos no fueron cumplidos cuando la voz de Dumbledore resonó en la amplia enfermería.
- Harry... debo hablar contigo.
" A Dumbledore no se le puede engañar" pensó el muchacho de inmediato.
Abrió los ojos para encontrarse con la cálida mirada del director. Harry se sentó algo avergonzado por haber tratado de engañarlo (aunque ni siquiera sabía si era él o no) y trató de sentarse con mucho esfuerzo. Durante los últimos días, el cansancio se hacía cada vez más frecuente junto con esa sensación la cual lo hacía sentir como si su cuerpo fuera de plomo.
De pronto Dumbledore habló:
- Te preguntarás por qué estoy aquí, ¿no?
- Bueno... Ron me dijo que fuera a hablar con usted en cuanto saliera de la enfermería, pero...
- La verdad, me pareció imprudente de mi parte presionarte así para que te levantaras temprano, sólo para hablar conmigo. Después de lo ocurrido no es raro que estés cansado de todo esto, así que decidí venir yo a hablar contigo.
- Pues... gracias- contestó Harry sonriéndole.
- Ahora a lo que vine... Supongo que ya sabes de qué se trata.
Harry asintió lentamente.
- Quiero, Harry, que me cuentes con lujo de detalles lo que ocurrió la noche del baile.
Harry volvió a asentir, pero esta vez más rápidamente dándole a entender que captaba la idea.
- Bueno, todo comenzó cuando yo... quería hablar con Hermione- Harry enrojeció furiosamente.
- Continúa.
- Mientras hablábamos, yo me sentí un poco mal- relató el chico sin querer contar la parte en que había llorado-así que quise ir a la sala común a descansar un poco.
- Harry, dije con lujo de detalles- le reprochó el profesor tranquilamente.
- Lo siento.- Dumbledore lo miró con sus ojos azules- Está bien... Luego de pedirle que habláramos fuimos al jardín. Allí caminamos y nos pusimos a conversar... sobre... sobre...
- ¿Si?
-... nuestro... noviazgo.
Sintió su cara ardiendo. Debía de estar sumamente rojo, lo sentía. Pero Dumbledore sólo sonrió abiertamente, y le inspiró con la mirada a que siguiera, como diciendo "No te preocupes, puedes continuar".
- Bueno... le hablé sobre que... tenía miedo- se detuvo un momento- por ella, por lo que Voldemort pudiera hacerle.
- Comprendo. Después fueron a la sala común, ¿no es así?
- Sí- Harry le agradecía demasiado a Dumbledore el haber dejado esa parte hasta ese momento. Aún desistía sobre la idea de contarle lo de su llanto. Y ni hablar de los besos.
- Allí nos sentamos en un sillón y seguimos hablando.
De pronto Harry recordó que la cicatriz comenzó a dolerle a mitad del beso con Hermi. Parecía ser importante contarle el momento en que ocurrió todo. En realidad, lo era.
- Y bueno... nos... nosotros... nos... besamos- Sintió su cara enrojecer nuevamente. Ni siquiera quiso mirar a Dumbledore. Continuó- En ese momento la cicatriz me comenzó a doler demasiado. Mucho peor que las veces anteriores. Luego me desmayé- terminó.
- Está bien, Harry. Cuéntame, ¿te había dolido la cicatriz antes, durante este año?
- Sí. Fue cuando Ron, Hermione y yo caminábamos por el pasillo del colegio. En esa ocasión corrí hasta la sala común, allí perdí el conocimiento.
-Muy bien, Harry- dijo Dumbledore poniéndose de pie- Ahora debo ir a arreglar unos asuntos del Ministerio de Magia. Cornelius Fudge sigue sin aceptar lo que está pasando- Luego cambió su expresión y dio media vuelta mirándolo cálidamente- ¿Sabes? Ustedes dos me recuerdan mucho a Lily y a James.
Harry se sonrojó por tercera vez viendo cómo Dumbledore salía de la habitación y le guiñaba un ojo.
Después de un momento en silencio Harry se sentó en la orilla de la cama y con sus pues descalzos tocó el frío y blanco suelo. De pronto recordó algunas de tantas veces en las que estuvo en la enfermería. Recordó cuando sus pequeños pies no alcanzaban ese tan recordado piso. Cuando tenía sólo 11 años y esa mesa estaba llena de tarjetas de "recupérate pronto", y repleta de dulces y regalos. Cuando Hermione y él viajaron con el giratiempo; cuando la señora Weasley le dio ese confortable abrazo, ese abrazo de madre, que nunca había podido sentir antes, por lo menos hasta lo que él recordaba. Tantos momentos... tantos recuerdos... Cómo había pasado el tiempo.
Pero no era tiempo para eso. Deseaba ver a sus amigos y saber cómo estaban. Así que se sacó el pijama (n/a :D....) y se vistió con la ropa del colegio. Era fin de semana, así que se pondría ropa más cómoda en la sala común. Cuando estuvo listo, se dirigió a la Torre Gryffindor.
-"Drecsos flemarae".
El cuadro de la señora Gorda se abrió y entró. Había personas sentadas en los confortables sillones, jugando ajedrez mágico, snap explosivo o leyendo algún libro.
Allí estaban sus amigos. Ron jugando ajedrez con Seamus y Hermione leyendo, ¿pero era eso un libro? Se acercó y no lo pudo creer. ¿Hermione leyendo "Corazón de Bruja"?
-Herms... Hermi...- Hermione parecía inmersa en la revista- Preciosa... ¿Estás ahí?
- Harry... ¡Harry! ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
Ella se acercó y lo besó.
- Claro... con ese beso cómo no.
Hermione sonrió y se sonrojó.
- Hey, Harry- Ron había notado su presencia en la sala- ¿Estás bien?
- Por supuesto- contestó el sonriendo.
- Entonces hoy podremos jugar Quidditch, ¿no?- Dijo Ron entusiasmado.
- Pues claro... Pero, no ahora, quizás más tarde.
- Oh... está bien- contestó Ron un poco decepcionado, pero feliz de igual manera, chocando las manos con Harry.
- Creo que ahora iré a cambiarme.
- Harry, quiero hablarte- dijo Hermione rápidamente.
- Ok, ¿que tal si me acompañas? Allí podremos hablar.
Hermione le dirigió una mirada desaprobatoria.
- No puedo entrar allí, lo tengo prohibido.
- No vas a hacer nada malo, Hermi.
- Ay... Ok, está bien, pero si nos descubren será tu culpa.
- Toda la culpa será mía, no te preocupes- le sonrió.
Subieron las escaleras. Hermione se sentía un poco incómoda. No podía estar ahí... ¿Y si de verdad la descubrían? Bueno, ya había entrado una vez allí y nada pasó...
Harry abrió la puerta. Estaba todo bastante desordenado.
"Era de esperarse" pensó Hermione "Hombres"
- Ahora espera aquí- le dijo el chico.
- Está bien.
Harry abrió un cajón, sacó algo de ropa y se fue directo al baño, pero no sin antes besar a su chica.
- Vuelvo enseguida- y cerró la puerta.
Hermione se sentó en la cama de Harry, lo supo porque del mueble contiguo a la cama él sacó su ropa. Estaba ordenada. Por lo menos más que las otras.
Por el otro lado de la puerta se escuchó el ruido de agua corriendo. Luego la voz de Harry.
- Bueno, ¿y de qué querías hablarme?
- Quería saber cómo estabas. Después de todo lo ocurrido supongo que no estás del todo bien- la chica se acercó a la puerta para hablar mejor con su novio.
-La verdad, estoy bastante cansado. Pero... - no quería preocuparla diciéndole que aún estaba preocupado por ella, que cada día se sentía más cansado y que verdaderamente no sabía cómo enfrentar todo esto...- aparte de eso, estoy bien.
"Eso no sonó muy convincente" pensó el chico bajo el agua de la ducha.
- ¿Estás seguro?
- Completamente.
No se sentía bien mintiéndole. Pero era lo mejor. Eso creía.
Hermione se sentó en el suelo apoyando su espalda a la puerta del baño. Podía escuchar el agua, ese sonido la relajaba. Y lo necesitaba, porque a decir verdad, ella había perdido el control de sus nervios también. Cómo no, si su novio se había desmayado y no había despertado hasta ese día. La cicatriz le dolía cada vez más frecuentemente. Eso no era normal. Bueno... normal dentro del ámbito de los dolores de cicatriz, que nunca faltaban.
El agua se detuvo al otro lado de la puerta.
- ¿Y tú cómo has estado?- se escuchó la voz de Harry.
- He pasado un día completo sin verte. ¿Crees que estoy bien, amor?- preguntó ella dulcemente.
- Entonces, ¿no fuiste a visitarme a la enfermería?
- Claro que sí. Y te miré dormir por horas.... Pensándolo bien, eso tampoco estuvo tan mal.
Hermione se levantó del suelo. Justo cuando Harry salía del baño, ya vestido y con el cabello húmedo, mas despeinado que nunca.
- Aunque no pude resistir tanto sin verte sonreír- terminó la chica.
Harry se acercó a ella, la tomó por la cintura y le dio un suave beso. Tan suave, como si ella se pudiera quebrar. Sus labios se movían suavemente.
Él le acarició el cabello y luego sus brazos. Eran tan suaves... Subió a sus blancos hombros, igualmente tersos.
Por su parte, Hermione tenía a Harry tomado por el cuello. No quería moverse, quería disfrutar al máximo las caricias que el chico le daba, ahora en la espalda, subiéndole un poco la blusa.
Avanzaron, sin darse cuenta, hasta que ella quedó apoyada en uno de los pilares de madera de las camas con dosel.
Harry besó el cuello de Hermione lentamente, haciendo que esta no pudiera controlar un suspiro. Su blusa se humedeció un poco con las gotas que caían del cabello del chico, pero no le interesó. (que apasionado el niño eh? =P)
Hermione quitó la cara de Harry de su cuello, dándole a entender que quería que la besara más en los labios. Y así lo hizo.
Cuando necesitaron aire se separaron sus bocas, pero seguían abrazados mirando sus labios, y luego subir su mirada hasta sus ojos. Con sus respiraciones agitadas.
"Como me gustan sus ojos" pensó ella.
- Hermione- dijo Harry aún con la voz agitada- sé que te lo he dicho muchas veces, pero te amo.
- No importa que lo repitas. Es más, adoro que lo repitas. Es que, yo también te amo... te amo demasiado, Harry. No sabes cómo.
Esta vez ella le dio un corto beso en los labios y dijo:
- Creo que ya deberíamos bajar.
Harry puso una cara apenada, quería estar más con ella, besarla más, abrazarla...
- Está bien... Tienes razón.
Y aunque, en el fondo ninguno de los dos lo deseaba, bajaron hasta la sala común.
**************************************************************************** * Está bastante más digamos.... apasionado jeje, ojalá les haya gustado... Muchas gracias por todos los reviews! Me alegro mucho de que la disfruten. Y perdón X el atraso =p Pero por fin ahora estoy de vacaciones. Y... recuerden....MANDEN REVIEWS!!!!!!