Capítulo 17
Y allí estaba. Todo estaba oscuro, la única luz que alumbraba el lugar era la de la luna que entraba como haces por la ventana. No podía dormir. Lo presentía.... este... era el día.
Quería que amaneciera pronto, quería que todo pasase de una vez... quería que todo acabara pronto.
Después de un rato miró el reloj, la hora pasó rápidamente, estaba tan sumido en sus pensamientos que no lo había notado. Agradeció por eso.
Aún faltaba media hora para que sonara la alarma y sus compañeros despertaran.
Estaba algo sofocado por el calor de la habitación y a la vez sofocado por sus ideas, pensamientos y conclusiones.
Pensaba qué haría esa noche. Sobre cómo enfrentaría lo que fuera que viniese. Estaba asustado, sí... lo admitía.
Todo lo que había temido esos últimos días se llevaría a cabo esa noche, claro... no si el podía detenerlo. Y lucharía hasta el cansancio para evitarlo.
- Hermione...-susurró.
Suspiró. ¿Por qué diablos hacía tanto calor en la habitación? Se sentó en su cama y se desabrochó la camisa del pijama para luego sacársela y dejarla a un lado. Así estaba mejor...
Luego volvió a acostarse. Ya no quería pensar en él, en lo que haría y en si lograría su objetivo. En estos momentos lo odiaba más que nunca.
- Maldito bastardo...
No acostumbraba decir groserías, pero entre el miedo, la preocupación y sobretodo el odio que sentía en esos momentos hacia aquel ser repugnante, le era imposible no hacerlo.
- Maldito Voldemort...
De un momento a otro el ruido del despertador inundó la habitación despertando a todos quienes estaban en ella, menos a uno... Harry había estado despierto desde hace horas. No había dormido casi nada.
Los chicos ya se empezaban a desperezar. Lo único que hizo Harry fue tomar sus ropas y meterse al baño de inmediato. No estaba de humor como para esperar que los demás lo desocuparan.
Se desvistió, abrió la llave de la ducha y dejó que el agua cayera sobre su cuerpo. Ya no sabía ni lo que quería, nada podía complacerlo en esos momentos... Estaba confundido, desesperado.
Apenas bajara debía buscar a Hermione. No se despegaría ni un momento de ella.
- ¡Harry!- lo llamó la voz de Ron por el otro lado de la puerta- ¡Apresúrate o todos llegaremos tarde!
Pero si no se había demorado tanto en la ducha, ¿o sí? Cerró la llave, tomó su toalla, se la amarró a la cintura y salió. Los cuatro chicos esperaban allí, pálidos, somnolientos...
Se comenzó a vestir con rapidez. Cuando ya hubo terminado bajó de inmediato a la sala común. Había unas pocas personas. Se sentó en uno de los sillones y esperó a que Hermione bajara. Esperó.... y esperó.... y esperó, pero no aparecía por ninguna parte. Sus compañeras de cuarto ya habían bajado.
- Oigan, ¿no han visto a Hermione?- preguntó Harry amablemente.
- Ehhh... Lo siento Harry- contestó Lavender- Pero cuando despertamos ya no estaba en su cama.
Después de obtener la información Harry salió por el retrato y se dirigió al Gran Comedor. Seguro que allí se encontraría, pero cuando llego allí se percató de que tampoco estaba desayunando.
"¿Dónde se puede haber metido?" se preguntó mentalmente. De pronto una idea surgió en su cabeza como un rayo.
- Oh, no... Hermione....
¡¿Cómo pudo haber sido tan imbécil como para no recordarlo antes?! Ese era el día, ¿no?
"¡Estupido!"
Corrió por los pasillos de castillo buscando a su novia.
- ¡Hermione! ¡Herm!
Pero nadie respondía. Los alumnos lo miraban atemorizados al mirarlo correr y gritar desesperado por los pasillos, pero no le importó. ¡Por Dios! ¿Dónde estaba?
- Por favor que nada le haya ocurrido. ¡Por favor!- decía en voz baja mientras abría las puertas de todas las aulas revisando si estaba allí, haciendo un escándalo considerable.
Estaba demasiado preocupado como para pensar. Ya no sabía dónde más buscar. Rogó por que Voldemort no la tuviera, rogó por que siguiera con vida...
Este era el día... en que Voldemort se la quitaría de sus manos. Lo había sabido desde el día anterior. Llamémoslo presentimiento, pero para él era un hecho.
Entre tanta desesperación, no se le había ocurrido el lugar más obvio: la biblioteca.
Debía estar allí. ¡Tenía que estarlo!
Corrió esquivando alumnos y profesores hasta el lugar predilecto de su novia. Idílicos pensamientos se apoderaron de su cabeza, esperanzadas ideas. Llegaría allí y encontraría a Hermione sentada en su mesa preferida de la biblioteca. Estaría leyendo un enorme libro como ella siempre lo hacía, se encontraría allí, sana y salva.
Llegó ante la puerta de la biblioteca y la abrió de golpe.
- ¡VACÍA!- su voz resonó en la sola habitación- ¡Hermione! ¡P-por favor... Herm, contéstame!
"Tienes que estar aquí... por favor"
- ¡Hermione! ¡Sé que estás ahí!- trataba de convencerse en vano- ¡POR FAVOR! ¡Hermione!
Las lagrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.
- Herm...- decía llorando- Herm... sé que estás buscando un libro allá atrás... como siempre... no te escondas, por favor... no puedes estar... muerta.
No había nadie allí y lo sabía. Se sentó en una de las sillas de la biblioteca. Las imágenes de Hermione empezaron a darle vueltas por su cabeza. Sus sonrisas, sus ojos, todo...
Se limpió las lágrimas. ¡Estaba llorando otra vez!
- Eres un estúpido- se dijo a sí mismo- Un estúpido sensible... ¡Deja de llorar!
Se levantó. ¿Qué hacía? ¿Dónde la buscaba? ¿Dónde estaría Voldemort? Trató de pensar, pero nada llegaba a su mente. Estaba desorientado, como si no tuviera adónde ir.
- ¿Dónde puedes estar Hermione?
De pronto la puerta de la biblioteca se abrió despacio.
- ¡Ah! Eres tú, Potter- Draco Malfoy estaba allí mirándolo con desprecio- ¿Qué haces? ¿Buscando a la sangre sucia?
Harry no pudo alejar de su mente el hecho de que estaba llorando frente a su enemigo. ¿Por qué había sido él quien había abierto la puerta y no otra persona? ¿Por qué de los cientos de estudiantes que había en Hogwarts había sido su antítesis?
Harry trató de ser lo más pasivo posible, tratando de aparentar tranquilidad
- Pues... sí- fue lo único que dijo.
Malfoy se extraño por la tranquila respuesta de Harry. De pronto el rubio abrió mucho los ojos mientras se acercaba a él.
- ¿Estabas llorando, cara rajada?- le preguntó riéndose a carcajadas- ¡No puedo creerlo! ¡El niño que vivió, llorando! Jajaja... ¿qué pasa Potter, quieres que llame a tu mami? Oh, es verdad... Esta muerta.
Esa fue la gota que colmo el vaso. Harry sintió cómo le hervía la sangre, pero no tenía deseos de golpear a nadie, no quería alterarse más de lo que ya estaba. Recordó por qué estaba ahí. Hermione volvió a su mente y sintió de nuevo ganas de llorar. ¡No, no ahora!
- ¡Vete Malfoy! ¡Vete y déjame solo!- gritó con todas sus fuerzas mientras se acercaba nuevamente a la mesa. Se sentó y ocultó la cabeza entre sus brazos- ¡VETE!
Las lágrimas empapaban la cubierta de la mesa. No quería que Malfoy lo viera. No quería demostrar debilidad ante él.
- Pobre Potter...- dijo mientras se acercaba. Adoraba molestarlo- Está...
Pero no pudo continuar. Harry había levantado la cara y Malfoy vio la expresión de angustia en su rostro, cómo las lágrimas mojaban sus mejillas. Cómo trataba de calmar su llanto sin éxito.
Realmente ese no había sido un buen momento para molestarlo. No pensó que seguiría llorando. No quería...
- Malfoy... p-por favor... ve...vete...- dijo Harry tranquilamente entre sus sollozos mirando la mesa. Draco pudo ver como las lágrimas que caían chocaban con la cubierta.
El rubio no dijo nada. Sin saber lo que hacía se acercó y la palmeó el hombro. Harry levantó el rostro. No podía creerlo. Draco Malfoy dándole apoyo.
Después de algo así como un segundo en que logró reaccionar, Malfoy salió de la biblioteca a paso rápido, casi corriendo. Ver a Potter llorando así no lo esperaba. No podía creer lo que había hecho. ¿Cómo...? ¡Ah! Sabía que se arrepentiría toda su vida de aquel acto. Estaba seguro, pero es que no estaba conciente, había sido más bien... un impulso.
Harry estaba solo en la biblioteca nuevamente. ¿Estaba soñando? Eso no tenía lógica. Claro, lo que faltaba para empeorar el día: que Malfoy le tuviera lástima.
- ¡Por Dios Harry Potter! ¡Ya deja de llorar!- se gritó a sí mismo de pronto. Se sentía estúpido, vulnerable, débil...
Salió de la biblioteca y se dirigió a la sala común rogando porque Ron estuviera ahí. Por suerte así era.
- Harry... ¿por qué saliste tan rápido? ¿Dónde estabas? Harry... ¿estás bien?
- Ron... Hermione no está.
- ¿Cómo que no está?
- Así de simple, no está. Ron, hoy Voldemort matará a Hermione... si es que no lo ha hecho ya...
- Pero, ¿cómo lo sabes?
- Sólo... lo sé. ¡La busqué por todo el castillo! ¡No está!
Harry le contó todo a Ron excepto por el hecho de que había llorado.
- Harry. ¿Qué... qué hacemos?- preguntó Ron perdiendo la calma.
- No lo sé, Ron- contestó Harry angustiado.
Un golpe en la ventana los distrajo. Un buitre negro estaba en la ventana intentando entrar. Traía una carta.
Harry se levantó, abrió le ventana y le sacó la carta del pico. El buitre salió volando de inmediato.
- ¿Qué es Harry?- preguntó Ron acercándose- ¿Quién manda un buitre a entregar una carta?
- Es para mí, Ron.
La abrió cuidadosamente y leyó en voz lo suficientemente alta como para que Ron lo escuchara.
El bosque será el refugio de nuestro encuentro al anochecer, Potter. No faltes.
PD: Por cierto, la chica te manda saludos.
Estaba claro quién la mandaba.
- Es de Voldemort, Ron.
El pelirrojo se estremeció.
- No pronuncies ese nombre, ¿quieres?
Harry lo ignoró y se dirigió al sillón. Leyó de nuevo la carta. Se detuvo en la última parte.
"PD: Por cierto, la chica te manda saludos"
- Hermione no está muerta a menos que esté mintiendo, aunque no lo creo. Sabe que iré sólo por ella.
- Si no fuera por ella también irías, Harry- replicó Ron.
- Ahora la razón es más fuerte, Ron. Lo otro es por honor. Esto es por amor.
**************************************************************************** *
Esa tarde Harry fue a su habitación más temprano que de costumbre. Se aseguró de que su varita estuviera en su capa y esperó a que anocheciera. Ron le había insistido en ir con él, pero se había negado rotundamente. No quería poner en peligro a su amigo y sentía que debía hacer eso solo. Después de mucho rato tratando de convencerlo, Ron desistió. Sí que le había costado hacerlo. Le había dicho tantas cosas, que ya ni se acordaba de los argumentos empleados.
La hora pasó... El reloj que hace un rato marcaba las 7, ahora marcaba las 12 con sus doradas manecillas.
Todos dormían en la habitación. Sacó su capa invisible, revisó nuevamente su varita y bajó sigilosamente. Salió por el retrato y recorrió los pasillos hasta la salida del castillo. Cruzó las puertas de roble y se deshizo de la capa. La dobló y la dejó en un rincón de la puerta. No la necesitaría por ahora.
La noche estaba oscura y calurosa. Todo estaba tranquilo, pero Harry sabía que en algún lugar del bosque la tranquilidad estaba ausente.
Apuró el paso. Se introdujo entre los árboles y caminó hacia no sabía dónde. El bosque era inmenso, y no se había especificado el lugar del encuentro. Entrecerró los ojos tratando de ver más allá de la oscuridad.
- ¡Lumos!
La varita prendió su luz y continuó caminando ya más seguro viendo por donde iba. Las hojas de los árboles se movían produciendo un suave sonido.
Pensó en Aragog y en cómo estaría. Sería terrible volver a encontrársela, pero sabía que Voldemort tenía todo planeado y que eso no ocurriría.
Después de caminar un cuarto de hora, escuchó ruidos detrás de él. Se volteó... nada. Siguió su camino. Otro ruido... ¿qué estaba pasando?
Sin darse cuenta un rayo dorado atravesó el aire en dirección a él. No alcanzó a darle, en el momento justo se agachó.
- Voldemort- dijo Harry firmemente.
Una sombra salió entre los árboles y se puso ante él.
- Harry...- susurró una voz fría, penetrante, carente de alguna emoción excepto el odio.
Lord Voldemort estaba ante él nuevamente y ni siquiera pensó bien en lo que eso significaba.
- ¿Tan cobarde eres como para atacar por la espalda?- preguntó Harry con cada palabra impregnada de cólera.
- Me conoces Harry.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Harry al escuchar esa voz en su oído. Pero no se inmutó.
- ¿Dónde está Hermione?- preguntó.
- ¿Te refieres a tu hermosa noviecita? Pues está sufriendo más de lo que te imaginas.
- Maldito imbécil...
- Cuidado Harry. Quizás eso pueda hacer que la mate antes de lo previsto, y tú no quieres eso, ¿verdad?
- Mátame a mí en su lugar entonces, cobarde.
- No... Harry... sé que si la pierdes a ella eso te dolerá más que ninguna otra cosa. Más que morir.
- ¿Dónde está?- insistió Harry.
Voldemort caminó unos cuantos pasos, alejándose de él unos metros.
- Aquí está- dijo apuntando un claro del bosque que se extendía tras unos árboles.
Harry corrió hacía allí con todas sus fuerzas. Debía ver cómo estaba Hermione, aunque no sabía que quería ver su estado. No podía imaginarlo.
- ¡Hermione!- gritó.
Allí estaba ella. En medio del claro, acostada en el suelo, inconsciente, pálida y sucia.
Se acercó a toda velocidad hacía ella.
- No está muerta- murmuró Harry después de comprobar su respiración.
- Es hora de que sufras, Harry...- dijo Voldemort a su espalda. Harry tragó saliva.
- ¡Crucio!- gritó con voz potente.
El rayo fue a dar en el cuerpo de Hermione sin que Harry pudiera evitarlo. Y entre todo el sufrimiento de su cuerpo ella comenzó a despertar.
- ¡Detente!- le gritó Harry a Voldemort.
-¿De verdad crees que te haré caso?- Voldemort siguió apuntando a la chica.
Hermione ya había abierto los ojos y ahora gritaba de dolor. No aguantaba verla así, sufriendo de esa manera.
- Voldemort, ¡detente! ¡POR FAVOR!
Bajó la varita y la maldición se detuvo. Todo se quedó en silencio.
- El niño que vivió está rogando...- dijo de pronto Voldemort con sorna en la voz- ¡ROGANDO!
Comenzó a reírse de forma escalofriante.
Harry tomó la cabeza de Hermione y la puso en su regazo.
- Harry...- susurró Hermione al verlo junto a ella. No pudo evitar sonreír.
- ¿Cómo estás, preciosa?- dijo él en un susurro.
- ¡Qué emotivo!- rió Voldemort- Aún más cursi que tu padre.
Harry suspiró.
- Acabemos con esto ya- dijo Harry levantándose y apoyando suavemente a Hermione en el suelo. Levantó su varita y la dirigió hacia Voldemort.
- Muy valiente... muy valiente... ¿De verdad deseas empezar? Pues abstente a las consecuencias. ¡CRUCIO!
El rayo golpeó a Harry en el pecho y lo hizo caer. El dolor se apoderó de él por completo. Era horrible. No pudo reprimir los gritos. Gritó tan fuerte como pudo. Lo único que deseaba era que terminara esa tortura. De pronto todo cesó...
Se quedó allí, tirado en el piso, respirando agitadamente.
De repente una sombra se levantó delante de él. Hermione se había puesto de pie y tenía su varita levantada.
- No te atrevas a tocar a Harry- dijo duramente, mirando a Voldemort con odio.
Harry también se puso de pie y se colocó al lado de Hermione. Lucharían juntos.
- Así que la parejita luchará contra Lord Voldemort. ¡Veamos que pueden hacer! ¡Avada Kedabra!
Todo pasó en cámara lenta. El rayo verde salió de la varita de Voldemort y se dirigió hacia Hermione. Harry la empujó a tiempo y el rayo sólo rozó su brazo dejándole una profunda herida.
- ¡Harry! ¿estás bien?- preguntó Hermione preocupada.
- Sí, no te preocupes.
Su brazo sangraba mucho, pero no le dio importancia. Sólo debía concentrarse en proteger a Hermione, era la única razón por la que estaba allí.
- Bueno, creo que ya es hora. A lo que vine. Matar a esta sangre sucia- dijo Voldemort con una voz tan fría que hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo.
Iba a matar a Hermione. Tal como en el sueño, ella se encontraba a su lado. Allí era donde Voldemort la asesinaba ante sus ojos. Pero no iba a permitir que sucediera, arriesgaría su propia vida si era necesario.
- No te atrevas. No la toques- dijo Harry decididamente.
- ¿Crees que obedeceré a lo que me dices?
- No me importa... Estúpido bastardo. No la toques- repitió.
Toda la furia contenida hacia Voldemort estaba saliendo ahora, estaba siendo liberada
- Bastardo... buena palabra- dijo Voldemort acariciando su varita, mirándola fijamente y luego posando la vista en los verdes ojos de Harry.
Sin previo aviso Voldemort estiró su varita y apuntó a Harry.
- ¿Vas a matarme?- preguntó Harry- Bueno, aquí me tienes. ¡Mátame! ¿No es lo que querías? ¡Mátame!
- ¡Harry!- exclamó la voz de Hermione a su lado.
- No dejaré que te haga daño Hermione, te lo juro.
- Harry...
Harry estaba preparado para atacar con su varita en alto, para esquivar y enfrentar cualquier maleficio que se dirgiera hacia ellos, pero algo inesperado sucedió.
Voldemort tomó algo parecido a una daga y habló en un susurro, frío, penetrante...
- Tú, asquerosa sangre sucia, no creo que seas digna para gastar uno de los preciados hechizos de mi varita en algo sucio como tú. Morirás de la misma forma vulgar, tal como lo mereces.
Harry sentía cómo le hervía la sangre. Voldemort era asqueroso, lo odiaba más que nunca. Pero no tardó en relacionar la daga con la muerte de Hermione.
Hermione estaba aterrada, pero no se rendía y le lanzaba hechizos a Voldemort mientras este se acercaba a ella con la daga en la nudosa mano.
Nunca imaginó a Voldemort asesinando así. Pero no tenía tiempo para seguir pensando, se acercaba a Hermione rápidamente con la daga apuntada hacia ella.
Los metros disminuían, estaba cerca de ella y ella no podía reaccionar, estaba petrificada y aterrada, a punto de ser asesinada.
Voldemort iba más rápido, casi corriendo hacia ella.
Seis metros....
Debía hacer algo....
Cinco...
¡Dios! ¡Iba a matarla!
Cuatro...
¿Por qué su cerebro no funcionaba? ¡Piensa! ¡Piensa!
Tres...
Dos...
Harry corrió hacia Voldemort. No sabía lo que hacía. Se acercaba peligrosamente y sin pensarlo dos veces, se interpuso entre Hermione y él. Voldemort no aminoró la marcha, pero sin asimilar lo que había ocurrido aún, vio como el cuchillo era enterrado en otro lugar y no la chica que tenía por objetivo.
- ¡HARRY!
Un dolor agudo recorrió el cuerpo de Harry. Estaba a escasos centímetros de la cara de su enemigo. El silencio reinaba en el lugar. No gritó, no dijo nada, nada. No podía respirar. Voldemort movió la daga y un gesto de triunfo se dibujó en su rostro. La enterró más aún en el estómago del chico, quien lo miraba directamente con los ojos abiertos de par en par y los labios ligeramente separados. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, el dolor era insoportable. Pudo escuchar a lo lejos sollozos... Todo se iba apagando...
- ¡MALDITO IMBÉCIL! ¡Suéltalo! ¡SUÉLTALO!
Voldemort no sacaba la daga de Harry. Si el chico había arriesgado su vida, que la arriesgara por completo. Ahora que lo tenía sufriendo ante él, no iba a dejar que ese momento durará poco.
- ¡¡¡¡¡ POR FAVOR!!!!! ¡NO LE HAGAS MÁS DAÑO!- Hermione gritaba desesperada. Se acercó a Voldemort y le lanzó hechizos. Lo golpeó con todas sus fuerzas. Pero, ¿qué más podía hacer?
Harry no podía hablar, no podía siquiera dar un respiro. Seguía de pie ante Voldemort, pero si no fuera por la presión que este ejercía sobre él, ahora estaría desplomado en el suelo.
- Creo que fue suficiente gozo por hoy- dijo de pronto Voldemort mirando a Harry casi con burla- Esto fue mucho mejor que haber matado a una sangre sucia. Aunque eso quedará para después.
Soltó el cuchillo de sus manos y el cuerpo de Harry cayó pesadamente en la hierba. Sin decir nada más, Voldemort desapareció.
Hermione corrió hacia él rápidamente. Aún estaba conciente.
- ¡Harry! ¡HARRY!
El dolor era profundo, sentía la frialdad del cuchillo en sus entrañas. Hermione estaba a su lado...
- ¡Oh, por Dios! ¿Estás bien? ¡Harry!
Apoyó su mano en el abdomen de Harry y luego la levantó. Estaba empapada en sangre.
- ¡¿Qué hago, Harry?! ¡Por Dios!
No soportaba ver como el hombre al que más amaba moría. ¡Por qué había ido a salvarla! ¡Por qué no se quedó en el castillo! ¡Ella debería haber muerto! ¡ELLA!
- Harry... ¿Por qué no me dejaste morir a mí?- decía ella llorando mientras le desabrochaba la camisa la cual estaba casi totalmente roja y tenía un enorme agujero en el medio. La sangre salía a borbotones.
De pronto Harry comenzó a toser. Un hilo de líquido rojo salió de su boca y se deslizó hasta su mandíbula.
No era experta en primeros auxilios, pero utilizó un hechizo que recordaba de no sabía dónde para cubrir la herida. Un sonido en los arbustos la distrajo de su histeria.
- ¡Harry! ¡Hermione!- una voz masculina los llamaba entre los árboles.
- ¡Gracias a Dios!- susurró Hermione- Alguien va a ayudarnos... ¡AQUÍ!
El siguiente sonido indicó que la persona había echado a correr hacia la dirección donde se encontraban.
Una cabellera pelirroja apareció entre las plantas. Era Ron.
- ¡Herm! ¿Qué...? ¡Dios mío!
Harry estaba tirado en el piso, con sangre desparramada por todos lados manchando de rojo la poca hierba del claro y con Hermione desesperada a su lado.
- Ron... ayúdame...- fue lo único que dijo con voz quebrada- Tenemos que llevarlo a la enfermería... ¡Rápido!
Él sólo asintió. Tomó a su amigo en brazos y corrieron a la enfermería de Hogwarts. No pudo evitar preguntarse si Harry aún seguiría vivo...
Ninguno de los dos dijo nada. Gotas de sangre marcaron su camino hacia la enfermería de Hogwarts.
**************************************************************************** *
AHHHHHHHHHHHH!!!!!! ME MUERO!!!! T.T Pobre Harry!!!! Se está muriendo! K mala fui! TT.TT Después de tanto tiempo!!!!!! Meses!!!! VOLVI!!!!! =D espero que les haya gustado el cap. ;) ojala lo lean los que lo seguían desde antes ;)
CONTESTO REVIEWS!!!!
Damaris: Muchas gracias, ;) que bueno que te guste, ese es mi propósito! Un beso... =D
Lorena!: aki ta el otro cap y sale draco! Raro lo que paso no? :P espero que te haya gustado su aparicion y en fin, el cap completo ;) muchas gracias por tus felicitaciones ;) besos...
Pandora: la verdad me halgan mucho estos reviews! =D me ponen muy contenta, gracias por el review y por seguir la historia, espero que te guste este capitulo ^^ BESOS!
Flor: En eso coincidimos eh? Yo tambien soy muy romántica y creo que se nota por el fic ( n.ñ) hice este fic especialmente para los románticos a los que les gusta el HH! Un beso y muchas gracias! ^.^
Ady- chan: De verdad a ti te agradezco mas que a nadie, pk siempre me mandas reviews! Y eso me pone muy contenta... me encanta saber que tengo una lectora fiel ^^ muchas gracias por todo, por seguir el fic, por tu apoyo, por los review... ;) muchos besos! =D espero que este cap te haya gustado.
Marce_DER_Rad : disculpame por la demora, como les pido disculpas a todos los seguidores del fic ^^ muchas gracias por seguir el fic, por las felicitaciones y por el review, espero que este cap te guste.
Ady-chan: Y otro review mas Ady! Jeje muchas gracias otra vez, espero que de verdad la espera haya valido la pena ;) besos!
Y allí estaba. Todo estaba oscuro, la única luz que alumbraba el lugar era la de la luna que entraba como haces por la ventana. No podía dormir. Lo presentía.... este... era el día.
Quería que amaneciera pronto, quería que todo pasase de una vez... quería que todo acabara pronto.
Después de un rato miró el reloj, la hora pasó rápidamente, estaba tan sumido en sus pensamientos que no lo había notado. Agradeció por eso.
Aún faltaba media hora para que sonara la alarma y sus compañeros despertaran.
Estaba algo sofocado por el calor de la habitación y a la vez sofocado por sus ideas, pensamientos y conclusiones.
Pensaba qué haría esa noche. Sobre cómo enfrentaría lo que fuera que viniese. Estaba asustado, sí... lo admitía.
Todo lo que había temido esos últimos días se llevaría a cabo esa noche, claro... no si el podía detenerlo. Y lucharía hasta el cansancio para evitarlo.
- Hermione...-susurró.
Suspiró. ¿Por qué diablos hacía tanto calor en la habitación? Se sentó en su cama y se desabrochó la camisa del pijama para luego sacársela y dejarla a un lado. Así estaba mejor...
Luego volvió a acostarse. Ya no quería pensar en él, en lo que haría y en si lograría su objetivo. En estos momentos lo odiaba más que nunca.
- Maldito bastardo...
No acostumbraba decir groserías, pero entre el miedo, la preocupación y sobretodo el odio que sentía en esos momentos hacia aquel ser repugnante, le era imposible no hacerlo.
- Maldito Voldemort...
De un momento a otro el ruido del despertador inundó la habitación despertando a todos quienes estaban en ella, menos a uno... Harry había estado despierto desde hace horas. No había dormido casi nada.
Los chicos ya se empezaban a desperezar. Lo único que hizo Harry fue tomar sus ropas y meterse al baño de inmediato. No estaba de humor como para esperar que los demás lo desocuparan.
Se desvistió, abrió la llave de la ducha y dejó que el agua cayera sobre su cuerpo. Ya no sabía ni lo que quería, nada podía complacerlo en esos momentos... Estaba confundido, desesperado.
Apenas bajara debía buscar a Hermione. No se despegaría ni un momento de ella.
- ¡Harry!- lo llamó la voz de Ron por el otro lado de la puerta- ¡Apresúrate o todos llegaremos tarde!
Pero si no se había demorado tanto en la ducha, ¿o sí? Cerró la llave, tomó su toalla, se la amarró a la cintura y salió. Los cuatro chicos esperaban allí, pálidos, somnolientos...
Se comenzó a vestir con rapidez. Cuando ya hubo terminado bajó de inmediato a la sala común. Había unas pocas personas. Se sentó en uno de los sillones y esperó a que Hermione bajara. Esperó.... y esperó.... y esperó, pero no aparecía por ninguna parte. Sus compañeras de cuarto ya habían bajado.
- Oigan, ¿no han visto a Hermione?- preguntó Harry amablemente.
- Ehhh... Lo siento Harry- contestó Lavender- Pero cuando despertamos ya no estaba en su cama.
Después de obtener la información Harry salió por el retrato y se dirigió al Gran Comedor. Seguro que allí se encontraría, pero cuando llego allí se percató de que tampoco estaba desayunando.
"¿Dónde se puede haber metido?" se preguntó mentalmente. De pronto una idea surgió en su cabeza como un rayo.
- Oh, no... Hermione....
¡¿Cómo pudo haber sido tan imbécil como para no recordarlo antes?! Ese era el día, ¿no?
"¡Estupido!"
Corrió por los pasillos de castillo buscando a su novia.
- ¡Hermione! ¡Herm!
Pero nadie respondía. Los alumnos lo miraban atemorizados al mirarlo correr y gritar desesperado por los pasillos, pero no le importó. ¡Por Dios! ¿Dónde estaba?
- Por favor que nada le haya ocurrido. ¡Por favor!- decía en voz baja mientras abría las puertas de todas las aulas revisando si estaba allí, haciendo un escándalo considerable.
Estaba demasiado preocupado como para pensar. Ya no sabía dónde más buscar. Rogó por que Voldemort no la tuviera, rogó por que siguiera con vida...
Este era el día... en que Voldemort se la quitaría de sus manos. Lo había sabido desde el día anterior. Llamémoslo presentimiento, pero para él era un hecho.
Entre tanta desesperación, no se le había ocurrido el lugar más obvio: la biblioteca.
Debía estar allí. ¡Tenía que estarlo!
Corrió esquivando alumnos y profesores hasta el lugar predilecto de su novia. Idílicos pensamientos se apoderaron de su cabeza, esperanzadas ideas. Llegaría allí y encontraría a Hermione sentada en su mesa preferida de la biblioteca. Estaría leyendo un enorme libro como ella siempre lo hacía, se encontraría allí, sana y salva.
Llegó ante la puerta de la biblioteca y la abrió de golpe.
- ¡VACÍA!- su voz resonó en la sola habitación- ¡Hermione! ¡P-por favor... Herm, contéstame!
"Tienes que estar aquí... por favor"
- ¡Hermione! ¡Sé que estás ahí!- trataba de convencerse en vano- ¡POR FAVOR! ¡Hermione!
Las lagrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.
- Herm...- decía llorando- Herm... sé que estás buscando un libro allá atrás... como siempre... no te escondas, por favor... no puedes estar... muerta.
No había nadie allí y lo sabía. Se sentó en una de las sillas de la biblioteca. Las imágenes de Hermione empezaron a darle vueltas por su cabeza. Sus sonrisas, sus ojos, todo...
Se limpió las lágrimas. ¡Estaba llorando otra vez!
- Eres un estúpido- se dijo a sí mismo- Un estúpido sensible... ¡Deja de llorar!
Se levantó. ¿Qué hacía? ¿Dónde la buscaba? ¿Dónde estaría Voldemort? Trató de pensar, pero nada llegaba a su mente. Estaba desorientado, como si no tuviera adónde ir.
- ¿Dónde puedes estar Hermione?
De pronto la puerta de la biblioteca se abrió despacio.
- ¡Ah! Eres tú, Potter- Draco Malfoy estaba allí mirándolo con desprecio- ¿Qué haces? ¿Buscando a la sangre sucia?
Harry no pudo alejar de su mente el hecho de que estaba llorando frente a su enemigo. ¿Por qué había sido él quien había abierto la puerta y no otra persona? ¿Por qué de los cientos de estudiantes que había en Hogwarts había sido su antítesis?
Harry trató de ser lo más pasivo posible, tratando de aparentar tranquilidad
- Pues... sí- fue lo único que dijo.
Malfoy se extraño por la tranquila respuesta de Harry. De pronto el rubio abrió mucho los ojos mientras se acercaba a él.
- ¿Estabas llorando, cara rajada?- le preguntó riéndose a carcajadas- ¡No puedo creerlo! ¡El niño que vivió, llorando! Jajaja... ¿qué pasa Potter, quieres que llame a tu mami? Oh, es verdad... Esta muerta.
Esa fue la gota que colmo el vaso. Harry sintió cómo le hervía la sangre, pero no tenía deseos de golpear a nadie, no quería alterarse más de lo que ya estaba. Recordó por qué estaba ahí. Hermione volvió a su mente y sintió de nuevo ganas de llorar. ¡No, no ahora!
- ¡Vete Malfoy! ¡Vete y déjame solo!- gritó con todas sus fuerzas mientras se acercaba nuevamente a la mesa. Se sentó y ocultó la cabeza entre sus brazos- ¡VETE!
Las lágrimas empapaban la cubierta de la mesa. No quería que Malfoy lo viera. No quería demostrar debilidad ante él.
- Pobre Potter...- dijo mientras se acercaba. Adoraba molestarlo- Está...
Pero no pudo continuar. Harry había levantado la cara y Malfoy vio la expresión de angustia en su rostro, cómo las lágrimas mojaban sus mejillas. Cómo trataba de calmar su llanto sin éxito.
Realmente ese no había sido un buen momento para molestarlo. No pensó que seguiría llorando. No quería...
- Malfoy... p-por favor... ve...vete...- dijo Harry tranquilamente entre sus sollozos mirando la mesa. Draco pudo ver como las lágrimas que caían chocaban con la cubierta.
El rubio no dijo nada. Sin saber lo que hacía se acercó y la palmeó el hombro. Harry levantó el rostro. No podía creerlo. Draco Malfoy dándole apoyo.
Después de algo así como un segundo en que logró reaccionar, Malfoy salió de la biblioteca a paso rápido, casi corriendo. Ver a Potter llorando así no lo esperaba. No podía creer lo que había hecho. ¿Cómo...? ¡Ah! Sabía que se arrepentiría toda su vida de aquel acto. Estaba seguro, pero es que no estaba conciente, había sido más bien... un impulso.
Harry estaba solo en la biblioteca nuevamente. ¿Estaba soñando? Eso no tenía lógica. Claro, lo que faltaba para empeorar el día: que Malfoy le tuviera lástima.
- ¡Por Dios Harry Potter! ¡Ya deja de llorar!- se gritó a sí mismo de pronto. Se sentía estúpido, vulnerable, débil...
Salió de la biblioteca y se dirigió a la sala común rogando porque Ron estuviera ahí. Por suerte así era.
- Harry... ¿por qué saliste tan rápido? ¿Dónde estabas? Harry... ¿estás bien?
- Ron... Hermione no está.
- ¿Cómo que no está?
- Así de simple, no está. Ron, hoy Voldemort matará a Hermione... si es que no lo ha hecho ya...
- Pero, ¿cómo lo sabes?
- Sólo... lo sé. ¡La busqué por todo el castillo! ¡No está!
Harry le contó todo a Ron excepto por el hecho de que había llorado.
- Harry. ¿Qué... qué hacemos?- preguntó Ron perdiendo la calma.
- No lo sé, Ron- contestó Harry angustiado.
Un golpe en la ventana los distrajo. Un buitre negro estaba en la ventana intentando entrar. Traía una carta.
Harry se levantó, abrió le ventana y le sacó la carta del pico. El buitre salió volando de inmediato.
- ¿Qué es Harry?- preguntó Ron acercándose- ¿Quién manda un buitre a entregar una carta?
- Es para mí, Ron.
La abrió cuidadosamente y leyó en voz lo suficientemente alta como para que Ron lo escuchara.
El bosque será el refugio de nuestro encuentro al anochecer, Potter. No faltes.
PD: Por cierto, la chica te manda saludos.
Estaba claro quién la mandaba.
- Es de Voldemort, Ron.
El pelirrojo se estremeció.
- No pronuncies ese nombre, ¿quieres?
Harry lo ignoró y se dirigió al sillón. Leyó de nuevo la carta. Se detuvo en la última parte.
"PD: Por cierto, la chica te manda saludos"
- Hermione no está muerta a menos que esté mintiendo, aunque no lo creo. Sabe que iré sólo por ella.
- Si no fuera por ella también irías, Harry- replicó Ron.
- Ahora la razón es más fuerte, Ron. Lo otro es por honor. Esto es por amor.
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Esa tarde Harry fue a su habitación más temprano que de costumbre. Se aseguró de que su varita estuviera en su capa y esperó a que anocheciera. Ron le había insistido en ir con él, pero se había negado rotundamente. No quería poner en peligro a su amigo y sentía que debía hacer eso solo. Después de mucho rato tratando de convencerlo, Ron desistió. Sí que le había costado hacerlo. Le había dicho tantas cosas, que ya ni se acordaba de los argumentos empleados.
La hora pasó... El reloj que hace un rato marcaba las 7, ahora marcaba las 12 con sus doradas manecillas.
Todos dormían en la habitación. Sacó su capa invisible, revisó nuevamente su varita y bajó sigilosamente. Salió por el retrato y recorrió los pasillos hasta la salida del castillo. Cruzó las puertas de roble y se deshizo de la capa. La dobló y la dejó en un rincón de la puerta. No la necesitaría por ahora.
La noche estaba oscura y calurosa. Todo estaba tranquilo, pero Harry sabía que en algún lugar del bosque la tranquilidad estaba ausente.
Apuró el paso. Se introdujo entre los árboles y caminó hacia no sabía dónde. El bosque era inmenso, y no se había especificado el lugar del encuentro. Entrecerró los ojos tratando de ver más allá de la oscuridad.
- ¡Lumos!
La varita prendió su luz y continuó caminando ya más seguro viendo por donde iba. Las hojas de los árboles se movían produciendo un suave sonido.
Pensó en Aragog y en cómo estaría. Sería terrible volver a encontrársela, pero sabía que Voldemort tenía todo planeado y que eso no ocurriría.
Después de caminar un cuarto de hora, escuchó ruidos detrás de él. Se volteó... nada. Siguió su camino. Otro ruido... ¿qué estaba pasando?
Sin darse cuenta un rayo dorado atravesó el aire en dirección a él. No alcanzó a darle, en el momento justo se agachó.
- Voldemort- dijo Harry firmemente.
Una sombra salió entre los árboles y se puso ante él.
- Harry...- susurró una voz fría, penetrante, carente de alguna emoción excepto el odio.
Lord Voldemort estaba ante él nuevamente y ni siquiera pensó bien en lo que eso significaba.
- ¿Tan cobarde eres como para atacar por la espalda?- preguntó Harry con cada palabra impregnada de cólera.
- Me conoces Harry.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Harry al escuchar esa voz en su oído. Pero no se inmutó.
- ¿Dónde está Hermione?- preguntó.
- ¿Te refieres a tu hermosa noviecita? Pues está sufriendo más de lo que te imaginas.
- Maldito imbécil...
- Cuidado Harry. Quizás eso pueda hacer que la mate antes de lo previsto, y tú no quieres eso, ¿verdad?
- Mátame a mí en su lugar entonces, cobarde.
- No... Harry... sé que si la pierdes a ella eso te dolerá más que ninguna otra cosa. Más que morir.
- ¿Dónde está?- insistió Harry.
Voldemort caminó unos cuantos pasos, alejándose de él unos metros.
- Aquí está- dijo apuntando un claro del bosque que se extendía tras unos árboles.
Harry corrió hacía allí con todas sus fuerzas. Debía ver cómo estaba Hermione, aunque no sabía que quería ver su estado. No podía imaginarlo.
- ¡Hermione!- gritó.
Allí estaba ella. En medio del claro, acostada en el suelo, inconsciente, pálida y sucia.
Se acercó a toda velocidad hacía ella.
- No está muerta- murmuró Harry después de comprobar su respiración.
- Es hora de que sufras, Harry...- dijo Voldemort a su espalda. Harry tragó saliva.
- ¡Crucio!- gritó con voz potente.
El rayo fue a dar en el cuerpo de Hermione sin que Harry pudiera evitarlo. Y entre todo el sufrimiento de su cuerpo ella comenzó a despertar.
- ¡Detente!- le gritó Harry a Voldemort.
-¿De verdad crees que te haré caso?- Voldemort siguió apuntando a la chica.
Hermione ya había abierto los ojos y ahora gritaba de dolor. No aguantaba verla así, sufriendo de esa manera.
- Voldemort, ¡detente! ¡POR FAVOR!
Bajó la varita y la maldición se detuvo. Todo se quedó en silencio.
- El niño que vivió está rogando...- dijo de pronto Voldemort con sorna en la voz- ¡ROGANDO!
Comenzó a reírse de forma escalofriante.
Harry tomó la cabeza de Hermione y la puso en su regazo.
- Harry...- susurró Hermione al verlo junto a ella. No pudo evitar sonreír.
- ¿Cómo estás, preciosa?- dijo él en un susurro.
- ¡Qué emotivo!- rió Voldemort- Aún más cursi que tu padre.
Harry suspiró.
- Acabemos con esto ya- dijo Harry levantándose y apoyando suavemente a Hermione en el suelo. Levantó su varita y la dirigió hacia Voldemort.
- Muy valiente... muy valiente... ¿De verdad deseas empezar? Pues abstente a las consecuencias. ¡CRUCIO!
El rayo golpeó a Harry en el pecho y lo hizo caer. El dolor se apoderó de él por completo. Era horrible. No pudo reprimir los gritos. Gritó tan fuerte como pudo. Lo único que deseaba era que terminara esa tortura. De pronto todo cesó...
Se quedó allí, tirado en el piso, respirando agitadamente.
De repente una sombra se levantó delante de él. Hermione se había puesto de pie y tenía su varita levantada.
- No te atrevas a tocar a Harry- dijo duramente, mirando a Voldemort con odio.
Harry también se puso de pie y se colocó al lado de Hermione. Lucharían juntos.
- Así que la parejita luchará contra Lord Voldemort. ¡Veamos que pueden hacer! ¡Avada Kedabra!
Todo pasó en cámara lenta. El rayo verde salió de la varita de Voldemort y se dirigió hacia Hermione. Harry la empujó a tiempo y el rayo sólo rozó su brazo dejándole una profunda herida.
- ¡Harry! ¿estás bien?- preguntó Hermione preocupada.
- Sí, no te preocupes.
Su brazo sangraba mucho, pero no le dio importancia. Sólo debía concentrarse en proteger a Hermione, era la única razón por la que estaba allí.
- Bueno, creo que ya es hora. A lo que vine. Matar a esta sangre sucia- dijo Voldemort con una voz tan fría que hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo.
Iba a matar a Hermione. Tal como en el sueño, ella se encontraba a su lado. Allí era donde Voldemort la asesinaba ante sus ojos. Pero no iba a permitir que sucediera, arriesgaría su propia vida si era necesario.
- No te atrevas. No la toques- dijo Harry decididamente.
- ¿Crees que obedeceré a lo que me dices?
- No me importa... Estúpido bastardo. No la toques- repitió.
Toda la furia contenida hacia Voldemort estaba saliendo ahora, estaba siendo liberada
- Bastardo... buena palabra- dijo Voldemort acariciando su varita, mirándola fijamente y luego posando la vista en los verdes ojos de Harry.
Sin previo aviso Voldemort estiró su varita y apuntó a Harry.
- ¿Vas a matarme?- preguntó Harry- Bueno, aquí me tienes. ¡Mátame! ¿No es lo que querías? ¡Mátame!
- ¡Harry!- exclamó la voz de Hermione a su lado.
- No dejaré que te haga daño Hermione, te lo juro.
- Harry...
Harry estaba preparado para atacar con su varita en alto, para esquivar y enfrentar cualquier maleficio que se dirgiera hacia ellos, pero algo inesperado sucedió.
Voldemort tomó algo parecido a una daga y habló en un susurro, frío, penetrante...
- Tú, asquerosa sangre sucia, no creo que seas digna para gastar uno de los preciados hechizos de mi varita en algo sucio como tú. Morirás de la misma forma vulgar, tal como lo mereces.
Harry sentía cómo le hervía la sangre. Voldemort era asqueroso, lo odiaba más que nunca. Pero no tardó en relacionar la daga con la muerte de Hermione.
Hermione estaba aterrada, pero no se rendía y le lanzaba hechizos a Voldemort mientras este se acercaba a ella con la daga en la nudosa mano.
Nunca imaginó a Voldemort asesinando así. Pero no tenía tiempo para seguir pensando, se acercaba a Hermione rápidamente con la daga apuntada hacia ella.
Los metros disminuían, estaba cerca de ella y ella no podía reaccionar, estaba petrificada y aterrada, a punto de ser asesinada.
Voldemort iba más rápido, casi corriendo hacia ella.
Seis metros....
Debía hacer algo....
Cinco...
¡Dios! ¡Iba a matarla!
Cuatro...
¿Por qué su cerebro no funcionaba? ¡Piensa! ¡Piensa!
Tres...
Dos...
Harry corrió hacia Voldemort. No sabía lo que hacía. Se acercaba peligrosamente y sin pensarlo dos veces, se interpuso entre Hermione y él. Voldemort no aminoró la marcha, pero sin asimilar lo que había ocurrido aún, vio como el cuchillo era enterrado en otro lugar y no la chica que tenía por objetivo.
- ¡HARRY!
Un dolor agudo recorrió el cuerpo de Harry. Estaba a escasos centímetros de la cara de su enemigo. El silencio reinaba en el lugar. No gritó, no dijo nada, nada. No podía respirar. Voldemort movió la daga y un gesto de triunfo se dibujó en su rostro. La enterró más aún en el estómago del chico, quien lo miraba directamente con los ojos abiertos de par en par y los labios ligeramente separados. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, el dolor era insoportable. Pudo escuchar a lo lejos sollozos... Todo se iba apagando...
- ¡MALDITO IMBÉCIL! ¡Suéltalo! ¡SUÉLTALO!
Voldemort no sacaba la daga de Harry. Si el chico había arriesgado su vida, que la arriesgara por completo. Ahora que lo tenía sufriendo ante él, no iba a dejar que ese momento durará poco.
- ¡¡¡¡¡ POR FAVOR!!!!! ¡NO LE HAGAS MÁS DAÑO!- Hermione gritaba desesperada. Se acercó a Voldemort y le lanzó hechizos. Lo golpeó con todas sus fuerzas. Pero, ¿qué más podía hacer?
Harry no podía hablar, no podía siquiera dar un respiro. Seguía de pie ante Voldemort, pero si no fuera por la presión que este ejercía sobre él, ahora estaría desplomado en el suelo.
- Creo que fue suficiente gozo por hoy- dijo de pronto Voldemort mirando a Harry casi con burla- Esto fue mucho mejor que haber matado a una sangre sucia. Aunque eso quedará para después.
Soltó el cuchillo de sus manos y el cuerpo de Harry cayó pesadamente en la hierba. Sin decir nada más, Voldemort desapareció.
Hermione corrió hacia él rápidamente. Aún estaba conciente.
- ¡Harry! ¡HARRY!
El dolor era profundo, sentía la frialdad del cuchillo en sus entrañas. Hermione estaba a su lado...
- ¡Oh, por Dios! ¿Estás bien? ¡Harry!
Apoyó su mano en el abdomen de Harry y luego la levantó. Estaba empapada en sangre.
- ¡¿Qué hago, Harry?! ¡Por Dios!
No soportaba ver como el hombre al que más amaba moría. ¡Por qué había ido a salvarla! ¡Por qué no se quedó en el castillo! ¡Ella debería haber muerto! ¡ELLA!
- Harry... ¿Por qué no me dejaste morir a mí?- decía ella llorando mientras le desabrochaba la camisa la cual estaba casi totalmente roja y tenía un enorme agujero en el medio. La sangre salía a borbotones.
De pronto Harry comenzó a toser. Un hilo de líquido rojo salió de su boca y se deslizó hasta su mandíbula.
No era experta en primeros auxilios, pero utilizó un hechizo que recordaba de no sabía dónde para cubrir la herida. Un sonido en los arbustos la distrajo de su histeria.
- ¡Harry! ¡Hermione!- una voz masculina los llamaba entre los árboles.
- ¡Gracias a Dios!- susurró Hermione- Alguien va a ayudarnos... ¡AQUÍ!
El siguiente sonido indicó que la persona había echado a correr hacia la dirección donde se encontraban.
Una cabellera pelirroja apareció entre las plantas. Era Ron.
- ¡Herm! ¿Qué...? ¡Dios mío!
Harry estaba tirado en el piso, con sangre desparramada por todos lados manchando de rojo la poca hierba del claro y con Hermione desesperada a su lado.
- Ron... ayúdame...- fue lo único que dijo con voz quebrada- Tenemos que llevarlo a la enfermería... ¡Rápido!
Él sólo asintió. Tomó a su amigo en brazos y corrieron a la enfermería de Hogwarts. No pudo evitar preguntarse si Harry aún seguiría vivo...
Ninguno de los dos dijo nada. Gotas de sangre marcaron su camino hacia la enfermería de Hogwarts.
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AHHHHHHHHHHHH!!!!!! ME MUERO!!!! T.T Pobre Harry!!!! Se está muriendo! K mala fui! TT.TT Después de tanto tiempo!!!!!! Meses!!!! VOLVI!!!!! =D espero que les haya gustado el cap. ;) ojala lo lean los que lo seguían desde antes ;)
CONTESTO REVIEWS!!!!
Damaris: Muchas gracias, ;) que bueno que te guste, ese es mi propósito! Un beso... =D
Lorena!: aki ta el otro cap y sale draco! Raro lo que paso no? :P espero que te haya gustado su aparicion y en fin, el cap completo ;) muchas gracias por tus felicitaciones ;) besos...
Pandora: la verdad me halgan mucho estos reviews! =D me ponen muy contenta, gracias por el review y por seguir la historia, espero que te guste este capitulo ^^ BESOS!
Flor: En eso coincidimos eh? Yo tambien soy muy romántica y creo que se nota por el fic ( n.ñ) hice este fic especialmente para los románticos a los que les gusta el HH! Un beso y muchas gracias! ^.^
Ady- chan: De verdad a ti te agradezco mas que a nadie, pk siempre me mandas reviews! Y eso me pone muy contenta... me encanta saber que tengo una lectora fiel ^^ muchas gracias por todo, por seguir el fic, por tu apoyo, por los review... ;) muchos besos! =D espero que este cap te haya gustado.
Marce_DER_Rad : disculpame por la demora, como les pido disculpas a todos los seguidores del fic ^^ muchas gracias por seguir el fic, por las felicitaciones y por el review, espero que este cap te guste.
Ady-chan: Y otro review mas Ady! Jeje muchas gracias otra vez, espero que de verdad la espera haya valido la pena ;) besos!
