Kenshin y Co. no me pertenecen. Si… es verdad. No se los iba a decir pero…
¡¡Hola hola!!
¡Cómo me apena haber tardado tanto para actualizar!
Es que el colegio me mata… Qué tristeza.
En fin, lean este capítulo despaciiiiiito, disfrutándolo, porque van a tener que esperar otra vez para el próximo.
¡Espero que les guste!
---------------------------
Capítulo 2_ Buenas vecinas
'¡Qué bien! Por poco y pierdo el empleo, tuve suerte.'
Al mediodía Sano caminaba tranquilamente hacia su apartamento luego de otra mañana de trabajo. Báh, media mañana.
Minutos después divisa una cabeza roja caminando entre la gente.
"¡Kenshin! ¡Amigo! ¿Qué haces aquí a estas horas?"
"¿Uh? ¡Sano!" Kenshin se notaba muy cabizbajo "El Sr. Itzumo le dio el puesto a un pariente suyo… Cuando llegué ya se ya se había ido. Pasé el resto de la mañana buscando otro trabajo pero solo me ofrecieron trabajar en un circo… imitando a Battousai el destajador" dijo el pelirrojo con una gotita en la frente.
"Eso sí que es irónico…" comentó su amigo riendo. Luego con seriedad "lamento lo del trabajo, Kenshin. Yo tuve mucha suerte: me descontaron el día pero no me despidieron"
"En fin" suspiró "Voy al dojo, allí seré más útil que en la calle dando vueltas para nada, ¿te veo después?"
"Claro, nos vemos. Ah ¡Kenshin! Hay algo sobre lo que quiero que hablemos, no deben escuchar las muchachas, ¿crees que encontraremos el momento?"
"Tratándose de ellas… Pero creo que sí. ¡Adiós!"
Media hora después Kenshin llegó a las puertas del dojo y se encontró con una alegre Kaoru.
"¡Kenshin! ¡Llegaste!" La chica se acercó con rapidez y lo abrazó por el cuello besándolo con suavidad en los labios.
'Kaoru-dono… ¡Oh! ¡Casi lo olvidaba! Anoche…' Kenshin tardó en reaccionar, habiendo ya olvidado todo lo que les había pasado.
"¿Kenshin?" Kaoru lucía algo herida por la falta de entusiasmo del muchacho.
"Kaoru, lo siento" Él la abrazó con fuerza "Por un momento creí que todo había sido un sueño"
"¡Tonto! Claro que fue real, muy real" la chica se acercó y lo besó nuevamente, esta vez por más tiempo "Misao cree que fuiste muy romántico…" susurró.
"Pues yo creo" dijo Kenshin apoyando su frente sobre la de ella "que no se acercó ni un poco a todo lo que te mereces."
Kaoru enrojeció. Y otra vez se besaron. Tan distraídos estaban que no se dieron cuanta de que la puerta a la calle seguía abierta…
"Ejem…" se atrevió a decir una escandalizada vecina.
"¡¡Ahh!!"
"¡¡Oro!!"
Desde el fondo se oyeron las risas de Misao y Yahiko.
"Sra. Oda, qué apenada estoy. Sra. Tsujime, le aseguro que no tiene de qué preocuparse. Sra. Miko, Sra. Okoji, ¡puedo explicarlo!"
Kaoru miraba de una a otra vecina buscando convencerlas de que no era ninguna pervertida. Pero las ancianas no cambiaban su gesto de gravedad. Hasta que Kaoru se rindió y suspiró desanimada mirando el suelo. Kenshin permanecía unos pasos más atrás esperando un sermón o algo así. Las cuatro mujeres se acercaron.
"Solo podemos decir que.."
"¡¡Al finnnnn!!" dijeron a coro.
"¡¡¿¿Ehhh??!!" Kaoru y Kenshin cayeron de espaldas al piso desconcertados.
"¡Querida, pensamos que serías una vieja solterona para siempre!" exclamó la Sra. Oda.
"¡Hace casi tres años que estamos esperando que pase algo entre ustedes!" dijo alegre la Sra. Tsujime.
"Una no puede molestarse con ustedes por decidirse de una buena vez, más bien estábamos algo enojadas porque tardaban demasiado" explicó la Sra. Miko.
"Ya no había nada de que hablar, al principio podíamos rumorear y todo eso, ¡pero pasó tanto tiempo que nos cansamos de decir siempre lo mismo!" dijo la Sra. Okoji en tono de confianza.
"Y, francamente, tres años son demasiado para cualquiera. No podíamos creer que realmente no hubiera nada entre ustedes, pero el Dr. Genzai nos lo confirmaba cada vez que le preguntábamos" insistió la señora Tsujime.
"¡Y no podíamos desconfiar de su palabra! Es tan buen hombre…" finalizó la Sra. Oda.
La pareja estaba muda, helada, anonadada.
"B-bien… m-me a-a-alegra que todas estén bien…"
"¡Qué tierno de tu parte, querida! Ahora, adiós, tengo que preparar el almuerzo de mis nietos. ¡Otro día seguiremos charlando!" se despidió animosamente la Sra. Oda seguida por las otras tres.
Kaoru tomó la mano de Kenshin sin apartar la vista de las ancianas.
"K-Kenshin"
"¿Mmm?"
"Por favor, no dejes que yo sea así cuando me ponga vieja"
Kenshin la miró con unos ojos llenos de ternura y sonriendo se acercó a su oído.
"No será necesario que te pongas vieja, has sido así desde que te conozco y siempre me gustaste de esa manera"
Kaoru se dio vuelta y lo miró desafiante. Con su brazo derecho rodeó su cuello y con el izquierdo tuvo la precaución de esta vez sí cerrar la puerta.
"Conque siempre he sido como una vieja chismosa para ti, ¿eh?"
"¡Oro! ¡N-no! Lo que quise decir es que…"
"¡Himura Kenshin, eres un estúpido que no sabe que no puede decirle cosas así a las mujeres, deberías sentirte avergonzado, me hiciste esperar tres años para poder besarte y todavía te sientes con el derecho de decirme algo como eso!"
"P-pero, Kaoru, yo…"
"¡Chst! déjame terminar. Yo no sé como haces, Kenshin Himura "agregó su brazo izquierdo al abrazo "Pero te las arreglas siempre para que no pueda enojarme contigo"
A estas palabras Kenshin se tranquilizó notablemente y mostró una sonrisa brillante, tomando a la chica por la cintura. Ella continuó
"Tal vez sea porque eres apuesto, o porque eres dulce… o porque tienes un gran corazón, o porque eres generoso y noble…"
"Tal vez sea porque te amo más que a nada" interrumpió él.
"O tal vez "le dio un pequeño beso en los labios "porque yo te amo a ti".
Automáticamente los labios de los dos se reunieron para no separarse por un rato, mientras sus espectadores opinaban abiertamente desde la esquina del dojo.
"¡Ohhhh! ¡son tan tierrrrrrnos! Ojalá algún día yo sea taaan feliz" decía Misao soñando con su Aoshi-sama.
"Patrañas, cursilería, ¿no tienen nada mejor que hacer que dar espectáculos?" refunfuñaba Yahiko tratando de ocultar que el deseaba lo mismo.
"¡Vamos, es obvio que quieres algo similar para Tsubame-chan y tú, Yahiko-chan"
"¡No me llames chan! ¡Y no digas tonterías!" gritó todo colorado "¡Hmpf! Ya no se puede estar tranquilo en este dojo" concluyó yéndose.
"¿A dónde vas?"
"A la cocina, tengo hambre y me estoy haciendo alérgico a las comadrejas"
El chico se fue y Misao normalmente se hubiera molestado con el comentario, pero estaba concentrada en sus pensamientos, mientras miraba a la pareja desde su lugar en la esquina del dojo.
'En fin' suspiró 'debo resignarme a que nunca habrá algo tan maravilloso entre…'
Una mano fuerte y segura se hizo sentir en su hombro.
"¡Aoshi-sama!"
"Misao" respondió el hombre con ¿dulzura? en la voz, "déjalos, ya llegará el momento en que también busques privacidad."
Misao miró el suelo para ocultar sus mejillas sonrojadas. Aoshi prosiguió.
"¿Por qué no vamos a almorzar? Hiko acaba de salvar la comida de Kaoru de quemarse." Tomó la mano de la chica con suavidad "Vamos, Misao"
La muchacha lo miró a los ojos. Y no vio frialdad sino calidez. Y sintió su mano en la de él. Y no pudo hacer más que seguirlo.
'¿Cómo podría no seguirte, Aoshi-sama, cómo?'
-----------------------------------------------------
En fin… [Ai suspira].
Espero que les guste este capítulo. Al principio no sabía qué hacer para alargarlo. Después se me ocurrió lo de las vecinas y salvé un poco, así que por lo menos tienen un poquito más de entretenimiento.
La parte de Aoshi-Misao se la dedico a jocky-misao, sus pedidos de romance para esta pareja sobrepasan todas las espectativas… ¡No te preocupes, jocky.misao, ya le va a llegar su hora también a esta pareja! Lo que pasa es que no es de mis preferidas personales y me cuesta mucho imaginármelos mjuntos, por lo tanto se me hace sumamente difícil concretar su relación en mi hestoria.
Pero lo voy a lograr, no te preocupes.
Un beso para todos.
Hasta la próxima.
Ai
