Kenshin y Co. no me pertenecen. Si… es verdad. No se los iba a decir pero…
¡¡Oops!!
Me retrasé mucho para este capítulo… ya sé. ¡Perdón, pero el cole me tiene enloquecida!
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Capítulo 7_ La mañana
Kenshin y Aoshi salieron muy temprano, dejando a Yahiko a cargo de despistar a las muchachas. Había costado mucho despertarlo. Ni hablar hacer que escuche. No confiaban en su eficiencia, pero no había otra opción.
Los dos caminaban pausadamente hacia el mercado. El horario era perfecto porque no había mucha gente. Todo estaba tranquilo. Pero Kenshin tenía curiosidad…
"Aoshi, dime, ¿cómo te decidiste a pedirle matrimonio a Misao?"
Aoshi no mostró expresión alguna y siguió caminando tranquilamente. No parecía que hubiera escuchado. Kenshin se resignaba a no recibir respuesta cuando por fin abrió la boca.
"No me decidí"
El pelirrojo se sorprendió mucho con la respuesta, parado en medio de la calle con los ojos MUY abiertos.
"Sigue caminando Himura" dijo Aoshi "No me decidí porque no lo medité, algo me impulsó a unirme a su plan, no había pensado en el asunto" aseguró el okashira.
"Oro" murmuró Kenshin algo shockeado. "Pero… la quieres… ¿verdad?" preguntó casi como si suplicara.
Aoshi suspiró.
"Misao es muy importante para mí. Creo que corresponde que le ofrezca matrimonio. Es lo correcto. Ella merece un hogar estable, una familia verdadera. Lo mejor es que nos casemos ahora".
"¿Pero la quieres?" insistió Kenshin. El aludido no respondió. El silencio se hizo doloroso: Kenshin sabía que Misao sufriría mucho, y eso le dolía, pero no ignoraba que Aoshi también sufriría viendo a Misao infeliz. Y en el fondo, muy en el fondo, lo entendía. No volvió a insistir.
Tal vez había esperanzas para ellos… Tal vez Aoshi no se había dado cuenta… Tal vez…
'Tal vez debería concentrarme en Kaoru y no meterme en esos asuntos' pensó Kenshin. Ya se vería con el tiempo.
Llegando al mercado se les unió Sano. Se veía que estaba algo nervioso, realmente apretaba el esqueleto de pescado entre los dientes.
"¿Tienen el dinero?".
"Si Sano" respondió Kenshin.
"¿Dejaron a Yahiko vigilando?"
"Si, Sano".
"¡¿Estaba despierto?!"
"…" Kenshin no respondió, y Sano comprendió lo que eso significaba.
"¡Sabía que todo saldría mal! ¡No debimos planear todo tan rápidamente!"
"Sano, cálmate, si nos apresuramos un poco al dojo con algunas compras y Kaoru no sosp…"
"¡Además era previsible que Yahiko se dormiría! No podemos confiar en ese mocoso ¡Debs volver Kenshin!" exclamaba Sano zamarreando al pobre pelirrojo sin escucharlo.
"Oroooo" @_@ [esa fue la primera 'carita' de mi vida].
"Kenshin, entiende, Kaoru sospechará algo, hablará con Misao, luego con Tae y con Tsubame, luego con el joyero y todos le irán con el chisme a Megumi de que compramos los anillos ¡Y ya no habrá escapatoria!"
"Estee… Sano" preguntó Kenshin recuperándose "¿Estás seguro de que quieres casarte?"
Sano lo miró perdido por un momento, tratando de ordenar los pensamientos en su cabeza. Luego levantó los brazos a la defensiva.
"¡¿Estás diciendo que no cumplo con mi palabra?! ¡Que te quede bien claro que…" No pudo terminar, de pronto sintió una mano rodear su boca y era arrastrado hasta una callejuela solitaria a unos metros de donde estaban. Cuando Aoshi lo soltó casi vuelve a gritar, esta vez por la sorpresa y la confusión de lo que acababa de pasar, si no fuera porque justo en ese instante vio pasar caminando distraídamente a Megumi. Enseguida olvidó absolutamente todo lo que estaba diciendo y permaneció apoyado en la pared observando a la mujer moverse delicadamente entre la multitud. Su cabello se elevaba con la brisa, sus ojos brillaban con el reflejo del sol recién salido, sus labios rosados dibujaban una muy tenue sonrisa, su mirada estaba perdida en sus pensamientos.
"Sano" susurró Kenshin cuando la chica desapareció de la vista. El aludido permanecía mirando hacia el lugar por donde ella había desaparecido.
"Si, lo se Kenshin, es lo más hermoso que existe sobre la tierra" respondió Sano a una pregunta que ni siquiera se le había hecho.
"Supongo que entonces no te arrepentirás de nuestro plan…" dijo Kenshin para asegurarse de que su amigo no siguiera en el estado de irracionalidad del que acababan de sacarlo "tú sabes, Tanabata…".
"¿Qué clase de pregunta idiota es esa? Claro que no me arrepiento, fue idea mía. Estúpido Kenshin, siempre acaparando la atención haciéndose el inteligente para que t…" mascullaba Sano alejándose en dirección a la joyería.
Kenshin sonrió. Ahora podían terminar con el asunto de la compra rápidamente. Aún tenía todo un día que pasar en la tranquilidad del HOGAR, junto a Kaoru.
'Junto a Kaoru… qué bien suena eso…' pensó Kenshin suspirando "¿Vienes Aoshi?" Aoshi asintió y los dos caminaron detrás de Sano, perdiéndose entre la creciente multitud de la mañana.
***
"Yahiko" llamaba Kaoru agitando al chico que dormía plácidamente sobre el piso de la entrada "¡Yahiko despierta! ¿Dónde está Kenshin?"
"Ab, dhab, aaghhshtdá" murmuraba Yahiko entre sueños.
"Misao, no conseguiremos ninguna información de él por un rato, ¿qué hacemos?"
"¿Para qué eres su entrenadora si no puedes despertarlo? Kaoru, te creía mucho más capaz"
"¡Claro que puedo!" se defendió Kaoru, tocada en su orgullo "Solo que hoy es el único día libre que tiene el pobrecito, no quiero hacerle semejante maldad"
"Pues parece que alguien ya se la ha hecho, no creo que halla decidido dormir aquí afuera porque le guste".
Kaoru pensó unos instantes: Misao tenía razón, algo estaban tramando para dejar al pobrecito chico ahí afuera durmiendo sobre el piso de madera sin nada para cubrirse… 'Öh, kami, ¿será este el instinto maternal del que tanto se habla?… A veces me aterro a mí misma…'. Finalmente decidió hacerle caso a Misao.
"¡¡¡¡DESPIERA YAHICOOOO!!!!"
El chico se sobresaltó de tal manera que casi llega al techo. Enseguida se puso de pie con los ojos medio abiertos- medio cerrados y preguntó "S-Sí, sí señor, diga señor…". Kaoru casi lo golpea por llamarla señor, pero se dio cuenta de que Yahiko solo estaba muy somnoliento como para entender cualquier cosa que pasara a su alrededor, y por supuesto, no la había reconocido.
Misao reía divertida ante el cuadro, mientras Kaoru sonreía con ternura 'Sí, definitivamente es el instinto maternal'.
Entre las dos lo llevaron hasta su cuarto, Kaoru lo abrigó y permitió que durmiera el resto de la mañana.
"Creo que estás ablandándote demasiado con él" comentó Misao.
"No, solo soy comprensiva por algunos momentos" respondió Kaoru riendo para ocultar que sí: se estaba ablandando "Y hoy realmente lo entendí; los muchachos deben haberlo despertado muy temprano, Kenshin fue muy descuidado, él sabe perfectamente que las madrugadas son frías incluso en verano, y Yahiko no estaba abrigado. Pero va a escucharme cuando vuelva…"
"No sé qué habrán salido a hacer, pero tiene que ser serio si necesitaron a Yahiko de centinela" dijo Misao en tono preocupado.
"Sea lo que sea, ya lo averiguaremos" murmuró Kaoru con sonrisa pícara "Hasta entonces, aún debemos prepararnos el desayuno"
"Yo lo haré, quiero vivir muchos años todavía"
"¡Hey!"
"¿En verdad prefieres hacerlo tú?"
"No, pero no tenías por qué hacer ese comentario…" dijo Kaoru, para luego empezar a reír "Además no necesito cocinar bien, para eso está Kenshin…"
***
¡¡Hola!! Se me hizo re- tarde con este capítulo, ¡perdón! Pero el colegio me hace sufrir mucho…
Este capítulo no fue de los mejores, pero bueno… De todas maneras se aprecia el hecho de que vamos adelantando en varios detalles, ¿no?
¡Gracias por los reviews! ¡Muy lindos! ¡Sigan mandando!
Un besote muy grande.
Ai
