CAPÍTULO 5. EL DE LA DECISIÓN DE HERMIONE
Hermione acababa de bajar al comedor. Ginny estaba en un rincón de la mesa de Gryffindor desayunando sola. Hermione se alegró de que Ron no estuviese allí. Llevaba toda la noche dándole vueltas al reto que le habían asignado las chicas: robarle unos calzoncillos a Ron. No se veía capaz, ella, Hermione Granger, la chica siempre correcta... no, no le robaría los calzoncillos a nadie, y a Ron tampoco.
Se puso a recordar el final de la reunión de la noche anterior. Ella se había negado. No estaba dispuesta a hacerlo. Al fin y al cabo, él era uno de sus mejores amigos. Las chicas le insistieron, pero ella no cedió y no volvieron a pedírselo. Pero al marcharse -por separado para no ser descubiertas, por supuesto – se despidieron de ella con un "buenas noches Hermione, nos vemos de aquí a un par de días con tu 'trofeo'".
- ¿Dónde están los chicos? – preguntó Hermione.
- No lo sé, deben estar durmiendo.
- Pero... ¡llegarán tarde a clase! Tenemos que ir a despertarles.
- Tranquila, ya son mayorcitos, ¿sabes? Además, seguramente irán directamente a clase sin desayunar, no es la primera vez que lo hacen. Así que llegarán a tiempo. ¿O es que estás buscando una excusa para entrar al cuarto de los chicos? – dijo Ginny inquisitivamente.
Hermione la miró y siguió desayunando. Sí, era una suerte que Ron no estuviese allí desayunando.
- ¡Hola!
Hermione levantó la cabeza. Era Ron.
'Gafe más que gafe' pensó.
- Buenos días chicos – dijo Ginny con una sonrisa.
-Hola- dijo Hermione evitando la mirada de Ron – esto… debo irme llego tarde al invernadero, hasta luego.
Y se fue corriendo dejando a los tres amigos plantados.
-¿Qué le pasa a Hermione? – preguntó Ron extrañado.
-Cosas de chicas – dijo Ginny haciéndose la importante – no lo entenderíais. ¡Nos vemos en la comida, adiós! – se levantó – Por cierto, deberíais cuidar más esas ojeras. No os sientan nada bien.
Harry y Ron siguieron a Ginny con la mirada hasta que salió del comedor.
- Buenos días otra vez, chicos –dijo Hermione al ver llegar a Harry, Ron y los otros chicos al invernadero para la clase de Herbología.
- ¡¡AAAAH!! ¡¡YO NO HE SIDO, HERMIONE!! – dijo Dean.
- Tranquilo, Dean, ya ha pasado todo, descansa, estás en clase – dijo Seamus.
- Mmnos... ñias... rrmio... – dijo Ron bostezando.
Harry simplemente levantó la mano para saludarla.
Llevaban cara de estar cansados, excepto Dean, que tenía los ojos excesivamente abiertos. Harry y Ron se quedaron con Hermione. Los otros tres se fueron a hablar con Ernie.
- Vaya, ¿cómo es que venís tan cansados? ¿Qué debisteis de hacer ayer a la noche? – dijo Hermione con una sonrisa pícara.
- Fuimos de paseo por los pasillos, si te parece – contestó Ron.
Hermione no se rió. Harry tampoco.
- Es broma. ¿Qué iba a hacer? Pues dormir, como cada noche.
- ¿Y tú porqué te has ido tan rápido del comedor? – preguntó Harry.
- Lo siento, pero – empezó a decir Hermione justo en el momento en que la profesora Sprout entraba al invernadero.
'Bueno, debe ser que no soy del todo gafe' pensó feliz Hermione.
Sonó la campana. La clase había terminado y era hora de ir a comer.
- Vamos chicos – dijo Hermione a Harry y Ron, que aún estaban recogiendo sus cosas.
- Ves yendo tú, si quieres, nosotros hoy no tenemos hambre, ¿verdad Harry? – dijo Ron.
- Estáis muy raros esta mañana. Creo que deberíais dormir más.
Hermione se fue camino al comedor, dejando a los chicos sonriendo en el invernadero.
- Aquí, Hermione – dijo Ginny haciéndole señas para que se sentara a su lado en la mesa.
Hermione no tenía demasiadas ganas de hablar con ella. Seguro que se pasaría el rato intentando convencerla de que aceptase el reto que le habían puesto las chicas, y no quería. No estaba dispuesta a cogerle unos calzoncillos de Ron, no señor, hasta ahí había llegado. De acuerdo, se había divertido mucho en la reunión, eso no lo podía negar, y le había gustado mucho las propuestas de las chicas para la PEEDO, pero no, no iba a robarle los calzoncillos a Ron.
- Hola Ginny, buen provecho – dijo Hermione.
- Hola Herm, qué ¿dispuesta para la acción? – le preguntó la pelirroja con una sonrisa misteriosa.
- Ya os lo dije ayer, Ginny, no pienso hacerlo. No estoy dispuesta a robarle unos calzoncillos a Ron.
- ¿Pero porqué? Si tiene muchos... los de colorines, los de estrellitas, los de snitches voladoras ...
- No sigas, ya lo he entendido.
- Perdona, no sabía que te molestaba hablar de la ropa interior de Ron – dijo Ginny sonriendo enigmáticamente – Pero dime, ¿porqué no se los robas?
- ¡Es uno de mis mejores amigos, Ginny! ¿Eso no te entra en la cabeza?
- Pues con más razón, sois muy amigos, hay mucha confianza... o qué pasa, ¿qué si no fueran de un amigo tuyo sí que los robarías?
- No es eso.
- Porque sino... volvemos al principio y se los robas a Malfoy. ¿Te parece mejor así?
- No – dijo Hermione bajando la cabeza – No me parece mejor. Sólo digo – siguió concentrándose en los guisantes de su plato – que quizá no deba pertenecer a vuestro club, sólo eso.
- ¿¡QUÉ!? – gritó Ginny haciendo que las miradas de los alumnos se girasen hacia ellas.
- No grites, ¿quieres? Seguro que ahora todos nos están mirando – dijo Hermione contando sus guisantes por tercera vez.
Ginny levantó la vista y vio que las miraban, así que hizo gestos para que las dejaran de mirar.
- Por favor, Herm, no puedes dejar el club.
- Ya sé que no lo puedo dejar.
- ¿Entonces?
- No lo puedo dejar porque todavía no estoy dentro.
- Muy graciosa, realmente muy graciosa. – dijo Ginny en tono irónico
Hermione no dijo nada. Le quedaban aproximadamente 60 guisantes en el plato, según sus cuentas.
- En serio, Hermione, ¿de verdad quieres dejarlo? – añadió la pelirroja preocupada.
- No, no quiero dejarlo. Pero no creo que sea buena idea cumplir el reto que me habéis puesto. Sería como traicionar a Ron.
- Tampoco exageres ¿eh? Simplemente se los cogerás prestado por algún tiempo, además, con lo despistado que es, seguro que no se da ni cuenta.
- ¿Tú crees? – preguntó Hermione dejando de mirar los 46 guisantes que le quedaban.
- Claro que sí – le contestó alegremente Ginny – Además ¿qué haríamos nosotras sin Hermione Granger? No, no, no te librarás tan fácilmente de nosotras.
Hermione sonrió. De repente sus guisantes ya no eran interesantes.
- Me voy a la sala común, que tengo que continuar con los deberes de Aritmancia.
- Te acompaño – contestó Ginny.
Las dos chicas se pusieron de pie. Cuando iban a salir vieron a Susan y Lisa en la mesa de Ravenclaw, estaban riendo. Levantaron la vista y las vieron, se saludaron, a la vez que Susan levantaba el pulgar para darles ánimos. Hermione intentó esbozar una sonrisa para corresponderla, pero le quedó forzada.
- Vamos, Herm, no te pongas nerviosa – dijo Ginny al llegar al vestíbulo.
- Ya, para ti es fácil decirlo, pero yo todavía no estoy muy convencida de hacerlo.
- Si tú eres muy valiente, por algo eres una Gryffindor.
- Oh, claro, deberías explicárselo al sombrero seleccionador, quizá querría añadir en su canción algo así como 'los valerosos Gryffindor, que no se asustan al tener que robar calzoncillos ajenos' ¿no crees que quedaría muy bien?
Ginny rió.
- Te sienta bien la tensión, Hermione, hoy estás más graciosa que de costumbre.
- Será que me estoy volviendo loca.
- No vuelvas a exagerar o tendremos que plantearnos enviarte a San Mungo.
- En serio, creo que empiezo a estar mal de la cabeza.
- Vale, Hermione, una vez, tiene gracia, dos veces... se puede aguantar, pero ya te estás poniendo un poco pesada, ¿no?
- En serio Ginny, mira – dijo Hermione señalando a Seamus.
- Oh, no, Hermione, creo que me has contagiado tu locura, y lo peor es que no soy la única – contestó Ginny preocupada.
Seamus estaba en el vestíbulo, hablando con su varita, o eso era lo que parecía. Las chicas se le acercaron. Pero él no las vio.
- Seamus, perdona – dijo Hermione picándole en el hombro - ¿te encuentras bien?
El chico se giró de golpe, con cara de asustado y escondió la varita detrás suyo.
- ¿Eh? Ah, hola, chicas, ¿qué... qué hacéis por aquí...? – dijo Seamus visiblemente nervioso.
- ¿Estabas hablando solo? – preguntó Ginny.
- No, claro que no – contestó con una risa nerviosa.
- Te hemos oído, Seamus. Y parecía que la conversación era muy interesante.
- Ah, bueno, sí, jeje, os referíais a eso – dijo Seamus.
Las chicas se miraron sin comprender nada.
- Sí, eso, lo de que estabas hablando solo – dijo Ginny.
- Oh, ya lo entiendo todo, ¡cómo no he caído antes! – la interrumpió Hermione con cara de saber algo.
- ¿Qué entiendes? Si aquí no está pasando nada – se apresuró a contestar Seamus.
- Oh, sí, - prosiguió Hermione - claro que esta pasando algo... ¡Harry no te escondas! ¡Sé que estás aquí! ¡Te olvidas de que yo sé lo que te dejó tu padre! ¡No te escon...
- ¡¡HOLA MALFOOY!! – la interrumpió Seamus - ¡¡VAYA, ACABAS DE SALIR DEL COMEDOR Y TE DIRIGES AL PATIO INTERIOR!! ¡¡QUE VAYA BIEN!!
Malfoy acababa de salir del comedor. Se acercó un poco a Seamus.
- Así que ahora te dedicas a dar voces y a hablar con la pobretona y la sangre sucia, Finnigan – dijo Malfoy -. Siempre supe que eras de su misma calaña.
- Vete a meter con otro, Malfoy – dijo Ginny.
- Sí, o mejor muérdete la lengua y envenénate – añadió Hermione.
- Cuidado con lo que decís, niñas, o podéis acabar mal. Y tú, Finnigan, no pronuncies mi nombre en vano – dijo Draco.
Malfoy se dio la vuelta y se fue hacia el patio. Los tres se lo quedaron mirando hasta que desapareció por la puerta. Entonces las chicas se giraron otra vez hacia Seamus.
- ¿A qué ha venido eso? – preguntó Hermione.
- ¿El qué?
- Lo de gritarle a Malfoy y todo eso... ¿te suena?
- Ah, eso... pues no lo sé, sinceramente no lo sé.
Hermione y Ginny se miraron extrañadas.
- Bueno, nos vamos, espero que ... eem... te ... ¿mejores? – dijo Hermione dudando.
- Sí, claro, hasta luego, chicas.
Hermione y Ginny fueron hacia las escaleras y empezaron a subirlas para llegar a la sala común.
- ¿Qué crees que le pasa a Seamus? – preguntó Ginny.
- No lo sé, puede que tenga que robarle los calzoncillos a alguien y se esté quedando como yo de loco.
- Oye – dijo Ginny después de un silencio – antes, cuando estábamos ahí abajo has dicho que sabías qué pasaba.
- Ah, sí, con lo de Malfoy se me había olvidado.
- ¿Me lo vas a decir o vas a dejar que me muera de intriga?
- Mmm... difícil elección – dijo Hermione sonriendo maliciosamente mientras Ginny ponía cara de enfado – Está bien, está bien, no aceptas ni una broma. ¿Te suenan las palabras 'capa invisible'? – susurró.
- Sí ¿y?
- ¿Acaso no es evidente? Harry estaba allí, hablando con él, ¿sino porqué crees que parecía que hablase solo?
- Tienes razón, qué lista que eres. ¿Cómo no te vamos a querer para el club?
- Claro... ¿no será que queréis conseguir un objeto y soy la que más fácilmente lo puede lograr?
- Por supuesto que no, Herm... – empezó a decir Ginny, siendo interrumpida por los gritos de Ron y Harry que bajaban corriendo por las escaleras.
- PASO PASO PASO PASOOOO – gritaba Ron.
- CORRE, RON, CORRE QUE NO LLEGAMOS.
- Chicos ¿qué hacéis? – dijo Hermione.
Harry y Ron no la oyeron. Hermione y Ginny se giraron a verlos bajar, pero ya habían desaparecido, iban muy rápido, casi se podría decir que dejaban estela a su paso. Las chicas se miraron sin comprender nada.
- ¿Me lo parece a mi o los chicos están muy raros últimamente?
- Sí, algo deben de estar tramando – contestó Hermione pensativa.
- Nosotras también, y creo que será más interesante lo nuestro – dijo Ginny guiñándole el ojo.
- Claro que sí. Pero... un momento... si Harry estaba en la parte de arriba de las escaleras... no tenía puesta la capa invisible en el vestíbulo...
- Tienes razón.
Ginny y Hermione se miraron y rieron con ganas.
- Pobre Seamus, realmente se ha vuelto loco.
- Apiserum estudiantes – dijo Ginny al llegar al cuadro de la señora gorda.
- ¿Qué dices Ginny? Esa es la contraseña de la semana pasada.
- ¿Ah, sí? Pues me he confundido... debo tener la cabeza en otra parte... ¿cuál era la de ésta semana?
- Biomanán Forte.
El cuadro de la señora gorda se apartó para dejarlas pasar. Hermione pensó que había sido una mala idea dejarle escoger a Ron las contraseñas, seguro que habían sido idea de Harry y Seamus. Suerte que la señora gorda no conocía el mundo muggle.
La sala común de Gryffindor estaba vacía. Debían de estar todos en el comedor, pensó Hermione.
- Vaya, Hermione, esto no podía ser más fácil – dijo Ginny sonriendo.
- ¿A qué te refieres?
- Oh, vale ya de tonterías, ¿quieres entrar en el club o no?
Hermione asintió.
- Pues entonces no encontrarás ningún momento mejor que este. Sube al cuarto de Ron y quítale unos calzoncillos de su baúl, ¿o te da vergüenza?
- Está bien, me da vergüenza, ¿no podrías cogerlos tú en mi lugar? Tú debes estar cansada de ver calzoncillos de tus hermanos, ya no te viene de aquí.
- No, no, no, nada de eso. Tienes que traerlos tú. No te pienso hacer el trabajo sucio. Pero si quieres me quedaré aquí vigilando por si vienen.
- De acuerdo, y si vienes ¿cómo me avisas? Porque si sacas chispas no las veré y...
- Déjalo en mis manos, Herm, yo tengo mis métodos – dijo Ginny guiñándole un ojo – Va, corre, cuanto antes empieces antes acabarás.
- Ok. Voy. Deséame suerte.
- La tendrás, tranquila.
Y Hermione empezó a subir por la escalera de las habitaciones de los chicos.
- ¡¡SUERTE!! – oyó como gritaba Ginny desde la sala - ¡por si acaso!
'Ginny es un caso perdido,' pensó Hermione, 'y lo peor es que me está convirtiendo. ¿Cómo me he dejado enredar? Estoy subiendo hacia los cuartos de los chicos para robar unos calzoncillos. ¡A un compañero! ¡A Ron! ¡A mi mejor amigo! A mi...'
Sus pensamientos se interrumpieron. Acababa de llegar a la puerta. En ella había una placa que ponía '6º curso'. Acercó la oreja a la puerta. No oyó nada. Puso la mano en el pomo y lo giró. Entró y miró la habitación.
'No está mal.' Pensó Hermione' Un poco desordenada, pero qué se les va a pedir, si son chicos.'
Miró los baúles. Había uno a los pies de cada cama, como en las habitaciones de las chicas.
'A veer, empezaré por el baúl de la derecha... NL... Neville, no... SF... Seamus tampoco... DT... Dean... casi pero no... RW... ¡bingo!'
Se acercó al baúl. Sentía curiosidad por ver como era la cama de su amigo. Se acercó un poco más. Sólo tenía que apartar un poco las cortinas y podría ver el lugar donde Ron soñaba.
'No, debo centrarme... he venido aquí a por unos calzoncillos, no pienso violar su intimidad mirando su cama sin que él lo sepa'
Se quedó perpleja un momento. Rió.
'Claro, no voy a violar su intimidad' pensó divertida 'sólo voy a robarle unos calzoncillos. Está bien, voy a invadir su intimidad, hay que aceptarlo. Al fin y al cabo tendré que abrir su baúl... Ok, ya lo he aceptado así que ¿porqué no?'
Hermione apartó las cortinas de la cama de Ron.
'Que cama tan bonita. Vaale, vaya pensamientos más tontos que tengo. Ya sé que es exactamente igual que todas las otras camas de Hogwarts, pero es que... oh, es igual, ya me estoy liando otra vez... pero... esa almohada... esas sábanas... esa ropa... ese olor... un momento ¡¿ropa?! Oh, salvada, quizás no tengo que abrir su baúl'.
Había una camisa. La levantó. Debajo había unos pantalones, unos calcetines y ...
'No puedo creer que tenga tanta suerte... ¡unos calzoncillos! ¡unos calzoncillos mágicos con escobas voladoras que se mueven! ... ... ... vaya gustos que tiene el niño... ya los tengo, por fin se acabó el problema'.
Hermione los cogió y se los escondió en un bolsillo interior de su túnica, por si acaso.
- ¡¡HOLA HARRRRYYYYY!! ¿¿CÓMO ESTÁAAS QUERIDO HERMANO ROOOOON!!
'Vaya, como chilla Ginny... ¿¡GINNY!? Ooh, mierda mierda mierda mierda me-van-a-pillar-a-mi-a-la-prefecta-en-una-habitación-de-chicos...'
Hermione cerró corriendo las cortinas de la cama de Ron.
'¿Estaban cerradas del todo o había un trocito abierto para que corriese el aire? Me van a pillar, me van a pillar no-debí-dejarme-convencer mierda mierda mierda'
Recolocó a toda prisa las cortinas como ella creía que estaban antes de abrirlas.
- ¡NI LO SOÑÉIS! ¡NADA DE IROS YA AL CUARTO, CHICOS! NECESITO COMPAÑÍA, ¿SABEIS? ¿PORQUÉ YA NUNCA ME EXPLICÁIS NADA? – gritó Ginny.
'Por favor, que consiga que salgan de la sala común, por favor, por favor, por favor' rogó Hermione con todas sus fuerzas.
- ¿ACASO NO ME HAN OÍDO? ¡¡VOLVED AQUÍ AHORA MISMO!! ¡TENGO ALGO MUY IMPORTANTE QUE CONTAROS!!
La voz de Ginny sonaba cada vez más cerca. Hermione se acercó a la puerta y pegó su oreja. Se oían pasos en la escalera. Decidió esconderse en el baño.
'Perfecto, digo que no quiero invadir su intimidad y me meto al baño... ¿algún día haré algo normal?'
En el baño no se oía nada de lo que pasaba fuera, así que abrió un poco la puerta para ver si entraban al cuarto. Nada, ni rastro de los chicos. ¿Habría conseguido Ginny convencerlos?
'Ojalá,' pensó Hermione muy nerviosa 'si entran al cuarto no sé como saldré de ésta'
Esperó un buen rato. Miró su reloj. Llevaba unos tres minutos en el baño. Nadie tarda ese tiempo en subir las escaleras. Decidió salir. Cerró la puerta del aseo detrás de ella, tal y como estaba. Se acercó a la puerta de la habitación y volvió a escuchar.
'Nada. No se oye nada. Ni Ginny, ni pasos, nada. Creo que tendré que confiar más en ella a partir de ahora'.
Abrió la puerta hacia la escalera. Salió y la cerró detrás suyo. Empezó a bajar. Suspiró. De menuda se acababa de librar y... ¡¡había conseguido los calzoncillos de Ron!! Era increíble. Todo había salido bien. Ya podía estar tranquila.
- Perdona, ¿qué haces aquí?
- ¿Qué? – preguntó Hermione.
Iba tan centrada en sus pensamientos de victoria que no vio como aparecía delante suyo Dennis Creevey, de cuarto curso, que subía hacia su habitación.
- Nada, cosas de prefectos.
- ¿En las habitaciones de los chicos? ¿No sería más normal que fuese el otro chico... como se llamaba?
- Ron Weasley.
- Ese, Ron Weezly.
- Sí, pero ya sabes como es, nunca está por aquí.
Hermione rió. Dennis también.
- Sí, lo supongo.
- Tengo que volver a mi cuarto, hasta luego Dennis.
- Hasta luego.
Hermione llegó a la sala común a la vez que el retrato de la señora gorda se abría dejando pasar a Ginny.
- ¡Ginny, Ginny! No te lo vas a creer, tengo mucha suerte – dijo Hermione.
Ginny puso cara de asustada, y le hizo un gesto con la mirada señalándole hacia atrás disimuladamente. El retrato seguía abierto y estaban entrando Harry y Ron.
- ¡Hola Hermione! – dijo Harry - ¿porqué tienes tanta suerte?
- Sí, ¿porqué tienes tanta suerte? ¿y porqué tengo yo una hermana tan pesada? – dijo Ron mirando extrañado a Ginny.
- No lo entenderíais chicos... – contestó Hermione - es una...
- ... cosa de chicas, sí – se avanzó Ron.
- Lo sabemos... últimamente no decís otra cosa – dijo Harry.
- Quizá tenéis razón. Pero es lo que hay. Ginny, subo a mi cuarto. ¿Vienes?
- Claro, hasta luego chicos.
Las dos subieron por la escalera de las chicas y entraron a la habitación de las chicas de sexto, dejando a Harry y Ron mirándose confundidos.
- ¡Dame una buena noticia Hermione! – dijo Ginny con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡LOS CONSEGUÍIIII!
- ¡Sí! Sabía que lo harías Hermione, lo sabía.
Las dos empezaron a saltar de alegría y se abrazaron. Después de los nervios que acababan de pasar, lo necesitaban.
A Hermione todavía le temblaban un poco las manos.
- ¿Ha sido fácil?
- No, bueno, sí, pero... vaya susto que me has dado. ¿Esa era tu 'gran técnica' para distraerles? – dijo Hermione aguantando la risa.
- Ríete cuanto quieras. Pero ha funcionado. Gracias a mi no te han pillado.
- Sí, pero creo que hasta Snape en las mazmorras debe haber oído que hace tiempo que no hablas con Ron y Harry.
- Déjate de reproches y haz lo que debes hacer.
- ¿De qué hablas? – dijo Hermione sin entenderla.
- ¡¡Que me enseñes el trofeo!! – contestó Ginny impaciente.
- Ah... eso – bromeó Hermione – mira, aquí están.
Metió su mano en el bolsillo interior de la túnica, y los sacó. Los calzoncillos mágicos con escobas voladoras en movimiento. Los calzoncillos de Ron.
- Qué raro – dijo Ginny extrañada.
- ¿El qué? ¿El dibujo? Es gracioso...
- No, que no sabía que Ron tuviese unos calzoncillos así.
¡¡Y hasta aquí el capítulo 5!! ¿Qué os ha parecido? Escribirlo ha sido muy divertido 'mierda-mierda-mierda' jejeje, que divertida que es Hermione.
Por fin se ha resuelto la gran intriga ¿cómo conseguirá Hermione los calzoncillos de Ron?
Las chicas han conseguido su reto. Ueeee... somos las mejores jejeje ¿o no?
Ahora falta saber ¿han conseguido los chicos cumplir su reto?
Esto y más en... el siguiente capítulo( ¿evidente, no?) que ya tenemos escrito :) peeero que no vamos a subir hasta mañana jejeje, no vaya a ser que os empacheis :P
Un abrazo y muchas gracias por vuestros reviews :)
