CAPÍTULO 13. EL DEL HECHIZO DE LOS CALZONCILLOS
- ¿Estáis locas? – protestó Hermione - ¡No pienso hacerlo!
- Ya sabemos que tú no lo harás – dijo Parvati – por eso lo vamos a hacer nosotras por ti.
- A mi tampoco me parece bien – intervino Ginny.
- Vamos, no seáis aguafiestas – volvió a decir Parvati.
- Si será un hechizo de nada – afirmó Lavender.
- No pienso permitir que uséis los calzoncillos para hechizar a Ron – dijo Hermione intentando quitárselos a Parvati de las manos.
Ya era sábado a la noche. Estaban en la reunión de las chicas. Hermione les había dado la prenda de Ron, ahora ya se podía considerar miembro del club, había cumplido su cometido. Estaba feliz hasta que las chicas le explicaron porqué necesitaban que la prenda fuera de Ron. Querían hechizarle para que fuese a una de sus reuniones.
- No te los pienso devolver – dijo Parvati esquivando las manos de Hermione y alejando los calzoncillos de la chica – Además, no queremos hacerle nada malo.
- Tienes un extraño concepto que lo bueno y lo malo, ¿no? – contestó Hermione entrecerrando los ojos con rabia – Mira, ayudar a Ron con los deberes es bueno, hechizarle para que venga aquí contra su voluntad es malo, ¿ves que sencillo? Ahora inténtalo tú y devuélveme eso.
- Muy ocurrente – dijo Lavender mientras Parvati volvía a apartar los calzoncillos de las manos de Hermione, que seguía intentando alcanzarlos – Pero va en serio, no le queremos hacer daño. Sólo queremos hacerle unas preguntas.
- ¿Qué preguntas? – intervino Ginny.
El resto de las chicas las observaban en el círculo, en silencio.
- Nada importante, sólo queremos que nos confirme unas sospechas que tenemos.
- Claro, queréis saber cosas sobre Harry, ¿no? – preguntó Hermione – Porque para eso no necesitáis hechizarle, él os las explicaría encantado estando normal, y lo de 'encantado' es una manera de hablar.
Al oír el comentario Ginny cambió de cara, pasó de estar enfadada a alegre, pareciendo muy interesada.
- Oh, chicas, no os preocupéis por mi, yo ya sé lo que piensa hacer Harry – dijo la pelirroja sonriente.
- ¿Qué dices, Ginny? Nosotras no necesitamos saber nada de Potter por el momento – contestó sorprendida Parvati mientras la aludida se ponía colorada – Vamos a traer a Ron para que nos hable de sí mismo, queremos saber si realmente le gusta quien creemos que le gusta.
- ¡No! – gritó Hermione – No podéis traerle para eso, además, él no lo explicaría así que no es necesario que hagáis todo esto.
'No puedo dejar que lo hagan, ¿¿y si se enteran de que Ron está enamorado de Harry??' pensó Hermione.
- Claro que no lo dirá, a menos que le ayudemos a decirlo.
- ¿Quieres decir que utilizarás ...
- ¿Suero de la verdad? Sí, Hermione, muy hábil – dijo Parvati con una sonrisa enigmática – lo cogimos prestado de clase de pociones, en un lamentable descuido del profesor Snape.
- Eso es...
- ... justo lo que necesitamos para que confiese – la volvió a interrumpir Parvati – Así saldremos de dudas y sabremos de una vez si está enamorado o no.
- ¿Y si resulta que sí que lo está? Vais a ...
- ¿Contárselo a todo el colegio? – la interrumpió por tercera vez Parvati – Claro que no, sólo lo sabremos nosotras, y sobretodo, lo sabrás tú, que eres la interesada.
- Como puedes pensar que ... y déjame acabar la frase – dijo Hermione señalando acusadoramente a Parvati con el dedo – ¿Como puedes pensar que él esté enamorado de mi?, y ¿porqué crees que a mi me interesa?
- Venga, ya basta de decir tonterías – habló Alicia poniéndose de pie – Yo no sé si a ti te gusta él o si a él le gustas tú, pero ya que hay indicios de las dos cosas y tenemos una prenda suya, vamos a hechizarle de una vez y salimos de dudas.
- Sí, tiene razón – dijo Katie.
El grupo de chicas asintió y se pusieron de pie, hicieron aparecer una mesa en lo que era el centro del círculo y empezaron a preparar el hechizo. Hermione, Ginny y Lavender eran las únicas que seguían sentadas.
- Lavender, por favor, detenlas – pidió Hermione.
- No puedo hacer nada, ya conoces a Parvati, y las demás también están muy interesadas ahora.
- Tranquila, Hermione, no tienes porqué tener miedo por él, no le va a pasar nada – dijo Ginny.
- ¿Tú como puedes estar tan calmada? ¡Es tu hermano! Y van a vulnerar su intimidad, ¿qué pensarías tú si los chicos tuviesen un club y te hechizasen para que fueras y explicases tus sentimientos?
- ¡Cómo te gusta exagerar! La verdad es que no me importaría, a partir de mañana todo Hogwarts sabrá que Harry y yo estamos hechos el uno para el otro – dijo Ginny con una sonrisa tonta en los labios – Además, no me imagino a los chicos haciendo un club, son tan despistados que no sabrían ni para qué habían quedado.
- Bueno, me voy a poner a ayudarlas, y vosotras deberíais hacer lo mismo – sugirió Lavender poniéndose de pie y uniéndose a las demás chicas.
Hermione y Ginny se quedaron sentadas conversando, mientras el resto continuaba preparando el conjuro.
- Bueno, ya está hecha nuestra parte – dijo Parvati mientras hacía desaparecer la mesa.
Llevaban cerca de media hora hechizando los calzoncillos de Ron. Por fin habían parado y se habían vuelto a sentar en el círculo.
- A todo esto, una pregunta, ¿cuántos días tarda en hacer efecto el hechizo? – preguntó Hermione a Parvati y Lavender, las únicas que quedaban en pie.
"Toc, toc, toc". Justo en aquel momento se oyó que alguien picaba a la puerta.
- Es inmediato – contestó Parvati con una sonrisa maliciosa.
- Oh, no, yo creía que aún tenía unos días para advertirle y buscar un contrahechizo – pensó Hermione en voz alta.
- Pues no sé que decirte, me parece que mucho tiempo no te queda, pero anímate, así saldremos de dudas y sabrás de una vez si te quiere o no.
- ¡No puedo estar tranquila! ¿¡Y porqué todas creéis que estoy interesada en él!?
- A ver, chicas, no hagáis mucho ruido, no vayamos a asustarlo. Recordad que el hechizo ha hecho que venga medio sonámbulo, así que sino tiene ningún sobresalto no hará falta que después le echemos un hechizo desmemorizante, ¿de acuerdo? – dijo Parvati acercándose a la puerta.
Las chicas asintieron. Parvati puso su mano en el pomo de la puerta. Respiró hondo.
- ¡Aquí tenemos a Ronald Weasley! – exclamó abriendo la puerta de par en par y apartándose a un lado.
Se escuchó un grito ahogado en la sala, todas tenían cara de sorpresa.
- ¿Qué pasa? ¿Os habéis quedado sin habla? – dijo Parvati mirando a las chicas. Lavender estaba señalando hacia la persona que había en la puerta. Parvati siguió el dedo y vio que en la puerta estaba... - ¡¡Harry!! ¿Qué está pasando aquí?
Parvati cerró la puerta rápidamente y la volvió a abrir, para cerciorarse de que realmente era Harry.
- Tú no eres Ron – dijo al fin.
- Muy observadora, Parvati – dijo Hermione – Pasa, Harry, ¿qué tal estás?
- Mmmm ¿Hermione? – murmuró Harry con los ojos entrecerrados, somnoliento, entrando a la sala - ¿Qué haces en el cuarto de los chicos?
- Harry no estamos en ...
- Esto es un sueño Harry. No te preocupes por nada – intervino Parvati.
Las chicas estaban confundidas. ¿Por qué había venido Harry en vez de Ron?
- Mmmm... si esto es un sueño ¿dónde está Ron? – preguntó Harry - ¿y los demás chicos?
- Espérate un momentito aquí, Harry, puedes sentarte en ... ... en el suelo – dijo finalmente Lavender al no ver ninguna silla.
- Así que ibais a traer a Ron, ¿eh? – dijo Hermione en tono irónico – Os debe haber sido muy difícil, sobretodo teniendo en cuenta que hasta le habéis cambiado el aspecto.
- No hagas broma, Hermione, esto es serio. No hay fallo posible en el hechizo – contestó Parvati - ¿Todas habéis hecho bien vuestra parte, no?
- Por favor, ¿cómo dudas de nosotras? – preguntó Susan, recibiendo una mirada incrédula por parte de Parvati – Ok, no, no hemos fallado.
- ¡Basta ya de tonterías! A ver, ha venido Harry, no Ron, eso es evidente, pero intentemos sacar lo mejor de esto. Luego ya intentaremos averiguar qué ha fallado – dijo Lavender decidida, sorprendiendo a todas.
- Está bien, seguro que Harry sabe quien le gusta a Ron, ¡si se pasan el día juntos! – concluyó Parvati.
Las chicas se acercaron lentamente a Harry, que seguía medio dormido sentado en el suelo. Parvati se puso frente a él para hablarle.
- A ver, Harry, Ron se acaba de ir.
- ¿Ron se ha ido de mi sueño? ¿porqué?
- Explicó que tenía que ir a buscar a la chica que le gusta. Nos ha dicho que tú nos dirías quien es.
- ¿Y porqué os lo tendría que decir yo?
- Pues porque tenemos que prepararles una sorpresa y para eso tenemos que saber quién es ella, para preparar las cosas que le puedan gustar – le explicó Parvati.
- Ah, claro, si él lo dice, hacedlo – dijo Harry antes de caer hacia un lado y quedarse dormido.
- Harry despierta – pidió Parvati volviéndole a sentar – Ron ha dicho que nos tienes que contar quien es la chica que le gusta. Así que dínoslo.
- Se nota que esto es un sueño. ¿Cómo pretende Ron que os diga de quién está enamorado si no ha sido capaz de decírmelo a mi?
- ¡¿QUË?! – gritó Parvati - ¿Cómo no vas a saberlo tú?
- Pues no lo sé. ¿Puedo dormir un rato? Estoy cansado, y si no me dejáis dormir me pellizcaré, despertaré y tendré otro sueño que me deje dormir tranquilo – amenazó Harry – Por cierto, Parvati siempre me has parecido un poco bizca. Y Ginny, deberías comportarte de una manera más civilizada, sino no encontrarás novio.
Las chicas parecieron ponerse furiosas y se miraban extrañadas. Hermione reía.
- No os enfadeis chicas, al fin y al cabo es un sueño, nosotras nunca sabremos que lo dijo, así que habla cuanto quieras, Harry – dijo Hermione sonriente.
- Cuánta razón tienes Hermione. Eres tan, – contestó Harry – tan buena conmigo. Y bueno, tú, Lavender me pareces muy...
- ¡Basta! – dijo Lavender interrumpiendole – ya hemos tenido suficiente. Si no sabe nada del tema no tenemos porqué estar aquí dándole conversación. Yo me voy a dormir.
El resto de las chicas asintieron y fueron saliendo en parejas de la sala.
- No me parece bien dejarle aquí – dijo Hermione mirando a Harry que estaba un poco separado de ellas con los ojos cerrados y balanceándose lentamente de un lado a otro.
- Venga, somos las únicas que quedamos, tenemos que irnos. No le pasará nada malo – contestó Ginny.
- ¿No crees que sería mejor subirlo de vuelta a su habitación?
- Sí, y ya de paso le meto en la cama, ¿no? – dijo Ginny irónica. Se quedó unos momentos pensativa – Mmm... está bien, sí, le llevamos – concluyó rápidamente.
- Ginny, compórtate. Puede caminar por su propio pie, sólo tenemos que convencerle.
- Yo lo haré, yo le persuadiré fácilmente – dijo la pelirroja guiñándole un ojo a su amiga.
- No, tú quédate aquí quietecita, ¿vale?
Hermione se levantó, se acercó a Harry y tomó asiento a su lado.
- Hola, Hermione, ¿porqué se han ido? Si lo deseo muy fuerte vendrán ¿no? Por algo es mi sueño.
- No, Harry, no vendrán. Es tarde hasta en tus sueños, hay que volver a la sala común.
- Pero la sala común es muy aburrida, prefiero ir por los pasillos, si lo deseo no me encontraré con Filch, seguro que en mi sueño no existe.
- Tienes que acompañarnos Harry. Ginny tiene miedo, ya sabes cómo es.
- Sí, lo sé perfectamente. Está bien, os acompañaré, pero luego me iré a dar una vuelta por el castillo, ¿eh?
- Claro, Harry, luego ves donde quieras. Va, levanta y vamos.
Harry y Hermione se levantaron. Ginny los imitó. Se dirigieron a la puerta, apagaron las luces y salieron en dirección a la torre de Gryffindor.
- ¿Has oído eso, Hermione?
- Tranquila, Ginny, estás paranoica, no se ha oído na... Tienes razón, yo también lo he oído ahora.
- No os preocupeis, chicas, yo estoy aquí – intervino Harry con una sonrisa – si me concentro haré que desaparezca el ruido ese de mi sueño.
- No lo entiendes Harry, tenemos un problema.
'Miau'. Se giraron y vieron a la señora Norris, ahora ya sabían qué había hecho el ruido, y también sabían que cuando la gata del conserje descubría a un infractor su dueño acudía rápidamente junto a ella.
- ¡Cállate gata estúpida! – dijo Harry dándole una patada a la señora Norris, la cual pegó un maullido aún más fuerte. Hermione y Ginny le miraban con terror – No me miréis así, es mi sueño, ni siquiera le ha podido doler, y no sabéis cuánto tiempo llevaba queriendo hacer eso.
- Estamos perdidos, Hermione, Filch nunca nos lo perdonará, nos expulsarán.
De pronto, empezaron a oír unos pasos a lo lejos que se acercaban.
- No nos expulsarán mientras pueda evitarlo – dijo Hermione – No hagáis ruido, vamos a escondernos en ese aula, entrad, rápido.
Los tres caminaron rápida y silenciosamente y entraron en la sala vacía. Se apoyaron en la pared. Respiraban agitadamente.
- ¿Porqué nos escondemos? Dejadme salir y decirle unas cuantas cosas a ese Filch, no seáis aguafiestas – pidió Harry agarrando el pomo de la puerta para salir.
- Quieto Harry. Por favor, no salgas o nos meteremos en un problema – dijo Hermione.
- Está bien, que remedio, me quedaré, pero sólo porque sois vosotras.
Los pasos cada vez se acercaban más.
- ¡Señora Norris! ¿Qué te ha pasado? – oyeron la voz de Filch a través de la pared - No ves que aquí no hay nadie? Últimamente te estás volviendo un poco torpe. Y deja de maullar en esa puerta, que tenemos cosas que hacer, vamos.
Harry, Ginny y Hermione oyeron como los pasos se alejaban de nuevo, y volvieron a respirar con tranquilidad, sin preocuparse demasiado del ruido.
- Con las ganas que tenía de decirle un par de cosas a Filch – se quejó Harry.
- Claro Harry – dijo Hermione asomándose por la puerta – Vamos, rápido, no queda rastro de Filch.
Los tres salieron y empezaron a caminar rápido hacia la sala común de Gryffindor, muy atentos a los ruidos y sombras.
- ¡Por fin! – dijo Hermione – Hemos llegado a la sala común.
- ¡Oh! ¡Qué gran victoria! La copa de la casa es una minucia comparado con lo importante que ha sido llegar a la sala común en mi sueño – contestó Harry irónicamente – Ahora si me perdonáis, debo ir a buscar a Filch, no me lo impediréis.
- No vayas, Harry – pidió Ginny – Sube a tu cuarto y duerme.
- ¡Pero si ya estoy dormido! No pretenderás que me ponga a soñar dentro de mi sueño, sería muy rebuscado.
- Sí, tienes razón, hacerte ir a dormir en tu sueño sería un poco retorcido – dijo Hermione pensativa sacando su varita y jugueteando con ella - ¡Desmaius!
Harry cayó contra la mesa que había detrás suyo, golpeándose la zona derecha de la espalda. Hermione y Ginny lo levantaron y lo subieron al sofá.
- Bueno, ya está, vamos a dormir – dijo Hermione.
- Ves tirando tú, yo ahora te alcanzo.
- Ni lo sueñes, tira delante de mí que no me fío ni un pelo.
Las dos subieron a sus respectivos cuartos, y se metieron en cama a dormir las pocas horas que les quedaban antes de despertarse para ir a Hogsmeade.
- ¿Harry? ¿Estás despierto?
Harry entreabrió un ojo y gruñó.
- ¿Qué pasa? – dijo con voz somnolienta.
- Nada, sólo quería darte una cosa.
Harry iba a contestar, pero no pudo, ya que le taparon la boca con un beso. Un dulce beso que pareció parar el tiempo.
- Y ahora sigue durmiendo, Harry. Buenas noches mi amor.
Hasta aquí el capítulo. Apenas deja intrigas jejeje
A Vanesa C y Caroline deciros que lo sentimos mucho, y que no es venganza, pero no hay punto de vista de los chicos del partido jejeje, ya lo veréis más adelante, en su momento :)
Por cierto, acabamos de ver una foto de Matthew Lewis (el actor que hace de Neville) y queremos deciros que ¡¡es nuestro!! Manteneros alejadas de nuestro hombre :P es broma, es broma, que ya tenemos una edad... pero ¿tendrá algún hermano mayor? ¿Y tom felton? Tendré que llamar a Dan para ver que dice :P
Bueno, después de los desvaríos, la frase de hoy, que no es de una película, sino de un programa americano:
- El presentador a Jennifer Aniston (Rachel de Friends): ¿Sabes quien tiene el mismo peinado que tú? ¡América!
Jejejeje, a nosotras nos ha hecho gracia.
Y nada más por hoy :) Esperamos vuestras reviews :D
