Venga, va, vamos a recuperar las buenas costumbres de subir capis más a menudo ^^
Sé que este en concreto es muy cortito, pero es que el fic está en etapas de transición y hasta que no adelantemos al punto interesante (que llegará de aquí a poco, prometido) los capis serán cortillos y normalitos... pero de aquí a poco vendrá lo bueno (y sí, es algo así como una amenaza jejeje)
Por cierto, este capi se lo dedico a Aran, que me anima (por no decir acosa) para que siga el/los fics :)
CAPÍTULO 18. EL DE LOS BESOS
- Bonita estrategia – dijo Denis sacando a Hermione de su ensimismamiento – y ahora por fin estamos solos.
Ella le miró extrañada.
- ¿Qué?
- Vamos, no tienes que disimular más conmigo. Lo sé todo – contestó Denis sonriendo enigmáticamente.
- ¿Todo... el qué?
- Ya sabes de qué hablo, Hermione.
Denis dio un par de pasos hacia ella, quedando a apenas medio metro de distancia. Hermione le miró incrédula. ¿A qué se refería? ¿No tendría nada que ver con Harry y Ron, verdad?
- ¿Qué te pasa, preciosa? – preguntó Dennis con lo que parecía un intento de poner voz sexy - ¿Estás nerviosa?
- ¿Dennis te encuentras bien?
- Nunca he estado mejor, nena – dijo dando otro paso hacia Hermione.
- ¿Te pasa algo en la voz?
- A mí no, ¿y a ti?
Hermione dio un par de pasos hacia atrás. ¿Dennis se había vuelto loco? El chico avanzó hacia ella tres pasos.
- Dennis, por favor, no sigas – y dio otro paso atrás.
- ¿Qué pasa? ¿No es lo que querías? ¿No es por eso por lo que subías a las habitaciones de los chicos?
Dennis avanzó dos pasos más, ahora estaban a escasos centímetros. Hermione retrocedió el pie derecho, pero se topó con la pared. No podía escapar, Dennis se acercaba. ¿Qué le pasaba a ese chico? ¿Habría averiguado algo sobre su visita al cuarto de Harry y Ron?
- ¿Qué sabes? – preguntó Hermione.
- TODO – contestó suavemente Dennis.
- ¿Todo?
- Ajá – y dio otro paso hacia ella. Hermione le miró asustada.
"¿Qué narices está pasando aquí?" pensó ella "¿Y porqué me he quedado paralizada? ¿Será el miedo? Tengo que hacer algo antes de que se lo explique a los chicos"
- Den... – el beso de Dennis no le dejó terminar la frase.
Mientras tanto, en un pasillo cerca de la sala común de Gryffindor, Ginny y Ron hablaban.
- Sí que es cierto que esos calzoncillos los tiré yo, lo que pasa... lo que pasa... que un... un elfo doméstico los trajo junto con mi ropa limpia y yo cuando los vi pues me dio asco y los lancé por la ventana, si eso es, un elfo doméstico despistado - dijo Ginny sonriendo inocentemente.
- Si eso es lo que pasó me quitas un peso de encima - dijo Ron aliviado – voy a buscar a Harry a ver si quiere echar una partida de ajedrez mágico, nos vemos en la cena.
- Adiós hermanito - dijo Ginny - será pardillo, como puede haberse creído semejante estupidez.
- ¿Decías algo?
- No, nada pensaba en voz alta - volvió a sonreír inocentemente.
Ginny miró a su alrededor: su hermano desaparecía escaleras arriba y no había nadie a la vista. No tenía demasiadas ganas de volver a la sala común, así que decidió ir a dar un paseo por los terrenos del colegio.
- ¡¡Ginny!! ¡¡GINNY!! – gritó Colin corriendo detrás suyo, mientras ella fingía no oírle - ¡¡GINNYYYY!! ¿NO ME OYEEEES? ¡¡GINNYYYY!!
"Hazte la dura" pensó ella "debes dejarles muy claro a los chicos que eres una chica difícil. Finge que no le oyes. Oh, no, me está alcanzando... está bien, ahora es mi oportunidad... pasará por mi lado en tres... dos... uno... ¡ya!"
- ¡Ah, Colin! ¿Me llamabas? – dijo la pelirroja girándose justo en el momento en que Colin pasaba a su lado. El chico tuvo que frenar en seco, con tan mala suerte que tropezó y cayó de morros al suelo - ¡Ouch! Eso ha debido de doler... ¿estás bien?
- Fi, estoy fien – musitó Colin mientras se tocaba la boca, que presentaba un alarmante color rojizo.
- Estás sangrando en el labio – apuntó Ginny sacando un pañuelo del bolsillo de su túnica y apretándoselo contra la herida – vamos, te acompaño a la enfermería.
- Frafias.
- No tenías que haber corrido tanto – le recriminó la pelirroja mientras le ayudaba a levantarse - ¿Por qué me buscabas?
- Fues forfe fueno, ya fafes... fería haflar fonfigo
- ¿Sabes qué Colin? Mejor me lo explicas otro día, que así no te entiendo un pimiento, y aún te vas a hacer daño.
- ¡¡Pero bueno!!
El retrato de la Señora Gorda acababa de abrirse. Hermione apartó a Dennis de un empujón.
- No es lo que parece, Ron – se disculpó Hermione.
- ¿Cómo que no es lo que parece? ¿Acaso me he imaginado que le estabas besando?
- No, no te lo has imaginado – dijo Dennis con una sonrisa de oreja a oreja.
- Cállate, Dennis ¿quieres?
- Hermione... ¿cómo has podido? ¿cómo me has hecho esto? – preguntó Ron sintiendo como le hervía la sangre.
- Yo no he sido, él me ha acorralado y... un momento... ¿cómo que qué te he hecho? ¿Acaso Dennis es de tu propiedad?
- ¿Pero qué dices?
- Hermione, yo soy tuyo sólo.
- ¡Cállate Dennis! – gritó ella - ¿Qué te pasa, Ron? ¿Acaso no tienes suficiente con Harry? ¿También le quieres a él?
- ¿Qué tiene que ver Harry en todo esto? ¡Estamos hablando de Dennis y de ti!
- Eso, Hermione, hablemos de nuestro amor.
- ¡¡Cállate Dennis!! – gritaron a la vez Hermione y Ron.
- ¡¡Vete a tu cuarto si no quieres que te quite puntos!! – añadió ella.
- Está bien, me voy, nos vemos luego cariño – dijo Dennis acercándose a Hermione para darle un besito.
- ¡¡LARGO!! – gritó ella apartándole la cara.
Ron y Hermione se quedaron mirando a Dennis desaparecer por las escaleras, cuando ya no se le veía, prosiguieron.
- ¿Por dónde íbamos? – preguntó Ron acercándose a Hermione con furia - ¡Ah, sí! ¿Porqué has besado a Dennis?
- Te lo acabo de decir: ¡no le he besado! ¡él me ha besado a mi!
- Tan lista como eres deberías saber que el orden de los factores no altera el producto. ¡¡Os estabais besando!! ¡¡Dos no se besan si uno no quiere!!
- ¿Ah, no? – preguntó a voces Hermione acercándose a Ron, para gritarle más fuerte todavía.
- ¡¡No!! – gritó Ron subiendo la voz cada vez más.
- ¿¿No?? – se acercó rápidamente a él, y en cuestión de pocos segundos, para que no le diese tiempo a reaccionar le sujetó las mejillas con las manos y le dio un beso fugaz. Ron se terminó de poner rojo - ¿¿Has visto?? ¡¡HE DESBARATADO TU TEORÍA!! – siguió gritando Hermione.
- ¿Qué? – preguntó Ron todavía en estado de shock.
- ¡Que acabo de desbaratar tu teoría! ¡Tú no querías besarme y yo sin embargo te he besado! ¡Así que es falso que dos no se besan si uno no quiere!
- Her... Hermione... – balbuceó Ron.
- Y ahora si te da la gana, vas y se lo cuentas a Harry – concluyó Hermione enfadada dirigiéndose a toda prisa hacia las escaleras de las chicas.
- Perdone que interrumpa su clase, profesor Binns, pero debo llevarme al señor Dean Thomas un momento a mi despacho.
- Interrumpa mi clase, profesora McGonagall, no se preocupe, ¿a quién le importa el profesor Binns?
- Señor Thomas, por favor, venga conmigo.
Se encontraban en clase de Historia de la Magia. Hermione seguía enfadada con Harry y Ron, así que no estaba sentada a su lado, estaba delante de ellos junto con Neville, porque no había quedado ningún sitio más para escoger. Eso sí, cada vez que la llamaban ella fingía no oírles, aunque no podía evitar escuchar sus conversaciones.
- Ron ¿porqué crees que se acaban de llevar a Dean?
- ¿eh?
- ¿Te pasa algo? Pareces atontado.
- Sí, bueno, ¿te has mirado en un espejo acaso?
- Quieto Ron, tiempo muerto, no te he dicho nada malo, ¿eh?
- Perdona Harry, pero llevo un día bastante extraño.
- No pasa nada, ¿pero qué crees que quiere McGonagall de Dean?
- Oh, claro – sonrió traviesamente Ron – Ya sabes... McGonagall tiene unas necesidades, y nosotros ya no somos precisamente unos niños.
Hermione tuvo que reprimir las ganas de girarse y darles una colleja a cada uno ¡¡lo que había que oír!! Mientras, Harry y Ron se esforzaban por contener la risa.
- Serán burros – dijo Hermione por lo bajo.
- ¿Cómo dice señorita? – preguntó el profesor Binns.
- ¿Qué? Eh... nada, profesor, perdone.
Harry y Ron se miraron y se empezó a oír su risa muy baja.
- Hermione, ¿qué te ha pasado? – dijo Harry entre risas.
- Nada que te incumba, Potter – contestó ella apretando cada vez más su pluma contra el pergamino.
- ¿Qué ha sido eso? Ron, ¿Hermione me ha llamado Potter?
- Sí, creo que sí Harry... bueno, últimamente está muy rara, será mejor dejarla de momento.
- Sí, quizá necesite un poco de la medicina McGonagall para descargar esa tensión que lleva encima.
Harry y Ron ya no podían aguantar la risa. Hermione estaba apunto de atravesar el pergamino con la pluma.
- No te pases Harry, Hermione no es de esas – dijo Ron fingiendo seriedad.
- No, claro, es verdad, que a Hermione le gustan las chicas – rió Harry.
- ¡Está bien, parad de una vez! – dijo Hermione levantando la voz, olvidándose de que estaba en clase.
El profesor Binns se quedó callado de golpe, y se giró en el aire para mirarla.
- Señorita...
- Granger – dijo sonrojándose.
- Sí, señorita Granger, ¿tiene algún problema?
- No, profesor Binns.
- ¿Entonces me deja continuar con mi clase?
- Sí, profesor, perdóneme.
Harry y Ron cada vez hacían más esfuerzos por controlar la risa, y se notaba por los ruidos que hacía Ron, mientras Harry repetía constantemente "piensa en algo triste, piensa en algo triste"
- ¡Snape!
- ¿Dónde? – preguntó Harry.
- En ningún sitio, pero si piensas en él no te ríes. A mi me ha funcionado – dijo Ron con una sonrisa victoriosa.
- ¿Ah, sí? – preguntó Harry desafiante – Imagínatelo trepando al árbol para bajar los calzoncillos de Dean.
- Nada, no me hace gracia, ya estoy inmunizado.
- ¿Queréis callaros de una vez? – dijo Hermione enfadada girándose hacia ellos.
- Pues imagínatelo probándoselos en el despacho con McGonagall para decidir de si son su talla, vestido solamente con el sombrero de la abuela de Neville.
- No os metáis con mi abuela – dijo Neville girándose.
- Tranquilo, Neville – dijo Harry sin poder aguantar la risa – si no nos estamos riendo de tu abuela.
- ¿Entonces porqué te ríes al decirmelo? – preguntó Neville en tono seco.
- Nos reímos de Snape – rió Ron.
- Os reís de que sois demasiado tontos para prestar atención a la clase – dijo Hermione girándose también.
- Ejem ejem, perdonen que interrumpa su interesante diatriba, ¿pero les importaria compartir con el resto de la clase qué es lo que les hace tanta gracia? – preguntó el profesor Binns.
Hermione miró la clase, normalmente estaban casi dormidos, pero en aquel momento estaban muy atentos a lo que ocurría, sus compañeros siempre estaban ávidos de discusiones ajenas.
- No, profesor Binns, no es nada – dijo Harry aguantando la risa mientras Neville se ponía rojo como un tomate y Ron se oía reír por lo bajo.
- ¿No me lo quieren contar?
- Es que no ha pasado nada, profesor, es cierto – corroboró Hermione.
- Está bien, si no me lo quieren contar a mi quizá prefieran explicárselo a su querida profesora McGonagall.
Harry y Ron no pudieron aguantar más la risa al oír otra vez el nombre de McGonagall en la conversación y estallaron en una carcajada que resonó en la clase.
- ¡¡Ahora mismo!! – gritó el profesor Binns.
Era la primera vez que el profesor Binns manifestaba algún sentimiento, aunque fuese rabia, por lo menos era un sentimiento. Harry, Ron, Neville y Hermione salieron de la clase mientras sus compañeros les seguían con la mirada hasta que cerraron la puerta.
En cuanto salieron de la clase, Hermione se puso a caminar con paso firme en dirección al despacho de McGonagall, seguida de cerca por los chicos.
- ¿Te encuentras mejor, Colin?
- Sí, Ginny, gracias por quedarte conmigo. No me gusta reconocerlo, pero soy un poco quejica, hasta el simple hecho de que me curen la pequeña herida ésta del labio me da miedo.
- No te preocupes, que yo estoy aquí y te acompaño el tiempo que haga falta.
- ¿Aunque te pierdas el resto de clases de la tarde?
- Sí, aunque me… ¡¿qué hora es?!
- Las cuatro y media, Ginny.
- ¿¡QUÉ!? ¿Me estás diciendo que me he perdido una clase de pociones porque tú eres un miedica?
- Sí, y te lo agradezco.
- ¡Pues ya me lo puedes agradecer! – dijo Ginny con cara de pocos amigos – porque con el aprecio que me tiene Snape, si encima falto injustificadamente a una de sus clases no quiero imaginar cómo me tratará el próximo día.
- Tranquila, Ginny, yo te defenderé.
- ¿Tú? – rió Ginny – Será mejor que vaya corriendo a clase, que todavía llego a la segunda hora, le pediré disculpas y ya está. ¡¡Hasta luego Colin!! – gritó la pelirroja saliendo de la enfermería a todo correr.
Lira W.R: mmm... ¿mareador el capi? Puede que sí, de hecho creo que es lo más divertido del fic, que siempre nos inventamos lios para que nunca se aclare nada (de momeeeento :P)
Vanesa C: una de las reviewadoras clásicas ;) no tienes que darnos las gracias por actualizar, más bien tendríamos que pediros disculpas nosotras por no hacerlo V_V Espero que este capi tambien te guste.
Lil Granger: sí que es un poco ingenuo sí, aunque por momentos parece que deja de serlo, sino mira la conversación tan 'adulta' (diooos que criooos) que tiene con Harry en la clase de Binns :P
PadmaPatilNaberrie: vaya un nombrecito, eh? Jejeje Pues aquí tienes otro capi para que disfrutes ^^
Isobo_19: sí, sabemos que el capi anterior fue un poco flojo, se nos quedaron colgando un par de cosillas y teniamos que arreglarlas. Al principio del texto ya explicamos porque ahora los capis son asi :P
Y ya sabeis... si quereis que vuestro nombre salga aquí ejejej solo teneis que enviar un review :P
