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~ Filthy Beautiful ~

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Por Ceres Vesta

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Traducido por Draco girl

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Sabía que ella le seguiría. Era demasiado predecible. Nunca le gusto cuando no sabía que pasaba, especialmente si tenía algo que ver con ella, siempre saldría en busca de las respuestas. Draco había caminado unos metros más tras salir del Gran Comedor y se apoyó sobre el frío muro de piedra, esperando alguna señal de Granger.

- ¡Maldita sea! maldijo una voz entrecortada. Malfoy sonrió satisfecho. No necesitaba mirar atrás. Inmediatamente comenzó a caminar.

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Cabrón egoísta. ¿Quien se cree que es? Ese egocéntrico, idiota, presumido. Hermione intentaba mantener el paso de Malfoy. Ni siquiera miro en su dirección ni una sola vez, y eso la irrito profundamente. Me apuesto a que esta acostumbrado a hacer eso en su casa. Tratar a todo el mundo como a esclavos que sigan cada uno de sus movimientos y ordenes.

"¿Entonces porque no te das la vuelta y le dejas ahí?" pregunto su conciencia

Hermione meneo su cabeza

- No. Quiero saber que esta pasando -se dijo a si misma

"Eso imaginaba" le replico su conciencia

Todo lo que alcanzó a ver fueron las sombras proyectadas por las antorchas de las paredes, y la figura de Malfoy justo enfrente a ella. La parte de atrás de su pelo rubio ondeaba suavemente al minimo atisbo de viento, al igual que su ropa lo hacia a causa de su rapido caminar. Hermione se contuvo a duras penas de mirar su precioso trasero. Había una buena distancia de unos 6 pies entre los dos, y Hermione no se atrevía a acortarla. El giró en la esquina, y Hermione hizo lo mismo escasos segundos después, estaba en un pasillo extremadamente familiar. Espero un momento.

Él se paró delante de un gran cuadro de dos amantes sosteniendo manos bajo un arbol enorme.

- ¿Contraseña?" dijo el caballero del cuadro tras tocar con su indice la nariz de la chica cariñosamente.

Malfoy frunció el ceño. "Impermissus Adamo". Pronuciaron sus labios suavemente, tras ello la puerta del dormitorio del cuadro se abrió. Sin mirar atrás, se introdujo en la habitación.

"Hijo de puta" pensó ella.

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Hermion entró en una sala más que familiar para ella. La decoración constaba de una mezcla de verde y plata en un lado y rojo y oro en el otro. El fuego crepitaba suavemente en la chimenea, cómo dándoles las bienvenida a ambos mientras entraban. El escritorio de Hermione, a la derecha, estaba lleno de libros colocados perfectamente unos encima de otros mientras que los de Malfoy estaban esparcidos por el suyo. Sus manos sujetaban plumas muy caras. Encima de la chimenea habia un cuadro de un león y una serpiente jugando juntos en el campo. La puerta solo se cerró cuando hubo entrado Hermione.

Malfoy se dejó caer sobre uno de los sofás, apoyando su brazo sobre el borde superior y recostando su espalda contra este. Sonrió con desprecio hacia Hermione y abrió la boca.

- ¿Por que me estas siguiendo?

Los ojos de Hermione se abrieron con incredulidad. "¿Por que te estoy siguiendo? ¿Qué por qué te estoy siguiendo? ¿Es algun tipo de broma? Tú, ¡tú me obligaste a hacerlo! De hecho ni siquiera sé que se abra pasado por mi mente para seguir a un increíblemente molesto cretino como tu. Mierda, me voy a mi habitación a estudiar. Esto no tiene sentido."

Pero los pies de Hermione nunca se separaron del suelo y ella nunca dijo ninguna de esas cosas. Cruzó los brazos sobre su pecho y miró fijamente a Malfoy

- ¿Te das cuenta que esta es la primera vez que me hablas desde que nos convertimos en delegados?

Draco bufó. Sus ojos nunca se apartaron de Hermione. Su una vez despeinado pelo se habia transformado en largos tirabuzones marrones que acariciaba su pequeña cintura. Sus ojos brillaban bajo la luz del fuego, y su perfecta cara le miraba con el ceño fruncido. "Es patetico que Potter y Weasley nunca se hallan dado cuenta de este esplendor frente a mi" pensó.

Pasó el peso de su cuerpo a su pie derecho y siguió mirándole, buscando respuestas en sus ojos. Su tez clara, su pelo claro, sus ojos grises claros. . . Hermoine tornó la mirada a sus delicados labios y observó cómo se curvaban en una sonrisa falsa, prácticamente memorizando como habian tomado curva. Cerró sus ojos un instante y los volvió a abrir. Malfoy no se habia movido ni un milimetro.

Ella movió su cabeza a un lado y a otro. - ¿Por que estamos haciendo esto?- dijo abatida. Ella permaneció de pie delante de la puerta, y él, sentado en el sofá.

- Supongo que no puedo apartar mis ojos de ti

Su corazón saltó un latido. No esperaba nada como eso.

- ¿Por que?

Él respiró profundamente.

-No lo sé

- No juegues conmigo Malfoy

- No estoy mintiendo

- ¡BASTA! - Hermione no se dio cuenta que habia sacado su varita del bolso y que estaba apuntado al corazon de Malfoy. Cada vez estaba mas y mas confusa y no era capaz de asimilaro descifrar lo que estaba pasando- ¡Durante los 2 meses desde que volvimos de las vacaciones de verano no has pronunciado ni una sola palabra discriminatoria hacia mí! ¡Habría dado cualquier cosa por escuchar las palabras "sangre sucia" salir otra vez de tu boca! ¿!Y ahora me saltas con que. . . que no puedes quitarme los ojos de encima?!, ¿Que narices te pasa? Explicate antes de que te borre esa estúpida sonrisa de la cara y te la meta donde no brilla la luz del sol

Malfoy permaneció calmado, sin que sus ojos se separaran ni un instante de Hermione. Tumbado dejadamente sobre el sofá, la luz del fuego jugaba con las sombras de sus facciones haciendo a Hermione temblar en un escalofrio.

- Aleja tu varita. ¿Te has lavado las manos tras hacer tus deberes? Dejalas descansar; están temblando como locas.

Hermione tomó aire indignada y volvió a guardar su varita tras la ropa - Estupido hurón -musitó.

Malfoy se alzó lentamente y la miró fijamente. - No te preocupes, aun te odio.

- Es bueno saberlo - replicó - Y yo a ti

Él sonrio con falsedad - Es bueno saberlo- Estaba acortando la distancia entre ambos y por lo que parecia una agonizante eternidad finalmente redujo la distancia a la de una mano. Su cabeza miraba hacia abajo para poder ver dentro de los ojos de ella, y la cara de ella estaba mirando hacia la de él para poder ver bien en sus ojos. Él impedia que la luz del fuego pasase asi que habia un cierto esplendor alrededor de su forma. Su imponente figura intimidaba a Hermione, cuyas rodillas parecian fallarle pero no quería que lo hicieran.

- Sabes, deberias estar orgullosa de poder estar tan cerca como ahora de un sangre limpia como yo. Especialmente de un Malfoy como yo - añadió con un habla lenta.

Algunos mechones de su pelo se habían soltado de la gomina y caian hacia ella. Su pelo era tan largo que Hermione podia sentirlo sobre su propia frente. Ella pensó mil y una respuestas a lo que él había dicho, pero decidió no abrir la boca.

- ¿Quién te crees que eres, intentando jugar con mi vida? - susurro tan suave que Hermione sintio escalofrios por su espalda. Su dedo trazó el contorno de su cara, comenzando con su frente, luego abajo a su barbilla, y a su nariz, y abajo sus labios.

- No es nada más que una sangre sucia para mí. No debería dejarte afectarme de ningun modo.

Su fría caricia la hizo estremecerse.

- No te he hecho nada, Malfoy -Hermione apreto sus dientes

- Ah, pero lo has hecho - le murmuro.- Solo que eres demasiado estupida como para comprenderlo. La forma en la que caminas, con tu cabeza erguida como si lo supieras todo, como tu pelo simplemente flota . . . - deslizo su mano por su delicado cabello- " Magnificamente. . . ¿ Quien te crees que eres, intentando tenerme bajo tu hechizo?

Hermione le miró incrédula. "¿De qué esta hablando?" Era como si él estuviera en un trance. De repente sus manos tomaron su cara y ella se estremeció ligeramente de dolor, pero siguió mirando sus ojos grises que ahora se habían convertido en dos orbes oscuros

- No eres NADA. No vales NADA. No eres nada para MI - Su cara era una mascara y no mostraba ninguna emoción, pero Hermione podía ver claramente en sus ojos que estaba luchando una batalla contra si mismo. "¿Se esta tratando de convencer?".

" ¿Que estoy haciendo?" Malfoy agarraba su delicado rostro y era consciente del dolor que él le infligía. Pero no le importo. Por lo que se preocupo fue por ese repentino estallido de sus emociones. No había querido que Granger escuchara todas las cosas que él había dicho, pero no podía contenerse más. Luchaba con todas esas nuevas sensaciones por la sangre sucia, intentando tomar la decisión de negarlas o aceptarlas, y además no podía guardar todo eso dentro de su cabeza.

Hermione le miraba directamente a él. Su cuello había empezado a dolerle, pero ignoro el malestar. Comenzó a sentir que Malfoy dejaba de apretarla, su caricia se volvió mas gentil y de repente, él rozaba sus mejillas con ambos de sus pulgares. Sus ojos volvían a ser de un hermoso color plata. Lentamente, su cara se acerco a la de ella más y mas hasta que Hermione no pudo resistirlo mas. Cerró sus ojos, y sintió sus dulces labios en los suyos.

Un beso. Él le había dado un beso, y él no sabía si iba a lamentarlo más tarde. No lo profundizo, porque todo lo que él quiso desde que sintió esas mentiras en su corazón era probar una sola vez sus labios carmesí. Ahora que él tenía lo que había querido, no tenía ni idea de que pasaría después.

Acabo antes de que ella supiera que estaba ocurriendo. La libero y paso su pulgar una vez más por sus labios. Hermione estaba sorprendida. Anodada. Se sintió aliviada.

- Eres asquerosa -Miró fijamente a sus ojos otra vez.- Pero preciosa

Entonces Draco Malfoy se volteo, entró en su cuarto, y cerró de golpe la puerta, dejando a una perpleja Hermione sin poder quitar sus ojos de él.