DEL ODIO SE PUEDE PASAR AL AMOR
(por Uialwen)
Cap. 7.
La llamadaComo Hermione imaginó, no consiguió pegar ojo y cuando eran ya las ocho de la mañana, bajó al Gran Comedor con Harry y Ron. Al mismo tiempo que llegaban a las puertas, vieron llegar a Draco que se cogía el brazo derecho, justo en donde tenía la marca.
Hermione al verle, corrió hacia él y le abrazó, provocando en Draco una mueca de dolor. Hermione se apartó y le besó. Entonces fueron juntos hasta las puertas del Gran Comedor, en donde Harry y Ron les esperaban y ellos no le dijeron nada.
Los cuatro se dirigieron a sus respectivas mesas en donde comieron un poco. Hoy Harry y Ron tenían partido de quidditch contra Ravenclaw y no les animaba mucho ese hecho.
En aquella época, el mes de octubre, comenzaba ya a refrescar bastante y ese día se había levantado nublado. El tiempo no acompañaba mucho para la practica del quidditch, pero debían jugar por la copa de quidditch si querían recuperarla.
Los miembros del equipo de Gryffindor se levantaron y se dirigieron a los vestuarios para acabar de repasar la estrategia acordada durante los entrenamientos.
Draco y Hermione se encontraron a las puertas del Gran Comedor para bajar juntos hasta el campo de juego, en donde se sentarían juntos.
Angelina les daba ánimos a los jugadores y ellos, ansiosos por salir al terreno de juego hacían un repaso a la táctica que tantas semanas y días habían estado entrenando duro.
Entonces oyeron que los alumnos ya comenzaban a subir a las gradas y Angelina les dio el último repaso de lo que debían hacer y salieron a por todas.
Allí estaban ellos, en un nuevo partido que esperaban ganar limpiamente. Harry había evitado reencontrarse con Cho Chang, pero ahora ya no podía evitar lo inevitable. La señora Hooch les estaba esperando y anunció que los capitanes de ambos equipos se dieran la mano que estrecharon más de lo debido.
El silbato sonó y la quaffle voló por encima de los dos capitanes que ambos eran cazadores y la que cogió la quaffle fue Angelina.
El nuevo comentarista comenzó el relato del partido, seguido de cerca por McGonagall.
Harry se elevó más que los demás para buscar la dorada snich, al igual que Cho. Ahora no podía evitar estar cerca de la Ravenclaw y a la vez odiaba aquello por los múltiplos encuentros con ésta, que habían acabado mayoritariamente en una tonta discusión.
Ron hacía un gran papel, pues de cinco tiros, paró cuatro e iba ganando Gryffindor por 30 tantos a 10.
Harry vislumbró la dorada snich justo al lado de la escoba de Cho y en un intento de despistar a Cho, bajó en picado y volvió donde hacía escasos dos segundos había estado Cho, pero la snich había vuelto a desaparecer por desgracia de Harry. Volvió a enderezarse y a buscar a aquella dorada pelota con alas que era bastante escurridiza.
Mientras tanto en el campo, en donde se disputaban la posesión de la quaffle, los golpeadores iban de un lado a otro para proteger a los de su equipo contra las maliciosas bludgers que no paraban de intentar derribar a los jugadores de sus escobas.
Ron estaba en los postes y hacía el mayor papel como guardián desde que el anterior año no consiguiera parar ni una quaffle.
Gryffindor iba ganando 80 a 20 y cuanto antes Harry lograra atrapar la snich antes acabaría eso.
En las gradas, Hermione y Draco estaban sentados juntos. De repente a Draco le comenzó a arder la marca y se retorcía en el asiento. Hermione al verlo se apenó y fue en busca de Dumbledore que acudió de inmediato. Se llevó a Draco y Hermione les siguió, a los vestuarios y allí le levantó la manga derecha y se encontró que la marca tenebrosa estaba de un rojo fuego.
- Profesor..., el Señor Tenebroso me llama... Tengo que acudir a su llamada...
- No te demores más, sal a los terrenos de Hogwarts y allí haz lo que debas hacer.
- Gracias profesor- se acercó a Hermione y le besó. Salió corriendo a los terrenos y con su varita se tocó la marca que le ardió aun más.
En cuanto la varita hizo contacto con la marca, todo se volvió oscuridad y tan pronto como aquello ocurriera, la claridad de una hoguera apareció ante él. Allí estaban todos en un circulo, con su sitio vacío que se apresuró a rellenar. Allí le serían entregados el manto y la máscara. Sería a su vez presentado ante los demás mortífagos que le miraban muy asombrados tras sus blancas máscaras y sus negros mantos.
Lord Voldemort no se hizo rogar mucho y apareció justo en el centro y el lugar que tenía enfrente vació lo ocupó aquel hombre que Draco ya había visto el día que recibió la marca tenebrosa. Colagusano, había oído que le llamaba el Señor Tenebroso.
Voldemort se giró en dirección al chico y esbozó una sonrisa burlona al ver que estaba allí como le había prometido que lo haría la noche anterior. Pero poco sabía el chico. Había estado escrutando cada uno de sus pensamientos, pero no lograba descifrar uno. No lo entendía pero parecía que estaba como demasiado reciente o simplemente que el chico lo había protegido de alguna manera de la legeremancia.
Voldemort le dijo que diera un paso al frente. A Draco le temblaban levemente las piernas, pero aun así obedeció y justo lo hizo Voldemort le lanzó la maldición crucio. Draco cayó al suelo retorciéndose.
Todos los mortífagos no paraban de reírse de él mientras le veían en el suelo retorciéndose de dolor y chillando como un loco. Voldemort apartó la varita y la maldición paró de obrar en él. Draco se levantó como pudo e inclinó la cabeza algo desconcertado por lo que acababa de pasar.
- Bien señor Malfoy, ahora le será entregado el manto negro y su máscara blanca. Espero haga un buen uso en mi nombre.
- Por supuesto, señor- dijo Draco, aunque no sabía como había logrado hablar.
- Bien... ¡Colagusano!
- ¿S... sí, amo?- dijo el hombre de la mano plateada e irreal.
- Traiga el atuendo para el pequeño señor Malfoy. También traiga a la madre de éste.
- S...sí, amo- dijo Colagusano y separándose del circulo se desapareció volviendo a aparecerse diez minutos más tarde y con él iba una mujer que parecía haber recibido bastantes maldiciones crucio.
Colagusano dejó a la mujer y se acercó hasta Voldemort con paso torpe y le entregó un manto negro y encima de éste estaba una máscara de un blanco inmaculado.
- Acércate Narcissa, tú eres la que debe de hacerle entrega a su hijo la vestimenta digna de un mortífago, ya que su padre fue abatido y sino me equivoco fue el mismo hijo quien le mató, ¿me equivoco, señor Malfoy?- Draco abrió mucho los ojos pues sabía que aquello era totalmente cierto. No podía esconder su sorpresa, pero a la vez sabía que el Señor Tenebroso había estado hurgando por sus pensamientos y temió que hubiera descubierto la existencia de aquella muggle a la que amaba con locura. Pero se controló y se acercó a su madre para que ésta le entregara lo que le pertenecía como mortífago que ahora era.
Narcissa estaba muy débil por lo que le habían hecho, pero consiguió levantarse y le puso el manto y la máscara. Entonces, Voldemort se acercó a Malfoy y le dio una patada en la espinilla provocando que Draco cayera de rodillas. Otra vez la luz roja de la maldición crucio impactó en él y el descampado volvió a llenarse de sus gritos, peor que la anterior vez. Cesaron sus gritos y Voldemort le levantó.
- Espero que cumplas el juramento que hiciste, Draco. Ahora puedes volver al colegio.
Con eso, Voldemort le hizo desaparecer. En cuanto Draco desapareció, el Lord mató a Narcissa y les dio ordenes a los mortífagos que fueron a cumplir las órdenes.
Al volver a aparecerse, encontró a Hermione esperándole en los terrenos de Hogwarts nerviosa. Draco casi no se podía sostener en pie por las maldiciones cruciatus que le habían lanzado, pero se negó en ir a la enfermería.
Hermione estaba muy preocupada, había pasado toda la mañana y la mayor parte de la tarde en la enfermería, después que Draco se desmayara cuando iban hacia el castillo. Ella lo llevó hasta allí y la enfermera le dijo que debería estar todo el día en observación ya que había recibido dos maldiciones imperdonables y eso era más de lo que él podía soportar.
Draco Malfoy parecía una ángel dormido y no era para menos, porque entre las blancas sábanas de la enfermería, esa blanca piel y aquellos cabellos rubios platino no era para menos.
Draco comenzó a despertar y sintió el aroma a medicina y desinfectantes y descubrió que estaba en la enfermería, a pesar que había dicho que no quería ir allí.
Al abrir los ojos vio que a su lado estaba Hermione y ella vio que abría los ojos. Se le acercó y le cogió una mano.
- ¿Cómo te encuentras Draco?
- Bien, creo- dijo Draco llevándose una mano a la cabeza por el dolor que tenía.
- Me diste un susto de muerte. Te vi por la ventana de mi Sala Común y creí que te habías muerto.
- No creo que fuera para tanto, Herm. Sabes que yo jamás moriría sabiendo que te tengo ahora- dijo Draco y en su rostro apareció una leve sonrisa, algo que hizo que Hermione sonriera también y le besó. Con la otra mano le acarició la frente y el pelo y estuvieron de aquella manera hasta que la Señora Pomfrey apareció por la puerta del despacho y le dijo a Hermione que ahora debía tomarse una poción para que el dolor de las maldiciones al igual que el de la marca desapareciera o que por lo menos no fuera tan fuerte.
Entonces Hermione le dijo que ya volvería más tarde, le besó de nuevo y se marchó hacia el Gran Comedor para ir a cenar un poco antes de irse a hacer los deberes que tenía atrasados.
Draco, por su parte volvió a coger el sueño y durmió plácidamente por unas dos horas, pero Lord Voldemort volvió aquella noche a entrar en los recovecos de su mente y escudriñó sus recuerdos, pero volvió a llegar hasta aquel recuerdo al cual no podía acceder. Estaba furioso por eso y Harry también comenzó a ver lo que Voldemort veía y reconoció lo que estaba mirando el Lord y también vio el recuerdo codificado, aunque para él sí que se le permitió verlo, en cambio al Lord no.
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FLASHBACK
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Draco estaba en la casa de Grimmauld Place y Hermione estaba a su lado observando como la Señora Weasley estaba haciendo la comida. Hermione le acarició la mejilla con la mano derecha y Draco giró la cabeza y observó como Hermione tenía una extraña sonrisa.
Draco le devolvió la sonrisa de manera pícara y los dos se levantaron y salieron de la cocina. Al pasar enfrente del cuadro de la señora Black, apareció Tonks y tiró el paragüero en forma de pata de elefante, provocando que hiciera un ruido estridente y el cuadro de la señora Black se destapó y ésta comenzó a gritar barbaridades en contra de todos ellos:
- MALDITOS, COMO OS ATREVÉIS A UTILIZAR MI CASA PARA VUESTROS MALVADOS PLANES, IMBÉCILES, NECIOS, FUERA DE MI CASA, ESTO NO VA A QUEDARSE ASÍ, SALID DE AQUÍ, MALEDUCADOS, ESO ES UN ULTRAJE, MIL VECES MALDITOS, NECIOS, FUERA DE LA CASA DE MIS PADRES, ESTÁIS CONTAMINANDO LOS RECUERDOS.
- ¡Ya, señora Black, cállese!- le dijo Tonks intentando tapar el cuadro. Hermione se le acercó y Draco también y entre los tres consiguieron que el cuadro se callara-. Gracias chicos.
- De nada Tonks- dijeron los dos sonrientes.
- Mira por donde vas la próxima vez le dijo entre carcajadas Hermione.
- Lo haré, gracias por la advertencia, Hermione.
- De nada.
Así fue como Draco y Hermione se dirigieron hacia las escaleras. Cuando subían por ella, Harry y Ron estaban bajando.
- Hola Harry, hola Ron- dijeron Hermione y Draco al unísono
- ¿Está lista la comida?- preguntó Ron.
- No, aún no está lista- dijo Draco.
- ¡Ouch! Con el hambre que tengo...- se quejó Ron, resignado a tener que esperar aún más para bajar a comer.
- No creo que quede demasiado- añadió Hermione viendo la expresión de su amigo.
- Ah, bueno...- dijo algo más alegre, Ron.
Ron y Harry dieron media vuelta y fueron a la habitación de ambos, mientras que Hermione y Draco fueron a la habitación en la cual se habían instalado por la mañana.
Al llegar, comenzaron a besarse y a acariciarse y sin apenas darse cuenta ya llevaban la mitad de la ropa.
Hermione acariciaba el pecho de Draco, mientras que el chico le acariciaba el pelo a ella.
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FIN DEL FLASHBACK
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Draco se despertó y se dio cuenta que Voldemort no había podido entrar en aquellos pensamientos en los que Hermione aparecía, pero que otra persona sí que había estado viendo sus recuerdos tan bien resguardados.
Se recostó en las mullidas almohadas y cerró los ojos pensando quién podía haber visto lo que tan recelosamente guardaba y con eso rondándole por la cabeza volvió a dormirse.
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Harry se despertó y observó la oscura habitación. Supo entonces que Draco amaba a Hermione y que de alguna forma ese amor servía de barrera para que el Lord no penetrara en aquellos recuerdos y pensamientos a los cuales él sí había podido acceder, pero temió que Voldemort encontrara la forma de saber lo que recordaba y ocultaba Malfoy, por eso decidió hablar con él y después con Dumbledore para que tanto él como Draco comenzaran clases juntos de Oclumancy y así evitar que Lord Voldemort perturbara de aquel modo sus sueños.
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¡Hola de nuevo!
Vuelvo a ser yo, ya sé que hace mucho tiempo que no actualizo este fic y lo siento, pero me ha costado convencer a mi hermana de que me dejara utilizar el ordenador portátil y he aprovechado para así continuar el fic que tanto tiempo hace que no he seguido.
Espero que me perdonéis y que no os hayáis enfadado conmigo.
Espero que a los que os gusta el SLASH os podáis pasar por ¿Venganza o sentimiento? ¡Espero que os guste y que me mandéis reviews!
¡Gracias y hasta otra!
Besos,
Uialwen
