Capitulo 2 "Gracias"

-¡Muchas felicidades!-todo el coro de Seiyu se felicitó enormemente. Desde que habían salido del escenario no hacían más que felicitarse unos a otros, pero la que más recibió felicitaciones fue Tomoyo Daidouji.

A pesar de que ya había terminado su presentación, aun se sentía algo nerviosa, pero por fuera esbozaba una gran sonrisa y felicitaba a todos aquellos que también le daban su felicitación. Incluso otras personas de diferentes preparatorias se habían acercado para felicitarla.

-¡Tomoyo!- una voz la llamó y la joven de ojos violáceos volteó a ver a la persona que la había llamado.

Una joven de ojos verdes luchaba por acercarse a su amiga. Era Sakura Kinomoto, la mejor amiga de Tomoyo.

Al igual que Tomoyo, Sakura tenía 16 años y cursaba el primer grado de preparatoria. Era una de las chicas más populares de Seiyu y una de las que más pretendientes tenía, por su amabilidad e inocencia daba una extraña confianza, además era la líder de las porristas. Sin embargo, aunque tuviera una gran cantidad de pretendientes, Sakura no tenía novio o algún compromiso de ese tipo.

Después de algunos empujones y de estar en medio de una ola de felicitaciones, ambas pudieron salir de ese lugar, pero aún había personas que se acercaban a Tomoyo para felicitarla y también para darle un cumplido a la linda Sakura. Sin darse cuenta, se pararon en frente de ciertos chicos apartados.

-Cantaste muy bien ¡te felicito!-la joven de ojos verdes le dio un gran abrazo a Tomoyo y esta se lo correspondió.

-muchas gracias Sakura-dijo Tomoyo separándose. Entonces le tomo las manos y agregó- de todas las felicitaciones que me han dado, esta ha sido la más importante para mí. Tu sabes que todas mis canciones te las dedico a ti-

Sakura no dijo nada, solo sonrió un poco avergonzada por el comentario de Tomoyo.

-estoy segura de que ganarás-dijo después de unos momentos.

-no debemos adelantarnos, los demás también lo hicieron bien-contestó Tomoyo, con la mayor sinceridad.

-tienes razón-dijo Sakura mirando por todo el lugar. En todas partes se podía ver a los integrantes de los, diferentes, coros nerviosos. Esperando el momento de saber quien sería el ganador del concurso.

-por cierto-dijo Tomoyo-¿no iba a venir contigo el Joven Yukito?-preguntó

-¡eh!-esa pregunta agarró por sorpresa a la menor de los Kinomoto- Tomoyo sabes que, desde que le dije mis sentimientos a Yukito, ya no lo veo tanto. Además supongo que no habría querido venir-dijo algo desanimada

-Sakura, el joven Yukito esta aquí-dijo Tomoyo-además ha hablado conmigo-

-¡¡Que!! ¿¡¡Yukito... aquí!!?-grito una muy sorprendida Sakura. Tanto gritó, que todos los que estaban cerca la voltearon a ver. -¿Por qué... por que esta aquí?-preguntó avergonzada y muy bajito.

-ayer habló conmigo. ¿Sabes? Estaba muy incomodo por haberte rechazado, pero el me dijo que lo que sentía por ti era solamente un gran cariño, como si fueras su hermana-explicó Tomoyo.

-si, el me lo dijo ese día-la porrista lucía en verdad desanimada.

-si, pero no te desanimes. Me dijo, también, que eras muy linda y que probablemente encontrarías a alguien mejor y que de verdad lo amarás, por que así te darías cuenta de que lo que sientes por él es simplemente un gran cariño-ante esto Tomoyo le guiñó un ojo-además he visto que aquí hay muchos que dicen que eres muy linda-

-eh... no se de que hablas-dijo Sakura totalmente roja- pero creo que Yukito tiene razón, espero hablar con él después de que el concurso acabe. La verdad me siento mucho mejor después de haberle confesado mis sentimientos a Yukito-ante esto sonrió dulcemente.

-¿ves? Así me gusta, que mi querida Sakura esta feliz y llena de energía- dijo Tomoyo feliz.

-muchas gracias, Tomoyo. Eres de gran ayuda-Sakura la abrazó por segunda vez.

-tu sabes que eres mi mejor amiga, y que haría todo por ti-Tomoyo sonrió tiernamente.

-bien, es mejor regresemos con los del coro ¿no?-preguntó Sakura

-si, vamos. Ah... por cierto, iba muy en serio lo de que hay jóvenes que dicen que eres linda-dijo Tomoyo, de nuevo le guiño un ojo, y se adelantó, feliz pues su amiga se había quedado congelada por unos segundos.

Totalmente roja, Sakura miró a su alrededor... de nuevo se quedó estancada en su lugar. A unos pocos metros de ella se encontraba un joven...

Lo recordaba perfectamente, a ese joven le había sonreído hace unos momentos. Ahora él la estaba mirando, de nuevo. Aquella mirada de la que nadie, pensó, podía escapar, la atrapó por unos segundos...

¿Qué había en esa mirada?

Sakura no lo sabía bien, pero la hacía temblar y enrojecer. Le recordaba a cuando Yukito solía verla, temblaba enrojecía y hacía estupideces. Pero ambas miradas eran diferentes. La de aquel muchacho transmitía una confusión y una gran turbación, además de un sentimiento, que muchas veces vio en los ojos de su padre cuando veía una fotografía de su madre.

-"¿Por qué mira así?"-se preguntó Sakura muy confundida.

-¡Sakura...!-un gritó la saco de aquel apuro. Tomoyo la llamaba. Agradecida Sakura retiro la mirada del joven y fue a reunirse con sus compañeros. Sin embargo, pasará lo que pasará, se prometió que jamás olvidaría aquella mirada...

OOOOOOOOOOOOOOOOO

-"entonces si tiene novio"-se repitió por centésima vez.

Shaoran jamás se imaginó que alguna vez se sentiría así por que una joven que, en verdad le gustaba, tuviera novio. Sin embargo al recordar la dulce y confundida mirada de aquella joven le daba una alegría indescriptible.

Lo único que le consolaba, aparte de la linda mirada, era que al menos sabía que se llamaba Sakura. Un lindo nombre para una linda joven. Y que tenía un novio que se llamaba...

Sacudió la cabeza, era mejor ya no pensar en eso.

Entonces miró a Eriol. Tan serio como siempre. Entonces le surgió la pregunta ¿Por qué había decido quedarse? Además había nombrado a una joven, cosa rara en el llamar su nombre a las personas.

Tomoyo Daidouji.

¡Claro! Era la chica que hablaba con la linda joven. La corista de Seiyu, tenía que ser ella. Tenía que admitir que era tan hermosa como la otra joven.

¿Qué tenía esa niña (por que en verdad lo era, comparado con él), para que le hubiera agradado a Eriol?

Por que verdaderamente esa no era la conducta de su amigo...

-¡Hiraguizawa!- la joven rubia sacó a Tanto a Shaoran como a Eriol de su silencio y de sus pensamientos-¡Li!... ¿quieren venir?-Naoki Kato era la que los llamaba. Lo más seguro era que estaban a punto de dar los resultados del concurso.

Para Shaoran Li, Naoki Kato era una de las más lindas jóvenes de Nerima. Pero, aun con esa belleza impresionante, Naoki no le interesaba. Además ella se arrastraba por el joven más frío que se pudiera encontrar. Y la cosa más importante: aquella chica no le caí muy bien. Por que se había dado cuenta perfectamente, de que esa rubia también coqueteaba con él. Sin importarle lo que hiciera Eriol, Shaoran se reunió con sus compañeros de Nerima...

Y a todo esto...

¿Qué pensaba Eriol?

La verdad ni el lo sabía. El ver a aquella chica, escuchar su voz, percibir su dulzura... lo habían confundido bastante. Ninguna sonrisa, palabra, movimientos e incluso gestos de otra persona, podría igualar a aquella joven que hace unos momentos estuvo parada frente a él. Era... algo mágico... algo desconocido... era...

...¿Mágico?...

¿Desde cuando pensaba en la magia? Es más ¿desde cuando pensaba en estupideces de ese tipo?

Entonces la volvió a mirar.

Ahí estaba... iluminando a todos con su sonrisa...

Era cierto... la chica era linda, tenía talentos, una voz linda, amable... y deseaba...

No

Quería

Quería que Tomoyo Daidouji le sonriera a él, que le cantara a él...

¡Que estupideces estaba pensando! Primero que lo que estaba sintiendo era mágico y luego quería que esa joven fuera de él. Sabía que él, Eriol Hiraguizawa jamás prestaría atención a una chica, así era... Frío y distante...

-¡Hiraguizawa! ¡Li!... ¿quieren venir?-era la "niñita" Kato. Retiró su mirada de la joven de Seiyu y la fijó en Naoki Kato. ¡Que diferentes eran las dos! Una engreída y orgullosa, la otra amable y dulce.

Naoki, al sentir la mirada fría de su Eriol, se sonrojo y sonrió orgullosamente. A pesar de la gran participación de Seiyu, estaba segura de que ganaría y que con eso, impresionaría a Eriol Hiraguizawa y rompería con el mito del témpano de hielo de Nerima, además de conseguir lo que, desde que conoció a Eriol, había deseado: ser su novia.

Shaoran ya no estaba aun lado suyo, de eso ya se había dado cuenta. Sin embargo no pudo evitar ver de nuevo a Tomoyo Daidouji, que seguía sonriendo y contestando amablemente todas las felicitaciones.

Caminó hacia donde estaban todos sus compañeros, desganado. No sin antes dirigirle una mirada a la bella solista de Seiyu. A diferencia de todas las veces que Eriol la había visto, esta vez si lo vio.

Tomoyo al sentir una mirada sobre sí, volteo y lo vio. Era el pianista de Nerima el que la estaba observando, así que le sonrió dulcemente y sus labios parecieron decir: "buena suerte".

Eriol no creía lo que la joven de ojos violáceos acababa de hacer, le había sonreído... y aparte de eso la había deseado buena suerte. Algo en su corazón se ablando al ver la tierna sonrisa.

En esos momentos ya nada le importaba... lo único que quería era contemplar esa sonrisa para siempre. Y sin sus pensamientos de "son estupideces", que en ese momento no intervinieron... lo quiso con todo su ser...

Tomoyo Daidouji, la única persona que lo había cautivado con una gran dulzura, debía ser suya... y solo de él.

Aunque después se arrepentiría de haber pensado eso...

OOOOOOOOOOOOOOOO

-¡FELICIDADES!-unos gritos generales y una ola de lloriqueos por parte de las jóvenes, abrazos por parte de los jóvenes, y el gran aplauso del público acompañaron al coro que había ganado.

Seiyu festejaba enormemente su victoria. En muchos años, nunca había ganado un concurso de ese tipo... jamás...

Y las mayores ovaciones fueron para la solista, una de las chicas más bellas de toda la preparatoria... Tomoyo Daidouji, quien además había recibido un reconocimiento especial por la magnífica presentación que había dado. Todo el coro festejaba, incluyendo Sakura. Muchos chicos habían dicho que gracias a la belleza de esta, los había inspirado para cantar mejor.

Ajenos a todo esto, los de Nerima veían un poco resentidos a los de Seiyu. Habían hecho todo lo posible por ganar y lo único que habían conseguido era un segundo lugar. Cabizbajos y desanimados se veían unos a otros, pero admitían que Seiyu había dado un poquito más que ellos y que en verdad merecían ganar. Algunas chicas lloraban de tristeza.

Pero Naoki Kato miraba enfurecida a Seiyu y especialmente a su solista. Le habían quitado una gloria que ella tenía que haber ganado, para así conquistar al joven más frío de su preparatoria. ¡Esa maldita joven se lo había quitado! ¡Maldita! Esa chica se merecía lo peor y ella se encargaría de dárselo... por su orgullo y por su escuela... lo juraba...

Ya se las vería con ella...

OOOOOOOOOOOOOO

Aunque el evento ya había terminado desde hace mucho, aún había gente a la salida de aquel teatro. Muchos se felicitaban por su buen trabajo, aunque no hubieran ganado; unos comparaban coros con otros y se escuchaban uno que otro comentario.

Entre toda esa gente, se encontraban Sakura y Tomoyo, esta última ya no portaba el uniforme del coro, sino un vestido sencillo color rosa claro. Se había recogido el pelo en una cola baja y aún sonreía.

-Bueno, me tengo que ir... -dijo unos momentos después la menor de los Kinomoto-no quiero enfadarlo... -

-entiendo, creo que yo también me tengo que ir-dijo Tomoyo.

-¿no van a venir por ti?-preguntó Sakura, refiriéndose a los guardaespaldas de su mejor amiga, ya que la madre de esta había salido en un importante viaje de negocios unos días antes.

-en un momento-contestó la muchacha, sonriendo. Pero su sonrisa desapareció, pues la Jovencita Sakura veía algo preocupada y miraba sin cesar la calle oscura, temblaba.- ¿estas bien?-preguntó.

-Si... -dijo Sakura reaccionando- la verdad es que me da un poco de miedo irme sola, esta muy oscuro... además...-miró dudosa de nuevo a la calle- la historia que Naoko contó hace un momento... -unos chorros de agua salieron de sus ojos y su cara se puso de color azul-¡no quiero que ese cuento se haga realidad!-dijo asustada.

-si quieres te acompaño... -Ambas jovencitas voltearon a ver a la persona que les había hablado.

Frente a ellas se encontraba un hombre mayor, de casi 23 años. Su cabello era de un color café muy claro, no lo traía tan revuelto; sus ojos eran Castaños y estaban protegidos por unas gafas, que en vez de darle un toque intelectual le daban uno amigable; era muy apuesto, tanto que era uno de los más populares de la universidad en la que estudiaba; no tenía el aspecto de ser bueno en deportes, y sin embargo lo era; era mucho más alto que aquellas dos jóvenes; una de las cosas más interesantes que se podían ver a primera vista era la amabilidad en sus ojos y la profunda tranquilidad y paciencia que reflejaba su rostro. Era Yukito Tsukishiro, el mejor amigo de Touya Kinomoto y el gran amor de Sakura, que estudiaba Psicología y que pasaba temporadas muy extensas en casa de los Kinomoto.

-Yukito... -murmuro Sakura, su rostro había pasado de azul a rojo en un segundo. Recordaba todavía el episodio en el que ella se le había declarado.

-¿no te molesta?-preguntó el joven, agachándose, hasta ponerse a su altura. Le sonrió.

-No, no, no... Claro que no-contestó Sakura, roja como un tomate.

-¡Felicidades, Tomoyo! Cantaste perfectamente-dijo Yukito fijando su mirada a la joven Daidouji.

-muchas gracias, joven Yukito, me alegro de que le haya gustado-Respondió Tomoyo sonriendo.-nos veremos mañana, ¿verdad, Sakura?-

-ah...-Sakura miraba sonrojada a Yukito-si claro... ¡felicidades de nuevo!-

-No lo hubiera logrado sin ti-agradeció Tomoyo-hasta mañana-

-¡adiós! ¡Hasta mañana!- la mano de Sakura se agitó en el aire mientras se alejaba junto con el joven, hasta desaparecer en la oscuridad.

Tomoyo suspiró después de que desapareció su amiga. Al menos hablaría con el joven Yukito sobre lo que le inquietaba. La verdad le había mentido a su amiga. Sus guardaespaldas, que habían grabado su participación por órdenes de Sonomi Daidouji, no la llevarían a su casa. Pues en esos momentos deseaba caminar un poco. Ya que ella misma les había pedido que la dejaran ir sola.

¡Gran Error!

Así que tomando fuertemente su bolsa, en donde traía su uniforme y su reconocimiento, se dispuso a marcharse, pero...

Unas 5 chicas le cortaron el paso. Una de ellas, la rubia, se adelantó para quedar frente a ella. Aquella chica tenía una verdadera mirada de odio profundo en sus ojos azules, sus dientes estaban apretados. La verdad era un poco más alta que Tomoyo.

-¿pasa algo?-preguntó Tomoyo sonriendo cortésmente.

-si, pasa algo-dijo la rubia fríamente-tú tienes algo que es mío-

Tomoyo se sorprendió un poco, ¿en verdad había tomado algo de ella? Retrocedió un poco, algo asustada, pero la rubia se acercó más...

-me esforcé tanto para ganar, para que tú, una pobre estúpida, se llevara el primer lugar... -dijo al rubia con tanto odio, que Tomoyo retrocedió más- ¡Dámelo!-gritó-¡dame ese reconocimiento! ¡Me pertenece a mí!-

Tomoyo seguía retrocediendo-siento... lo siento mucho... yo no quería...- dijo retrocediendo más.

-¿lo sientes?, no me hagas reír... la que lo vas a sentir eres tú, ¡maldita chiquilla!- escupió con tanto odio.

Sí Tomoyo pensaba que podía escapar, estaba equivocada, las cinco chicas habían formado un círculo y le cortaban el paso hacia toda dirección. La rubia se seguía acercando más a ella. Podía ver en sus ojos que tenía la más clara intención de lastimarla. Pero a pesar de eso, no le daría lo que ella había ganado con su esfuerzo.

Una de las chicas que formaban el círculo, se empezó a poner nerviosa.

-Kato... mejor olvídalo... ella ganó-dijo temblando.

-¡Cállate! Eso no es cierto... yo gané... no esta mocosa-dijo de la manera más fría y señalando a una Tomoyo que hacía posible por defender lo que había ganado.

-escucha... lo siento, pero no ganarás nada haciendo esto... por favor-dijo Tomoyo abrazando su bolsa, la estaba protegiendo.

-¿por que no te callas?-preguntó la rubia furiosa-Eso me pertenece y ¿Qué ganare? Todo lo que yo quise en este concurso. Ahora dámela por la buenas o... lo lamentarás-dijo acercándose más. Tomoyo cerró los ojos y lo ultimo que vio fue una mano dispuesta a hacerle daño, abrazó su bolsa lo más fuerte posible...

Paso un momento y nada había sucedido.

Abrió sus ojos violáceos y distinguió aun la mano de la rubia, dispuesta a pegarle, pero otra más fuerte la había sujetado, evitando que esta le hiciera daño.

-¿o lamentará que?-las jóvenes de circulo retrocedieron asustadas y sorprendidas, la rubia miraba sorprendida al dueño de la mano que la había detenido.

Eriol Hiraguizawa, que había estado observando todo el asunto desde lejos y que no estaba dispuesto a ver como le hacían daño a esa jovencita, por fin había intervenido. Su voz era más cortante y fría que nunca y miraba bastante molesto a Naoki Kato, esta solo lo miraba sorprendida, al igual que la solista de Seiyu.

-¡No entiendes que ella ganó! ¡No tienes derecho a quitarle su premio!-su manera de hablar dio tanto miedo, que las muchachas que acompañaban a Naoki se alejaron más. A pesar de que Hiraguizawa era frío, jamás lo habían visto tan molesto como aquella vez. Después de unos momentos soltó la mano de la joven rubia, esta lo miró fríamente, sus ojos azules estaban vidriosos y parecía que iba a llorar en cualquier momento, después miro a Tomoyo con odio intenso y se marcho, con la cabeza en alto. Las jóvenes que la acompañaban miraron confundidas y asustadas a Eriol y después de unos momentos, se alejaron.

Tomoyo observó la escena verdaderamente sorprendida. Pero después su cara se tornó triste y sus lindos ojos se llenaron de lágrimas.

Eriol aun no se había dado cuenta de eso y aun seguía mirando la dirección que había seguido una verdadera orgullosa Kato. ¡Había estado a punto de hacerle daño a esa joven! ¡A la joven más linda que hubiera visto! Pero un sollozó hizo que volteara a ver a la joven que había defendido.

Ahí a unos pocos pasos de él se encontraba Tomoyo Daidouji, aun seguía abrazando su bolsa y al ver una gota cristalina cayendo al suelo, comprendió que estaba llorando. Algo en su corazón pareció sentir dolor al ver a la linda joven llorando. Pues a él nunca le importaba si una joven lloraba o no. Y al ver que Tomoyo Daidouji lloraba, le causo un gran dolor que no podía ser comparado con nada.

Tomoyo no pudo contenerse y dejo escapar aquellas lágrimas que le habían hecho un nudo en la garganta. ¡Su participación había sido la destrucción de muchos sueños! ¿Por qué no se había dado cuenta de eso? ¿Había sido envidiosa? Pero algo blanco que se interpuso en su mirada. Era un pañuelo.

Levantó la mirada y se encontró con unos ojos azules que la miraban sin ninguna expresión, luego miró el pañuelo que le ofrecía aquel joven, lo tomó y sonrió agradecida.

-no deberías llorar por que esa tonta te quiso a hacer daño-dijo tratando de sonar muy frío. Vacilaba.

-ella tenía tantas ganas de ganar... -murmuro Tomoyo.

-no, ella solo quería impresionar a alguien, para que le hiciera caso-dijo mirándola seriamente.

Un momento de silencio

-muchas gracias-dijo después de ese silencio y le entregó el pañuelo. Tomoyo lo miró confundida, a pesar de ser una persona fría no parecía tener mal corazón. Eriol Tomó el pañuelo y lo guardo. Tomoyo se disponía a irse, cuando la voz de aquel joven de nuevo la llamó.

-¿te irás sola?-preguntó sin ninguna expresión tanto en su voz como en su rostro.

Tomoyo asintió algo nerviosa.

-te llevó. Todavía no se si Kato ya se fue o esta esperando el momento de verte sola otra vez-dijo sin ninguna preocupación-debes tener cuidado con ella-

-pero... -protestó Tomoyo-esta bien-dijo después de pensarlo bien. El joven le indicó que lo siguiera y Tomoyo lo siguió.

A pesar de que no se comportara amablemente con ella, sabía que ese joven no le haría ningún daño, muy dentro de ella sabía que era una buena persona... y por que no, un joven muy apuesto.

OOOOOOOOOOOOOO

Un automóvil cruzaba las calles desoladas de Tomoeda, ya era un poco tarde. De vez en cuando se podía ver uno que otro automóvil a parte de ese, pero eran muy pocos los que pasaban.

Tomoyo veía desde la ventana de aquel lujoso automóvil, las luces de la pequeña ciudad que iluminaban su lindo, pero todavía triste, rostro. En realidad en el poco tiempo que llevaba en aquel automóvil, no había podido entablar una conversación con el joven que la había salvado. Después de unos minutos y al estar esperando que el rojo de un semáforo cambiara a verde... Tomoyo se atrevió a hablarle.

-eh... disculpa...-dijo algo nerviosa. El joven, que no despegaba su vista del semáforo, asintió, en una forma de decir que la estaba escuchando.-aún no me has dicho tu nombre... -finalizó.

Hubo un momento de silencio, algo prolongado. Tomoyo pensó que, a lo mejor, a ese joven no quería presentarse y de nuevo volteo a la ventana. El automóvil ya estaba en marcha otra vez. La joven se sentía algo decepcionada...

-Eriol Hiraguizawa... -dijo después de unos segundos. Tomoyo lo volvió a ver, esta vez sonriendo. ¡Ya se acordaba! Eriol Hiraguizawa era el pianista de Nerima, él había ganado un reconocimiento como el mejor pianista, ¡como lo había olvidado!

Eriol la divisó un momento. ¡Que linda se veía sonriendo! Mejor que llorando. Un momento. ¿Qué tonterías estaba pensando? ¿De nuevo estaba en eso? sacudió ligeramente la cabeza, para sacar esos pensamientos.

-Yo soy Tomoyo Daidouji, tengo 16 años. ¿Y usted, joven Hiraguizawa?- preguntó interesada. Sabía que aquel joven era mayor que ella, tanto en estatura (le llegaba muy apenas al pecho), como en edad. Lo que no sabía es que Eriol ya sabía su nombre, es más hasta había deseado algo que ella jamás imaginaría y que él tarde o temprano, aunque lo negara por el momento, llegaría a aceptar y lo convertiría en una persona diferente.

Otra vez un momento de silencio.

Tomoyo se sentía desconcertada. En todos sus años de vida, jamás había conocido a alguien como Eriol Hiraguizawa. Tan frío y distante y guapo a la vez. Era muy difícil saber lo que pensaba o sentía, pues la joven Daidouji nunca había encontrado a una persona a la que no pudiera leerle el pensamiento. Y justo ahora conocía a alguien que no le podía leer sus pensamientos. Eso hacía que se sintiera interesada hacia Eriol Hiraguizawa.

-...18 años... -dijo después de otro momento de silencio.

Tomoyo ya no le dirigió la palabra durante el transcurso. Pasaron otros minutos y por fin llegaron a la casa de la joven.

Era una casa gigantesca, que en esos momentos estaba iluminada por los faroles de la calle. La joven sujetó su bolso y se preparó para bajar del auto, pero la cinta de su cabello, al tratar de salir, se desató, cayendo al asiento.

Eriol que aun seguía en el auto, vio como cayó la cinta al asiento y se inclinó a recogerla, pero también Tomoyo trató de hacerlo...

Sin querer, Sus manos rozaron.

El tiempo se detuvo unos segundos. Eriol sintió un escalofrío, que le recorrió todo el cuerpo, Y después una calidez extraña. Había tocado, si se podía decir, esa mano, blanca y delicada y en esos momentos no había nada mejor que eso.

Tomoyo también se había estremecido de pies a cabeza. Lo que ella deseaba era estar así para siempre... aunque ni ella se dio cuanta, hasta más tarde, de aquel deseo.

Después de esos preciosos segundos, interminables; ambos retiraron la mano, rápidamente. Eriol fingió no haber sido afectado por eso, cosa que le costó un poco de trabajo. En cuanto a Tomoyo solo se retiró con la cinta, la oscuridad ocultaba el rojo que se había encendido en sus mejillas.

-... Muchas gracias por todo... -dijo Tomoyo, después de un momento de incomodo silencio. Le sonrió agradecida.

-no fue nada- dijo Eriol, tan serio y frío como siempre.

Tomoyo cerró la puerta de auto y después de unos segundos este arrancó y despareció en una vuelta.

-espero volverte a ver... -murmuro, cautivada por el joven Hiraguizawa.

Y en el auto que avanzaba, Eriol Hiraguizawa, pensó lo mismo.

-"espero volver a verla"-pensó, y esta vez no se arrepintió de haber pensado eso.

¡Solo el destino se encargaría de que esos deseos se cumplieran...!

Las (Innecesarias, Ignoradas y no muy interesantes) de la Autora:

¡Hola!

Bien a pedido de ustedes aquí esta el segundo capitulo. ¡Pobre Shaoran! Piensa que realmente Sakura tiene novio... pero eso no es cierto... mientras tanto Eriol ha defendido a la pobre Tomoyo de su admiradora N°1 (Naoki), ¿Por qué? Bueno pienso que ustedes tienen la respuesta, ¿no?

Y por otra parte... muchas gracias por sus reviews:

Meikyo: me alegro de que te haya gustado. Y siento decirlo, pero creo que va ver algunos capítulos en los que si me voy a tardar. ¡Gracias!

MGA_FGA: Muchas gracias por tu review y me da mucho gusto de que te haya gustado la personalidad de Eriol.

Tiffany Dinch: ¿estare soñando? ¡Me da mucho gusto que te haya gustado! Por que, ¿sabes?, yo soy una de las lectoras anónimas de Amando al Enemigo y también leí la Sombra de Tomoyo, solo que me da mucha pena no haberte dejado un review, pero... ¡me da mucha vergüenza!... ¡muchas gracias por el animo!

Fuu2: ¡que bueno que te gusto este capítulo!

También agradezco a las personas que lo leen y no dejan review, (tienen sus razones para no hacerlo) en fin... ¡muchas gracias a todos!

Nos vemos en el próximo capítulo.

Adios!!! ^-^