Los personajes no son mios.

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Retorno de un viaje.

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Era sábado, y tocaba la limpieza anual. Se habían repartido las faenas. Kasumi y Nabiki limpiarían el sótano, los patriarcas limpiarían el almacén y Ranma y Akane les tocaba limpiar el desván. Tía Nodoka estaba de viaje, se acercaba el aniversario de la muerte decla señora Tendo, debía comprar flores para llevar a su tumba, y sólo las vendían en un pequeño pueblo en la otra punta del país.

Los dos chichos habían tenido una tonta pelea sobre un las otras prometidas de Ranma, y haciendo la limpieza seguían peleándose.

-¡No abracé a Shampoo! ¡ Fue ella quien salto sobre ti!- contestó iracunda la chica.-¡ No hiciste nada por evitarlo!.

-¡ Me dio un golpe en la cabeza con su maldita bici!, ¡ Me dejó aturdido!- se defendió el chico-¡ Durante unos segundos no pude hacer nada! Y ella me abrazó. No pude evitar que me abrazara.- la miró con furia y le dijo- ¡ No hiciste nada por ayudarme!, ¡ Te fuiste dejándome sólo. Y lo peor que luego llegaron las otras dos y cada una me estiró en una dirección, me sentí como si fuese un muñeco que querían tres niñas caprichosas.

-¿Qué quieres que hiciera?

-Haberme dado unos de tus golpes, cuando aparecen y me mandas a volar, me salvas de esas tres.

-¡Eres un masoquista!- dijo ella- desear que yo te golpee a que esa a tres te abracen.

- Pues si lo deseo, por extraño que parezca- el chico la miró casi con pena- es parecido a cuando llegué a aquí. A tí cada mañana te atacaban esos brutos, todos querían salir contigo. Ellas son igual, salvo que al ser mujeres no puedo pegarles. Si al menos fuesen los tres idiotas.

Akane lo miró extrañada, sintió que su furia hacía su prometido bajaba un poco, no mucho, seguía enfadada con el joven, no le pediría perdón, su orgullo se lo impediría.

Ranma estaba limpiando una estanterías y de ellas cayó una caja. Los dos la miraron era una cajas de madera, muy decorada y parecía bien cerrada y sin tapa por donde ver lo que había en su interior.

-¿Qué es esto?- se preguntó la chica.

- No lo sé, esta es tu casa- contestó el chico- si tú no lo sabes, ¿Cómo quieras que yo lo sepa?

-¡Eres idiota!- contestó ella, lo dijo sin pensarlo, casi automática, estaba completamente absorbida por el misterio de la caja.- ¡Que raro!, no sabía que existía. Le preguntaré a Kasumi o a mi padre. Si Nabiki supiera algo me cobraría por la información.

Ranma rió sin ganas. Ese mes les debían mucho dinero a Nabiki.

-¿ Como se abrirá este trasto?- preguntó el chico- parece muy antiguo.

Akane miró la caja y le empezó a dar vueltas, no se veía donde estaba la tapa. Los dos jóvenes se preguntaron cual debía ser la parte de arriba y la de abajo.

De repente Akane tocó en unos de los dibujos que adornaban la caja y la escondida tapa se abrió. Del interior cayeron algo que parecía un antiguo reloj de bolsillo que cogió Akane y un libro que cogió Ranma y empezó a leer. La chica miró ese extraño artilugio. Como con la caja tocó un resorte y la tapa de ese extraño aparato se abrió.

Dentro había botones y unos números, y algunas luces. A pesar de parecer muy antiguo ese reloj parecía tener una tecnología muy moderna.

-¿Qué será esto?,¿Para que servirán estos botones? – dijo la chica y tocó uno.

-¡No lo toques!- advirtió alarmado Ranma que había leído la primera página del libro, y se abalanzó sobre la joven para evitar que tocase ningún botón.- es…

Demasiado tarde, Akane sin querer pulsó un botón. Los dos chicos vieron que un resplandor que los envolvía, al apagarse ese resplandor los dos chicos habían desaparecido.

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Ranma despertó bajó el puente donde siempre se refugiaban cuando llovía. Miró al cielo, debía haberse quedado dormido. El estómago le gruñó, debía ser la hora se comer. Debía ir al dojo, y empezó a recordar, estaba con Akane limpiando el desván, el extraño reloj, el resplandor, y….

-¡Akane!- gritó, se estaba asustando--¡Akane!- volvió a gritar aún más aterrado. Y entonces la vio tumbada a unos metros suyo.

El joven se levantó a trompicones, se acercó a la chica, y le tocó la cara, suspiró, estaba viva.

Ella despertó con el con el contrato del chico.

-¡ No vuelvas a tocarme!- gritó ella furiosa-¡ Como me vuelvas a tocar…!- la chica miró a su alrededor, no recordaba como llegó ahí, y supuso mal,- ¡Me has secuestrado!, ¿ Como osas traerme aquí?.

El chico la miró mal.

-¡No te traído aquí!- gritó furioso el chico-¡tampoco recuerdo como he llegado aquí.

Ella lo miró con suspicacia.

-¡ No te creo! Seguro que me querías violar, o quitarme la ropa.

- ¡No soy el pervertido de Happosai ¡- Ranma la miró con furia- lo último que recuerdo es que tú tenías ese extraño reloj en la manos pulsaste un botón y…

Ella recordó eso y se espantó.

-¿ Dónde estamos?, ¿ Como hemos llegado aquí?

- No lo sé, lo mejor es ir al dojo.

Los dos iban hacía el dojo. Akane notó un peso en su bolsillo y vio que era ese extraño reloj. Decidió no tocarlo, hasta no leer el libro que llevaba Ranma.

-¿ Que es esto? – preguntó Akane- la panadería de los Tanaka ha cambiado, pero si hemos comprado harina esta mañana.

- Y no sólo la panadería,-contestó Ranma, y señaló en una dirección.

-¡ El Neko- Hanten no está!- gritaron los dos chicos.

Algo raro pasaba, todo había cambiado en cuestión de horas, desde que usaron ese extraño reloj, el mundo se volvió raro, muy, muy raro.

Había casas donde antes había descampados. Algunos negocios habían cambiado de aspecto, otros eran nuevos, y otros parecían más viejos.

Pasaron por un pequeño parque infantil y se quedaron parados mirándolo, entre el asombro y el miedo.

-¡ Ayer no estaba así!- exclamó la chica- parece nuevo, han cambiado todos los aparatos infantiles.

Ranma no salía de su asombro, miró el aparato que llevaba Akane colgado, fuese lo que fuese ese aparato había puestos sus vidas patas arriba, tal vez los hubiese hecho dormir y hacerlos tener un sueño, pero ese sueño era tan real que daba miedo.

No había podido leer todo el libro, lo haría cuando estuviese un tiempo de relax, sólo había tenido tiempo para leer la advertencia de la primera página, que les decía que no debía pulsar ningún botón.

En un momento Akane se acercó al escaparate de una tienda, y miró un reloj digital, y llamó asustada a Ranma.

-¡ Ranma!, ¡Ven!- pidió en un tono que no admitía replica, el chico detectó en la voz de su prometida miedo y terror.

El chico se acercó a Akane, ella le señaló algo, y él miró hacía lo que le señalaba ella. Al principio no vio nada extraño, era un reloj digital grande , que iba cambiando de la hora a la temperatura, pero cuando miró el…, se asustó y retrocedió, miró a Akane.

-¡ No es posible!- dijo Ranma asustado, dio un paso atrás- ¡ Esto no puede estar pasando!.

Los dos volvieron a mirar el reloj gigante que había en el escaparate, ahora se dieron cuenta donde los llevó el aparato que encontraron en el desván .

-¡Estamos veinticuatro años en el futuro!- gritaron los dos jóvenes.

Los dos entraron sufrieron un shock, y durante unos minutos no reaccionaron, cuando lo hicieron, se miraron.

-¡Debemos ir a casa!- dijo Akane.

Y salieron corriendo hacía el dojo.

Pasaron por al lado de una madre que llevaba a su hija.

-¡ Mamá!, ¿ Porque esos chicos visten tan raro?- preguntó la niña.

La mujer miró a los dos jóvenes.

-Deben ser dos chicos que les gusta la ropa de hace veinte años- contestó la mujer.

Los dos prometidos se miraron, era cierto su ropa estaba pasada de moda, es más ellos mismos estaban pasados de moda.

Akane miró a la mujer y la reconoció.

-¿Yuka?-preguntó la chica que había viajado en el tiempo.

La mujer la miró asustada.

-¿Quién eres?,¡No te conozco!

-¡ Soy yo Akane Tendo!, ¡ Nos conocimos en primaria!

-No conozco a ninguna Akane Tendo- dijo la mujer muy nerviosa- ¡no sé quién eres!, ¡ Voy a llamar a la policía!, ¡ No sé de qué me conoces!, ¡Seguro que quieres robarme!

Akane miró a la mujer asustada, no sólo habían viajado en el tiempo, en ese futuro no lo conocían nadie.

La presunta Yuka sacó un aparato desconocido para los dos prometidos y empezó a hablar por él.

-He llamado a la policía, ahora vendrán y averiguarán como sabéis mi nombre.

Llegó un coche de la policía y bajaron dos policías, un hombre y una mujer.

-¡Hola Yuka!- dijo uno de los policías.

-Estos jóvenes dicen que me conocen que fueron conmigo al instituto.

La otra policía miró a los dos prometidos.

-¡Ahora la verdad!,- dijo esa policía- ¿ De qué conocéis a Yuka?

Ranma y Akane miraron a los dos policías asustados.

-¿ Sayuri?- dijo Akane sorprendida.

-¿Daisuke?- preguntó Ranma no menos asustado.

Las dos mujeres y el hombres miraron con sorpresa a los dos jóvenes.

-Seguro que habéis sabido eso por Internet- dijo Daisuke.

-¿Internet?- dijo Ranma- pero si eso es muy lento. Y viendo que esa conversación no iba a ninguna parte- ¿ Y entonces como sé que tú y Hiroshi mirabais desde la azotea del Furinkan como se cambiaban las chicas? Y que guardabas las revistas guaras en el altillo de la habitación de tu hermana. O tengo que hablar de cómo le hacíais bullim a Gonsokugi.. Soy Ranma Saotome entre yo y mi prometida -señaló a su compañera- Akane Tendo os quitamos ese vicio.

El policía lo miró asustado, era imposible que ese joven supiera eso, y que conociera a Hiroshi y a Gonsokugi.

-¿Quién eres?, ¿ Como sabes eso?- preguntó Daisuke.

Entonces el hombre sintió mucho frío, se giró y vio a sus antiguas compañeras mirándola con rabia.

-Entonces,¿ es verdad que tú y Hiroshi nos espiabais mientras nos cambiábamos de ropa?.

Daisuke no se pudo defender de esa acusación y recibió una merecida paliza.

Cuando las dos mujeres acabaron de darle su merecido al antiguo mirón, se dieron cuenta que los dos jóvenes habían desaparecido, los vieron huyendo por los tejados.

-No sé quienes son, pero se mueven bien, están bien entrenados.- dijo Sayuri. Y añadió- viéndolos moverse así, me hace tener una extraña sensación de pérdida, como, como…

- Si, sé lo que hablas, es como si esos jóvenes y nosotros deberíamos hablarnos encontrado de jóvenes.

Daisuke miró el ordenador del coche y metió lis nombres de los dos jóvenes en el ordenador, y junto con sus amigas miraron los datos.

En la pantallas aparecieron las fotos de dos niños de pocos años idénticos a los dos jóvenes que acababan de ver, con los mismos nombres.

Los tres se quedaron miraron, a ver fichas datos.

-¡Imposible!- dijeron los tres asustados- según los datos, esos dos jóvenes estaban…

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Los dos prometidos se acercaron al dojo, unas calles antes de llegar bajaron de los tejados y corrieron por la calle, al llegar al edificio se quedaron un rato mirándolo, estaba muy cambiado, el muro estaba reformado, con puertas nuevas, el edificio que servía como casa había sufrido una reparación y el dojo también. Parecía que el negocio iba bien.

Los dos jóvenes entraron y oyeron ruidos en el dojo, parecía que se estaban dando clases.

-Nos debe ir muy bien, para modernizar tanto la casa- dijo Akane.

-Me parece extraño, hemos cambiado incluso el letrero de la entrada, aunque no lo he leído.- contestó el chico.

-Yo tampoco, he visto tantos cambios que no lo he leído.

Los dos jóvenes fueron hacía el dojo, abrieron la puerta y vieron al sensei dando clase a un números grupo de jóvenes.

El hombre se los quedó mirando asombrado y los dos chicos lo miraron también con asombro.

Ranma se enfureció, se giró a Akane enfadado y le gritó.

-¿Desde cuando me engañas?- dijo El chico señalando el hombre que enseñaba- ¿Cómo me has podido hacer esto?, ¿ desde cuando estás con el idiota de Ryoga.

El maestro de ese dojo los miró, pero cuando oyó que ese niño lo llamó idiota se enfadó, le daría una buena paliza, pero se detuvo a pensar, ¿ Como sabía ese joven su nombre?

Mientras los dos prometidos se peleaban.

-¡Yo no te engaño!- dijo la chica- siembre te he sido fiel no como tú a mi.

-Siempre te he sido fiel, esas tres no significan nada para mí. – miró al Ryoga cuarentón- ¡te casaste con un cerdo!

- ¡Tal vez si me casé con él!-gritó ella más furiosa-¡ POR QUE TÚ ME ENGAÑASTE CON ALGUNA DE ESAS TRES!.

-¡Ni en mis peores pesadillas me casaría con esas tres!, ¡ No estoy tan loco para casarme con esas tres! Acabaría más loco de lo que estoy.- respiró y volvió al ataque- ¡sólo vivo por ti!, ¡sólo te amo a ti!.

-¡Lo mismo me pasa a mi!- gritó la chica- ¡ Eres al único que amo!- Los dos se miraron desafiantes sin darse cuenta que se habían declarado sin darse cuenta. Fue entonces cuando Akane vio el peligro-¡Cuidado Ranma!

Ranma notó que lo atacaban, cogió a Akane en brazos y saltó unos metros, dejó la chica en el suelo y se giró al atacante.

-¡No has cambiado en nada Ryoga!, siempre atacando a traición.

-No sé quienes sois. Entráis a mi dojo- miró a Ranma- y tú, un jovenzuelo imberbe me insulta.

-¿ Tú dojo?, ¡ Este es el dojo Tendo!, No dejaré que sea tuyo.

Ryoga ni contestó, atacó a ese joven tan impertinente.

La pelea no fue como esperaba Ryoga ese joven se movía bien, era el mejor luchador contra quien se había enfrentado. Le estaba dando problemas, los golpes de ese chico eran demoledores, estaba bien entrenado, demasiado bien.

Ranma tampoco lo pasaba bien, ese Ryoga adulto era muy fuerte y con mucha fuerza, y el sólo era un joven, si los dos hubiesen tenido la misma edad, Ryoga ya hubiese caído.

Después de cinco minutos de pelea los dos combatientes estaban agotados, pero ninguno se dejaría vencer por el contrario.

-A pesar de tu edad luchas bien, pero yo tengo más experiencia, te acabaré venciendo.

- Sigues igual de creído, sigues despreciándome. Tu experiencia no es nada, he combatido contra gente más fuerte que tú, el Ryoga que yo conocí era más fuerte que tú.

- No te conozco, no sé quién eres, ni quien es esa chica que te acompaña, seguro que no te la mereces.

Eso enfureció a Ranma, pero más le enfureció cuando oyó a los alumnos de Ryoga.

-Nosotros ataquemos a la chica, es guapa-dijo uno de eso chicos.

-Quien la venza saldrá con ella.

Akane se puso en guardia, no se dejaría vencer por esos niños, que al estar en ese futuro realmente podrían ser sus hijos , ella debía de tener cerca de cuarenta años en ese futuro.

Ranma cuando vio que Akane era atacada decidió acabar su pelea y ayudar a su prometida, miró a Ryoga.

-El truco de las castañas- y atacó a Ryoga, que no paró ni un golpe y salió volando unos metros.

Los jóvenes que iban a atacar pararon en seco, ese chico de su edad había vencido a su sensei. Pero enseguida como venganza se dirigieron a Akane.

Ranma furioso se interpuso entre ellos y Akane. El grupo de estudiantes se asombraron, la velocidad con que se movió el que humilló a su sensei era increíble.

-¡A por ellos!-dijo el más preparado del grupo-que sólo son dos esto será un entrenamiento. Dos minutos después todo el grupo estaba en el suelo, no fueron rivales para los dos prometidos.

Ryoga los miró con terror, si siendo jóvenes eran tan fuertes y tan bien preparados, no quería saber como serían cuando fuesen adultos.

-Ni entrenamiento, ni nada.- Miró a Ryoga -explica esto cerdito.

En ese momento entró un joven parecido a Ryoga de joven, y una mujer.

-¡ Os haré pagar por lo que habéis hecho a mi padre!- dijo el joven.

-¡Noo Kotaro!, ¡ No estás a su nivel!- gritó el padre de ese joven.

Pero este no hizo caso, y pronto cayó vencido por Ranma.

-¿Qué habéis venido a buscar?, ¿ Qué hacéis en el dojo Hibiki!- gritó la mujer.

Los dos prometidos se miraron.

-¿ El dojo Hibiki?, ¡ Es el dojo Tendo!.

-Eso fue antes, hace años. Ahora es de mi esposo y mío- dijo la mujer.

Ranma la miró y gritó sorprendido.

-¡Ran- chan!, ¿Eres tú?.

Ryoga y su mujer lo miraron sorprendidos.

Ukyo se acercó a Ranma y lo miró.

-¿ Quién eres?, ¿ Como sabes como me llamaba…?- miró al joven, y se llevó las manos a la cabeza asustada. No podría ser, había reconocido a ese joven-¿ Ran… Ran- chan?- negó con la cabeza-¡ No puedes ser tú!.

-¡ Si!, ¡ Soy yo!, Ranma, o Ran-chan como tú me llamabas.

Ukyo retrocedió y volvió a negar con la cabeza.

-¡No puedes ser Ran- chan!- negó la mujer- él…, él-…, -miró al joven- Ran- chan- y al final confesó, aunque supo que iba a destrozar a esos dos jóvenes que se creían Ranma y su prometida- Ran- chan, murió- vio el horror en el rostro de los dos chicos- Ran- chan murió siendo niño, cuando intentó salvar a una niña que se ahogaba en el rio. Una niña llamada Akane Tendo.

Los dos prometidos se miraron asustados.

-¡No es posible!. – dijeron los chicos- estamos vivos.

Ranma lo pensó.

-Al menos hasta que ese trasto nos trajo aquí. Hemos viajado a un universo donde no existimos.

-Debemos leer el libro haber como solucionamos esto.

Akane cogió el libro, se habían sentado en el. tatami del dojo.

Ranma empezó a preguntar que pasó después de su teórica muerte.

-La señora Tendo murió meses después de su hija, estaba enferma terminal. Su marido quedó destrozado, se volvió un alcohólico, y dio mala vida a sus hijas. La mayor se casó con un doctor y se fueron a vivir a un pueblo y no quiso saber nada de su padre, ni cuando enfermó a causa del alcohol y murió. La mediana nos vendió el dojo y se fue a otro país.- Contó Ryoga.

-El padre de Ran- chan volvió a su casa sin su hijo, y su mujer lo obligó a hacerse el sepukku, después ella se mató.

Los dos chicos se miraron espantados, sus muertes habían destrozado sus familias.

Akane siguió leyendo y de repente chilló.

-¡Ya sé como arreglar esto!. Al viajar en el tiempo cambiamos el pasado, debemos ir al día que nos ahogamos, y salvarnos- dijo Akane.- así restauraremos nuestra realidad.

-Pero, ¿Cómo iremos a ese día?- preguntó Ranma.

-Ya sé como funciona esto- y señaló ese extraño reloj- si ajustamos estas manecillas y pulsamos este botón- y Akane agarró a Ranma y pulsó el botón.- Pero debemos salir ya, o nos quedaremos en este futuro y no podemos arreglar nada.

Y los dos jóvenes fueron envueltos por una luz y desaparecieron delante de la sorpresa de la familia Hibiki.

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Ranma y Akane despertaron de nuevo bajo el puente. Era una mañana fresca, los dos miraron el rio.

-¿ Estamos en el día indicado?- preguntó Ranma.

-Al viajar a ese futuro cambiamos de forma indirecta algo de nuestro pasado- dijo ella- Parece que si no hacemos bien el salto en el tiempo se cambia algo del pasado, en ese salto se produjo que muriésemos en el pasado- la chica lo miró- debemos evitar que nos ahoguemos .

-Pero eso cambiará el futuro- dijo él.

-Si, pero lo debemos hacer para que tú y yo tengamos un futuro, si no lo hacemos- lo miró asustada- no tendremos sitio a donde ir, nadie nos conocerá, no existiremos en la memoria de los demás, seremos personas fuera del tiempo, o en el peor de los casos desapareceremos.

-Eso parece terrible.

- Con cada salto, también se pueden provocar cambios en varias cosas de nuestro pasado, puede que tengamos que ir arreglando cosas, pegando saltos en el tiempo.

- Y provocando infinidad de cambios- dijo alarmado el joven.

- No está vez, según indica el aparato no se ha producido ningún desajuste temporal, no siempre hay cambios en el tiempo.

- No sabemos donde nos ahogamos-dijo él- ¿como podemos salvar a nuestros yos de niños si no sabemos dónde nos ahogamos?.

Ella se quedó parada, Ranma tenía razón, no sabían donde podrían ahogarse, ni sabían si habían llegado al día que eso ocurriese.

Y delante suyo pasó corriendo una niña. Los dos prometidos se la quedaron mirando sorprendidos.

-¡ Soy yo de niña!- dijo asustada Akane.

Los dos jóvenes vieron como esa pequeña Akane, de unos cinco años resbalaba y caía al rio, los dos chicos se movieron para sacar a esa niña de rio, pero antes que ellos un niño se lanzó al agua para salvar a esa pequeña Akane

-Ese niño soy yo- dijo Ranma, sin dejar de correr y se lanzó al agua. Debía salvar a los dos niños.

Ranma nadó hacía los dos niños que eran arrastrados por la corriente. Debía salvarlos si o si. Primero cogió a la niña y después al niño, y los llevó a la orilla, habían perdido el conocimiento, pero estaban vivos.

Los dos jóvenes les hicieron, a esos pequeños, los primeros y les hicieron expulsar el agua que habían tragado.

Al final los dos prometidos respiraron tranquilos, esos dos niños estaban a salvo y se despertaron.

-¿ Dónde está mi mamá?- preguntó la niña.

-Tengo hambre- dijo el niño- no he comido desde ayer.- miró a los dos jóvenes y les exigió- Dadme algo de comer.

-¡No eres nada respetuoso!- dijo Akane- las cosas se piden por favor.

Ese mini Ranma la miró con rabia, pero a la vez con pena. Akane sintió pena por él, conociendo a tío Gemma ese niño pasaría hambre, frío y falta de cariño.

Iba contestar, pero Ranma se sacó del bolsillo un panecillo lo bastante grande para comer dos adultos, lo partió en cuatro trozos, y lo repartió entre los dos niños, Akane y él.

El joven miró al niño.

-Eres muy impulsivo, y por eso tendrás problemas, piensa las cosas antes de actuar y se más respetuoso sobretodo con las chicas.

-¡ No eres nadie para…¡- chilló el chico.- ¡no sabes lo que paso...!

-Hambre, frío, soledad, cansancio- le cortó Ranma, y miró al suelo- te gustaría estar con tu madre, dormir en una cama, tener amigos. Te gustan las artes marciales, pero te gustaría volver a casa y que tu madre te abrazara, conocer a una niña con la que jugar- respiró y sonrió con tristeza- dentro de muchos años ese sueño se cumplirá y tendrás un sitio que se puede llamar hogar. Alguien que te esperará cuando salgas. Pero no las insultes o te meterás en problemas.

El niño lo miró asustado. Akane lo miró y comprendió el mal que sintió Ranma durante ese viaje. Iba hablar, cuando fue interrumpida de nuevo, una parte de ella se enfureció, no le dejaban hablar.

-¡ Akane!- gritó una voz-¡ Akane!, ¿ Dónde estás?.

La joven se sobresaltó, ¿ quien podía estar llamándola? Se giró y miró hacía donde venía la voz, vio aparecer una mujer, que miró al rio y se abalanzó sobre la niña y la abrazó.

-¿ Donde te has metido Akane?- preguntó la mujer-¿ Porque estás tan mojada?

-Iba a buscarte una piedra bonita que te gustase y me caí al rio- y esa niña le contó a su madre lo que le pasó.

Mientras la Akane adolescente miraba a la mujer con lágrimas en los ojos, y murmuró.

-¡Mamá!- se abrazó a Ranma, mientras lloraba desconsoladamente. Ranma miró a su prometida y la abrazó, sintió la pena de Akane como suya.

La joven volvía a ver a su madre después de mucho tiempo, pero sabía que eso duraría poco.

La niña acabó de contar lo que le pasó.

La mujer se giró hacía los dos adolescentes.

-Muchas gracias por salvar a mi hija, y a ese niño. Sois muy valientes. Os invito a tomar un helado…- y entonces vio el aparato que llevaba Akane en su cinturón-¿ como tenéis eso en vuestro poder?, ¿ Quienes sois?.

Akane temblando se giró y miró a su madre y está la miró y se asustó.

-¿Akane? ,¿Eres tú?, ¡ que grandes te has hecho!- y entonces se enfadó-¿ Como habéis conseguido eso? Estaba lo bastante escondido para que nadie lo pudiera encontrar y sólo lo pueden abrir la elegida.

-Yo… mamá…Fue un accidente, no sabemos como lo abrimos, si querer pulsé un botón. Y…- la chica explicó todo, su viaje a ese extraño futuro. Y su vuelta para salvarse a ellos mismos.

La mujer rió.

-Eso es lo que pasa al usar el Reloj de Cronos- y señaló el aparato- un invento del futuro, un antepasado nuestro viajó del un distante futuro al pasado y se enamoró de una mujer y se quedó a vivir con ella. Él lo dejó como herencia a nuestra familia.

Akane miró a su madre con los ojos llorosos.

-¿Qué te pasa mi pequeña Akane?- dijo la mujer- ¿ porque lloras?, - entonces esa mujer supo él porque del llanto de su hija-¿ lloras por qué te dejaré?- Akane la miró sorprendida, y la mujer bajó la cabeza con tristeza- sé que estoy enferma, me quedan pocos meses.

Miró a su hija en sus dos versiones, niña y adolescente. La niña dormía y al lado de ella estaba el pequeño Ranma que también dormía.

- Veo que mi partida te afectará, y me encontrarás a faltar. Sé que no puedo cambiar eso, pero siempre estaré a tu lado, en tu corazón y tu mente.

-Pero no junto a mi, me harás tanta falta- sollozaba la joven.- cuando te necesite no estarás, no me darás charlas, que una madre da una hija, no me ayudarás a ser una buena ama de casa. Cuando tenga miedo no estarás allí y no me reconfortarás. Cuando llores no me consolarás. Cuando necesite un abrazo no estarás allí para dármelo. No me cantarás para dormirme. Soñaré siempre contigo

La joven se echó encima de la mujer y la abrazó. Akane lloraba con mucha pena, ese momento para ella era muy doloroso.

-Pues yo estoy contenta- dijo la mujer- te estoy viendo crecida, algo que no creería ver, te estás transformando en una mujer preciosa- Akane pensó que Ranma diría algo, pero este miraba la escena con alegría, mezclada con algo de tristeza. La madre de Akane miró a Ranma-¿ y tú quien eres?, ¿ Un amigo de Akane?

Los dos chicos se pusieron rojos, la mujer sonrió y pensó en la promesa que hizo su marido con Gemma. Esa promesa no le gustaba, Gemma no le gustaba, no era trigo limpio, pero ese joven parecía buena persona.

-Yo… yo soy… Ran…ma Saotome- tartamudeó el joven.- soy el prometido de Akane.

-¡Que tímido es!- dijo la mujer en un tono que les recordó a Nabiki. Miró a su hija- y tú también lo eres. Veo que sois orgullosos, y os queréis mucho.

Los dos chicos negaron con la cabeza.

-Yo no quiero a ese fenómeno- dijo la chica.

- Ni yo a esa marimacho.

Los dos se miraron con furia.

-¡ Chicos!- Los reprendió la mujer- ¡ Que maleducados sois!- volvió a sonreír- vuestras palabras no van con lo que dicen vuestro ojos.

-¿ Nuestros ojos?- dijeron los dos jóvenes.

-Si, vuestros ojos, os buscáis continuamente, os lanzáis miradas de enamorados- pero vuestro orgullo y vuestras bocas se interponen, además sentís miedo al rechazo del otro.

Los dos bajaron la mirada sonrojados, esa mujer los había pillado sabía como pensaban. Ya sabían de quien heredó Nabiki la inteligencia.

-¡ Venga vamos a tomar un helado!, ¡ Os invitó yo!- dijo la mujer. Ranma se quedó blanco-¿ Que te pasa?, ¿ Piensas que un helado o un dulce sólo es para mujeres? No pienses así, un helado es tanto para hombre como para mujeres, sin tener en cuenta la edad.

Ranma se sintió avergonzado. No podía entrar a una pastelería siendo un hombre.

-Sólo tienes que transformarte con agua fría y…- entonces se dio cuenta que…-¡Ranma!.

-¿ Que?-preguntó el chico asustado, Akane lo miraba de forma extraña.

- ¡ Te has metido en agua fría y…!- dijo la chica casi llorando.

-Si, me tirado al río para salvar a los dos niños…- se quedó callado, se miró y sonrió. Miró a Akane sonrió- ¡mira Akane!, ¡mira!, sigo siendo un hombre.

Los dos jóvenes llevados por la alegría se abrazaron.

-¡Que contenta estoy!, ¡ Te has curado de tu maldición!

-¡Por Fin libre de la chica pelirroja!, ¡ Por Fin dejar de huir del agua fría!

Los dos chicos se miraron con los ojos brillantes y fueron acercando sus cabezas, cerraron sus ojos, sus labios se acercaron peligrosamente.

Y entonces se dieron cuenta con quien estaban, pero fue demasiado tarde. Los dos ya se besaban. Separaron sus labios, se miraron.

-¡ Me has besado!- dijeron los dos-¡ Yo no quería besarte!

Otra pelea iba a empezar. Pero la señora Tendo la paró riéndose y aplaudiendo.

-Seguro que soy la primera que os ve besándoos.

Ellos bajaron las cabezas .

-No del todo- dijo Akane.

- Me lo tienes que contar- dijo la mujer entusiasmada, viendo que su hijita, por la que más temía, por ser la más torpe, tenía alguien que la quería y cuidaba.

Entonces Ranma niño despertó y oyó que lo llamaban y se asustó.

-¡Mi padre!- dijo con miedo el niño- me escapé de él, no tenía ganas de entrenar, aún me duele los golpes que me di en muestro ultimo entrenamiento. Y no quiero hacer ese entrenamiento- tuvo un temblor- quieres hacerme otra vez el entrenamiento para el Neko-ken… ¡No quiero hacerlo!, ¡ Me da miedo!

Ranma se puso blanco, recordando esos entrenamiento y como huyó.

-Recuerdo ese día- dijo Ranma adolescente- hui de mi padre, pasé por un río, había una niña jugando con unas piedras se la veía tan feliz que me enrabie y corrí más rápido. Estuve todo El día escondido y asustado que me encontrará mi padre y me volviese a hacer el entrenamiento del Neko-ken, pero fui tonto y volví al campamento, mi padre me ató a un árbol y cenó, y me dejó atado toda la noche. Al día siguiente me hizo el entrenamiento del Neko-ken.

Akane lo miró con pena. Ranma sufrió mucho con Gemma. Ahora cuando Ranma llegaba herido a casa después de un entrenamiento eran ella y tía Nodoka la que se encargaban de enseñar a Gemma a no hacer entrenamientos inútiles con Ranma, y menos no herirlo.

-¡ Me crucé con una niña!- miró Akane niña y a su prometida-¡Eras tú!, ¡Esa niña eras tú!- bajó la cabeza, y con rabia dijo- si no hubiéramos hecho el salto no hubiéramos cambiado el tiempo. Por nuestra culpa Akane niña resbaló y cayó al río, y yo de niño me lancé a salvarla, todo es culpa nuestra.

Akane se apenó Ranma tenía razón.

-Tienes razón es culpa nuestra. No debimos jugar con ese reloj.

Los dos jóvenes estaban destrozados, fue su culpa que sus yos niños tuvieran ese accidente, por ser imprudentes.

Fue entonces cuando apareció Gemma, parecía un poco más joven, no mucho, estaba igual de gordo y de calvo, salvo que no llevaba pañuelo.

-No recordaba como le brillaba la calva cuando se reflejan los rayos del sol en su cabeza- dijo Ranma.

Akane se rió, No había visto nunca a Gemma sin el pañuelo tapándole la cabeza. Ranma tenía razón esa calva parecía una bombilla encendida.

Gemma se acercó al niño y levantó la mano para pegarle. Akane y Ranma se prepararon para defender al niño.

-¿QUE VAS HACER GEMMA?- dijo furiosa la madre de Akane.

Gemma miró a la mujer, y dio un paso atrás, su cara se retorcía de miedo. Gemma temía a cinco mujeres más que a Happosai. Temía a su abuela, a su suegra, a su madre, a su mujer y a la señora Tendo. Más que miedo lo que sentía ese hombre por esas mujeres era fobia. Ahora tenía delante a una de esas mujeres y estaba furiosa.

El hombre se tiró a suelo.

-¿El movimiento del tigre caído?- preguntó la mujer.- sigues siendo un cobarde.

- Es mi hijo, es muy rebelde. No me respeta. Le tengo que enseñar educación.- se defendió el hombre- no aprender al ritmo debido. Debe aprender más, no debe descansar ni un solo día

El joven Ranma bufó. Tuvo ganas de darle una lección a ese hombre, se lo merecía, por todo lo que le hizo pasar durante el entrenamiento , por todo el mal que le haría a ese niño que era él.

- Teniéndote como padre entiendo que no te respete. Como me entere que lo maltratas, ¡llamaré a tu mujer!- amenazó la señora Tendo.

El hombre se puso pálido. La persona que más temía era Nodoka.

-Si le haces algo a ese niño yo lo sabré.-Ranma adolescente se acercó a su padre amenazante.

-Ni se te ocurra acércate a Jusenkyo- continuó Akane- al menos con él.- y señaló a Ranma niño.- tú puedes ir, pero no lleves jamás a tu hijo- y lo miró con cara de asesina.-¡Y nada de Neko-ken!

Gemma huyó asustado, esos dos jóvenes le daban más miedo que las otras cinco personas, además parecían saber lo que iba a hacer. Hasta años más tarde no se preguntó de qué lo conocían.

-No hará caso – dijo Akane.- meterá a ese niño en mil y un problemas.

- Lo sé,- dijo Ranma con designación- yo soy ese niño- suspiró.- No podemos hacer nada, si lo hiciéramos cambiaríamos el futuro y puede ser a peor. A ese niño le hubiera gustado ir a la heladería.

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En la heladería la señora Tendo, con su hija, comía un helado, oyendo a los dos adolescentes contarles sus aventuras. La madre de Akane se reía y asustaba al escuchar la vida de su hija y del prometido de esta.

-Sois tozudos, orgullosos y… a la vez cobardes-dijo la mujer y miró a los dos jóvenes con furia- no sois capaces de confesar que os queréis.

-¡No quiero a Ranma es un mujeriego!- Akane estaba furiosa, señaló a su prometido-¡ hay tres chicas más que van detrás suyo!

-¡ Yo no las quiero!- soltó Ranma no menos furioso- detrás tuyo también van varios chicos. ¡Toda nuestra clase está locos por ti!, ¡incluso tienes un club de fans!.

-¡ Eso también te pasa a ti!, ¡ Tú también tienes locas a toda la clase!, ¡ También tienes un club de fans!

-¡ Que celosos sois!, ¡ Seguro que vosotros mismos estáis apuntados al club del otro en secreto!

-¡ Y tanto!- dijeron los dos.

-¡No dejaré que esos depravados crean que mi prometida es propiedad de todos. Conmigo en el club saben a que atenerse.- dijo Ranma.- Quien se acerque a mi prometida con malas intenciones no saldrá entero.

-Pienso lo mismo- siguió Akane- no dejaré que cualquiera piense que me puede levantar a Ranma. No dejaré que nadie se acerque a Ranma para jugar con sus sentimientos.

La madre de Akane miró a los dos jóvenes.

-Negáis que os queréis, pero marcáis al otro como vuestro territorio- la mujer se rió- sois muy divertidos.-Los dos prometidos la miraron sin comprender.- debéis romper esa falsa muralla que habéis creado entre vosotros dos. Yo no me creo que no os amáis. Dejad de jugar a los niños incomprendidos, y afrontar la realidad. Recordad que la vida es muy corta. Conozco a Soun desde que éramos niños, me queda muy poco para estar con él- se le escapó unas lágrimas – y todo lo que he vivido me parece tan corto, desearía haber pasado más tiempo con él.

Los dos jóvenes se miraron, no podían, ni querían esconder la verdad.

- No es verdad, no nos queremos- dijo Ranma, y entonces se puso rojo y se rió, -si nos hemos confesado sin darnos cuenta en ese futuro delante de Ryoga y Ukyo- lo hemos hecho durante una pelea,- se volvió a reír- típico de nosotros.

Akane recordó la escena, y lo que dijeron.

-Que declaración más patética. Es como tú y yo debíamos declararnos, durante una pelea, sin darnos cuenta hasta horas o días después. El romanticismo no está hecho para nosotros.

-¿ Quién dice que por estar enamorados hay que ser románticos todo el día?, el romanticismo no es como en las películas. A pesar de vuestras peleas sois una pareja muy unida. No intentéis imitar a una de esas películas, sed vosotros mismos.

La conversación fue amena, Akane estaba contenta de estar con su madre, aunque sabía que eso sólo duraría horas, por eso quiso aprovechar esas horas. Ranma sabía que cuando tocase el momento de separarse, sería muy doloroso para Akane, y eso le preocupaba, la señora Tendo vio la preocupación del chico, y supo que su hija tendría a alguien que siempre la cuidaría, que incluso daría su vida por ella. Podía partir tranquila, no tenía que preocuparse por su torpe hija pequeña.

Y pasaron esa tarde juntos.

Y llegó la hora de separarse y que los dos jóvenes volviesen a su futuro, Akane se abrazó a su madre, y lloró con desesperación.

-Debemos separarnos- dijo Naoko Tendo- debemos volver a nuestras vidas.

- Me gustaría quedarme aquí contigo, o volver a verte.

-¡ No!- gritó Naoko- ¡no debes volver a utilizar ese aparato!, cuanto más lo utilices más posibilidades de cambiar el futuro, y encontrártelo tan cambiado que no podrás hacer nada para mejorarlo.

- Pero quiero pasar contigo tus últimos días.

-¿ Y volver a pasar por lo mismo que cuando eras niña?, ¿ Volver a sufrir con mi muerte? No, ¡vuelve al futuro! y recuérdame cuando eras niña y jugábamos. Recuerda el día de hoy. Atesora estos momentos.

-¡ Pero yo…!- dijo ella.- no quiero separarme de ti. Me dejaste muy sola.

-Akane, mi pequeña Akane, tu vida acaba de empezar, y debes vivirla junto a Ranma- la mujer miró a este- prométeme que cuidarás a mi pequeña Akane, a veces es un poco torpe, y otras tan violenta, pero sabes que tiene un buen corazón.

Ranma la miró y sonrió, pensó en decir una tontería, un insulto, pero se lo pensó. No podría mostrarse grosero delante de la señora Tendo.

-¡ Cuidaré de Akane hasta mi último aliento!, pelearé por ella. No dejaré que nadie le haga daño- bajó la cabeza -sé que he sido un prometido bastante idiota, que me he reído mucho de ella. Que no me la merezco, pero de ahora en adelante, quiero que eso cambie. No dejaremos de pelearnos, ella y yo somos así. Así demostramos nuestro amor. Somos dos personas incapaces de decirse lo que realmente sienten.

-Yo opino lo mismo, nos queremos y no somos capaces de decirnos lo que sentirnos. Nuestras peleas es la única forma de llamarnos la atención.

- Lo único que me fastidia de ella es que es una imprudente, se mete en peligro para ayudarme.

-¿ No comprendes que no quiero perderte? No quiero que me dejes sola.

-Y yo no quiero que te arriesgues por mi. No quiero vivir en un mundo sin ti.

- Ni, yo tampoco quiero vivir sin ti.

-Por eso tenéis que iros a vuestro tiempo, para estar juntos y vivir una vida juntos- la mujer vio que Akane se resistía. Cogió el reloj de Cronos, lo programó, y se lo dio a Akane- volved a vuestro tiempo. Akane yo estaré siempre contigo. ¡Adiós Akane!, ¡ Adiós mis pequeña Akane!

Y los dos chicos desaparecieron y volvieron a su tiempo.

La pequeña Akane despertó, miró a su madre.

-¿ Quien eran esos dos chicos? – preguntó a su madre.- Son magos han desaparecido.

-Los sabrás dentro de muchos años.- y las dos se fueron al dojo. Esa pequeña niña no sabía que iba a pasar tiempo difíciles.

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Muchos años en el futuro.

Los dos jóvenes volvieron a despertarse bajo el puente, como las otras dos veces. Al principio no sabían donde estaban, y peor cuando estaban. No sabían si estaban en su tiempo real, o en un tiempo alternativo.

Akane miró a su prometido y se lanzó a sus brazos llorando.

-¿Por qué?, ¿Por qué lo hizo?, ¿Por qué nos mandó fuera de su tiempo? Yo quería estar con ella, pasar sus últimos días con ella- miró el Reloj de Cronos- ahora mismo regreso a su lado.

Miró al aparato, y se dio cuenta que había agotado su energía y no sabía cómo volverlo a cargar. Supo que su madre descargó y estropeó el aparato para que no lo utilizaran de nuevo.

Akane miró a Ranma con lágrimas en los ojos desesperada y triste.

-No llores Akane, a tu madre no le gustaría verte así.

- ¡Es la segunda vez que la pierdo!, yo quería estar con ella el máximo tiempo posible.

-Y lo estarás, pero será la Akane niña que hemos conocido, ella hará que tenga buenos recuerdos de ella. Que tú ahora atesores buenos momentos de tu vida junto ella.

-¡Pero yo quería tener recuerdos con ella como adolescente, no sé porque me envió.

-Tal vez… por que no quería hacerte sufrir de nuevo con su partida. Perder a alguien es algo muy doloroso- en ese momento Ranma puso una cara muy triste, Akane supo que él recordaba lo que le pasó a ella en Jusenkyo- No podrías volver a sufrir su perdida, ahora eres más mayor y te dolería más. Ella sabía eso, y te mandó a nuestro tiempo, e inutilizó el Reloj para que no pudiésemos volver con ella.

Akane lo miró extrañada, pocas veces Ranma pensaba, pero ahora había utilizado las palabras correctas.

-Gracias, Ranma cuando quieres eres un amor.

-¿Sólo cuando quiero?- se quejó él- siempre lo soy.

Ella sonrió, pero sus ojos eran tristes. Vio que el chico le tendría la mano y la cogió, y cogidos de la mano volvieron al dojo.

Iban tristes y abatidos, esa visita al pasado había sido agridulce. Akane seguía llorando y Ranma sabía que no podía ayudarla, sólo apoyarla y darle consuelo.

Llegaron al dojo y recibieron una bronca de sus padres, una regañina para la que no tenían humor para soportarla.

-¡ Os encargamos en limpiar el desván y desapareces!- gritó Soun, el hombre vio a su hija llorar, y se encaró con Ranma-¿ Que le has hecho a mi niña

Ranma se puso blanco, ya le tocaba de nuevo llevarse una regañina sin motivo.

Kasumi vio lo que Akane llevaba colgado en la cintura.

-¡El Reloj de Cronos!, ¿ De dónde lo habéis sacado?, Se ve que lo habéis utilizado.

-Fue un accidente- dijo Akane, y ayudada por Ranma contó su aventuras en ese extraño futuro y como tuvieron que ir al pasado a salvarse a ellos mismos.

-¡ Es lo peor que habéis hecho!, ¡ Podríais ir saltando entre realidades para siempre!, ¡ No sabemos lo que podéis haber cambiado!, Mamá me dijo nadie tocara ese aparato.

Akane vio que sus hermanas la miraban con envidia.

- ¡ Has visto a mamá!- dijo Kasumi entusiamada-¿ Como estaba?.

-Era al principio de su enfermedad, todavía podía moverse, aún no había caído en cama… aunque ya estaba muy pálida.

-Era dulce y cariñosa como Kasumi, ingeniosa y traviesa como Nabiki. Y se parecía mucho a Akane, era una versión adulta de Akane. Era una mujer muy guapa.

Nabiki se lo quedó mirando y sonrió con maldad.

-¿Se parecía a Akane, como tú, o tu versión chica, te pareces a tu madre?, y si mi madre era muy guapa y se parecía a Akane, ¿ Estás diciendo que Akane es muy guapa?

Ranma se quedó callado, no podía contestar eso delante de toda la familia, si hubiese estado sólo con Akane no hubiese dudado en decir que si. Y cambió de tema

- ¿Yo y mi padre fuimos a Jusenkyo?- todos dijeron si con la cabeza. Akane lo miró y sonrió su prometido cambió de tema para no contestar a eso, pero no se iba a enfadar, ella sabía la verdad.

Fueron preguntando, y su familia les decía que si. Todas las aventuras eran como recordaban. La llegada de Ryoga, los problemas que ocasionaban Shampoo y su abuela, la boda fallida.

Los dos chicos suspiraron aliviados.

-Menos mal- dijo Ranma creía que habíamos cambiado algo grave.- dijo Ranma aliviado.

- Si, como que estaríamos casados con Ryoga y Shampoo por ejemplo. En cualquier momento aparecerán a fastidiar la cena- siguió Akane.

-Hace tiempo que esos os dejaron en paz- dijo Nabiki, riendo- desde os casasteis, vieron que todo estaba perdido y se largaron. El día de vuestra boda llegaron tarde al enlace. Vinieron a destrozar la boda, pero llegaron al envite. Se rindieron al instante.

Los jóvenes se miraron.

-¿Casados?- preguntaron los dos jóvenes espantados- ¿Qué boda?,¿ Se rindieron sin dar batalla?- esos dos se pensaban que era una broma de Nabiki.

-Estáis casados, lo hicisteis un mes después de la boda fallida- dijo Kasumi.-¿ No os acordáis?

Los dos chicos se dieron cuenta que Kasumi no mentía, era incapaz de seguir la mentida de Nabiki.

-¿ Quiero ver fotos y documentos?- dijo Akane, no se acaba de creer eso.

Después de un momento mirando las fotos y los documentos se dieron cuenta que eran reales.

-Al final si hemos cambiado el tiempo- dijo Ranma- estamos casados, nuestros rivales están lejos.- dijo con fastidio Ranma.

-¡Y te molesta estar casado conmigo!, ¡Y no tener a esa tres detrás de ti!- Akane lo miró furiosa.

Ranma se rió y miró a su ahora esposa.

-¡No!, no me fastidia eso- le guiñó un ojo a Akane- lo que me fastidia es estar casado contigo y no haber ido ni tú ni yo a la boda. – se giró a los demás-¡Quiero otra boda!, ¡una de la que nos acordemos los dos!- miró a sus padres y a Soun- ¡y la quiero para mañana!. ¡Y a lo grande!, en una iglesia de verdad. Y de mis rivales…¡ Mejor que no estén cerca!, - Miró a Akane- mejor para ti y para mi.

- ¿No quieres viajar atrás en el tiempo y corregir el tiempo?- preguntó Akane- volver a nuestro verdadero tiempo.

- Este es ahora nuestro verdadero tiempo.- se encogió de hombros- no quiero viajar en el tiempo y que se cambie algo y nos encontremos un mundo peor. Además no podemos viajar, y tampoco lo quiero hacer.

Akane sonrió.

-Hoy ha sido un gran día. Vi a mi madre, y cuando volvemos hemos cambiado el tiempo, y estamos casados y tú sin tu maldición.

-¿Sin tú maldición?, ¿ Ya no se convierte en chica?- dijo Nabiki- había prometido mandarle a varios chicos…

-Cosas de viajar en el tiempo- dijo Ranma encogiendo los hombros y sonriendo con maldad. Miró a su padre-lo siento por ti, el Reloj de Cronos no funciona, no podemos quitarte la maldición.

El hombre se encogió de hombros, a él le gustaba su maldición.

Akane miró a Nabiki, haciendo cuenta de lo que costaría esa boda.

-¡Venga prepararte Nabiki!- le apremió Akane- que mañana me he de casar con Ranma, y tienes que hacer todos los preparativos.

-¡Pero no dormiré!- respondió Nabiki.-A parte siempre habéis dicho que no os queréis.

- Los viajes en el tiempo han cambiado eso- dijo Ranma.- me han hecho pensar que mi relación con Akane es especial, no debo seguir siendo idiota, y decir a Akane, y a todo el mundo, que la amo.

-Yo también amo a Ranma, aunque nos peleemos lo quiero, y tampoco me esconderse a decirlo. Mamá vio que nos amábamos y nos dijo que no debíamos esconderlo y no lo haremos.

Y delante de su familia Akane y Ranma se besaron.

-No volveré a viajar en el tiempo, puede que si lo hago mi relación con Akane cambie y no quiero.

- No te permitiré que hagas eso, no te dejaré viajar en el tiempo, ni tú tampoco me debes dejar hacerlo, a parte esa maquina ya no funciona.

Y los dos chicos se volvieron a besar. Al día siguiente se casarían y al menos si recordarían esa boda.

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Fin.


Notas del autor.

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Sobre este relato:

Hace tiempo, cuando acabe " Ranma y Akane a la fuga'. En la versión que guardo en el móvil, al final de todo apunté en una lista algunas ideas sobre historias que me vinieron a la cabeza, y nunca escribí. Sólo era una línea o dos explicando la idea que quería escribir.

Hace unos días revise esos apuntes. Borré algunas que ya había desarrollado en otras historias, y cogí esta historia y la escribí. Sólo tenía la idea de un viaje al futuro, que allí se encuentran al matrimonio Hibiki viviendo en dojo, y el viaje al pasado y salvarse ellos mismos, y encontrarse con la señora Tendo.

No quería que viajarán con el espejo griego y pensando me acorde de una serie americana llamada Voyagers!, (una temporada, 1982 al 1983) en que los protagonistas viajan por el tiempo, reparando fallos en la historia. Para viajar utilizan un aparato llamado Omni que se parecía mucho a un gran reloj de bolsillo, (Esto último lo he sacado de la Wikipedia).

No sé si escribiré más historias de esa lista.