. . . Dark: Oye Kaoru, hace cuanto tiempo que no pones un disclaimer en tu historia.

Kaoru: ehhh! Pues creo que hace un par de capítulos ¿Porque?

Dark: ¿no deberías ponerlo en cada capitulo?

Kaoru: y eso para que, a estas alturas todo el mundo sabe que Shaman King no me pertenece, si así fuera te aseguro que no me quemaría las neuronas intentando solucionar los problemas de Base de datos que me propone mi profesor.

Dark: pero sabes perfectamente como son los abogados, no pierden la oportunidad de demandarte, mas ahora que tienes mas cosas que quitarte.

Kaoru: Bueno mi última adquisición me costo solo quinientos pesos pero ya que insistes y eres mi espíritu guardián te haré caso, quieres aclararlo tu.

Dark: Claro!!!

Dark: ni Shaman King en versión animada, el manga, los ovas, la música ni la mercancía le pertenecen a Kaoru, solo son de ella algunas de las ideas expuestas en este fic.

Kaoru: nos vemos abajo... espero.

Deslealtad y Alianza.

Hora de la cena y Anna aun no aparecía, Yoh ya había dejado su actitud despreocupada y mostraba un semblante serio, muy extraño para sus amigos, solo visto por Manta aquel día que Anna apareció empapada luego de su entrenamiento en el templo.

-Donde se pudo meter Doña Anna- pregunto Ryu con lagrimitas en los ojos.

-Pos como que la buscamos por todas partes y no aparece- Chocolove no estaba más animado que sus demás amigos.

-La buscaron en el templo- pregunto tímidamente Tamao.

-Si, en el templo en el parque, en la escuela, en el centro, cerca del río, en el cementerio- enumero Horo con los dedos.

-Seguro que no la buscaron bien- apunto Len con el seño fruncido.

-Como que no la buscamos bien chinito- se sulfuro Horo al instante, la tensión recorría el ambiente como una carga eléctrica, el Shaman norteño estaba tenso y necesitaba descargarse con alguien.

Antes de que comenzaran a golpearse la puerta de entrada se abrió, y la chica rubia entro con un paso no muy animado.

Su prometido se dirigió hacia ella, y le abrazo con ternura, por otro lado Anna, quien no estaba preparada para un recibimiento semejante se quedo paralizada en su lugar, sin saber si golpear a su prometido por semejante osadía o devolverle el abrazo tan cálido... durante aquella tarde había necesitado mucho un gesto como ese.

-Doña Anna estábamos muy preocupados por usted- Informo Ryu rompiendo sin querer el lindo momento de la pareja, algo que la chica agradeció pues le evito tener que tomar una decisión sobre el abrazo, Yoh la soltó casi de inmediato, volteándose algo sonrojado mientras Manta se reía de su actitud, era el único que se había dado cuenta.

-Y porque Iban a estar preocupados- Pregunto en forma huraña, recuperando algo de su actitud fría.

-Pues desapareciste temprano por la mañana, van a ser las nueve de la noche y recién apareces y el día de ayer estabas en un estado más bien deplorable- comento Len algo enfadado, de verdad se había preocupado por el bienestar de la chica.

-Yo no desaparecí, es mas... -se detuvo en seco recordando algo y llevándose una mano a la cabeza. -no puede ser posible- murmuro enfadada, un destello asesino paso por sus ojos asustando a sus interlocutores que retrocedieron un par de pasos.

-Zorro, Mapache- murmuro con hielo en el tono, mientras los aludidos se aparecían ante el grupo sudando copiosamente, y Tamao se llevaba la mano a la boca preocupada no tanto por lo que habían hecho sus espíritus sino más bien por la suerte que correría el par, el tono de la Sacerdotisa no auguraba nada bueno.

-S... SS.. Si señorita Anna- murmuro temeroso el Mapache.

-Díganme algo, no tenían nada importante que decirle a mí prometido apenas lo vieran esta mañana- pregunto

Los espíritus de la pelirosada sudaron aun más. Hasta que el zorro se acercó a su compañero y le murmuro algo al oído.

-¿Que rayos están murmurando los dos?- cuestionó algo mosqueada.

-Nada que te importe- fue la respuesta del zorro.

Aquella contestación dejó de piedra a los muchachos, y termino por enfurecer a la chica rubia, Tamao tubo que ser sujetada por Horo Horo, pues casi se desmaya por la impertinencia de los espíritus.

-Quien se creen que son para hablarme de esa forma- La ira era seria en sus ojos, la falta de respeto era algo que no toleraría de un par de espíritus como aquellos.

-Y que vas a hacer al respecto- pregunto altaneramente el mapache.

-Ya no puedes hacer nada, no tienes suficientes poderes- se mofo el Zorro.

A este punto Tamao quería que se la tragara la tierra, mientras los demás observaban asombrados, cabe decir que Horo Horo estaba francamente divertido era la primera vez que la autoridad de la Joven Itako se veía cuestionada de forma tan abierta, y precisamente por esos dos, casi estaba que se largaba a reír.

-Como pueden decirle algo así a la se... - Tamao intento regañar a sus espíritus acompañantes, pero Anna le impidió seguir con un gesto de su mano.

El cabello cubría la expresión de sus ojos, pero sus manos y sus hombros temblaban visiblemente, Yoh y Len estaban serios, los demás excepto Horo Horo estaban preocupados.

Sin previo aviso, la joven rubia hizo algunos rápidos movimientos con sus manos mientras murmuraba unas palabras que los demás no alcanzaron a entender, su poder espiritual se hizo presente, no tan fuerte como de costumbre pero aun así bastante concentrado, unas líneas de energía envolvieron a los dos atrevidos y los apretaron con fuerza, pegándolos a la muralla más cercana, mientras se retorcían y se quejaban.

-Jamás vuelvan a subestimar el poder de Anna Kyouyama, solo existen cua... -se corrigió rápidamente-tres Shamanes capaces de desafiar mi poder y vencerme, nunca desafíen el poder de un aprendiz Asakura - su mirada era más seria que nunca, Horo dejo la hilaridad al ver que la cosa era mucho peor de lo que pensaba, no solo era una cuestión de autoridad, el orgullo, respeto y Honor de la chica estaba en juego, algo muy importante para cualquier persona.

-Tamao, no intentes liberarlos- aconsejo sin mirarla -no me gustaría que te lastimaras- acto seguido se marchó, al pasar frente a Yoh y Len ambos habrían jurado que los ojos le brillaban de manera extraña, lagrimas contenidas quizá.

. . . . . .

Cerro la puerta de su habitación, con fuerza, enfadada como no lo había estado en bastante tiempo, ni siquiera el incendio de la pensión la había molestado tanto.

Lo dicho por esos dos espíritus le había golpeado duro, en su orgullo, su mente estaba agotada, sus defensas casi por los suelos.

Tantos años de duro entrenamiento, para que unos débiles espíritus se burlaran de ella como si nada, solo por un estúpido accidente, si solo no se hubiera distraído de esa manera su recuperación estaría casi completa, ahora tendría que enfrentar a su sensei en ese estado, de seguro se avergonzaría de su rendimiento.

Suspiro pesadamente y se sentó junto a la ventana, tratando de serenarse y calmar su furia, no era culpa de los demás su propio error, no debía desquitarse con ellos, ellos no habían hecho que su mente volara lejos mientras hacia una invocación, ellos no habían hecho que su mente volara hasta el día que llego a Fumbari.

Llego temprano a la estación de trenes, había sido enviada por sus mentores para entrenar al Joven heredero de la familia que la había criado, pero la verdad no tenia idea por donde comenzar a buscarlo, no conocía la ciudad, es mas en escasas ocasiones había abandonado la montaña Ozore y las veces que lo había hecho era por los viajes a Izumo para las fiestas familiares.

Dio un par de vueltas por los alrededores, pensando a quien preguntarle, un arrugado papel en su mano le informaba de la dirección que debía encontrar, no le gustaba pedir ayuda a desconocidos, además no se llevaba muy bien con los humanos vivos, por lo que decidió preguntar a algún espíritu de los alrededores, y lo hizo, le pregunto a un muchacho que había sido arrollado por uno coche cerca del lugar, el espíritu como no tenia nada mejor que hacer acepto gustoso, además no todos los días una chica rubia y bonita le pedía ayuda, que lastima que ya estuviera muerto sino seguro le pedía una cita.

Cuando luego de caminar por mucho tiempo encontró la famosa pensión "EN" se llevo la desagradable sorpresa que estaba completamente vacía, y por lo que sabia del muchacho indudablemente no había salido a entrenar, así que definitivamente algo había ocurrido, quizás había llegado tarde y el chico ya se había enfrentado a uno de los Shamanes rivales, ojala que no fuera muy grave... no le gustaría que algo malo le ocurriera a su PROMETIDO, se sorprendió ante este pensamiento, porque debía preocuparle tanto, apenas y conocía al muchacho.

Ni siquiera fue necesario entrar para cerciorarse que realmente no había nadie, así que siguió caminando, fue así como llego hasta el cementerio, que mejor lugar podía pedir una Itako para conseguir información, fue así que se entero de todo lo acontecido la noche anterior en el parque cercano, no dudo un minuto en ir a la clínica, tenia un par de cosas que decirle a ese niño vago...

Sonrió al recordar la cara que puso cuando la vio llegar, nunca había sido muy amable con el, desde el primer momento que lo vio lo detesto, al principio porque la obligaron ser su prometida, nunca había estado dentro de sus planes formar una familia, tener esposo era una de las cosas que no estaba en sus sueños, pero por respeto a su maestra no se negó, como podía hacerle eso a la mujer que la había adoptado como una mas de la familia.

Se puede decir que le molestaba mucho la actitud despreocupada del chico castaño, cada vez que lo veía estaba relajado, como si nada en el mundo fuera importante, un niño mimado que jamás había pasado por problemas y dolor en su vida, en ese entonces desconocía por completo el pasado de Yoh en Izumo, desconocía los sufrimientos en la niñez del muchacho, "Hijo del Diablo", le llamaban, por el simple hecho de ver cosas que los demás eran incapaces de ver, solo por el hecho de tener un don especial, el mismo don que la había separado a ella de sus padres y del resto del mundo.

Cuando supo todo aquello por medio de la pequeña Tamao se llevo una gran impresión, después de todo no era tan diferente a aquel muchacho de apariencia simple y sencilla, tenían mas cosas en común de lo que hubiera pensado.

Los unía un don especial, que al principio ella había visto mas como una carga, solo mucho tiempo después se dio cuenta que no era tan malo.

Los unía eso y un pasado por demás doloroso, un pasado que no les gustaba recordar, un pasado que ocultaban cada uno tras su propia mascara, la de ella fría como el acero, un carácter fuerte forjado en el temple del dolor y el duro entrenamiento, el de el una imperecedera sonrisa, una actitud despreocupada y una fachada sencilla, claro que la de el era mas agradable a la vista de los demás pero no por eso dejaba de ser una simple mascara.

Aunque a decir verdad no era una mascara absolutamente todo el tiempo, el muchacho de por si era alegre, sencillo, algo perezoso y muy amable, al tiempo que ella tenia un carácter firme, era orgullosa, y sabia perfectamente que era lo quería de la vida, también era alguien sensible, aunque eso no lo reconocería jamás, y mataría a quien lo mencionara.

Suspiro profundamente, ya mucho más serena, justo en ese instante un ser etéreo atravesó la muralla y se detuvo a su lado, flotando místicamente en el aire.

-Que haces aquí- fue la pregunta de la chica rubia, no con un tono enfadado ni mucho menos, era mas bien un tono cansado, uno que pedía "no mas guerra".

-Estaba preocupado por usted señorita- fue la respuesta del fiel espíritu.

-Supongo que la escena de allá abajo lo ameritaba verdad- comento

-No es solo por eso señorita Anna, tengo la sensación que la situación se esta saliendo de control, usted se ve en verdad agotada, no solo por el accidente del templo, también por su inminente partida- aquí la chica abrió los ojos como platos se suponía que nadie sabia sobre eso.

-El día que le llego el paquete, yo subía al techo, me gusta disfrutar de ver la lluvia caer-comento con una sonrisa.

-fue cuando escuche los sollozos, la verdad me extraño mucho viniendo se su habitación y me asome por la ventana para ver si todo estaba en orden, fue cuando la vi a usted abrazando su almohada y llorando desconsoladamente, me quede observando desde afuera porque la verdad no me atreví a entrar- explico algo avergonzado.

-Pero una vez se durmió un rato yo...pues... entre- Confeso mas apenado aun.

-y entonces viste la carta de la abuela verdad- pregunto la chica, extrañamente no molesta ante la confesión del samurai.

-Pues si... pero le juro que no lo hice con mala intención yo solo quería saber que le habría ocurrido para dejarla en ese estado- aclaro casi de inmediato.

-Descuida, no estoy molesta, la verdad te agradezco tu preocupación, solo que no vuelvas a hacer algo así en tu vid... En lo que me queda de vida- dijo en un tono que quería sonar a regaño.

-Descuide, no volverá a ocurrir- aseguro el fantasma con una sonrisa en el rostro.

-Siempre me has ayudado mucho, eso no te lo voy a terminar de agradecer nunca, sin tu apoyo jamás habría logrado que Yoh me respetara de esa forma- su ceño fruncido había dejado de estarlo y mostraba una mirada serena, pero no fría ni molesta.

-Aunque la verdad al principio no estaba muy de acuerdo con el método que empleaba, no deseaba que el amo Yoh muriera, por eso acepte ayudarle, ahora me alegro infinitamente de haber aceptado la propuesta que me hizo aquel día en la clínica- su mirada se perdió en los recuerdos de aquel día.

Su nuevo amo había estado a punto de la muerte y el samurai se culpaba por tal suceso, era demasiado débil para cumplir con la nueva misión que le habían concedido, estaba desanimado y esa muchacha rubia no dejaba de observarlo insistentemente, ya se estaba incomodando seriamente cuando ella finalmente le dirigió la palabra, su amo había salido hace poco en pos del pequeño Manta.

-Te agrada mucho verdad- pregunto seriamente.

-¿Que cosa?- pregunto asombrado.

-Yoh te agrada, y te sientes culpable por el estado en que se encuentra- Aseguro sin dudar.

-Bueno pues yo... la verdad si- Acepto finalmente.

-Lo sabia, serás un buen espíritu acompañante- Una pequeña sonrisa iluminaba su rostro y el espíritu se sorprendió al ver el cambio en su semblante, muy diferente al que había mostrado apenas llego.

-Siendo así-continuo-me gustaría pedirte un gran favor, mi misión aquí es preparar a Yoh para los enfrentamientos que se le vienen, como te habrás dado cuenta este chico no es el mas Activo que existe por lo que necesito que me tenga respeto y miedo si es necesario, necesito que acate todas las ordenes que le daré, no importa que suene muy duro, es necesario por su bien que lo haga- La mirada que le dirigió era seria.

-Y yo que debo hacer- pregunto curioso.

-Necesito que tú también te sometas a una especie de entrenamiento... y que me sigas la corriente-

-Que le siga la corriente, pero... - no pudo continuar porque un rosario azul le rodeo de improviso, tomándolo por sorpresa.

-Recuerda lo que te pedí- fue el susurro de la chica, mientras la puerta de la habitación se abría.

El samurai se quedo pasmado por medio segundo y decidió ayudar a esta extraña persona, sabia que no tenía malas intenciones... cualquier cosa por su amo.

Las notas de Kaoru:

Hola a todo el mundo, como han estado, francamente espero que mucho mejor que yo.

En primer lugar quiero remitirles mis mas sinceras disculpas por el retraso en la publicación de este capitulo, y de paso avisarles que de ahora en adelante será mas o menos así, pues el trabajo los fines de semana y los proyectos en el instituto están comenzando a pasar la cuenta @_@ cualquier persona que haya conversado conmigo últimamente por MSN tendrá claro de que hablo.

Así que humildemente pido vuestra comprensión.

Ya dejándome de cosas tristes (tristes si claro jajajaja), ahora pasamos a mis queridos reviewer (ya comente que me gusta mucho esta sección de mis notas ^o^ jijiji)

Niky: Hola querida amiga como has estado, no hablamos desde el emmm Martes?, Bueno no importa solo espero que estés bien y que el examen de química haya sido aprobado con éxito ("tu puedes" Kaoru con pancartas ^o^ ), pues Ithan vendrá cuando mi Anna regrese a Izumo, Dark dice que gracias y te los devuelve ^^.

Chibi: lamento la tardanza y me temo que Anna si se marchara a Ese entrenamiento ^^ pero no te preocupes Yoh no estará tan solito.

Jacqueline: oye gracias por publicar mi historia en tu comunidad ^^ de veras te lo agradezco mucho, por aquí te dejo otro capitulo ojala te haya gustado.

LadyKyouyama: bueno aquí esta el siguiente capitulo... no precisamente pronto pero conseguí terminarlo ^^ espero que te guste y gracias por el apoyo ^^

Anita kyouyama fcc: Hola ^^, pues ya vez que no le seguí muy pronto pero hago lo que puedo, y los celos de Yoh los veras cuando conozca a Ithan en persona ^^ que bueno que te guste la historia.

Saito: Amigaaaaa yo también te quiero y te extraño mucho u.u gracias por tu gran apoyo, no sabes cuanto significa para mi, aquí otro capitulo ojala te guste ^^ cuídate muchísimo y un abrazote de Oso.

Hikari Asakura: no sabes la ilusión que me hace que una de mis escritoras favoritas este leyendo esta historia, de verdad muchísimas gracias ^^

Bueno eso es todo en esta ocasión, me tengo que ir porque voy a ver Kill Bill ^^ se me cuidan y ya saben estoy por aquí para lo que necesiten