Advertencia: Todos los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling. El título de este fic surge del nombre de una canción compuesta e interpretada por Miguel Nández en su disco homónimo. La película mencionada en esta historia es protagonizada por Ethan Hawke (y no sé a quién pertenece). En fin, esto fue escrito solo por diversión (y debido a una noche de insomnio) y no fue hecho con fines de lucro.

Gracias a tod@s los que han leído esta historia. Este es el segundo capítulo, así que faltan dos más para que esto se acabe…

Nazaret: muchas gracias por tu mensaje. La verdad es que si me tomó un poco de tiempo dejar todo de la forma que quería. Se que la redacción y el texto en general puede perfeccionarse, en fin espero críticas… Por cierto, ¿qué te parece la canción?, porque de fijo tu si la conoces, es una de mis favoritas. En los próximos capítulos (faltas dos), la nombraré más.

Besos guapa y que todo te salga bien.

Hermiginny13: gracias por tus palabras de aliento. Se que Remus – Tonks es una pareja más apreciada que la que yo propongo, pero en fin… a Snape siempre lo dejan solo y la verdad es que es mi personaje favorito. Comparto con vos el "gusto" por los Harry – Hermione, para mí ella debe ser la pareja de Ron o permanecer sola… Bueno, aquí está el siguiente capítulo (ya solo faltan 2!)

Susy snape Malfoy: gracias por tus palabras de aliento. Me alegro que te gustara. Se que la pareja no es muy común, de hecho esa es la principal razón por la que la escogí. Espero que te guste este capítulo.

Clau de Snape: hola, desde que leí tu nick, supe que me gustaría tu opinión acerca de la historia. También es mi personaje favorito y creo que me lo han dejado solo mucho tiempo!! En fin, gracias por tu comentario, espero que te guste como se desarrollan los hechos en este capítulo.

Pupi-chan: me alegra que te gustara la historia y la pareja que utilicé en ella. Como la historia solo será de cuatro capítulos, no tendrás que esperar demasiado para enterarte de cómo terminan estos dos.

Narua Black: que honor que hayas leído mi fic. Eres una de mis autoras favoritas. Me alegro que te gustara, espero que este capítulo también te agrade. Con esto ya está la mitad de la historia… Gracias por leerme, que yo sigo fiel a lo que escribes…

Grabado a fuego

Snape fue atacado antes de las fiestas navideñas y Nymphradora Tonks se ofreció para cuidarlo por unos días mientras se recupera.

Capítulo II

- ¿Cuántos días han pasado desde que llegué a esta casa?

- Cinco – contestó la muchacha.

- No puede ser… ¿Qué ha pasado en estos días?

- Dumbledore se llevó a Lupin a Hogwarts para protegerlo y te está supliendo en tus clases. Mientras tanto yo estoy aquí para ver que te pongas bien.

- ¿Eres mi enfermera particular? ¿Tú? ¿Una Black? – estas preguntas parecían más dirigidas a sí mismo que a la joven, pero aún así ella le respondió.

- Sí, hay algunos que tienen suerte y reciben lo mejor de lo mejor. – aunque su intención había sido molestarlo, él le dirigió una mirada y se sonrió.

Tonks estaba un poco confundida, había pensado que él se molestaría con ella, le diría un par de "linduras" y volvería a comportarse como el mismo gruñón de siempre. Pero eso no fue lo que sucedió. Snape no sabía la razón, pero desde que había vuelto en sí la primera vez, se había sentido profundamente agradecido con la prima de Sirius, había curado sus heridas y se había preocupado por él, cosa que nunca hubiera creído posible. Simplemente no podía enojarse con ella.

Pasaron unos minutos en los que ambos se miraron silenciosamente sin darse cuenta de que el silencio se hacía cada vez más largo. Tonks lo miraba atentamente, no podía creerlo pero distinguía en él un cierto atractivo que no había visto antes, ¿sería por esa extraña sonrisa? No estaba segura, pero lo que sí sabía era que debía averiguarlo. Snape también la observaba con atención. Ella siempre fue un misterio para él, no supo de su existencia hasta que llegó a la Orden. Debido a su pariente más cercano, no había tenido ocasión que hablar alguna vez a solas con ella, pero ahora que estaban en esa habitación, se planteó el firme objetivo de conocerla, pues su mirada le decía que se estaba perdiendo de algo bueno.

Un ruido en la cocina, rompió la magia del momento. Tonks fue a ver de que se trataba, pero resultó ser un gnomo que quería tomar un poco del asado que había preparado la chica. Su lucha con el mágico ser, se llevó más tiempo del que pensaba y provocó un poco de ruido.

Al terminar de echarlo de la casa, tuvo el impulso de regresar a la habitación de Snape, pero cuando se encaminaba hacia allá, se planteó la posibilidad de que él no quisiera hablar con ella. Se detuvo un momento y luego continuó su camino, si no quería hablar con ella podía quedarse callado!

Cuando llegó al cuarto en cuestión, descubrió que para su sorpresa él la estaba esperando.

- ¿Qué fue ese ruido? – ella observó al herido y se dio cuenta de que había intentado levantarse aunque no le había sido posible. Supuso que se debía a que no la creía capaz de enfrentarse sola a algún peligro, pero en fin, venía enfrentándose a esto desde que había comenzado a trabajar en el ministerio. Sus jefes, sus compañeros y hasta sus amigos, creían que era demasiado atarantada para lograr cumplir con lo que le asignaban. Este pensamiento hizo que se sintiera profundamente molesta.

- Nada que yo no pudiera manejar – dijo cortante. Snape se sorprendió de esa reacción y rápidamente paso de la preocupación al enojo. En realidad, se había sentido ofuscado debido a la tardanza de la chica. No era improbable que los mortífagos descubrieran su paradero y estaba seguro de que no dudarían en matarla si se interponía entre ellos y sus objetivo y sentía que ella no iba a dejar que llegaran a él.

Ambos estaban molestos y eso produjo un silencio incómodo. Sin esperar otra razón Tonks se retiró de la habitación y no regresó hasta entrada la tarde, hora en que le llevó algo de comer. Para este momento ya ella había superado su enojo, así que como una señal de paz, decidió llevarle al convaleciente un libro de poesía que pensó podría gustarle.

- Te traje algo para que te entretengas – cuando le dio el libro, un Snape bastante señudo la miró fijamente. No podía creer que ella supiera que amaba la poesía, tenía que ser casualidad que ella hubiera escogido ese libro para él.

- Gracias, Darío es uno de mis favoritos – dijo secamente. La chica le sonrió y un poco incrédula se felicitó por su elección.

Tonks se sentó a su lado mientras el comía. Estaba absorta en sus pensamientos cuando la voz del maestro la hizo salir de su ensimismamiento.

- ¿Cómo supiste que me gustaba la poesía?

- En realidad lo que hice fue escoger uno de mis libros favoritos. Pensé que podía gustarte.

- Tengo cierta predilección por los poetas latinoamericanos. Su forma dura de ver la vida hace sus escritos muy especiales. –la conversación acerca de poesía se alargó durante toda la comida del herido. Luego de que este terminara, cuando ella se retiraba con el servicio, escuchó que él le decía– ¿volverás pronto para que acabemos la conversación?

A partir de ese momento, Tonks pasaba la mayor parte del día con Snape. Hablaban de poesía, de literatura en general, de música y de todos los temas que se les presentaran a excepción de aquellos que los incluyeran a ellos de alguna manera. Ninguno de los dos parecía tener ganas de pensar en la guerra o en los problemas personales que tenían, la posibilidad de hablar con alguien sin tener que referirse a esos temas era algo que tenían que aprovechar.

Por fin llegó la fiesta navideña y tomó por sorpresa a los dos habitantes de la casa. Ese día todos los miembros de la Orden iban a reunirse en el número 12 de Grimmuld Place. Snape estaba cada vez mejor y dos días antes de Navidad, ya había podido dar algunos pasos con la ayuda de la chica. Su relación de amistad había crecido poco a poco en las dos semanas que habían compartido, pero él estaba seguro de que esa noche eso terminaría… Ella se había comportado bien con él porque estaban solos. Cuando se presentaran los demás volverían a ser dos extraños, estaba seguro de eso. Este pensamiento había tornado al profesor de pociones nuevamente en un gruñón.

Tonks estaba un poco preocupada por el cambio, estaba segura de que al enterarse de que los demás llegarían ese día, él había decidido que ya no la necesitaba y temía que su naciente amistad se viera truncada. Realmente no deseaba que él se alejara o volviera a tratarla como antaño, pero una cosa era segura, ella no iba a mendigar su amistad, si él decidía que ella no era lo suficiente buena para él, de seguro que él no era lo suficientemente bueno para ella.

Esa mañana, antes de que comenzara el arribo de sus compañeros de la Orden, ambos estaban bastante nerviosos. Ella le llevó el desayuno a la habitación y para su sorpresa encontró al profesor levantado y dispuesto a salir de ella.

- Me alegra verte de pie – dijo la chica con una leve sonrisa. Ya el día anterior él había estado un poco grosero y no quería tener una nueva discusión – creo que pronto perderé mi nuevo empleo…

- Sí, espero estar fuera de este lugar esta noche. – la chica enarcó una ceja y le miró fijamente. El se sintió un poco mal por la frase, pues podía interpretarse como que deseaba alejarse de ella, lo cual tenía que reconocer que no era cierto. Tonks lo interpreto precisamente de esa manera.

- No te preocupes, al finalizar el día probablemente podrás irte a un lugar con mejor instalación y mejor servicio! – dejando la bandeja se retiró rápidamente de la habitación. El profesor de pociones tuvo el impulso de seguirla y aclarar el mal entendido, pero recordando que al final del día las cosas volverían a ser lo que eran, prefirió dejarlo estar.

Dumbledore fue el primero en llegar a la casa. Por medio de una serie de mensajes que le enviaba Tonks diariamente, estaba enterado de la mejoría del profesor, pero debido a los cuidados propios de la situación en el mundo mágico, no había vuelto a la casa hasta ese momento. Lo acompañaba Remus Lupin, quien deseaba ver a Snape para agradecerle lo que había hecho por él.

Cuando llegaron la casa, notaron inmediatamente la tensión del ambiente. Ambos la vieron de diferente manera. Lupin creía que era normal, pues si él hubiera tenido que estar a solas con Snape por más de dos semanas seguramente estaría deseando que eso acabara. Dumbledore por su parte, percibió algo más en el ambiente.

Ambos hombres saludaron a la chica y se dirigieron a la sala, habitación en la que se encontraba Snape. Lupin le agradeció un par de veces lo que había hecho y le comentó las particularidades del objeto que le había llevado a Voldemort. Era un casette de video y el que el Lord quería debía tener la grabación de un proceso penal, la que había llegado a sus manos tenía una copia de la película "Colmillo blanco", la favorita del licántropo.

Remus sabía que Voldemort debía estar furioso y que al enterarse de que el hombre lobo (N.A: el más querido de la literatura!) continuaba con vida, Snape había pagado caro el precio.

Cuando Lupin se retiró de la sala, se dirigió directo al estudio en que se encontraba Tonks, había notado que estaba un poco decaída y decidió darle conversación para sacarla de su mutismo. Estaba seguro que se refería a la tristeza que sentía de no tener a su primo para esta fiesta, así que pensaba levantarle el ánimo.

- Hola preciosa, ¿cómo has pasado estos días? – la pregunta sacó a la joven de sus pensamientos y tras hacer un repaso mental de todo lo sucedido dijo:

- Han estado bastante bien.

- No puedes engañarme. Estas triste por algo, pero descuida, ya hoy te verás libre de esta penosa tarea que vienes realizando. Sé que él no es una persona muy expresiva pero sé que en el fondo agradece lo que has hecho por él.

- No ha sido una tarea penosa…

- Oh vamos!, no irás a decirme que has disfrutado mucho haciendo de enfermera!

- Pues no ha sido una tarea difícil, la verdad es que creo que hasta lo he pasado bien. Estaba un poco deprimida por la llegada de las fiestas, pero este trabajo me ha dado mucho en que pensar y creo que me ha sentado fenomenal. – miró a Lupin fijamente y este le sonrió. Sabía que ella estaba sufriendo por la falta de su primo.

- Sirius estaría muy orgulloso de ti.

- No estoy tan segura, el no habría aprobado que me enamorara de su enemigo. - ¿Qué fue eso? ¿de dónde había salido ese pensamiento? ¡Ella no estaba enamorada de Snape!, ¡eso no era posible!

Un poco turbada miró nuevamente a Remus, ¿habría expresado sus pensamientos en voz alta? Al mirar la cara del licántropo, se percató de que sí lo había hecho. Él la miraba bastante sorprendido, no podía creer lo que ella había dicho. Se levantó y salió rápidamente de la habitación dejando sola a la chica. Esto era increíble, ella se había enamorado de Snape, ¡debía estar mal de la cabeza!, ¡Era Snape!