Harry miró a su amigo con los ojos muy abiertos. Jamás se había planteado a
Hermione como algo mas que una gran amiga. Lo cierto es que Hermione era
dulce, agradable, le gustaba conversar con ella... pero jamás había notado
esa presión en el estomago que le produjo Cho, o la que comenzaba a sentir
con aquella misteriosa chica un año menor. Finalmente contestó:
- Pues no Ron, es mi amiga, siento amistad por ella, nada más. Además jamás
tendría nada con ella sabiendo que a ti...
- No digas jamás Harry, Hermione no es mía y si debe estar con alguien en
un futuro, prefiero que seas tú.
Harry que no sabía que decir ante el comentario de su amigo esbozó una
sonrisa que pareció satisfacer a Ron. Ron siguió pensando en voz alta:
-Claro que el hecho de que a ti no te guste Hermione, no quiere decir que a
Hermione no le gustes tu... Porque pensemos, ¿qué chico puede ser?
- Podría ser cualquiera, lo que deberíamos preguntarnos es ¿quién lo puede
saber? Ni tu ni yo lo sabemos... a quien puede contarle estas cosas
Hermione...
- ¡¡Ginny y Luna!! - respondió Ron.
Harry y Ron se dirigieron hacia el gran salón en busca de las chicas. Antes de llegar a la puerta las vieron aparecer a ambas charlando agradablemente. Luna llevaba el pelo sujeto con una estraña red con flecos que le caían por la cara. Sus grandes ojos azules se abrieron con interés al ver aparecer a
los dos chicos. Ginny sonrió abiertamente a ambos y les dijo:
- ¡Hola! Si andáis buscando a Hermione se acaba de ir. Ha dicho que tenía
que resolver algo con Hagrid.
- No - contestó Harry - os buscábamos a vosotras.
- Ginny necesitamos información - le pidió su hermano.
- Qué quereis saber - pregunto Luna con curiosidad
- Quien le gusta a Hermione - contestó Harry.
- ¿Cómo? - preguntó Ginny muy sorprendida - ¿Para qué queréis saber
vosotros eso?
- ¿Estáis pensando en escribir algún artículo para corazón de bruja? -
preguntó Luna
- Escucha Ginny, es importante que lo sepamos, no puedo decirte porqué pero
es importante.
- Muy importante - agregó Ron en tono de súplica.
- Está bien - dijo finalmente Ginny - aunque no sabemos mucho. Nos contó algo de un amor como la noche y el día que podía provocar enemistades...
algo así.
- Si, la idea era mas o menos esa, solo que con palabras de Hermione.
Bueno, eso entendí yo - replicó Luna.
- Enemistades... Noche y día ... - pensó Ron en voz alta - ¡solo puede ser
una persona!
- Alguien que cree enemistades, es decir que sea detestado y que no quiera amigos, que sea la noche, oscuro... ¿estás pensando en la misma persona que
yo? - preguntó Harry.
¡Draco Malfoy! - dijeron ambos a la vez.
- ¿Malfoy? - dijo Ginny asombrada, luego torció la boca en gesto de desagrado - yo no creo que Hermione y Malfoy...
- Pero tiene sentido - agregó Luna - Si nos hubiese contado que le gustaba Draco la habríamos tomado por loca.
- ¿Malfoy? ¡Pero esa chica no tiene gusto! - gritó Ron alterado - ¡Si Malfoy no deja de meterse con ella! Maldito hijo de Slytherin... - entonces recordó algo - ¡Por eso me preguntó si estaba insultando a Malfoy! ¡Porque le gusta!
- ¿Cómo dices?- preguntó Harry sin entender.
- Cuando yo hablé con ella ayer sobre lo que tu sabes- dijo Ron ante la presencia de las dos chicas - le dije que estaba insultando a Malfoy y... y ella cambio de tema.
- Estás seguro? - dijo Harry poco convencido - Me extraña que a Hermione le interese ese slytherin.
Ron asintió con la cabeza intentando asimilar la noticia. Notó las miradas de sus amigos clavadas en él con expectación. Le ardían las entrañas, estaba a punto de reventar cuando Ginny le salvó diciendo:
- Las clases van a comenzar, llegaremos tarde - y cogiendo a Luna del brazo desaparecieron por el pasillo.
- Ron - le dijo Harry suavemente - No puedes hacer nada si a Hermione le gusta Malfoy. Relajate y habla con ella. Tendrá sus motivos.
- Si, supongo que tienes razón - admitió débilmente Ron - voy a ir a enfermería no me encuentro muy bien. Nos vemos a la hora de la comida Harry.
Harry vió como su amigo se iba cabizbajo y arrastrando los pies dirección a enfermería. Ron necesitaba estar solo para pensar y recomponer su roto corazón. Ver así a su amigo le partía el alma. Estaba acostumbrado a ver a un Ron alegre, vital y risueño, no a esa alma en pena vagando por el castillo y suspirando por su mejor amiga. Pensó que el tiempo lo curaba todo y que tarde o temprano volvería a ser el mismo de siempre.
El sonido de una puerta que se cerraba llamó su interés y se giró hacia donde provenía el ruido. Hermione entraba al castillo.
- Hola Harry- dijo jovialmente la chica - estaba desayunando con Hagrid. ¿Qué haces ahí plantado? ¡Vamos a llegar tarde a pociones! Somos los únicos gryffindor que hay ¿quieres darle mas motivo a Snape para quitarnos puntos?
- Hermione, creo que tenemos que hablar de Ron.
- ¿De Ron? - preguntó la chica sorprendida cambiando el tono de voz - ¿Por qué? - y luego entendiendo el gesto de Harry dijo - Oh ...ya entiendo.. De acuerdo Harry, hablemos. Ya es hora de que sea sincera conmigo misma y con vosotros.
con aquella misteriosa chica un año menor. Finalmente contestó:
- Pues no Ron, es mi amiga, siento amistad por ella, nada más. Además jamás
tendría nada con ella sabiendo que a ti...
- No digas jamás Harry, Hermione no es mía y si debe estar con alguien en
un futuro, prefiero que seas tú.
Harry que no sabía que decir ante el comentario de su amigo esbozó una
sonrisa que pareció satisfacer a Ron. Ron siguió pensando en voz alta:
-Claro que el hecho de que a ti no te guste Hermione, no quiere decir que a
Hermione no le gustes tu... Porque pensemos, ¿qué chico puede ser?
- Podría ser cualquiera, lo que deberíamos preguntarnos es ¿quién lo puede
saber? Ni tu ni yo lo sabemos... a quien puede contarle estas cosas
Hermione...
- ¡¡Ginny y Luna!! - respondió Ron.
Harry y Ron se dirigieron hacia el gran salón en busca de las chicas. Antes de llegar a la puerta las vieron aparecer a ambas charlando agradablemente. Luna llevaba el pelo sujeto con una estraña red con flecos que le caían por la cara. Sus grandes ojos azules se abrieron con interés al ver aparecer a
los dos chicos. Ginny sonrió abiertamente a ambos y les dijo:
- ¡Hola! Si andáis buscando a Hermione se acaba de ir. Ha dicho que tenía
que resolver algo con Hagrid.
- No - contestó Harry - os buscábamos a vosotras.
- Ginny necesitamos información - le pidió su hermano.
- Qué quereis saber - pregunto Luna con curiosidad
- Quien le gusta a Hermione - contestó Harry.
- ¿Cómo? - preguntó Ginny muy sorprendida - ¿Para qué queréis saber
vosotros eso?
- ¿Estáis pensando en escribir algún artículo para corazón de bruja? -
preguntó Luna
- Escucha Ginny, es importante que lo sepamos, no puedo decirte porqué pero
es importante.
- Muy importante - agregó Ron en tono de súplica.
- Está bien - dijo finalmente Ginny - aunque no sabemos mucho. Nos contó algo de un amor como la noche y el día que podía provocar enemistades...
algo así.
- Si, la idea era mas o menos esa, solo que con palabras de Hermione.
Bueno, eso entendí yo - replicó Luna.
- Enemistades... Noche y día ... - pensó Ron en voz alta - ¡solo puede ser
una persona!
- Alguien que cree enemistades, es decir que sea detestado y que no quiera amigos, que sea la noche, oscuro... ¿estás pensando en la misma persona que
yo? - preguntó Harry.
¡Draco Malfoy! - dijeron ambos a la vez.
- ¿Malfoy? - dijo Ginny asombrada, luego torció la boca en gesto de desagrado - yo no creo que Hermione y Malfoy...
- Pero tiene sentido - agregó Luna - Si nos hubiese contado que le gustaba Draco la habríamos tomado por loca.
- ¿Malfoy? ¡Pero esa chica no tiene gusto! - gritó Ron alterado - ¡Si Malfoy no deja de meterse con ella! Maldito hijo de Slytherin... - entonces recordó algo - ¡Por eso me preguntó si estaba insultando a Malfoy! ¡Porque le gusta!
- ¿Cómo dices?- preguntó Harry sin entender.
- Cuando yo hablé con ella ayer sobre lo que tu sabes- dijo Ron ante la presencia de las dos chicas - le dije que estaba insultando a Malfoy y... y ella cambio de tema.
- Estás seguro? - dijo Harry poco convencido - Me extraña que a Hermione le interese ese slytherin.
Ron asintió con la cabeza intentando asimilar la noticia. Notó las miradas de sus amigos clavadas en él con expectación. Le ardían las entrañas, estaba a punto de reventar cuando Ginny le salvó diciendo:
- Las clases van a comenzar, llegaremos tarde - y cogiendo a Luna del brazo desaparecieron por el pasillo.
- Ron - le dijo Harry suavemente - No puedes hacer nada si a Hermione le gusta Malfoy. Relajate y habla con ella. Tendrá sus motivos.
- Si, supongo que tienes razón - admitió débilmente Ron - voy a ir a enfermería no me encuentro muy bien. Nos vemos a la hora de la comida Harry.
Harry vió como su amigo se iba cabizbajo y arrastrando los pies dirección a enfermería. Ron necesitaba estar solo para pensar y recomponer su roto corazón. Ver así a su amigo le partía el alma. Estaba acostumbrado a ver a un Ron alegre, vital y risueño, no a esa alma en pena vagando por el castillo y suspirando por su mejor amiga. Pensó que el tiempo lo curaba todo y que tarde o temprano volvería a ser el mismo de siempre.
El sonido de una puerta que se cerraba llamó su interés y se giró hacia donde provenía el ruido. Hermione entraba al castillo.
- Hola Harry- dijo jovialmente la chica - estaba desayunando con Hagrid. ¿Qué haces ahí plantado? ¡Vamos a llegar tarde a pociones! Somos los únicos gryffindor que hay ¿quieres darle mas motivo a Snape para quitarnos puntos?
- Hermione, creo que tenemos que hablar de Ron.
- ¿De Ron? - preguntó la chica sorprendida cambiando el tono de voz - ¿Por qué? - y luego entendiendo el gesto de Harry dijo - Oh ...ya entiendo.. De acuerdo Harry, hablemos. Ya es hora de que sea sincera conmigo misma y con vosotros.
