Este capítulo tiene slash
Y es un poco fuerte, pero si han leído mi historia no les sorprenderá nada.
Gracias a todas las personas que mandaron sus opiniones,espero que este
capítulo les guste.
Para mi lector que pregunta sobre las parejas, en esta historia no esperaba
darle ninguna esperanza y menos de tipo romántica a mi Harry, pero la
historia se me ha salido de las manos y parece que se escribe solita, así
que resultó en lo que lees. Gracias por tu observación y espero que te
guste.-
Capítulo 7
Malfoy lo dirigió lentamente dentro de la habitación donde encendió unas cuantas antorchas que daban la luz adecuada solo para observar que adentro habían varios pupitres llenos de polvo y en el frente un gran escritorio magistral. Draco con un ligero movimiento de varita la transformó en una cama, donde recostó a Harry.
Harry estaba catatónico, no podía creer lo que pasaba, como había caído en esta posición nuevamente. Al sentir los besos sobre sus cuello y las manos que le despojaban de sus ropas con frenesí, sentía repulsión, pero había aprendido que si no ponía resistencia el dolor no era tanto y con esto dejó que el rubio siguiera su camino sobre él.
"Te lo suplico Draco, no dañes a mi bebé..." Fue lo único que se le ocurrió decir antes de sucumbir ante los deseos de Malfoy.
"Déjalo por mi cuenta, hay muchas maneras de hacer esto... yo puedo enseñarte..."
Una lengua húmeda se resbalaba sobre su miembro devorándolo con pequeños besos y lamidas. Tragándoselo luego por completo haciéndolo estremecer.
Al cabo de un rato al haber logrado el orgasmo de Harry, Malfoy evidentemente excitado, se posicionó entre los hombros del muchacho recostado, e hizo que su erección entrara lentamente en la boca del chico, hasta que logró con sus continuas intrusiones en la apretada garganta de su amante sus propio orgasmo y liberara su semilla dentro de la garganta de Harry, quien se atrangantaba ante esa nueva experiencia.
Nunca lo habían usado de esa forma. Se sintió completamente asqueado, por qué simplemente no lo torturaban y lo mataban. Pero habían encontrado su punto débil. No podía dejar que otros inocentes sufrieran por sus actos. Malditos. Su orgullo había sido pisoteado continuamente.
Sintió la ansiosa boca del Slitheryn saborear su propio sabor en él. Draco ahora lo abrazaba y le acariciaba su abultado estómago, mientras se quedaba dormido a la par.
Draco gemía aún entre sueños. Por fin había logrado hacer suyo al mago que le había quitado el sueño por meses.
Mientras lo único que quería Harry era refugiarse entre los tiernos y protectores brazos de Snape.
Cuando Draco se despertó, seguía eufórico al lograr conquistar al hermoso hombre que tenía entre sus brazos. Continuaba dándole besos, que no eran correspondidos, pero en esto no reparaba. Si no quieres que le diga a Voldemort que su hijo aún está vivo, dentro de ti, seguiremos viéndonos.
"Pero... Snape, y mis amigos, ellos no me dejan solo en ningún momento. No creo poder.No te basta, con lo que me has hecho"
Lo tomó muy fuerte de una muñeca y con voz suave y venenosa le advirtió "Aún no he acabado contigo Potter. Tendrás que buscar la manera, de lo contrario, ya sabes a lo que te atienes. Me imagino que Voldemort vendrá sin perder tiempo a buscarte y a su heredero.
Draco lo soltó y se vistió. "Creo que lo mejor es que dejes a Snape, y regreses a la torre de Griffindor, para que podamos vernos con total libertad" le dijo con frialdad.
Harry lo veía con ojos incrédulos. "Acaso no tienes miedo de lo que te pueda hacer Riddle si se entera que tocas a su posesión."
Draco lo veía con una chispa en sus ojos. "No, Tom me lo debe, por un favor que le hice."
"Y Snape, él me ama!" le gritó Harry "No dejará que te me acerques más"
"Ese problema lo resolverás tú... o de lo contrario lo tendré que eliminar"
"Pero, pero tú estás casado, que dirán los Weasley a esto?" Las excusas para persuadirlo se le terminaron con esto último.
"Con respecto a eso no te preocupes, no seré el primer casado en serle infiel a su esposa y a los demás no creo que les extrañe que un cualquiera como tú abandone a Severus y se acueste conmigo. Además si Ginny, y tú saben lo que les conviene harán todo lo posible para que los demás Weasley no se entrometan en lo que no les corresponde." Despidiéndose con un beso en la palma de la mano del Griffindor, Malfoy se retiró.
Harry, apretó con fuerza las sábanas bajo él y con la vista bajando al suelo pensaba en su nueva situación. Realmente este juego ya le había sucedido. Las amenazas, como lo manejaría con Snape.
El camino de regreso hacia las mazmorras, lo hizo rápido, tratando de buscar el único refugio que le quedaba en lo que consideraba su propio hogar.
Al llegar aseguró la puerta y se metió a la regadera. Ya no quería sentir el olor de Malfoy sobre él. Una buena ducha podía ayudarlo con eso. Se secó y se puso ropas limpias. El darse cuenta de lo que había sucedido hacía unos pocos minutos no lo dejaba en paz. Su recuerdo lo angustiaba. Lo único que quería era dejar todo afuera y no volver a salir nunca más de la seguridad que le daban las mazmorras de Snape.
No quería ser nuevamente el juguete de nadie. Cómo pudo Ginny casarse con él, se notaba perfectamente que no la amaba y ahora la quería engañar nada menos que con él. Claro que él no tenía ninguna opción y los Weasley, posiblemente perdería el poco respeto que tenían hacia él.
No podía ser verdad, él ya había encontrado a alguien que se preocupaba realmente por lo que era él y no solo por ser una pieza clave para conquistar el mundo mágico o por su apariencia. Ahora tenía a Snape.Tal vez aún no lo amaba, pero estaba aprendiendo a hacerlo.
Simplemente necesitaba un poco de tiempo, su corazón no había terminado de sanar al haber perdido a Ginny. Antes de su secuestro no había pensado ni remotamente en estar con alguien de su mismo género, por lo menos no voluntariamente, pero al estar con su profesor de pociones él mismo se había sorprendido al sentir nuevas emociones aflorar tanto en su cuerpo como en su alma.
Tenía que darle crédito a su profesor. La primera vez que se había entregado a él, había sido para librarse de Riddle y que le ayudara a mantener a su bebé. Pero el maestro de pociones le había confesado su amor y lo había hecho sentir un placer nunca disfrutado antes. Había estado con Ginny, pero fue totalmente diferente.Es decir ya conocía el placer de la carne pero la entrega con ella había sido total en cuerpo y alma. En cambio con Snape no lo unía en ese momento una emoción tan fuerte.
Esa había sido la primera vez que su cuerpo respondía a las caricias, y a los más leves toques que le daba su pareja. Suyas fueron las primeras palabras amorosas y de deseo que sintió susurrar en su oído, mientras hacían el amor.
Esos susurros eran lo que más le gustaba cuando estaban juntos. Eso y que cuando terminaban lo besaba tiernamente y lo acurrucaba cerca de su corazón. Eso lo hacía sentir realmente especial. En pocas palabra Snape le había demostrado un verdadero amor, y lo estaba conquistando poco a poco.
Al sentir la presencia de su pareja que llegaba, Harry lo recibió con una inusual alegría, lo abrazó fuertemente. No quería separarse de él nunca.
Snape lo veía extrañado, pero no lo rechazó, sino por el contrario lo abrazó con igual fuerza y tranquilamente buscaron el calor de la chimenea. Se sentaron y Harry colocó su cabeza sobre su hombro. Snape le hacía caricias en su cabello y observaba embelesado el rostro del chico. Este tocaba su estómago y veía preocupado las llamas frente a él.
"Harry, te encuentras bien, te noto un poco extraño"
Harry levantó su rostro hasta ver a quien le hablaba "Sí, estoy bien, solo te extrañaba".
Se acercó más hasta circularlo con sus brazos y lo besó tiernamente prolongando el beso lo más que pudo.
"Lo único que quiero es estar contigo y con mi hijo, siempre"
Colocó nuevamente su cabeza sobre sus hombros, cerró los ojos, inhalando el aroma de su pareja, que lo llenaba de serenidad.
"Igual, yo Harry. Igual yo" Snape tenía una sonrisa en su rostro de felicidad.
Que les pareció, bien escriban por favor, trataré de subir el siguiente capítulo lo más pronto que lo tenga.Bay.-
Capítulo 7
Malfoy lo dirigió lentamente dentro de la habitación donde encendió unas cuantas antorchas que daban la luz adecuada solo para observar que adentro habían varios pupitres llenos de polvo y en el frente un gran escritorio magistral. Draco con un ligero movimiento de varita la transformó en una cama, donde recostó a Harry.
Harry estaba catatónico, no podía creer lo que pasaba, como había caído en esta posición nuevamente. Al sentir los besos sobre sus cuello y las manos que le despojaban de sus ropas con frenesí, sentía repulsión, pero había aprendido que si no ponía resistencia el dolor no era tanto y con esto dejó que el rubio siguiera su camino sobre él.
"Te lo suplico Draco, no dañes a mi bebé..." Fue lo único que se le ocurrió decir antes de sucumbir ante los deseos de Malfoy.
"Déjalo por mi cuenta, hay muchas maneras de hacer esto... yo puedo enseñarte..."
Una lengua húmeda se resbalaba sobre su miembro devorándolo con pequeños besos y lamidas. Tragándoselo luego por completo haciéndolo estremecer.
Al cabo de un rato al haber logrado el orgasmo de Harry, Malfoy evidentemente excitado, se posicionó entre los hombros del muchacho recostado, e hizo que su erección entrara lentamente en la boca del chico, hasta que logró con sus continuas intrusiones en la apretada garganta de su amante sus propio orgasmo y liberara su semilla dentro de la garganta de Harry, quien se atrangantaba ante esa nueva experiencia.
Nunca lo habían usado de esa forma. Se sintió completamente asqueado, por qué simplemente no lo torturaban y lo mataban. Pero habían encontrado su punto débil. No podía dejar que otros inocentes sufrieran por sus actos. Malditos. Su orgullo había sido pisoteado continuamente.
Sintió la ansiosa boca del Slitheryn saborear su propio sabor en él. Draco ahora lo abrazaba y le acariciaba su abultado estómago, mientras se quedaba dormido a la par.
Draco gemía aún entre sueños. Por fin había logrado hacer suyo al mago que le había quitado el sueño por meses.
Mientras lo único que quería Harry era refugiarse entre los tiernos y protectores brazos de Snape.
Cuando Draco se despertó, seguía eufórico al lograr conquistar al hermoso hombre que tenía entre sus brazos. Continuaba dándole besos, que no eran correspondidos, pero en esto no reparaba. Si no quieres que le diga a Voldemort que su hijo aún está vivo, dentro de ti, seguiremos viéndonos.
"Pero... Snape, y mis amigos, ellos no me dejan solo en ningún momento. No creo poder.No te basta, con lo que me has hecho"
Lo tomó muy fuerte de una muñeca y con voz suave y venenosa le advirtió "Aún no he acabado contigo Potter. Tendrás que buscar la manera, de lo contrario, ya sabes a lo que te atienes. Me imagino que Voldemort vendrá sin perder tiempo a buscarte y a su heredero.
Draco lo soltó y se vistió. "Creo que lo mejor es que dejes a Snape, y regreses a la torre de Griffindor, para que podamos vernos con total libertad" le dijo con frialdad.
Harry lo veía con ojos incrédulos. "Acaso no tienes miedo de lo que te pueda hacer Riddle si se entera que tocas a su posesión."
Draco lo veía con una chispa en sus ojos. "No, Tom me lo debe, por un favor que le hice."
"Y Snape, él me ama!" le gritó Harry "No dejará que te me acerques más"
"Ese problema lo resolverás tú... o de lo contrario lo tendré que eliminar"
"Pero, pero tú estás casado, que dirán los Weasley a esto?" Las excusas para persuadirlo se le terminaron con esto último.
"Con respecto a eso no te preocupes, no seré el primer casado en serle infiel a su esposa y a los demás no creo que les extrañe que un cualquiera como tú abandone a Severus y se acueste conmigo. Además si Ginny, y tú saben lo que les conviene harán todo lo posible para que los demás Weasley no se entrometan en lo que no les corresponde." Despidiéndose con un beso en la palma de la mano del Griffindor, Malfoy se retiró.
Harry, apretó con fuerza las sábanas bajo él y con la vista bajando al suelo pensaba en su nueva situación. Realmente este juego ya le había sucedido. Las amenazas, como lo manejaría con Snape.
El camino de regreso hacia las mazmorras, lo hizo rápido, tratando de buscar el único refugio que le quedaba en lo que consideraba su propio hogar.
Al llegar aseguró la puerta y se metió a la regadera. Ya no quería sentir el olor de Malfoy sobre él. Una buena ducha podía ayudarlo con eso. Se secó y se puso ropas limpias. El darse cuenta de lo que había sucedido hacía unos pocos minutos no lo dejaba en paz. Su recuerdo lo angustiaba. Lo único que quería era dejar todo afuera y no volver a salir nunca más de la seguridad que le daban las mazmorras de Snape.
No quería ser nuevamente el juguete de nadie. Cómo pudo Ginny casarse con él, se notaba perfectamente que no la amaba y ahora la quería engañar nada menos que con él. Claro que él no tenía ninguna opción y los Weasley, posiblemente perdería el poco respeto que tenían hacia él.
No podía ser verdad, él ya había encontrado a alguien que se preocupaba realmente por lo que era él y no solo por ser una pieza clave para conquistar el mundo mágico o por su apariencia. Ahora tenía a Snape.Tal vez aún no lo amaba, pero estaba aprendiendo a hacerlo.
Simplemente necesitaba un poco de tiempo, su corazón no había terminado de sanar al haber perdido a Ginny. Antes de su secuestro no había pensado ni remotamente en estar con alguien de su mismo género, por lo menos no voluntariamente, pero al estar con su profesor de pociones él mismo se había sorprendido al sentir nuevas emociones aflorar tanto en su cuerpo como en su alma.
Tenía que darle crédito a su profesor. La primera vez que se había entregado a él, había sido para librarse de Riddle y que le ayudara a mantener a su bebé. Pero el maestro de pociones le había confesado su amor y lo había hecho sentir un placer nunca disfrutado antes. Había estado con Ginny, pero fue totalmente diferente.Es decir ya conocía el placer de la carne pero la entrega con ella había sido total en cuerpo y alma. En cambio con Snape no lo unía en ese momento una emoción tan fuerte.
Esa había sido la primera vez que su cuerpo respondía a las caricias, y a los más leves toques que le daba su pareja. Suyas fueron las primeras palabras amorosas y de deseo que sintió susurrar en su oído, mientras hacían el amor.
Esos susurros eran lo que más le gustaba cuando estaban juntos. Eso y que cuando terminaban lo besaba tiernamente y lo acurrucaba cerca de su corazón. Eso lo hacía sentir realmente especial. En pocas palabra Snape le había demostrado un verdadero amor, y lo estaba conquistando poco a poco.
Al sentir la presencia de su pareja que llegaba, Harry lo recibió con una inusual alegría, lo abrazó fuertemente. No quería separarse de él nunca.
Snape lo veía extrañado, pero no lo rechazó, sino por el contrario lo abrazó con igual fuerza y tranquilamente buscaron el calor de la chimenea. Se sentaron y Harry colocó su cabeza sobre su hombro. Snape le hacía caricias en su cabello y observaba embelesado el rostro del chico. Este tocaba su estómago y veía preocupado las llamas frente a él.
"Harry, te encuentras bien, te noto un poco extraño"
Harry levantó su rostro hasta ver a quien le hablaba "Sí, estoy bien, solo te extrañaba".
Se acercó más hasta circularlo con sus brazos y lo besó tiernamente prolongando el beso lo más que pudo.
"Lo único que quiero es estar contigo y con mi hijo, siempre"
Colocó nuevamente su cabeza sobre sus hombros, cerró los ojos, inhalando el aroma de su pareja, que lo llenaba de serenidad.
"Igual, yo Harry. Igual yo" Snape tenía una sonrisa en su rostro de felicidad.
Que les pareció, bien escriban por favor, trataré de subir el siguiente capítulo lo más pronto que lo tenga.Bay.-