Harry corría por los pasillos seguido por Hermione que iba detrás de el era como si los años no hubieran pasado como si siguieran siendo los mismos estudiantes que años atrás habían estudiado en ese colegio, eran como niños pequeños jugando.
El chico se detuvo cuando se encontró con su amigo pelirrojo que lo miro extrañado.
- ¿Por qué corres? – le pregunto cuando se detuvo delante de el respirando agitadamente por la carrera – deberías de tener cuidado has pasado toda la noche en la enfermería.
- Harry Potter – oyeron que gritaba una chica que corría hacia ellos – no te muevas de ahí.
- ¿Qué os pasa? – interrogo Ron mirándolos.
- Tenemos una conversación pendiente – dijo la chica.
- No, no la tenemos – contesto el chico dando vueltas alrededor del pelirrojo.
- Si que la tenemos, creo que no has entendido lo que te he dicho – ella intentaba atrapar al chico y giraba también sobre el otro chico.
- ¿Pero que hacéis? – les preguntaba dando vueltas sobre si mismo para seguir a sus amigos – me estáis mareando.
- Entendí lo que dijiste – siguió el moreno.
- Pues no lo pareció ¿A que demonios vino eso?
- Hermione controla ese lenguaje, se te puede escapar delante de nuestra hija y no estaría bien.
- Os queréis parar – protesto Ron.
- No cambies de tema Harry.
- Estaros quietos – grito el pelirrojo sorprendiendo a los otros dos – queréis dejar de dar vueltas alrededor mío.
- No te pongas así – índico Hermione – solo estábamos jugando.
- Si – continuo Harry – antes no te ponías así, que poco sentido del humor tienes.
- Mira Harry no es que no tenga sentido del humor, sino que no llego a comprender porque estáis los dos …
- Ron – grito su hermana que llegaba corriendo azotada seguida por Malfoy hasta el – Ron.
- Esto esta empezando a ser una mala costumbre siempre me están interrumpiendo.
- Ron rápido mama acaba de avisar Luna se a puesto de parto, van hacia San Mungo.
- ¿Ahora? – interrogo el chico – no, no puede ser no sale de cuentas hasta el mes que viene, estas equivocada Ginny.
- Weasley escúchame a mi – el rubio lo miraba con cara de pocos amigos – t u m u j e r v a a t e n e r a t u h i j o a h o r a no cuando te venga bien a ti.
- Que no – negaba el chico – que no puede ser.
- Dios mío – gimió Hermione empujándolo – hizo lo mismo cuando nació Andy. Se quedo estático y no decía mas que respira Hermione, respira Hermione – el de los ojos verdes los miro y con una sonrisa agarro a su amigo del brazo y le empujo también.
- No seria para tanto ¿A que no Ron?
- Eso es porque no lo vistes – contesto Ginny – tres días después de que Hermione había llegado con Andy ya para casa seguía diciendo respira Hermione, respira.
En el hospital todo era confusión, los señores Weasley saludaron y abrazaron a Harry en cuanto lo vieron y luego llevaron a Ron a la habitación donde estaba Luna, antes de entrar miro una última vez a Hermione con ojos suplicantes.
- ¿Cómo es la frase? – le pregunto.
- Ron – susurro la chica – entra ahí y dile a Luna todo lo que la quieres y que todo va a salir bien – el chico asintió con la cabeza.
- Me lo puedes escribir.
- Por dios Ron – grito su madre empujándolo dentro.
Todos esperaban nerviosos en aquel pasillo blanco la señora Weasley sentada junto a su marido dejaba escapar suspiros nerviosos. Hermione junto a Ginny hablaban animadamente callándose en cualquier momento que creían oír un ruido proveniente de la habitación. Harry estaba sentado entre Hermione y Fred que discutían con su gemelo las sus nuevas bromas para la tienda.
- Eh… chicos – les susurro Harry llamando su atención – quería pediros disculpas por todo lo que paso.
- No te preocupes – constesto George con un gesto de la mano quitándole importancia.
- Eso lo dices tu – indico el otro gemelo – porque a ti nadie te lanzo ninguna maldición, a mi todavía me duele todo el cuerpo. Pero te perdono si vuelves a invertir en nuestra tienda – termino con una sonrisa.
- Ya veo que vosotros no habéis cambiado – el rostro de Harry se relajo ante la contestación de los chicos.
La puerta por donde había entrado Ron se abrió para dejar salir al pelirrojo mas blanco de lo que nunca lo habían visto pero con una gran sonrisa en su rostro.
- Tengo un niño – grito elevando sus brazos segundos antes de irse contra el suelo de bruces.
- Por lo menos esta vez ha aguantado todo el parto – comento la señora Weasley agachándose para ver a su hijo.
Se encontraban delante de un cristal viendo al niño que Ron enseñaba orgulloso en sus brazos detrás del cristal.
- Es mi niño – repetía una y otra vez mientras lo enseñaba – mi pequeñín.
- Esta como una cabra – dijo George – aunque lo deberíamos felicitar, esta vez si consiguió verlo nacer.
- ¿No vio nacer a Andy? – interrogo Harry.
- No – contesto Hermione – estábamos en la madriguera Fred, Ron y yo cuando rompí aguas, se lo dije y fue cuando primero me dijo eso de que era imposible porque aun no me tocaba que tenia los días perfectamente calculados y que estaba confundida.
- Si – siguió Fred – y cuando Hermione se canso de gritarle que mejor que ella no lo sabría, empezó con el respira Hermione, respira Hermione, respira… plaf contra el suelo. así que tuve que traer yo a Hermione al hospital y estar con ella en el parto.
- Fred fue un gran apoyo – contesto la chica.
- Fue asqueroso – replico el pelirrojo – osea Andy es muy bonita, ahora – recalco – pero la primera vez que la vi – puso cara de asco – era vomitivo, estaba llena de sangre, sucia y solo sabia llorar y cuando el médico le dio en el trasero he de decir que por un momento vi una mirada asesina en sus ojos.
- No le hagas caso – refuto Hermione – no es cierto.
- Si que lo es, por un momento creí que se la iba a devolver – el moreno rió mientras contemplaba a Ron con su bebe.
- Me hubiese gustado estar ahí contigo – le dijo a la chica que en respuesta le sonrió.
- No Harry tu hazme caso a mi no te hubiera gustado para nada – añadió Fred – yo todavía tengo pesadillas.
- Si me hubiera gustado – siguió el – porque era el nacimiento de nuestra hija – susurro mas bajo para que solo ella lo oyera – y eso lo hubiera echo lo mas especial del mundo.
- No seas tonto Harry – contesto ella algo sonrojada.
- No lo soy ya me perdí muchas cosas de su vida – dijo tristemente.
- Pero no te perderás mas a partir de ahora – el le cogio la mano mientras ella seguía hablando – estarás con ella en todas las cosas importantes que haga.
- Con las dos – termino el.
- Harry eso ya se vera no debes adelantar acontecimientos.
- No lo hago – contesto el chico con una sonrisa.
- Si que lo h…
- ¿Dónde esta mi hermanito? ¿Dónde esta? – pregunto Andy que llegaba corriendo seguida de Ginny y Draco – súbeme, súbeme – decía la niña tirando de la manga a Hermione – quiero verle.
- Yo te subo Andy – Harry estiro sus brazos y la niña se subió ágilmente a el – mira ese es tu hermanito – dijo señalando al pequeño que dormía sin percatarse de lo que ocurría a su alrededor - ¿Qué te parece?
- Es muy pequeño – contesto molesta.
- Los bebes son pequeños.
- Si pero es demasiado pequeño, no puedo jugar con el.
- No ahora no, pero en unos meses ya podrás jugar con el y le enseñaras muchas cosas porque tu serás su hermana mayor.
- Si – se enorgulleció ella – seré su hermana mayor y le enseñare a poner buena cara cuando el abuelo le regale un patito de goma.
- ¿Tu padre aun sigue con lo del patito de goma? – interrogo mirando a Ginny que susurraba con Hermione.
- No preguntes – contesto ella entornando los ojos – ahora esta mas obsesionado que nunca con los objetos muggles.
- Harry – llamo la niña.
- Dime cielo.
- ¿Tú vas a tener más hijos? – el chico se azoro un poco con la pregunta.
- Bueno… eh… no se puede que mas adelante… si tu madre quiere.
- Harry no le digas eso a Andy – le regaño Hermione – va a pensar que es verdad.
- Es que será verdad – indico él – además a Andy le gustaría ¿A que si? – pregunto a la niña en su cuello.
- Si, quiero tener muchos hermanos y yo los cuidare cuando entren en Hogwarts.
- Lo ves Hermione, nuestra pequeña quiere que le demos hermanos ¿Acaso tu se lo puedes negar? – interrogo con cara de inocencia.
- Eres lo peor – bufo la chica – ya hablaremos tu y yo de esto luego.
- ¿Qué pasa Hermione que tu hija solo se utiliza para hacer chantaje emocional a los demás?
- Cállate Malfoy.
- Ja Malfoy, hace años que no me llama así – siguió el rubio – la has enfadado de verdad Potter.
- No tanto – contesto el moreno.
- Mira deja el tema si quieres seguir viviendo – la chica le miro con cara asesina – ahora tenemos otro problema. Los periodistas se han enterado de que has vuelto, están a la puerta del hospital esperando a que salgas.
- ¿Para que? – pregunto el moreno.
- Harry ya eras famoso antes – explico Ginny - te das cuenta ahora después de haber desaparecido durante tantos años después de haber vencido a Voldemort. Hay un montón ahí fuera los vimos cuando entramos Draco y yo.
- Pues yo no quiero hablar con ellos – se quejo el chico como un niño pequeño – no quiero se famoso, ya vencí a Voldemort ¿Qué quieren ahora?
- Potter eres tonto.
- Cállate Malfoy.
- Callaros los dos – grito Hermione – lo que debemos hacer es irnos de aquí antes de que entren.
- Podemos ir ya a casa de Draco – dijo Ginny.
- Yo quiero quedarme con mi hermanito – se quejo la niña.
- Ya tendrás tiempo para estar con él.
- ¿Porque? – interrogo el rubio - ¿también van a venir a casa?
Todos ignoraron la pregunta del chico y salieron del hospital mediante polvos flu hacia la casa que Draco tenia en Sicilia.
Siento no haber actualizado antes, pero no tenia nada para subir y este capitulo no es muy interesante igualmente, pero espero que aun así os guste.
Emily
