La casa estaba en lo alto de una colina y cuando Harry y Hermione los vieron pensaron que llamar casa a algo que más bien era un castillo era quedarse algo corto.

Aparecieron en el salón principal como Draco lo denomino, Harry y Hermione miraban todo alrededor era un sitio lleno de delicadas figuras que se notaban que eran muy caras.

- Es una casa muy bonita – comento Hermione – muy grande.

- Es un palacete, no una casa – objeto el rubio – tener que traer a estos que no saben diferenciar una casucha de un palacio, esto me pasa por dejarme liar – salio por la puerta del salón todavía murmurando.

- En el fondo esta contento de que estéis aquí – indico Ginny – lo que pasa es que le cuesta demostrar sus emociones. Lo veis ya vuelve – dijo mientras el rubio volvía a entrar por la puerta.

- Andy – sujeto la mano de la niña – vamos que te quiero enseñar el pony que tengo para ti.

- ¿Tengo un pony? – pregunto la niña feliz.

- Si, ya veras es precioso – salio de nuevo con la niña sin mirar a nadie mas.

- No, si se nota que esta feliz de que estemos aquí – expresó Hermione.

- Si, vamos yo casi le veo hasta sonreír de emoción.

- Cállate Harry – gimió la pelirroja – solo esta nervioso por vuestra presencia quiere que lo paséis bien aquí.

- Ginny – llamo Hermione - ¿tu te crees lo que dices?

- Lo intento – suspiro la chica – lo intento. Voy a buscarlo y así os podré decir donde dormiréis – salio de la habitación con otro suspiro.

- Tal vez no deberíamos haber venido – apunto Harry – ni Malfoy esta contento, ni nosotros tampoco.

- No lo sé – la chica se sentó en uno de los sofás de la sala – aunque no lo creas Draco ha cambiado mucho en estos años, ya no es tan …

- ¿prepotente?

- No, eso aun lo es.

- ¿Creído?

- No también.

- ¿Egocéntrico?

- También. No es… tan idiota. Ya sabes, a mi no me insulta, con Ron se intentan llevar, aunque no lo consiguen, con Andy, ya lo has visto, se adoran y el quiere a Ginny y ella a el.

- Madre de Dios – se sentó junto a la chica en el sofá - te pierdes unos años y cuando vuelves todo a cambiado, Malfoy en el bando de los buenos.

- No esta en ningún bando, más bien prefirió permanecer al margen de todo.

- Como sea. Ron casado con Luna Lovegood y con un bebe.

- Si la verdad es que el ha madurado bastante, aunque sigue teniendo de vez en cuando esos arrebatos de niño pequeño.

- Y tu y yo con una niña que esta tan inteligente como su madre – señaló pasando un brazo por los hombros de ella – y tan guapa, con la que por cierto me voy a casar.

- Harry no empieces.

- He estado pensando en una fecha para la boda – la chica abrió la boca asombrada – que te parece con la llegada del otoño, ya sabes tu y yo bajo los árboles mientras las hojas van cayendo alrededor nuestro ¿bonito verdad?

- ¿Estas bromeando?

- ¿No te gusta la época? Podemos esperar a las navidades.

- ¿y porque no mañana mismo?

- Hombre es un poco acelerado, pero si tú quieres mañana, mañana será.

- Harry estaba siendo sarcástica, no habrá boda ni mañana, ni pasado, ni en otoño.

- Entonces en las navidades, el mes de diciembre es bonito, pero algo frió.

- Te has vuelto loco, algo te debió pasar en la cabeza cada vez que te dio por hacer esa cosa rara y por eso estas ahora así, no hay duda perdiste totalmente el juicio.

- No es verdad. Te quiero y quiero que estés conmigo, no se donde esta lo malo.

- En que las cosas no son así, debemos asimilar lo que ha pasado, por favor si ni siguiera hace una semana que has vuelto, Harry puedo contar con una sola mano – indico levantándola y poniéndola en frente del chico – los días que has vuelto.

- ¿Y?

- no puedo contigo, de verdad, estoy empezando a creer que estas para encerrar – se levanto rápidamente y se disponía a salir del salón cuando el la sujeto del brazo y la hizo girar hasta estar enfrente de él.

- Vale dejare de insistir  con la condición de que  tú me mires a los ojos y me digas que no me quieres, así de simple, solo dilo y te dejare tranquila.

- No tengo nada que decirte – el levanto la barbilla de la chica obligándola a mirarle a los ojos.

- Solo dime que no me quieres – ella miro sus ojos verdes, aquellos que tanto había recordado en sus sueños, añorándolos cada uno de los días que habían estado separados.

- Harry no me hagas esto – susurro ella – por favor.

- Dilo – insistió el.

- No puedo -  deja caer su cabeza sobre el hombro del chico – no puedo decírtelo.

- Me quieres, aun me quieres – afirmo el chico separándola de él y acariciándole las mejillas – sabia que me querías. – se acerco a ella despacio, temiendo que se fuera a escapar, que se apartara de el, pero a ella no se le había pasado por la cabeza, toda el raciocinio que había tenido los días atrás, parecía haber desaparecido de su cabeza, su mente solo estaba en blanco, mirándolo los labios del chico que cada vez estaban mas cerca.

- Si me seguís os…Ginny como se lo monten en le salón luego lo limpias tu – los dos se separaron sobresaltados por la intromisión.

- No nos vamos a montar nada Malfoy – gruño Hermione.

- Potter que sepas que desde que has vuelto ya me ha llamado dos veces Malfoy, me pase todos los años de escuela fastidiándola y tu en dos días has conseguido lo que yo no logre en siete años, eres único Potter, único.

- Draco cállate y enséñale las habitaciones.

Sirius y Remus se habían traslado también a la casa del Slythering que no dejaba de protestar cada vez que se encontraba con uno de ellos por la casa y así pasaron los días, por las tardes Harry caminaba o jugaba con Andy que cada vez parecía tenerle mas cariño y todas las mañanas Harry, Sirius y Remus se entrenaban o mas bien intentaban entrenar el poder de Harry.

- Estupendo otra vidriera rota – gruño Draco mientras desayunaba – si es que no va a dejar una sana.

- No protestes tanto – le regaño Ginny – si enseguida lo reparan no es mas que un cristal.

- Un cristal que tiene más de cien años.

- No lo hace aposta – hablo esta vez Hermione – le esta costando mucho poder controlar todo ese poder, no es fácil para el.

- Claro y vosotras como siempre defendiendo a San Potter.

- Gracias a San Potter estamos vivos – recalco la chica – parece que se te olvida.

- No se me olvida así como que si no hubiese sido por el no habríamos estado en peligro en ningún momento, pero no había que ir a ese colegio para recordado, como si no lo hubieseis echo día tras días.

- Draco te juro que haberes eres inaguantable – la pelirroja se levanto molesta de la mesa – voy a levantar a Andy, que a veces creo que es la persona mas madura que conozco.

- No si ahora voy a tener yo la culpa.

- Draco nadie te dice que tienes que llevarte bien con Harry, pero conoces nuestra relación con el y creo que la deberías respetar.

- Mira Hermione, esa – señalo la puerta por donde había salido la pelirroja – estuvo un montón de años enamorada de él.

- ¿Es eso este celoso? Pues no deberías, Ginny nunca estuvo realmente enamorada de Harry, solo era una ilusión de niña, ella lo adora no te lo voy a negar, pero como toda la familia Weasley.

- Se perfectamente que me prefiere a mi antes de a él – levanto una ceja y dejo asomar un sonrisa - ¿Y tu?

- ¿Yo que? ¿Si te prefiero a ti antes que a Harry? – pregunto ella con sarcasmo – en serio tengo que contestarte a eso.

- Me refería a si tu también estuviste enamorada de el ¿Cómo dijiste? así con una ilusión de niña…

- Eres idiota Malfoy.

- Y van tres.

- ¿Tres que? – interrogo Harry sentándose también a desayunar seguido de Remus y Sirius.

- Nada, nada.

- Que os parece si el sábado salimos todos a cabalgar – comento Sirius – podemos coger algo de comida y pasar el día por la montaña.

- Por mi esta bien – contesto Draco – conozco un sitio que esta muy bien junto a un rió.

- Pues entonces vamos – indico Remus – yo me iré esta tarde, pero estaré aquí pasado mañana para ir.

- ¿Vamos a caballo? – pregunto Harry.

- ¿Qué piensas cabalgar sino Potter? – el aludido no contesto solamente se sonrojo y echo una mirada asesina al rubio.

- ¿Dónde vas Remus? – Hermione intento cambiar de tema.

- Bueno … voy a … tengo que …

- Tiene una cita con una mujer – termino Sirius por el.

- Oye no debes contar mi vida privada por ahí – murmuro el otro saliendo de la cocina.

- Hermione – llamo Harry a la chica en voz baja para que nadie lo oyera - ¿Sabes montar a caballo? – la chica afirmo con la cabeza - ¿Me enseñaras antes del viernes?

- Claro Harry tranquilo.

Se encontraban en las caballerizas preparando los caballos para enseñar a Harry a montar. El chico miraba dudoso el caballo que su amiga había escogido para el.

- Harry solo es un animal, no tienes porque tener miedo – dijo la chica.

- No le tengo miedo se defendió el, lo que pasa es que creo que yo no le gusto, me mira mal.

- Como te va a mirar mal, es un caballo solamente, no te mira mal.

- Si que lo hace, fíjate entorna la vista y me mira de arriba abajo.

- Estas desvariando. Mira pon el pie en el estribo – el subió sus cejas y la miro.

- ¿Dónde quieres que suba el pie? ¿y para que? – ella dejo escapar un suspiro de exasperación.

- Ahí – le dijo señalando el estribo – pon tu pie – el chico hizo lo que ella le mandaba – el derecho Harry, el derecho o piensas montar al revés.

- No es culpa mía, tú no dijiste cual.

- Apoya bien el pie – siguió cuando el chico ya se había colocado – cojee impulso y pasa tu otra pierna, la izquierda – recalco ganándose una mala mirada de el – por el otro lado del caballo – cuando el ya estaba sobre el animal sujeto a la silla de montar le acerco las riendas – bien tu tranquilo, aprieta las rodillas, cuando quieras comenzar a andar dale suavemente con los talones, y para dirigirle tira de la rienda hacia el lado al que quieras ir ¿De acuerdo?

- No del todo, pero bueno.

Ella se subió a su caballo y lo azuzo para que anduviera, el caballo de Harry siguió al otro como si nada.

- No parece tan difícil – dijo el chico.

Salieron por un camino que había cercano a la casa despacio sin hablar solo contemplaban el paisaje que había alrededor suyo, les sorprendía que una familia como la Malfoy, pudiera llegar a vivir en un sitio tan bonito ya que ellos siempre habían pensado que vivían en mazmorras oscuras.

Hermione observaba a Harry mientras seguían cabalgando, parecía manejar bastante bien al caballo, le parecía que todo fuera un sueño, en muchas ocasiones había pensado en pasear junto a el felices sin que nada les importara, pero siempre se despertaba y se daba cuenta de que todo era un sueño y eso le daba demasiado miedo, tenia pánico a que todo fuera un sueño a que Harry no estuviera allí con ella y que estuviera en otro de sus sueños, seguía queriéndolo como cuando iban al colegio como la vez que se entrego a el, pero no podía olvidar que la noche tan maravillosa que había pasado con el también era la mas horrible que podía recordar.

- ¿Descansamos un poco? – pregunto el chico mirándola con una sonrisa – Hermione ¿me escuchas?

- Si perdona. Claro si quieres paramos – los dos se bajaron de los caballos y se sentaron debajo de un árbol - ¿Qué te parece la experiencia?

- Esta bien, no es tan difícil como pensaba. Pero me duele algo el trasero – ella dejo escapar una carcajada – parece como si hiciera años que no te escucho reír.

- En realidad hace años que no me rió – susurro ella mas para si misma que para el.

- Siento que hayas sufrido por mi culpa… nunca quise que tu sufrieras, no quise hacerte daño.

- No digas tonterías Harry. Tu nunca me has hecho daño, nada de lo que tu hiciste me daño. Fue culpa de Voldemort todo, siempre fue culpa de el lo que ocurrió.

- Lo sé, pero no puedo dejar de pensar que si no fuera por mi, muchas personas se habrían ahorrado muchos sufrimientos.

- Harry – ella se coloco delante de él – los sufrimientos a los que nos hemos tenido que ver enfrentados, fueron porque decidimos luchar contra el mal y para ello te apoyamos a ti – le cogio las manos y le sonrió – y yo estoy orgullosa de haberlo echo.

- Hermione – fue lo único que dijo el dijo antes de atraerla hacia el y abrazarla – aquella noche tenia tanto miedo, sentí que te perdía.

- No me perdiste Harry, estoy aquí contigo.

- Lo se, pero lo soñé, soñé que el venia hacia nosotros y que te mataba delante de mi y yo no podía hacer nada para impedirlo.

- ¿Por eso me mandaste a buscar a Dumbledore porque sabias que el venia? – ella se había separado de el rápidamente molesta – me apartaste de tu lado.

- No fue así Hermione, si hubieses estado allí te habría matado, no podía permitir que eso ocurriera, por eso te pedí que fueras a buscar a Dumbledore, si te hubiera dicho la verdad no te habrías ido.

- Pues claro que no – contesto ella enfadada – me hubiera quedado allí a luchar contigo.

- Lo sé, se que habrías estado allí conmigo y hubieses muerto – ella se levanto y le dio la espalda.

- No te das cuenta de que aun así lo hice, yo morí  aquel día Harry.

- No es cierto – el también se levanto y la abrazo por la espalda.

- Si lo es, todos mis sentimientos se quedaron en aquella habitación, cuando pensé que te había perdido sentí tanto odio que me encerré en mi misma, no permití que nadie volviera a entrar en mi corazón, lo cerré Harry, lo cerré a todo.

- No es verdad – el la giro y puso sus manos en la mejilla de la chica limpiando las lágrimas que empezaban a caer de sus ojos – no lo cerraste, criaste y quieres a Andy y la tuviste por amor Hermione, Andy nació por el amor que tu y yo nos teníamos.

- Harry no he podido volver a salir con nadie desde entonces.

- Y yo me alegro – ella dejo escapar una sonrisa y le dio un suave golpe en el pecho - ¿Que? Si quieres te miento y te digo que me alegro de que salieras con otros hombres.

- Eres increíble.

- Lo se.

- No era un piropo Harry.

- Sabes lo que vamos a hacer – ella negó con la cabeza – pues vamos a volver a la casa y nos vamos a comer algo que yo tengo un hambre feroz y luego yo voy a volver a entrar en tu corazón de nuevo – ella bufo.

- Que pesado eres ¿Vas a volverme a pedir que me case contigo?

- No he visto que esa táctica no me da muchas ventajas, pero soy perseverante así que ahora he decidido tomar otro rumbo.

- ¿Qué rumbo? – interrogo ella con una sonrisa – miedo me das.

- Ahora voy a besarte para que te calles – y fue justo lo que hizo, junto los labios de la chica suavemente con los de él y dejo escapar una sonrisa durante el beso cuando ella no solo no se aparto si no que le respondió y le permitió profundizar mas el beso – esto significa que no me rechazas – pregunto el cuando se separaron con las respiraciones agitadas.

- Esto… bueno… eh…

- ¿Me vas a decir algo verdad?

- Eres tonto – respondió riendo corrió hacia su caballo y espero a que el chico llegara hasta ella.

- Que te conste que lo voy a repetir – dijo mientras se subía al caballo, ella se acerco a el, lo agarro por la camisa y tiro de el hacia abajo.

- Que te conste que puede que lo este deseando – le susurro al oído soltándole y subiendo también a su caballo.

- No provoques Hermione, no provoques.

Muchas gracias a todas las personas que me han dejado reviews y como tarde en actualizar el capitulo anterior, espero que esto os sirva de disculpa.

Besos Emily