Un epilogo queréis y un epilogo tendréis.
Hermione iba por la casa despacio, su estado ya de nueve meses le hacia todo mucho mas dificultoso, le costaba subir las escaleras de la gran casa en donde vivía con Harry desde que se habían casado, ya llevaban mas de un año juntos y todo era perfecto, su casa estaba cercana a la que compartían Ron y Luna con su niño que ya tenia dieciocho meses y todo era felicidad en sus vidas.
Andy quería a Harry cada día mas y lo había aceptado perfectamente como su padre, sin olvidar tampoco a Ron al que seguía queriendo también como tal algo que Harry valoraba y aceptaba sin ningún tipo de resentimiento sino mas bien al contrario y nunca podría agradecerle bastante la protección y ayuda que había dado a la que era ahora su mujer y a su hija, por ello cuando Ron le pidió que fuera el padrino de su hijo, el se sintió realmente orgulloso de poder llevar acabo esa labor y le prometió que mientras el viviera su hijo podría contar con el para todo lo que hiciera falta y que nunca le faltaría nada y a su vez Harry y Hermione también le pidieron a Ron que fuera el padrino del hijo que ella llevaba ahora en sus entrañas.
Hermione miro las escaleras y se sintió desfallecer solo de pensar que tendría que subirlas, cuando Hermione cumplió siete meses de embarazo Harry había arreglado una habitación abajo para que ella no tuviera que subir las escaleras, pero ahora necesitaba terminar de arreglar su bolsa para cuando el momento llegara y era necesario que subiera, podía esperar perfectamente a que el llegara, pero estaba tan harta de sentirse tan inútil que al menos eso lo quería hacer por ella misma.
Nada mas colocar el pie en el primer escalón inspiro aire y miro de nuevo las escaleras, iba a subir el otro pie cuando sintió un gran dolor recorriendo su cuerpo y un liquido recorriendo sus piernas, supo perfectamente de que se trataba en el primer instante, inspiro de nuevo y expiro, camino despacio hasta la chimenea, cogio unos polvos y los echo en ella.
- Harry – grito, espero que la cabeza de su marido apareciera por ella, pero en su lugar, una cabellera pelirroja hizo aparición.
- ¿Qué ocurrió Hermione?
- Ron, avisa a Harry.
- No esta, se ha ido con Andy y con mi hijo Jonathan al parque.
- Ron necesito a Harry – gimió mientras volvía de nuevo a sentir otra contracción.
- Hermione ¿Qué te ocurre? ¿Estas bien?
- No Ron – grito ella – no estoy bien, estoy de parto y quiero a Harry aquí.
- No te alteres – se defendió el – calmate. Espera. Luna – le oyó gritar – Hermione esta de parto ve a avisar a Harry yo iré con Hermione al hospital – tras de decir esto último apareció delante de Hermione – bueno vamonos al hospital – dijo con una sonrisa.
- No puedo creer que me vuelva a pasar esto – susurro la chica – no otra vez tu.
- Oye – se defendió el – me parece que deberías mostrarme un poco de agradecimiento – ella le miro mal, pero el no se dejo acobardar – respira Hermione respira.
Se encontraba en una camilla con Ron junto a ella, el medico les había dicho que todo iba perfectamente, que el bebe estaba bien y que si todo seguía así en unos minutos nacería.
- No, no y no.
- Hermione no seas cabezota, no puedes impedirlo – aconsejaba Ron.
- Que no te digo que el bebe esperara, no pienso tener a mi hijo hasta que Harry no llegue.
- Tranquila Hermione – el chico la miro con cariño – Harry llegara, tu solo recuerda que debes respirar. Respira Hermione, respira.
- Ron – gruño ella sacando fuerzas y cogiendole del cuello de la camisa – si me vuelves a repetir una sola vez mas que respira te juro que el que dejara de respirar serás tu.
- Hermione – llamo Harry entrando por la puerta apresuradamente – Hermione ¿Cómo estas? ¿Cómo esta el bebe? ¿Por qué intentas ahogar a Ron?
- Harry – llamo ella sonriéndole dulcemente – menos mal que estas aquí, este niño no quiere esperar más.
- Ya estoy junto a ti tranquila – respondió el mientras intentaba aflojar el puño que la chica tenia cerrado sobre el cuello de la camisa de su amigo, cuando lo consiguió le sujeto la mano y le dio un beso en ella.
- Bueno yo espero afuera – se despidió Ron no sin antes susurrar en el oído de su amigo – no le digas que respire, creo que la altera un poco.
- ¿Dónde esta Andy? – interrogo la chica cuando Ron salio de la habitación.
- Esta con Luna no te preocupes, esta muy emocionada por ver a su hermanita.
- ¿Hermanita? – pregunto Hermione – Harry no sabemos si es una niña aun.
- Yo se que será una niña – respondió el.
- Hola – saludo el medico cuando entro en la habitación - ¿Cómo te encuentras Hermione? ¿Lista?
- Yo si, pero no se yo si el bebe lo esta – el medico la sonrió y se puso a examinarla.
- El bebe también esta listo Hermione así que prepárate que esto va a comenzar – ella asintió con la cabeza y Harry dejo un beso en la frente de ella.
Se encontraba agotada, pero feliz, miraba a la criatura que la enfermera acababa de dejar entre sus brazos, tan pequeña, Harry se encontraba recostado en la cama con ella mirando también al pequeño bebe que en ese momento bostezaba y estiraba sus pequeños bracitos.
- No sabes lo feliz que me has hecho Hermione – decía mientras acariciaba la pequeña mejilla.
- Yo también soy muy feliz – dijo la chica.
- Te dije que sería una niña – comento el feliz.
- Si y ya que sabias que sería una niña ¿Sabes también que nombre le vamos a poner?
- Bueno yo había pensado que Alicia seria un buen nombre.
- Alicia – repitió la chica – Alicia Potter, si suena bien.
En ese momento una llamada en la puerta distrajo toda su atención y miraron a las personas que entraban en ese momento a la habitación, Remus y Sirius seguidos por Ron y Luna que se apartaron para dejar pasar a una pequeña personita.
- Andy ven – la llamo su padre – quiero que conozcas a alguien – la niña se acerco hasta la cama, Harry la cargo y le enseño al bebe – te presento a Alicia tu hermanita.
- Hola Alicia – saludo la niña – no es pelirroja – comento provocando que todos los que estaba en la habitación rieran.
- No cielo – contesto su padre – creo que esta personita ha sacado el pelo de tu madre, no ves que es tan bonita como ella.
- Ah – fue lo único que añadió la niña seria.
- Pero tú – dijo Hermione – nunca debes olvidar que eres tan preciosa como lo era tu abuela.
- Eso es cierto – confirmo Sirius, provocando que la niña volviera de nuevo a sonreír.
Se encontraban en la estación de King Cross subiendo los baúles de sus hijos al tren, Harry y Ron acaban de dejarlos en uno de los compartimientos y se disponían a despedirse de sus hijos.
- ¿Cómo le va a Andy? – pregunto Ron.
- Esta bien – contesto Harry – esta haciendo varias pruebas para bastantes equipos y por ahora todos le han ofrecido jugar, ahora tiene que elegir en cual quiere jugar.
- Andy sabe que los Tornados son los mejores – gruño Ron.
- Si, pero ella escogerá al que prefiere ir, no al que mejor disposición tenga ni mas dinero le den.
- Harry Ron venir de una vez, se va a ir el tren y no os habéis despedido aun.
- Ya vamos. Tu mujer grita cada día más.
- Que no te oiga decir eso o conseguirás que al final Hermione te grite todavía mas.
Hermione y Luna se despedían de sus hijos y saludaba a Ginny y Draco que aparecían en ese momento para dejar a sus dos hijos su hija Narcisa, a la que había llamado así porque Draco se había empeñado y Ginny había terminado cediendo y a su hijo Alan, que para desgracia de Draco habían ido a parar a Gryffindor.
- Espero que este año no recibamos ninguna carta vuestra – les reñía Hermione – no entiendo como los siete años que Andy estuvo en Hogwarts no tuvimos ni una sola queja de ella y con vosotros dos no podemos.
- Lo siento mama – Alicia bajo la mirada y le brindo una cara inocente – deberás intentaremos portarnos bien ¿Verdad Jonathan?
- Claro que si, no te preocupes tía Hermione que nos portaremos bien, te lo prometo – termino el chico cruzando los dedos detrás de su espalda.
- Por que será que no te creo – dijo Ron junto a su hijo.
Se despidieron de sus padres y subieron al vagón, les dijeron adiós a sus padres cuando el tren arrancaba y hasta que los perdieron de vista.
- Has mentido – rió Alicia mirando al chico.
- Ni que fuera la primera vez que lo hacemos – comento el rodeándola con sus brazos por la cintura – si contáramos todas las verdades – le dio un beso en los labios – tendríamos que empezar contadores que llevamos un año juntos.
- Seria un momento para empezar a decir la verdad – contesto ella devolviéndole el beso – pero seguro que podemos esperar.
- Porque será que no creo la promesa que ha hecho Jonathan – le dijo Luna a Hermione.
- Porque es tu hijo y lo conoces bien.
- Si será por eso – rió ella – esos dos van a batir el record de los gemelos en Hogwarts.
- Les has dejado la capa invisible – pregunto Ron a Harry que iban detrás de sus mujeres.
- Si – afirmo el moreno – les he dado también el mapa del merodeador.
- Crees que es buena idea – quiso saber el pelirrojo.
- Hombre buena, lo que se dice buena no lo es, pero lo van a hacer igualmente, mejor si no los pillan ¿no crees?
- Si eso es cierto, además no harán nada que nosotros no hicimos, Jonathan esta ya en su último año y debe disfrutar.
- Si – rió el otro - ¿recuerdas nuestro último año?
- Si, lo recuerdo perfectamente.
- La fiesta que hicimos nuestra última noche allí – Ron miro picaramente a Harry.
- Si aun me acuerdo que roja se puso Hermione cuando subiste con Luna a nuestra habitación.
- No creo que tu estés en condición de decir nada – rió el chico – no hice nada que tu no hicieras.
- Eso es cierto – se quedo parado de repente, su sonrisa desapareció de su cara y miro hacia el tren que había desaparecido minutos antes - ¿Tu no creerás que ellos…? – Ron siguió la mirada de su amigo y se quedo también en silencio.
- Nooooooooo – contesto mientras volvían a reír los dos – imposible – termino mientras seguían caminando detrás de sus esposas.
Y FIN.
