Un roce tuyo
Ranma vió a lo lejos a Ryoga, caminando con un mapa entre las manos, frunció el seño con molestia pues sabía que solo había una razón por la cual estuviera merodeando por Nerima: Akane.
-vienes Ranma?
El pelinegro alcanzó a sus amigos que lo llamaban pues se había quedado atrás. Se dirigían al cine a ver una película de acción que habían anunciado semanas atrás. Sonrío confiado pues sabía que su rival tardaría 3 días más en encontrar la casa Tendo, así que podía estar tranquilo en que no existía posibilidad alguna de que llegara esa misma tarde a ver a Akane, podia ver la pellicula con toda tranquilidad.
Lllegó tarde pues del cine fue al boliche a divertirse. todos estaban ya dormidos asi que trató de hacer el minimo ruido posible. pasó por la habitación de Akane y se detuvo en la puerta, creyó que no habria de que preocuparse por el asunto de pchan pero apenas le picó la curiosidad y pegó la oreja a la puerta frunció el seño muy molesto al escuqchar leves pero muy leves quejidos de Akane.
Entró a la habitación por la ventana, abriendola lentamente y con suma cautela para una vez dentro cerrarla con igual cuidado de no hacer ningun ruido que alertara al a dueña del lugar, aprovechando la oscuridad para buscar a ese cerdo mañoso, cómo acostumbraba decirle a Ryoga en su forma maldita. Primero lo buscó solo con la mirada en la cama, pero no podía divisar nada más que a su prometida durmiendo. Revisó debajo del escritorio, dentro del closet; incluso revisó dentro de la mochila escolar. Buscó bajo la cama y bajo la falda del uniforme de Akane. No lo encontró. Empezaba a desesperarse y de pronto todos sus sentidos se pusieron en alerta al oír un quejido de la pelíazul. Se tiró pecho tierra en la alfombra, esperando no ser atrapado, sabía muy bien cuan doloroso sería el castigo por parte de Akane si lo encontraba ahí, a altas horas de madrugada husmeando en sus aposentos.
Akane se removió entre sus sábanas y luego quedó quieta, soltando de nuevo un leve quejido. Entonces Ranma, pensando lo peor; se levantó de inmediato sintiendo una rabia iracunda en su pecho y sin importarle ya si era atrapado, con gran agilidad arrancó la sábana que cubría a la jovencita, dispuesto a ahora sí matar a ese cerdo.
La ira de celos se disipó, pues no estaba Ryoga por ningún lado. Una ola de alivió le llenó el pecho. Y luego se sintió como un tonto por haber pensado tan mal de Ryoga, de verdad ese cerdo era aprovechado pero no a tal punto de abusar de Akane. No tendría el valor de aquello.
Sintiéndose como todo un idiota y con mucha vergüenza por tales pensamientos, recogió la sábana y la acercó a su prometida para taparla de nuevo. Akane se movió de nuevo y quedó con el rostro hacia Ranma, lo cual provocó en el quedar quieto un momento, mirando como la luz de la luna que se filtraba por la ventana iluminaba su suave piel. Regresó de su ensimismamiento y le colocó la sábana, se inclinó sobre ella para poder taparla por completo.
De pronto los brazos de la chica lo rodearon por el cuello y atrajeron hacia ella, quedó en shock. Acaso ya había sido descubierto?
Quedó inmóvil esperando la lluvia de golpes luego de un estrangulamiento mortal que jamás llegaron. Abrió los ojos y su cabeza había quedado en brazos de su prometida, pegado a su pecho.
En sus sueños, Akane estaba cargando a pchan, muy feliz.
Mientras Ranma se sentía avergonzado, intentado soltarse en vano. Intentó por un minuto que le pareció eterno. Luego se rindió, esperando a que la chica se moviera de nuevo y esperanzado a soltarse del agarre
"Entonces, así es como siente ryoga cuando lo tiene en brazos?" Pensó "no está tan mal...de hecho es calientito.. puedo oír su corazón"
Disfrutó el momento y fantaseó con dormir así con ella, abrazándolo. Luego recapacitó sus pensamientos.
"Tengo que salir de aquí"
De nuevo intentó safarse pero Akane de nuevo se movió, apretándolo más a su cuerpo y rodando sobre la cama, llevándolo con él.
-En dónde estoy?- preguntó Ryoga ondeando el mapa en el aire, intentando reconocer las calles para poder llegar a la casa Tendo con su regalo para su amada Akane. ya habia anochecido entonces decidió entrar a un parque a levantar su pequeña casita para acampar.
"Demonios, soy hombre muerto"
Pensó mientras yacía boca arriba en la cama, con medio cuerpo de su prometida sobre el. no podría moverse hasta el próximo movimiento de Akane si no quería despertarla. Al menos agradecía que la chica tuviera el sueño pesado. La miró largente y se sentía como en un sueño, acostado en la cama de la peliazulada y ella abrazada a su pecho, con su mejilla recargada en el brazo del muchacho. No sabía si maldecirl su mala suerte si lo descubría o agradecer a los dioses que lo pusieron en tal situación tan extraña. La vió largamente y la tentación surgió con unos enormes deseos de abrazarla.
De pronto el muslo de Akane se empezó a mover, rozando la entrepierna de Ranma.
Un escalofrío le recorrió la espalda al sentir el roce, más no pudo moverse por temor a esta vez si despertarla y acabar como hombre muerto. Era muy joven como para morir, pensó.
Mientras tanto Akane en su sueño se había subido a una bicicleta y había puesto a su adorado pchan en la canastita frontal, entonces emprendió marcha por un largo sendero de flores.
Ranma seguía sufriendo con ese placer que sentía, siendo rozado una y otra vez con el muslo de la peliazulada. Cerró los ojos con fuerza tratando de que su cuerpo no reaccionara, sin embargo fue todo en vano, ya una urgente erección se alzó dentro de sus pantalones. Y el roze se sintió más intenso, se tapó la boca y cerró los ojos con fuerza tratando de no emitir sonido alguno pues ya era demasiado tarde.
había eyaculado. La oleada de placer que lo había golpeado hace unos segundos dejó espasmos en su lugar, pues Akane no dejaba de moverse, y Ranma no era capaz de moverse; su mente se había quedado en blanco y solo se concentró en sentir aquellas sensaciones que lo embriagaban de placer, sin darse cuenta estaba alzando sus caderas para poder disfrutar más del muslo de su prometida que le rozaba una y otra vez su miembro y un testiculo. Seguía con los ojos cerrados y su mano seguía tapando su boca. Mientras que su otro brazo seguía atrapado bajo el cuello de La peliazulada.
Mientras tanto en su sueño, Akane habia Sido sorprendida por su prometido cuando este cayó de pronto sobre la canasta de su bicicleta y saco al cerdo de ahí para arrojarlo lejos.
Ella le recriminó por su actuar y Ranma se inclinó hacia ella, la tomó de las mejillas y la empezó a besar.
Entonces Akane aún dormida y sin dejar de moverse se inclinó hacia adelante, estirando los labios y pidiendo un beso.
Ranma, que al sentirla moverse abrió los ojos y la vio de ese modo suplicante.
'Akane" la llamó en su mente mientras quitaba la mano de su boca, seguía con la respiración agitada gracias a su orgasmo anterior. Y con el pensamiento nublado se inclinó hacia ella y sus labios se unieron.
Su primer beso con Akane. al menos el primer beso estando él consciente.
Su pene se irguió de nuevo, más duro que antes, tanto que le dolía. Se quedó ahí, con la urgencia de mover sus labios y abrazarla, quemandole el pecho.
Akane gimió entresueños, y Ranma cerró los ojos con fuerza. tuvo un segundo orgasmo.
Está vez ahogando un leve gemido en los labios de su prometida. El placer fue más largo y más intenso que la primera vez. Y alzó sus caderas una y otra vez, en un frenesí de sensaciones recién descubiertas.
Ranma ya antes se había masturbado pensando en Akane, demasiadas veces por demasiados noches. incluso había ocaciones en qué la urgencia le llegaba entre clases y entonces debía ir corriendo al baño a desahogarse, más comúnmente luego de educación física, dónde la veía corriendo y contoneandose con ese diminuto uniforme. Pero de correrse a solas a correrse estando frente a ella, a su lado y en su cama y besándola era millones de veces mejor. La oleada de placer lo dejó de nuevo y el estremecimiento apareció, una vez más. Se separó de Akane para dar bocanadas de aire.
Mientras tanto, la ojicafé en su sueño seguía besando a Ranma. De pronto el se separó de ella y le sacó la lengua a modo de burla. Ella se molestó y Ranma se fue, entonces ella paró, dió media vuelta con la bicicleta y se fue.
Y akane aún dormida se movió de nuevo, dándole la espalda a Ranma, y en el movimiento se le bajó el pantalón de la pijama, exponiendo su trasero al aire, pues el pantalón había arrastrado con su ropa interior.
Ranma miró esa piel expuesta, aún tratando de contener su respiración. De nuevo esa urgencia bajo sus ropas. Se dió cuenta que ya estaba duro de nuevo.
Sin detenerse a pensar en lo que estaba por hacer, giró hacia Akane y se desabrochó su pantalón, y de su ropa interior manchada de su propio semen sacó su pene erecto, se acercó un poco más al trasero de Akane y lo puso entre sus nalgas.
Lo movió un poco, viendo como los vestigios de sus anteriores eyaculaciones manchaban aquella Nivea y rosada piel adolescente que tanto le volvía loco. Se pegó un poco más y empezó a moverse en un Vaivén, mientras escuchaba como sus fluidos arrastraban entre ambos. Aquello le pareció ser lo más excitante que había presenciado nunca, y su cuerpo se calentó aún más, sentía como sus mejillas ardían y el calor que emanaba de su cuerpo era demasiado que estaba comenzando a sudar. Exhaló largamente y sin miedo a nada restregó aún más su pene entre las nalgas de Akane. Se tapó la boca y ahogó un gruñido, pues está vez el orgasmo era el triple de intenso que la última vez.
Entonces ya no pudo evitarlo y se aferró a las caderas de la chica. y pegó su rostro a la espalda de su prometida, ahogando un grito de placer contra la tela de la pijama.
-Vamos, muchacho levántate ya, llegaras tarde!
Ranma se despertó con pesadez -que hora es?
-ya vas tarde, muevete ve a bañarte! Akane se va a ir sin ti si no te apuras
Al escuchar el nombre de su prometida recordó lo sucedido. "fue un sueño acaso?" El pelinegro se preguntaba si lo de anoche había sido real o quizás solo un sueño húmedo como tantos que había tenido. Pero no, esta vez había sido real, y demasiado intenso que aún no podía olvidar aquello último. Recordó que una vez pasado su orgasmo afortunadamente Akane no se había despertado, y como pudo limpió la piel de Akane y le acomodó la pijama y su ropa interior. Entonces huyó por la ventana, avergonzado por lo ocurrido.
-que tanto piensas? Muevete- le dijo Genma, en modo severo, a su hijo que seguía tumbado en el futón con la mirada adormilada y vio las mejillas sonrojadas. -estas enfermo acaso?
-solo déjame...estar así... Un poco mas...
Fin
Nota adicional: Ranma ya probó las mieles del amorsss, se nos va a volver adcito a la piel de su prometida jijiji.
no olvides leer mis otros dos fics:
Nekoken a medianoche (RanmaxAkane)
La esposa de mi jefe (VegetaxBulma)
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