Mi mano aún cubierta con algo de sangre se acerca lentamente hacia un retrato con la imagen de tres mujeres en bikinis sonriendo en la cercanía de una piscina que me resultaba familiar, cada una de ellas había marcado de forma importante mi vida hasta ese momento; a una le debía una buena explicación de todo lo ocurrido hasta este momento pero que por causas fuera de mi control no nos volveríamos a ver otra vez, otra me había traicionó casi matándome por lo que arregle todo para que muriera dentro de par de horas, y la última mujer fue con la que cometí el peor error de mi vida en una forma que aún me cuesta creer. Había otros marcos con fotografías en ese estante pero ninguna que me trajera tantos recuerdos como esa foto, aunque había una colgada en la pared derecha la que podía ver fácilmente en la esquina de mi campo de visión, que debió haber sido tomada hace unas semanas cuando mi hijo (ilegitimo) tenía su primera fiesta de cumpleaños, claro que el hecho que fuera mi hijo era mi pequeño secreto. Algo que en si mismo era complicado de explicar sin generar odio a mi persona, algo que junto a la madre nos llevaremos a la tumba por el bien de todos.

-Es hora de irnos-

Volteo simplemente para ver a Key cargando dos mochilas con todo lo que necesitaríamos para el viaje, ella había Sido una buena amiga a la que nunca podré pagarle lo que estaba haciendo ese día, tomé la mochila de su mano derecha sintiendo lo ligera que estaba y sabiendo que no tenía mucho tiempo que perder así que me dirigí a la puerta. Si todo salía de acuerdo al plan ese sería la última vez que estaría en Konoha.

- ¿Talvez debas de hablar con ella? - la vi directamente a sus grandes ojos brillantes que siempre habían visto atreves de mis mentiras y a los que no podía mentirle, obviamente quería obligarme a hablar con ella pero era mejor que no supiera que seguía con vida, era un enemigo de la aldea y ella estaba bajo sospechas de traición por lo que era mejor que no me reuniera con ella. -Ambos sabemos que eso terminará mal. -

-Supongo que tienes razón, pero no temes que esto sea un error. -

-Siempre lo temo, no te hubieras convertido en mi asistente si no lo temiera. -

Ella intento continuar con esa discusión por eso salí de aquel lugar en dónde había estado tantas veces en el pasado para no tener que responder sus preguntas, inmediatamente al salir vi una cara familiar en el otro lado de la calle pero antes que pudiera decir algo simplemente dio media vuelta y empezó a alejarse del lugar fumando su cigarrillo como siempre, sin ver atrás ni una sola vez. Sabía que Key no tenía el dinero necesario para pagar por el viaje así que asumí que él había pagado por todo, si quería permanecer tan fuera de esto cómo fuera posible. Era mejor cumplir su deseó y simplemente salir de ese basurero que llamaban aldea, cuando la explosión conmocione a la gente de la aldea, ya tendría que estar en el bote rumbo a mi destino, todos pensaban que estaba muerto por lo que no seria un sospechoso. Esos malditos se matarían entre ellos antes de sentarse a hablar de lo sucedido. En el camino pude ver por ultima vez la pobreza que reinaba y que habia intentado cambiar, pero facrace y todos esos niños que veia por mientras pasaba, nunca tendrian la oportunidad de vivir una buena vida.

La experiencia de vivir entre las clases más bajas me había ayudado a ver y experimentar en algunos casos en carne propia las circunstancias que esos niños vivirían de aquí en adelante; entre más crecieran esos niños más dinero necesitaría la familia para poder sobrevivir, por lo que obligarían a los niños a trabajar o el padre desaparecería de su hogar para hacer el dinero que su familia le pedía, luego como es natural las inconformidades de todos los miembros de la familia se acumularían hasta que alguno hiciera algo estúpido que causara una espirar de decadencia que arrastrara a toda la familia. A manudo seria el padre que acabaría por emborracharse, dañando sin querer a su mujer y a sus hijos que a pesar de quererlos simplemente no soportaría la carga acumulada por años sin alcohol, cayendo en algún vicio que haría que el dinero que les duraba antes a la familia para sus gastos de los siete días de la semana terminara por durar solo cinco y después a solo dos días, la mujer desesperada por llegar al fin de semana como sea posible recurre a los vecinos para contraer pequeñas deudas, con el tiempo los hijos del matrimonio se acostumbran a llegar a una mesa con poca comida y a la desesperación producida por la pobreza. Entonces surgen disputas y escándalos a una medida tal, que todos los miembros de la familia intentan lidear con el asunto como mejor pueden; el padre se embriaga, la mujer busca a otro hombre que pueda darle más seguridad financiera y los hijos intentan salir como pueden del hogar para iniciar el propio que probablemente termine de la misma forma.

Observe en cientos de oportunidades suceder esto una y otra vez, algunas veces muy lapido y en otras tan lento que era casi imperceptible a menos que conocieras a la familia por un buen tiempo, como Shinji me había dicho una vez cuando era solo un niño esas eran "LAS VICTIMAS INOCENTES DEL FEUDALISMO", un sistema que solo podía sobrevivir si se mantenía a las personas tan ignorantes y pobres como se pudiera. En ese entonces fui una estúpido pesando que podía cambiar las cosas si me volvía en Hokage, intentaba cambiar el sistema convirtiéndome en la persona encargada de mantener el sistema en su lugar, esto me había costado mucho.

Todo eso era lo que pasaba por mi mente hasta que llegue al barco que me llevaría al lugar seguro que tanto me había costado construir, cuando subía la barco me sentí por fin seguro pero al entrar debajo de la cubierta inmediatamente pude notar como al final del pasillo principal había una persona con capucha, había estado lloviendo durante todo el día por lo que no era raro ver a personas con capucha en el interior de las casas o como en este caso dentro del bote con capuchas puestas, pero esa persona definitivamente no era parte de la tripulación. Key repentinamente había desaparecido de mi lado después de haberme seguido todo el viaje desde Konoha por lo que podía esperar dos cosas: que ella me había traicionado dejándome a Mercer de este sujeto o que el sujeto fuera lo suficientemente hábil para infiltrarse en el bote. En cualquier caso en mi estado actual sería imposible defenderme, por lo que asumía que ya había llegado mi hora de morir, cuando empieza a caminar lentamente sabía que tenía poco tiempo para hacer algo.

Supongo que muchas personas no entenderán como había llegado a esa posición, en donde mi vida corría tal riesgo de muerte, así que supongo que debo iniciar por el inicio de mi historia. una última vez más. Realmente es ridículo cuantas veces he dicho está historia que cada vez se hace más larga y que los detalles se van eliminando lentamente cada vez que la cuento. Así que ¿por dónde iniciar? Los detalles y hechos ocurridos en todos estos años me suelen saltar a la mente repentinamente sin previo aviso, siempre están en desorden sin que pueda seguir una historia lineal debido a que me desvió explicando algún detalle o iniciando otra historia relacionada. ya sé por dónde iniciar...

La primera vez que la vi fue en un hermoso dia de verano al mediodía cuando apenas tenía unos 11 años de edad, en esa ocasión por alguna causa que no logro recordar unos de mis pocos amigos en ese entonces; Shikamaru y Chonji, me habían invitado al día en la alberca que tenían planeado con sus familias. Lo que en sí sólo fue una razón suficiente para permanecer sonriendo durante todo ese dia, no por jugar en la piscina ya que esto no era diferente a las veces que nadaba en el río, sino por pasar tiempo con algunas de las pocas personas que parecían notar mi presencia. El viaje a la casa en las afueras de Konoha se me hizo eterno a pesar que la casa no estaba tan lejos de la aldea, aunque probablemente mis pequeñas piernas ayudarán mucho al sentimiento de lejanía que sentí ese día, cuando al fin llegamos me quedé atónito por lo hermosa que parecía la casa; como si hubiera Sido sacada de una película al tener una piscina con agua cristalina en la cual el fondo se veía nítidamente, pasto verde recién cortado que rodea todo el patio y algunos sillones playeros con una pequeña mesa a un lado de la piscina. El padre de Shikamaru tuvo que poner su mano en mi espalda para que siguiera caminando al seguir observando atónito lo bello del lugar, normalmente no entraría a un nuevo lugar sin estar alerta pero en ese momento estaba tan asombrado que ni siquiera note que Shikamaru y Chonji me habían ofrecido un bocadillo, lo tomé sin pensar así que cuando acordé estaba a medio sándwich sin saber de dónde lo había sacado por lo que volteo hacia mis amigos para ver qué ellos también estaban comiendo por lo que decido darle otro mordisco. Al saborearlo notó que no son los típicos sándwiches que solía comer Chonji todo el tiempo sino que realmente tenía comida de verdad en lugar de ser solo mantequilla de maní o algo dulce, no tenía ni idea de que estaba hecho pero le volví a dar otro mordisco antes de tener que tomar otro, para después seguir esos dos por mientras que salían de la casa para dirigirse al pateó por mientras que seguían hablando entre ellos. Al salir volteo hacia mi derecha para ver el hermoso con una pequeña fuente en el centro, quise ir a ver qué clase de plantas tenían plantadas pero no quería separarme del grupo, corrí tan rápido como pude para finalmente cerrar la distancia que me separaba de ellos después de todo no quería perderme por estar curioseando.

En uno de los sillones playeros era donde estaba ella descansando por mientras que leía algo que si mal no recuerdo era un libro de cubierta verde que le sacaba un risa en el instante en que llegábamos, su gran sombrero blanco que le servía de sombrilla y sus lentes oscuros ocultaban su rostro por lo que al principio simplemente la ignore hasta que se volvió claro que ella era la causa de estar en ese lugar, ella nos notó después de unos segundo de estar ahí parados sin decir ninguna palabra. Por mi cabeza había pasado simplemente hacer algún ruido para que nos notase pero al final decidí no hacer nada al no estar en la posición para molestar a nadie en ese lugar, ella inmediatamente tomo un separa libros de la mesa de alado y lo introdujo en la página que estaba leyendo para dejar el libro, se levantó lentamente preguntando por los bocadillos que se suponía que iban a traer Chonji. Obviamente este último no traía nada en las manos por lo que dude si volver a la casa por más sándwiches o si simplemente ver cómo proseguía el asunto, en aquel momento al escuchar como los dulces que ella había esperado habían sido decomisados ella dio un gran suspiro de molestia por mientras se quitaba el sombrero y las gafas de sol, sus cabellos rubios junto a su piel blanca como la nieve y hermosa sonrisa sin mencionar el bonito bikini que lucía en ese día la hicieron lucir hermosa frente a mis jóvenes ojos. La única otra chica a la que había reconocido inmediatamente como hermosa hasta ese momento había Sido Sakura por lo que trage saliba sin saber realmente que hacer, naturalmente intenté recordar si la había conocido en algún otro lugar antes porque tenía el cabello rubio como el mío siendo la primera niña de mi edad que conocía con el pelo de ese color, por mientras que todo esto pasaba en mi mente en el mundo exterior Shikamaru y Chonji se tenían que disculpar por no traer los dulces. -¿Porque tú mamá tiene que ser tan estricta Shika?-

-No me pregunté a mi, esa mujer es muy fastidiosa ¿Que habrá visto mi papá en ella?-

-Ahora ¿Cómo conseguiremos esos dulces? Estoy segura que tú mamá lo tendrá guardados en su cuarto.-

-Ni lo pienses, nos meterás en problemas.-

Fue en ese instante que los ojos de ella por primera vez dejaron a Shikamaru y a Chonji para posarse sobre mi que había permanecido ahí inmóvil por mientras que ellos conversaban, nuestros ojos se juntaron antes que ella moviera au cabeza al costado analizando mi rostro, al final tuvo que concentrarse nuevamente en la plática para contestarle a Shikamaru así que después de unos intercambios de palabras más tarde ella finalmente pregunto lo que talvez estuvo pensando desde aquel momento. -Por cierto ¿Quién es el chico nuevo? ¿Estoy segura que no es de ninguno de nuestros Clanes?-

-Él será uno de nuestros compañeros en la academia.-

-¡¿en serio?!-

-¿Que? ¿Cómo sabes eso? Aún faltan unas semanas para que entremos a la academia.- Esas fueron mis primeras palabras desde que entré a la casa y aunque intenté decirlo con un tono normal, mi voz salió medio cortada por lo que lleve mi mano a la garganta intentando calmarme, entonces dirigí mi mirada hacia Shikamaru. La repuesta vino de la boca de Chonji para mí sorpresa, no puse mucha atención por lo que simplemente entendí que el padre se Shikamaru había dejado la hojas con nombres en una mesa y este las vio, realmente no me importaba la razón de porque estaríamos juntos en la misma clase pero esa información me hizo sonreír.

-Bueno, en ese caso…- En ese momento aunque ella no me conocía extendiendo su mano derecha y con una bella sonrisa que se formó en su cara, una muy amable me dijo -Gusto en conocerte, mi nombre es Ino Yamanaka.-

-Naruto Uzumaki.- su sonrisa se contagió a mi rostro, ya sea por educación o porque ella aún no conocía la mala fama que tenía en la aldea por jugarle bromas pesadas a todo aquel que me molestaba, su sonrisa no desapareció cuando dije mi nombre. La que tampoco desapareció durante toda esa tarde, en la cual pasamos de estár jugando en la alberca con Shikamaru y Chonji a estar solos cerca de la fogata simplemente conversando de tonterías como si fuéramos viejos amigos, supongo que habíamos perdido a los otros dos cuando pasamos mucho tiempo en el jardín hablando de las plantas que se encontrábamos ahí. Conocí a sus padres que parecían ser personas agradables que no parecían molestas de que su hija estuviera jugando conmigo, tampoco parecían estar fingiendo como otros adultos que había conocido en el pasado, claro que pude ver algunos adultos con caras de desaprobación viéndome a dónde quiera que iba pero eran pocas y la mayoría eran empleados. Así que no me preocupe mayormente porque este tipo de caras eran normales en mi vida y porque sabía muy bien que ese lugar era de los padre de Shikamaru, ellos habían sido buenos conmigo desde hace mucho tiempo por lo que sabía que estaba seguro con ellos.

-¿Que te parecen? ¿No son las chuletas de cerdo la comida más rica que haz probado?-

-Estan bien pero prefiero el Ramen.-

-¿Ramen? Bromeas ¿Cierto?-

-¿Que tiene de malo el ramen?-

-Aparte de ser pura ariana sin nutrientes.- En ese momento quise discutir con ella pero algo me decía que sería de mejor ceder a sus caprichos en ese momento, en especial cuando era obvio que le encantaba tanto las chuletas de cerdo como a mi el ramen, do otra forma no me explicaba como no le daba vergüenza empezar a comerse las mías después de haber acabado con las suyas. Viendo a mi izquierda como Shikamaru y Chonji se burlaban de que mi plato estaba siendo asaltado por mi nueva amiga, siendo la madre de esta quien me salvará al traer más comida después de ver desde lejos el mal comportamiento que estaba teniendo Ino, la señora Yamanaka era una mujer hermosa y joven siendo por lo menos una década menor que esposó. Luego me enteraría qué ella había quedado embarazada de Ino a una joven edad por lo que la diferencia de edad entre ella y su hija era poca, en esa ocasión recuerdo haber notado que la señora parecía más joven que las demás madres del lugar pero no podía explicar el ¿Por qué?, esa vez sería la última vez que la vería en bikini y no en su típica ropa elegante que siempre lucirá en el futuro.

-!Ino!, Ten modales ¿Que es eso de tomar comida del plato de alguien más?-

-Pero a él no le importa y no estamos en nada formal.-

-No hace falta de estar en algo formal para tener modales.-

-Como sea, vamos Naruto.- Ella ni siquiera explico a dónde iríamos antes de pararse y correr hasta la casa, esto me fue sorpresivo pero no le di importancia cuando deje mi plato para empezar a seguirla, no necesitaba ser un genio para saber que la relación de ellas dos no estaba bien. A pesar de considerarme a mi mismo rápido al correr no fui capaz de alcanzarla teniendo que estar pendiente de a dónde se dirigía, después de entrar a la casa subió al segundo piso en dónde salio por una ventana para sentarse ahí viendo a las demás personas sin que nadie notara su presencia, no entendía realmente lo que acababa de ocurrir por lo que simplemente me senté a su lado sin decir ninguna palabra. Ella simplemente acomodo su cabeza en mi hombro para eventualmente caer dormida, dejándome el problema de que debería hacer en esa situación, por lo que termine quedándome ahí hasta que el señor Yamanaka nos encontró para llevar a Ino a su cuarto.

La última vez que la volví a ver durante ese verano fue una semana después cuando volveríamos a pasar otra vez la tarde jugando, lo que terminaría cuando encontramos accidentalmente a Sakura en el parque, claro que ninguno sabía que el otro conocía a Sakura por lo que inmediatamente nos sorprendió este hecho. Está última por su parte no dijo ninguna palabra al inicio por mientras que permanecía mirando entre nosotros dos antes de irse riendo, Ino es del tipo de persona que siempre se enoja si se ríen de ella por lo que se despidió de mí antes de seguirla, en ese momento no pensé que nada malo hubiera pasado pero en retrospectiva talvez encontrarnos con Sakura fue la peor cosa que nos puso pasar. De esa forma el verano termino sin que volviera a ver a ninguna de ellas dos hasta el primer día de la academia donde por emoción había llegado temprano al aula esperando con ansias mi primer día de clases, aún recuerdo que en esa mañana simplemente había comido un ramen instantáneo pensando que seria suficiente hasta que saliera de la academia, estaba equivocado como lo estaría en muchas otras cosas adaptándome a ir a la academia.

Cuando Ino finalmente llegó a la academia vestía una atuendo morado muy diferente a las ropas que había usado todas las demás veces que la había visto y también estaba usando una cola de Caballo, me pareció algo raro su cambio de vestimenta pero no me importó, por lo que fui rápidamente a saludarla cómo lo había hecho con Shikamaru y Chonji unos momentos antes, simplemente para decir -Hola Ino- y no recibir ninguna respuesta. No fue que simplemente me ignorar sino que pareció que ni siquiera existiera para ella, sus ojos no se movieron para verme ni su cuerpo reaccionó a mi presencia, para inmediatamente ir a hablar con una chica que yo no conocía.

-¿Que diablos?, ¿Por qué me ignoró?-

Cómo estaba acostumbrado no había nadie que respondiera mis dudas, me quedé ahí esperando que al pensar un poco más tendría una idea de lo que había pasado pero al final me ví obligado a ir a clases sin una idea clara de lo sucedido, intentaría hablar con ella nuevamente durante la hora del almuerzo para recibir la misma respuesta. Que algún niño con el que había entablado alguna clase de amistad me dejara de hablar después de unos días de conocerlo sin motivo alguno no era algo nuevo para mí sino que era algo muy común pero de alguna forma esto se sentía diferente, después de todo habíamos Sido amigos por semanas y hasta había conocido a sus padres sin que estos me odiarian, por lo que no podía entender por qué me había dejado de hablar tan repentinamente. No lo entendí hasta que una chica llamada Mai y un grupo de sus amigas me detuvieron en medio de un pasillo para decirme:

"Ya deja de acosar a Ino perdedor, ella es la hija única de la cabeza del clan Yamanaka por mientras quetu eres un simple huérfano pobre, un don nadie que no tiene ninguna derecho a hablarle a ella."

Sabía que Ino no tenía nada que ver con ese grupo de niñas fastidiosas después de todo eran del grupo de civiles que trataban de ganar el lado bueno de los herederos de los clanes o de cualquier miembro de estos, pero a pesar de eso fue desde ese día que paré de intentar restablecer mi amistad con la Yamanaka o tan siquiera hablarle, sólo fue cuestión de tiempo para que pudiera actuar como si nada de aquello hubiera sucedido en primer lugar. Así que tengo en mi mente estos raros recuerdos de divertirme con ella antes de volverme su compañero de clases y antes de conocerla como una de las dos princesitas de la clase, siendo la otra Hinata Hyuga; una chica tan metida en su propio mundo que no hablaba con nadie por timidez aunque en aquella época todos pensábamos que se creía mucho por ser la heredera de un clan importante como para hablarnos. Pasaron varios años sin que intercambiara con Ino tan siquiera una sola palabra o tan siquiera una mirada cuando pasábamos cerca el uno del otro. Lo que no era raro ya que la única razón realmente por la que veía de vez en cuando era porque constantemente estaba con shikamaru, choji o de sakura, siendo mis intentos por conseguir una cita con esta última una causa de risa para la Yamanaka que no tenía la sutileza o que talvez no le importaba lo suficiente para esconder su risa burlona de mis rechazos. La misma risa burlona que tenía cada vez que fallaba en alguna de las pruebas de la academia aunque esas veces no era tan obvia al estar rodeada de otros compañeros que también se reían de mí, cierta parte de mí siempre odiará hablar en público por estas experiencias malas que viví de niño, sin duda esos años fueron suficientemente malos para mí como para intentar hacer amistad con una sínica y egocéntrica con lo ella en aquellos años.

Debo de admitir que pasó un tiempo antes de notar que era el único huérfano en una clase donde estaban casi todos los herederos de los clanes, lo que me daba un bonus de odio entre todos los estudiantes, en especial aquellos lame botas que querían tener mi lugar en la clase para tener más oportunidades de ganarse el favor de algún Clan. No entendía porque había sido puesto en esa clase y no lo sabía por algunos años más, no sabía que tenía en común con los herederos de todos esos clanes, lo único que agradecía de estar en esa clase era que entre más pasaba el tiempo menos me odiaban mis compañeros. Aunque esto no tenía nada que ver conmigo ya que empecé como el chico más odiado de la clase, pero no pasó mucho antes que sasuke tomara mi lugar entre los chicos e Ino lo tomara entre la chica, al punto que todos los chicos me animaban (como animaban a cualquier otro chico en la misma situación) cuando tenía que practicar taijutsu contra Sasuke. Este último era otro heredero del clan Uchiha (por ser el único de su clan) que rara vez hablaba con los demás miembros de la clase pero que traía como locas a las chicas sin hacer nada, lo que los chicos terminarían odiando. Claro que Ino no era como Sasuke o como Hinata sino que eran mucho más sociable pero al igual que los antes mencionados ella era percibida como una presumida niña mimada por varios de los comentarios que hizo en discusiones con otras compañeras, así que termino provocando una división entre las chicas; entre las que la odiaban y las que la apoyaban. Esta es la imagen permanente de ella en mi mente, como la chica mimada que tenía que solía meterse en tanto problemas como yo por su inmenso ego, que al igual que Sakura y muchas chicas de la academia declaraba abiertamente su amor por el Uchiha aun si era ignorara como todas las demás.

Mi vida en aquella época fue dura, no les mentiré diciéndoles que simplemente estuve solo y que nadie me prestara atención era mi mayor problema, si hubiera sido solo esto hubiera sido mucho mejor de lo que realmente fue. ¿Cuántas noches abre pasado sin comer? ¿en cuantas peleas abre estado? ¿Cuánta sangre abre visto? Muchas más preguntas como estas podrían hacerme sin poder responder una sola. La academia solo fue una maldita prisión para mi, a la que el viejo Hiruzen me obligaba a asistir para seguir recibiendo la miseria que me daba de pensión, ¿Qué diablos habrá pasado por la mente de aquel viejo? Realmente esperaba que me volviera un buen amigo de todos los herederos de los clanes simplemente porque me puso en la misma clase. Solo era amigo de Shikamaru y Chonji aunque ellos habían sido mis amigos antes de entrar, odiaba a Kiba y a Sasuke, por mientras que evitaba a todas las demás molestias.

La única otra cosa importante ocurrida durante este tiempo fue conocer a shinji unos meses después de iniciar la academia, este último era un mafioso del bajo mundo que solía emplear a los huérfanos como servicio de inteligencia evitando así atraer sospechas en una aldea que todos sospechaban de todos, algo que en ese momento me pareció despreciable pero que con el tiempo entendería lo brillantes que era aquella idea. Claro que en al principio iniciaría a trabajar para él por algo de dinero como la mayoría de huérfanos aunque rápidamente me volví uno de los mejores ayudantes que tenía Shinji, me había contratado varias veces para jugarles bromas pesadas a varias personas que odiaba o para ayudarle a conseguir información de personas que le interesaba en lugar de haberme trabajar en trabajos burdos como los demás, aunque no me volví uno de sus empleado oficialmente hasta un día varios meses después de entrar a la academia.

-Mira quién decidió venir a visitar a su viejo amigo Shiji.-

-Hey Shinji ¿tienes algo nuevo? ¿para qué me llamaste? -

- ¿nuevo qué? ¿Trabajo? ¿Trucos? ¿Alcohol?. -

-Trabajo por supuesto -

-Realmente era una persona que siempre piensa en el trabajo. -

-¿Entonces me enseñaran nuevos trucos?, realmente necesito que me enseñes algo nuevo, los viejos ya son insuficientes- Shinji dio un vistazo alrededor de su bar vació como si esperaba encontrar alguien en un lugar cerrado por la noche; el lugar estaba oscuro como siempre, iluminado por tenues luces rojas y con varias mesas en las paredes que tenían unas cortinas que se podían cerrar para convertirse en cuartos privados. Él probablemente estaba buscando un AMBU o cualquier persona que pudiera estar escuchando pero desde hace años sabia como evitar a esos malditos así que supuse que era por costumbre.

-Los tengo pero para tu desgracia ya aprendiste todos mis trucos que no necesitas usar chakra, si quieres subir de liga deberás empezar a usar jutsus.-

-Sabes que el moldeo de chakra y los jutsus son para ser enseñados hasta el último año de academia.-

-Qué pena chico.-

-¿Por qué no me enseñas tú?- él simplemente se rio en mi cara antes de poner una expresión seria -Sabes el dicho niño "solo un idiota enseña ninjutsu a alguien que no es nada suyo".-

-Pero soy tu empleado.-

-No eres mi empleado chico, eres un mercenario como todos los demás en esta aldea.-

-Entonces porque no contratas a alguien más para hacer tus pequeños negocios sucios.-

-Porque sólo un idiota o un desesperado haría esos trabajos en una aldea ninja, y tú mi joven amigo, eres ambos.-

-¡Hey!...

Sólo digo que debe haber una forma que pueda aprender.-

-Nadie te enseñara niño, aunque…-

-Aunque ¿Qué?-

En ese momento Shinji me dio un pergamino con una risa en su rostro que me prometía que me divertiría con la información que contenía el pergamino así que quería abrirlo inmediatamente pero me detuvo –Niño cree me querrás abrir eso en un lugar más privado.- nunca entenderé porque me dijo eso, el pergamino simplemente era un contrato normal de contrato y firmarlo en su bar o en mi apartamento daba igual, las consecuencias de hacerlo no cambiaban en nada. En ese momento me pidió que le entregara el resultado de mi último trabajo y después de darle con la información de la mujer que me había pedido investigar me dio otro pergamino, él me dijo que desde ese momento la paga por mis trabajos seria dinero o más pergaminos como ese, aunque estos últimos me costaría diez trabajos por pergamino ya que era muy peligroso para él darme pergaminos prohibidos por la ley para una persona que no era shinobi. Así que como imaginaran me fui de ahí directo a mi departamento para firma el contrato y ver que realmente me había dado Shinji, el pergamino contenía instrucciones básicas para moldear chakra, los tres jutsus básicos de academia y una forma de crear sellos básicos que podían servir como cámaras espías. Era obvio que simplemente me había dado lo necesario para hacerme más útil para sus fines pero como siempre, el que intenta utilizarme termina siendo utilizado, como decía el dicho "solo un idiota enseña ninjutsu a alguien que no es nada suyo" y su mala fortuna, yo era el idiota que hacia cosas tontas como esas, una vez dominado el pergamino y habiendo avanzado un poco más en el arte del ninjutsu se los enseñaría a huérfanos para empezar a cambiar a este maldito mundo Creel en el que vivíamos.