Bueno, aquí es donde realmente empieza la historia. Os recuerdo que este
fic continúa a Harry Potter y el cáliz de Fuego, no a la orden del Fénix.
Os adelanto que a partir del cuarto capítulo, los capítulos ya son más
largos. Y bueno, me gustaría que me dejarais reviews. Bueno, os dejo con el
capítulo.
Capítulo 2: En Diddikings
...Todo empieza en la transitada avenida Diddikings. Era una tarde de agosto, en la cual, como es natural en la época, hacía mucho calor.
Todo era normal en la transitada avenida Londinense, estaba repleta de coches que circulaban a toda velocidad de un extremo de la avenida a otro, personas que paseaban cogidas de la mano, que hablaban y reían entre sí, personas que entraban y salían de los grandes centros comerciales o que tomaban refrescos en las terracitas de las cafeterías para así saciar un poco la sensación de calor.
Todos andaban de aquí para allí sin siquiera imaginar lo que el futuro les estaba preparando.
En una de las esquinas de la avenida se podía ver perfectamente, sobre una gran y amplia puerta, un letrero bien grande en el que ponía "CÍNICA DENTAL GRANGER", y por una de las ventanas se podía ver una gran sala llena de gente leyendo alguna revista, mirando el televisor que había sobre una pequeña plataforma, o simplemente matando el tiempo mientras esperaban a que les llegara su turno.
En la televisión estaban dando en ese momento las noticias de las siete de la tarde. La presentadora estaba leyendo una noticia que decía algo así: "Otra, otra persona que desaparece sin dejar ningún rastro, ya son mas de 500 las personas que desaparecen sin dejar ninguna pista, mas de 750 las halladas muertas sin ninguna explicación lógica y científica, y mas de 1000 las que han aparecido con todos los huesos de su cuerpo aplastados pero aún con vida, y ninguna de ellas con ningún signo de recordar lo que les ha pasado. Lo único que tienen en común todas las víctimas heridas, muertas, o desaparecidas es su extraña forma de vestir, todas con túnicas de extraños colores que les llegan hasta los pies, sombreros de punta... Concluyó la periodista.
Junto a otra de las ventanas, habían dos pequeñas macetitas que contenían dos plantas iguales que pretendían alegrar la estancia junto con el color alegre del papel pintado que cubría todas las paredes de la sala intentando invitar a la gente a que se quedaran allí y dándoles una signo de hospitalidad.
De pie, algo mas apartada de los demás, de hallaba una mujer de unos 40 años, con pelo castaño, una sonrisa dulce y amable, ojos de un marrón intenso, de piel blanca y pálida, vestida con una bata de color blanco que le llegaba por debajo de las rodillas, por donde asomaban unos pantalones también de color blanco, que iba llamando a las personas de una en una para avisarles de que había llegado su turno.
Mas a la derecha, había una puerta, y esta puerta daba a una habitación. Una habitación por cierto muy ordenada, con estanterías de el techo al suelo con toda clase de extraños libros, con títulos de lo más inusuales, como por ejemplo: Historia de Hogwarts, Disipar las nieblas del futuro, curso básico de hechizos curso primero, segundo, tercero y cuarto, mil y una hierbas mágicas, pociones nivel: uno, dos, tres y cuatro, El monstruoso libro de los monstruos. También había un pupitre muy ordenado, con unos mapas abiertos, el tintero destapado, una pluma qué estaba escribiendo sola... mas a la izquierda del pupitre se encontraba una cama muy mullida, con una colcha color crema, y sobre ella se encontraba en ese mismo momento una joven. La joven, de pelo enmarañado y color castaño, con unos ojos marrones que inspiraban inteligencia, unos colmillos algo mas grandes de lo habitual... se encontraba escribiendo en un cuaderno, bueno, amenos eso parecía, porque en cuanto pasaba la pluma sobre las páginas del cuaderno, se trazaban unas líneas, pero al instante desaparecían, La joven parecía inspirada en lo que estaba escribiendo cuando de pronto se oyó un pequeño ruido.
-¿Hermione? - dijo una voz que la joven conocía perfectamente
-Si soy yo Ron, dijo la joven al girarse para encontrar a sus dos mejores amigos, Ron Weaesley, un chico pelirrojo, con pecas, y un poco tímido, y Harry Potter, un joven algo mas bajo que Ron, con el pelo color azabache, revuelto como siempre, y una cicatriz en forma de rayo que le asomaba en la frente bajo el flequillo. Ambos parecían tener 15 o 16 años, igual que su amiga Hermione.
-Menos mal, dijo el otro chico, Harry, - Como se nota que acabamos de sacarnos el carné para aparecernos, nos hemos aparecido en siete casas muggles diferentes, suerte que no nos ha visto nadie.
Los tres se acercaron y se abrazaron, un abrazo que habían estado esperando desde hacía mas de un mes que no se veían, desde que acabaron las clases en Hogwarts, el colegio donde los tres estudiaban.
-¿Que es ese olor? dijo Ron... -Huele a fresas o a algo parecido
-Ups, perdonad, es mi tinta mágica, es la que uso para escribir mi diario, dijo Hermione, al tiempo que cerraba el frasco de tinta y cerraba el cuaderno sobre el que estaba escribiendo.
INICIO ÉPOCA DE MALFOY ......El anciano paro de leer un momento.
-¿Porque para de leer?, pregunto uno de los niños
-Os dais cuenta, dijo el anciano, es este, es este el cuaderno sobre el que Hermione estaba escribiendo cuando Harry y Ron aparecieron en su cuarto. -Es cierto, por eso no se veían antes las letras.. ¿Porque se necesita un carné para aparecerse? -Pues veréis, aparecerse no es nada sencillo sabéis, solo los magos mayores de 16 años pueden hacerlo, pero para ello han de sacarse un carné, que le sirve mas o menos como a los muggles el suyo de conducir, es como una licencia, que si no dispones de ella, queda completamente prohibido hacerlo. ¿Es un poco lioso, lo entendéis? - Mas o menos. Por favor, siga leyendo. -Esta bien.
FINAL ÉPOCA DE MALFOY
.........-Bueno, ¡¡¡cuanto tiempo!!! podríais haber venido a visitarme antes.
-No pudimos, y en realidad ahora tampoco podemos, esto no es una visita de cortesía.
-¿Como?
-Nos envía Dumbledore.
-¿Dumbledore?
-Si, nos envía para que te pongamos al día y para que te llevemos con nosotros.
-Llevarme... ¿a donde?
-No podemos decirte nada, pronto lo sabrás.
-Tendrás que coger todo tu equipaje y tus cosas del colegio, no creo que volvamos en todo lo que queda de verano,
-Bueno, tengo que hacer las maletas... el baúl escolar... no creo que tarde menos de dos horas, y ya es casi de noche, me gustaría despedirme de mis padres, y explicarles amenos a donde voy, aunque ni yo misma lo se. ¿De qué tenéis que ponerme al día?
-Bueno, empezó Ron, las cosas han cambiado mucho en este mes que llevamos sin vernos Hermione... además tu seguro que no estás informada de lo qué ha pasado en el mundo mágico, sobre todo desde lo que ocurrió en el profeta...
...-Un momento... ¿Qué es exactamente lo que ocurrió? Recibí una carta devolviéndome los galeones que pagué al suscribirme, y diciendo que ya no lo iba a recibir más, sin ninguna explicación adicional.
-Verás Hermione, el profeta lo prohibió Dumbledore.
-...¿Queeee? ¿Porque hizo algo así?
-Pues... veras Hermione, los Aurores, interceptaron un hechizo, que lanzó el mismísimo Voldemort.
-No digas ese nombre, dijo Ron.
-Esta bien, siguió Harry, el, lanzó un hechizo, sobre el profeta, que hacía que cada persona que lo leyera, emitiera una especie de señal mágica, que solo el que no debe ser nombrado pudiera ver, y de este modo saber donde tenía que mandar a sus mortífagos para acabar con la persona que estuviera buscando, y cuando los Aurores descubrieron el hechizo, Dumbledore persuadid a Cornelius Fudge para que ordenara la inmediata destrucción de todos los ejemplares y que no se volviera a imprimir ni una sola página.
-Bueno, es un plan inteligente por parte de el que no debe ser nombrado, eso hay que reconocérselo, pero por suerte le ha salido el tiro por la culata, concluyó Hermione.
-Hay más, siguió Ron, El maligno, ha enviado a todos sus mortífagos a matar a magos, muggles, incluso a los mortífagos que después de su desaparición durante once años, no le fueron fieles y se pasaron de nuestro lado, y por esto, muchos magos menores de edad han quedado sin familia, otros han muerto, y otros se han convertido en mortífagos.
-Se de uno que seguro que no tardara en unirse a ellos Dijo Hermione en tono sarcástico.
-Si te refieres a Malfoy, no puedes estar mas equivocada.
-¿Eh?....
-Eso ahora da igual, siguió Ron, el caso es que Dumbledore a creado un lugar especial, protegido por toda clase de hechizos, para acoger a todos los alumnos de Hogwarts que han quedado sin familia o que pueden estar en peligro. Claro está que no hay lugar alguno en el que se esté completamente a salvo de El que no debe ser nombrado, pero con la ayuda de los hechizos anti-mortífagos y con la presencia de Dumbledore allí, que como todos sabemos es el único mago al que el que no debe nombrarse una vez temió, es un lugar relativamente segundo.
-¿Y eso que tiene que ver con migo?
-Pues tiene que ver, que Dumbledore tiene razones para pensar que aquí no estas segura, y que quiere que te llevemos allí, nosotros nos instalamos allí podo después que terminara el curso escolar, añadió Harry, la madre de Ron y sus hermanos también están allí desde entonces,
-¿ Y tu padre? se dirigió a Ron
Ron no contestó, se sentó sobre la cama de su amiga y no dijo nada. Empezó a ponerse rojo, sus ojos empezaron emitir un brillo que nunca antes había visto Hermione en ellos. De cada uno de sus ojos comenzaron a salir dos lágrimas medio melancólicas, medio furiosas, apretó sus puños haciendo un terrible esfuerzo por no llorar, pero fue inútil, segundos mas tarde estaba llorando a moco tendido, la expresión de su cara indicaba tristeza y rabia.
-¿Es algo que e dicho? Dudo Hermione.
-Estooo... veras Hermione, le dijo Harry, es algo complicado de explicar, el padre de Ron... esta.... bueno hace 5 semanas .... ahora esta... es dificil de decir, esta....
-¡¡¡MUERTO!!! Grito Ron, dilo, nada va a cambiar, esta muerto y no decirlo no hará que el vuelva.
-¿Pero... como? dijo Hermione con un hilo de voz... ¿Como puede ser? ¿Como ha podido ocurrir algo así?
Veras Hermione, todo ocurrió hará ahora unas 5 semanas, explicó Harry, Arthur se encontraba en el ministerio, como todos los días, cuando una ola de mortífagos entró, y lanzó la maldición Avedda kedabra sobre mas de 500 funcionarios del ministerio, entre ellos se encontraba el padre de Ron.
-Lo siento Ron, lo siento de verdad, ¿estás bien?
- ¿De verdad eres consciente de lo que estas diciendo? ¿No hace ni dos meses que mi padre a muerto y me preguntas que si estoy bien?
-Me refería a como lo estás sobrellevando, se lo que sientes, yo perdí a un tío...
-...¿Un tío? ¿comparas a un tío con un padre? Ni de lejos es lo mismo, no, no sabes como me siento, ¿un tío? esta bien un tío es alguien a quien aprecias, pero nunca lo compares con mi padre. Mi madre está destrozada, a base de hechizos aturdidores, Ojala te vieras en mi situación, aprenderías como me siento.... Casi al instante que pronuncio esta última frase se arrepintió de haberlo hecho, y advirtió que había hablado más de la cuenta.
-A Hermione se le saltaron las lágrimas. -Are como que no he oído esto último que has dicho. Acto seguido de pronunciar esta frase Hermione se giró para que no le vieran llorar.
-Hermione yo... lo siento, es culpa de los hechizos que Dumbledore lanza sobre mi para que no se me haga tan pesada la pérdida, tiene efectos secundarios, lo siento, no quería decir eso, tu me conoces, yo te aprecio, y daría mi vida por que no pasaras por lo que yo estoy pasando, la daría por que ninguno de vosotros, dijo mirando ahora a Harry, pasarais por lo que yo estoy pasando.
Harry miró al suelo y Ron comprendió lo que quería decir ese gesto... y añadió: -Aunque para Harry eso es demasiado tarde, lo siento, dijo de nuevo.
-Bueno, no importa, dijo Harry, ¿verdad? dijo mirando a Hermione
-Verdad dijo esta, todo olvidado.
-Se ha hecho de noche, dijo Ron.
-¿Que os parece si me ayudáis a preparar el Baúl?
-De acuerdo dijeron los dos amigos.
-Un momento, no tenemos la lista de el material escolar que tenemos que comprar, dijo Hermione
-¿De verdad cees que Dumbledore nos dejara abandonar "el lugar" e ir sin protección al callejón Dragón a comprar los materiales escolares? no lo pienses ni un instante, pues el ya se ha encargado de que lo lleven todo al castillo para entonces, una vez allí se pagara lo que se compre.
-Entonces solo tengo que meter la ropa, la varita, los libros de lectura ligera, dijo señalando un montón de libros cada uno tan gordo como dos biblias juntas, la comida para cookhanks, dijo mientras miraba a su gato color canela, los deberes de el verano, los mapas, las plumas, los tinteros, mi pluma vuelapluma, la túnica de gala, nunca se sabe si la tendré que utilizar, mi llave de Gringoots, alguien tendrá que ir a sacar dinero por mi... bueno creo que ya no más.
-Entonces lo meteremos todo en el baúl enseguida dijo Ron, y apuntando con su varita dijo algo como Movvette y acto seguido de la punta de su varita salieron unas chispas azules que fueron a parar al baúl de Hermione, este se abrió, y todos los objetos antes mencionados se metieron solos en el baúl. -¿Algo mas?
-No se.... no puedo creerlo, casi se me olvida, casi olvido mi diario, y acto seguido cogió de encima de la cama el cuaderno en el que había estado escribiendo un rato antes.
Bueno ahora si que esta ya todo listo.
-¿Y ahora que hacemos? hemos acabado tan rápido.
-Si, la verdad es que esto de poder usar la magia fuera del colegio ahorra mucho tiempo.
-No hemos sido tan rápidos, añadió Harry mientras miraba por la ventana del cuarto de Hermione, por la cual se veía un cielo oscuro, lleno de estrellas juntas que parecían querer dibujar algo, y junto a ellas, una hermosa luna llena de un color blanco intenso.
-Se ha hecho de noche y no nos hemos dado ni cuenta, dijo Ron.
-¿Que os parece, si os quedáis aquí a cenar y a pasar la noche? Mañana temprano nos aparecemos en el lugar y listos, no creo que Dumbledore se de cuenta, si como decís, hay tantos alumnos, no notara que falten tres, y así me podríais ayudar a explicarles a mis padres porqué me tengo que ir de esta manera tan inesperada.
-Bueno, Dumbledore lo va a notar, seguro, pero no sería la primera vez que no acatamos sus normas y siempre hemos salido ilesos.
-¿Eso es un sí?
-Por supuesto que lo es, dijeron los dos amigos al unísono.
-Genial, entonces voy a avisar a mi madre de que prepare dos platos más, esperadme aquí hasta que os avise.
Dicho esto, Hermione se giró y salió por la puerta dejando a sus dos amigos solos y sin saber que hacer para pasar el rato asta que Ron dijo con la intención de entablar un tema de conversación: -¿Has visto esos libros?, son enormes, "Lectura ligera" les llama.
-Si, y menudos títulos , son de lo mas extraños dijo Harry, mira: Linajes mágicos, La magia se lleva en la sangre, genes mágicos, magia trascendental... el montón seguía y Harry detuvo su vista en uno que le llamo especialmente la atención.
-Mira esto, le dijo a Ron, al tiempo que cogía uno de los libros de Hermione: Todo sobre el que no debe ser nombrado: Lord Voldemort.
-Te dije que no pronunciaras ese nombre, por obra suya, ni tu ni yo tenemos padre.
-Ron, nombrarlo no va a hace que aparezca aquí.
-Mejor no arriesgare.
-Esta bien, intentare no nombrarlo cuando tu no estés presente, pero te advierto que eso solo le dará mas gloria, es lo que siempre ha buscado, ser temido hasta el punto de que las personas tengan miedo de pronunciar su nombre.
-Bueno, cambiando de tema, dijo Ron para evadir el tema de conversación, el cual empezaba a no gustarle demasiado, -¿Para que querrá Hermione unos libros tan raros?
-No lo sé, respondió Harry
-A lo mejor está investigando sobre la magia familiar, veras Harry, cada familia de magos, tiene una clase de poderes especiales que solo los miembros de su familia pueden tener, se basa fundamentalmente en su código genético, y todo el qué posea ese código genético, tendrá los mismos poderes especiales, que solo los miembros de esa familia tendrán, ¿Lo entiendes?
-Mas o menos, ¿Y que clase de poderes pueden ser esos?
-Pues... de todo tipo, algunos son habilidades, como por ejemplo la habilidad de auto clonarse, es un poder muy apreciado, que muy pocos magos, pueden hacer, además es uno de los poderes secretos de el que no debe ser nombrado.
-¿Como que uno de los poderes? ¿es que tiene mas?
-Muchísimos mas, tiene todos los poderes especiales de las familias de los magos que ha matado a lo largo de su vida, por eso siempre está buscando matar a mas magos y mas y mas y nunca parara hasta que alguien acabe con el. Mientras Ron pronunciaba esta frase, había empezado a, inconscientemente, apretar sus puños fuertemente y se notaba en su voz que le gustaría ser el el que acabara con el señor oscuro.
-¿Si que tarda Hermione no? dijo Harry con la intención de desviar el tema
En ese mismo instante la puerta de la habitación de la joven se abrió, y evidentemente era Hermione la que la cruzaba en ese mismo momento para entrar en su cuarto, tenía una expresión en la cara que señalaba tristeza.
-¿Ocurre algo?
-No es solo que.... veréis: Mi madre esta encantada de que os quedéis aquí a pasar la noche y tiene muchas ganas de sentarse a la mesa con vosotros y que le habléis un poco más del mundo mágico.
-Entonces, ¿es tu padre tal vez el que esta en desacuerdo?
-No, para nada, el está emocionado con la idea de conocer un poco más a fondo a los amigos de los que tanto les he hablado.
-¿¿¿Entonces que pasa???
-He tenido una sensación muy extraña cuando hablaba con ellos
-¿Una sensación?
-Si bueno, olvidemoslo.
-Hermione, ¿Qué son todos estos libros tan extraños? dijo Harry.
-Mmmm... buenoooo.... son libros que estoy utilizando para hacer un estudio de la magia familiar y......
Hermione fue interrumpida por Ron: -Ja, ja, ¿lo ves? te lo dije, Hermione no puede estar mas de un mes sin investigar algo.
-¿Y este otro libro?, dijo Harry señalando al libro que hablaba sobre Voldemort.
-Bueno, me pareció interesante y me lo lleve también, pero aún no he empezado a leerlo.
-¿Puedo leerlo?
-Por supuesto Harry.
Mientras Harry leía el libro de Hermione, esta se dedicaba a escribir en su diario, que había sacado de su baúl, y Ron se entretenía haciendo levitar los lápices de colores de Hermione haciéndolos chocar unos con otros. Al cabo de media hora se oyó la voz de la señora Grager avisando de que la cena estaba lista.
-Bueno, ya habéis oído, la cena ya esta lista, bajemos a cenar.
A disgusto, Harry doblo la esquina superior derecha de la página por la que se había quedado leyendo y dejó el libro sobre la cama de Hermione. Los tres amigos salieron del cuarto de Hermione y bajaron las escaleras.
Os ha gustado? Ya se que es corto pero... paciencia. Por favor enviadme reviews!!!!!!
Capítulo 2: En Diddikings
...Todo empieza en la transitada avenida Diddikings. Era una tarde de agosto, en la cual, como es natural en la época, hacía mucho calor.
Todo era normal en la transitada avenida Londinense, estaba repleta de coches que circulaban a toda velocidad de un extremo de la avenida a otro, personas que paseaban cogidas de la mano, que hablaban y reían entre sí, personas que entraban y salían de los grandes centros comerciales o que tomaban refrescos en las terracitas de las cafeterías para así saciar un poco la sensación de calor.
Todos andaban de aquí para allí sin siquiera imaginar lo que el futuro les estaba preparando.
En una de las esquinas de la avenida se podía ver perfectamente, sobre una gran y amplia puerta, un letrero bien grande en el que ponía "CÍNICA DENTAL GRANGER", y por una de las ventanas se podía ver una gran sala llena de gente leyendo alguna revista, mirando el televisor que había sobre una pequeña plataforma, o simplemente matando el tiempo mientras esperaban a que les llegara su turno.
En la televisión estaban dando en ese momento las noticias de las siete de la tarde. La presentadora estaba leyendo una noticia que decía algo así: "Otra, otra persona que desaparece sin dejar ningún rastro, ya son mas de 500 las personas que desaparecen sin dejar ninguna pista, mas de 750 las halladas muertas sin ninguna explicación lógica y científica, y mas de 1000 las que han aparecido con todos los huesos de su cuerpo aplastados pero aún con vida, y ninguna de ellas con ningún signo de recordar lo que les ha pasado. Lo único que tienen en común todas las víctimas heridas, muertas, o desaparecidas es su extraña forma de vestir, todas con túnicas de extraños colores que les llegan hasta los pies, sombreros de punta... Concluyó la periodista.
Junto a otra de las ventanas, habían dos pequeñas macetitas que contenían dos plantas iguales que pretendían alegrar la estancia junto con el color alegre del papel pintado que cubría todas las paredes de la sala intentando invitar a la gente a que se quedaran allí y dándoles una signo de hospitalidad.
De pie, algo mas apartada de los demás, de hallaba una mujer de unos 40 años, con pelo castaño, una sonrisa dulce y amable, ojos de un marrón intenso, de piel blanca y pálida, vestida con una bata de color blanco que le llegaba por debajo de las rodillas, por donde asomaban unos pantalones también de color blanco, que iba llamando a las personas de una en una para avisarles de que había llegado su turno.
Mas a la derecha, había una puerta, y esta puerta daba a una habitación. Una habitación por cierto muy ordenada, con estanterías de el techo al suelo con toda clase de extraños libros, con títulos de lo más inusuales, como por ejemplo: Historia de Hogwarts, Disipar las nieblas del futuro, curso básico de hechizos curso primero, segundo, tercero y cuarto, mil y una hierbas mágicas, pociones nivel: uno, dos, tres y cuatro, El monstruoso libro de los monstruos. También había un pupitre muy ordenado, con unos mapas abiertos, el tintero destapado, una pluma qué estaba escribiendo sola... mas a la izquierda del pupitre se encontraba una cama muy mullida, con una colcha color crema, y sobre ella se encontraba en ese mismo momento una joven. La joven, de pelo enmarañado y color castaño, con unos ojos marrones que inspiraban inteligencia, unos colmillos algo mas grandes de lo habitual... se encontraba escribiendo en un cuaderno, bueno, amenos eso parecía, porque en cuanto pasaba la pluma sobre las páginas del cuaderno, se trazaban unas líneas, pero al instante desaparecían, La joven parecía inspirada en lo que estaba escribiendo cuando de pronto se oyó un pequeño ruido.
-¿Hermione? - dijo una voz que la joven conocía perfectamente
-Si soy yo Ron, dijo la joven al girarse para encontrar a sus dos mejores amigos, Ron Weaesley, un chico pelirrojo, con pecas, y un poco tímido, y Harry Potter, un joven algo mas bajo que Ron, con el pelo color azabache, revuelto como siempre, y una cicatriz en forma de rayo que le asomaba en la frente bajo el flequillo. Ambos parecían tener 15 o 16 años, igual que su amiga Hermione.
-Menos mal, dijo el otro chico, Harry, - Como se nota que acabamos de sacarnos el carné para aparecernos, nos hemos aparecido en siete casas muggles diferentes, suerte que no nos ha visto nadie.
Los tres se acercaron y se abrazaron, un abrazo que habían estado esperando desde hacía mas de un mes que no se veían, desde que acabaron las clases en Hogwarts, el colegio donde los tres estudiaban.
-¿Que es ese olor? dijo Ron... -Huele a fresas o a algo parecido
-Ups, perdonad, es mi tinta mágica, es la que uso para escribir mi diario, dijo Hermione, al tiempo que cerraba el frasco de tinta y cerraba el cuaderno sobre el que estaba escribiendo.
INICIO ÉPOCA DE MALFOY ......El anciano paro de leer un momento.
-¿Porque para de leer?, pregunto uno de los niños
-Os dais cuenta, dijo el anciano, es este, es este el cuaderno sobre el que Hermione estaba escribiendo cuando Harry y Ron aparecieron en su cuarto. -Es cierto, por eso no se veían antes las letras.. ¿Porque se necesita un carné para aparecerse? -Pues veréis, aparecerse no es nada sencillo sabéis, solo los magos mayores de 16 años pueden hacerlo, pero para ello han de sacarse un carné, que le sirve mas o menos como a los muggles el suyo de conducir, es como una licencia, que si no dispones de ella, queda completamente prohibido hacerlo. ¿Es un poco lioso, lo entendéis? - Mas o menos. Por favor, siga leyendo. -Esta bien.
FINAL ÉPOCA DE MALFOY
.........-Bueno, ¡¡¡cuanto tiempo!!! podríais haber venido a visitarme antes.
-No pudimos, y en realidad ahora tampoco podemos, esto no es una visita de cortesía.
-¿Como?
-Nos envía Dumbledore.
-¿Dumbledore?
-Si, nos envía para que te pongamos al día y para que te llevemos con nosotros.
-Llevarme... ¿a donde?
-No podemos decirte nada, pronto lo sabrás.
-Tendrás que coger todo tu equipaje y tus cosas del colegio, no creo que volvamos en todo lo que queda de verano,
-Bueno, tengo que hacer las maletas... el baúl escolar... no creo que tarde menos de dos horas, y ya es casi de noche, me gustaría despedirme de mis padres, y explicarles amenos a donde voy, aunque ni yo misma lo se. ¿De qué tenéis que ponerme al día?
-Bueno, empezó Ron, las cosas han cambiado mucho en este mes que llevamos sin vernos Hermione... además tu seguro que no estás informada de lo qué ha pasado en el mundo mágico, sobre todo desde lo que ocurrió en el profeta...
...-Un momento... ¿Qué es exactamente lo que ocurrió? Recibí una carta devolviéndome los galeones que pagué al suscribirme, y diciendo que ya no lo iba a recibir más, sin ninguna explicación adicional.
-Verás Hermione, el profeta lo prohibió Dumbledore.
-...¿Queeee? ¿Porque hizo algo así?
-Pues... veras Hermione, los Aurores, interceptaron un hechizo, que lanzó el mismísimo Voldemort.
-No digas ese nombre, dijo Ron.
-Esta bien, siguió Harry, el, lanzó un hechizo, sobre el profeta, que hacía que cada persona que lo leyera, emitiera una especie de señal mágica, que solo el que no debe ser nombrado pudiera ver, y de este modo saber donde tenía que mandar a sus mortífagos para acabar con la persona que estuviera buscando, y cuando los Aurores descubrieron el hechizo, Dumbledore persuadid a Cornelius Fudge para que ordenara la inmediata destrucción de todos los ejemplares y que no se volviera a imprimir ni una sola página.
-Bueno, es un plan inteligente por parte de el que no debe ser nombrado, eso hay que reconocérselo, pero por suerte le ha salido el tiro por la culata, concluyó Hermione.
-Hay más, siguió Ron, El maligno, ha enviado a todos sus mortífagos a matar a magos, muggles, incluso a los mortífagos que después de su desaparición durante once años, no le fueron fieles y se pasaron de nuestro lado, y por esto, muchos magos menores de edad han quedado sin familia, otros han muerto, y otros se han convertido en mortífagos.
-Se de uno que seguro que no tardara en unirse a ellos Dijo Hermione en tono sarcástico.
-Si te refieres a Malfoy, no puedes estar mas equivocada.
-¿Eh?....
-Eso ahora da igual, siguió Ron, el caso es que Dumbledore a creado un lugar especial, protegido por toda clase de hechizos, para acoger a todos los alumnos de Hogwarts que han quedado sin familia o que pueden estar en peligro. Claro está que no hay lugar alguno en el que se esté completamente a salvo de El que no debe ser nombrado, pero con la ayuda de los hechizos anti-mortífagos y con la presencia de Dumbledore allí, que como todos sabemos es el único mago al que el que no debe nombrarse una vez temió, es un lugar relativamente segundo.
-¿Y eso que tiene que ver con migo?
-Pues tiene que ver, que Dumbledore tiene razones para pensar que aquí no estas segura, y que quiere que te llevemos allí, nosotros nos instalamos allí podo después que terminara el curso escolar, añadió Harry, la madre de Ron y sus hermanos también están allí desde entonces,
-¿ Y tu padre? se dirigió a Ron
Ron no contestó, se sentó sobre la cama de su amiga y no dijo nada. Empezó a ponerse rojo, sus ojos empezaron emitir un brillo que nunca antes había visto Hermione en ellos. De cada uno de sus ojos comenzaron a salir dos lágrimas medio melancólicas, medio furiosas, apretó sus puños haciendo un terrible esfuerzo por no llorar, pero fue inútil, segundos mas tarde estaba llorando a moco tendido, la expresión de su cara indicaba tristeza y rabia.
-¿Es algo que e dicho? Dudo Hermione.
-Estooo... veras Hermione, le dijo Harry, es algo complicado de explicar, el padre de Ron... esta.... bueno hace 5 semanas .... ahora esta... es dificil de decir, esta....
-¡¡¡MUERTO!!! Grito Ron, dilo, nada va a cambiar, esta muerto y no decirlo no hará que el vuelva.
-¿Pero... como? dijo Hermione con un hilo de voz... ¿Como puede ser? ¿Como ha podido ocurrir algo así?
Veras Hermione, todo ocurrió hará ahora unas 5 semanas, explicó Harry, Arthur se encontraba en el ministerio, como todos los días, cuando una ola de mortífagos entró, y lanzó la maldición Avedda kedabra sobre mas de 500 funcionarios del ministerio, entre ellos se encontraba el padre de Ron.
-Lo siento Ron, lo siento de verdad, ¿estás bien?
- ¿De verdad eres consciente de lo que estas diciendo? ¿No hace ni dos meses que mi padre a muerto y me preguntas que si estoy bien?
-Me refería a como lo estás sobrellevando, se lo que sientes, yo perdí a un tío...
-...¿Un tío? ¿comparas a un tío con un padre? Ni de lejos es lo mismo, no, no sabes como me siento, ¿un tío? esta bien un tío es alguien a quien aprecias, pero nunca lo compares con mi padre. Mi madre está destrozada, a base de hechizos aturdidores, Ojala te vieras en mi situación, aprenderías como me siento.... Casi al instante que pronuncio esta última frase se arrepintió de haberlo hecho, y advirtió que había hablado más de la cuenta.
-A Hermione se le saltaron las lágrimas. -Are como que no he oído esto último que has dicho. Acto seguido de pronunciar esta frase Hermione se giró para que no le vieran llorar.
-Hermione yo... lo siento, es culpa de los hechizos que Dumbledore lanza sobre mi para que no se me haga tan pesada la pérdida, tiene efectos secundarios, lo siento, no quería decir eso, tu me conoces, yo te aprecio, y daría mi vida por que no pasaras por lo que yo estoy pasando, la daría por que ninguno de vosotros, dijo mirando ahora a Harry, pasarais por lo que yo estoy pasando.
Harry miró al suelo y Ron comprendió lo que quería decir ese gesto... y añadió: -Aunque para Harry eso es demasiado tarde, lo siento, dijo de nuevo.
-Bueno, no importa, dijo Harry, ¿verdad? dijo mirando a Hermione
-Verdad dijo esta, todo olvidado.
-Se ha hecho de noche, dijo Ron.
-¿Que os parece si me ayudáis a preparar el Baúl?
-De acuerdo dijeron los dos amigos.
-Un momento, no tenemos la lista de el material escolar que tenemos que comprar, dijo Hermione
-¿De verdad cees que Dumbledore nos dejara abandonar "el lugar" e ir sin protección al callejón Dragón a comprar los materiales escolares? no lo pienses ni un instante, pues el ya se ha encargado de que lo lleven todo al castillo para entonces, una vez allí se pagara lo que se compre.
-Entonces solo tengo que meter la ropa, la varita, los libros de lectura ligera, dijo señalando un montón de libros cada uno tan gordo como dos biblias juntas, la comida para cookhanks, dijo mientras miraba a su gato color canela, los deberes de el verano, los mapas, las plumas, los tinteros, mi pluma vuelapluma, la túnica de gala, nunca se sabe si la tendré que utilizar, mi llave de Gringoots, alguien tendrá que ir a sacar dinero por mi... bueno creo que ya no más.
-Entonces lo meteremos todo en el baúl enseguida dijo Ron, y apuntando con su varita dijo algo como Movvette y acto seguido de la punta de su varita salieron unas chispas azules que fueron a parar al baúl de Hermione, este se abrió, y todos los objetos antes mencionados se metieron solos en el baúl. -¿Algo mas?
-No se.... no puedo creerlo, casi se me olvida, casi olvido mi diario, y acto seguido cogió de encima de la cama el cuaderno en el que había estado escribiendo un rato antes.
Bueno ahora si que esta ya todo listo.
-¿Y ahora que hacemos? hemos acabado tan rápido.
-Si, la verdad es que esto de poder usar la magia fuera del colegio ahorra mucho tiempo.
-No hemos sido tan rápidos, añadió Harry mientras miraba por la ventana del cuarto de Hermione, por la cual se veía un cielo oscuro, lleno de estrellas juntas que parecían querer dibujar algo, y junto a ellas, una hermosa luna llena de un color blanco intenso.
-Se ha hecho de noche y no nos hemos dado ni cuenta, dijo Ron.
-¿Que os parece, si os quedáis aquí a cenar y a pasar la noche? Mañana temprano nos aparecemos en el lugar y listos, no creo que Dumbledore se de cuenta, si como decís, hay tantos alumnos, no notara que falten tres, y así me podríais ayudar a explicarles a mis padres porqué me tengo que ir de esta manera tan inesperada.
-Bueno, Dumbledore lo va a notar, seguro, pero no sería la primera vez que no acatamos sus normas y siempre hemos salido ilesos.
-¿Eso es un sí?
-Por supuesto que lo es, dijeron los dos amigos al unísono.
-Genial, entonces voy a avisar a mi madre de que prepare dos platos más, esperadme aquí hasta que os avise.
Dicho esto, Hermione se giró y salió por la puerta dejando a sus dos amigos solos y sin saber que hacer para pasar el rato asta que Ron dijo con la intención de entablar un tema de conversación: -¿Has visto esos libros?, son enormes, "Lectura ligera" les llama.
-Si, y menudos títulos , son de lo mas extraños dijo Harry, mira: Linajes mágicos, La magia se lleva en la sangre, genes mágicos, magia trascendental... el montón seguía y Harry detuvo su vista en uno que le llamo especialmente la atención.
-Mira esto, le dijo a Ron, al tiempo que cogía uno de los libros de Hermione: Todo sobre el que no debe ser nombrado: Lord Voldemort.
-Te dije que no pronunciaras ese nombre, por obra suya, ni tu ni yo tenemos padre.
-Ron, nombrarlo no va a hace que aparezca aquí.
-Mejor no arriesgare.
-Esta bien, intentare no nombrarlo cuando tu no estés presente, pero te advierto que eso solo le dará mas gloria, es lo que siempre ha buscado, ser temido hasta el punto de que las personas tengan miedo de pronunciar su nombre.
-Bueno, cambiando de tema, dijo Ron para evadir el tema de conversación, el cual empezaba a no gustarle demasiado, -¿Para que querrá Hermione unos libros tan raros?
-No lo sé, respondió Harry
-A lo mejor está investigando sobre la magia familiar, veras Harry, cada familia de magos, tiene una clase de poderes especiales que solo los miembros de su familia pueden tener, se basa fundamentalmente en su código genético, y todo el qué posea ese código genético, tendrá los mismos poderes especiales, que solo los miembros de esa familia tendrán, ¿Lo entiendes?
-Mas o menos, ¿Y que clase de poderes pueden ser esos?
-Pues... de todo tipo, algunos son habilidades, como por ejemplo la habilidad de auto clonarse, es un poder muy apreciado, que muy pocos magos, pueden hacer, además es uno de los poderes secretos de el que no debe ser nombrado.
-¿Como que uno de los poderes? ¿es que tiene mas?
-Muchísimos mas, tiene todos los poderes especiales de las familias de los magos que ha matado a lo largo de su vida, por eso siempre está buscando matar a mas magos y mas y mas y nunca parara hasta que alguien acabe con el. Mientras Ron pronunciaba esta frase, había empezado a, inconscientemente, apretar sus puños fuertemente y se notaba en su voz que le gustaría ser el el que acabara con el señor oscuro.
-¿Si que tarda Hermione no? dijo Harry con la intención de desviar el tema
En ese mismo instante la puerta de la habitación de la joven se abrió, y evidentemente era Hermione la que la cruzaba en ese mismo momento para entrar en su cuarto, tenía una expresión en la cara que señalaba tristeza.
-¿Ocurre algo?
-No es solo que.... veréis: Mi madre esta encantada de que os quedéis aquí a pasar la noche y tiene muchas ganas de sentarse a la mesa con vosotros y que le habléis un poco más del mundo mágico.
-Entonces, ¿es tu padre tal vez el que esta en desacuerdo?
-No, para nada, el está emocionado con la idea de conocer un poco más a fondo a los amigos de los que tanto les he hablado.
-¿¿¿Entonces que pasa???
-He tenido una sensación muy extraña cuando hablaba con ellos
-¿Una sensación?
-Si bueno, olvidemoslo.
-Hermione, ¿Qué son todos estos libros tan extraños? dijo Harry.
-Mmmm... buenoooo.... son libros que estoy utilizando para hacer un estudio de la magia familiar y......
Hermione fue interrumpida por Ron: -Ja, ja, ¿lo ves? te lo dije, Hermione no puede estar mas de un mes sin investigar algo.
-¿Y este otro libro?, dijo Harry señalando al libro que hablaba sobre Voldemort.
-Bueno, me pareció interesante y me lo lleve también, pero aún no he empezado a leerlo.
-¿Puedo leerlo?
-Por supuesto Harry.
Mientras Harry leía el libro de Hermione, esta se dedicaba a escribir en su diario, que había sacado de su baúl, y Ron se entretenía haciendo levitar los lápices de colores de Hermione haciéndolos chocar unos con otros. Al cabo de media hora se oyó la voz de la señora Grager avisando de que la cena estaba lista.
-Bueno, ya habéis oído, la cena ya esta lista, bajemos a cenar.
A disgusto, Harry doblo la esquina superior derecha de la página por la que se había quedado leyendo y dejó el libro sobre la cama de Hermione. Los tres amigos salieron del cuarto de Hermione y bajaron las escaleras.
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