N/A: Perdón x no hacer upload pero mi compu tuvo virus.
GRACIAS A.... Arwen (kien 100pre le mis historia, gracias x soportar mis explociones de dizk imaginación, jeje), Aislinn (k tmb 100pre m ha mandado reviews y c ha tenido k leer mis historias, pobechitaaa, jaja. Haz leído los últimos capís de "A veces la vida nos sorprende"? oie no m haz dejado review!Bu!jiji), Anne Malfoy (kien volvió x el 2do capí. Gracias x darm oportunidad a mejorar, a k alguien m d su opinión), Draco girl (kien tmb volvió, yeeeeee x k eso signifik k d verdad t gusto mi historia), AkaNe Wakashimatzu (Yo tmb pienso k Pablo Neruda es un ídolo!jeje, escribe excelentes poemas. Todavía no he podido leer ninguno de tus fics pero prometo hacerlo. hubiera sido + fácil si tu nombre hubiera tnido link con tus historia, log in.)
"Sangrando en la Oscuridad Sumidos Nos Hallaremos"
autora: Mione of the Dragon
e-mail: sugary_cutiepie@yahoo.com
"Recordad que el hombre permanece en el rincón de la oscuridad por temor a que la luz de la verdad le deje ver cosas que derrumbarían sus conjeturas."
(J.J. Benítez)
Capítulo 2: LADY VOLDEMORT
Su cuerpo se entibio conforme iba bebiendo el rojo oscuro líquido de la copa de cristal que mantenía entre sus arrugadas y maltratadas manos. El vino se deslizó hacia abajo por su garganta mientras sorbía el cálido y dulce licor, entrando en su ser mediante el angosto agujero que ocultaba sus horrendas cuchillas amarillas que supuestamente eran sus dientes. Las cosas estaban resultando del modo que él las había planeado, estaba complacido con todo ello.
Un tembloroso, pequeño, regordete y feo hombrecillo entró en el oscuro estudio. La habitación se encontraba únicamente iluminada por un cirio, con una llama tan oscura como la muerte. El pequeño hombre hizo una reverencia y, con evidente miedo, se acercó a la espectral forma que le había gesticulado con su mano que fuese más cerca, desde su posición sentada tras un escritorio de caoba.
-¡Ahhhh, Colagusano!- exclamó excitado. Una cruel y fantasmal sonrisa se deslizó haciéndose camino hasta llegar a sus labios los cuales se encontraban contorsionados dolorosamente. -Mi estimado, devoto sirviente,- dijo con leve burla mientras que lentamente se ponía en pie., -Quiero saber que importante motivo te ha traído aquí. Si no mas recuerdo, había dicho que quería silencio y no ser interrumpido, ¿o no?- Dando cortos pasos, Voldemort caminó hasta llegar a la ventana. Suciedad cubría todo el vidrio, pero esto no impedía a Voldemort de observar las oscuras calles de Little Hangleton a lo lejos en la noche.
-Lo siento muchísimo mi Señor, no fue mi intención molestarlo. Su círculo interno de mortífagos ya ha llegado. Todos los miembros se encuentran abajo esperando que usted les comande lo que tienen que hacer.
La cruel sonrisa retornó a sus repulsivas facciones una vez más.
-Ellos deben venir aquí. Anda, corre diles.- su voz se mantuvo tan monótona como siempre. -He estado esperando por tanto tiempo. Hoy, al fin voy a vengarme de Harry Potter, y casarme con ella también. Dos cosas en una.- la sonrisa nunca desapareciendo. -Me llevé una gran sorpresa cuando descubrí que su esposa guardaba un enorme parecido con la bella Nizianna.
-¡Dios salve a Lady Voldemort!- Colagusano exclamó de forma entusiasta como era costumbre en Inglaterra. Él simplemente había cambiados la palabra "Reina" por "Lady Voldemort" a quien él consideraba lo mismo, pero en el mundo mágico.
-Antes de traer aquí a mi círculo interno de mortífagos, tráela a ella.- él necesitaba con urgencia verla, regocijarse en su belleza. *Ella es verdaderamente espléndida, tal y como Nizianna solía ser.* Se rió entre dientes mientras que pensaba. *Es realmente una broma del destino que ella haya nacido siendo sangre sucia.* Voldemort no se dio por enterado cuando Colagusano abandonó el estudio. Se encontraba demasiado sumido en sus propios pensamientos como para prestarle atención a un ser tan insignificante como su leal sirviente. Él lo consideraba un tonto, pero un tonto leal.
Hermione, bueno, "Nizianna" era la única cosa en su mente. Otro hecho que no podía creer era el que ella se hubiera casado con uno de sus más odiados enemigos, con el que casi le dio fin a su vida. Era muy humillante para él tener que recordar como un niño de tan sólo un año de nacido casi había destruido su vida. Durante toda su existencia ella había sido la única cosa que él alguna vez había amado. Él supo que su esencia nunca se había desvanecido, nunca se había ido. Nunca había encontrado una verdadera explicación para ello hasta hace unas cuantas semanas. En el momento en que Nizianna murió fue como si ella hubiese dejado una cáscara vacía, una cáscara que se relleno en el momento que Hermione nació. Un segundo después del último aliento que Nizianna tomó, fue el primero de Hermione en el momento en que ésta nació. Por supuesto que él había encontrado una ironía en todo el pseudo milagro: ¡la persona que había ocupado el cuerpo de Nizianna en está vida era la esposa sangre sucia de Harry Potter! Voldemort no podía dejar de pensar en ello, realmente despertaba su ira.
Ella había usado un poderoso hechizo para engañar a Hades, dios del infierno, cuando ya tenía un pie en la tumba. El hechizo había requerido toda su magia y esencia restantes, el hechizo había puesto su otro pie en la tumba. Tan poderosa bruja había sido, lo había ayudado tanto en el pasado. Voldemort acabó su ensueño y tomó asiento en su silla una vez más. Él tenía un cuerpo ahora, pero no era lo suficiente fuerte. Él solía tener un cuerpo fuerte...ahora, ahora, él no era siquiera la sombra del que una vez había sido. Pero, con ella, todo eso iba a cambiar rápidamente.
Recordó las palabras de Nizianna hace dieciocho años estando postrada en su lecho de muerte, Voldemort a su lado, nunca soltando su mano.-Haz llegado muy lejos.- dijo ella susurrando, la muerte comenzando a apoderarse de todos sus sentidos. -Y vas a llegar aún más de lo que cualquiera haya esperado. Vas a ser recordado como uno de los más grandes de la historia. Yo volveré a ti,- mencionó evitando la mirada ya que él no sabía el poderoso conjuro que ella planeaba hacer. -Ya lo verás, no igual, no, eso sería imposible. Volverá mi esencia, mi esencia volverá a nacer, más no mi alma. De ello ya te encargaras tú cuando el tiempo esperado venga, buscaras algún modo. Y ésa joven con la misma esencia que la mía será mi regalo hacia ti. Ella deberá ser la que tenga que parirte un heredero. Tal vez no lo creas ahora, Tom- Voldemort vaciló ante la mención de su sucio nombre muggle, pero viniendo de Nizianna, no le parecía sucio ni despectivo en lo absoluto. Entornó la mirada nuevamente a sus ojos miel ambarinos, -pero tu corazón se rendirá ante ella.
-Nizianna,- dijo casi al borde de las lágrimas aquel hombre tan cruel y despiadado que tan sólo era capaz de amar a una mujer cuya crueldad y sed de sangre eran tan similares a las de él mismo. Ahora debía encontrarse en el peor de los infiernos por lo monstruosa que fue en vida.
-Calla. Estoy viendo algo,- sorprendió a Voldemort con sus palabras. Él siempre supo del talento que tenía Nizianna, era una vidente. Aunque no tuviera visiones muy seguidas, en realidad sólo había tenido cinco contando ésa en toda su vida, siempre se cumplían tal y como ella las profesaba.-La veo a ella,- dijo. - Es hermosa, el cuerpo que la encierra es mucho más exquisito que el mío propio. No... hay un problema. Todo dependerá de las decisiones que tomes: puedes tanto lograr tener tu heredero y triunfar sobre el mundo entero, o hacer lo equivocado con ella, lo cual la alejara de ti no sólo en cuerpo sino también en corazón y alma. De éste día a dieciocho años y seis meses soñarás conmigo. En ése sueño te revelaré quien será tu nueva esposa. No obstante no podrás obligar a la mujerzuela a fornicar contigo.- dijo con amargura y con celos ya que ella sabía bien que no sería ella quien estuviese en aquellos días aún por venir. -No podrás violarla, porque sino el heredero no te fortalecería y nacería débil y enfermizo. Tendrás que encontrar alguna manera de que ella se te entregue voluntariamente, a ti y a la causa.
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Ginny dejo salir un grito ahogado cuando leyó las noticias en el Profeta. Ella no podía creer lo que sus marrones ojos acababan de leer. *¡No! No puede ser posible, no puede...* continuó diciéndose a sí misma. Charlie, su hermano, entró en la cocina en ése momento y miró con preocupación tangible en sus ojos, a su pequeña hermana.
-¿Ginny que pasa?- le preguntó. su voz a penas un audible susurro. El llegó hasta donde se encontraba ella y leyó por encima de sus hombros lo que había puesto a Ginny en el estado que se encontraba.
NOTICIAS IMPORTANTES:
Se ha sabido que el famoso Harry Potter, de dieciocho años, fue atacado ayer en la seguridad de su hogar por Lord Voldemort. (Charlie tembló, él era uno de la mayoría que no se acostumbraba a llamar a Quien-no-debe-ser-nombrado simplemente Voldemort.) Un secreta batalla fue sostenida por él y sus seguidores. Se nos ha informado que entre los desaparecido hechiceros del lado de la luz, tenemos aparte de Harry Potter, a Ronald Weasley, Neville Longbottom, la señora Hermione Potter, Remus Lupin, el famoso Auror en su época Ojo Loco Moody y a Padma y Parvati Patil. El paradero de éstos preciados miembros de la Comunidad Mágica aún es un misterio, no se conoce ninguna información. Sus cuerpos aún no han sido encontrados, ni una pista en donde podrían localizarse. Continuaremos investigando para brindarles nueva información sobre éste trágico evento.
Su aliento se quedo sin poder escapar su garganta. Él nunca hubo imaginado que hubiera ocurrido tan grave e importante incidente. Charlie no dijo nada después de haber leído la ominosa noticia. Una imagen de Ron y Neville gastándoles una broma a Harry y Hermione en la recepción de su boda entró en su cabeza. No pudo evitar preguntarse si ése día iba a ser el último en que había visto a Harry y a Hermione vivos...
Al igual que Charlie, Ginny sabía de todas las complicaciones. Era extremamente obvio que el Voldemort no había hecho nada más en los últimos años que desear y tratar de matar a Harry. Hermione era su esposa y también una bruja con padres muggles, cosa que sólo serviría para el acrecentamiento del odio de Voldemort hacia ella. Su corazón se saltó un latido cuando sus pensamientos finalmente se encaminaron y asentaron en Ron. ¡Su pobre hermano!
Charlie, notando que en los ojos de Ginny comenzaban a formarse lágrimas, se inclinó sobre ella y la abrazó desde atras. -Todo va a estar bien Ginny, ya lo verás, no hay nada por lo que debamos preocuparnos. Los veremos a todos salir sanos y a salvo, y en una sola pieza.- susurró.
-Estoy tratando de creerte Charlie con todo mi ser,- ella dijo con una frágil voz que parecía estar rompiéndose con el paso de cada minuto, sus ojos nunca abandonando la noticia de última hora del Profeta. -Realmente quiero creerte.- sollozó, -¡quiero creer que volveré a ver a Ron, Harry, Hermione y Neville vivos!
- Yo me encargaré de contarles a papá, Bill, Percy, Fred y George lo recientemente sucedido, pero...- hizo una pequeña pausa para volver a pensar, para poner en orden todo. Se paró completamente, su espalda se encontraba derecha de nuevo, ya no se encontraba abrazando a Ginny por la espalda. Ginny se tornó en su dirección y, por primera vez desde que había leído la terrible noticia, su vista se había separado del periódico. -Pienso que lo más conveniente sería no decirle nada a mamá de todo esto, ¿de acuerdo?
Ginny lo tuvo que pensar por un momento. ¿Cuál era la finalidad de hacer que su mamá se alarmase y entristeciese?- De acuerdo.
En ese segundo, un grito al cual estaban más que acostumbrados, se escuchó. -¿Qué te he dicho siempre George? Que no quiero que le gastas ninguna broma más a los pobres vendedores de Zonko, encantando su dinero. Esos sickles se transformaron en boggarts, ¡boggarts! Pobre vendedora, ¡se encontraba tan asustada! Fred, George, ¿alguno de ustedes tiene algo que decir? ¿cualquier cosa?
Al escuchar la voz de su madre, Ginny se limpió las lágrimas con la manga de su esponjoso suéter color rosa pálido. Charlie poseía una expresión en su rotro de estar sosteniendo una batalla interna consigo mismo cuando él sabía que su mamá y hermanos iban a estar pronto de regreso de Hogsmead. A él no le gustaba en lo más mínimo ser el encargado de dar tan malas noticias. Ginny tomó el periódico y corrió hacia su habitación a esconderlo.
-Hola cielo.- su madre besó afectuosamente a Charlie en la mejilla derecha.
-Sí,- comenzó a bromear Fred usando una voz aguda como de bebé, -hola mi primer lindo bebé.
Charlie suspiró, cosa que les resultó extraña a los gemelos ya que Charlie tenía un buen sentido del humor. Ambos miraron escépticamente a su hermano.
-¿Dónde esta tu hermana?- Molly Weasley preguntó. Charlie sabía que las cosas no iban a ser nada fáciles.
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Nizianna había cumplido cumplido con lo dicho. Dieciocho años y seis meses después de aquél día de su muerte, soñó con un hogar, el hogar de los Potter. Había enviado a un espía a investigar y allí de dio con la sorpresa que la esposa del odiado Potter era una bella joven de ojos miel ambarinos.
Voldemort esperaba ansiosamente el regreso de Colagusano. Él no quería en lo absoluto ver a Colagusano, él sólo quería ver el "encargo" que iba a traer consigo. El tiempo no podía estar mejor calculado, era perfecto. Después de ver a su bella pertenencia, él llamaría a sus mortífagospara explicarles que esa común y repulsiva sangre sucia, a quien seguramente estarían mirando como halcones a una presa, no era tan común. Aún más, que ella era su nueva Lady, augurado por la antigua. Sabía y no le importaba lo sorprendido que sus mortífagos iban a estar. Tendría que explicarles a los mortífagos más jóvenes, en realidad a los que se hubiesen iniciado en los últimos dieciocho años, la importancia de hacer el voto de lealtad para con la antigua y la nueva Lady Voldemort, que era tan valioso como el hecho para con él. Todos ellos eran los escogidos para presenciar un importante e histórico día el cual sería recordado en lo futuros libros de "Historia de la Magia" y otros como: "la Boda."
Después de varios minutos Colagusano golpeó la puerta. -Pasa- La sonrisa de Voldemort se esfumó cuando vio que su lacayo no traía consigo ni a un alma. -¿Dónde esta ella?- Siseó duramente con cólera.
-Se rehusó. Ella pateó e incluso me mordió.- ésta era la mujer que Voldemort quería para sí, las cualidades que quería en un heredero las tenía ella. Era de personalidad fuerte y determinada.
-Patético idiota,- en aquel punto, Voldemort había empezado a dudar si sería capaz de traerla al estudio. Estaba ya muy débil y viejo. Tenía gran poder, era verdad pero no quería matarla y la única manera de traerla era mediante la fuerza física. La muchacha debía de ser persuadida.
Él recordó haber escuchado a uno de sus mortífagos hablar hinchado de orgullo de los poderes persuasivos de su hijo sobre las féminas. *Él tendrá que mostrarme ahora de todo lo que su padre hacía gala con sus palabras, claro esta que sin traspasar la delgada línea roja. Él tendrá que respetar a mi nueva adquisición por lo que será en poco tiempo, mi esposa* Salió de su tren de pensamientos con una decisión quemándole la punta de la lengua. -Trae al niño de Malfoy aquí arriba.- ordenó. Colagusano obedientemente salió de aquella habitación. Sus rápidos pasos haciendo que la escalera rechinase fuerte y sonoramente. Para el placer de Voldemort, no tuvo que aguardar demasiado. Colagusano entró al estudio con un magnífico bello chico a su costado.
Cuando Colagusano había llamado a Draco porque el Señor Tenebroso así lo solicitaba debido a que quería verlo a él entre todos los miembros del círculo interno de confianza, Lucius estaba lleno de orgullo. Voledmort quería estar a solas con SU hijo. Lucius le brindó una sonrisa afectada de superioridad y victoriosa a Neil LeStrange. Neil LeStrange quien era una patética excusa de mago en su opinión, y él eran los únicos que tenían a sus hijos llamados al servicio del Señor Tenebroso y aceptados en el círculo interno. El joven Simon LeStrange había mirado a Colagusano como si esperando a que este llamase su nombre también. *Eso demuestra que los Malfoy somos mejores que los LeStrange,* Lucius pensó alegremente. Incluso si ambos fueran ricos, sangre limpia, de igual abolengo, antiguas, oscuras familias, socios en los negocios además, ellos tenían sus diferencias. Eran muy competitivos.
-Mi señor,- el chico de diecisiete años hizo una leve reverencia, su cabello brillaba en la oscuridad como si tuviera luz propia. ¡Cómo odiaba tener que inclinarse ante alguien! *En éste caso algo,* pensó y una mueca estaba plasmada en las esquinas de su boca. El no hizo totalmente ninguna mueca burlona, él era demasiado inteligente para intentar hacer ello. Voldemort en su débil cuerpo guardaba en él un inmenso poder mágico. Hizo una nota mental para sí mismo: practicar más seguido las Artes Oscuras para así lograr triunfar en la vida.
-Detén las formalidades chiquillo,- sus fríos, vacíos ojos rojos taladrando sus brillantes e inexpresivos ojos plata azulados. Draco sonrió abiertamente de manera ligera. Realmente le divertía mucho el que el Señor Tenebroso supiera que el odiaba tener que inclinarse ante alguien o algo. - Entonces...Draco Malfoy, ¿Cuántos años tienes criatura?- Voldemort siseó, su mirada vagando encima de todo el cuerpo Malfoy, evaluándolo.
-Diecisiete, voy a cumplir dieciocho este mismo año.
-Tan fresco, tan joven. Tal ves algún día encuentre un hechizo para intercambiar cuerpos, aparte de la Poción Multijugos claro está, un hechizo que sea eterno...¿no te gustaría eso? ¿ofrecerme tu cuerpo? Tendrías el gran honor de que tu cuerpo fuese seleccionado para ser el mío.- Voldemort ahogó una risita ante la extraña mirada que Malfoy le estaba brindando. -No me mires así. Es un chiste, de cualquier modo no existe manera posible de intercambiar o tener el cuerpo de alguien por más de una hora.- la verdad era que a Voldemort le desagradaba ser él mismo, con respecto al cuerpo que poseía. ¿A quién le gustaría tener un cuerpo endeble y que está muriendo lentamente?
-Por qué razón me ha llamado...mi Señor?- Draco añadió el último par de palabras amargamente, como si fueran veneno.
-Necesito que persuadas a alguien para que por voluntad propia venga hasta aquí a verme... una chica. Necesito que la convenzas.- Malfoy le brindó una mirada extrañada al viejo hombre que tenía delante de sus ojos. ¿Cómo era posible que el hechicero más poderoso de todos los tiempos no pudiera obtener una chica? Draco pensó que Voldemort necesitaba desesperadamente dar rienda suelta a sus instintos.
El horrendo, alguna vez guapo hombre entendió la confusión plasmada en los rasgos del otro. Se sintió algo melancólico al recordar como solía verse, al recordar su propio reflejo de hace cincuenta años atrás. *Nizianna se enamoró de un hombre atractivo, no de la cosa que soy ahora. Pero Hermione va a tener que amarme, aún si la tengo que obligar ella será mía.*
Draco habló, -Usted sabe mi Señor que los celos y la envidia son los peores enemigos de un mago de cualquier posición. Especialmente si tratan sobre materias tan banales como la apariencia.- Voldemort dejo escapar del agujero que tenía en el medio de la cara una pequeña risita burlona, ¿era tan obvio que se encontraba observando y odiando al crío delante de él? -Si me permite añadir algo, debo decir que la mujer que usted ama no sólo verá eso, verá más allá de su apariencia física: ella verá todo el poder que usted tiene.
-No hables de asuntos de los que no sabes nada al respecto y que no puedes comprender, y mucho menos no hables a menos que yo te lo comande, a menos que quieras que te someta al Avada Kedavra. ¿Entendiste?
Draco no sabía que hacer. Él siempre había tenido un gran orgullo, y el haber sido mimado cuando pequeño no ayudaba mucho tampoco. Él prácticamente se encontraba mordiéndose la lengua para contenerse de hacer un comentario sarcástico que mostrara su enojo. ¿Sería el capaz de sacar su varita y hacer el Avada Kedavra antes que Voldemort? Él sabía que Voldemort tenía mucho más poder que él, había una clara razón por la que la gente se refería a él como el más terrible no obstante poderoso mago en la historia. Pero podría ser también un caso de velocidad, ¿o no? Si él pudiera blandir su varita antes que ese viejo rastrero, él sería el ganador, el que quedase vivo y el nuevo amo y señor de todo.
Antes de que algo tuviese lugar en el estudio, Colagusano los interrumpió mediante los sonoros golpes que le daba a la puerta. -Todo es fútil, mi Señor, la Señora es fuerte. Está determinada a no abandonar el pequeño cuarto en la que esta.
Malfoy parpadeó un par de veces, creyó haber escuchado de la boca de Colagusano la palabra "Señora". No estaba convencido si es que había oído bien hasta que Voldemort le respondió a su sirviente.
-Todo es cuestión de tiempo,- Voldemort respondió secamente. -Aquí, Malfoy el Mozo va a convencerla de que es mejor que venga por su propia voluntad, dependiendo si es que quiere continuar con vida. Te doy dos horas para razonar con ella, no más y no menos.
***
28/07/03
N/A: X favor dejen su REVIEW!!! Se los imploro!!! Asú, k arrastrada k m toy volviendo... Ta mal... Pero la verdad es k px, ADORO los reviews, kreo k incluso son una de la mayores razones x las k escribo. Les gustó? Lo odian? La verdad es k a mi misma no m gustó mucho, no c xk...
PRÓXIMO CAPÍTULO: El Círculo Interno
fecha: tan pronto como pueda...
