N/A: Hola! Al fin... sí sigo viva. Bueno, quería cargar éste capítulo el mismo día que lo terminé y entrar a stats en fanfiction.net para agradecer a las personas q m han enviado sus Reviews, y así iba a escribir esta partecita antes d cargar el capi pero no hay conexión!! (ahora q estoy escribiendo esto no hay...) así q lo escribo en un momento de ocio y sólo quiero agradecer a todos los q dejaron Review, en especial a las personas q escribieron después d toda mi explicación del xk m tardo tanto...Bueno... he aquí mi "engendro"...Ah verdad! le cambié d nombre al capí.

Obtuve la edad de Voldemort (72) considerando que cuando Harry tenía 12 hace 50 años atrás Voldemort había tenido 16. Simple suma, si Harry y Hermione tienen 18, han pasado 6 años, entoces, jeje, 50+16+6= 72

"Sangrando en la Oscuridad Sumidos Nos Hallaremos"

autora: Mione of the Dragon

e-mail: sugary_cutiepie@yahoo.com

"No somos enemigos, sino amigos. No debemos convertirnos en adversarios, aunque la pasión pueda habernos distanciado, no debe romper nuestros vínculos de afecto. Las cuerdas místicas de la memoria que transcurren desde cada campo de batalla y cada tumba de patriota hasta cada corazón viviente y cada hogar de este vasto territorio entornarán no obstante el coro de la unión cuando éste sea nuevamente contado, como lo será sin duda por los más altos ángeles de nuestra naturaleza"

(Abraham Lincoln)

Capítulo 4: SUPERIORIDAD NUMÉRICA

-¿¡MALFOY!?- lo imitó ella inconscientemente pero exclamando con sorpresa el apellido de este en vez del suyo. Él la observaba de manera escrutiñadora, en cierta forma, aún sin creer que ella se encontrase enfrente suyo. Ambos con la boca ligeramente abierta y los ojos inundados de la más profunda y sincera sorpresa.

Hermione tampoco se hubo imaginado, al escuchar la puerta crujir que lo próximo que vería sería aquel rostro que había aborrecido en tantas ocasiones. Aquel niño insoportable, envidioso y engreído que ahora fingía ser un hombre. Miles de pensamientos fugaces y sentimientos de odio pasaban dentro de su propia cabeza. *¿Qué diablos hace él aquí?*, se preguntó con desazón y, aunque no se lo hubiera admitido ni a ella misma, con algo de temor.

Al parecer Malfoy tampoco había sospechado que ella se encontraba en la pequeña habitación, o mejor dicho, en la celda. Su rostro, según pudo observar Hermione, tenía una expresión indescifrable pero como no se había inmutado, Hermione supo que por lo visto él había abierto la puerta sin esperar nada del otro lado o al menos esperando cualquier cosa menos su presencia. Lo que Hermione no sabía que el rostro indescifrable que portaba el chico era parte de lo que le había sido instruido desde pequeño; una persona débil es aquella que deja leer sus emociones.

Sus fríos ojos grises miraban directamente a los cálidos de color miel de ella, muy distintos unos de los otros. Ella se había congelado en su sitio: parada de espaldas al espejo y de frente a la puerta; y él en el suyo: de pie, con la varita en la mano derecha y sosteniendo la puerta con la izquierda.

-¿Tú eres...?- comenzó a preguntar Malfoy, su voz llena de asombro, cosa que por un minúsculo momento le dio un aire infantil, pero antes de finalizar, cerró su boca y sonrió de manera burlona tal y como solía hacerlo en la escuela, hace casi un año atrás, -Sí, debes ser tú. ¿Quién más si no?

Hermione lo miró aún más extrañada de lo que ya se encontraba. Confusión danzando en sus ojos. A su parecer, él sabía algo que ella ignoraba. ¿A quién se refería con "debes ser tú"? ¿Tú qué?

-¿"Quién mas si no" qué? preguntó ella con la voz firme y ganando con cada segundo valor al ver que aquel muchacho enfrente era aquel que Harry, Ron y ella habían vencido innumerable veces y en tantas distintas ocasiones, el temor disipándose poco a poco ya que aún en la mente de Hermione se encontraba fresco el hecho de que Malfoy se encontraba involucrado en todo el macabro hecho de alguna manera u otra.

-¡Ay!- exclamó con sarcasmo y llevándose la mano al pecho, a la altura en donde debía encontrarse su corazón, *en el caso de que tuviera uno* pensó Hermione, en un gesto dramático, -tanta ignorancia Granger, nunca lo hubiera pensado de ti.

-Bueno, era de esperarse,- respondió ella frunciendo ligeramente el cejo en un inicio al escuchar la sugerencia de Malfoy sobre que ella era ignorante, -como sólo en contadas ocasiones usas el cerebro, ¿qué puedo esperar que pienses?- Finalizó Hermione con una pregunta retórica. Obviamente de esas preguntas que no esperan respuesta alguna.

-Siendo una asquerosa sangre sucia no creo que esperes mucho de nadie, no hay muchos magos hoy en día que estén dispuestos a rebajarse hasta un nivel tan bajo como en el que tú te encuentras, y ciertamente, estás hundida en el más despreciable fondo de esta nueva cadena social, aún más hundida de lo que estabas antes que el Señor retornara al poder.- la miró con desdén, -y peor aún que eres, o eras,- dijo con un tono de burla mal disimulado,- la cónyuge de la cabeza de cicatriz. ¡Que asco! Ni siquiera alguien tan indigno como aquel híbrido, media sangre, se merecía el castigo de casarse conti...

Malfoy no pudo terminar su parloteo sin sentido ya que antes de que finalizara la última palabra Hermione ya se le venía encima, tratando ciegamente de embestirlo, de hacerle daño. La más pura cólera pulsando contra su piel dentro de cada vena como queriendo salir fuera de ella misma.

Al ver a Granger tratando de golpearlo, viniéndosele encima con su aparentemente frágil figura, a su mente llegó un recuerdo de su tercer curso en el colegio, un recuerdo similar, sólo que en ésa ocasión nunca se le había cruzado por la cabeza que Granger sería capaz de abofetearlo; soltó la puerta y asió el puño que estaba dirigido a su pecho con la mano izquierda, torciéndole la muñeca ligeramente y elevando su mano provocando que la de ella se elevase y que parara en seco delante de él, veinte centímetros separándolos.

Hermione miraba con desamparo como el rubio chico acercaba su rostro al de ella. la poca luz proveniente de la antorcha jugando maliciosamente con su cincelado rostro. La luz ocultaba la mitad de su semblante, lo que traía por consiguiente que, mientras un lado lo hacía ver como un ser etéreo, el otro como un demonio.- Ni siquiera vuelvas a pensar en intentar hacer eso otra vez,- siseó en voz baja y profunda, Hermione sólo pudo escucharlo por la cercanía de su rostro.

Hermione pareció darse con la revelación de que él podría ser la única persona en responder sus dudas, no por el hecho de apaciguar sus miedos sino por ver a que nuevo grado de temor podría llegar.

-¿Qué hago aquí?- dejó escapar en un tembloroso murmullo.

-Ahhh,- exclamó casi con mórbido gusto en un susurro junto a su oreja, -otra pequeña pregunta para la cual la pequeña sangre sucia no tiene respuesta.- Sus labios se encontraban casi tocando su oreja cuando susurro con maldad y mofa, -pero, no he terminado de de hablar, -la mano de Hermione tratando de abrir el puño con el que su muñeca estaba siendo tan dolorosamente torcida, - no tendrás que preocuparte sangre sucia, tus apetencias carnales no dejaran de ser satisfechas por el simple hecho de que tu esposo ya no esté aquí .

Ante las últimas palabras, Hermione abrió los ojos de par en par haciendo que se asemejase a una gacela, miedo transcurriendo tras ellos y una trémula sensación recorriéndole la espina dorsal. La palabra que se encontraba plasmada en la cabeza de la miserable joven en ése momento no era otra más que "violación" lo cual le causaba un enorme pánico y repugnancia.

Draco Malfoy pareció darse cuenta de lo que pasaba por su mente ya que soltó un fría risotada, -ni en tus sueños ni en mis peores pesadillas.- siseó, su respiración causando un nada imperceptible cosquilleo en el cuello y oreja de Hermione. -Hay una forma de liberarte y salvar o, saber del paradero de tus amigos y esposo.

Los ojos de Hermione saltaron de inmediato en dirección a los de él, encontrándose llorosos. -¿Dónde están? ¿Están bien? ¡Por favor al menos dime si se encuentran bien!

-Tengo órdenes expresas, ¿sabes?- dijo arrastrando las palabras como lo hacía desde que era niño con un tono de obvio aburrimiento en su voz. -Así que seré más directo, ya me estoy cansando de ir por los lados; quieres saber por qué estás aquí, ¿verdad? ¿qué va a pasar contigo?- Hermione asintió con la cabeza ávidamente.- simplemente te diré que tu suerte está a punto de cambiar. Saldrás del hueco en el que te encuentras y te tornarás en la bruja más influyente.

Al ver el rostro de incomprensión de Hermione Draco bufó, -¡Ayy!, lo que quise decir es que tu quo status de viuda, no pasará de hoy: serás la nueva Señora Tenebrosa, Lady Voldemort.

Hermione no entendía lo que había implicado el rubio chico. No entendía, no quería entender. Tenía terror de entender en su total cabalidad lo que las palabras de Malfoy habían significado. *Lady Voldemort... la-dy... Vol-de-mort,* descompuso en monosílabas lo dicho, tratando de comprender aún. *¡¡¡¡¿ LADY VOLDEMORT ?!!!! *

Sus ojos se clavaron en los de Malfoy nuevamente y oscilaron de uno al otro como buscando algún indicio de haber escuchado mal o de mentira, o de cualquier cosa realmente, cualquier cosa que cambiara lo que pensaba haber entendido. Sus labios ligeramente separados, el aire aguantado en su pecho sin salida alguna, daba la impresión de haber sido paralizada, no exhalaba ni inhalaba.

-En efecto pequeña sangre sucia.- fingió aclarase la garganta,- perdón, futura Señora.- Hermione seguía inmutada.- ¿Qué? ¿No hay risas alegres o de entusiasmo? ¿No vas a decir nada?

Lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos... Sería desposada con una bestia, ¿acaso ése sería su terrible destino? ¿¿¿Por qué ella??? ¿¡¡¡ POR QUÉ ELLA!!!? No tenía sentido alguno de que Voldemort la quisiese tomar por esposa a ELLA, quien era una sangre sucia, la escoria del mundo mágico según sus dogmas y además la esposa de su mortal enemigo. *¿Por Harry?* , pensó, no sabía y no podía darse el lujo de perder tiempo pensando, se encontraba en un estado crítico.

-Entiendo tu dilema,- le dijo Malfoy suavemente, Hermione cerró sus párpados, todavía su mente adolorida por el giro de las cosas.-Ahora mismo debes estar volviéndote loca ante el problema planteado ante ti, no que no hayas sido algo esquizofrénica durante los años en el colegio. Por un lado tenías esta vida perfecta junto al cabeza de cicatriz, era el hombre de tus sueños, siempre lo fue desde la primera que lo viste cuando ingresaste en el Expreso de Hogwarts, ¿verdad "Granger"?- Hermione se sentía mareada, sentía que le faltaba el aire, la cabeza le ardía aún tratando de entender todo lo dicho, toda la espantosa situación en sí, veía todo alrededor tornarse negro lentamente y comenzó a sentir su lento descenso de espaldas hacia el frío piso de mármol como si cada microsegundo fuera eterno. -Tranquila,- Malfoy la asió firmemente por la parte superior de los brazos evitando lo que parecía una inevitable caída. -Y por el otro lado, no puedes resistir la idea de la bigamia, del adulterio, de ser tocada por el mago más poderoso de todos los tiempos, de sentirlo dentro tuyo, haciéndote daño dejando marcas con esas cuchillas a las que llama dientes...- Hermione pareció reaccionar ante el asco y se apartó impulsándose de una empujón dado al cruel chico, hacia la pared, junto al espejo, recostándose en ella. -¿Qué?- preguntó con fingida inocencia,- ¿No te agrada la idea?- Se rió con crueldad al ver el rostro de Hermione contorsionándose en repudio. -Es inevitable, lo sabes siempre fuiste muy lista.

-¿A qué haz venido? ¿A torturarme con tus mentiras?- La última pregunta sostenía un tono de esperanza. ¡Cuánto Hermione deseaba que Malfoy sólo estuviera tratando de jugar con su mente!

-No,- dijo impávidamente,- he venido a llevarte y por lo visto, - señaló la amarillenta tela del raído vestido adornando el piso, - no te has vestido aún para la ceremonia. ¡Qué falta de respeto hacia los invitados si vas como estás!- exclamó con sarcasmo, obviamente regocijándose en la situación.

-¡ESTÁS DEMENTE!- gritó Hermione, - ni creas que voy a vestirme y mucho menos casarme.

-Bueno,- continuó como si no hubiera escuchado ni una sola palabra,- ¿quieres que me retiré para que te cambies?

Hermione le lanzó una mirada que pudo haber fulminado hasta al mismo Salazar Slytherin, pero Malfoy parecía no ser afectado por ella.

-Preferiría que me mates,- dijo Hermione con decisión y convicción. - Prefiero morir antes que casarme con esa cosa. ¡Anda corre y dile eso a tu amo como el perro que eres!

-¿Perro?- parecía pensativo, - te refieres a ese animal muggle que es mascota, ¿verdad? Ves como si sé que es un perro, el tal Sirius Black se transformaba en uno. Los perros no son muy populares entre las familias honorables de magos.- Sonrió fríamente,- pues te digo una cosa Granger, YO NO SOY MASCOTA DE NADIE,- su voz más grave y peligrosa de lo que ella hubiese escuchado desde que lo conocía. Hermione temió que le infligiera algún golpe. -pero, preferiría ser un perro, como tan pintorescamente lo has expresado, ha tener que ser la desgraciada que va a tener que ser fornicada noche tras noche por "eso".

Hermione soltó un sollozo desesperado, quería que la mataran, la idea sola era más que suficiente para preferir la muerte.

-El suicidio es el arma de los débiles y temerosos,- le dijo, otra vez en un tono suave de voz, como si pudiera saber que pasaba por su cabeza. - aunque, si tengo que ser sincero, la idea de tu muerte suena tentadora. Bueno, iré a decirle que te he asesinado o que prefieres morir antes de ser su feliz mujer pero, - una sonrisa retorcidamente malvada volvió a sus rosados labios y llegó hasta sus grises ojos,- no esperes a que tenga piedad con tus amigos ya que quedará algo ofendido ante el rechazo.

Era como si un gatillo hubiese sido jalado en la mente de Hermione. La imagen de todos sus amigos que vivían en el refugio en la acogedora salita de estar, improvisada en el sótano, tomando cocoa. Abrió los ojos miró hacia el techo encantado, la noche seguía tan oscura como el velo de la muerte. Bajó la mirada y se separó de la pared, quedando de pie totalmente erguida. -¿Dónde están?

-¿Crees que te lo diría?- respondió Malfoy, pero para Hermione significaba una buena nueva. *Eso significa que están vivos,* pensó.

CLICK

Malfoy se dio media vuelta intempestivamente, y blasfemó con furia. Hermione lo observaba con algo de reparo, ahora sí estaba comprobando que estaba desquiciado.

-¿No te habías dado cuenta?- Ante la extrañeza en los ojos de Hermione, continuó, -Sangre sucia, estamos encerrados como miserables ratas... cuando tomaste conciencia ¿no te fijaste en el hecho de que no había puerta alguna?- Hermione movió la cabeza negativamente. La verdad es que ahora que se ponía a pensar en ello, cuando ella despertó NO había puerta, se había encontrada totalmente encerrada pero, después de alguna manera Colagusano le entregó el vestido por...¿una puerta?- pues no había, hay una del otro lado, pero de esté desaparece después de un tiempo de no ser tocada.

*¡Fabuloso!* pensó con ironía, ahora se encontraba encerrada con Malfoy... *Lo único que faltaba para que oficialmente este sea el "mejor" día de mi vida...*

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Tomó su bastón, a su parecer le brindaba elegancia. Elizabeth, su esposa, se cogió de su frío brazo cubierto con la manga del negro traje que llevaba él, mientras que su vestido era blanco y de mangas cortas y bastante anticuado e inapropiado para las inclemencias del clima.

-Está aquí, lo sé Vlad.- habló ella en una voz que se deslizaba como si hubiera sido cantada.

-Si los 'rrumorres' son 'cierrtos', entonces hoy mismo 'rrecibirremos' a 'nuestrra' niña en casa...

-Todo 'volverrá' a 'serr' como antes, serremos una familia,- su pálido rostro ocultado por su cabello negro. Junto las manos como planeando de antemano algo que haría. -¿'Querrá' 'regrresarr' con 'nosotrros'?- Añadió luego pensativa. -Después de todo no 'serría' la 'prrimerra' vez que intente 'huirr'.

-No seas tonta Elizabeth,- le respondió a su mujer. -Ella tiene que venir con 'nosotrros', la 'llevarremos' a su 'hogarr', además eso se dio cuando 'erra' muy pequeña aún sin entendimiento de las cosas. 'Trras' todo lo acontecido necesita la 'trranquilidad' y la familia que la hizo quien es.

Se encontraban de pie, uno junto al otro enfrente de la oscura puerta de madera tallada. Contrastaban tremendamente por su vestuario. Ella, con su vestido totalmente blanco y él totalmente vestido de negro, salvo el medallón que llevaba sobre el pecho, con la insignia de un dragón artísticamente creado por un maestro artesano. Elizabeth por primera vez pareció darse cuenta de la joya que llevaba su esposo sobre el pecho.

-¿'Porr' qué estás llevando eso?- le preguntó señalando con su larga y blanca uña.

-'Erra' de mi 'padrre', ya te he contado esto antes, ¡qué pésima 'memorria' tienes!- exclamó llevándose la mano a la medallón. -Le fue 'otorrgado' 'porr' la 'Orrden' del 'Drragón', y siendo ésta una ocasión especial pensé que lo ideal 'serría' 'usarrlo'. -Luego añadió sonriente,- Es símbolo de la 'victorria' de 'Crristo' 'sobrre' las 'fuerrzas' de la 'oscurridad'.

-¿Símbolo de la 'victorria' de 'Crristo' 'sobrre' las 'fuerrzas' de la 'oscurridad', Vlad?- Elizabeth soltó una carcajada chirriante y ajena al mundo, como si no estuviese acostumbrada a reír. Vlad rió con ella de manera burlona.

-Ya nos 'encontrramos' aquí, Elizabeth. Hay que 'hacerr'a lo que hemos venido,- le dijo, su esposa asintió distraídamente, en la finca había llamado su atención la humilde casita en la que alguna vez Frank Bryce había habitado durante tantos años...

Vlad tocó la puerta fuertemente con el puño cerrado. En pocos segundos un pequeño hombre regordete y feo les abrió. -¿Si?- preguntó Colagusano al ver que eran ellos los que habían tocado la puerta de la mansión de los Riddle.

-'Querremos' 'verr' a Tom.- dijo como si nada Vlad y no reparó ni siquiera en preguntarse a si mismo el por qué del hombrecillo tomó una bocanada de aire al dejar escapar un grito ahogado.

-¡CO... CO-COMO SE ATREVE!- explotó, manos en el aire mientras que exclamaba a todo pulmón. - Tener la osadía de venir hasta aquí y...¡llamar al Señor Tenebroso por ese SUCIO nombre!

-¿Acaso insignificante 'serr' no sabes quienes somos?- preguntó Vlad sus fríos ojos negros mirándolo con algo de diversión.

-Vlad,- interrumpió la esposa,- es que han pasado tantos años desde la última vez que vinimos...

-Somos los 'padrres' de la 'señorra',- respondió Vlad sonriendo, sus labios un delgada línea incolora con los extremos curvados hacia arriba.

-¿Los Granger?

-¿'Grrangerr'?- replicó Vlad arqueando las cejas.- Nooo...

Elizabeth interrumpió otra vez, ya aburrida de observar la pequeña casita de la finca,- dile que la Condesa de Bathory, junto con el Conde se 'encuentrran' aquí, muy deseosos de 'hablarr' 'sobrre' un asunto de suma 'imporrtancia'.

Al escuchar la palabras "Conde" y "Condesa", Colagusano, aunque con recelo, los invitó a entrar al vestíbulo de la vieja mansión de los Riddle. Debían de ser gente importante por los títulos ostentosos que llevaban a pesar del extraño y antiguo vestuario que, sobretodo, la mujer llevaba. Después de unos minutos Colagusano reapreció, miedo en sus ojos. Titubeando habló,-Co...Conde, Condesa, sírvanme en seguirme hacia el estudio privado del Señor Tenebroso.

-¿'Señorr' 'Tenebrroso'?- se preguntó Elizabeth con una risita a la que Colagusano no le puso buena cara.- ¡Qué liiindo que suena! ¿'verrdad' Vlad?

-'Porr' supuesto, 'querrida'. Le 'brrindarrá' a 'nuestrra' pequeña status.

Colagusano sólo continuó dirigiéndolos hacia el estudio. Tocó la puerta y cuando Voldemort lo autorizó a abrirla, los presentó.-El Conde y la Condesa de Bathory.

Al verlos, Voldemort se puso de pie abruptamente, lo más rápido que su viejo cuerpo de setenta-y-dos años de edad se lo permitiese. -Nunca pensé que volvería a verles los pálidos rostros.- Voldemort sonrió,- justo hoy, ¡qué coincidencia!

-Tom,- el rostro de Voldemort contorsionándose con asco ante su nombre muggle, -¡cómo haz envejecido!- exclamó Elizabeth.

-Elizabeth, 'perrmíteme' la 'palabrra' ¿'quierres'?- calló Vlad a su esposa quien ya comenzaba con sus divagaciones típicas, queriendo regresar a su hogar lo más pronto posible.- 'Señorr' 'Tenebrroso',- dijo disfrutando como sonaba aquel nombre,- hemos venido tan sólo por una 'rrazón': educación....Somos quien la hicimos y tenemos el 'derrecho' de 'educarrla' y 'disfrrutarr' esta 'oporrtunidad' 'brrindada', después de todo ella es 'nuestrra' antes que tuya.

-Colagusano,- Voldemort se dirigió a su sirviente quien aún se encontraba presente,- Anda fíjate que ha pasado con Malfoy el Mozo, e infórmale que dentro de cinco minutos se cumplirán las dos horas.- Volteó nuevamente a mirar al hombre de acento rumano,- otro asunto que tenía suelto. ¿A qué han venido? Sean directos que tengo una ceremonia que llevar a cabo...

-A 'llevarrla' a casa,- respondieron ambos, esposo y esposa al unísono.

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-Ya debe ser casi la hora,- anunció Malfoy, quién había permanecido todo el tiempo de pie en la diminuta habitación junto a una sentada Hermione quién abrazaba sus rodillas y tenía su propia cabeza hundida en sus brazos.- Vístete, pronto vamos a salir de aquí.

Hermione levantó la cabeza y lo miró con extrañeza. Su mirada parecía decir "estás loco".

-Dentro de unos minutos será tu boda, tienes que vestirte.

-Prefiero que me mates ya te lo dije.- Al terminar de hablar Hermione quiso retractarse, si ella moría los demás no tendría n ni la más mínima oportunidad de sobrevivir.

-¿Y tus amigos y esposo?- preguntó Malfoy arqueando las cejas. Se habían mantenido durante más de una hora en silencio, desde que la puerta se había desvanecido, reflexionando.

-Están vivos...- Hermione dijo para sí misma, tratando de consolarse con la idea.

-Sí lo están y depende de ti que lo están durante más tiempo,- soltó Malfoy,- ¿mejor? Ahora vístete.

-Por favor Malfoy dime como se encuentra Harry, te lo ruego,- ella nunca pensó en su vida que terminaría suplicándole al chico por nada, pero estaba dispuesta a más de eso por salvar a sus amigos...

-Te lo diré, sólo si te pones el vestido de novia. Tu túnica se encuentras rota, sucia y ensangrentada..

-De acuerdo,- respondió Hermione con su voz algo temblorosa, se encontraba marcando su propia sentencia. Una vez puesto el vestido estaría lista para la susodicha boda, no habría vuelta atrás ¿o sí? Se encontraba cediendo... si cedía en eso, estaba perdiendo terreno.- pero date la vuelta.- Malfoy se iba a voltear pero antes levantó su varita y recitó un encantamiento, el cual era desconocido para Hermione.- ¿Para qué fue eso?

-Para cerrar cualquier herida que puedas tener que haya sido la causa del sangrado,- explicó simplemente ya de espaldas, mirando en dirección hacia donde antes había habido una puerta. Hermione levantó el amarillento y sencillo vestido del piso. Tomó su destrozada túnica de los bordes y se la sacó rápidamente por encima del cuello, quedándose en las dos piezas de su ropa interior.- Gracias,- musitó.

-No tienes porque, suficiente con tener que lidiar con el conocimiento de que vayas a ser mi superiora como para tener que soportar tus agradecimientos sin sentido ya que no he hecho nada por ti, es más: soy quien te está conduciendo al terror,- sonrió volteando la cabeza y mirando de reojo de casualidad. Hermione no se había dado cuenta que la había visto en ropa interior ya que se encontraba metiendo las piernas en el vestido,- una idea bastante perturbadora...- finalizó sonrojándose imperceptiblemente.

-Listo,- dijo. Sus bucles marrones cayendo perfectamente sobre la amarillenta tela a pesar de que hasta hace poco su cabello se había encontrado pegado a su rostro por el sudor y sangre,- ahora cumple tu parte.

-Harry está vivo... está cautivo. No sé más.

-¿Vivo?- Preguntó dudosa, aunque ya se lo había imaginado necesitaba que se lo confirmara otra vez y acaba de hacerlo. Hermione exclamó,- ¡gracias al cielo! ¿no sabes en que estado se encuentra?

-Me imagino que no muy bien...después de todo con el cariño que tooodos le tenemos aquí...

-¿Y Ron? ¿los demás?- preguntó Hermione con la esperanza de recibir respuesta. Malfoy la observaba de pies a cabeza. -¿Qué pasa?

-Es que...- comenzó a divagar y antes de continuar, asió a Hermione por los hombros y le dio la vuelta, poniéndola de cara a su propio reflejo en el espejo, a la justas visible por la poca luz de la solitaria antorcha.- Te ves extraña con ese vestido. Sé que en algún lado he visto una imagen parecida. Hermione fruncía el entrecejo sin entender, limitándose a observar su reflejo vistiendo el sencillo vestido largo amarillento con mangas largas y con cuello redondo de corte bajo. Era un vestido muy amplio, parecía más una bata de dormir que un vestido ya que sólo se ceñía un poco en el busto y lo demás caía libremente debido a su amplitud. Su cabello cayéndole hasta más abajo de los hombros terminando en bucles color castaño, sus ojos miel ambarinos escrutiñadores. -¡Ah! - soltó Malfoy obviamente impaciente y fastidiado de no poder recordar. -En alguna fotografía, cuadro o boda he visto a una verdadera dama con un vestido igual.

-Sinceramente, tus recuerdos no me interesan.- Hermione dijo agriamente comenzando a exasperarse con toda la caótica situación en la que se estaba transformando su vida. No era que su vida pasase por una fase caótica, era que toda su vida se había vuelta la sola situación.

Malfoy frunció el entrecejo, obviamente como un signo de disgusto ante su desinterés. Definitivamente ser hijo único de magos de gran abolengo había tomado su efecto en él desde ya mucho antes, es más, durante todo su desarrollo desde que nació.-Nervios de novia, entendible,- dijo. -La suerte del pordiosero de Weasley y la de los demás seguidores del Chico-que-vivió-para-llamar-la-atención-con-su-asquerosa-cicatriz-en-forma-de-rayo me es desconocida y no me es de mi cuidado.

Hermione soltó un bufido pensando, *novedad: a Malfoy no le importa si seres humanos como él, sí es que lo es, están vivos o ...*

-No te enojes conmigo sangre sucia que no tengo porque soportar tus idioteces, para eso va estar tu marido,- añadió con malicia, - tus intempestivos cambios de humor de bruja menopáusica déjalos para después de hoy cuando ya estés desposada.

Hermione se quedó callada, la idea de escapar aún zumbando en su cabeza como una fastidiosa y ruidosa abeja, picando allí y allá. Ella sabía bien que debía sacrificarse no sólo por el cariño que sentía por sus amigos, sino que si uno se ponía a pensar con la cabeza fría, en las guerras siempre se buscaba la superioridad numérica, era más noble sacrificar a un combatiente para salvar a un número mayor de ellos.

-Silencio, ahhh, ¡cómo lo apreció!- Malfoy sonrió, -talvez deberías aprender a cerrar tu impertinente boca de sangre sucia de vez en cuando...

De improvisto, apareció la puerta, abriéndose y silenciando a Malfoy al mismo tiempo.

-Malfoy Hijo,- Colagusano dejó entrever su cabeza en la ranura. Malfoy se tuvo que pegar hacia el lado en donde se encontraba Hermione para que por la entreabierta puerta pudiese caber la calva cabeza del ensanchado hombrecillo.

-Para ti soy el Señor Malfoy,- lo interrumpió, desdén y desprecio salpicando como veneno en cada palabra pronunciada.

Colagusano tragó saliva al ver la peligrosa expresión que presentaba el joven en su rostro, pero -yo sólo tengo UN amo y Señor, y ése es Lord Voldemort, el Señor Tenebroso.- Malfoy soltó una risita ahogada ante la enorme devoción del hombre. -Únicamente vine a decirte que ya es hora de que la Señora sea entregada a nuestro Señor.

-En un momento llevo su encargo,- se aclaró la garganta, -es decir a la Señora .- La palabra "Señora" se deslizo de su lengua y boca con saña hacia Hermione y asco por que la palabra era una de pleitesía, de sumisión poniéndolo en la jerarquía por debajo de una asquerosa sangre sangre sucia.

Colagusano cerró la puerta y Hermione volvió a sollozar. -¡Caray ya para de llorar! ¡Me estás hartando!

Pero ella no podía. ¿Quién podría?

-Ya es hora,- le informó Malfoy cual verdugo, abriendo la puerta ligeramente. Alzó su varita, -Accio Locomotora.

Dos capas, tan o más largas que ellos mismos, vinieron volando hasta sus manos.- Ahh, el viejo "Voldie" siempre teniendo una túnica de sobra por allí, la mía se encontraba en un perchero cercano, para "casos de emergencia" y ciertamente,- se colocó una encima de la ropa, ambas prendas negras contrastando y resaltando a la vez maravillosamente con su pálida piel, - este es uno.

Le entregó la otra capa negra a Hermione e indudablemente ella no entendía el porqué de ponerla encima del vestido.

-¿Podrías hacerme caso por única vez en tu vida?- le preguntó Mafoy exasperándose nuevamente. Cualquiera que lo viera así pensaría que aquel aparentemente saludable joven iba a morir tal y como estaba: joven, de un infarto causado por algún ataque de cólera.

-¿Podrías tú al menos tener la sutileza de brindarme una razón coherente del por qué debo usar esto? Es la de los mortífagos, ¿no es cierto?- Señaló con languidez la capucha, que una vez colocada sobre los mechones rubios de Malfoy, le cubría enteramente toda la cabeza y ocultaba en su sombra su rostro, sólo se veía el resplandor de sus ojos grises azulados brillando a pesar y entre toda la oscuridad que lo rodeaba, envolviéndolo.

-Sí, es cierto y, si quieres saber de razones, es por tu propia seguridad,- Hermione alzó las cejas, sus ojos castaños aún llorosos, -y, sobre todas las cosas, por la mía ya que si no llegas en perfecto estado a manos de Voldemort, soy mago maldecido imperdonablemente.

Ambos jóvenes salieron de la habitación. Una idea, talvez algo loca, cruzó cual trueno por la incansable mentecilla de Hermione, y permaneció todo un laberinto de acciones sin sentido plasmada en una sola y simple idea: escapar.

*Ésta puede ser tu única oportunidad,* le gritaba su conciencia frenéticamente. *Si no es ahora no será nunca.* se dijo a sí misma cuando escuchó a Malfoy cerrar la pequeña habitación de dos metros cuadrados con piso de mármol la cual había sido su cárcel por las incontables horas en las que había estado inconsciente. *Es mi única oportunidad...mi única oportunidad.* Se dirigió a sí misma, *es ¡ahora!*

Empujó a Malfoy con toda la fuerza que le restaba en los brazos, yéndosele la energía que le quedaba sólo ahorrando un poco en las piernas para la huída. Corrió, corrió y corrió a ciegas por oscuros pasillos totalmente desconocidos para ella. Las costillas y un lado de la barriga le comenzaron a punzar, el súbito ejercicio, la falta de energía y los moretones sufridos cuando fueron atacados en su hogar en Hogsmead, siendo todos culpables.

Al final de uno de los tantos pasillos le pareció ver luz, sí había luz- Corrió y vio lo que parecían ser unas escaleras, se encontraba a punto de llegar a ellas sólo tendría que bajar y...*¡NO!*

Malfoy la detuvo atándola a su propio cuerpo con un sólo brazo alrededor de ella, mientras que el otro se elevaba para cubrir su boca con su mano. -¡SHH!,- susurró fuertemente. -Te voy a destapar la boca pero no grites,- le dijo ante los intentos de Hermione por morderlo, -los mortífagos se encuentran bajando las escaleras.- Malfoy dejó ir el brazo que cubría la boca de Hermione y rápidamente los reacomodo para no dejarla escapar. Hermione comenzó a retorcerse buscando su libertad. -¡Estate quieta Granger!- le dijo Malfoy sujetándole los brazos desde atrás adelante de ella, dejándolos en un extraño abrazo... Hermione le estaba dando la espalda al rubio chico. Su tibio aliento poniéndole los pelos de punta al hacer contacto con su nuca en la fría noche. -Si sigues retorciéndote así, sólo vas a llamar la atención de los mortífagos allá abajo. Con esos movimientos ondulantes de tu cuerpo lo más probable es que les recuerdes de sus propias presas y que intenten hacerte algo, y, si debo decirlo, lo que más les fascina a los más viejos es una chica joven retorciéndose debajo de su cuerpos.

-¿Acaso ellos podrían hacerme más daño del que tú me vas a hacer?- le preguntó desafiante y no esperaba respuesta alguna del joven mortífago. Obviamente Hermione no recordaba el hecho de que él nunca se quedaba callado.

-Pues si te gusta tener sexo con varios viejos...- los ojos de Hermione se abrieron hasta alcanzar un gran tamaño causado por la sorpresa. -...al mismo tiempo, no te puedo detener ¿verdad?

-Te odio.- musitó Hermione, sin embargo se mantuvo totalmente inerte mientras que Malfoy le cubría enteramente el rostro con lo que parecía ser la misma capucha de esas capas que les cubrían enteramente las caras a los mortífagos.

-No más que yo a ti, pero Voldemort me lanzaría el Avada Kedavra si es que algo le pasase a quien va a dar a luz a su heredero.- ante la sola idea Hermione comenzó a sentir retorcijones en la boca del estómago causados por el asco.

Caminaron, Hermione se dejó dirigir mansamente por primera vez por algún otro ser humano.¿Qué le quedaba? Ambos destinos presentados en el camino de su vida eran igual de fatales sólo que por el cual la estaban dirigiendo terminaba alargando la cantidad de días de vida de su esposo y amigos.

Caminaron, dieron vueltas aquí y allá. Ascendieron escaleras y volvieron a voltear, esta vez parando en seco delante de un puerta en la cual por las pequeñas líneas enmarcando el marco podía ser visible la luz de lo que Hermione pensaba, debían de tratarse de antorchas, no siendo más que cirios negros.

Malfoy metió la mano dentro de su túnica y saco una máscara luego colocándosela en el rostro. Malfoy tocó la puerta antes de que Hermione pudiera hacer un comentario sobre la máscara, por su mente pasaba "la usan por la vergüenza que sienten los mortífagos al ser unos malditos bastardos...". Y abrió sin esperar más cuando Voldemort le estaba dando permiso de pasar.

-Heme aquí,- dijo tras hacer una pequeña reverencia forzada. -Con ella,- añadió bajando la capucha de la túnica puesta en Hermione, descubriéndole el bonito semblante ante los rojos ojos de Voldemort y la enmaravillada mirada de un par de extravagantes extraños.

Hermione no se preguntaba quienes eran ése par de seres blanquecinos observándola, no le importaba... ya tenía suficiente de que asustarse por un día. Lo que ella no sabía es que aquella pareja iba a cambiar el curso de su vida. Iba a cambiar lo que ella pensaba y temía que viniera a continuación. Iba a cambiar la secuencia y orden natural de las cosas.

-Niña 'nuestrra'- exclamó la mujer aún desconocida para Hermione precipitándose sobre ella en un abrazo frío y sin amor.

Malfoy se hizo a un lado, ojos abiertos de par en par durante un segundo, luego tornando a mirar a Voldemort inquisitoriamente, Voledemort tan sólo le sonrió. El hombre había ido hasta Hermione y comenzó a acariciar y a oler su cabello marrón castaño. -'Ahorra' 'irremos' a casa...

La pareja hizo un gesto de retirarse y Malfoy se interpuso en la puerta, sin saber si debía o no dejarlos ir, esperando una respuesta de Voldemort. -Déjalos Draco,- Voldemort se pronunció ante la situación, - he tenido una extensa plática con el Conde y Condesa de Bathory y hemos llegado a un fructuoso acuerdo el cual beneficia a ambas partes.

Malfoy asintió con la cabeza y se deslizó hacia un lado, dejando el camino libre. El Conde se disponía a salir, jalando a Hermione a quien ahora tenía asida por la mano fuertemente. Hermione miró a Malfoy como pidiéndole ayuda, aún sin comprender nada de lo que pasaba. Él observó su silenciosa plegaria como si nada, sin realmente importarle. ¿A dónde miércoles iría a parar ahora?

Sólo Dios y Voldemort, gracias a Merlina, sabían...

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Abrió los ojos dolorosamente. Cada miembro de sí mismo gritaba de dolor... ¿cuánto tiempo había estado inconsciente? No lo sabía...Un pútrido olor entraba por las fosas nasales de su nariz. Esforzando de sobremanera sus ojos logró por fin ver qué nublaba tanto su vista: las lunas de sus lentes se encontraban totalmente quebradas y llenas de vapor.

Un agudo dolor originado en su muñecas le recorrió ambos brazos hasta llegar a los hombros y espaldas, era insoportable. Se encontraba encadenado, manos arriba sobre su cabeza en grilletes. Volvió la vista enfrente suyo y lo que vio realmente lo dejó perplejo...

***

1/12/03

N/A: X si acaso capa y túnica vendrían a ser lo mismo. Revisando el 4to libro hacen mención de cualkiera d las 2 palabras para el mismo tipo d prenda. Bueno que les puedo decir...¿Review xfavor? (estoy de rodillas) Ya sé q no es muy bueno el capítulo pero x favor kiero su opinión. El 5to capítulo tiene hasta ahora un largo de 18 KB en FrontPage, y bueno la gente que lee "A Veces la Vida Nos Sorprende" perdóoon!!! Yo voy a terminar la historia de eso q no les quepa la menor duda pero el capítulo q estoy escribiendo a las justas llega a 22KB y tiene q llegar hasta 50 para no hacer la historia taan larga. En estos momentos estoy con otro proyecto (otra historia!!), la escribo en un cuaderno cada vez q tengo tiempo y no he tipiado nada de esa historia pero ya tengo el título..

PROX. CAP: "Auguradora de Infortunios"