LA RENCARNACIÓN DE ARTEMISA
Capítulo 3: Secuestro.
Había pasado tres semanas y al poco tiempo en que Diana estaba en el orfanato se hizo gran amiga de los niños y de Miho y Eli (además, seguía teniendo sueños raros, y cada vez era más notable la persona de cabellos morados, y la persona de flechas sagradas, quien ahora tenía el cabello largo y celeste/plateado). Se había ofrecido para preparar la comida siempre y también jugaba muy seguido con los niños. Les enseñó a escribir las vocales y a reconocerlas en los periódicos y libros viejos. Los caballeros de vez en cuando ayudaban en los quehaceres de la casa y siempre hacían guardia en la noche por turnos para 'protección' de Diana y los demás. Últimamente ella no había podido dormir bien, siempre tenía el mismo sueño de siempre: esa estatua, la otra mujer de cabellos lisos largos y morados, y las constelaciones en el sueño habían estado más presentes de lo normal. Ahora ya ha pasado una semana y Seiya aún no tenía informes sobre Saori. ¿En donde estará o más bien, qué estará haciendo? Era una mañana de un fresco Martes y Diana fue la primera en levantarse. Cuando despertó sintió su frente de un sudor frío y traía el cabello húmedo, la extraña sensación de que ya había pasado antes y de intriga no la dejaba en paz. Se levantó con pesadez y dio un gran bostezo y abrió la ventana haciendo que luciera el pequeño cuarto que tenía. Se colocó ropa que Miho le había puesto en la silla la noche anterior. Diana sonrió, Miho había sido una excelente y buena amiga, siempre ayudándole en lo que sea. Y viceversa, bueno, al menos eso creía ella. Se puso un vestido algo pobre, pero bonito, era de minifalda y de mangas cortas color rojo y tenis blancos, y se colocó el mandil en su cuerpo que era blanco, se hizo una coleta alta y salió de la habitación. Bajó las escaleras y fue a lo que le llamaban: 'sala o living' Y se encontró con los chicos dormidos. Seiya estaba en el sofá y volteado boca abajo. Hyoga, Shiryu, Ikki y Shun estaban desparramados en su pedazo en el suelo, donde habían puesto de todo: colchas, sábanas, etc. Diana sonrió al ver a Shun y le dio un vuelco en el estómago cuando lo veía así de lindo. Diana salió de sus pensamientos y fue a tomar un vaso de leche y un par de galletas, hay que recordar que no hay mucha comida en el orfanato y ella siempre comía poco para que los niños llenaran más que ella, aunque eso se le empezaba a notar en su cuerpo: estaba más delgada. Después de que los demás se levantaban, Miho, Eli y Diana fueron a caminar por las calles, y los muchachos se ofrecieron para cuidar a los niños del orfanato...Fue entonces que llegó una limosina negra y de ella salió una mujer muy delgada de cabellos lisos y morados, largos y sujetados por una liga en una coleta alta, tenía ojeras y traía un vestido blanco de tirantes gruesos y un pañuelo en su mano izquierda con el que se cubría la boca......Jabu bajó también y enseguida y la acompañó a la puerta. Saori estaba un tanto emocionada por ver a sus caballeros, o ¿talvez lo estaba por querer ver el rostro de Diana? Timbraron y el que abrió fue Shun, quien sorprendidamente quedó en shock al ver a la diosa frente a él.
- Saori.- dijo Shun murmurando.
- Hola Shun...(cof cof)- tosió la chica.
- Pasen por favor, esperen, creo que mejor haré un espacio...- dijo Shun sonriendo a la muchacha y volvió a cerrar la puerta, entonces se escuchó el ruido de cosas pesadas moviéndose de lugar y se escuchaban la voz de los otros chicos.
- Saori está aquí.- dijo Shun del otro lado de la habitación, Seiya pegó un brinco de alegría y sorpresivo.
- ¿Sa-Sao-ri?- preguntó nervioso
Shun asintió.
- Limpiemos este desorden.- dijo Hyoga y empezaron a limpiar la sala, para ellos estaba bien así, aunque tal vez para ella y Jabu no sea lo adecuado para una diosa.
Pasaron 2 minutos y se volvió a abrir la puerta, e Ikki fue el que la abrió ahora, e invitó a pasar a la diosa quien seguía tosiendo como nunca. Llegó a la sala, donde los chicos estaban agotados, pero sólo un poco y aparentaron hacerlo por que cuando Saori llegó, los chicos estaban sentados y sin hablar como si nada nuevo hubiera pasado. Seiya quedó perplejo al verla, desde que la conoció había sentido algo muy especial por ella, pero una punzada de tristeza le pegó al pensar:
- 'Es una diosa, dudo que se fije en mi'.- pensó Seiya
La invitaron a tomar asiento y ella aceptó gustosa. Todo el mundo traía la atención fija en la diosa. La verdad es que era un tanto sorpresiva por que, ella sólo se presentaba cuando algo malo sucedería, además, no tomaba 'vacaciones' por así decirlo. ¡De verdad que era una diosa! Estaba al pendiente de todo lo que ocurría, pero aún así, el estrés, el sueño, la delgadez y la tos era lo que estaba más presente en ella. Seiya observaba cómo se tapaba la boca para aspirar fuerte y toser, era realmente preocupante.
- ¿Cómo están caballeros?- preguntó una Saori: afónica.
- Nosotros estamos bien, pero por lo visto tú no.- dijo Seiya
- Es verdad ¿cómo es que enfermó de esa manera?- preguntó Ikki
- Bueno......¿me creerán si les digo que no sé?- dijo Saori mirándolos directamente a los ojos.
- ¿Qué sucede?- preguntó Shiryu
- Bien, qué bueno que preguntas...¿han notado algo extraño últimamente?- preguntó Saori
- No.- respondieron al unísono.
- ¿Algo nuevo?-
- No.- volvieron a decir los chicos.
- ¿Qué es lo que pasa, Saori?- preguntó Hyoga.
- COF COF...bueno, he tenido predicciones, pero....cof...no son acertadas que digamos.........- dijo Saori tratando de calmar la tos.
- ¿Predicciones?- preguntó Jabú algo desconcertado.
- Lamento no habértelo dicho antes, pero tengo el presentimiento de que alguien nuevo ha llegado por estos rumbos.- dijo Saori mirando a la nada
- ¿A qué se refiere?- preguntó Ikki
Mientras tanto, en otro lugar... Lucifer estaba que ardía en el infierno mirando desde su silla a los 5 cabellos negros...... los miraba uno por uno, hasta que llegó con el pegaso negro, de su mano derecha, hizo aparecer una bola pequeña en su dedo índice y apuntó contra éste y el pegaso negro cayó al suelo con dolor...
- Quiero que la encuentren. Ahora mismo.- dijo Lucifer
- Señor, ya le dijimos, no sabemos en donde está......- dijo el dragón negro con mirada al suelo
Entonces, un caballero de bronce (negro para variar) hizo su aparición... - Hiena negra aquí.- dijo el chico, que era de ojos morados y cabellera corta y lisa de color marrón. Su piel era pálida. En eso, Lucifer deja de torturar a pegaso...
- Excelente, noticias de verdad...¿qué ocurre?- preguntó con frialdad
- Atena ha hecho su aparición.- dijo el chico.
Lucifer se levantó de su asiento mirándolo con sorpresa, y quedó impresionado con la noticia, llevaba meses queriendo saber de ésa, diosa, quien lo había mandado al infierno nuevamente, pero ahora, está renovado para tomar venganza contra ella y sus caballeros de bronce.
- Bien...ustedes, más les vale encontrarla esta vez, sino la encuentran, perderán la vida y traigan a Atena también, y no le hagan daño, las quiero: con vida.- dijo Lucifer y los caballeros negros desaparecieron y Lucifer prolongaba una risa burlona.
Después de varias horas platicando, Saori y los demás pasaban un buen rato hasta que Eli, Miho y Diana llegaron y entre risas llegaron a la sala, cada una traía un cesto de comida, frutas, verduras, etc. Diana fue la última en pasar, pero no notó la presencia de la chica de cabellos morados, quien de repente se había levantado sorprendida, los caballeros la miraron boquiabiertos y sin entender, daba la impresión de que ya se habían conocido antes, pero......Diana dejó el cesto en el comedor y miró a los chicos......
Pensamiento de Diana: Sintió un escalofrío en su cuerpo, y miraba con miedo a la chica de cabellos morados que estaba frente a ella, Saori había dejado de toser y e llevó una mano al pecho que empezó a darle punzadas de dolor...a Diana le empezó a doler la cabeza y estaba sorprendida ante su reacción. Ahora ambas se encontraban en un campo......un santuario atrás de ella y la chica estaba con caballeros de bronce (atrás de cada uno, la constelación correspondiente de cada cual) Detrás de la chica una estatua grande sujetando un ángel en una mano y la otra mostraba un escudo.
Pensamiento de Saori: Le dolía el pecho y se lo presionaba con fuerza, dejó de toser y mostró una cara asombrada y con palidez, ahora se encontraba frente a un santuario y delante de ella estaban sus caballeros de bronce con las constelaciones. Detrás de Diana se encontraba una mujer de cabellos largos como los de ella, de color celeste y plateado y los ojos habían comenzado a tornarse de un intenso azul profundo y traía en una mano un arco y un carcaj en la espalda donde guardaba flechas sagradas, una estaba preparada para disparar, y una estatua salió de la nada......Una mujer, apuntando al cielo, desnuda y con animales alrededor adorándole.
Ambas comenzaron a sentirse mareadas......una voz terrible penetró en el cerebro de cada una y sin notarlo, se sujetaban la cabeza y comenzaban a gritar, nadie las ayudaba, el bastón que traía Atena se caía al césped, y el arco y flecha de la otra mujer lo hacía también. Diana miró a Saori, y ésta le daba la mano, por que del piso había aparecido un gran hoyo y la atraía abajo por la gravedad. Ella abría su mano y Diana la quería tomar pero demasiado tarde, la chica caía......Saori comenzó a gritar su nombre......mas no lo escuchó......
Las dos despertaron y se prolongó un silencio, despertaron con un gran suspiro...Saori se sentó nuevamente y Diana miró a Shun asustada, él se levantó y la miró.
- ¿Qué?- preguntó
No obtuvo respuesta por que Diana quiso salir corriendo, Saori se levantó y gritó:
- ¡¡¡DIANA!!!- dijo Saori aunque afónica y los demás se quedaron totalmente anonadados ¿cómo sabe su nombre? No las han presentado como se debe ¿cómo es que lo sabe?
Diana escuchó su nombre pero no quiso voltear ni quedarse, ahora millones de preguntas se le venían en la cabeza ¿quién soy? ¿por qué tengo estas visiones? ¿por qué cada vez sale esa estatua, por qué, POR QUÉ? Se preguntaba mientras corría, y Shun la siguió hasta llegar al muelle, pero se contuvo al ver que aparecieron alrededor de ella 4 caballeros negros. Shun quedó en shock al ver quiénes eran.
- Son los caballeros negros.- dijo Shun.
- Atrapémosla.- dijo el dragón negro y trataron de hacerlo.
El cisne negro iba a darle una llave, pero Diana sorpresivamente esquivó los golpes y las patadas de los caballeros. Entonces Shun sin pensarlo llamó a su armadura, y como no es tan lejos, ésta obedeció y llamó la atención de los otros y salieron a ver lo que pasaba y se colocaron la armadura, Seiya se quedó con Saori y la tomó en brazos.
- Vamos.- dijo éste y la llevó también en donde estaban.
Llegaron y Shun les dio la señal de que no se acercaran, mas bien, dio con la mano para que observaran la lucha de Diana, ésta peleaba como profesional, tomó las cadenas de Andrómeda negro y la tomó el contra suya moviéndolo como un listón y como si fuera parte de su propio cuerpo. Pero cuando una patada iba hacia la espalda de la chica, fue detenida por otra cadena. Diana miró y observó a Shun, Seiya, la chica (otro mareo le dio), Ikki, Hyoga, Jabú e Hyoga quienes portaban sus armaduras y esta abrió sus ojos de par en par.
Cada uno mostró sus constelaciones y Diana mostró su rostro de preocupación......'igual que en mis sueños'
Y cada uno fue venciendo a los caballeros negros, pero después sin que nadie lo notara, Hiena Negra llegó por atrás de Saori y le formó una llave y con un cuchillo le apuntaba al cuello. Saori gritó.
- Saori.- gritó Seiya pero Hyoga lo detuvo.
- Si quieren que esté a salvo, manténganse lejos...-
Y eso hicieron...
- Bien, ahora.........quiero que te acerques: Artemisa.- dijo el caballero y los chicos.
- No vengas.- dijo Saori mirando a Diana
Diana estaba en un césped con el mismo santuario que había estado soñando en las últimas semanas, ahora estaba más claro que nunca, un santuario hermoso con escultura griega antigua, y con animales en las piedras, como si estuvieran bordados, las enredaderas estaban pegadas en la pared del santuario y Diana estaba ahora dentro de él...miró a un petirrojo que volaba hacia la derecha y le dio a entender que quería que lo siguiera y ella lo siguió tratando de seguirle el paso...llegó a una silla y detrás una pintura de un cielo resplandeciente con un sol, un arco iris, y lluvia mezclados. Una mujer estaba en la silla, traía el cabello largo y lisos, de color celeste y plateado y ojos azules cristalinos. Con un vestido como los de aquella chica de cabellos morados. La mujer acariciaba a unos conejos blancos que se habían posado en sus piernas...
- Es difícil entenderlos, pero te acostumbrarás.- dijo la mujer
- ¿Eh?- preguntó Diana
- Ah, ya veo...aún no has despertado...- dijo la mujer y se levantó haciendo a un lado los conejos...
- ¿Quién eres tú?- preguntó Diana
- ¿Cómo? ¿Aún no sabes quién soy?- preguntó la mujer acercándose a Diana
- No, no sé quien eres.- dijo Diana retrocediendo
- No temas......por que yo, soy tú...- dijo la mujer quien ahora estaba frente a frente con Diana
- No sé de qué me hablas.-
- Has estado dormida todo este tiempo Diana, temerosa, sin saber de donde vienes, sin saber a dónde vas ni a donde perteneces......pero......es tiempo de reflexionar, te necesitan allá.- dijo la mujer señalando el marco en donde mostraba lo que estaba pasando con la pelea de los caballeros negros y de bronce de la mujer de cabellos morados.
- ¿Qué...?- fue interrumpida.
- Sí...ella es Atena, la diosa de la sabiduría y asociada con la guerra, ahora necesita de tu ayuda diosa.- dijo
- ¿De mi ayuda?- preguntó Diana señalándose.
- ES tiempo de que despiertes. Es hora de despertar.- dijo la mujer y tocó la frente de Diana con su dedo índice del brazo derecho y salió una luz en medio de ambas cosas.
Entonces Diana se elevó un poco del suelo, y comenzó a sentir que la cabeza le reventaba que aseguró que lo haría y pronto, pero entonces de unos segundos cayó ligeramente al piso acostada boca arriba.
- Ahora nos uniremos en dos: Artemisa.- dijo Artemisa y le dio un beso en la frente en donde volvió a la normalidad.
Diana, no, Artemisa ahora caminaba hacia donde tenían a Atena......los chicos estaban sorprendidos con lo que pasaba, no podían creerlo: era la segunda vez en la cual otra diosa estaba frente sus narices y no lo habían notado. Artemisa se acercó a Hiena.
- Déjala.- dijo Artemisa con voz diferente
- Lo siento, es imposible, mi señor las quiere a las dos, debemos partir.- dijo Hiena y cuando iba a tornar su cuerpo, Artemisa tocó su hombro
Este volteó y surgió algo inesperado por parte de todos, el cabello corto de Diana comenzó a alargarse a la misma altura que el de Atena y comenzó a verse de tono celestes y plateados, y sus ojos tornaron al color de un azul profundo, su vestimenta pobre había cambiado como uno de los de Saori y su tez ahora era muy blanca. Como estaba tomando a Hiena por el hombro, comenzó a notarse la presencia del cosmos, de color azul/plateado/celeste. Y el hombro de Hiena se empezó a desintegrar......Pero no soltó a la otra diosa. Formó un agujero en la nada, y se lanzó sobre ella con Saori entre brazos, ésta alzaba su brazo derecho hacia Diana...la traía abierta y Diana intentó sujetarla....
- ¡¡¡ARTEMISA!!!¡¡¡ÉFESO!!! ¡¡¡ARTEMISA!!!.- cada vez la voz iba haciendo como especie de eco hasta perderse de vista en el agujero negro...
- Vamos.- ordenó Artemisa pero cuando iba a entrar el portal se cerró.
Hubo un silencio y se acercaron los caballeros. Shun fue el primero...
- Diana.- dijo y ésta volteó
- Tranquilo, sigo siendo la misa de siempre, es gracioso, ¿acaso puede alguien como yo convertirse en diosa?- preguntó Artemisa
Y entonces.........Jabú, Ikki y los demás poco a poco se arrodillaron ante ella. Se quitaron el casco y la miraban...
- Levántense por favor, debemos salvar a mi hermana.- dijo Artemisa.
- ¿Y por donde iremos?- preguntó Jabú y Seiya al mismo tiempo.
- Iremos por el portal dimensional.- dijo y tomó tierra del piso (quien sabe de donde) y la tierra normal
Se transformó en tierra blanca, ordenó a los demás que formaran un círculo alrededor de ella y eso hicieron sujetándose de las manos fuertemente para no cometer errores.
- Telus Kopus, tempus temporalin, teletransportatus.- dijo la diosa y desaparecieron.
Fin del 3er capítulo Notas: dejen comentarios.
Capítulo 3: Secuestro.
Había pasado tres semanas y al poco tiempo en que Diana estaba en el orfanato se hizo gran amiga de los niños y de Miho y Eli (además, seguía teniendo sueños raros, y cada vez era más notable la persona de cabellos morados, y la persona de flechas sagradas, quien ahora tenía el cabello largo y celeste/plateado). Se había ofrecido para preparar la comida siempre y también jugaba muy seguido con los niños. Les enseñó a escribir las vocales y a reconocerlas en los periódicos y libros viejos. Los caballeros de vez en cuando ayudaban en los quehaceres de la casa y siempre hacían guardia en la noche por turnos para 'protección' de Diana y los demás. Últimamente ella no había podido dormir bien, siempre tenía el mismo sueño de siempre: esa estatua, la otra mujer de cabellos lisos largos y morados, y las constelaciones en el sueño habían estado más presentes de lo normal. Ahora ya ha pasado una semana y Seiya aún no tenía informes sobre Saori. ¿En donde estará o más bien, qué estará haciendo? Era una mañana de un fresco Martes y Diana fue la primera en levantarse. Cuando despertó sintió su frente de un sudor frío y traía el cabello húmedo, la extraña sensación de que ya había pasado antes y de intriga no la dejaba en paz. Se levantó con pesadez y dio un gran bostezo y abrió la ventana haciendo que luciera el pequeño cuarto que tenía. Se colocó ropa que Miho le había puesto en la silla la noche anterior. Diana sonrió, Miho había sido una excelente y buena amiga, siempre ayudándole en lo que sea. Y viceversa, bueno, al menos eso creía ella. Se puso un vestido algo pobre, pero bonito, era de minifalda y de mangas cortas color rojo y tenis blancos, y se colocó el mandil en su cuerpo que era blanco, se hizo una coleta alta y salió de la habitación. Bajó las escaleras y fue a lo que le llamaban: 'sala o living' Y se encontró con los chicos dormidos. Seiya estaba en el sofá y volteado boca abajo. Hyoga, Shiryu, Ikki y Shun estaban desparramados en su pedazo en el suelo, donde habían puesto de todo: colchas, sábanas, etc. Diana sonrió al ver a Shun y le dio un vuelco en el estómago cuando lo veía así de lindo. Diana salió de sus pensamientos y fue a tomar un vaso de leche y un par de galletas, hay que recordar que no hay mucha comida en el orfanato y ella siempre comía poco para que los niños llenaran más que ella, aunque eso se le empezaba a notar en su cuerpo: estaba más delgada. Después de que los demás se levantaban, Miho, Eli y Diana fueron a caminar por las calles, y los muchachos se ofrecieron para cuidar a los niños del orfanato...Fue entonces que llegó una limosina negra y de ella salió una mujer muy delgada de cabellos lisos y morados, largos y sujetados por una liga en una coleta alta, tenía ojeras y traía un vestido blanco de tirantes gruesos y un pañuelo en su mano izquierda con el que se cubría la boca......Jabu bajó también y enseguida y la acompañó a la puerta. Saori estaba un tanto emocionada por ver a sus caballeros, o ¿talvez lo estaba por querer ver el rostro de Diana? Timbraron y el que abrió fue Shun, quien sorprendidamente quedó en shock al ver a la diosa frente a él.
- Saori.- dijo Shun murmurando.
- Hola Shun...(cof cof)- tosió la chica.
- Pasen por favor, esperen, creo que mejor haré un espacio...- dijo Shun sonriendo a la muchacha y volvió a cerrar la puerta, entonces se escuchó el ruido de cosas pesadas moviéndose de lugar y se escuchaban la voz de los otros chicos.
- Saori está aquí.- dijo Shun del otro lado de la habitación, Seiya pegó un brinco de alegría y sorpresivo.
- ¿Sa-Sao-ri?- preguntó nervioso
Shun asintió.
- Limpiemos este desorden.- dijo Hyoga y empezaron a limpiar la sala, para ellos estaba bien así, aunque tal vez para ella y Jabu no sea lo adecuado para una diosa.
Pasaron 2 minutos y se volvió a abrir la puerta, e Ikki fue el que la abrió ahora, e invitó a pasar a la diosa quien seguía tosiendo como nunca. Llegó a la sala, donde los chicos estaban agotados, pero sólo un poco y aparentaron hacerlo por que cuando Saori llegó, los chicos estaban sentados y sin hablar como si nada nuevo hubiera pasado. Seiya quedó perplejo al verla, desde que la conoció había sentido algo muy especial por ella, pero una punzada de tristeza le pegó al pensar:
- 'Es una diosa, dudo que se fije en mi'.- pensó Seiya
La invitaron a tomar asiento y ella aceptó gustosa. Todo el mundo traía la atención fija en la diosa. La verdad es que era un tanto sorpresiva por que, ella sólo se presentaba cuando algo malo sucedería, además, no tomaba 'vacaciones' por así decirlo. ¡De verdad que era una diosa! Estaba al pendiente de todo lo que ocurría, pero aún así, el estrés, el sueño, la delgadez y la tos era lo que estaba más presente en ella. Seiya observaba cómo se tapaba la boca para aspirar fuerte y toser, era realmente preocupante.
- ¿Cómo están caballeros?- preguntó una Saori: afónica.
- Nosotros estamos bien, pero por lo visto tú no.- dijo Seiya
- Es verdad ¿cómo es que enfermó de esa manera?- preguntó Ikki
- Bueno......¿me creerán si les digo que no sé?- dijo Saori mirándolos directamente a los ojos.
- ¿Qué sucede?- preguntó Shiryu
- Bien, qué bueno que preguntas...¿han notado algo extraño últimamente?- preguntó Saori
- No.- respondieron al unísono.
- ¿Algo nuevo?-
- No.- volvieron a decir los chicos.
- ¿Qué es lo que pasa, Saori?- preguntó Hyoga.
- COF COF...bueno, he tenido predicciones, pero....cof...no son acertadas que digamos.........- dijo Saori tratando de calmar la tos.
- ¿Predicciones?- preguntó Jabú algo desconcertado.
- Lamento no habértelo dicho antes, pero tengo el presentimiento de que alguien nuevo ha llegado por estos rumbos.- dijo Saori mirando a la nada
- ¿A qué se refiere?- preguntó Ikki
Mientras tanto, en otro lugar... Lucifer estaba que ardía en el infierno mirando desde su silla a los 5 cabellos negros...... los miraba uno por uno, hasta que llegó con el pegaso negro, de su mano derecha, hizo aparecer una bola pequeña en su dedo índice y apuntó contra éste y el pegaso negro cayó al suelo con dolor...
- Quiero que la encuentren. Ahora mismo.- dijo Lucifer
- Señor, ya le dijimos, no sabemos en donde está......- dijo el dragón negro con mirada al suelo
Entonces, un caballero de bronce (negro para variar) hizo su aparición... - Hiena negra aquí.- dijo el chico, que era de ojos morados y cabellera corta y lisa de color marrón. Su piel era pálida. En eso, Lucifer deja de torturar a pegaso...
- Excelente, noticias de verdad...¿qué ocurre?- preguntó con frialdad
- Atena ha hecho su aparición.- dijo el chico.
Lucifer se levantó de su asiento mirándolo con sorpresa, y quedó impresionado con la noticia, llevaba meses queriendo saber de ésa, diosa, quien lo había mandado al infierno nuevamente, pero ahora, está renovado para tomar venganza contra ella y sus caballeros de bronce.
- Bien...ustedes, más les vale encontrarla esta vez, sino la encuentran, perderán la vida y traigan a Atena también, y no le hagan daño, las quiero: con vida.- dijo Lucifer y los caballeros negros desaparecieron y Lucifer prolongaba una risa burlona.
Después de varias horas platicando, Saori y los demás pasaban un buen rato hasta que Eli, Miho y Diana llegaron y entre risas llegaron a la sala, cada una traía un cesto de comida, frutas, verduras, etc. Diana fue la última en pasar, pero no notó la presencia de la chica de cabellos morados, quien de repente se había levantado sorprendida, los caballeros la miraron boquiabiertos y sin entender, daba la impresión de que ya se habían conocido antes, pero......Diana dejó el cesto en el comedor y miró a los chicos......
Pensamiento de Diana: Sintió un escalofrío en su cuerpo, y miraba con miedo a la chica de cabellos morados que estaba frente a ella, Saori había dejado de toser y e llevó una mano al pecho que empezó a darle punzadas de dolor...a Diana le empezó a doler la cabeza y estaba sorprendida ante su reacción. Ahora ambas se encontraban en un campo......un santuario atrás de ella y la chica estaba con caballeros de bronce (atrás de cada uno, la constelación correspondiente de cada cual) Detrás de la chica una estatua grande sujetando un ángel en una mano y la otra mostraba un escudo.
Pensamiento de Saori: Le dolía el pecho y se lo presionaba con fuerza, dejó de toser y mostró una cara asombrada y con palidez, ahora se encontraba frente a un santuario y delante de ella estaban sus caballeros de bronce con las constelaciones. Detrás de Diana se encontraba una mujer de cabellos largos como los de ella, de color celeste y plateado y los ojos habían comenzado a tornarse de un intenso azul profundo y traía en una mano un arco y un carcaj en la espalda donde guardaba flechas sagradas, una estaba preparada para disparar, y una estatua salió de la nada......Una mujer, apuntando al cielo, desnuda y con animales alrededor adorándole.
Ambas comenzaron a sentirse mareadas......una voz terrible penetró en el cerebro de cada una y sin notarlo, se sujetaban la cabeza y comenzaban a gritar, nadie las ayudaba, el bastón que traía Atena se caía al césped, y el arco y flecha de la otra mujer lo hacía también. Diana miró a Saori, y ésta le daba la mano, por que del piso había aparecido un gran hoyo y la atraía abajo por la gravedad. Ella abría su mano y Diana la quería tomar pero demasiado tarde, la chica caía......Saori comenzó a gritar su nombre......mas no lo escuchó......
Las dos despertaron y se prolongó un silencio, despertaron con un gran suspiro...Saori se sentó nuevamente y Diana miró a Shun asustada, él se levantó y la miró.
- ¿Qué?- preguntó
No obtuvo respuesta por que Diana quiso salir corriendo, Saori se levantó y gritó:
- ¡¡¡DIANA!!!- dijo Saori aunque afónica y los demás se quedaron totalmente anonadados ¿cómo sabe su nombre? No las han presentado como se debe ¿cómo es que lo sabe?
Diana escuchó su nombre pero no quiso voltear ni quedarse, ahora millones de preguntas se le venían en la cabeza ¿quién soy? ¿por qué tengo estas visiones? ¿por qué cada vez sale esa estatua, por qué, POR QUÉ? Se preguntaba mientras corría, y Shun la siguió hasta llegar al muelle, pero se contuvo al ver que aparecieron alrededor de ella 4 caballeros negros. Shun quedó en shock al ver quiénes eran.
- Son los caballeros negros.- dijo Shun.
- Atrapémosla.- dijo el dragón negro y trataron de hacerlo.
El cisne negro iba a darle una llave, pero Diana sorpresivamente esquivó los golpes y las patadas de los caballeros. Entonces Shun sin pensarlo llamó a su armadura, y como no es tan lejos, ésta obedeció y llamó la atención de los otros y salieron a ver lo que pasaba y se colocaron la armadura, Seiya se quedó con Saori y la tomó en brazos.
- Vamos.- dijo éste y la llevó también en donde estaban.
Llegaron y Shun les dio la señal de que no se acercaran, mas bien, dio con la mano para que observaran la lucha de Diana, ésta peleaba como profesional, tomó las cadenas de Andrómeda negro y la tomó el contra suya moviéndolo como un listón y como si fuera parte de su propio cuerpo. Pero cuando una patada iba hacia la espalda de la chica, fue detenida por otra cadena. Diana miró y observó a Shun, Seiya, la chica (otro mareo le dio), Ikki, Hyoga, Jabú e Hyoga quienes portaban sus armaduras y esta abrió sus ojos de par en par.
Cada uno mostró sus constelaciones y Diana mostró su rostro de preocupación......'igual que en mis sueños'
Y cada uno fue venciendo a los caballeros negros, pero después sin que nadie lo notara, Hiena Negra llegó por atrás de Saori y le formó una llave y con un cuchillo le apuntaba al cuello. Saori gritó.
- Saori.- gritó Seiya pero Hyoga lo detuvo.
- Si quieren que esté a salvo, manténganse lejos...-
Y eso hicieron...
- Bien, ahora.........quiero que te acerques: Artemisa.- dijo el caballero y los chicos.
- No vengas.- dijo Saori mirando a Diana
Diana estaba en un césped con el mismo santuario que había estado soñando en las últimas semanas, ahora estaba más claro que nunca, un santuario hermoso con escultura griega antigua, y con animales en las piedras, como si estuvieran bordados, las enredaderas estaban pegadas en la pared del santuario y Diana estaba ahora dentro de él...miró a un petirrojo que volaba hacia la derecha y le dio a entender que quería que lo siguiera y ella lo siguió tratando de seguirle el paso...llegó a una silla y detrás una pintura de un cielo resplandeciente con un sol, un arco iris, y lluvia mezclados. Una mujer estaba en la silla, traía el cabello largo y lisos, de color celeste y plateado y ojos azules cristalinos. Con un vestido como los de aquella chica de cabellos morados. La mujer acariciaba a unos conejos blancos que se habían posado en sus piernas...
- Es difícil entenderlos, pero te acostumbrarás.- dijo la mujer
- ¿Eh?- preguntó Diana
- Ah, ya veo...aún no has despertado...- dijo la mujer y se levantó haciendo a un lado los conejos...
- ¿Quién eres tú?- preguntó Diana
- ¿Cómo? ¿Aún no sabes quién soy?- preguntó la mujer acercándose a Diana
- No, no sé quien eres.- dijo Diana retrocediendo
- No temas......por que yo, soy tú...- dijo la mujer quien ahora estaba frente a frente con Diana
- No sé de qué me hablas.-
- Has estado dormida todo este tiempo Diana, temerosa, sin saber de donde vienes, sin saber a dónde vas ni a donde perteneces......pero......es tiempo de reflexionar, te necesitan allá.- dijo la mujer señalando el marco en donde mostraba lo que estaba pasando con la pelea de los caballeros negros y de bronce de la mujer de cabellos morados.
- ¿Qué...?- fue interrumpida.
- Sí...ella es Atena, la diosa de la sabiduría y asociada con la guerra, ahora necesita de tu ayuda diosa.- dijo
- ¿De mi ayuda?- preguntó Diana señalándose.
- ES tiempo de que despiertes. Es hora de despertar.- dijo la mujer y tocó la frente de Diana con su dedo índice del brazo derecho y salió una luz en medio de ambas cosas.
Entonces Diana se elevó un poco del suelo, y comenzó a sentir que la cabeza le reventaba que aseguró que lo haría y pronto, pero entonces de unos segundos cayó ligeramente al piso acostada boca arriba.
- Ahora nos uniremos en dos: Artemisa.- dijo Artemisa y le dio un beso en la frente en donde volvió a la normalidad.
Diana, no, Artemisa ahora caminaba hacia donde tenían a Atena......los chicos estaban sorprendidos con lo que pasaba, no podían creerlo: era la segunda vez en la cual otra diosa estaba frente sus narices y no lo habían notado. Artemisa se acercó a Hiena.
- Déjala.- dijo Artemisa con voz diferente
- Lo siento, es imposible, mi señor las quiere a las dos, debemos partir.- dijo Hiena y cuando iba a tornar su cuerpo, Artemisa tocó su hombro
Este volteó y surgió algo inesperado por parte de todos, el cabello corto de Diana comenzó a alargarse a la misma altura que el de Atena y comenzó a verse de tono celestes y plateados, y sus ojos tornaron al color de un azul profundo, su vestimenta pobre había cambiado como uno de los de Saori y su tez ahora era muy blanca. Como estaba tomando a Hiena por el hombro, comenzó a notarse la presencia del cosmos, de color azul/plateado/celeste. Y el hombro de Hiena se empezó a desintegrar......Pero no soltó a la otra diosa. Formó un agujero en la nada, y se lanzó sobre ella con Saori entre brazos, ésta alzaba su brazo derecho hacia Diana...la traía abierta y Diana intentó sujetarla....
- ¡¡¡ARTEMISA!!!¡¡¡ÉFESO!!! ¡¡¡ARTEMISA!!!.- cada vez la voz iba haciendo como especie de eco hasta perderse de vista en el agujero negro...
- Vamos.- ordenó Artemisa pero cuando iba a entrar el portal se cerró.
Hubo un silencio y se acercaron los caballeros. Shun fue el primero...
- Diana.- dijo y ésta volteó
- Tranquilo, sigo siendo la misa de siempre, es gracioso, ¿acaso puede alguien como yo convertirse en diosa?- preguntó Artemisa
Y entonces.........Jabú, Ikki y los demás poco a poco se arrodillaron ante ella. Se quitaron el casco y la miraban...
- Levántense por favor, debemos salvar a mi hermana.- dijo Artemisa.
- ¿Y por donde iremos?- preguntó Jabú y Seiya al mismo tiempo.
- Iremos por el portal dimensional.- dijo y tomó tierra del piso (quien sabe de donde) y la tierra normal
Se transformó en tierra blanca, ordenó a los demás que formaran un círculo alrededor de ella y eso hicieron sujetándose de las manos fuertemente para no cometer errores.
- Telus Kopus, tempus temporalin, teletransportatus.- dijo la diosa y desaparecieron.
Fin del 3er capítulo Notas: dejen comentarios.
