Weno, este es el primer Fan Fic de ER que escribo, así que espero que os guste, al menos un poquito. Irá por capítulos según los vaya escribiendo. Es un fic Lubby situado más o menos en un verano imaginario donde en el espacio de tiempo que va desde el capítulo Things Change de la 9 temporada, hasta el mes de julio donde sitúa, el único cambio importante que ha habido es la separación de Abby y Carter (Cosa ficticia por supuesto, pero es necesaria para la historia…) Espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo escribiéndolo! ^^ Y los ke lo lean desde Hispafics, o Fanfiction.net… dejad reviews!! xD
PR"LOGO
- ¡Vamos Luka, sólo faltas tu!- Se escuchó entre risas la voz de Abby Lockhart entre el jaleo que montaban excitados sus compañeros, al otro lado de la puerta de la calle.
Luka cerró costosamente la cremallera de la maleta de tela verde oscuro, la depositó en el suelo y la arrastró hasta la puerta.
- ¡Ya voy!- Respondió mientras se ponía sus gafas de sol y revisaba que lo llevaba todo encima, cartera, billetes, pasaporte, un preservativo… oh no, esto no es necesario...
Abrió la puerta y salió a la calle en un soleado día de julio. A pesar de que aún era temprano, ya había bastante tráfico y gente echándose a la calle para amortizar los pocos días extremadamente calurosos como ese en Chicago.
Junto a un par de taxis esperaban sonrientes sus compañeros de trabajo y al fin y al cabo amigos, Jhon Carter, Abby Lockhart, Susan Lewis, Gregory Pratt, Ying-Mei Chen, Michael Gallant e incluso Elizabeth Corday y la pequeña Ella se habían apuntado a la excursión organizada por el servicio de urgencias del County General Hospital. Sabían que a la jefa del servicio, Kerry Weaver, no le hacía ninguna gracia aquel boicot vacacional de todos los médicos para pasarse una semana ganduleando por Miami mientras ella se quedaba asándose de calor en las salas de trauma del County. Pero eso ahora no importaba.
- ¿De dónde sacaste esa camisa?- Le preguntó Luka a Carter mientras juntos cargaban las maletas de todos en los taxis que les llevarían al aeropuerto. Jhon llevaba una llamativa camisa hawaiana en tonos azules.
- ¡Hay que vestirse para la ocasión! – Exclamó Chen desde el otro lado, sujetándose con la mano el sombrero de paja que levaba puesto.
Todos rieron y entraron en los vehículos. Luka, Carter, Abby y Elizabeth entraron juntos, muy apretados en uno mientras que Pratt, Gallant, Susan y Chen ocuparon el otro.
- ¿A quién se le ha ocurrido la maravillosa idea pedir únicamente dos taxis?- Preguntó Abby respirando con dificultad pues se encontraba aplastada entre Luka y Lizzy.
- Pratt se ofreció apagarlos, así que alguna pega tenía que tener.- Resolvió Carter. Incluso la pequeña Ella dificultosamente acoplada sobre las rodillas de su madre rió.
Tardaron poco más de 20 minutos en encontrarse frente a la puerta del aeropuerto, repleto de gente que salía o venía de las vacaciones de verano. El calor fuera era sofocante y estremecía el contraste con el acondicionado interior.
- ¡Bieeeen procurad no separaros niños, andad todos juntitos y de la manita!- Bromeó Pratt.
Se dirigieron hacia las enormes colas de gente que se amontonaba para facturar el equipaje.
- ¡Mmmm! ¡Estoy deseando llegar a la playa! ¡A ver si cojo un buen moreno que estoy harta de estar tan blancuzca!- Comentó Susan.
- Si, va a ser genial, hacía mucho que no salíamos juntos de viaje.- Dijo Chen.
- Si, desde vuestro viaje a Las Vegas.- Respondió Abby divertida.
- ¡Esta vez no te cases con nadie!- Se entrometió Pratt.
- ¡Vale, vale! Intentaré resistirme…-dijo Susan.- ¡Espero Que no me deis motivos para ponerme como una cuba!
- ¡Espero Que no me deis motivos para ponerme como una cuba!
- Tu no necesitas motivos…- Le bromeó Luka, haciéndose el despistado.
Susan le dio un manotazo en el brazo y todos se echaron a reír con ganas. Se notaba que estaban muy contentos de al fin disfrutar de tiempo libre, y qué es más divertido que unas buenas vacaciones en grupo. Todas las preocupaciones se podían ir por el retrete porque… ¡Se iban a Miami!
CAPÍTULO 1º: SUNNY MIAMI
Y al fin, después de 4 pesadas horas de retraso aéreo… después de 20 aburridas partidas a las cartas sobre las pequeñas y pegajosas mesillas entre los asientos de espera del aeropuerto… Cuando todos estaban cansados del propio aburrimiento… Una femenina voz anunció al fin la salida de su vuelto, cuatro horas después de la hora de salida real. Se dirigieron hacia las puertas de embarque. O eso creyeron, después de pasarse 10 minutos andando por el aeropuerto sin encontrarla…
- ¡Os dije que era por las escaleras!- Exclamó Pratt, una vez parados en medio de quiensabedonde.
- ¡No puede ser por las escaleras, se supone que es en la primera planta!- Replicó Gallart.
- ¿Alguien se ha molestado en comprobar en qué planta estamos?- Preguntó Abby.
- 3.- Luka
- 1.- Chen
- ¿Pero cuantas plantas os pensáis que tiene este lugar?- Gallant
- ¿Es que nunca nadie ha estado aquí..!?.- Susan
- Vale, que no cunda el pánico.- Resolvió Elizabeth.- Todo lo que hay que hacer es preguntarle a alguien.
Observó a su alrededor mientras se recolocaba sobre el hombro a la pequeña Ella que se había quedado dormida. Se acercó a un guardia de seguridad que caminaba airadamente por la zona. Cuando regresó, informó a los demás.
- Me ha dicho que las salidas de nuestra puerta están al fondo cruzando un pasillo a la derecha…Y también me ha dicho que la próxima vez miremos detenidamente los indicadores…
Salieron corriendo inmediatamente hacia el lugar, buscando con la mirada la puerta de embarque correspondiente. Y la encontraron, cuando la azafata ya estaba cerrando la compuerta de acceso al avión.
- ¡ ESPERE, ESPERE, ESPERE!- Gritaron todos a la vez, levantando los brazos para llamar la atención de la azafata.
Esta sobresaltara, se detuvo y esperó la llegada sofocada del grupo que fueron sacando apresuradamente los billetes de avión, hasta que entre ellos se escuchó un sonoro:
- ¡ARGH, MIERDA!.
- ¿Qué pasa Susan?. – Le preguntó Abby, que acababa de entregar su billete.
- ¡ No está, no está, no está! Mi billete…
- Lo tengo yo…- Contestó Chen, y le atizó con los billetes en la cabeza. Susan dio un respiro aliviado y todos pasaron presurosamente a través de la pasarela que conducía a la puerta del avión.
Al fin consiguieron tomar asiento, después de un pequeño lío con la plaza de Pratt que había sido ocupada por un anciano que viajaba con un grupo de su residencia y que se negaba a levantarse. Luka estaba sentado entre Abby y la ventana, delante tenían a Carter y Lizzy, Susan y Gallant; y Chen y Pratt, este último sufriendo una crisis de miedo a volar.
- ¡ Al fin estamos aquí!.- Comentó Luka.
- Si, pensé que nunca íbamos a llegar… solo nos faltaba que este no fuera nuestro avión…- Contestó Abby.
- ¡ No seas gafe Dios mío!.- Bromeó Luka echándose las manos a la cabeza.
- Ha sido de locos.- Dijo ella sonriendo y abrochándose el cinturón de seguridad cuando la azafata anunció el despegue.
El avión se puso en marcha, cada vez más deprisa por la pista de aterrizaje. Luka estaba tranquilo, la verdad era que los aviones no le daban miedo, simplemente miró hacia el techo e intentó relajarse. El avión comenzó a elevarse, y se sorprendió cuando sintió la mano de Abby apretar la suya. Volvió la cabeza hacia ella y la vio con los ojos cerrados y los dientes apretados, agarrándose con fuerza al asiento. Él sonrió
Que graciosa se pone…
Cuando cesó el tambaleo y el avión se estabilizó, Abby se relajó y suspiró, y también se sobresaltó de lo fuertemente que estaba agarrando la muñeca de Luka. Se soltó rápidamente y un tinte rojo apareció en sus mejillas.
- ¡Oh lo siento! Los despegues me ponen enferma.
- ¡No te preocupes, no pasa nada! Solo me dejaste estas bonitas marcas.- Le mostró riendo las marcas rojas de los dedos de Abby que se habían quedado marcadas en la piel.
Hubo un rato de silencio, un tanto incómodo sólo interrumpido por las conversaciones de los otros pasajeros y el ir y venir de las azafatas.
- Me alegro de estar aquí.- Dijo finalmente Luka.
Abby arqueó una ceja.
No tardaron en servirles la comida, un "exquisito" miniplato de filete de ternera, salmón y mayonesa de acompañamiento, ensalada… lo que se dice una dieta rica en proteínas.
- ¡ Mi mayonesa sabe a periódico!.- Exclamó Carter con un gesto de limón volviéndose hacia atrás.
- ¿Te acordaste de quitar la tapa de la tarrina?- Le preguntó Elizabeth.
- ¡Seguro que no!.- Comentó Abby bromeando, asomándose por encima del asiento untó el dedo en la mayonesa de la tarrina de Carter y lo observó con el ceño fruncido.
- ¡No la pruebes tu también, si es mortal que muera solo uno de los dos!- Exclamó Luka.
- ¿Por qué no la pruebas tú?.- Le preguntó pícaramente Abby y le restregó la mayonesa en la nariz echándose a reír.
Luka también rió, pero decidió venganza y le lanzó una de las aceitunas de la ensalada. Abby la esquivó dándole un manotazo con la mano.
- ¿Quieres pelea eh…?
Y la guerra de comida, que se extendió entre todo el grupo sólo cesó cuando la azafata vino a llamarles la atención con una reprimenda de 10 minutos…
Horas después el avión aterrizaba en el aeropuerto de Miami sin demasiadas turbulencias. Con las piernas agarrotadas por el viaje, todos se levantaron cogiendo todo el equipaje de mano y salieron atropelladamente entre todos los pasajeros. Se estiraron de lo lindo al llegar al suelo, además de intentar sacudirse los restos que la guerra de comida había dejado en sus veraniegas ropas.
Hacía un día espléndido. El sol ardía sobre un cielo completamente azul, una suave brisa los acariciaba dándoles una calurosa bienvenida que anunciaba el comienzo de una magnífica semana.
Chen estiró los brazos con fuerza aspirando el cálido aire de Florida.
- ¡ MIAMI AQUÍ ESTAMOS!
