CAPÍTULO 5: LÁGRIMAS EN EL PECHO

Decidieron alquilar un monovolumen de 8 plazas, que sería la manera más cómoda de desplazarse todos juntos por Miami, pero tal como lo habían planeado, al regresar a casa, lo aparcaron relativamente apartado para no levantar sospecha. Su coartada era que el coche debían ir a recogerlo al día siguiente y así Abby no podría sospechar.

Tal vez se estaban pasando un poco… pero ¿Qué iban a hacer si no? Y Luka  no pararía quieto hasta que Abby hubiera regresado… al menos así se aseguraban de que ella estaba bien… al fin y al cabo no era tan malo… ¿verdad…? 

- ¡Ya estamos aquí!- Exclamó Susan al abrir la puerta de casa.

- ¿Qué tal el coche?- La voz de Abby se escuchó desde una de las habitaciones del piso de arriba.

- ¡Bien!- Respondió Chen.- ¡Nos lo dan mañana! ¿Dónde están los demás?

- Se fueron a la playa, y dijeron que después darían un paseo por el muelle ese que hay más abajo. – Contestó Abby

- Oh bien…-Susan miró su reloj de muñeca.- Ya son casi las nueve… ¿Estas preparadaaaa?- Preguntó pícaramente.

- ¡Casi!- Exclamó Abby desde arriba riendo. 

¿Por qué las mujeres tenían que acicalarse durante dos horas antes de ir a cualquier parte? Se preguntó Luka, molesto. Estaba algo nervioso y era consciente de que si Abby los pillaba siguiéndola se enfadaría mucho…

A las nueve en punto justas, sonó el claxon de un coche parado en la entrada de la casa.

- ¡Ahí está!- Exclamó Susan, y ella, Luka, Carter y Chen se asomaron tras la cortina para otear.

Ahí estaba el idiota, idiota… de Fred dentro de su bonito deportivo azul.

- ¡Ya voy!- Informó Abby mientras bajaba trotando las escaleras.

Luka se volvió hacia ella, una vez más se sorprendió de lo bonita que podía llegar a estar. Se había puesto un vestido azul celeste ceñido en la cintura y que caía juguetonamente sobre sus piernas, calzadas con sandalias a juego. Se había vuelto a rizar el pelo y lo llevaba suelto sobre los hombros, de manera que hacía resaltar su rostro.

-¡Bueno! No me esperéis levantada chicos.- Bromeó con un guiño.

- ¡Pásalo bien!- Exclamó Chen, mientras Abby cerraba la puerta de la casa tras de sí y se dirigía corriendo hacia el coche de Fred.

- ¡Vamos, deprisa!- Anunció Susan, y la operación de seguimiento dio comienzo. Los cuatro salieron por la puerta del porche y se encaminaron a hurtadillas, lo más rápido que pudieron al lugar donde habían aparcado el coche de alquiler. Luka tomó el volante y arrancó lo más rápido que pudo para no perder el coche de Fred que ya casi se perdía a lo lejos de la calle.

- Con cuidado Luka, no dejes que te vea, dale ventaja…- Le aconsejó Chen, que sentada en el asiento de atrás, se incorporaba hacia delante para asomarse entre los asientos del conductor y copiloto.

-  Sí, sí ya lo sé.- Respondió Luka con la vista fija al frente.

Los separaban tres coches más del objetivo, y era conveniente mantener una distancia así para no ser vistos. Aquello era demasiado paranoico… ¡Era como una película de la televisión! Una locura… Y sin embargo allí estaban…

-¡Cuidado ha girado!- Exclamó de ponto Susan.

Luka se sobresaltó y tuvo que dar un frenazo para poder hacer el giro y no pasarse la calle.

- Dios mío, nos verá…- Dijo Carter con un hilo de voz.

-  No me seas gafe.- Le regañó Luka.

Tardaron a penas 10 minutos en ver como el coche de Fred se paraba en el aparcamiento de un local, cercano a la playa, con un ambiente como hawaiano y un letrero de palmeritas luminosas.

Luka esperó un poco para aparcar en una plaza cercana, procurando mantenerse a la sombra, algo alejados del coche azul. Vieron como Abby y él salían riendo y entraban en el bar, que por suerte tenía un gran ventanal por el cual se veía el interior, y cómo Abby se sentaba junto a la barra. En el garito, no había demasiada gente, exceptuando un par de chicos, uno de ellos el que estaba detrás de la barra, que dedujeron eran amigos de Fred, ya que este se los presentó a Abby.

Ciertamente se pasaron el rato hablando. Estuvieron allí casi una hora y lo más interesante que ocurrió fue cuando Fred se dirigió a una habitación "Privada" para decirle a saber que cosa a alguien que había dentro.

- Pues tampoco está muy entretenido esto…- Comentó Chen decepcionada.

- A lo mejor nos hemos propasado un poco…- Dijo Luka, pero Susan le cortó con un misterioso:

- Uh uh…- Mientras miraba fijamente lo que estaba ocurriendo.

Los demás volvieron sus miradas hacia el pub, donde contemplaron cómo Fred se acercaba peligrosamente a Abby con una sonrisita estúpida. Él le decía algo y ella negaba con la cabeza riendo, pero él se acercaba más, hasta ponerle la mano en la cintura.

La furia, bullía en el interior de Luka Pedazo de baboso... ¡Quítale las manos de encima! Abby intentaba frenarle, aunque seguía sonriendo no parecía estarle gustando la idea. Pero entonces la cosa se puso cada vez peor. Fred comenzó a propasarse de verdad y Abby tuvo que levantarse de la banqueta para quitárselo de encima. La sonrisa se había borrado de su cara, pero a Fred no pareció importarle. Medio discutieron hasta que ella finalmente le abofeteó.

Lo siguiente ocurrió tan rápido que Luka casi no podía asimilarlo. Fred le devolvió la bofetada a Abby, la cogió violentamente por el brazo y la atrajo hacia sí para decirle algo en la misma cara. Ella le gritó e intentó soltarse, peor no pudo. Él le retorció el brazo por la espalda y al momento, los dos amigotes de Fred salieron de la sala privada, llevaban bates en las manos.

-¡¡¡¡ABBY!!!- Exclamó desesperado Luka, y salió apresuradamente le vehículo, sin escuchar a sus compañeras que le pedían que volviera. Sintió que Carter también había salido del coche, al  momento que Fred sacaba a Abby del bar para dirigirse a su propio coche. Él le tapaba la boca con la mano, peor de un mordisco ella consiguió liberarse al ver a Luka sorprendida gritó con desesperación:

-¡¡¡LUKA!!! ¡¡Argh!!...- Fred le retorcía el brazo con más fuerza al momento que la hizo entrara en su coche.

Luka y Carter corrieron hacia él, pero se toparon de frente con los otros dos.

- ¡Stan, dales una paliza, son sus amigos medicuchos!- Ordenó Fred desde el coche, donde hacía algo con una cuerda, posiblemente maniatar a Abby.

Sin pensarlo, Luka arremetió contra el tipo que tenía delante soltándole un puñetazo en la mejilla, e intentó correr hacia Abby, pero el otro lo detuvo. Se dio cuenta de que Carter también había comenzado a  atizar al otro, peor no fue consciente de ello durante mucho tiempo, el dolor de un batazo en el hombro izquierdo lo dejó casi sin respiración.

- ¡¡Hijos de Puta!!- Exclamó lleno de rabia, y se tiró contra el tipo llamado Stan. Este cayó al suelo, peor al momento, recibió otro batazo en la espalda, tan fuerte que le hizo perder el equilibrio y cayó al suelo siento el sabor de la sangre en su boca. Al mirar hacia atrás, vio a Carter, también en el suelo, intentando levantarse con un gesto de dolor.

- ¡Si llamáis ala policía nos la cargamos!- Exclamó Fred desde lejos.- ¡Queremos 50.000 dólares mañana o no volveréis a ver a vuestra queriiiiida enfermera!

Luka intentó levantarse, pero ya era tarde, los matones subían al coche y segundos después, Fred arrancaba para marcharse con una sonrisa cruel. Lo último que vio fue el aterrado rostro de Abby por el cual ya resbalaban lágrimas desesperadas.

De inmediato Luka salió corriendo, olvidando el dolor de sus magulladuras hacia el coche, donde estaban Chen y Susan contemplando la escena, atemorizadas.

- ¡Vamos!- Le gritó a Carter, que también corrió hacia el coche, sangrándole la nariz y sujetándose el costado.

- Malditos cabrones.- Dijo cargado de ira, mientras Luka pisaba el  acelerador a fondo para seguir al coche de Fred. Este ya había salido a la carretera, pero no fue difícil encontrarle entre el tráfico nocturno.

Fred pareció percatarse de que lo seguían y pisó el acelerador. Luka lo imitó, no estaba dispuesto a perder de vista a ese  pedazo de hijo de puta.

- ¡Luka, no vayas tan rápido!- Exclamó Susan.

- ¡Es una locura, llamemos a la policía!- Dijo Chen histérica.

- ¡Si, y que la maten!- Reprochó Carter, fuera de sus cabales.

De pronto, el coche de Fred giró, para meterse por una callejuela, pero a Luka no le dio tiempo a torcer, y pasó de largo.

- ¡Mierda!- Exclamó.

Giró por la siguiente calle en busca del coche. Lo divisó a lo lejos calle arriba, y rápidamente se dirigió hacia allí. Poco a poco se dirigían hacia las afueras de la ciudad, donde el ambiente comenzaba a estar más oscuro, las farolas titilaban y poco a poco se convertía en un lúgubre polígono industrial.

Fue allí donde definitivamente el coche se perdió en la oscuridad.

- Se ha esfumado.- Dijo Carter.

- Lo encontraremos.- Sentenció en respuesta Luka, con el ceño fruncido, y lleno de odio. Sabía que estaban haciendo una locura, pero no podía evitarlo, no iba quedarse ahí cruzado de brazos, esperando a que esos tipos hicieran quien sabe qué con Abby. Con SU Abby.

De pronto lo vio. El coche azul de Fred estaba malamente aparcado delante de un edifico industrial en ruinas, una fábrica abandonada con cristales rotos y tablas de madera carcomidas cubriendo agujeros en las paredes.

- Aquí es.- Informó deteniéndose a una distancia prudente.

- Vale, ya sabes dónde están, ahora, llama ala policía, díselo, ¡y punto!- Exclamó Susan, desquiciada.

- Si, buena idea, toma.- Luka le tendió su propio teléfono móvil.- Llama a la policía y haz el favor de decirles que no vengan con sus ruidosas sirenas puestas.

- ¿Adónde vas tú?

- A asegurarme de que esos tipos no le están haciendo daño.- Contestó él, y acto seguido abrió la puerta del coche para salir. 

- ¡Yo te acompaño!- Dijo Carter, y Salió tras él. Acto seguido, Chen y Susan bajaron también de vehículo.

- No deberíais ir.- Les dijo Chen.

- No nos vamos a quedar sin hacer nada.- Contestó Carter.- Quedaos aquí y esperad a la policía, estaremos bien.

Chen asintió, poco convencida y se cruzó de brazos con un gesto preocupado.

Luka esperó a Carter y ambos se dirigieron sigilosamente hacia la fábrica.

- Deberíamos buscar una puerta lateral… sería demasiado llamativo utiliza esa. – Dijo Luka, señalando a la puerta delantera. Carter asintió y ambos se encaminaron hacia el lateral del edificio. Se detuvieron cuando llegaron a una sucia portezuela, desde la cual se escuchaban voces dentro. Era Fred. Luka miró por el mugriento cristal, apenas se distinguía nada, al otro lado de la puerta había una pila de cajas de madera que  no permitía ver lo que estaba pasando.

De pronto, detrás de ellos se escuchó un chillido ahogado. Era Chen.

- ¡Mierda! ¿Qué fue eso?- Preguntó Luka, volviéndose.

- Iré a ver Luka, tú busca la manera de entrar.- Le dijo Carter. Luka asintió, y Jhon se dio la vuelta para dirigirse corriendo hacia donde habían dejado el coche.

Luka se colocó frente a la puerta, e intentó abrirla. Cedió dificultosamente, pero gracias a dios, sin demasiado ruido.

Se encontraba en una especie de sala abierta, llena de viejas cajas de madera. Desde allí se escuchaba perfectamente la voz de Fred, que hablaba por teléfono, y de vez en cuando el hipar del llanto de Abby.

Cautelosamente, se asomó por encima de una de las cajas, y vio la escena, en mitad del gran espacio de la fábrica vacía. Abby estaba en el suelo, maniatada, apoyada contra una máquina de cadena de montaje, y efectivamente estaba llorando, observando a Fred, de pie, paseando de un lado a otro con un teléfono móvil. Luka intentó agudizar el oído para que los latidos de su corazón no ahogasen la conversación.

- Oh, sí. 50.000 dólares… Yo iré a recogerlos personalmente… Oh vamos, no vas a engañarme, ¡sois médicos! Y está en juego vuestra querida enfermera… No, claro que no podéis, tenéis que confiar en mi… Nos veremos dentro de dos días…- Tras esto, colgó el teléfono y rió socarronamente mirando a Abby. Luka se percató de que en la mejilla derecha de ella había un leve amoratamiento, ¿se habían atrevido a golpearla? Hijos de puta… y estaba seguro de que había estado hablando por el móvil con alguno de los demás, bien Lizzy, Pratt o Gallant… Maldito chantajista… pero Luka no iba a permitir que le hicieran daño, aunque fuera lo último que hiciera.

De pronto algo le sobresaltó a su espalda, la puerta de fuera se abrió de par en par, y cuando ya creía estar perdido, el rostro de Susan apareció entre las sombras, cubierto de angustiadas lágrimas.

-¡Luka!- Exclamó aliviada.

Él le hizo un gesto para que guardara silencio, ella apresuradamente se agachó a su lado. Temblaba de los nervios. Luka intentó calmarla.

- ¿Qué ha ocurrido? ¿Y Carter?

- ¡No lo sé! Un tipo vino, y cogió a Jing-Mei, pero luego llegó Carter, y otro tipo le golpeó, creo que está inconsciente. Yo conseguí escabullirme, pero no sé dónde están ni…- Pero un golpe seco interrumpió el relato de Susan.

Luka y ella se asomaron por encima de una de las cajas, y contemplaron como los dos amigos de Fred entraban por la puerta principal de la fábrica. Uno traía a Chen con la boca tapada y el brazo retorcido a la espalda, impidiéndole que escapara, mientras que otro arrastraba el cuerpo inmóvil de Carter.

Abby se sorprendió en sobremanera al ver a sus amigos allí, se revolvió en el suelo mirando angustiada a todas partes. Estoy aqu De pronto, sus miradas se encontraron. Abby vio a Luka tras las cajas y arqueó las cejas. Él le hizo una seña para que no dijera nada, y ella asintió.

- Estaban ahí fuera.- Dijo uno de los hombres, mientras ataba y amordazaba a Chen, junto a  Abby, ambas intercambiaron  confusas miradas.- ¿Son los medicuchos esos, no?

- Sí… pero sólo dos de ellos.- Contestó Fred.- El que me preocupa más es el ruso… Tiene que andar por ahí, estoy seguro, ¡salid a buscarlo!

Los otros dos asintieron, y salieron apresuradamente por la puerta.

Luka tragó saliva y se dirigió a Susan.

- Llamaste a la policía ¿verdad?

Susan asintió rápidamente.

- No deberían tardar.

Poco después se escuchó la sirena de los coches de policía recorriendo la calle exterior.

- ¡Malditas sirenas!- Exclamó Luka, y no era el único molesto.

- ¡Oh mierda!- Dijo también Fred.- Cabrones…

Acto seguido se apresuró a coger a Abby y a Chen por los brazos, bruscamente las hizo levantar con un chillido doloroso y las condujo hacia la puerta lateral, donde se encontraban Luka y Susan.

- Vamos putas… vuestros amiguitos se lo deberían haber pensado dos veces antes de  tocarme los cojones.

Cuando estuvo lo suficiente cerca, Luka no aguantó más, rápidamente salió de detrás de las cajas de madera y se dirigió hasta Fred, propinándole un puñetazo en toda la cara. Él gritó de dolor soltando a las chicas, para llevarse las manos a la cara.

- Vas a llamar puta a tu madre, cabrón.- Le dijo Luka, y acto seguido le atizó otro golpe que le hizo caer al suelo, donde le pateó, para impedir que se levantara. Entonces la puerta principal se abrió y media docena de agentes armados entró  ruidosamente con su "¡Alto, policía!" Cogieron a Fred, violentamente y le esposaron.

Luka se agachó rápidamente para desatar a Abby, que comenzó a llorar de alegría al ver todo solucionado.  Un vez sus manos quedaron libres se echó sobre Luka en un abrazo desesperado, dejando las lágrimas resbalar sobre su pecho.

- ¡Oh, Luka!- Exclamó hipando.

Oh, Abby… Él la rodeó tiernamente con sus brazos apretándola contra sí para intentar calmarla. Acarició su pelo mientras le susurraba.

- Ya pasó Abby… ya pasó todo…

Santo cielo, claro que la seguía queriendo… más que nunca… Era imposible no quererla. Y deseó que aquel instante no acabase nunca, y que ella nunca dejase de apretar sus manos contra su espalda, y que su camisa nunca dejara de estar empapada con sus lágrimas aliviadas.