GRYFFINDOR & SLYTHERIN Esa mañana estaba agotada. Pero claro, ¿qué se iba a esperar de toda una noche de guardia? Había encontrado a Snape por uno de los corredores y le había hablado. El recuerdo no era muy agradable:

"El profesor estaba apoyado en una columna, miraba por una de las ventanas y se sujetaba el brazo izquierdo con fuerza. Eso extrañó mucho a Elizabeth, que se acercó a él con sigilo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se percató de que tenía la cara contraída por el dolor.

-¿Se encuentra bien?-Snape pegó un salto y se soltó el brazo. Su cara cambio de dolor a furia en menos de un segundo.- ¿Necesita ayuda?

-Lo que a mí me ocurra es cosa mía y de nadie más. No se entrometa en lo que no le importa.-Dicho esto, Snape dio media vuelta y se dispuso a salir de la estancia rápidamente.

-¿Es la marca lo que le duele?-Cuando aprendería a tener la boca cerrada. El hombre dio media vuelta y la miró fijamente.-Puede decírmelo. Esta vez no pienso discutir.

Al profesor de pociones se le ablandó la mirada por una centésima de segundo. Se acercó a ella un paso y levantando un dedo acusador soltó:

-No vuelva a espiarme. Por muy buenas intenciones que tenga.-Tras unos segundos, salió casi corriendo por la puerta."

Mientras pensaba en lo ocurrido la noche anterior, entró en el Gran Comedor y ocupó su sitio al lado de la profesora McGonagal. ¿Podría estar recordando el profesor Snape los momentos en que era Mortífago? ¿Voldemort estaba reuniendo de nuevo a los Mortífagos? ¿Estaba pensando en reunirse con Él? A pesar de lo que había pensado asta entonces, estaba convencida de que no era un Mortífago. Su cara de dolor delataba cualquier pensamiento. Voldemort había invocado a los Mortífagos una vez más y él lo había sentido. Su cara aclaraba que no sólo le dolía el antebrazo, sino el hecho de recordar los tiempos en los cuales Snape había acudido a la llamada sin dudar.

La persona en cuestión cruzó en esos momentos las puertas del Gran Comedor y la miró. Enseguida desvió la mirada hacia el director y se sentó a su derecha.

Elizabeth decidió pasar por alto su encuentro y escuchó con atención a la profesora McGonagal mientras hablaba con el director.

-En mi opinión, Potter debería de tener mucho más cuidado con la Sra Umbridge.-Comentaba.-No llega a entender que no puede discutir con ella en público.

-El chico sólo dice lo que piensa.-Dijo tranquilamente Dumbledore mientras se preparaba una tostada.-Es un acto bastante valiente.

-Y bastante estúpido.-Replicó Snape mirando a Dumbledore y a McGonagal, al parecer había decidido ignorar a la chica.-Para lo único que le va a servir es que Umbridge le tenga fichado y lo castigue todos los días de la semana, de lo cual no me quejo.

-Esa mujer sólo espera a que abra la boca en su clase para castigarle.-Elizabeth estaba bastante molesta con ese tema.-Todos los chicos coinciden en eso.

-Ya, y Potter sólo está esperando la ocasión de que ella abra la boca para soltarle algo sobre Quien tú ya sabes.-Puntualizó Snape.

-Si yo estuviera en su lugar no pararía de contradecirle. ¿Y usted?-Lo miró arqueando una ceja.

-Yo no necesito ser el centro de atención en cada momento. Y existen determinadas personas que tendrían que aprender un poco. -Bueno, bueno. Haya paz.-Ordenó Dumbledore. Él y McGonagal los miraban sorprendidos. Es cierto que les habían dejado de lado durante su conversación. Al estar separados se había hablado con voz un poco alta y había unos cuantos chicos que se habían detenido para ver que les ocurría.

En ese momento entraron las lechuzas y todo el mundo miró hacia arriba para ver si habían recibido correo. Los chicos más alejados promulgaron un profundo Oooh por toda la sala haciendo que todo el mundo mirase con curiosidad y admiración un ave que acababa de entrar por una de las ventanas. Era un águila de considerable tamaño, color pardo y las patas y el pico rojos como la sangre. Sobrevoló sin prisa todo el salón y, cuan Elizabeth se levantó como los demás profesores, se dirigió a ella.

Algunos chicos dieron un grito y los profesores sacaron sus varitas. Pero Elizabeth no estaba asustada. Esa maravillosa ave de presa era suya. Levantó su brazo derecho arqueándolo y dejó que el águila se posara en él. Al levantar el brazo, la ancha manga se le escurrió por el brazo, dejando al descubierto su piel y sus uñas se clavaron parcialmente en ella.

-¿Es tuya el águila?-Le preguntó el director mirando con atención el animal.

-Si,-respondió orgullosa.-se llama Horus. Se la presté a unos amigos durante el verano.-Dijo sentándose mientras le acariciaba.- Ya me estaba preguntando cuando vendría.-Se dio cuenta del lío que había montado. Todos los profesores la miraban resignados y los alumnos la miraban curiosos. Todos estaban en pie.-Lo siento, no sabía cuando llegaría, si no os lo habría advertido.-Dijo a modo de disculpa mirando a todos los profesores.

-Todo el mundo a sus asuntos.-Gritó el director.-No ocurre nada malo.-La multitud empezó a expandirse.- ¿Desde cuándo tienes un águila como mascota?-Se sentó. Miraba con admiración al animal.

-Hicimos una excursión cuando estaba en 4º curso. Me perdí y mientras estaba caminando por el parque Nacional la vi. Estaba herida. Por lo visto había cazadores por la zona. Cuando estuvo recuperada no quiso separarse di mí y se vino conmigo de vuelta al colegio a donde iba.

-Es precioso.-Confesó el director. En ese momento sonó la campana y se despidieron. Elizabeth se llevó a Horus con ella, seguro que a los niños les gustaba.

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Después de comer, se dirigió a la para preparar la próxima clase. G y S. Todas sus clases eran muy interesantes. Los chicos habían preparado buenos temas: Hombres lobos, Banshees, Mortífagos, Voldemort, pociones de 2º grado, medicinas,.

Iba con sus cosas cuando escucho una serie de gritos y golpes. Torció rápidamente la esquina y se encontró con una pelea entre Goyle y un chico de 3º Gryffindor llamado Johny.

-"¡NIMIUS!"-Dos tiras color rojas salieron de la punta de su varita y se enroscaron en los cuerpos entrelazados de los chicos y los separaron con fuerzas. En ese momento agradeció que otro profesor hubiese utilizado ese conjuro para separarla de otro chico.

-¿Qué estabais haciendo?-El círculo de personas que estaban alrededor de los contrincantes se abrió para dejarla paso.- ¡Gregory Goyle!-La tira del chico desapareció.- ¡Johny Lesbos!-El chico se levantó cuando su tira hizo lo mismo.- ¡Seguidme a mi despacho ahora mismo!-Cuando los chicos pasaron a su lado caminó detrás de ellos.

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Gregory caminaba deprisa por el pasillo abarrotado de sangre sucia. A su lado caminaba Lesbos. Los dos iban a paso rápido, pues los pasos de la Sparrow les incitaban a ir más deprisa. Todo eso había ocurrido por culpa de un muggle. La profesora les adelantó y abrió una puerta negra situada en la mitad del pasillo. Les hizo un gesto invitándoles a pasar, pero no se la veía muy contenta. Cuando se sentaron en unas sillas y ella se acomodó en un sillón detrás del escritorio se hizo un silencio bastante incómodo. Gregory observó la estancia. En las paredes había fotos de la profesora con más gente de su edad y, en algunas, niños que saludaban y se reían de ellos. En una foto vio claramente una parcanta: Orfanato de Crunslee. Muggle, por supuesto. La profesora era una sangre sucia del montón, como decía Draco. Había varias estanterías repletas de libros de diversos tamaños y papeles encima de la mesa. La ventana no tenía persianas y entraba por ellas mucha luz, lo que indicaba que pasaba mucho tiempo ahí. Sobre la chimenea estaba su águila, que lo miraba fijamente. Gregory apartó rápidamente la mirada de aquellos ojos amarillos y deseó que no estuviera ahí. Sus ojos se posaron en una escoba, pero no una normal, sino una que él no había visto nunca. Su palo era de madera y no estaba pintado de ningún color, lo que le daba un aire misterioso, el cepillo tenía muchos pelos de colores, azules, rojos, amarillos, marrones, verdes,. Lo único que se ocurrió era que la escoba la había hecho ella misma, pero era imposible, era una sangre sucia, y los sangre sucia no sabían hacer magia. Seguramente la escoba sólo se podía utilizar para barrer.

-Bien.-La voz de la profesora le sacó de sus pensamientos.- ¿Quién de los dos me va a contar lo sucedido?

Gregory miró amenazadoramente al niño, pero este, al verse al lado de la chica recobró valor.

-Profesora Elizabeth,-Acusó.-Goyle fue el que empezó. Me llamo "sangre sucia".-Goyle apretó los puños, ese mocoso se las iba a pagar.

-¿Y por qué motivo hiciste eso, Gregory?-Cuando iba a contestar, se oyó un ruido detrás suya. Se volvió y vio que la puerta estaba abierta y que el profesor Snape entraba en el despacho dando un pequeño portazo.

Estupendo, Snape se encargaría de que la Wingrove le dejara en paz. Seguro que no le castigaban.

-¿Qué hace usted aquí?-Se veía a la profesora extrañada. A Lesbos parecía que le habían arrojado un vaso de agua fría.

-No puede castigar a los miembros de mi casa si yo no estoy deacuerdo, Profesora Wingrove.-Levantó la cabeza.

-Nadie me ha dicho nada al respecto.-No se iba a echar atrás fácilmente.-Así que, si nos disculpas, me encargaré se ellos.

-Ya le informo yo.-Gregory se fijó en que se miraban con odio. La profesora echaba chispas verdes por sus ojos.

-Todavía no sabe lo que ha pasado y ya ha tomado una decisión ¿no?

-No tengo motivos para pensar que el Sr Goyle haya empezado la pelea.-Replicó.

-Entonces pregunte.-Snape se puso de color rojo.-El Sr Lesbos me dijo que el Sr Goyle le llamó sangre sucia, y estaba a punto de contarme el motivo. ¿Lo quiere oír?-Snape no dijo nada, por lo que la Wingrove lo miró.-Cuéntelo.

-Bueeno,-Estaba nervioso.-Es cierto que sus padres son muggles ¿no?-Lo miró furioso y el niño se puso rojo de la vergüenza.

-¿Crees que eso es suficiente para insultarle?-miró confundido a la profesora, y después a Snape.

-Conteste.-Le ordenó.

-Yo creo que si, si, supongo.

-¿Crees que una persona es peor persona por el simple hecho de ser muggle o no?-Lo miraba con un aire de inteligente que confundió totalmente a Gregory.- ¿Crees que un mago es más débil por el hecho de que sus padres sean muggles?-A eso sí que podía contestar. -Claro, los sangre limpia somos más poderosos.-Su padre se lo había explicado desde que tenía unos tres años.

-Mm.-Dijo simplemente.-Así que más poderosos. Mm. Bien, pues te diré un secretillo. Echó una mirada furtiva a Snape y después le volvió a mirar con unos ojos especialmente verdes.-Yo soy huérfana, y mis padres posiblemente fuesen muggles, pues no era mágico el orfanato en el que me dejaron.- ¿Huérfana?- ¿Tú crees que yo soy poco poderosa?

Gregory recordó que en las clases siempre hablaba de todo y lo sabía todo. Momentos antes lo había comprobado cuando le lanzó un hechizo totalmente desconocido para él.

-Bueno, no sé, a lo mejor.-No quiso decir nada más. Estaba muy confundido.

-Bien.-Suspiró y caminó hasta situarse al lado de Snape.- ¿Le puedo castigar o no crees que ha actuado lo suficientemente mal?

-Yo le castigaré,-La dijo.-no se preocupe.

-Si me permites,-Le explicó la Wingrove mientras Gregory pensaba que era mejor un castigo de ella.-te pediría que lo castigara yo, ya he pensado uno muy bueno.

-¿De qué trata?-Todos miraron con atención a la chica.

-¿Qué te parece si el Sr Goyle tiene que ayudar al Sr Lesbos?- Gregory sintió como si lo abofetearan.- ¿Y si le llevara la mochila o le ayudara con las Artes Oscuras? Es bastante bueno.- ¿Qué? No podía hacer eso ¿Qué diría Draco de eso?

-Es un buen castigo.-Reconoció Snape. ¡Oh, no!-Me ocuparé de que lo cumpla.-Le cogió por el brazo y lo llevó por el pasillo.

-¡Espere!-Vino la Wingrove corriendo el trozo que los separaban.- ¿No se quitaban puntos?-El profesor Snape la miró con una mueca.- Estuvieron pegándose puñetazos,-Explicó.-Por eso son. 10 puntos. ¡No me mire con esa cara!-Le dijo a Snape.-Usted le habría quitado, por lo menos, 25.-Dicho esto les dejó solos y entró en su despacho.

-Buena la has hecho.-No se atrevía a mirar a Snape a los ojos.-No he podido ayudarte, y no lo volveré a hacer si te peleas con los chicos por los pasillos a riesgo de que te vea cualquier profesor. Ahora vete a tu clase.-Snape se metió por un pasadizo y lo dejó solo. Gregory recordó de pronto que tenía clase con esa profesora y que posiblemente se enfadaría más si llegaba mucho más tarde. Empezó a correr mientras intentaba quitarse esas ideas de la cabeza. ¿Era verdad que no hacía falta ser pura sangre para ser poderoso? ¿Cualquier persona era inteligente? ¿Sabrían hacer hechizos tan fuertes como los de ella? De pronto comprendió que si Draco le veía pensando se reiría de él y paró de hacerlo. Ya tendría tiempo de pensar en esas tonterías cuando estuviera solo.

Entró en la clase y no le sorprendió ver a Wingrove en el escritorio.

-Siéntese, Gregory.-Le señaló su sitio al lado de Granger.-Estamos corrigiendo los ejercicios. Ron, pregunta 5, ¿Cuántos dedos tienen los hombres lobo?

-Cinco en cada pata.-Se le veía avergonzado.

-¿Y cuántas uñas?

-Pues. no lo sé, profesora Elizabeth.

-Bien, ¿alguien lo sabe?-Preguntó a toda la clase.- ¿Si, Hermione?

-Sólo tienen cuatro. Durante la transformación les desaparece la del dedo gordo.

-Muy bien.-Sonrió a la chica.-Draco, ¿Cuál es la noche más peligrosa para encontrarse hombres lobo?

-Si el 12 de Diciembre cae en luna llena es fatal para cualquier hombre lobo, pues , al ser la noche más larga del año, ni la poción luparia puede hacerlos mansos.-Dijo todo eso mirando a Potter, que le devolvió la mirada con determinación.

-Exactamente.-Dijo ajena al problema.-Si una persona se encuentra un.

Que le podía ocurrir a una persona no lo llegó a oír. Volvió a pensar en el asunto. Draco había dicho muchas veces que Dumbledore debía tener parientes muggles y que por eso los tenía tanto aprecio. Nunca había pensado en eso, no le dejaban, pero quizá fuese cierto. Antes no lo creía por que el viejo era muy poderoso y no concordaba con lo que le habían dicho. Ahora lo entendía. Dumbledore era poderoso aunque no fuese un sangre pura, porque no hacía falta tal cosa para ser poderoso. ¿Entonces? ¿Qué era?

ESTOS HAN SIDO LOS PENSAMIENTOS DE UNO DE LOS PERSONAJES MÁS TONTOS DEL LIBRO, PERO YO LE DOY PROTAGONISMO PARA PODER VER LA OTRA CARA DEL MAL. DEJEN REVIEWS Y GRACIAS POR LEER AHORA A LO MEJOR TARDÓ UN POCO EN ACTUALIZAR PERO NO OS PREOCUPEIS QUE SIGO