Algo Más
Capitulo 1 - "Sleeping Beauty"
La historia de mi vida.
Quién diría que yo que nunca he escrito más que canciones, iba a terminar
haciendo esto, ¿eh?
Pero aquí estoy, aburrido de la rutina y con ganas de intentar algo nuevo.
Aunque a final de cuentas nadie vaya a leerlo. Al menos tengo algo que hacer.
En fin...
Comencemos por donde se debe, por el principio.
Mi nombre es Sakuma Ryuuichi, nací un primero de abril y actualmente tengo
treinta y dos años. Vivo de escribir canciones y cantar. Fuí vocalista de la
famosa banda pop Nittle Grasper, tuve una carrera como solista en los Estados
Unidos de América y volví a Japón hace poco tiempo. Así mismo, Grasper se volvio
a integrar.
Pero siento que estoy yendo demasiado rápido. Además, esas son cosas que todo el
mundo sabe. Así que vayamos atrás, muy muy atrás.
Vayamos a mi infancia.
Recuerdo que cuando era niño vivía con mi madre, mi padrastro y mi hermana
mayor, Akari. Nos habíamos acomodado en un departamento en una zona de clase
media y aunque no gozábamos de todos los privilegios que nos hubiera gustado,
estábamos bien.
La historia con mis padres es la siguiente. Mi padrastro había sido novio de mi
madre por muchos años, desde la preparatoria. Al poco tiempo después de
graduarse, nació mi hermana, pero mi padrastro nunca quiso casarse, así que se
separaron. Unos tres años y medio después, nací yo. Fruto de una breve relación
entre mi madre y mi padre, que luego, convenientemente, se dio por desaparecido.
Mi madre, con dos hijos y sin el apoyo de su familia, se vio obligada a buscar
al padre de Akari y pedirle ayuda. Él puso algunas condiciones, pero finalmente
aceptó... se casaron y todo. Pero mi padrastro tampoco tenía mucho dinero que
digamos, así que terminamos todos viviendo en un apartamento pequeño. En cuanto
yo cumplí los cinco años, mi madre empezó a trabajar también.
Akari, que ya tenía ocho en aquel entonces, era mucho más madura que cualquier
niña de su edad y era quien se encargaba de cuidarme siempre que mi madre no
estaba. Preparaba la comida y hacía una que otra labor doméstica, además de ir a
la escuela.
Mi padrastro me tenía asco, pero esa es otra historia.
Mi madre siempre fue una gran amante de la música y bien supo transmitirle esa
pasión a sus hijos. Akari y yo pasábamos el día inventando canciones que luego
cantábamos mientras arreglábamos la casa (bueno, en realidad yo sólo ayudaba un
poco) y jugábamos a ser famosos. Akari siempre dijo que cuando creciéramos, nos
íbamos a hacer millonarios con nuestras canciones e íbamos a poder ayudarle a
mamá y "pap".
Mi madre sonreía y nos alentaba.
Mi padrastro sonreía y le recomendaba a Akari mantenerme lejos si quería
triunfar.
En aquel entonces, era yo muy pequeño para entender el porqué mi papá no me
quería. Porque sí, pensaba yo entonces que ese hombre era mi papá. Y aunque él
moderaba mucho sus comentarios ofensivos cuando mi madre estaba presente, no
dudaba en "bromear" con echarme a la calle o venderme a alguien para salir de
nuestras deudas cuando estábamos solos o únicamente con Akari.
Yo realmente le tenía miedo. Lloraba y me escondía detrás de mi hermana. Llegaba
entonces mi madre a preguntar por el motivo del escándalo y mi padrastro me
revolvía el cabello riendo y comentando que yo no sabía aguantar una broma.
Me sentía realmente mal de ver cómo todas las atenciones iban para ella. Las
felicitaciones, los premios, las risas... pero no la odiaba, ni a ella ni a mi
padrastro. Simplemente pensaba que yo estaba haciendo algo mal y que tenía que
averiguar qué era.
Desgraciadamente todos mis esfuerzos por mejorar fueron en vano, y cuando
cuestionaba algo a mi padrastro el respondía algo sobre la línea de "estás
celoso de tu hermana" o "le tienes envidia" y procedía a reprenderme.
Fue más o menos por aquellas fechas, que Akari empezó a enfermar. En un
principio, pensamos que era todo parte del cansancio de tener que hacerse
responsable por demasiadas cosas, pero pronto nos dimos cuenta que era algo más
que simple cansancio.
Después de todo, el cansancio no era algo que te hiciera toser sangre con
frecuencia.
El día que tuvieron la primer consulta con el médico, mi madre regresó muy
alterada y mi padrastro se encerró con ella en su habitación. Akari llegó a
nuestra habitación con un libro entre los brazos.
-Me sacaron sangre...-dijo, señalándome la cicatriz del brazo.
-¿Te dolió mucho?-bajé de mi cama con Kumagorou sobre la cabeza para ver el
piquete.
-Más o menos...-sonrió ella. -¿Qué hacías con Kumagorou?-me dirigió una mirada
sospechosa.
Fue entonces que me dí cuenta que llevaba al conejo en la cabeza y rápidamente
me lo quité para dárselo. -¡N--nada! Es que... me dijo que te extrañaba y que
necesitaba un abrazo...-me sonrojé, mirando al suelo.
-Bobo-me abrazó fuerte y yo le devolví el gesto en cuanto pude reaccionar.
Kumagorou, era un conejo de peluche rosa que le había regalado mi madre en su
cumpleaños número siete. Yo siempre había adorado ese conejo y mi hermana lo
sabía, por eso me había dejado elegirle el nombre y también por eso me lo
prestaba siempre que yo quería.
Luego de aquél abrazo, Akari me contó que los análisis no estarían listos sino
hasta unos días después. Me mostró el libro que traía con ella, que por cierto
le habían comprado de regreso del médico.
"La Bella Durmiente".
Esa noche, recuerdo haberme quedado dormido en la cama de Akari, abrazado a
Kumagorou y escuchándola leerme el cuento.
Esa noche, recuerdo que fue la última noche tranquila que pasé a su lado.
Algunos días después, fue la
entrega de los análisis de sangre. Si el día de la primera revisión mi madre
había regresado mal, el estado en el que volvió ésta ocasión era indescriptible.
Hacía todo lo posible por no llorar, pero no podía contener las lágrimas y
temblaba de una manera horrible. El padre de Akari no hacía más que abrazarla y
decirle que las cosas iban a estar bien, que todo iba a salir adelante. Mi
hermana parecía estar tan perdida como yo.
Pasaron dos o quizá tres días en los cuales mi madre no fue a trabajar. Akari
pasaba todo el día en cama y yo esperaba afuera del cuarto a que mi madre
saliera con más pañuelos manchados de rojo para lavar. Desde luego, tampoco
estábamos yendo a clases.
Así, el cuarto día mi madre y mi
padrastro salieron desde muy temprano, encargándome que cuidara de Akari (que
seguía en cama). Si mal no recuerdo, iban a ir a ver a algún primo de mi
padrastro para pedirle un préstamo.
Después de despedirlos en la puerta y asegurarme de que quedara bien cerrado,
volví a nuestra habitación para cumplir con lo que se me había encargado, pero
Akari no estaba en la cama.
-¿Neechan...? Neechan, ¿dónde estás?-corrí a buscarla por el departamento. -¡No
puedes estar de pie no da, tienes que descan...!-cuando por fin pude ver sus
ojos castaños, ella se encontraba en la sala de estar. Tenía a Kumagorou y el
ventanal de detrás estaba abierto.
-Ryu-chan...-murmuró débilmente.
-¡Vamos! ¡De vuelta a la cama! ¡Si mis papás se dan cuenta que te dejé ponerte
de pie, se van a enojar mucho!-la tomé de la mano y tiré suavemente.
Akari negó y me sonrió tranquilamente. -No hace falta Ryu-chan...
La miré, sin saber qué decir. Ella se agachó un poco para estar a mi altura, le
dio un beso al conejo de peluche y lo puso en mis manos. -Siempre te gustó
mucho... ne?
Asentí mientras miraba la pequeña mancha de sangre que le habían dejado los
labios de Akari al peluche. -Pero... Kumagorou es tuyo na no da...
-Ryuuichi, ¿me harías un favor?
Volví mis ojos a los de ella.
-Quiero que cuides mucho a Kumagorou y que te cuides mucho tú también. Quiero
que nunca pierdas ese brillo, esa alegría... quiero que cumplas nuestro sueño...
-¿Neechan...?
Me abrazó más fuerte que la vez pasada y pude sentir sus lágrimas mojándome. La
abracé muy fuerte también y empecé a llorar sin saber siquiera por qué.
-Te amo Ryu-chan, nunca lo olvides...
-Pero... ¿por qué dices esas cosas neechan...?
Akari me dio un último apretón al tiempo que susurraba. -Brilla Ryuuichi, llega
a lo más alto y brilla por los dos...
-Neechan...
Fue entonces que ella me empujó haciéndome caer hacia atrás.
Cuando levanté la vista, lo último que alcancé a ver fue a Akari cayendo por la
baranda del balcón.
Lala creo que voy a empezar a ser
odiada desde el primer capítulo /silba/.
Por cierto, ¿qué cosa apestosa hizo ff.net que ya no puedo poner asterisquitos ni nada de eso? ¬¬/gruñe/.
En fin, creo que fue bastante claro todo acá. Ryu-chan y Kumagorou son de
Murakami Maki, su familia disfuncional es mía. Déjenme amenazas de muerte entre
los reviews o vayan a mi profile y entérense de otras medios por los cuales
asesinarme, graciaaaaaas.
