La Historia de Canuto
"En homenaje al querido personaje de H.P., que descansa en nuestros corazones, hasta el momento de resurgir. El jamás morirá mientras tenga personas que sigan creyendo en él!!!"
Disclaimer: todo lo que puedan reconocer no me pertenece. Aunque si nos ponemos a pensar, ahora Sirius nos pertenece a todas las que escribamos sobre él, ya que Rowling lo desechó de los libros.. o al menos eso cree XD su influencia es necesaria..
Éste es mi primer fic, espero que les guste
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Cap.1 Searching a HopeEl frío le calaba todos los huesos. Para qué negarlo; envidiaba a todos aquellos presos que tarde o temprano terminaban en la deliciosa locura, sin darse cuenta de la horrible verdad: estaban condenados a por vida en aquella oscura y lúgubre prisión. Entonces volvió a escuchar los gritos de la mujer que estaba en la celda de al lado. Desde hacía un tiempo se había dado cuenta que no eran gritos de locura. Entonces, luego de unos momentos de calma, un llanto infantil irrumpió en la calma del lugar.
Sirius abrió mucho los ojos, abalanzándose a la reja que lo separaba de la celda de al lado. En efecto, la mujer acababa de dar a luz a un pequeño. No hizo falta más que un par de miradas para que ambos se entendieran, y el hombre tomó a la criatura, escondiéndola de los dementores, que estarían más que felices de robar un alma tan pura como la del bebé.
Tanto Sirius como aquella desconocida sabían que a la última no le quedaba mucho tiempo, y en los escasos momentos de lucidez, le daba la leche necesaria, para luego volver a entregársela (pues era una niña) a joven mago, que la cuidaba para que ni su madre ni las tétricas criaturas le hicieran daño.
Al año la mujer murió, y Sirius tuvo que encargarse de la niña, que iba creciendo escuálida y casi sin emociones. Pronto se hizo lo suficientemente grande para que los dementores notaran su prescencia, y la encerraron en una celda apartada.
11 años después, Sirius logró escapar. Todos sabemos el trágico final acontecido 2 años después, menos aquella niña que el joven crió como pudo.
Claro, que cómo podía saber él que ella sería un punto clave en su vida..
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El barco se movía lentamente por las aguas. En él, el mago más famoso de Gran Bretaña, al que se decía era el único al que le temía el Que-no-debe-ser-nombrado, el director del mejor y más antiguo colegio del Reino Unido, Albus Dumblendore, y un profesor de Pociones, Severus Snape.
Entre la bruma que lentamente se disipaba, observaron una lúgubre torre que se elevaba hasta el cielo, la antigua Torre de Babilonia, actual hogar de despreciables criaturas. El barco atracó en tierra, y una ves que ambos conjuraron un potente escudo contra la influencia de los dementores, comenzaron a avanzar hacia el interior. Las criaturas se hacían a un lado a regañadientes, pues no tenían derecho a atacarlos, ya que venían con un permiso del Ministerio. Claro, que si supieran lo que iban a hacer realmente no estarían tan seguros.
El más joven de los dos visitantes, un hombre de piel cetrina y cabello negro pegado al cráneo tenía la cara hecha un poema, que claramente recitaba "porqué no me tiran un tiro!? Así sería más fácil..", y es que no le agradaba en lo más mínimo hacer lo que iba a realizar. Por otro lado, el anciano mago caminaba campante por los pasillos mugrientos, aunque en obvio desacuerdo de las condiciones bajo las que estaban los presos.
-Sabes Severus? Una ves que termine todo esto, creo que empezaré una campaña para que se derrumbe el sistema usado en Azkaban, claramente están violando los derechos que los muggles tan inteligentemente pusieron sobre los seres humanos- el susodicho sólo masculló algo incomprensible.
Al final llegaron a una de las celdas en las torres más altas, donde casi no había nadie. El director le indicó al profesor que se quedara donde estaba, y cautelosamente se dirigió hacia la celda más oscura y fría de todas. Una ves que llegó, con un hábil "Alohomora" (N/A: espero que sea así), abrió la puerta de la celda, y se internó en la oscuridad.
-Hola..?- preguntó suavemente. La magia no funcionaba en aquél sitio tanto como quisiera. Entonces, cuando parecía que no había nada, se escuchó un débil gemido, y a continuación una débil y ronca voz femenina.
-Quién está..ahí..?- Albus sonrió suavemente.
-La pregunta indicada ahora es..quién eres tú?- sintió un débil movimiento, y comenzó a vislumbrar una pálida figura acercarse a la luz.
-Re..recuerdo que me llamaba Ark..Arkangel. Siempre lo recuerdo..- Dumblendore ahogó un grito al ver la figura mortalmente pálida cubierta en una finísima túnica que se resbalaba por los finos brazos, y las costillas marcadas de la chica, que lo miró con unos ojos negros que parecían no haber visto la luz en mucho tiempo, porque el iris se cerró casi tanto como los de un gato. El cabello negro por la suciedad caía débil, yerto hacia abajo.
-Ven, saldremos de aquí, Arkangel-le dijo suavemente el viejo, sacando una túnica gorda y abrigada de un bolso que llevaba, colocándosela encima. La chica se sobresaltó ante esta acción, pero rápidamente se apretujó más en contra de la ropa, cerrando los ojos y susurrando:
-Es cálida..- cuando llegaron a donde Severus, éste también se sobresaltó, y a continuación la cargó, ocultándola bajo una capa. Se estremeció al darse cuenta que prácticamente su peso consistía en la capa sola, y no quiso ni imaginar como era que aún estaba viva.
Rápidamente bajaron de la estructura y se fueron del horrendo lugar. El plan se podría en marcha en cuanto estuvieran en Inglaterra, por lo que había que darse prisa.
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"La Torre de Babel, o también conocida como Torre de Babilonia era conocida como un portal entre los dioses y los humanos. Lamentablemente la codicia en aquélla estructura desató cruentas guerras, maldiciendo el lugar. Las almas en pena que murieron por verse obligados a llevar a su corona la Torre se convirtieron en las criaturas oscuras conocidas como dementores, que desde ese día en más vagan alimentándose de la felicidad ajena, rencorosos por estar condenados a no poder poseerla más.
Hay una profecía que relata que cuando llegue el momento del Armagedon, la Torre brillará y los dioses bajarán de la tierra dorada a ayudar al bando de la luz a derrotar a las tinieblas, y entregarle a sus hijos la paz prometida. Pero eso sólo pasaría si al frente del ejército se encontraba aquella criatura que no pertenece a ningún mundo; ni a los mortales ni a los inmortales, ni a los de las tinieblas ni a la luz. Sería, al final, su decisión el camino que seguiría, y con sus pasos la bendición o la destrucción del mundo.
Se dice que la única criatura que pudiera hacer eso nacería en la Torre de Babilonia, del producto de un ser oscuro arrepentido y de un ser brillante como la luz pura, que murió a manos del primero.
Sólo pocos saben que la Torre de Babilonia es la actual Cárcel de Azkaban, y mejor será que nadie lo descubra.."
-..Y, si ésa es su voluntad, podrá ir a la muerte misma, para traer vida- terminó de leer el párrafo del antiquísimo libro una mujer ya entrada en años, que esperaba impaciente en el Vestíbulo la llegada del Director de su colegio y del profesor de Pociones. Ella era nada más ni nada menos que la profesora de Transformaciones y sub-directora del colegio, Minerva Mc Gonagall (N/A: espero que se escriba así ). Entonces, para alegría de ella, la puerta que daba a los terrenos de Hogwarts se abrió, y por ella entraron las personas esperadas- Albus!! Es cierto esto que me diste a leer!!??- exclamó incrédula Minerva, acercándose rápidamente. Pero todo quedó en la pasado cuando vio a Snape bajar a una chica que miraba todo asombradísima- Por las barbas de Merlín...- susurró, comprendiendo todo.
-Querida Minerva, me alegro que estés aquí- dijo contento el director- serías tan amable de llevar a Arkangel con Poppy? Me imagino que ella no me perdonaría si sabe que tenemos una invitada tan mal y no le avisamos...
-Claro..- dijo, un poco en shock, pero se recuperó rápido, y poniendo una sonrisa se dirigió a la chica, que ya se había acercado a ella- ven conmigo pequeña, necesitas que te vea un doctor.
-Un qué?- preguntó confundida. Sin embargo, y ante el signo de "delo por imposible" de Dumblendore, Mc Gonagall guió a la chica hacia la enfermería.
-Severus, déjame decirte que no te veo muy contento..- le comentó inocentemente el director al hombre, y este, harto, le dijo secamente, mientras se dirigía a las mazmorras.
-Bah, cállese.
Hola! Espero que les haya gustado. Sé que quizá está algo extraño el principio, pero para las fans como yo de Sirius, se les dará una idea de cómo viene la cosa.. y no se preocupen, tengo bien el mente que el protagonista es Harry, no lo dejaré de lado. Dejen r/r, sii?
Kisses!
Ayhna
