Primero perdón por la demora y segundo muchísimas gracias por todos los reviews y perdón por no contestarlos en este capítulo pero sepan que me dan muchísimo ánimo y me impulsan a seguir este fic y bueno espero que les guste este capítulo
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Ghdfsbdfgsdfg ---- predicciones o ancianos
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Capítulo 5 ¿porqué?
El santuario permanecía en un expectante silencio, había sido vaciado de sus más sabios y antiguos adivinos sólo un día antes, todos parecían estar quietos en espera de una señal que sin duda tardaría al menos dos semanas en llegar, es por eso que cuando un grito resonó a mitad de la noche más de uno se despertó sobresaltado, a pesar de estar muy alejados el grito había resonado directamente en sus mentes, eso de tener una sensibilidad extraordinaria a veces resultaba contradictorio, todas las luces se encendieron, bolas de cristal y cartas fueron sacadas para ver la razón de tal agitación. Varios niños salieron de sus habitaciones reuniéndose en compactos grupos susurrando entre ellos
-Matilde ¿Qué fue eso?
-No lo sé ¿lo has escuchado también?
-Shhh…alguien viene guarden silencio!
Se volvieron sólo para soltar un grito de sorpresa, y se arrodillaron azorados, con la Pitia al frente se encontraba uno de los cuatro de Delfos, nadie recordaba haber visto a uno salir del ala sur en….bueno nadie era lo suficientemente viejo como para recordar haberlos visto fuera de la sala del oráculo, Helena les miro reprobadoramente mientras el anciano se limitaba a avanzar sin producir otro sonido que no fuera el suave murmullo de su túnica al rozar el suelo. Por fin llegaron a su destino, pasando las tres puertas protegiendo el recinto del oráculo, pasaron otras dos habitaciones hasta llegar ante una especie de cuarto completamente cubierto de velos entrelazados en complicados patrones como en una telaraña especialmente elaborada, Helena levantó su mano
-Soy Helena sacerdotisa de Delfos…
Los velos de pronto se separaron dejando una especie de túnel entre ellos, al final se encontraba una puerta de madera con el símbolo de Delfos en ella, la abrieron y una extraña imagen se les presentó, Éter sostenía a Harry contra la cama, este parecía histérico, gritaba y se removía protegiéndose el torso, la túnica del chico así como la cama tenía varias manchas rojas, Helena comprendiendo la situación gritó furiosa, al tiempo que ayudaba a Éter a mantener al chico bajo control.
-¡Datis!¡¿Dónde está esa endemoniada serpiente?!!
La puerta se volvió a abrir, un rayo blanco pasó por ella seguida de Hémera la cual lucía por demás agitada, unos segundos después la serpiente se encontraba enrollada en el cuello de Harry, este se calmó la serpiente empezó a silbar rítmicamente al tiempo que sus ojos brillaban, el-chico-que-vivió abrió los ojos de pronto, respirando entrecortadamente, la serpiente se desenroscó y se mantuvo enrollada mirándole
-Shhh…tranquilo…esta bien vamos respira…
La joven de pelo plateado estaba junto a la cama con una cesta en manos, en ella había varias vendas, así como varios frascos y unas hierbas verde pálido. Los ojos de Harry se cerraron un momento para después volver a abrirlos, pestañeó varias veces antes de intentar incorporarse, conteniéndolo firmemente con una mano Helena empezó a desabrocharle la camisa, revelando varias cortadas bastante profundas, miró a la serpiente severamente..
-¿Se puede saber que hacías lejos de tu amo?!¡Mira nada más cómo está ¿te imaginas si hubiese sido un asesinato?!!
La serpiente bajó la cabeza cerrando su capucha encogiéndose en una pequeña bola. Harry se miró las heridas con asombro.
-Yo…pero fue un sueño!
-No Harry fe una visión…
Helena estaba fúrica y bastante pálida, Hémera se acercó a la cama y empezó a curar las heridas poniendo un poco de una poción sobre las heridas para luego cubrirlas con una hoja de las plantas, Éter a su lado le tomaba el pulso a Harry mirando a la serpiente y a su hermana con enojo. Helena se separó viendo cómo los dos adivinos le curaban las heridas al chico, este temblaba de ves en cuando.
- …. pero yo ya había tenido sueños antes!!Si a veces podía sentir dolor, pero esto…¿qué pasó?
-Harry…escucha, lo que veías antes eran únicamente por tu conexión con Voldemort, lo que viste probablemente ni siquiera haya sucedido…todavía, a esto me refería cuando te dije que algunas visiones podían resultar peligrosas, ¿fue una pelea lo que viste?
…fue un ataque, estaban atacando a un hombre….le lanzaron unas flechas……las flechas rasgaron su ropa, estaba herido…en el pecho.
-Cinco heridas
-Si…¿pero como?, había escuchado que los videntes podían incluso sentir dolor, o marcas, pero esto…
El anciano que había permanecido observando todo se acercó quedando al lado de la cama mirando al chico con una sonrisa satisfecha en el rostro.
-Pero mi niño, tu no eres un simple adivino, has recibido dos gracias, la primera, la de nacimiento, laque liberamos el día de tu llegada, la segunda te fue entregada por la luz de Apolo ayer precisamente, tu poder sobrepasa por mucho a cualquiera, éstos sólo es un pequeño atisbo de tus poderes. A decir verdad incluso para un oráculo has demostrado tener un gran potencial. Helena esperaré la predicción, informaré de esto a los tres.
Harry miró al anciano dejar la habitación, no le gustaba la forma en que le miraba, ni el extraño brillo de sus ojos al ver sus heridas. Helena tomó la palabra.
-Harry a partir de ahora recibirás este tipo de visiones inesperadamente, ayer durante la ceremonia, ¿recuerdas la luz?-el chico asintió- esa luz le llamamos la luz de Apolo, sólo el oráculo y sus guardianes pueden ser tocados por ella, si cualquiera intentara siquiera entrar en el círculo es probable que moriría al instante, no sabemos con certeza qué o quien la produce, sólo que su origen está en algún punto del monte Parnaso, en nuestro antiguo hogar, bajo ella el oráculo es capaz de consultar específicamente lo que desee, pero fuera de ella, sus poderes suelen tener pequeños escapes, resultando en este tipo de visiones, muchas de ellas sin mayor relevancia, sin embargo existen ocasiones especiales en que el oráculo recibe profecías y visiones muy importantes, pero esas tiene una manera especial de manifestarse…
-¿Especial?
-Si, pero varía con cada oráculo, pueden ser en que de pronto hables en otro idioma, lo normal es que sean en forma de acertijo, aunque ha habido casos en los que algunos sienten la necesidad imperiosa de dibujar o incluso de cantar…no pongas esa cara!....por ahora nos ocuparemos en que puedas controlar mejor estas visiones, no te preocupes, mientras a Hémera y a Datis no se le vuelva a ocurrir la tontería de dejarte solo, ellas se encargarán de que no sufras daños. Ahora trata de descansar, ¿sabes? El venerable anciano tiene razón tus poderes sobrepasaron nuestras expectativas me has dado un buen susto, creo que cada adivino o mago con un mínimo de sensibilidad escuchó tu grito.
El chico se sonrojó profundamente, estaba acostumbrado a los sueños y a gritar en medio de la noche, pero eso de que cientos o tal vez miles de personas le escucharan….
-Mi señor…
Volteó a ver a la joven, ella y la serpiente le miraban tristemente, mientras el otro guardián parecía muy interesado en la tela de las cortinas.
-Mi señor…lo sentimos mucho…nosotras salimos sólo un minuto, no pensamos que las visiones fuesen a empezar tan pronto…
Hémera parecía al borde del llanto y la serpiente se retorcía. Harry se limitó a consolarlas, le dolían mucho las heridas.
-Está bien, tranquilas….yo estoy bien….
-¿Le duele mucho?
La joven se acercó a su amo cautelosamente, el chico se limitó a sonreír ligeramente negando con la cabeza, la chica se dio la vuelta y desapareció detrás de una cortina para aparecer de nuevo esta vez cargando un arpa de mediano tamaño echa de una madera clara, su hermano le acercó una silla junto a la cama y él mismo se sentó en un sillón no muy lejos de ellos, la serpiente se enroscó en si misma, la muchacha empezó a tocar una melodía suave, sus dedos deslizándose con gracia por el instrumento, el sonido tranquilizó a Harry, la música le parecía familiar, sus ojos se cerraron dejándose arrullar por el sonido.
~*~
Los alrededores de Hogwarts permanecía en total silencio, había un algo en el ambiente, el aire parecía pesado, la escasa luz de la luna era ocultada por una pesada cortina de negras nubes, de entre la gigantesca masa de árboles del bosque prohibido una sombra se deslizó adentrándose en los terrenos del colegio, paso a paso fue subiendo escaleras, doblando pasillos sin siquiera titubear, por fin llegó a una gárgola de piedra y le contempló unos instantes, para después susurrando una única palabra entró en el hueco abierto
~*~
-¿Aún no?
-No…aún no-Fue la cansada respuesta del director, después del incidente de la chimenea, Hermione, Ron y Remus se reunían cada noche después de la cena para preguntar acerca de los inexistentes avances respecto a Harry, lo único que le habían podido sacar al anciano era que algo llamado la orden de Delfos tenía que ver con todo el asunto, por supuesto Hermione y Ron habían pasado los últimos días devorando la biblioteca en busca de información, fallando miserablemente, se le mencionaba en una gran cantidad de libros, pero ninguno daba datos específicos, ni detalles, como si la endemoniada orden fuera un simple rumor, en ese momento se encontraban reunidos entorno al escritorio, Lupin sirviendo el té lentamente, la luna llena llegaría en menos de una semana y se le veía bastante enfermo, por decir lo menos, Hermione tomó la taza con manos temblorosas, al parecer llevaba demasiado tiempo sin dormir y unos círculos negros se habían formado debajo de sus ojos, aún traía el libro rojo en sus brazos apretado contra su pecho, Ron por su parte estaba recargado en la pared, no parecía llevar la situación muy bien.
La habitación quedó en absoluto silencio, al parecer su mejor esperanza de noticias era el profesor de pociones, sin embargo éste llevaba más de una semana tarde, de pronto el licántropo levantó la vista fijándola en la puerta.
-Algo viene…-Todos le miraron y el silencio se acentuó aún más, después los demás pudieron escuchar lo que parecían ser el sonido de los cascos de un caballo, la puerta se abrió dejando paso a un majestuosos centauro, su pelo color acero y sus brillantes ojos zafiros les paralizaron, llevaba el torso y la grupa cubiertos con una larga y vaporosa tela negra dándole un aire misterioso, se inclinó en una suave reverencia sin bajar el rostro, su rostro era maduro y menos salvaje que los centauros del bosque prohibido, se acercó al escritorio y sacó de entre los pliegues de sus ropas un sobre amarillento el cual estiró en dirección de Dumbledore.
-Albus Dumbledore, he sido enviado por la Orden de Delfos, esperarán su respuesta después de que se cumpla.
Con una nueva inclinación y antes de que alguien lo pudiera detener la criatura salió de la habitación. De pronto Ron pareció reaccionar
-D-de Delfos?!!¡¡¿Espera?!!
-¡Ron!
El chico fue detenido por su ex -profesor el cual miraba la puerta.
-¡Pero el es de la orden!!¡¡El debe de saber..!!
-Sr Weasley, ese fue un mensajero silencioso, no nos hubiera dicho nada ni aunque lo torturáramos durante horas, y creo que sabe que luchar contra un centauro no es algo sabio.
-Pero..
-Ron..por favor
El chico miró a Hermione, esta miraba intensamente la carta en manos del director.
-¿profesor?-Al aludido levantó el sobre y con mucho cuidado lo rasgó sacando un pergamino doblado a la mitad, lo leyó unas tres veces antes de levantar la vista, Hermione se estremeció ante lo que vio en ella.
-Remus has el favor de llamar a la orden, tenemos problemas.
~*~
-¡¡FUERA AHORA!!!!!
El muchacho salió corriendo sin siquiera molestarse en cerrar la puerta, en la habitación un hombre se dejó caer pesadamente en un sillón parecía al límite de sus fuerzas, ¡dos semanas! el fruto de dos semanas había sido destruido por ese maldito chiquillo, la poción por fin parecía lista, sólo una exposición a los rayos de la luna y una pizca del ámbar y su libertad le hubiese sido devuelta. Porque un prisionero era como se sentía Severus Snape, sin posibilidad de salir de la habitación más que para recoger ingredientes, porque, no iba a pedirle de ninguna manera a uno de esos niñatos que le llevaran a un lugar donde pudiese observar en silencio el cielo nocturno como a él le gustaba, ¡no por supuesto que no!, miró con desesperación a su alrededor, todo estaba en perfecto orden a excepción de un frasquito derramado en el piso, vio unos zapatos blancos en el umbral
-¡Creí haberle dicho que no te quería volver a ver!
-Oh por supuesto que lo hiciste Severus, pero como siempre no te lo puedo conceder.
El hombre ni siquiera se molestó en retirar la mano de su rostro, a sabiendas de quien era.
-Verás mi estimado primo, acabo de encontrarme en un corredor a un aterrado aprendiz, ¿de casualidad no tendrás algo que ver?
-Pues verás Pitia-Haciendo énfasis en esa palabra el hombre extendió su brazo en dirección del caldero donde hervía un líquido negro y viscoso- mira lo que hizo tu querido aprendiz
La mujer se acercó con precaución al caldero- No soy muy versada en pociones pero ¿no debería de ser gris pálido?
-¡Qué observadora! De echo a estas alturas debería de estar transparente y casi lista, pero resulta que ¡ese estúpido chiquillo me hizo el gran favor de meter la mitad de su pelo en el caldero al asomarse a ver!!
-Ah..ahora entiendo el extraño corte de pelo, y yo pensé que se lo había quemado..
-Derretido sería más exacto, en resumen tengo que volver a comenzar desde el principio…
Snape volvió a sentarse cansadamente mirando con desesperación el caldero, amaba hacer pociones, y entre más complicadas mejor, pero ese lugar estaba minando sus fuerzas, sentía lo vigilaban a cada paso, esas cuatro paredes le ponían claustrofóbico, si hubiese estado en un oscuro calabozo con la única iluminación de una vela se hubiese sentido más cómodo, pero ese lugar simplemente era estresante, mantener la guardia 24/7 simplemente era agotador, además entre más pensaba en los probables efectos que la mezcla de los ingredientes que contenía el elixir podían causar , menos le agradaba el asunto.
-No se puede arreglar?
-No, tardaría lo mismo intentando rectificarla que haciendo una nueva, no te imaginarías la cantidad de propiedades que el cabello humano puede otorgar a una poción, no quiero ni pensar además todas las sustancias que ese idiota se puso en el cabello además……
-¿Cuánto tiempo?
-Una semana y media, tal vez más, no sé……¿crees que él resista?
-Helena?- La mujer miraba el oscuro líquido y metió una cuchara de plata de la mesa, esta se disolvió apenas ésta entró, la mujer sonrió enigmáticamente- Es fuerte, lo logrará, pero debo de pedirte que te des prisa, me queda casi nada de la poción, de echo he tenido que diluirla aún más.
-Sabes, para ser una medicina tiene unas propiedades bastante curiosas, es que…¡bueno ni siquiera Longbottom pondría juntos polvos de cuernos de bisonte y amapolas blancas!, eso es la base de un buen número de venenos de lento efecto, además he calculado de otros ingredientes posibles efectos secundarios: debilitamiento de los huesos y músculos, dolores muy agudos de cabeza, posibles pérdidas de conciencia, nauseas, ceguera temporal, y creo también que podría dañar ciertas regiones del cerebro en especial las relacionadas con la memoria, ¿debo seguir?
-Conozco esos posibles efectos Severus, pero desgraciadamente este es el último recurso que nos queda ¿Acaso crees que arriesgaría así su salud si hubiese otra manera?,
-La verdad es que te creo capaz de casi todo, ¿Puedo preguntarte cuánto le has administrado?
-La verdad es que casi nada, en verdad es una cantidad despreciable la que le hemos dado, y por supuesto que ha sido diluida antes, créeme primo, daría mi vida antes de lastimar a ese niño, no tienes la menor idea de lo importante que es para todos…
~*~
No se había visto reunido un grupo de Aurores tan numeroso ni de tan diferentes nacionalidades, desde el primer tiempo del Señor Tenebroso, desde hacía una semana grupos enteros de los mejores Aurores de las más diversas naciones habían sido mandados en absoluto secreto a la isla de Cerdeña, más específicamente a las afueras de la ciudad de Sassari, un lugar hermoso sin lugar a duda, un centro de comercio de vino y víveres, en las afueras incluso se encontraba una comunidad mágica, la cual vivía al mismo ritmo que su contraparte muggle, la misma vida pacífica por los alrededores se habían escuchado rumores de algunos extranjeros vestidos en largas capas negras (a pesar del cálido clima) en las afueras de la provincia.
Más allá de la ciudad, un centro de mando había sido instalado, protegido por las mejores barreras y hechizos, escondidos en lo profundo de un espeso bosque los Aurores permanecían escondidos, tenían la orden terminante de no moverse del lugar, les habían dado el lugar y la hora, la torre había sido localizada una semana antes, incluso habían visto pasar a un encapuchado cerca del campamento, sin embargo las órdenes eran claras, no debían moverse del lugar hasta después de las diez de la noche del veintinueve de septiembre, sería esa misma noche.
Para cuando dieron las diez los escuadrones ya estaban formados, cada uno con sus distintivos uniformes, varitas en mano, algunos de ellos además traían otros artefactos, ¡incluso se encontraban dos miembros de la legendaria orden del fénix que se creía desaparecida!, había entre el grupo de Aurores, tres fotógrafos, especializados en tomar fotos de combates o desastres naturales, no les habían dicho de que o quien tenían que formar una foto, sólo que en cuanto lo vieran lo sabrían, y se tuvieron que resignar. A la señal los grupos empezaron a avanzar. En el campamento se quedó un grupo protegiendo una carpa, en ella se hallaban cinco personas, cuatro hombre antiguos protectores de la torre y una mujer, estaba vestida con una sencilla túnica azul marino, parecía conmocionada y miraba nerviosa una pesada urna de piedra que yacía bajo numerosos hechizos protectores.
-¿Disculpe?-La mujer se levantó de su silla mirando al imponente Auror segundo al mando de la operación, el cual veía en un mapa de la zona cómo varios puntos de colores se movían solos sin duda representando los diferentes grupos.
-¿Si?
-Bueno es que…verá tal vez no lo sepa pero esa urna contiene algo muy peligroso, ¿acaso no deben de llevarlo a otro lugar?
-No se preocupe srita tanto lo que contiene la urna, como usted están a salvo, déjelo en nuestras manos.
A las once en punto la torre estaba rodeada, un animago en forma de cuervo vigilaba desde lo alto de la torre, cinco Aurores habían ocupado el lugar de los antiguos moradores, todos ellos usando la poción multijugos, al rato el cuervo graznó tres veces, los Aurores se agazaparon en sus escondites, a los pocos segundos un grupo de encapuchados, al menos treinta rodearon la torre, derribando al aparentemente débil guardia de la puerta, pasaron unos segundos después de los cuales el cuervo se lanzó en picada al suelo, luego de eso se desató el infierno.
~*~
"………después de que el mismísimo ministro diera a conocer el regreso del Señor Tenebroso, las fotos que se le muestran son genuinas, fueron tomadas por tres de los más respetados fotógrafos mágicos de la actualidad: el profesor Thomas Dilon, de la sociedad de fotografía de la Atlántida, el Sr. Vasili Nevski, miembro honorario de la U.A.G. , y por último Sofía Whitman, una de las más reconocidas fotógrafas de guerra proveniente de los Estados Unidos.
El echo fue dado a conocer el día de ayer, durante una conferencia de prensa dada por el ministro, en la cual dio a conocer su determinación "…y sin duda no pararemos de luchar, hasta que esta amenaza sea destruida, en estos momentos debemos de permanecer unidos, hago un llamado a todo el mundo para que enfrentemos estos tiempos, les pido su cooperación pero sobre todo su fe…."(el discurso completo podrá ser encontrado en la página 2-A) después el secretario de defensa dio a conocer que se abrirán al menos cincuenta nuevas escuelas para Aurores, se ha hecho un llamado para todos los magos mayores de veintidós, años, en lo que sin duda resulta es la preparación para una inminente nueva guerra……………………………fuentes fidedignas han hecho de nuestro conocimiento que al parecer lo que se guardaba en la torre era ni más ni menos que la Orbe de las almas, una poderosa arma de la magia negra que se supone había sido destruida hace más de dos siglos, el ministro de magia de Italia tendrá que comparecer ante la orden internacional de seguridad mágica el próximo martes. Pero lo más importante al parecer fue el echo de que la información necesaria fue dada por una fuente por demás inesperada: El oráculo de Delfos, sin lugar a duda la orden de Delfos ha sido durante siglos una de las más respetadas órdenes de adivinos, pero desde hace doscientos años que su oráculo se hallaba presuntamente perdido, en nuestra próxima edición daremos información acerca de esta noble organización, sin duda la llegada de tan legendaria fuerza será de gran ayuda en estos tiempos, el Sr. Michael……………."
Albus Dumbledore dejó sobre su mesa el periódico, lo había leído por lo menos tres veces, miró también el informe de la orden del Fénix que a grandes líneas se podía decir en: Cinco mortífagos capturados, cuatro muertos, Voldemort había huido, la urbe estaba a salvo…..el hombre suspiró cansadamente, la verdad había deseado con toda su alma que la predicción hubiese sido falsa, por varias razones….. bueno al menos era claro que los de Delfos estaban en contra de Voldemort, si no….no mejor no pensar en peores escenarios, miró nerviosamente la chimenea, la verdad es que se empezaba a preocupar por Severus, si sus suposiciones eran ciertas, y generalmente lo eran, Harry también estaba ahí y no en buena posición, sólo rogaba por que el hombre se diese cuenta.
~*~
Harry se dejó caer pesadamente en una silla, después de su primera adivinación, rara vez veía algo fuera de las paredes de su alcoba, sus poderes aumentaban a cada momento, y sin embargo a la par se sentía cada vez más débil, si no estaba durmiendo entonces estaba en un estado semiinconsciente, ahora cinco días después de esa horrible visión sus heridas estaban un poco mejor, pero estaban tardando mucho en sanar, por suerte un suave sonido a su espalda le relajó, Hémera estaba tocando el arpa, el chico sonrió, la música lo calmaba y le permitía relajarse, cerró los ojos, deseando ver aunque fuese las demás habitaciones del santuario, estaba pensando en eso cuando sintió un extraño mareo, sin embargo no abrió los ojos, sino que se obligó sin saber la razón a tranquilizarse, de pronto pudo ver la imagen de uno de los pasillos ante si, mirando hacia abajo vio sus cuerpo, escuchó algo a sus espaldas pasos, buscó un lugar dónde esconderse, pero antes de que pudiese hacer algo una puerta a su lado se abrió traspasándolo, de ella salió un muchacho no mayor que el mismo y los traspasó al igual que al puerta, Harry sonrió sin duda esto era algo así como una proyección astral o algo así, recordaba que alguien le había hablado durante una hora acerca de ese tema, sólo que no recordaba quien, de pronto se dio cuenta de que por primera vez podía ir a cualquier lugar que desease, empezó a caminar, cuando algo llamó su atención, la puerta se volvió a abrir y el chico ahogó un grito a ver aparecer al tal Snape en el umbral, estaba vestido con una túnica blanca, y por alguna extraña razón Harry tuvo el impulso de levantar una ceja ante la visión, la imagen de ese hombre vestido en blanco le parecía definitivamente mal.
El hombre volvió a la habitación y Harry le siguió, le vio revolviendo un caldero y frunció el ceño en confusión, esa escena se le hacía vagamente conocida, se acercó al hombre para examinarlo mejor, "intentó matarme…"murmuró y su voz sonó extraña como si viniese desde muy lejos, se fijó en su rostro, bueno ciertamente tenía cara de pocos amigos, pero de eso a ser un asesino…..miró sus manos, eran delgadas, pero fuertes, le revisó largamente era alto, no era precisamente un adonis, pero tenía un cierto aire de misterio y seguridad que le resultaban muy familiares, el hombre no le despertaba sentimientos de odio, ni siquiera sentía resentimiento en su contra, bueno tal ves estaba esa pequeña punzada de miedo y un poco de exasperación, bueno a decir verdad sus ojos eran de verdad interesantes, lo que se podía ver a través de la túnica no estaba nada mal y esos brazos….¡¿De dónde había venido eso?, Harry se alejó un poco ¡no!, de ninguna manera se sentía ni remotamente atraído a ese hombre, bueno es que en primera a él le gustaban las mujeres ¿cierto?, bueno ahora que lo pensaba, no recordaba gran cosa de su pasado, ¿ y si….?, miró al hombre, esta vez más críticamente, si, no le resultaba una vista desagradable, el hombre se dio la vuelta y su túnica voló a su alrededor dramáticamente, los ojos del chico siguieron el movimiento, de pronto una imagen del hombre en una túnica negra…calderos…paredes de piedra, un chico pelirrojo a su lado revolviendo un caldero, el hombre inclinado s su lado mirando críticamente un caldero, una imagen tras otra le golpearon y se sintió caer, de pronto abrió los ojos, se encontraba de vuelta en su habitación, estaba sudando, Hémera seguía tocando ¡¿Qué demonios había sido eso?!¿Una visión? No, algo le decía que no había sido una visión, más bien recuerdos, ese hombre tenía algo que ver con su pasado y estaba seguro que más que como su presunto casi-asesino tenía que hablar con el hombre a costa de lo que fuera..
-¿todo está bien?
Hémera estaba a su lado aparentemente había dejado de tocar, le miró y haciendo un supremo esfuerzo sonrió inocentemente, poniendo una barrera en su mente como Helena le había enseñado, sabía que si así lo deseaba ni la misma Helena era capaz de traspasarla para ver sus pensamientos.
-Si…bueno es que esa melodía, no se….se me hace conocida ¿cómo se llama?
-…lluvia de verano..
-¿puedes tocarla de nuevo? Me gustó mucho- La chica simplemente le sonrió y regresó a su lugar y volvió a tocar, mientras Harry empezaba a trazar su plan, estaba decidido vería a ese hombre aunque fuese lo último que hiciese en su vida.
Tres días después Harry tenía todo listo, parecía que se habían olvidado de él, durante todo el tiempo Helena había sido una constante en su vida, ahora rara vez la veía, parecía que algo muy importante estaba ocurriendo y todos se hallaban ocupados, incluso Hémera y Éter salían y entraban, Dátis y él mismo eran los únicos que aparentemente estaban sin nada que hacer, Harry por su parte haciendo acopio de todos su conocimientos había localizado el lugar exacto en donde se encontraba el hombre, había trazado mentalmente un mapa trataría de predecir el movimiento de los adivinos evitándolos, un error, un solo vistazo a su persona y su plan se vendría abajo, había tomado "prestadas" unas ropas de Éter, así como un útil velo, miró a la chica a su derecha, estaba escribiendo algo en un pergamino, en algunos minutos ella sería llamada de emergencia así como Éter, o al menos eso habían dicho las cartas, tenía sobre una mesa una bola de cristal, le había dicho a Hémera que estaba aburrido y que iba a practicar, la verdad es que no le gustaba demasiado usar la bola de cristal, pero resultaba uno de los métodos más exactos para predecir periodos cortos de tiempo, vio en su bola como los dos hermanos salían de la habitación sin regresar en un periodo largo de tiempo, probablemente más de media hora, Harry se dejó caer en un sillón ocultando su cara entre los cojines, al poco rato alguien entró en la habitación, reconoció sin dificultad los suaves pasos así como la susurrante voz.
-Hémera…nos llaman-La muchacha le miró interrogantemente-¿A los dos?-el chico asintió levemente antes de mirar al muchacho
-¿Está dormido?-La chica asintió levemente-esta bien no lo molestes déjalo descansar, ¡Zeus sabe que lo necesita!, vamos no tardaremos mucho-Harry permaneció inmóvil un buen rato sin siquiera atraverse a abir los ojos, por fin se levantó y comprobó que la habitación estaba desierta, vio a Datis deslizarse por el suelo y se maldijo por haber olvidado al reptil, sin embargo la serpiente no le prestaba mucha atención sino parecía estar olfateando algo con su lengua.
-¿Dátis?
-¿Si?-La serpiente siguió deslizándose sin prestar mucha atención al humano-¿Buscas algo?
La cobra volvió sus ojillos mirándolo con malicia- Ssiii….un ratón, no se como pero estoy segura de que hay uno cerca…..-El chico sonrió, sin duda por más exótica que resultara la serpiente aún conservaba sus instintos básicos, una idea se encendió en su cerebro miró el enorme baúl al pie de la cama, en donde se guardaban varios artilugios adivinatorios, se acercó al mueble con fingida concentración, la serpiente se acercó curiosa ante su reacción.
-Sabes Datis, ahora que lo pienso creo que anoche escuché unos extraños ruiditos dentro del baúl….¿crees que….?
-Bueno tú eres el adivino aquí…¿está ahí?-La serpiente se acercó mirándolo con ojos brillantes el muchacho frunció aún más el ceño y pasó ligeramente una mano por la superficie al final miró a la serpiente con una sonrisa.
-Si está escondido dentro…creo que dormido….tal ves si entras muy despacio lo puedas encontrar- El chico abrió apenas el baúl y la serpiente asintió cerrando sus ojos en actitud predadora, se fue deslizando lentamente hasta que todo su cuerpo acabó de desaparecer, sin previo aviso cerró el baúl dejando encerrada a la serpiente dentro, y sin mirar atrás inició su recorrido, tomó la túnica poniéndosela así como el velo ajustándolo seguro a su rostro, atravesó los velos y salio de las habitaciones, corrió como alma que lleva el diablo por los pasillo ignorando el dolor en sus piernas al moverse, o el cansancio que le produjeron sus primeros pasos, se dejó guiar por sus instintos, no estaba seguro de exactamente cómo pero estaba seguro del lugar por donde aparecería alguien, o que puerta debía de abrir, sólo estaba seguro, era casi como si hubiese ensayado todo una y otra ves, como si estuviese repitiendo algo echo con anterioridad, por fin llegó al final de su camino, tomó el pomo de la puerta y de pronto se sintió indeciso ¿era una buena idea?¿y si el hombre lo reconocía?¿y si intentaba terminar su trabajo?..las dudas lo asaltaron ¿qué caso tenía hacer todo eso?¿que le diría? "Disculpe señor Snape pero me podría decir que he hecho los pasados dieciséis años de mi vida?" ¿Y cómo estaba tan seguro de que el hombre lo conocía lo suficiente como para darle información? Apretó con fuerza el pomo de la puerta, de pronto escuchó pasos venir por la derecha, tenía tres opciones: regresar a sus habitaciones de igual manera que había llegado hasta ahí, quedarse frente a la puerta como idiota y ser descubierto o abrir esa puerta, los latidos de su corazón parecían haberse coordinado con los pasos, apretó con más fuerza el pomo de la puerta y……..
Ja ja ^ - ^ Bueno abro este paréntesis para señalar la importancia que tiene la conservación de los hábitat naturales, y………..si esta bien ya me dejo de tonterías y continúo con el fic
Entró en la habitación cerrando la puerta sin hacer ruido, conciente de los ojos del hombre en su espalda, sin embargo se quedó quieto, había pensado tanto en la manera de llegar hasta ahí que había pasado por alto lo que le preguntaría o cómo se lo preguntaría -"Demonios" -murmuró, aún sin volverse.
-Disculpe, pero no recuerdo haber llamado a nadie….
La voz del hombre resonó en su mente, si, sin duda le era familiar, y ese tono cortante….
-Por más interesante que sea su duelo de miradas con la puerta le aseguro que no lo va a ganar- Una pulsada de reconocimiento se encendió si, definitivamente ese tono burlesco era endemoniadamente familiar, respirando profundamente se encaró con e hombre, estudiándolo de cerca, y frunció el ceño, el lugar estaba recogido a la perfección, todos los ingredientes habían desaparecido, sólo quedando dos grandes paquetes al lado de la chimenea, el hombre traía puesta una túnica negra y estaba recogiendo unos papeles guardándolos en una carpeta de piel, al fondo el caldero permanecía pacíficamente, incluso desde la puerta pudo observar la cristalina superficie de su contenido, así que por fin estaba terminada.
-Ya..¿ya se va?
-Creo-dijo el hombre sin prestarle la más mínima atención- que eso es más que evidente, ahora ¿puedo mi querida prima Helena piensa venir o tendré que esperarla más tiempo?
El estómago de Harry se contrajo, ¡¿Helena?!!¡¿Ahí?!, bueno eso no lo había predicho, empezó a acercarse al hombre el cual lo miró de arriba abajo levantando una ceja al notar el nerviosismo del chico
-¿En verdad es necesario lo de cubrirse el rostro?........-el chico murmuró algo y empezó a retorcer las esquinas del velo, el hombre simplemente entornó los ojos y siguió con sus papeles- Bueno has algo útil y dile a tu Pitia que se de prisa, hace más de diez minutos que debió de haber estado aquí…-el chico se quedó inmóvil aún mirándolo, era ahora o nunca, el hombre se acercó un poco más con una expresión escrutadora
-¿no nos hemos visto antes?.....¿en el jardín?
El chico asintió levemente, quería hablar pero algo estaba en su garganta, el hombre se acercó más, dejando los papeles sin ordenar sobre la mesa, el muchacho por fin alcanzó a decir lo primero que se le vino a la mente- ¿U-usted….usted conoce a Harry Potter?-Fue apenas un susurro pero el hombre pareció escuchar porque se acercó aún más, Harry asustado por la expresión en su rostro se alejó del hombre, éste se detuvo quedando a un buen metro del otro.
-Si, le conozco…..pero después de todo quien no le conoce….¿porqué?- Harry respiró hondo juntando todo el valor que tenía
-¿Qué es de usted…..me refiero su amigo..?-El hombre levantó una ceja- No, no es mi amigo…-Harry se revolvió nervioso, tal vez venir no había sido tan buena idea.
-Es mi alumno….soy su profesor de pociones, pero eso debe de ser fácil de adivinar para alguien como usted…¿o me equivoco?..¿qué es lo que realmente desea saber…
-¿qué haría?....¿qué haría si le dijera que él, Harry Potter se encuentra aquí, en el santuario?- El hombre hizo un movimiento rápido para luego detenerse, respiró hondamente como intentando guardar la compostura, el muchacho no sabía si eso era una buena o una mala señal
-N-nadie- continuó Harry-sabe que estoy aquí, he visto que usted tiene algo que ver con el chico…….que tiene algo pendiente con él…
El hombre le miró con la cara sin mostrar emoción alguna, al final habló con voz peligrosa- ¿Ha hablado con él?...¿está…preso?¿le han lastimado?-el chico se quedó mudo ¿preso?¿lastimado?, ¿porqué habrían de mantenerlo cautivo o de lastimarlo?.
-¿Entonces?
-No, él está bien…en realidad no he hablado con él, sólo sé que…..bueno él…..verá….él no se encuentra del todo bien….-Los ojos del hombre brillaron peligrosamente y Harry se encogió aún más, sin embargo ese brillo le trajo varias imágenes ala cabeza, una habitación con frascos en la pared, el hombre mirándolo con la misma expresión, su cara peligrosamente cerca, se apoyó en la puerta.
-¿Qué quiere decir?¿Que le sucede?
Harry de pronto vio una imagen de Helena seguida de dos aprendices acercándose a la habitación, no le quedaba mucho tiempo- ¿Si usted lo viera?¿Si usted lo viera ahora?...¿lo mataría?
-¡¿Matarlo?!¡¿Porqué habría de matarlo?!
-Usted intentó matarlo, en Julio… -Harry lo miró con cuidado, la expresión de asombro en su rostro parecía auténtica- ¿No es cierto?
El hombre apreció confundido, movió la boca varias veces antes de que alguna palabra saliese de ella- ¡Por supuesto que no!!En Julio yo le salvé, estaba tirado bajo la lluvia, en muy mal estado debo de agregar, ¡¿para que habría de intentar matarlo para luego correr dos kilómetros cargándolo?!
Más imágenes le vinieron esta ves acompañadas de un agudo dolor de cabeza, el corriendo bajo la lluvia, una mujer en una tienda, una sombrilla, un olor dulzón, colores, el ruido la lluvia, frío, la sombrilla cayendo lentamente, lanzó un grito ahogado, no podía enfocar bien, las imágenes una tras otra le confundían, Snape se acercó a Él con precaución, sintió como todas las fuerzas le abandonaban, nuevas imágenes llegaron a su cabeza, un salón de clases, varios chicos, risas, un cuaderno de fotos, personas volando en escobas, una imagen de una pelota dorada volando frente a él, se agarró la cabeza con las manos en un intento de detener el rió de imágenes.
De pronto Snape lo tomó por los hombros, Harry gritó con todas sus fuerzas, el contacto le trajo un agudo dolor así como un mayor repertorio de imágenes, todas ellas de Snape, cada una demasiado detalladas, el dolor siguió aumentando esta vez no solo eran imágenes, sonidos, voces e incluso le pareció percibir el olor de las piedras húmedas de una mazmorra, entre todo el remolino pudo percibir como la puerta se abría.
-Disculpa mi retraso Severus pero….
Helena se detuvo en medio de su frase cuando un remolino de imágenes y sonidos confusos la golpearon directamente causándole un terrible dolor, haciendo acopio de todas sus fuerzas bloqueó las imágenes recuperándose levantó temerosa la mirada, sólo había una persona capaz de hacerle tal cosa además de los cuatro ancianos, se contuvo de maldecir al ver frente a ella a los pies de un alarmado Severus una figura cubierta arrodillada en el suelo sosteniendo su cabeza emitiendo pequeños gritos de dolor , detrás de ella pudo sentir como los dos aprendices también habían caído en sus rodilla gritando sin disimulo, tenía que detener a Harry o pronto tendría a tres chicos en estado de coma permanente, se acercó al muchacho sosteniéndole firmemente y le dio a beber algo de un frasco que llevaba entre su túnica.
-¿Qué pasó?
La mujer simplemente le miró y Harry se fue relajando en sus brazos, al mismo tiempo los dos otros chicos se desplomaron en el piso completamente inconscientes, Helena depositó a Harry suavemente sobre una silla, y luego se volvió hacia el ex-mortífago.
-Lamento que hayas tenido que presenciar esto Severus, pensé que teníamos bajo control a este muchacho, verás el es un tanto desequilibrado….
El hombre no había despegado sus ojos de la lánguida figura frente a él, miró a la mujer.
-Ya veo….
-No quieroq eu malinterpretes esto pero tengoq eu llevar a estos chicos a la enfermería, así que si no te importa..
-No, de echo sólo te esperaba para irme
La mujer caminó hacia la chimenea y sacando un nuevo frasco de su bolsillo lo tiró en la chimenea y al instantes unas llamas púerpuras surgieron volviéndose inmediatamente naranjas. Harry pareció despertar porque levantó a duras penas su cabeza fijando su vista en el hombre, se sentía peor que nunca cada centímetro de su cuerpo dolía, pero estaba seguro de que el hombre, era alguien de su pasado además ¿porque algo le gritaba que se levantara de ahí y corriera hacia el hombre?¿porque una angustia parecía crecer en su pecho con cada paso del hombre?, el hombre miró a Helena un poco más y luego miró hacia su dirección buscando sus ojos, algo saltó en su estómago, algo estaba mal.
-¿No tenías prisa por irte Severus?
-Si por supuesto…
Sus brazos se agarraron fuertemente a la silla, quería correr hacia el hombre y detenerle, ¿porqué? No lo sabía, sólo estaba seguro de que si ese hombre daba un paso más en la chimenea el mundo de pronto se rompería en millones de pedazos, había algo en esas imágenes algo que faltaba y que tenía que ver enormemente con el hombre, pero su cuerpo no respondió, siguió ahí sentado mirando como en cámara lenta como el hombre entraba en la chimenea, como las llamas naranjas danzaban alrededor de su túnica, como su rostro se volvía una vez más, le vio parpadear Helena levantó una mano indicando al fuego una sóla palabra.
-Hogwarts!!
Haciendo un desesperado esfuerzo levantó su cabeza y su cuerpo se lanzó hacia delante dejando caer a tela sobre su cabeza, alzó una de sus manos, en un vano intento de alcanzar al hombre, vio cómo los ojos negros se abrían en sorpresa, como una de las manos del hombre se levantaba a su vez, como su cuerpo era absorbido por la chimenea, al tiempo que los guardianes gemelos entraban en la habitación lívidos.
-¡NOO!
Luego unas manos le detuvieron y le regresaron a la silla, un liquido demasiado conocido se deslizó en su garganta, quería gritar, correr, huir, ir tras el hombre…pero en lugar de eso su cuerpo se quedó quieto relajado, la extraña sensación de aturdimiento empezó a dominar su cerebro apagando la voz que le instaba a luchar, ahogando su propia voz, dejando un frio hueco en su lugar, una lágrima corrió por su rostro al tiempo que alguien lo levantaba de la silla…
-¿Por qué….?
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