Harry Potter no me pertenece y lo único que gano con escribir esto son ojeras asíq eu no me demanden ¿si?
GRACIAS A TODOS LOS QEUS IGUIERON DURANTE TODO ESTE TIEMPO LA HISTORIA!!!!!
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Capítulo 11: Sacrificios
Había un extraño sentimiento alojado en su estómago, algo pesado y que le hacía sentir enfermo, siempre había odiado esos momentos de espera que suelen venir antes de que ocurra lo inesperado, ahí agazapado contra la áspera roca, la boca llena de polvo ese sentimiento se amplificaba varias veces, pero no había una vuelta atrás y él lo sabía, miró hacia el cielo, una espesa capa de nubes había ocultado cualquier fuente de luz dejando prácticamente toda la montaña y sus alrededores en una inquietante penumbra y en un sepulcral silencio, en medio de aquella aparente paz se llevaba a cabo un peligroso juego, uno mortal y que definiría el rumbo de la historia.
-Deslízate con cuidado por la roca, no hagas ruido…
Miró al hombre a su lado y el sentimiento en su estómago se aligeró, asintió y fue escalando por la roca, deslizándose con cuidado, de pronto lo vio, alguien les alcanzaría y pronto, miró de nuevo al hombre y le indicó retroceder a señas, éste negó con la cabeza y señaló ladera abajó, Harry bajó su mirada y entonces lo supo, había alguien ahí debajo, y no eran las cobras, era algo más, ¿cómo es que no le había visto?, asintiendo empezó a subir más rápido, al final llegó a un área plana y se sentó en la roca trazando círculos con su dedo en el piso, Severus se agachó a su lado mirándolo interrogantemente.
-¿Qué haces?
El chico no respondió sino que siguió trazando complicados círculos y líneas, luego frunció el ceño y levantó la mirada.
-No puedo…
-¿Qué?
-Tal como lo pensé, esta montaña tiene algo que bloquea mis poderes, creo que cualquier tipo de poder psíquico….eso es bueno, las cobras no nos alcanzarán, pero no creo poder ayudar más…
-Potter…Harry he sobrevivido situaciones así sin necesidad de un adivino que me guíe, ahora guarda silencio, no están muy lejos y podrían oírnos…
El chico alzó su mirada al cielo, no podía saberlo con seguridad pero la media noche se acercaba a pasos agigantados, se levantó y asintió al tiempo que pasaba su mano por dentro de su túnica acariciando a la serpiente enroscada en su cuello.
-¿Dátis?
-SI?
-¿Estás bien?
-duele…
Harry miró a la serpiente, estaba reluciente, o más bien su piel lo estaba, una suave capa brillante y cristalina hacía brillar sus escamas.
-Lo sé yo también lo siento, Datis perdóname…
-Haber permanecido en el santuario habría significado mi muerte…..lo prefiero así..
-Aún as
Snape miró con curiosidad el intercambio entre los dos y luego fijó su mirada en el extraño aspecto de la serpiente. Se fue acercando al chico por detrás, ayudándole a subir, mientras éste seguía hablando por lo bajo con la serpiente, esta se estremecía regularmente y su piel lucía más brillante conforme avanzaban.
-¿Qué es lo que le pasa?
-Harry le miró y luego acarició a la serpiente mirándole con pena.
-Está mudando….la cobra de Delfos sólo puede mudar una vez de piel…para cambiar para convertirse en la tercera llave, es por eso que el antiguo oráculo no pudo…
El hombre asintió y siguieron su camino Después de una media hora por fin alcanzaron su destino, Severus se paró en seco ante la visión, se había esperado ver las ruinas de un magnífico templo, un altar de piedra o incluso algunas piedras acomodadas en complicados diagramas, pero eso…
-Potter aquí no hay nada
El chico le miró y luego vio el plano espacio frente a ellos, la punta de la montaña era una plataforma perfectamente lisa, pero nada más. Harry miró a su alrededor para luego dejarse caer sentado en el borde mirando ladera abajo, Snape se sentó a su lado mirándole con cuidado.
¿Qué pasa?
-Mis poderes…no puedo usarlos, eso significa que estamos en el lugar correcto…pero…no es nada sólo necesito un momento para reajustarme…
Snape le miró y se sentó junto a él abrazándole protectoramente, sin decir nada, el chico se recargó en su cuerpo cerrando los ojos y aspirando profundamente.
-Ya falta poco Harry…
-…y tú estarás junto a mi…
-Por supuesto chiquillo insoportable…
Se inclinó un poco besándole con suavidad, para luego atraerle más contra si, una luz blanca surgió de algún lugar en la falda de la montaña y sintió el cuerpo del chico tensionarse, mientras un extraño brillo se avivaba en sus ojos, sintió unas manos finas cerrarse con fuerza en su espalda, como un naufrago a un tabla en medio del mar.
-¡Maldición Lupin nos están haciendo papilla aquí!
-Pues…¡Impedimenta!......¡deja de quejarte y ataca! ¡Falta menos de media hora! ¡Desmaius!
El Licántropo se resguardó detrás de una roca cuando un potente hechizo fue lanzado en su dirección, y se tomó un segundo para mirar a su alrededor, en unas horas habían transformado los viejos conjuntos de rocas en una especie de barrera alrededor de la silla de piedra y de Hémera, ahora había un muro tosco y deforme de piedras y hechizos que estaban resultando efectivos, poco después del anochecer había llegado la primera cobra, y se les habían ido anexando más, ahora se encontraban en medio de una fiera batalla, a pesar de tener la ventaja a la orden le estaba resultando más que difícil mantener a raya a los guardianes del oráculo, estos iban ganando terreno y ahora les tenían completamente rodeados, la lucha llevaba ya varias horas, pero ninguno de los bandos parecía flaquear, esquivando tres nuevos hechizos Remus se fue reptando por el suelo hasta alcanzar la silla, ahí sentada sin ninguna aparente preocupación estaba Hémera, hechizos pasaban por su derecha y por su izquierda pero ella ni siquiera intentaba esquivarlos, tenía en la mano una especie de pendiente que de vez en cuando alzaba hacia el cielo como midiendo algo. El hombre se lanzó de nuevo al suelo cuando una espada salió de la nada pasando peligrosamente cerca de su cabeza, el hombre gritó en medio del barullo tratando de llamar la atención de la chica
-¡No podremos resistir mucho!!
Ella le miró con calma y luego levantó el pendiente en dirección a la montaña, luego asintió suspirando con resignación.
-Por favor deténgales un poco más y aléjense lo más que puedan cuando la luz aparezca…
El hombre le miró confuso pero asintió y apuntando su varita al cielo lanzó chispas verdes, a la señal la orden doblegó sus esfuerzos tratando de mantener a raya a las cobras, éstas se lanzaban al ataque con fiereza, lanzando diestramente maldición tras maldición intentando penetrar la barrera, sin éxito.
De pronto un extraño viento empezó a soplar, arremolinándose hacia el centro, Remus se volvió y lo que vio lo dejó helado, ahí sentada rígidamente contra la silla de piedra había una criatura hecha de luz sosteniendo lo que parecía ser una roca en llamas, después reconoció la figura como Hémera, su cuerpo parecía estar brillando con una extraña luz roja, y de la piedra de sus manos salían unas gigantescas flamas rojas, Hémera abrió los ojos de repente y empezó a hablar en voz alta y lentamente como si cada palabra le costase un gran esfuerzo
-….Abrid lo que fue sellado, tomad las cenizas de la segunda llave para formar el puente, liberad lo que fue contenido, he aquí el sacrificio…
entonces algo cambió, las cobras dejaron de atacar y miraron el cielo todas al tiempo, luego empezaron su ataque con más fiereza que antes, casi con desesperación, hubo un sonido como un estallido y la silla de piedra empezó a derretirse como una pasta suave, luego se fue elevando cubriendo el cuerpo incadecente de la chica hasta que se formó una especie de capullo, el viento cesó y la luz fue sofocada por la roca, tanto cobras como miembros de la orden se detuvieron mirando el misterioso capullo de piedra, pasaron unos segundos después de los cuales hubo un zumbido como el de un enjambre de abejas, después el capullo empezó a brillar esta vez con una luz blanca, Remus recordando lo dicho se levantó de un salto.
-¡ALEJENSE DE LA ROCA!!!¡¡¡VAMOS!!
Como una los de la orden salieron de la fortaleza corriendo a toda velocidad, las cobras sin embargo parecían pegados a su sitio, literalmente, una o dos daban golpes con su espada al suelo recitando conjuro tras conjuro, al parecer estaban inmovilizadas, la luz empezó a extenderse uniformemente creciendo hacia arriba y hacia los lados, cuando alcanzó a una de las cobras ésta emitió un prolongado chillido para luego desaparecer, la misma suerte tuvieron otras cuatro, de pronto la luz dejó de crecer y pareció ser absorbida nuevamente por el capullo, sólo para explotar en una gigantesca columna de luz que abrió el cielo perdiéndose en las alturas, una segunda columna de luz apareció entonces uniéndose con la primera, luego como si de seres vivos se tratase se retorcieron y cambiaron de dirección, justo a la cima de la montaña.
Los guardianes restantes fueron liberados de la fuerza que los mantenía aprisionados, luego al unísono corrieron montaña arriba siguiendo el caminote la luz. Remus se levantó con cuidado del suelo mirando también el camino de luz surcando el cielo.
-Harry…¡Vamos no podemos quedarnos aquí!!
Snape levantó su varita quitando una última hierba que quedaba sobre la plataforma, mirando la pulida superficie, después de haber quitado la tierra, rocas y plantas había quedado al descubierto una gigantesca placa circular del mismo mármol negro que la sala del oráculo. No tendía ni un rasguño a pesar de haber permanecido a la intemperie, ni siquiera los delicados relieves y grabados en ella estaban modificados, miró al chico que vivió, éste estaba en el centro mirando con concentración los grabados, y caminando en círculos, mientras parecía contar sus pasos. De pronto un sonido llegó desde unos metros abajo, al parecer los mortífagos habían estado siguiéndoles caminado alrededor de la montaña y ahora todos estaban alcanzando la punta al mismo tiempo.
-Harry…
-Lo sé……..los demás también van a llegar pronto…
Harry de pronto se acercó a Severus y le miró directo a los ojos, para después elevarse sobre la punta de sus pies y besarle con desesperación, el otro le apartó con un movimiento y el miró con el ceño fruncido.
-Nada de eso Potter no quiero despedidas….vamos a salir de esta…juntos..¡Ahora ve ahí a lo que tengas que hacer!
Harry le miró y sonrió ampliamente.- Si señor.
Luego fue caminando hacia el centro y sacó una daga igual a la que había entregado a Snape, luego con un movimiento rápido la clavó en el suelo, Dátis salió de su capa arrastrándose con lentitud, ahora su piel estaba casi incandescente, Harry reprimió un sollozo mientras miraba con respeto como la serpiente se iba enrollando en la daga, el filo de ésta dañando su piel.
-Datis…
-…no me arrepiento….fui feliz….quiero que usted sea feliz..
Los ojos de la serpiente empezaron a brillar con luz propia, y su piel pareció fundirse al arma, ésta así como toda la plataforma empezaron a brillar con fuerza, hubo un estruendo en el cielo y de ponto una columna de luz apareció en el suelo cayendo con un estallido sobre la plataforma, cuando el brillo cegador hubo pasado desde el cielo había dos columnas de luz entrelazadas, estaban echas de una especie de niebla, como si fuese un polvo extremadamente fino. Unos tres metros arriba de la plataforma se separaban de nuevo formando una especie de campana sobre el disco negro, una barrera.
-¡Harry!
Snape estaba dentro del disco y miraba al chico con nerviosismo, éste estaba brillando de una forma muy parecida a como lo había echo la serpiente.
-No se acerque….no es seguro….ya vienen…
De la punta empezaron a surgir varias sombras una a una, hasta que un fuerte cerco de una docena de mortífagos se hallaban alrededor de la barrera de una forma muy similar a como lo habían la noche de la resurrección de Voldemort. De entre ellos surgió una figura encapuchada y cubierta, todos le miraron y Harry se acercó un poco más al centro.
-Bueno….quien lo diría….cuando lo supe, casi muero…de nuevo, ¿curiosa la vida no Potter?
Ahí parado y con un pésimo aspecto estaba Voldemort, su rostro ceniciento y los ojos usualmente rojos ahora brillaban negros como la noche, Harry le miró casi con curiosidad, Voldemort esbozó una deformada sonrisa, al tiempo que avanzaba hasta el límite de la barrera.
-…Esto….-Dijo señalándose a sí mismo- fue un regalo de tus preciosas cobras, un hechizo de magia negra del que sólo había oído mencionar, bastante mortal debo agregar, pero la muerte no parece querer acogerme ¿no crees?, desgraciadamente mi parte mortal no piensa lo mismo y se está desvaneciendo como polvo al aire, por suerte un poco de sangre lo remediará, tu sangre, lamentablemente tendré que mantenerte con vida para poder extraerla, pero no te preocupes no te aburrías, no soy tan tonto como para desperdiciar el poder del oráculo…
Un mortífago avanzó un paso y tocó la barrera, al instante llamas azules envolvieron su cuerpo reduciéndolo en un instante, los demás dieron un paso atrás, pero Voldemort siguió avanzando hasta que posó firmemente su mano sobre la barrera, Snape tomó firmemente su varita listo para atacar. Voldemort sonrió y empujó la barrera, ésta se dobló como si de una membrana se tratase y luego fue cediendo y Voldemort fue avanzando.
Los mortífagos se quedaron en su lugar su mirada fija en su amo, Snape quiso avanzar cuando se dio cuenta de que estaba literalmente pegado al piso, una fuerza extraña lo mantenía en su lugar imposibilitado para moverse, escuchó la suave risa de Voldemort, al tiempo que miraba en dirección a Harry.
-¿Demasiado asustado para actuar Severus? No te preocupes ya llegará tu hora, por ahora tengo un oráculo que reclamar.
Voldemort siguió avanzando, mientras Harry iba retrocediendo, no hubo ningún silencio, hasta que de pronto Harry pareció tropezar con su túnica y cayó de rodillas en el suelo, justo al lado de la daga. Voldemort sonrió ante el ataque de pánico del chico y apresuró su paso, al tiempo que su sonrisa se ampliaba, el chico estaba murmurando algo muy bajo y rápido, probablemente sus oraciones.
-Demasiado tarde para pedir intervención divina ¿no crees Harry?
El chico se inclinó un poco más y el señor tenebroso se acercó a él levantando su varita, justo cuando estaba a unos pasos, se detuvo abruptamente, sus pies pegados al suelo, Harry levantó la vista y fijó sus ojos esmeraldas en el hombre, sus labios moviéndose rápidamente esta vez las palabras claras y audibles.
-……tomad las cenizas de la tercera llave para formar la puerta, liberad lo que fue contenido, he aquí el sacrificio, he aquí la ofrenda de sangre…tomad al guardián y a la bestia unidlos, abrid la puerta de Apolo
Voldemort fijó su vista en el chico al tiempo que este se levantaba señalándolo con una mano, antes de que pudiese reaccionar las dos columnas de luz empezaron a brillar nuevamente esta vez uniéndose en una sola línea continua, los signos del piso empezaron a brillar y a girar en el disco como fantasmas luminosos, Voldemort lanzó un grito de dolor al tiempo que una especie de hilo dorado procedente de la daga en el centro iba envolviéndole.
En las afueras una conmoción parecida tenía lugar, de pronto y sin previo aviso lo que quedaba de las cobras surgió de la nada intentando penetrar la barrera mientras otras empezaban a atacar a los mortífagos, dentro de la barrera la luz y de los signos iban aumentando de intensidad así como los gritos de Voldemort, Harry estaba parado justo en el centro ojos cerrados y temblando ligeramente, luego los abrió fijando su vista en Snape, a los pies de éste surgió una especie de piedra rectangular elevándose hasta la altura de su cintura, e medio había una especie de ranura que en esos momentos brillaba.
-He aquí el que entrega los poderes…..fortaleced el sello de las puertas, cerrad el paso de la luz…he aquí las tres llaves, he aquí el sacrificio… He aqu al descendiente del oráculo…He aquí al que ha negado la voluntad de los astros…He aquí al que rechazó guiar la historia…. …He aquí el que ha recibido la luz de Apolo….he aquí el que ha de ser liberado… He aquí….el oráculo de Delfos….
Sus ojos se abrieron y los fijó en Severus y le sonrió al tiempo que le indicaba algo con la cabeza. Éste le miró confuso las palabras del chico flotando en su mente "..liberado…" de pronto se encontró la daga en su mano ¿en que momento la había tomado? Miró la piedra frente a él "….cuando llegue el momento, no dudes…", vio como si estuviese en el cuerpo de otro como su mano se levantaba y encajaba profundamente la daga en la piedra, sintió como era expulsado fuera de la barrera y vio el resplandor dorado que surgió del centro, escuchó con dolor el agónico grito que reconoció como de Harry aunado a los gritos histéricos de Voldemort, luego sintió su cuerpo chocar contra algo duro. Levantó al cabeza y dirigió su mirada al interior de la barrera, y vio la cara contorsionada de Harry, éste levantó la mirada y le sonrió calidamente para después desaparecer tras una nube de polvo, luego todo fue oscuridad.
-¿Así como así?!
-Si, en cuanto llegamos les vimos, esas cosas empezaron a deshacerse como si fueran de polvo, ¡el olor! Parecía como si hubiesen guardado un cadáver por años dentro de un armario, no quiero ni imaginarme de qué estaban echas esas cobras!
-Entonces…..la pitia..helena..
-Muerta, cuando llegamos su cuerpo aún estaba tibio….
Severus sintió un pulsante dolor en la cabeza y en otras partes del cuerpo, estaba en un lugar cálido, que olía a pociones antisépticas….un hospital o una enfermería…..¿qué hacía ahí?..¿en dónde estaba….? Había voces, voces que él conocía….¿de dónde?, si tan sólo hubiese un poco de silencio
-…..entonces Harry
¡¿Harry?! Snape abrió los ojos y se levantó de golpe arrepintiéndose al instante, antes de ver una serie de luces y colores pudo distinguir a Albus Dumbledore y Remus Lupin parados frente a él, le pareció ver al menos cinco personas más, y por lo que podía deducir se encontraba en la enfermería de Hogwarts. Una mano se posó en su hombro deteniéndolo.
-Calma Severus….estás bien estamos en Hogwarts, todos ustedes lo hicieron muy bien…
El hombre aspiro profundamente intentando aclarar su mente, luego abrió los ojos con lentitud, asustado de ver las expresiones de pena que seguramente encontraría, si…ahí estaban tan claras como el agua: caras de luto.
-No…
-Severus…
-¡No!¡Él no…!
-Lo siento…cuando llegamos no había nada…Harry..él
-¡NO!!
El hombre hundió su rostro en sus manos tratando de callar la desagradable vocecita que había surgido en su cabeza, "¿Ya lo sabías no es cierto?, todos acaban por irse, todos mueren, siempre es as
-No…
………después de la ceremonia el ministro inglés Cornelius Fudge dio a conocer el nombre de los trece mortífagos responsables del secuestro de Harry Potter, sólo tres de ellos permanecen con vida, mientras uno sigue en fuga.
En cuanto a Severus Snape, el ministro anunció que se le otorgará la orden de Merlín en primer grado, después de que el mundo se enterase de los valientes actos de tan noble hombre, a pesar de que la totalidad de los desafortunados eventos de la semana pasada en Grecia aún no han sido esclarecidos, el ministro ha asegurado que no hay posibilidad alguna de error, y a pesar de la pena por la desaparición del oráculo, el mundo mágico puede respirar tranquilo pues el señor tenebroso ha sido derrotado definitivamente….
Hermione cerró con fuerza el periódico y le tiró a una esquina conteniendo las lágrimas, ¿cómo es que todos podían ser tan insensibles?, nadie tenía la más mínima idea, nadie. Unos brazos se cerraron a su alrededor y una cabeza roja apareció en su hombro.
-A Harry no le gustaría verte así..
La chica sonrió y miro a Ron a través de ojos vidriosos.
-¿Y se puede saber desde cuando eres tan maduro?
-No lo sé, simplemente un día desperté y esta cosa estaba así..
-Tonto……Ron, no es justo, él no se merecía esto..
-¡Basta los dos!
La puerta se abrió y una cabellera larga y rojiza entró en el cuarto llevando en las manos un cesto de basura rebozando de periódicos arrugados, Ginny paseó una mirad determinada por la habitación hasta fijarla triunfante sobre el periódico arrugado, con un movimiento de su varita éste se reunió con los demás en el cesto de basura.
-Escuchen, yo creo en Harry…..no en esos tontos del profeta, y ustedes dos mejor quiten esas caras de funeral, yo no voy a llorar por alguien que no está muerto.
Lanzando una última mirada de desprecio a los periódicos salió de la habitación dejando a los dos Gryffindors con las miradas fijas en al puerta de madera.
-Entonces, eso es todo Albus, me retiro.
El Director de Hogwarts, extendió el sobre a su ahora ex profesor de pociones Severus Snape, a penas dos días después de haber salido de la enfermería había presentado su renuncia, sin un Voldemort allá afuera no le quedaban más razones para quedarse en el castillo, o al menos eso es lo que le había dicho al Director, aunque la realidad fuese muy diferente, había demasiados recuerdos y demasiado dolor en ese lugar.
Asintiendo con una media sonrisa Albus Dumbledore le estrechó la mano en una silenciosa despedida. Snape asintió y salió de la oficina y bajó unas cantas plantas hasta la enfermería, aún tenía personas de las cuales despedirse, sin molestarse en tocar entró en la enfermería y se dirigió hasta el fondo de esta donde tres biombos habían sido unidos formando una especie de barrera ante las miradas indiscretas, apartando una tela blanca Severus entró en ella y se encontró con Madam Pomfrey la cual estaba sentada en una de las dos camas que había en el lugar, a su lado había un niño de unos nueve años, de pelo castaño y ojos negros, tenía varias heridas en los brazos y se le veía demasiado pálido, en la otra cama había una niña aparentemente de la misma edad, idéntica al otro, los mismos ojos negros y el claro pelo castaño, ambos le miraron con una expresión desorientada, casi confundida.
-Severus…..¿ya te vas?
-Si, me espera el carruaje afuera, vine a ver cómo estaban…
Snape se acercó a la niña la cual le sonrió tímidamente.
-Hola Sara…
-Hola…
La niña le respondió para luego adoptar una expresión soñadora casi perdida.
-¿Siguen teniendo esas pérdidas de la conciencia?
-Si, pero ya son menos frecuentes…por el otro lado creo que Daniel aquí está empezando a recordar algunas cosas, '¿cierto Daniel?
El chico a su lado le miró algo cohibido para luego asentir ligeramente.
-Puedo recordar mi casa…..un poco…
El hombre asintió y luego salió de la improvisada habitación seguido de la enfermera, ésta le miró unos segundos para luego suspirar sonoramente.
-Sara Evergreen y Daniel Evergreen…..ambos perdidos hace setenta y cinco años, ¿qué les hicieron Severus?
-…..creo que es así como sus guardianes permanecían siempre jóvenes, no eran más que simples cascarones vacíos alimentándose de niños inocentes…no creo que r recuerden nada de lo que hicieron como Hémera o Éter, sólo son dos niños que perdieron setenta años de su vida. Sólo espero que se puedan recuperar.
-Lo harán…… al menos físicamente, Albus les está consiguiendo un hogar, aunque será difícil explicarles que todos a los que alguna vez conocieron están muertos…
-Cuídalos bien Poppy…
-Severus ¿irá a su casa en irlanda?
-Si. Creo que es hora de empezar esos proyectos de los que nunca tuve tiempo. Además no hay nada aquí para mí.
La imponente mansión de los Snape en Munster, Irlanda había sido construida hacía siglos y sin embargo permanecía tan orgullosa y firme como desde su construcción, dentro el último de la dinastía de magos permanecía en silencio dentro de la amplia biblioteca, un libro abierto en su regazo su mirad fija en el él, pero al mismo tiempo sin ver nada, la hoguera a su derecha se iba consumiendo conforme avanzaba la noche, y la imagen sólo podía describirse como al de un alma en pena, la imagen de un hombre que sufre, era una tristeza de las que son tan profundas que a pesar de que el rostro del que la porta no diga nada se puede palpar a su alrededor, por fin las campanadas de un viejo reloj de ébano le devolvieron a la realidad, con un suspiro cerró el libro que mantenía aún en al primera hoja y se levantó del sillón, no se dirigió a sus habitaciones y en lugar de eso fue bajando las escaleras hasta alcanzar la puerta principal y salió a la oscuridad de la noche, la mansión se hallaba en una región poco poblada y que aún conservaba gran parte de sus paisajes naturales, esa había sido la primera razón de Severus por mudarse a tal lugar.
Llevaba unas dos horas caminando por los terrenos de la mansión cuando divisó a lo lejos un grupo de gente. Por el camino que llevaba a la mansión un grupo de gente se iba acercando y al parecer no eran del pueblo. Con los sentidos en alerta el hombre tomó su varita por debajo de su túnica, luego logró distinguir unas capas grises de viaje y unas capuchas puestas, ya para entonces se hallaba revisando mentalmente todas las maldiciones que conocía, el grupo iba compuesto de unas cuarenta personas cuando estaban a escasos cinco metros de ellos el grupo se detuvo y cuatro figuras se separaron del conjunto.
Pronto Snape se encontró de frente con tres ancianos y un joven todos mirándole seriamente. Ninguno habló ni dijo nada simplemente se dedicaron a mirarle.
-¿Quienes son ustedes y que es lo que desean?-Preguntó el hombre perdiendo la paciencia. Uno de los ancianos se adelantó un par de pasos más y le sonrió antes de presentarse.
-Somos lo que queda de la orden de Delfos, la verdadera orden….aquellos a los que nuestros hermanos llamaban rebeldes y traidores, fuimos expulsados hace mucho y desde entonces hemos estado escondidos. Pero ahora los cuatro de Delfos están muertos, cuando la puerta de Delfos se cerró también lo hizo la fuente de sus poderes, ahora sólo son cuatro viejos que serán juzgados por nuestra gente.
-¿eso fue lo que pasó?
-Esos hombres se alimentaban del poder de nuestro oráculo de la misma manera que las sanguijuelas se aferran a su presa. Esos despreciables seres estaban encargados de cuidar de nuestro oráculo, pero en lugar de eso le esclavizaron y le usaron como una simple herramienta.
-eso lo sé mejor que nadie, pero no creo que hayan venido hasta aquí sólo para darme una explicación. ¿qué es lo que desean?
Esta ves fue el más joven el que se acercó y le sonrió sinceramente al tiempo que le alargaba un paquete.
-En Realidad venimos a entregarle esto, es el signo de aquel que está encargado de velar por el oráculo, y creemos que fue usted quien lo hizo…
-Lo que yo hice fue ayudar a Harry no al oráculo y no al chico que vivió..
-Lo sabemos….el oráculo fue un regalo del cielo un regalo que descuidamos y corrompimos y que al final resultó en nuestra perdición….la orden volverá a donde siempre debió de haber permanecido a las sombras, nuestras leyes son claras, no interferir con el mundo, cuando rompimos esa regla nos condenamos a nosotros mismos…
El anciano depositó el paquete en manos de Snape sin darle tiempo a reclamar y luego le sonrió por última vez
-Cuídese Severus Snape….creo que usted desea no volver a vernos y con suerte su deseo se hará realidad.
Los cuatro se marcharon y se unieron al grupo el cual había estado observando el intercambio, luego empezaron a desaparecer uno por uno hasta que no quedó nadie, o al menos eso pensó Snape, a su lado permanecía una figura baja también encapuchada sosteniendo un paquete largo y redondo, el hombre le miró con cierta molestia.
-¿se puede saber que espera? todos sus compañeros se han ido ya
-Pues la verdad yo esperaba poder pasar la noche aqu
La figura se quitó la capucha revelando unos risueños ojos verdes y un alborotado cabello negro, enmarcado en un rostro delgado y sonriente. El hombre cerró la boca de golpe y se quedó mirando al chico frente a él pasando sus ojos por la fina línea de la mandíbula y siguiendo el contorno de los labios para luego fiarlos en la brillante cicatriz en forma de rayo de la frente.
-Harry…-Susurró con miedo como si al atreverse a pronunciar el nombre el chico se fuese a esfumar de pronto, la sonrisa del chico se amplió y se acercó un poco a hombre.
-Siento haberte preocupado, ellos me cuidaron todo este tiempo, me ayudaron con el problema del elixir, aunque no pudieron hacer gran cosa por mis …
Unos labios callaron sus palabras al mismo tiempo que unos brazos se cerraban sobre él imposibilitándolo para moverse, pasaron unos dos minutos hasta que el hombre se retiró un poco para observarle y pasar una mano temblorosa por el rostro del chico. Este estaba sonrojado, e intentando pro todos los medios recuperar el aliento.
-¿Harry?
-Si, soy yo…..sin despedidas recuerdas?
-Pero la explosión….El señor tenebroso…
-Fue gracias a él que yo estoy vivo….se necesitaba de la sangre del oráculo para sellar la puerta, y bueno Voldemort también tenía mi sangre después de sellar la puerta los de la orden me salvaron, y me ayudaron a recuperar fuerzas…
-Entonces aún eres el oráculo?
-No, pero aún poseo parte de los poderes, más que ningún adivino según entiendo.
-¿entonces para que fue todo eso?¿para que sellar la puerta?
-Porque el poder muere conmigo, no habrá otro oráculo…nunca.
-¿y que planeas hacer? Si alguien se entera de esto volverá a ser lo mismo vivirás en una jaula de oro el resto de tu vida..
-En realidad yo esperaba vivir en una de piedra, me han dicho que el clima de Irlanda es bueno por estos días… si es el resto de mis días mejor..
El chico volvió a besar al hombre haciendo una silenciosa pregunta y obteniendo una respuesta igual de silenciosa, luego se acurrucó contra su pecho agarrándose con fuerza como si temiesen que el otro despareciera. Pasaron así un largo rato cuando la salida del sol les obligó a separarse un poco.
-Aún así hay gente que desea verte.
-Pero no hoy…
El hombre sonrió y luego reparó en el paquete circular ahora en el suelo.
-¿Y eso?
-….Una bola de cristal por supuesto. Creo que podría abrir un negocio por medio de la televisión ¿no crees?
-No lo creo Potter….pensé que no te volvería a ver
-Yo también estaba asustado….
-Pero aún no sé como lograste salir vivo de aquello, según lo que me dijo Lupin toda la unta se desgajó por al explosión…no quedó nada..
-Muy simple: una promesa y magia
Harry se agacho y tomó el paquete del suelo al tiempo que empezó a avanzar al que sería su nuevo hogar, Severus miró la mansión que tan sólo unas horas antes le había parecido lúgubre y tenebrosa, ahora lucía acogedora, un hogar. El hombre frunció el ceño y luego sonrió alcanzando al chico y cagándolo a pesar de las protestas de éste.
-¡Pero ni creas que te quedarás sin hacer nada todavía te falta terminar dos años de escuela!
Harry levantó una ceja y sonrió resignadamente.
-Si profesor Snape…
Fin…………………………………………..?
Muajaja ¿extraño?¿Poco convencional?¿Menos trágico de lo que se esperaba?.....Comentarios jitomatazos y súplicas para un epílogo favor de apretar el botón que dice review
GRACIAS A :
Riegel
Futhark
AKINA-NO-TORU
Luna-Lunera
LoBeZnO
Amaly Malfoy (X los dos)
Kendra Duvoa
Ianthe
Marla
Velia
Amazona Verde
Espero que les haya gustado esta historia desde el principio y muchas gracias a todas las personas que me estuvieron apoyando durante toda esta historia - GRACIAS!!!!!!!!!!
