Claro de Luna

Lira W.M

-Abre los ojos…

Fue lo primero que escucho, una voz muy distante. Pero con estas simples palabras su cuerpo comenzó a moverse. Primero a sentir el frío recorrer su cuerpo lo cual lo hizo contraerse, para luego seguirle el audio. Estaba silencioso, no es que no escuchara nada, sino que no había sonido y podía en ese momento darse cuenta de la diferencia. Sus dedos de la mano derecha comenzaron a palpar superficialmente algo liso. La lengua repaso su boca y pudo oler el frío.

Abriendo lentamente los ojos y mirando a su alrededor, estaba en su mesa, sentada con la cabeza apoyada en sus brazos, miro de un lado hacia el otro en busca de la persona responsable de esas tres palabras que dieron a su despertar.

Sus ojos toparon con un rostro conocido, una sonrisa se dibujo en su rostro mientras ella solo la miraba, para después responderle un gesto con algo similar.

Ginny se levanto por fin con un leve dolor en la espalda. Su primer reflejo fue el estirarse hasta escuchar sus huesos tronar. Un gran bostezo fue lo que le siguió.

Volvió la vista a la persona y volvió a sonreír.

-Buenas… ¿tardes?- dijo disculpándose mientras se avergonzaba de no saber ni la hora.

-Si son tardes… Ginny ¿Cuándo dejaras de ser tan floja?.- se limito a sonreír.

Suspirando profundamente y aceptando la reprensión de su amiga camino hasta la ventana más cercana para contemplar el horizonte, se estaba ocultando el sol. Sin dejar de sonreír contemplo con paciencia cada movimiento del sol. La nieve se torno un tanto naranja por los rayos que se desvanecían lentamente.

Sarah se acerco a la misma ventana a contemplar lo que fuese que ella estuviese viendo. Y viendo que simplemente era un atardecer común y sin chiste, se encogió de hombros.

-Nos vemos en la cena.- fue lo último que dijo antes de irse, despidiéndose con una palmada cariñosa en el hombro de su amiga.

-Hasta luego.- le respondió sin mirarla y sintiendo como se iba.

Tomando un gran respiro se despidió del sol con una sonrisa y con la mirada perdida en él.

-Simplemente hermoso…

Ginny iba caminando despacio, nada de prisas, con un destino pero no tenía porque llegar temprano. La comida no se iría así que mejor decidió observar cada minúsculo detalle de su escuela, que era como su segundo hogar.

Abrigándose más a si misma por el incansable frío de invierno, pero misteriosamente estaba feliz. Un sueño bonito es lo que había pasado, ahora tenía una intriga más para su vida, pero por el momento solo se dedicaría a pasear y ser feliz, no importara que.

Lo que la llenaba de gozo fue el hecho de sentirse admirada por una persona, que su mente podía reconocer, solamente su mente podía descifrar el quien de esa persona. Pero si lo viera en los pasillos sería completamente inútil, tenía que repasarlo sin usar la vista para ver si lo podría reconocer. Pero hacerlo implicaba que sería mal interpretada.

Solamente dos días faltaban para Navidad y este se estaba agotando segundo a segundo. Mañana sería noche buena, todo lo tenía listo los regalos para los amigos estaban en sus lugares, listos para llegar a tiempo y que sus respectivos dueños los abrieran con gozo. Se pregunto que recibiría ella a cambio, clásico de su madre un suéter de color rojo, para no hacerla notar más de lo que ya era. Sus amigas simplemente les darían a ella lo que siempre mencionaba muy a menudo, sus cosas favoritas o "me gustaría eso para navidad". Un poco directo sí… pero efectivo.

Sonriendo simplemente por sonreír continuo su camino hasta el gran comedor, sin prestar atención al camino solo a lo del alrededor. Por primera vez podía apreciar lo que tenía y con una simple dinámica volvió a sentir la sensación de mirar por primera vez.

Era extraño pero agradable volver a mirar, no se había sobresaltado del todo, pero ayudaba a ver todo con mayor perspectiva.

Los cristales de las ventanas habían llegado a superar la clase de transformación, pero estaba segura de que después de un tiempo se volvería a acoplar pero no lo olvidaría jamás.

Las arañas correr y tejer sus telarañas en las esquinas se volvían de cierta manera fascinantes al simple ojo humano. Su sonrisa no se desvanecía y no planeaba hacerlo. Un impulso de correr la invadió y obedeciendo a sus impulsos corrió con todas sus fuerzas y con los ojos cerrados, solamente para sentir la brisa en su rostro golpear con fuerza y sentirse nuevamente viva… sin embargo. No fue por mucho tiempo, algo o alguien había cortado su momento de inspiración.

-¡Weasley!

Ginny abrió los ojos de golpe, ahora ella estaba en el suelo, saludándolo nuevamente, se le estaba haciendo costumbre y para colmo había chocado.

-Si vas a correr como demente hazlo en San Mungo.- replico furioso mientras se levantaba para sacudirse una tierra inexistente, para luego acomodarse en la capa.

Este le miro furioso con el cejo fruncido mientras esperaba una explicación. Que podía decirle, que se le había antojado correr y por error él se atravesó.

Él comenzó a zapatear con su pie izquierdo mientras se cruzaba de brazos, ella sin habla solo lo miraba de abajo hacia arriba, los zapatos no habían sufrido daño alguno por la caída, seguían inmaculados, el pantalón seguía igual de liso con caída libre. El chaleco se ocultaba entre la túnica que oscilaba levemente con el aire. Un destello rojo brillo en el pecho de ella. No sabía que era, lo ignoro por completo.

-Disculpe por el A-C-C-I-D-E-N-T-E señor me-importa-poco-lo-que-digas.- torció la boca mientras esperaba la reacción de este.

-Nada es un accidente Weasley, fíjate por donde caminas y si piensas chocar con alguien a propósito para conseguirte un novio, que sea él cara rajada, él estará complacido de sostener cosas tan sucias.

¡¡¡PLAFF!!!

-Tú no vas ha arruinar mi día feliz ¿de acuerdo?

Fue lo último que escucho Draco Malfoy mientras se sobaba la mejilla izquierda con la mano derecha y mirar como la chica caminaba normalmente por el pasillo con paso decidido.

-Ey Ginny… por aquí.- le saludaron con la mano sus amigas, mientras ella entraba por las puertas del comedor.

Sonriendo ampliamente se acerco hasta llegar con ellas, sentándose a lado de Sarah, mientras que Alejandra e Isabel se hacían compañía frente a ellas.

-Te ves de buen humor, ¿a que se debe pequeña Virginia?.- preguntó Ale antes de darle un sorbo a su copa con leche tibia.

-Nada importante.- sonrió acabando posible discusión futura.

Ginny comenzó a servirse de lo que tenía cerca, optando por unas aburridas hojuelas calientes, un pedazo de pan y chocolate caliente.

Y lo vio entrar, ahí estaba caminando sin mirar a nadie, ni siquiera a ella. Se sentó en su mesa a compartir una buena cena frente a uno que Ginny supuso que era su amigo. La primera pregunta que vino a su cabeza ¿Iría a clase hoy? O nuevamente la dejaría plantada. Un resentimiento invadió su cuerpo y mejor decidió mirar a otro lado. Él simplemente se comportaba tan indiferente.

Encogiéndose de hombros prefirió probar bocado, no haría corajes con el estómago vació, además no tenía porque enfadarse y tomarle tanta importancia.

El tiempo paso y las conversaciones se hicieron nuevamente amenas, mientras probaba bocado para que la otra hablara, para cambiar de turno. Así estuvieron todo el lapso de la cena, cuando todos se empezaban a marchar del lugar. Ginny y sus amigas se deleitaban con un chocolate caliente y entre risas pasaban un buen rato. Ginny que estaba a mitad de una carcajada se sintió tonta después de rato porque era la única que se reía, al momento de levantar la vista y ver la razón del porque era ella sola, ahí estaba alguien enfrente.

-¿Sí?.- refunfuño esta mientras daba un sorbo a su chocolate.

-Solo venía para entregarte algo.- sonrió elegantemente mientras extendía una mano con un sobre amarillento.

Ginny lo tomo con la mano derecha, que estaba libre, lo dejo sobre la mesa y le dio las gracias con una sonrisa.

El chico salió por las puertas del comedor, mientras sus amigas esperaban explicaciones ante tal otorgamiento, más que eso querían ver que contenía este.

Ginny lo ignoro por completo y siguió tomando su bebida, las demás esperaban inquietas, pero la paciencia no fue el fuerte de Isabel. Ella no tomo y se dispuso a abrirlo cuando Ginny la interrumpió.

-Deja ahí… no es de tu incumbencia.

-Oh vamos Gin.- dijo soltando el sobre en la mesa. Ya ábrelo queremos saber.

La seguían viendo con ojos llenos de curiosidad y complaciendo sus deseos lo abrió y lo leyó para si misma primero.

-Y bueno… ¿Qué dice?.- preguntó la primera fisgona.

Ginny no alcanzo a responder, se levanto de la mesa con prisa. Dejando el comedor para seguir corriendo hasta la sala de música, llegando agitada, antes de abrir la puerta, tomo un respiro, un tanto prolongado. Miro a ambos lados por si no la habían seguido, entro por la puerta y la cerro tras de ella.

-Si recibiste mi nota. ¿Podremos continuar la clase?

Ginny extrañada ante tal pregunta, aún él quería que le enseñara. No sabía si decir si o no, pero porque no.

-Seguro, pero esta vez no faltes.

Ella se acercó con alegría hasta el banquillo donde él estaba sentado dedicándole una sonrisa e indicándole que se sentara junto de él. Ella contenta obedeció y se sentó a su lado para luego devolverle la sonrisa.

-Hace algo de frío aquí no te parece.

-Se siente más en mi habitación, solo las camas son las que nos brindan calor.- sonrió mientras destapaba el piano.

-Se lo que dices, pero ya ahora ese pequeño problema ha sido arreglado.

Ginny lo miro con curiosidad, se trono los dedos y comenzó a tocar para notar la afinación del piano.

-En mi alcoba tengo chimenea personal así que ese problema del frío ya ha sido superado.- le dijo mientras miraba las manos de la joven deslizarse por el piano.

Ginny con sus diez dedos dio un golpe seco en las teclas. Él la miro extrañado, mientras Ginny guardaba silencio.

-Dije algo malo.

Notas de autora: Quiero disculparme que este haya sido algo corto, es que no pude poner todo lo que iba a suceder en un solo capítulo, quería dejar material para los siguientes, además me estoy congelando y tengo que hacer tarea. Nos vemos hasta la siguiente semana.

Jeru

No insistas no te pienso decir!!!

P.D: ¿Cómo te fue de campa?

Nisa

Pues yo considero este un capítulo muy flojo, pero necesario por unos ciertos detalles, el próximo te prometo que será muchísimo mejor.

Malu

Otra que hace preguntas que no puedo contestar… ¬¬

Luciana

Pues bien ya lo actualize, pero como le dije a Nisa, este capítulo no fue mi máximo.

Athena Katsura

Que bueno que te ha gustado, pero bueno te digo que no es mi máximo im sorry u_U

Lucía

¡¡¡QUE NO HAGAN PREGUNTAS QUE NO PUEDO RESPONDER!!!

Paulina Gryffindor

Cada quien tiene su estilo de escritura, no sigas el mío de veras mejor consigue el tuyo, es como la risa cada uno tiene una distinta además ya te diste cuenta que este estuvo muy flojo.

Abin

Si pronto sabras que onda con todo.

Ginny montero

Uy dios… o_O que onda con ese chavo… salúdamelo dile que no deje de tocar el piano jamás.

Skgirlfan

A mi realmente no… yo no quiero quedarme ciega.

Lily E. Potter

Oh!!! ¡¡¡QUE NO HAGAN PREGUNTAS QUE NO PUEDO RESPONDER!!! Luego se las contestare en el fic, no en los reviews.

Chao a todos y todas, se cuidan y que les vaya muy bien en todo lo que hagan, por cierto GRACIAS POR TODO CARCOLITAS.