¡Perdon por haber tardado tanto! Es que estube liada y eso, lo siento mucho. Como no tengo tiempo está vez no contestare los reviews, lo sientoooo, peor disfrutad del extraño capitulooooooooooooo

4 capitulo

Juegos a parte

Frase: ' No te enamores de un ángel con belleza de diablo…' ( N de A: o__Ô)

-¡Chicos, me ha llegado! ¡Me ha llegado una carta de Lily!- la chica de cabello dorado (N de A: No recuerdo si era así) entro precipitadamente en el cuarto, cayendo de bruces al suelo. Aunque pareció que los hombres se asustaron pensando que algo le había pasado, ella se levanto limpiándose el vestido con unas palmaditas en este y les extendió un papel arrugado que tenía en la mano- ¡A escrito! ¡A escrito! Dice que nos echa de menos, y que siente no haberlo hecho antes, que tubo algunos problemas... También dice que os esta escribiendo a vosotros y que en cuanto pueda enviara una lechuza ¡Esto es genial!- pero de repente su rostro solo soltó lágrimas y su rostro antes sonriente se puso serio, no, triste más bien- Todo un año escolar... Todo un año escolar sin verla...No podré aguantar ¡Pero si apenas a pasado una semana y ya estoy echándola de menos! Quiero que vuelva. No lo entiendo ¿Por qué se ha tenido que ir, por qué me ha dejado sola?- pregunto tapándose la cara y tirándose de rodillas al suelo. La carta se empapo de saladas lagrimas. Los cuatro hombres se apresuraron a rodearla- Sé que yo jamás llegare a ser como ella, por eso mismo pedí que no me cuidaseis vosotros, pues por mucho que sea su hermana yo no soy ella...

-Lo sabemos. Ella es ella, usted  es usted. Eso ha sido así siempre y lo seguirá siendo, pero también es usted nuestra protegida... - Petunia les sonrió. Supo que ellos eran como ella, que querían a Lily y que deseaban verla de nuevo.

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¡Evans!- gritó con voz cansada por la espera Sirius- ¿Te falta mucho para acabar esas cartas?- inquirió algo molesto mientras sonreía a un par de Hufflepuff pasar. Ellas le dirigieron unas risillas tontas.

-Sí, ya esta. Lo siento- se disculpó mientras llegaba corriendo. Los sonrió. Esa mañana se debía de haber levantado con el pie derecho pues se sentía más feliz que nunca. Los chicos la miraban extrañados por su comportamiento.

Lily se puso recta como llevaba haciendo desde su llegada a Hogwarts. Por mucho que quisiese encajar, no podía olvidar su situación y la de su familia. Ellos eran lo que años anteriores e inclusa algunas pocas veces en esos tiempos llamaban aristócratas. Gente de alta sociedad, por eso mismo había sido educada como tal y no podía bajar su reputación. Si, en los primeros días se había soltado un poco, pero mientras escribía a su familia se dio cuenta de lo que había hecho y quiso rectificarlo. Se bestia más correctamente, sin arrugar la ropa. Los libros siempre bien colocados en una carta puesta en la parte donde más le convenía para caminar correctamente: con agilidad y paso seguro, pero pareciendo tranquila y puesta en el ambiente. Tenía que sacar pecho y tener la cabeza erguida, todo esto siempre con una sonrisa. Sus cabellos había acostumbrado a tenerlos siempre bien peinados. Esto no paso desapercibido para chicos de todas las casas, edades y demás. Pero por muchas miradas masculinas que captaba, la de cuatro chicos que eran como su sombra seguían pasando de ella.

-¡Evans!- le dijo seriamente James esa mañana de su primer sábado en Hogwarts- Hoy tendrás que estar con nosotros en... Una misión secreta- le espetó mientras los cinco entraban en una habitación. La sentaron en una silla mientras el pelinegro se sentaba al revés en la silla y continuaba su explicación-Hay un chico...

-Potter, no pensaba eso de ti- se sorprendió Lily, aunque su voz se notaba burlona. James arqueo una ceja en forma de desagrado.

-¡Ejem... !- hico ver que tosía- Continuo. Hay un chico, Severus Snape, es con el que estuviste en pociones. Si, ese, el hijo del profesor- le contesto cuando pregunto si era el de pelo sucio y GRAN nariz-. Pues bien, que él es un Slytherine y nosotros unos Griffindor, y eso deja que entre nosotros siempre haya bromas, y él es nuestro objetivo principal, por eso mismo le vamos a gastar una broma, pero claro. Tenemos que estar vigilándote a ti... - finalizó con desprecio.

-Pues a mi no me parece bien...- comenzó, y pudo observar la reacción de los chicos: los tres que estaban de pie adelantaron su cara hacía delante y el que estaba sentado hizo un movimiento de quererse levantar pero al final solo se movió un poco de su silla. Lily continuo mientras, una vez levantada, se paseaba por la estancia- Pero si yo a esas horas no estoy con vosotros porque tengo asuntos que cumplir en los cuales no os puedo incluir y no os veo pues...No podría decir nada- volvió su cara seria a James y después sonrió dulcemente. Al ver esos oscuros ojos entre blanco y negro,  sintió un pequeño mareo, pero no dejó que ellos lo notasen- O lo tomáis, o lo dejáis- dijo esta vez, sonriendo triunfalmente mientras apoyaba sus manos en la mesa y dos mechones rebeldes que no había recogido en su trenza caían sobre sus hombros. James olió su aroma a flor de cerezo y acepto sin apenas pensarlo, sin consultarlo con sus amigos, cosa que hizo que estos se enojasen un poco. Lily los miro uno por uno- ¿Os puedo ayudar en algo más?- preguntó con la mano ya en la manecilla de la puerta.

-¿Te gustaría venir?- sugirió Peter. Sirius le piso el pie y sonrió a la chica- ¿Qué? Ella nos podría ayudar- se encogió de hombros mientras saltaba a la patita coja. Lily soltó la manecilla y volvió a caminar por la estancia.

-Mm... - se puso un dedo en la barbilla- ¿Vosotros solicitáis mi presencia? Pero si vosotros queréis que me aleje, que me vaya de vuestras vidas, de las vidas de vuestros padres... - sonrió- Pero dije que para ganar vuestra confianza aria lo que fuese, y lo voy a hacer.

Mirad, mirad. Allí esta- señalo y rió Peter al ver a  Severus-. Y esta con una chica... Una preciosidad- Sirius empujo al pobre Peter para ver mejor el panorama.

- Narcisa Malfoy, prima de Lucius Malfoy (cerdo asqueroso)... Edad: 16, Casa: Slytherine, medidas: 90-65-90. Altura: 1'70, peso: 59, aspecto: rubia, ojos grises. Si no fuera porque es de Slytherine seria P-E-R-F-E-C-T-A- acabo. James sonrió malicioso.

-Sea Slytherine o no, esta como un tren. Como me gustaría ponerle las manos encima... Mm... - se paso la lengua por los labios. Lily se echo a reír flojito, como se nota que son chicos, pensó- Evans, prepárate... - Lily se levanto un poco la falda y se desabrocho un poco la camisa por arriba.

- Sinceramente, no veo para que queréis que haga esto, esta fijo que me odia y ¿por qué tengo que ponerme la ropa así?- preguntó por séptima vez en el día.

-¡Calla ya! Esta solo... - Remus la empujó suavemente hacía afuera. Lily se puso recta y meneando las caderas hasta llegar a Severus. Él estaba de espaldas así que pudo respirar hondo.

-¿Severus Snape?- preguntó con voz sensual. Severus se giró y al verla se sonrojo notablemente- Mm...- paso su mano por él pelo de él (N de A: Sin comentarios) dulcemente y la aparto despacio- Tengo un par de problemas con pociones, y como tu eres el hijo del profesor... ¿Podrías solucionármelas?

-¿Por qué tendría que hacerlo?- preguntó brusco. 'Oh, mierda, mierda...Esto va ha estar difícil ¡lo sabia! Estúpida de mi por hacerles caso...'

-Pues porque eres... ¿un buen tipo?- preguntó encogiéndose de hombros. Sevrus la miró con desconfianza.

-Eres la primera que me pregunta eso. No pareces muy convencida, igualmente- inquirió con tono molesto.

-¡No te conozco!

-Pero los Gryffindor van siempre contigo, seguro que todo lo que te dijeron de mi es malo- dijo frunciendo el ceño.

-A pues...- 'la verdad es que si'- Bueno, bueno. Pero ¿por qué crees que los creo?- intentó solucionarlo.

-Pues porqué los tienes allí detrás y cada uno con un globo lleno de algo en la mano, que por si fuera poco sé que me lo van a tirar encima...- y se largo con paso firme. Los merodeadores miraron a la chica desilusionados y cuando esta volteó (después de arreglarse la ropa) le tiraron los globos llenos de agua y harina, pero...Una chica tubo la mala suerte de pasar corriendo por entre medio y de quedar...Algo pringosa. Los merodeadores la miraron con una sonrisa ladeada y Lily con los ojos bien abiertos.

-¡Mierda!- gritó mirándose ella misma. Levantó la mirada y se acercó a los merodeadores- ¡Bien, estúpidos! ¿No sabéis que tenía que enviar esta carta? ¡Ahora está toda empapada!

-Pero tranquila, mujer. Eres bruja...- dijo James encogiéndose de hombros y lanzándole un hechizo al pergamino sucio, que quedó seco al instante- ¿Ves, ya esta?- le dijo, sonriendo sensualmente.

-¡Por las barbas de Merlín! ¿Te crees que así me vas ha hacer tranquilizar? ¡Por muy guapo o bueno que seas o estés yo no soy tan estúpida!

-Ah...Así que... ¿Te parezco guapo? Eso me gusta...- la agarro de la muñeca acercándola a él- ¿Quedamos esta noche...?- la chica levantó la mirada, desafiante.

-¡Ya te explique que no soy estúpida como vosotros! Niñato presumido...- le contestó. Se notaba que estaba realmente enrabiada.

-De acuerdo. Esta noche a las diez... ¿Cuál es tu nombre?

-El que me pusieron mis padres – le saco la lengua-. Si quieres salir esta noche conmigo, adivínalo, si a la diez no lo sabes...Bye, bye baby... Pero si es lo contrario envime una lechuza...- y se despidio.

-Ajá...Le gustas- Sirius le palmeo la espalda.

-Chicos... ¿Siempre es así? Ya es la... ¿Quince chica, James?

-Mm...Puede, pero esta...Es especial.

Solo faltaba una hora y no la había encontrado aún ¿Cómo se podía llamar? Haber, su traje era el de Ravenclaw, así que solo podía ser de esa casa. Por la estatura tendría unos 15 o 16 años, aunque, pensándolo bien, podía tener más o menos edad, mirándose a sí mismo cuando tenía diez años parecía tres mayor. Había preguntado a todo el mundo, o eso creía él...Le faltaba Alise Matters. Esa era de su misma casa y era la mayor cotilla...Pero sabía que tendría que pedirle el favor a Peter de que la sedujese, todo el mundo sabía que se había prendado de él. James corrió a buscarle, seguramente estaría vigilando a su 'protegida'. Por lo menos al final les pagarían por su trabajo ¿no? O, como mínimo, les podrían devolver a sus padres durante un tiempo... Llegó a la sala común donde vio al chico jugando una partida de... ¿Ajedrez? ¡Pero si él lo odiaba el ajedrez!

-¡Pettigrew!- James le pegó en la cabeza- ¡Tienes que hacerme un favor!- le...'pidió'.

-Así no creo que consigas mi simpatía para que te lo haga...- le dijo mientras se rascaba la cabeza- ¿De que se...?

-¡Tienes que salir con una chica!- se adelanto James- ¡Como sea, sonsácale el nombre de la chica misteriosa!- Colagusano miró a su amigo con una sonrisa burlona en la cara- Es una Ravenclaw...

-No.

-Si.

-No, no y no.

-Si, si y si. ¡Por favooooooooor! Es lo más importante que te he pedido en mi vida- por primera vez en lo que llevaba viviendo vio ha James rebajarse tanto.

-Y tanto que te tiene que parecer importante....Me debes una, colega- le chocó la mano- Evans, me marcho, este me revela...Adiós- y se marchó del cuarto dejando a James y Lily solos.

-Aja...Una chica... ¿James el ligón Potter enamorado de un flechazo?- preguntó sonriente. El aludido la miró con cara de ofendido, sin comedia- Igual que...Tu padre...- bajó la mirada, mordiéndose el labio- Cuando tenía justamente tu edad, conoció a una joven muchacha muy bella. Fue algo raro. Ella lo ensució con un charco. Es porqué estaban en los terrenos e iba corriendo. Se paró a disculparse, se presentó y...- miró a James dulcemente- Los voy a despedir...Creo que les daré una subvención, no quiero que por mi culpa no viváis como hasta ahora, y así...Estaréis con ellos...- volvió a mirar la mesa. 'No Lily...Tienes que dejarlos marchar, no seas avariciosas...Para conseguir su confianza tendrás que correr algunos sacrificios...' se intentaba (inútilmente) animar a sí misma. James le levantó la cabeza.

-¿Eres idiota?- Lily abrió los ojos y dos lagrimas se escaparon- Mi padre no se rebajara ha ganar dinero sin hacer nada...- quitó la mano brutamente- Y según cuenta en sus cartas, tu...- apretó los puños, en el preciso momento que Peter volvía a entrar en la estancia.

-¡Cornamenta! Solucionado...- James soltó una carcajada y le señalo a Peter su nariz manchada de pintalabios. El chico entrecerró los ojos mientras se quitaba la mancha.

-¡Eres el mejor!- le estrujo la mano y se marcho. Al minuto volvió- ¿Me das la información?- esta vez fue Peter el que rió- Se llama  Idreth y tiene dieciséis años. No tiene novio. Ves, fiera...- le dio unas palmaditas en la espalda antes de que se marchase. James llegó a la lechucearía y le dijo a la chica que la esperaba en la torre de astronomía...

El chico la miró al llegar. Tal y como habían quedado. Ella parecía que se lo esperaba, pues iba bien abrigada, y para eso hubiese tardado, pero no, solo habían pasado dos minutos. James se levantó rápidamente y ella camino con paso ligero, peor tranquilo.

-Sabía que lo descubrirías, para algo eres un Merodeador...- dio vueltas a su alrededor- El gran James Potter...- se acercó- Perdona lo de esta tarde, estaba algo enfadada.

-Pues cuando te enfadas del todo no sé como serás...- dijo sonriendo sensual.

-Así que crees que me vas a poder conquistar...En eso estas muy equivocado...- ella lo miró seria, pero antes de que pudiese decir algo más James la acalló con un beso. La chica al principio intento forcejear, pero al final se dejó llevar por los labios experimentados del chico... James pasó sus manos por los hombros de ella e intentó quitarle la bufanda azul y plateada.

-¡No...No por fav...!- James la volvió a besar.

-Dicen que la mejor forma e callar a una mujer es besándola...Tienen razón quienes lo dijeron- le dijo dulcemente en la oreja, y después se la mordió. La chica sintió un estremecimiento, pero se dejó quitar solamente esa prenda...De momento- ¿No sientes la excitación correrte por todo el cuerpo...?- bajó las manos a su espalda mientras sus lenguas se juntaban. La pasión aumentaba con cada beso, cada caricia, y solo era el principio... Ella también le quitó la bufanda, peor él, avanzado, le desabrocho la capa. Se la quitó entre beso y beso y la lanzó lejos para que no estorbase. Y así también se despojaron de las camisas, del sujetador, de los pantalones...

Lily no dejaba de dar vueltas por el cuarto con los brazos cruzados mientras los tres merodeadores le dirigían miradas inquietas.

-¿Estará bien?- preguntaba cada cinco minutos, inquieta. A las dos de la madrugada, cuando los tres chicos se habían ido a dormir ya hacía media hora entró James sin camisa y con los pantalones desabrochados- Vaya lote te abras pegado...- sentada en el sofá, sin mirarlo y con los brazos cruzados...La mirada estaba perdida en el llameante fuego.

-Evans... ¿Qué pasa? Que sea tu guardaespaldas no quiere decir que no pueda tener vida sentimental- le dijo frunciendo el ceño-. Buenas noches.

-¡Jeremías Nagoya (N de A: XDXD) Potter!- James se giró demasiado sorprendido. Ni su madre lo llamaba así- Me he enterado de cómo tratas a todas las mujeres, de cómo te acuestas con ellas y  a la mañana siguiente haces como si no las conocieses de nada...

-¿Y qué? Ellas se lo buscan y lo saben. Además, con ella es diferente, somos...Novios – le dirigió una mirada de odio a la pelirroja-. Y tu, Evans, como te vuelvas a meter en mis asuntos lo pagaras caro, muy, muy caro...- y sin esperar respuesta alguna se marchó. Lily se quedó de pie un buen rato, y al final cayó de rodillas al suelo, tapándose la cara con las manos.

-Esa mirada...- todo su cuerpo temblaba, de arriba abajo- ¿Por qué? Por qué será que me produce tanto miedo...Es tan...- se decía en voz baja para ella- Yo sé que la he visto antes, mucho, mucho antes...- Decidió irse a dormir y despejarse la mente.

-Pequeña princesa, mi pequeña nena... ¿Por qué lloras?- un hombre alto y fornido, con barba negra, se acerco a una chica encogida en la hierba.

-¿Cuánto puede aterrorizar una mirada?- una pregunta como respuesta.

-¿Por qué lo dices?- lo mismo, respuesta formulada en pregunta.

-Él...Me miró con sus ojos llenos de...ODIO

Lily despertó con un sudor frío por toda la espalda. No tenía ganas de levantarse, no tenía ganas de nada, y para suerte suya no calía que hiciese nada. Era sábado. No iba a levantarse en un par de horas... No. Se quería quedar allí, para siempre. Todo el cuerpo le pesaba como si no hubiese dormido nada en toda la noche...O en mil noches.

¡TOC,TOC!

Unos golpecitos en la puerta hicieron que sus oídos se pusieran al tanto. Miró el reloj. Eran las cuatro de la mañana, por supuesto que tenía sueño.

¡TOC, TOC!

¿Quién podía estar llamando a semejantes horas? Era prontísimo/tardísimo (según el punto de vista). Al final decidió levantarse de la cama suponiendo que seria alguno de los chicos... Aunque ¿qué querrían ellos? Volvieron a llamar a la puerta, esta vez unas cuantas veces más seguidas y más fuertes, tanto que asustaron a Lily. Al abrir la puerta alguien le tapó la boca…