El diario de...

¡Hola!

Llevo mucho sin escribir ya que, para decir la verdad, no he estado muy inspirada últimamente.

Pero bueno, aquí les traigo un fic sobre los pensamientos de alguien. ¿Quien es? Lean y lo sabrán.

Pero antes, quiero dejar una advertencia para los fans de las parejas típicas (Inuyasha/Kagome y Miroku/Sango) ya sé que me van a querer matar, bueno es muy posible. En fin, lean y ustedes juzgaran, igual creo que ya es obvio que este fic no tiene nada de esas parejas ¿verdad?

Disclaimer: Inuyasha y sus personajes no me pertenecen, de ser así pasarían cosas que ni yo misma creería y estaría en Japón asociada con Rumiko-sensei o algo parecido.

El diario de una Taijiya

Esto es algo que ni yo misma puedo creer. Siempre pensé que amaba a alguien más, pero ahora no estoy segura.

Cada vez que veo su hermoso cabello flotando con el viento, o sus cálidos ojos observarme, me siento extraña.

Si alguien se enterase de mis sentimientos las cosas dejarían de ser como ahora; además él está con ella y yo estoy con quien creí amar. Él me ama, creo, yo lo quiero, pero no lo amo...

Todavía estamos buscando los fragmentos de la perla de Shikon. Una parte de mi quiere que esto termine; no porque no desee acabar con el maldito Naraku, sólo es para alejarme de él.

Sé que de seguir así, mi amor, que he ocultado desde hace tiempo, saldrá a la vista de todos, y no quiero que eso suceda.

Él me diría que simplemente no siente nada por mí. Y ellos no me lo perdonarían, quien me ama, mi mejor amiga... Si yo estuviese en su lugar tampoco podría perdonarme.

Sé que la traicioné al enamorarme de la persona más importante para ella, la persona que ella ama. Ella es feliz al ser correspondida, y yo intento ser feliz por ella, pero cada vez que los veo juntos mi corazón me duele e incluso ocultarme en sus brazos, en busca de consuelo, no sirve de nada.

Esto está mal, lo sé, no debería utilizarlo de esta manera. Él cambió por mí. Y ustedes... me han dado tanto, siempre han estado a mi lado, esta no es la forma de pagarles después de todo lo que ha pasado.

Pero lo amo.

Escribirlo consigue que comience a llorar; nunca podré decírselo.

Posiblemente esta hoja, al igual que las demás, termine en pequeños pedazos que el viento se llevará, para impedir que alguien lea esto.

Si él lo leyera no me creería y la sorpresa crearía un aire de incomodidad a nuestro alrededor. Por eso nunca escribo su nombre, me da miedo que ese sea el primer paso para que mis sentimientos salgan a la vista de todos... no es que sea difícil saber de quien estoy escribiendo.

Este es mi diario.

Hace meses comencé a escribir, siempre acompañada de la soledad de la noche y una fogata. Todo lo que escribo termina convirtiéndose en pequeños fragmentos de hojas con un montón de letras sin sentido.

Al comienzo me limitaba a narrar lo sucedido en las peleas contra Naraku o algún youkai, pero le prometí a mi mejor amiga que escribiría siempre que lo necesitara, especialmente si era algo de lo que no podía hablar.

Es la única forma que tengo para desahogarme, pero no es suficiente y no quiero que nadie lea esto, nunca.

Por eso, a veces, me pregunto si este diario terminará con tan pocas hojas que será obvio lo que estoy haciendo, y...

Por un momento me asusté demasiado.

Shippo acabó de despertar y me preguntó que hacia levantada. Insistió en que si no le decía despertaría a los demás; pero al final pude convencerlo diciéndole que estaba haciendo planes contra Naraku y quería que fuera una sorpresa para todos.

Esa es la peor excusa que pude dar, pero no puedo decir la verdad. Es una suerte que estaba adormilado, tal vez mañana ni siquiera se acordará de esto...

Comienzo a sentir como el sueño se apodera de mí, junto a la debilidad que llega después de un largo llanto en silencio.

No tardaré mucho en ocultar este cuaderno bajo mi cabeza, soñaré con él y mañana, cuando despierte con los ojos irritados a causa del llanto, romperé esta hoja, mientras en el fondo conservo la esperanza de poder decirle lo que siento en vez de escribirlo una y otra vez...

In...

¡No debo! Si escribo su nombre ya no habrá vuelta atrás.

-Inuyasha.- suspiré, ocultando mi rostro por un segundo para ahogar mi voz.

No soy tan tonta como para decirlo en voz alta, pero no puedo evitarlo. Desearía poder llamarlo sin que estemos en medio de una batalla o cuando está despierto, pero no puedo hacerlo.

¿Cuándo volveré a escribir aquí sobre algo que pasó y no sobre él?

Tal vez debería comenzar ahora...

Hoy me desperté más temprano que de costumbre, antes que los demás. Intenté preparar el desayuno, pero el único con suficiente hambre para comerlo a pesar del mal resultado fue Inuyasha.

No sé quejó por el sabor, y aunque eso hizo que me sintiese mejor al verlo con Kagome...

Kagome-chan me pidió que lavara las cacerolas en el río, pero por un descuido perdí una.

Para completar también perdí una de mis mascaras, casi me caigo por un barranco (Miroku lo evitó) y a la hora del almuerzo, mientras descansábamos, casi uso a Kirara como almohada.

Kagome me preguntó, preocupada, si estaba bien, yo sólo asentí.

Por la tarde me quede dormida en las aguas termales en las que estábamos Kagome y yo; si no fuese por ella tal vez me habría ahogado, aunque suene exagerado.

¿Cuántas veces he nombrado a Kagome en estos últimos párrafos? Demasiadas, al fin de cuentas es mi mejor amiga, y eso es lo que me hace sentir más y más culpable.

Odio tener que ocultarle algo y guardar mis sentimientos. La anciana Kaede dice que eso es lo peor que alguien puede hacer, ya que se pueden convertir en odio, por eso... por eso seguiré escribiendo.

Hoy vino Kouga, el lobo. Como siempre trató a Kagome-chan de "su mujer", a pesar de que sabe que no tiene ninguna oportunidad. Inuyasha también lo sabe y aun así armó una escena de celos...

Eso es algo común, sí, pero me hizo sentir celosa en más de un sentido.

Él dice amarme, pero parece indiferente cuando algún hombre se me acerca. Tal vez estamos juntos y no le pregunta a nadie si quiere tener un hijo con él, pero sí se queda observando a cada mujer que se cruza por su camino, como si estuviera examinándola, comparándola conmigo.

Eso, y el ver que él realmente la quiere... duele.

No tengo ninguna posibilidad, y soy tan cobarde que prefiero seguir con alguien que no amo y pensar en él cada vez que estoy con Miroku.

Simplemente le tengo miedo a la soledad.

¡Suficiente! Escribí de más hoy, estoy siendo demasiado sincera. No quiero romper esta hoja, pero el temor de que alguien la lea... mañana veré. Tal vez algo pase, un youkai nos podría atacar o podrían llegar noticias de Kohaku, así podré dejar de pensar en todo esto y podré destruir esta página sin dudar.

-Hasta mañana- murmuré, observando de reojo el rostro del Hanyou.

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Sí, lo sé... (Nakuru ve como los fanáticos de Sango/Miroku toman algunos palos, espadas y todo lo que tienen a la mano y se acercan de forma amenazante) ¡Lo siento!
Bueno, en realidad no. Hace mucho que quería escribir algo que al menos insinuara un Sango/Inuyasha.

Sé que me quieren matar y sé que será peor si me animo a escribir los diarios de otros personajes (cosa que espero hacer), pero en fin.

Los demás diarios (que ya tengo medio pensados) dependen de ustedes en que orden salgan (puede ser el de quien sea, incluso de Kanna), sólo tienen que decirme cual quieren y listo. Eso sí: con todas las cosas sin sentido que estoy pensando no sé si les gusten, pero espero que así sea.

Espero que me dejen algunos reviews con sus opiniones, así sean negativas, no sólo me ayudarían a mejorar, también me animarían a escribir más.

¡Hasta el próximo diario!
-Nakuru Tsukishiro.