KONNISHIWA!!! Regrese con un nuevo capitulo.

En especial, quiero dedicarle este capitulo a una gran amiga que me ha apoyado en todo lo que he hecho, sobre todo mis fics..

Este capi es para ti Faty........

CAPITULO 10 "Sentencia para Dorian"

Esa mañana era triste, muy triste.

No habían pájaros que cantaran al sol de la mañana, ni habían risas por las calles de la aldea, todo parecía muerto, pues en la torre central se estaban llevando a cabo las estrategias a seguir en contra de Dorian, pero ahí, no estaba Yoh.

Una semana había pasado desde el incidente en la posada de Anna, ella no aprecia, Hao no le hablaba a Yoh, quizás no porque estuviera enojado con él, sino porque tampoco estaba, uno por un lado y el otro por el otro.

Yoh se había refugiado en el sitio en donde residen los grandes espíritus, necesitaba consejo, tranquilidad para pensar y dejarse llevar por un momento.

-No tengo perdón-murmuraba-mírenme...estoy perdiéndome a mi mismo...no me parece lógico...quizás se equivocaron y yo no sirva para ser shaman king...mucho menos para amar a alguien.

-Eso es muy cruel de tu parte...ellos confían en ti.

Yoh miro a quien le hablaba, era Silfrid.

-Veo que quieren hablarme...

-Así es...están muy preocupados por ti...

-Será porque tengo razón en lo que pienso.

-No...porque no la tienes.

-No estoy de acuerdo...ellos saben lo que estuve a punto de hacer.

-Solo una equivocación.

-............................

-Te comportas peor que un niño.

-Y ¿Qué quieres que haga?

-Despertar...

-Para ¿Qué? ¿Para darme cuenta de que he perdido lo que más amo...no se como recuperarla y menos se como acabar con el maldito de Dorian...no se nada.

-Lo que buscas esta en tu corazón...sabes como funciona el poder y la fuerza de Dorian...sabes que esta con ella porque te quiere hacer sufrir...lucha señor...lucha.

-No se como...ya no puedo más, por poco y la...la...lastimo.

-Perdiste el control y eso ella lo comprende...el amor es tu mejor arma.

-Entiendo...pero aun, admito que él es poderoso...

-Él se alimenta de ustedes para conservar sus poderes...de sus miedos, de sus ansias, de su amistad, de su amor...

-¿Cómo?-pero la diosa había desaparecido.

Yoh regreso esa misma mañana a donde se encontraban reunidos sus amigos para contarles lo que le había dicho la diosa de los mensajeros. Ellos escucharon atentos las palabras de Yoh, quizás la mejor arma para derrotar a Dorian era el amor, tal y como había dicho Silfrid.

Mientras que lejos de ahí, sobre las rocas del gran cañón, Hao pensaba en como vencer al enemigo.

-No existe persona en el mundo que no tenga una debilidad...Dorian la tiene, como hace 1000 años-entristeció-tiene que tener una...pero ¿Cuál?...

-No tengo ninguna Hao...-este no se sorprendió cuando el muchacho le dirigió la palabra.

-Tienes una...como todos, yo voy a averiguarla.

-De ante mano te digo que no, pero si tú insistes en que si la tengo...pues puedes hacer lo que quieras, no vas a interferir en mis planes por mucho tiempo.

-No si es que te derrotamos.

Dorian bufó molesto, comenzaba a desaparecerse cuando Hao le interrumpió.

-Sigues siendo el mismo, pensé que habías cambiado algo en tu prisión eterna.

-Nada...eso es algo que nos caracteriza ¿no?

-Yo ya no soy el mismo-lo miro directamente a los ojos.

-Lo sé y espero saber que fue que te paso...pero no será hasta dentro de dos meses.

-Falta muy poco-le comunico Hao y fue él quien desapareció. El shaman de fuego no se fue muy lejos, tendría dos meses para reflexionar...nadie notaria su ausencia.

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Dormía plácidamente recostada en la cama, estaba soñando con su hijo.

Él corría lejos, se veía de unos trece años, su cabello rubio estaba largo, a la altura de los hombros, y atado con una coleta y corría, corría intentando llegar hasta alguien ¿pero quien? Eso ella no lo sabía.

Despertó sudada mientras sentía como pateaba su hijo dentro de ella.

-¿dormiste bien?

-Dorian...

-Hola-le dijo tristemente.

-Deberías irte...si Hao te ve aquí...

-Él no vendrá, esta ocupado con sus reflexiones, creo que no aparecerá hasta dentro de dos meses.

-Me voy...

-¿Cómo?

-Regreso a mi casa en Shibuya...no me quiero quedar más tiempo aquí.

-Veo que ya estas mejor.

-Así es...

-Sí te vas...te perderás de muchas cosas.

-Mírame Dorian, mi embarazo se esta notando cada vez más.

-Debe ser así...no lo puedes esconder.

-No...me iré.

-No lo hagas Anna...quédate aquí conmigo...

-No puedo.

-Sí puedes-se acerco a ella y la levantó en brazos-yo te voy a mostrar razones por la que quedarte conmigo.

-¿A dónde me llevaras?-le preguntó Anna asiéndose de su cuello.

-Ya lo veras...es un lugar que te va a gustar-diciendo esto desaparecieron para luego aparecerse en un oasis en medio del desierto.

Era un lugar completamente verde, con una laguna cristalina en medio, rodeado de arbustos boscosos y palmeras. El sol brillaba fuertemente en lo alto y hacia mucho calor.

-¿te sorprende?

-Este lugar es fantástico...es como en la aldea, solo que más bello.

-Lugares así no encuentras todo los días...yo vengo aquí a descansar, podría decirse que es mi hogar temporal.

-Ya veo...

-¿quieres nadar?

-¿nadar?

-Sí.

-No ando con traje para agua Dorian.

-No es necesario-Anna se sonrojo-ven vamos.

Dorian se quito la ropa y entro al agua que estaba extrañamente calida. Anna dudo en un principio, pero luego entro tras él cubriéndose los pechos con los brazos.

-Está calida.

-Sí-él la contemplaba como si fuera una extraña diosa indígena, así como la de la fertilidad. El agua caía por su cabello, recorría todos los sectores de su cuerpo hasta su vientre y luego se iba a perder a las profundidades nuevamente.

-¿Por qué Anna?

-¿Cómo?

-Porque me haces sentir así-abrazo el cuerpo desnudo de la itako-es algo que no puedo entender...

-No...no me abraces...-sonaba exaltada.

-No te haré nada Anna...no seria capaz de lastimarte u obligarte a nada que no quisieras...solo me conformo con poder abrazarte.

-Te pasa algo ¿no es así?

-Dictaran su sentencia para mí.

-¿Quiénes?

-Los dioses...

Una nube bajo hasta el agua y fueron rodeados por una espesa neblina, de ella salieron cuatro hombres vestidos de blanco, sus cabelleras se batían a un viento mágico cargado de virtud.

-Somos los señores de la justicia-dijo un primer hombre-hemos venido a sentenciarte nuevamente Dorian.

-Ya lo sé.

-No has aprendido de tu primer castigo-le dijo un segundo hombre.

-Primer castigo-murmuró con ironía el muchacho mientras sostenía con fuerza a Anna-ustedes y todos los dioses me sentenciaron a la vida eterna...el peor de los castigos para un mortal...¿Qué es peor que eso?

-Morir eternamente-le dijo un tercer hombre.

El rostro de Dorian se tensó, una mueca de terror apareció adornando su bello rostro.

-No...no me pueden hacer esto...ya he sufrido suficiente.

-Es lo que te has ganado-le dijo un cuarto hombre-la mujer que te acompaña tambien será sentenciada.

-¡No!-grito Dorian alejando a Anna de él-ella no tiene nada que ver...ella no es culpable de nada...a mi deben sentenciar...no a ella.

-Tú la has arrastrado contigo-le dijo el segundo Hombre.

-Entonces si es necesario yo la alejare de mi-endureció la voz-pero a ella no la sentencian a nada.

Los cuatro dioses miraron a Anna y le dijeron.

-Entonces este hombre será sentenciado por dos.

-¿Cómo?-pensó Anna.

-Morirás eternamente-se dirigieron a Dorian, de hoy en adelante.

Apuntaron los cuatro contra Dorian, un diminuto rayo de luz colorada salio del pecho de Dorian causándole mucho dolor, pero no era un dolor físico, era su alma...

-Aléjate como has dicho de la mujer...-dijeron los cuatro y desaparecieron.

-¿Dorian?

-Adiós Anna-la hizo desaparecer. Luego salio del agua con la mano en su pecho-malditos dioses...me han devuelto mi mortalidad.

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-¿sucede algo Yoh?-preguntó Manta a su amigo. -Es solo que...presiento que todo se acabara...

-No hables así Yoh.

-Manta...quiero decirte algo...

-¿Qué?

-Sí algo me sucediera...quiero que te hagas cargo de Anna.

-¡¿Cómo?!

-Ella no me lo ha querido decir, pero yo no soy estupido.

-A que te refieres Yoh.

-Lo sabrás a su debido tiempo.

-Nada te sucederá amigo...

-No Manta...si algo le sucediera a mi hermano o a mi...ambos estamos destinados a morir por ser una la mitad de la otra-sonrió con tristeza.

-Ninguno va a morir...

-No será así amigo-Yoh lo abrazó-sabrás a lo que me refiero en mes y medio...

-¿Yoh?

-Hao tambien lo sabe...

En una colina del gran cañón. Hao solo observaba la lejanía, sus ojos estaban sombríos, llenos de una infinita tristeza.

-Ya lo sabes querido hermano-pensaba-la muerte es sutil cuando nos muestra el camino...

Entonces así como si nada y sin darse cuenta, pasó un mes y medio y la luz empezaba a acabarse para tres personas.

El destino ya estaba escrito...

Hikari Asakura: en este capitulo se dieron a conocer cosas que pueden pasar en el futuro de los shamanes.

Ya falta poco para el final... ¿Qué destino tan oscuro les espera a nuestros amigos?

Quiero agradecer a los reviews, gracias por su apoyo y espero que hallan disfrutado el capitulo..