Las navidades quedaban atrás, y el curso en Hogwarts volvía a la rutina.
Los alumnos regresaron, las guirnaldas se esfumaron del comedor. Los
árboles de Navidad volvieron a ser plantados mágicamente en algún rincón
del bosque prohibido, a salvo hasta el año siguiente. El último, uno de
menor tamaño que el primer día de clase aún adornaba el amplio y majestuoso
vestíbulo, fue retirado por Hagrid.
Harry y Ron se sorprendieron mucho al ver el denso ramaje balancearse y avanzar hacia la puerta de salida.
- !Mira eso, Harry! - exclamó Ron señalándolo con el índice-, !Ese árbol se mueve solo!
Harry se volvió para comprobarlo.
- ?Solo? - preguntó una voz entre el denso verde de ramas y más ramas-, Pues te aseguro que cuesta bastante.
Dos ramas se separaron revelando la cabeza de Hagrid, su barba y su pelo colmados de ramitas enmarañadas.
- !Hagrid! - dijo Harry-, Em... ?Te ayudamos?
- No creo que pudierais...- respondió sin dejar de empujar la aquel bosque en miniatura-, el verdadero problema es que tengo que hacerlo con cuidado. Sería mucho más fácil cargarlo sobre la espalda, pero me temo que entonces, con las sacudidas y todo, apenas si regresaría al bosque medio árbol.
Harry y Ron asintieron.
- Además creo que apenas quedaría en pie la mitad del castillo - añadió Ron en voz baja, y ambos se rieron.
Hagrid se despidió refunfuñando en cuanto llegaron a la salida, y Harry y Ron se dieron prisa para acudir a la clase de encantamientos. Llegaron cuando el profesor Flitwick se disponía a cerrar la puerta
.Al término de las clases, Hermione se les unió para la comida. Parecía eufórica, y Ron no comprendía como podían alegrarla ese montón de deberes y una pila de libros de la cual tenía que transportar dos o tres fuera de la mochila, porque no le cabían dentro.
- ?Os dais cuenta? - dijo Hermione llevándose una cucharada de crema a la boca-, !ya ha pasado medio curso!
- Sí - respondió Ron-, y falta poco para los malditos exámenes.
De pronto, una docena de lechuzas negras entraron con dificultad por la ventana del comedor. Harry tardó un poco en reconocer que eran lechuzas, porque iban atadas a un gran paquete rectangular, de al menos medio metro de largo.
Toda la mesa de Griffindor estalló en carcajadas, al igual que las demás mesas. Era una visión francamente extraña.
Pero muy pronto las risas de Harry, Ron y Hermione se esfumaron. Sobre todo cuando el paquete revoloteó sobre la mesa de Griffindor, y empezó un violento aterrizaje que acabó con varios platos rotos y algunos vasos de zumo de calabaza volcados; y por si fuera poco, se había parado frente a los tres amigos.
Instantáneamente, la mesa de Slitherin prorrumpió en chistes y comentarios que iban dirigidos a Harry. Algunos miembros de ravenclaw y hufflepuf se levantaron para darle un vistazo al paquete de papel marrón, pero pudieron ver muy poco, ya que la mesa de griffindor al completo se había puesto en pie y se inclinaba sobre las cabezas de Harry y Hermione. Ron había enrojecido de vergüenza.
- !Harry! ?Por qué tienen siempre que mandarte esos regalos tan escandalosos a la hora de comer? - dijo Ron.
Harry recordó el vociferador que la madre de Ron había mandado unos años antes y pensó en recordárselo a Ron, pero Hermione le interrumpió:
- !Ron! - exclamó-, !es para ti!
Ron enmudeció y pareció que le habían dado un par de nuevas capas de pintura roja a su rostro. Harry se fijó en la etiqueta de pergamino sobre el papel de embalaje marrón y confirmó las palabras de hermione.
- !Ron, es de Fred y George!
Cuando consiguieron llegar a la sala común de griffindor, la sala estaba vacía. Los alumnos habían salido al exterior para disfrutar la poca nieve que quedaba.
- ?Qué creéis que será? - preguntó Ron colocando el paquete sobre una mesa.
- Ni idea - dijo Harry. - No estoy segura de que debamos abrirlo - añadió Hermione.
- ?Y por qué no? - preguntó Ron.
- !Porque es de Fred y George! - dijo Hermione, dando a entender que era evidente.
Harry asintió, y Ron tubo que reconocer que era una razón de peso.
- No sé - dijo Harry al cabo-, la tienda de bromas del callejón Diagon parece que les va muy bien. ?no? Quizá quieren hacerle un regalo a Ron...
A Ron se le iluminaron los ojos. A lo mejor... Quizá... Era extraño, sí, pero podía ser un regalo...
- No parece una escoba...- dijo Ron con algo de pesadumbre en la voz.
- No - confirmó Harry-, demasiado pequeño. Aunque pesa mucho, eso sí.
- !Bueno, vais a abrirlo, o no! - gritó Hermione que empezaba a impacientarse.
Con mucho cuidado, como si se tratara de una bomba - cosa que bien podía ser, tratándose de Fred y George-, fueron retirando el grueso papel marrón. Quitaron una, dos, tres capas de papel. Luego encontraron una caja de cartón que abrieron con cautela, y finalmente descubrieron el contenido.
Era una caja de madera pulida, sin ninguna inscripción ni marca.
Hermione la tocó como si fuera una experta, la rascó con una uña, y declaró:
- No está hecha de ningún árbol con propiedades mágicas, al menos ninguno que yo conozca.
EN ese momento dos chicas bajaron por la escalera, y entre los tres taparon la caja como pudieron. Las chicas saludaron y se fueron por el retrato de la señora gorda, riendo a carcajadas.
- !Ah! - dijo Ron-, aquí hay una carta!
Efectivamente, debajo de la caja de madera había un sobre que Ron se apresuró en rasgar. Sacó la carta que contenía, y leyó en voz alta:
"Querido Ron:
Primero, hay que dejar bien claro que lo de "querido" ha insistido Fred en que lo escriba. A mí me parece bastante cursi, pero en fin... (Por cierto, ?qué te ha parecido la entrega del paquete?, pensé que si era en plena hora del comedor armaríamos más escándalo. Espero haber calculado bien la hora)
Pero vamos al grano. Necesitamos que nos hagas un pequeño favor. Ya sabes que la tienda de bromas nos va muy bien, y verás, hemos conseguido un curioso objeto que queremos estudiar para ver si podemos aprovecharlo en algún nuevo artículo. (?Has probado ya nuestras palomitas meainstant? El otro día conseguimos que Futge abandonara una reunión para ir al baño. !Fue magnífico!) Pero volvamos al tema. El caso es que este objeto nos costó cerca de 300 galeones, y creemos que nos han estafado. Es una simple caja de madera... !Sin nada en especial!
Sí, lo has adivinado, hermanito! Es la caja que te hemos mandado junto con la carta. Lo que queríamos pedirte, es a ver si entre tú, Harry y Hermione os las podríais ingeniar para que algún mago experto como Dumbledore le echara un vistazo. De momento creo que no sería prudente que nosotros nos acercáramos al colegio, por el escándalo del año pasado...
Bueno, creo que eso es todo por ahora. Si descubrís lo que es esa caja, aunque descubráis que es falsa, mandadnos una lechuza, porque entonces tendremos que formalizar una denuncia, y todo eso.
Venga, ánimos con este nuevo curso... !Es tan fácil que incluso tú podrás pasarlo, hermanito!
Atentamente: Fred y George.
P.D. Si miras el reverso de esta carta, es que eres idiota."
- Que curioso - dijo Hermione.
Ron cogió la carta y la miró fijamente. No se pudo resistir, y la giró. En la otra cara del papel había unas gruesas letras amarillas qe decían: "Vaya, además de idiota, cotilla!".
Los tres se rieron, aunque Ron sin muchas ganas.
Harry, por su parte, había vuelto a coger la caja, y la había abierto. Era tal y como los gemelos decían, una caja completamente normal. Estaba vacía. La palpó, observó detenidamente cada detalle, pero no parecía tener nada de especial. Después de él, Ron y Hermione la examinaron con idénticos resultados.
- Yo diría que es solo una caja - afirmó Hermione.
- Si tú lo dices que eres la experta en ... Ejem... En todo, entonces será verdad - dijo Ron.
Últimamente, reconoció Harry, Ron no dejaba pasar la oportunidad de hacer comentarios agudos acerca de Hermione. Nunca parecían estar de acuerdo. Era como una tensión constante, sobre todo por parte de Ron.
Harry y Ron se sorprendieron mucho al ver el denso ramaje balancearse y avanzar hacia la puerta de salida.
- !Mira eso, Harry! - exclamó Ron señalándolo con el índice-, !Ese árbol se mueve solo!
Harry se volvió para comprobarlo.
- ?Solo? - preguntó una voz entre el denso verde de ramas y más ramas-, Pues te aseguro que cuesta bastante.
Dos ramas se separaron revelando la cabeza de Hagrid, su barba y su pelo colmados de ramitas enmarañadas.
- !Hagrid! - dijo Harry-, Em... ?Te ayudamos?
- No creo que pudierais...- respondió sin dejar de empujar la aquel bosque en miniatura-, el verdadero problema es que tengo que hacerlo con cuidado. Sería mucho más fácil cargarlo sobre la espalda, pero me temo que entonces, con las sacudidas y todo, apenas si regresaría al bosque medio árbol.
Harry y Ron asintieron.
- Además creo que apenas quedaría en pie la mitad del castillo - añadió Ron en voz baja, y ambos se rieron.
Hagrid se despidió refunfuñando en cuanto llegaron a la salida, y Harry y Ron se dieron prisa para acudir a la clase de encantamientos. Llegaron cuando el profesor Flitwick se disponía a cerrar la puerta
.Al término de las clases, Hermione se les unió para la comida. Parecía eufórica, y Ron no comprendía como podían alegrarla ese montón de deberes y una pila de libros de la cual tenía que transportar dos o tres fuera de la mochila, porque no le cabían dentro.
- ?Os dais cuenta? - dijo Hermione llevándose una cucharada de crema a la boca-, !ya ha pasado medio curso!
- Sí - respondió Ron-, y falta poco para los malditos exámenes.
De pronto, una docena de lechuzas negras entraron con dificultad por la ventana del comedor. Harry tardó un poco en reconocer que eran lechuzas, porque iban atadas a un gran paquete rectangular, de al menos medio metro de largo.
Toda la mesa de Griffindor estalló en carcajadas, al igual que las demás mesas. Era una visión francamente extraña.
Pero muy pronto las risas de Harry, Ron y Hermione se esfumaron. Sobre todo cuando el paquete revoloteó sobre la mesa de Griffindor, y empezó un violento aterrizaje que acabó con varios platos rotos y algunos vasos de zumo de calabaza volcados; y por si fuera poco, se había parado frente a los tres amigos.
Instantáneamente, la mesa de Slitherin prorrumpió en chistes y comentarios que iban dirigidos a Harry. Algunos miembros de ravenclaw y hufflepuf se levantaron para darle un vistazo al paquete de papel marrón, pero pudieron ver muy poco, ya que la mesa de griffindor al completo se había puesto en pie y se inclinaba sobre las cabezas de Harry y Hermione. Ron había enrojecido de vergüenza.
- !Harry! ?Por qué tienen siempre que mandarte esos regalos tan escandalosos a la hora de comer? - dijo Ron.
Harry recordó el vociferador que la madre de Ron había mandado unos años antes y pensó en recordárselo a Ron, pero Hermione le interrumpió:
- !Ron! - exclamó-, !es para ti!
Ron enmudeció y pareció que le habían dado un par de nuevas capas de pintura roja a su rostro. Harry se fijó en la etiqueta de pergamino sobre el papel de embalaje marrón y confirmó las palabras de hermione.
- !Ron, es de Fred y George!
Cuando consiguieron llegar a la sala común de griffindor, la sala estaba vacía. Los alumnos habían salido al exterior para disfrutar la poca nieve que quedaba.
- ?Qué creéis que será? - preguntó Ron colocando el paquete sobre una mesa.
- Ni idea - dijo Harry. - No estoy segura de que debamos abrirlo - añadió Hermione.
- ?Y por qué no? - preguntó Ron.
- !Porque es de Fred y George! - dijo Hermione, dando a entender que era evidente.
Harry asintió, y Ron tubo que reconocer que era una razón de peso.
- No sé - dijo Harry al cabo-, la tienda de bromas del callejón Diagon parece que les va muy bien. ?no? Quizá quieren hacerle un regalo a Ron...
A Ron se le iluminaron los ojos. A lo mejor... Quizá... Era extraño, sí, pero podía ser un regalo...
- No parece una escoba...- dijo Ron con algo de pesadumbre en la voz.
- No - confirmó Harry-, demasiado pequeño. Aunque pesa mucho, eso sí.
- !Bueno, vais a abrirlo, o no! - gritó Hermione que empezaba a impacientarse.
Con mucho cuidado, como si se tratara de una bomba - cosa que bien podía ser, tratándose de Fred y George-, fueron retirando el grueso papel marrón. Quitaron una, dos, tres capas de papel. Luego encontraron una caja de cartón que abrieron con cautela, y finalmente descubrieron el contenido.
Era una caja de madera pulida, sin ninguna inscripción ni marca.
Hermione la tocó como si fuera una experta, la rascó con una uña, y declaró:
- No está hecha de ningún árbol con propiedades mágicas, al menos ninguno que yo conozca.
EN ese momento dos chicas bajaron por la escalera, y entre los tres taparon la caja como pudieron. Las chicas saludaron y se fueron por el retrato de la señora gorda, riendo a carcajadas.
- !Ah! - dijo Ron-, aquí hay una carta!
Efectivamente, debajo de la caja de madera había un sobre que Ron se apresuró en rasgar. Sacó la carta que contenía, y leyó en voz alta:
"Querido Ron:
Primero, hay que dejar bien claro que lo de "querido" ha insistido Fred en que lo escriba. A mí me parece bastante cursi, pero en fin... (Por cierto, ?qué te ha parecido la entrega del paquete?, pensé que si era en plena hora del comedor armaríamos más escándalo. Espero haber calculado bien la hora)
Pero vamos al grano. Necesitamos que nos hagas un pequeño favor. Ya sabes que la tienda de bromas nos va muy bien, y verás, hemos conseguido un curioso objeto que queremos estudiar para ver si podemos aprovecharlo en algún nuevo artículo. (?Has probado ya nuestras palomitas meainstant? El otro día conseguimos que Futge abandonara una reunión para ir al baño. !Fue magnífico!) Pero volvamos al tema. El caso es que este objeto nos costó cerca de 300 galeones, y creemos que nos han estafado. Es una simple caja de madera... !Sin nada en especial!
Sí, lo has adivinado, hermanito! Es la caja que te hemos mandado junto con la carta. Lo que queríamos pedirte, es a ver si entre tú, Harry y Hermione os las podríais ingeniar para que algún mago experto como Dumbledore le echara un vistazo. De momento creo que no sería prudente que nosotros nos acercáramos al colegio, por el escándalo del año pasado...
Bueno, creo que eso es todo por ahora. Si descubrís lo que es esa caja, aunque descubráis que es falsa, mandadnos una lechuza, porque entonces tendremos que formalizar una denuncia, y todo eso.
Venga, ánimos con este nuevo curso... !Es tan fácil que incluso tú podrás pasarlo, hermanito!
Atentamente: Fred y George.
P.D. Si miras el reverso de esta carta, es que eres idiota."
- Que curioso - dijo Hermione.
Ron cogió la carta y la miró fijamente. No se pudo resistir, y la giró. En la otra cara del papel había unas gruesas letras amarillas qe decían: "Vaya, además de idiota, cotilla!".
Los tres se rieron, aunque Ron sin muchas ganas.
Harry, por su parte, había vuelto a coger la caja, y la había abierto. Era tal y como los gemelos decían, una caja completamente normal. Estaba vacía. La palpó, observó detenidamente cada detalle, pero no parecía tener nada de especial. Después de él, Ron y Hermione la examinaron con idénticos resultados.
- Yo diría que es solo una caja - afirmó Hermione.
- Si tú lo dices que eres la experta en ... Ejem... En todo, entonces será verdad - dijo Ron.
Últimamente, reconoció Harry, Ron no dejaba pasar la oportunidad de hacer comentarios agudos acerca de Hermione. Nunca parecían estar de acuerdo. Era como una tensión constante, sobre todo por parte de Ron.
