CAPÍTULO 29 .- Un hijo. . .

Sonic atravesaba el terreno a una velocidad increíble, era una sombra en la oscuridad, una sombra en busca de justicia... "Ya falta poco Tails, ¡aguanta!" Al decir esto Sonic iba lo más rápido que podía, y veía como el paisaje pasaba a gran velocidad. Tras una larga media hora llegó al lugar dónde se iba a enfrentar a lo que más temía, su pasado...

Había una tranquilidad agobiante en el ambiente, no se oía absolutamente nada en la quietud de la noche... Sonic miraba en todas direcciones con cuidado, se estaba acercando poco a poco a la clínica abandonada... De repente notó una presencia detrás suya y sin pensarlo, con su mano izquierda, agarró la empuñadura de Zemarkandge y se giró rápidamente... "¡Hey!" Sonic se quedó sorprendido... "¡Joder! ¿Por qué no te has acercado a mí normalmente?" Shadow sonreía un poco... "Porque así le doy más emoción..." Tras decir esto Sonic se relajo y volvió a enfundar su espada, se notó algo aliviado por encontrarse con su amigo, iba a necesitar todo el apoyo del mundo... "Y ahora, Sonic, ¿lo que llevas en la espalda no será lo que yo me imagino?" Sonic se quedó sorprendido... "¿Y que te imaginas que es?" preguntó curioso Sonic. "Pues por la forma de la empuñadura, y por el aura que desprende, esa espada es Zemarkandge" Sonic no daba crédito... "¿Desde cuando conoces tú esta espada?" Shadow sonreía maliciosamente... "Soy una caja de sorpresas, ¿eh?" Sonic seguía sorprendido... "Pues la conozco porque oí hablar de ella a María y su abuelo..." Shadow se quedó pensativo, recordarles le dolía mucho, pero era fuerte, lo había superado... "Shadow..." Shadow miró fijamente a Sonic... "Sonic, ya sabes que las compasiones no me van, gracias." Sonic se quedó helado... Hubo un momento de silencio, únicamente interrumpido por la brisa y los sonidos de la noche... "Va..vale" Sonic se rascó la cabeza... "¡Y yo que pensaba que esta espada no la conocía casi nadie!" Shadow se acercó a él... "La cuestión es que la gente la conoce, pero también es cierto que la temen, ¿estas loco?, ¿cómo diablos se te ocurre coger la espada?" Sonic se quedó pensativo... "Supongo que no me importa... creo que la podré controlar..." La voz de Sonic sonó muy decidida, cosa que Shadow lo notó... "Sonic, espero que así sea..." Los dos se miraron fijamente, y la voz de Sonic rompió esa mirada... "Bueno tío, se acabo el hablar, hay que pasar a la acción..." Sonic se encaró hacia el edificio, estaba muy nervioso, pero tenía muy claro que iba a salvar a Tails... Shadow le puso su mano en el hombro izquierdo... "Sonic, ten cuidado, no sabemos que es lo que ha podido hacer la tía loca esta... ¿de acuerdo?" Sonic miró tranquilo a Shadow... "No pasa nada, tu y yo somos invencibles" Acto seguido, Sonic se acercó al edificio... "Si, invencibles, ojalá" Shadow sonreía mientras seguía a Sonic...

Tails estaba muy desconcertado, Galatea estaba sentada delante de él sin decir nada, simplemente mirándole... Tails se miró el extraño brazalete del brazo y le dirigió la palabra... "¿Qué es esto?" Dijo señalando con la cabeza... Galatea se levantó muy tranquila y se quedó de pie mirándole... "Es un brazalete" Tails no se lo podía creer, jugaba con la ironía con una tranquilidad pasmosa... "Eso... eso ya lo veo..." Galatea sonreía... "Tranquilo, solo bromeo para entablar amistad..." Tails estaba muy asustado... Galatea estiró los brazos y bostezó... "Es el brazalete Aegis, invención mía" Tails se quedó sorprendido... "Y... ¿Por qué me lo has puesto?" Galatea le miró sorprendida... "Vaya... pues no eres tan listo como pareces..." Tails estaba muy confuso. No entendía las reacciones de Galatea. Galatea siguió hablando con mirada desafiante... "Cariño, ese brazalete es el que te está manteniendo con vida..."

En ese mismo instante Tails se quedó colapsado, no podía entender que la mujer que le quería matar, le estaba salvando la vida... "Pero... ¿Por qué?" Galatea se acercó a Tails mientras le miraba de arriba a abajo y sonreía... "Porque todavía no puedes morir, no hasta que yo lo diga..." Tails fue valiente y siguió con la conversación... "¿Por qué me haces esto? ¿Tanto te gusta verme sufrir?" Tails tenía su rostro aniñado muy triste y serio, era como si hubiese ganado de repente 4 años más de edad... Galatea reía a carcajada limpia... "Sinceramente zorrito, no es que me guste... ¡me encanta verte sufrir!" Tails miraba con rabia a Galatea... "¿Y como es que tú has inventado una cura para Frozen Dust?, y ¿por qué no le das a nadie la fórmula?" Galatea sonreía... "Oh cielo, lo he inventado yo y mío es y de nadie más..., es un secreto que me llevaré a la tumba, pero piensalo... ¡eres el segundo único afortunado en todo el mundo que ha podido sentir la cura de mi brazalete!" Acto seguido Galatea se acercó a Tails y le acarició el pecho, y con gran fuerza le arrancó la parte superior del blanco pijama... Tails se quedó muy sorprendido y a la vez preocupado... "¡¿Qué haces?!" Galatea sostenía trozos de tela blanca en la mano, los tiró al suelo y se acercó hasta Tails... "Ummm... simple curiosidad..." Tails seguía atado por las muñecas a la pared, pero con el torso desnudo... Estaba muy asustado... "Es que, verás cielo, he estado pensando..." Galatea acariciaba el pecho de Tails mientras hablaba... Tails no podía pronunciar ni una palabra... "...ya sabes que me gustaba mucho tu padre y... tu... te pareces mucho a él..." Tails no comprendía nada, Galatea le dirigió una mirada fatal, que le atravesaron los ojos y poco a poco se acercó al oído de Tails, y le dijo susurrando... "Siempre quise quedarme embarazada de tu padre..."

En ese mismo instante Tails se quedó sin palabras, Galatea decía las cosas sin ningún problema, y ahora, que hubiera querido tener un hijo con su padre... "Y... ¿Qué me quieres decir con eso?" Galatea se alejó de las palabras del joven zorro... "Pues muy sencillo... si no me equivoco ahora mismo tienes 12 años, ¿verdad?" Tails, casi impasible, asintió lentamente con la cabeza... "Pues quiero tener un bebé...tuyo. Con esta edad ya puedes darme ese bebé que nunca he podido tener, por eso te mantengo aún con vida. Hasta que no aparezca por aquí mi "querido" Sonic y le destroce no podré concentrarme en intentar tener el bebé. Es casi como si fuera de mi amado Hermes..." Galatea miraba con frialdad a Tails, y éste no sabía que decir... "Tener un hijo del hijo de mi querido amor... ¿no suena fascinante?" Tails comenzó a llorar sin poder evitarlo, mientras Galatea reía de manera histérica... "Estás loca..." Galatea sonrío y sin avisar se acercó rápidamente hacia Tails y le dio un apasionado beso en los labios que Tails no pudo evitar... Galatea no le soltaba y alargaba el beso... Tails seguía sin parar de llorar, mientras se veía obligado a besarla... Por fin Galatea le soltó... "Oh cariño, eso ha estado muy bien, no veo el momento de intentar tener un bebé tuyo..." Galatea se arrodilló en frente del pequeño zorro y comenzó a acariciarle sus caderas arriba y abajo y, acto seguido, le desabrochó el cordón del pantalón del pijama blanco veraniego... Tails miraba horrorizado la situación, le temblaban las rodillas y se sentía incapaz de hacer nada, intentaba liberarse de su prisión, pero no podía, y cuando estaba ya totalmente aterrado y casi desnudo a causa de la insensata pasión de su secuestradora...

"¡¡¡BOUM!!!"

Un gran estruendo envolvió la sala, y Galatea se giró rápidamente olvidándose por completo de Tails... Alguien había tirado la puerta metálica abajo... Se formó una gran humareda de polvo y a través de ella se podían vislumbrar dos sombras...dos erizos...

"¡Galatea!" La voz de Sonic llenó la estancia por completo y atravesó la densa nube de polvo...

Galatea se quedó impasible mirando como la nube de polvo se disipaba y por fin se podían mirar cara a cara durante más tiempo...

"Sonic..."

Ambos dos se miraban con gran ira y furia... Sonic agarró el mango de su espada mientras la seguía mirando, y ella se puso de manera desafiante... "He esperado mucho este momento..." Galatea sonreía...

Todos los presentes en la habitación estaban inquietos, Shadow miraba como la tensión entre Sonic y Galatea se podía percibir a kilómetros...

Tails miraba a sus dos salvadores con gran alegría y lloraba de la emoción...

En el aire se podía oler el deseo de venganza y de justicia... Faltaba muy poco para que el destino eligiese...

Muy poco...