Lluvia y Besos de Fresa
Escrito por: hikari (adriana santomé)
Idea: 7 de abril del 2004.
Fecha: 8 de abril del 2004.
Disclaimer: Nop, Shaman King no es mío :D
Advertencia: Posible SPOILER del pasado de Anna e Yoh, basado en el manga y en los episodios donde Anna le relata a Yoh un poco del pasado de Yoh y el otro donde Tamao le dice a Manta un poco más sobre esto (cuando esperan a que Yoh salga de la cueva Yomi).
N/A: ¡¡¡Ah, Horitoooooooo!!! (em, nadie que no sea mexicano entenderá este chiste, así que no se preocupen). Bien, bien, estoy muy contenta con sus respuestas, así que aquí estamos de nuevo. A decir verdad, tenía un poco de miedo en hacer algo con Horo y Tamao, ya que muchos simplemente ODIAN a Tamao, ¿por qué? No lo sé. La chavita lo único que hizo fue enamorarse de Yoh, y en mi opinión, ¿quién no haría eso? Digo, Yoh-kun es de los mejorcitos del grupo (*¬*) a pesar de su risita tonta (*¬*)… En esta ocasión como no pude resistirme, incluí el YohAnna de manera bastante sútil, ya verán porque… La respuesta de los reviews está al final ^.~
***
Caminaron lado a lado en silencio, él con los brazos detrás de la cabeza y ella apretando sus pequeñas manos. La chica de piel blanca decidió romper el silencio, preguntando lo primero que se le vino a la cabeza.
"¿Y la señorita Pilica?"
"¿Qué?" volteó a verla confundido, uniendo sus cejas negras mientras se preguntaba de qué hablaba Tamao, de repente comprendió.
"¡Ah! Pues ella está en el hotel con Kororo," respondió finalmente, "Dijo que ella no quería caer en la pensión de sorpresa. Que suficiente era con nos hubieran invitado a todos y que alguien vaciara el refrigerador de Yoh y Anna. Aunque no entendí a que se refería… jeje…"
La muchacha sudó frío. Casi se le había olvidado el enorme apetito del joven Horo.
"Entonces, ¿llegará más tarde?"
"Sí," el miró los alrededores distraído, "La conociste en el torneo, ¿verdad?"
"Eh… si, estuvimos con los abuelos Asakura y el señor Mikihisa durante la última batalla."
"Así que así fue. Espero que no te haya molestado mucho," dijo, "Pilica suele ser muy fastidiosa. ¡Qué si lo sabré yo!"
"Al contrario, en el poco tiempo que la trate, ella me pareció muy buena persona," comentó, "Además es muy valiente como usted… Oh, perdone, joven Horo Horo."
"Jajaja. Gracias," el muchacho río sinceramente, "Por lo qué veo te sonrojas muy rápido."
"Pues, yo… sí, creo que sí," dijo, agachando la cabeza.
"Mira Tamao, ¡ya llegamos al parque!" dijo él llamando su atención. Atrajo la manó de la chica a la suya y a la jaló hasta el sitio.
***
"Ah, ¡interactuar con la naturaleza es lo mejor!" exclamó el Ainu, sentándose en una de las bancas blancas al centro del parque. Los pastos verdes y los árboles frondosos los rodeaban, mientras que las risas de los niños jugando se podían oír por todo el lugar.
"Es verdad," ella habló por primera vez desde que habían llegado, "Este lugar es muy hermoso." Observó con cuidado los rosales y las otras flores en los grandes jardines.
Suspiró levemente mientras miraba a un par de niños corriendo con una pelota. Otros más pequeños jugaban en la caja de arena y en los sube y baja.
Un niño castaño de graciosa nariz respingada y vestido con ropas muy finas perseguía y cazaba insectos mientras que un sujeto ya mayor, con anteojos y vestido todo de negro, perseguía al niño. La escena le pareció lo bastante divertida como para reírse discretamente.
Siguió observando, alguna que otra pareja paseaba por el parque. Una conformada por personas mayores le llamó la atención, era increíble que incluso sí las canas y las arrugas habían llegado, los ancianos aún parecían jóvenes enamorados. Pensó por unos instantes que a ella también le gustaría tener eso algún día.
En los columpios una niña se mecía alegremente. La niña de repente cayó del columpio, y se raspó las rodillas. La pequeña, que aparentaba no más de cuatro años comenzó a sollozar, buscando en todas direcciones a sus padres. No pasó mucho para que la madre de la niña de trenzas llegará a cuidar a su hija. Se la llevó en su regazo mientras intentaba consolarla.
Sus ojos parecieron nublarse por unos segundos, recordando viejos momentos. Ah, el tiempo había pasado, y no en balde… De pronto, sintió que el silencio era un tanto insoportable y se giró, buscando conversación con su acompañante.
"Joven Ho…ro, " se detuvo al observar al chico.
Él estaba recargado en la banca, sus brazos extendidos en todo el respaldo, su cabeza ligeramente hacia atrás. Tenía la boca un poco abierta mientras respiraba profundamente y los cabellos azules le cubrían sus ojos cerrados. Tamao alcanzó a escuchar un suave ronquido, lo que confirmó sus sospechas…
Horo Horo estaba durmiendo placidamente.
Sonrió alegremente, suprimiendo las lágrimas que se habían formado en sus claros ojos cereza. Él muchacho parecía estar soñando con algo que le hacía muy feliz, puesto que aún dormido, esbozaba una sonrisa también. Se detuvo a mirar al Ainu con atención al momento en que una mariposa amarilla se posó en la nariz del chico.
El joven Horo, incluso era tonto negarlo, era muy apuesto. Sus ojos siempre demostraban aquella inocencia infantil y a la vez, la valentía de un hombre maduro. Según sus cálculos, al joven le faltaban unos cuantos meses para cumplir los diecisiete años, y a pesar de que ella tan sólo tenía catorce, la trataba como si fueran iguales y no como a una niña.
Y ahora que lo miraba dormir, ella pudo notar lo inevitable. Su piel era clara, aunque no tanto como la suya propia, y sus pestañas eran largas y finas. El cabello todo alborotado caía sobre aquella banda con inscripciones hechas por los nativos del norte. La línea sobre su mandíbula era recta y definida. Sus mejillas eran suaves, y luego, sus labios…
"Aaahh… ahh… ¡¡¡¡Atchuuuu!!!!"
Él despertó con un gran estornudo justo cuando la mariposa le había causado molestia, tomándola por sorpresa. La pelirrosa se sonrojó profundamente, sintiendo una gran vergüenza, mientras apretaba los puños. El Ainu se talló la nariz, aunque no notó la cara roja de su acompañante.
"S-salud…" dijo ella tímidamente.
"Ah, gracias," dijo él, viéndola fijamente, "Jejeje, no me digas. ¿Me quedé dormido?" Tamao asintió. "Es que estaba muy cómodo aquí," volvió a reír.
***
"Y dime," dijo él mientras observaban a la gente en el parque, "¿cómo fue qué llegaste con los abuelos de Yoh?"
"Pues yo… A decir verdad, no recuerdo muy bien como fue que sucedió eso. Sólo sé que desde muy pequeña he estado con el señor Yohmei y la señora Kino, entrenándome para ser shaman y predecir el futuro. Antes de eso, no tengo más que escasas memorias de momentos con mi madre…"
"Lo lamento," dijo él, viéndola directamente, "no era mi intención hacerte recordar ese tipo de cosas."
"No, esta bien. Precisamente como no me acuerdo mucho de esos tiempos, no me molesta," ella replicó, "Además, la familia Asakura siempre me ha tratado bien y me han procurado como a un hijo más. Me han entrenado a pesar de que soy muy mala practicando con mis poderes espirituales, me han dado comida y abrigo… ¿Qué otra cosa puedo pedir? En verdad ellos son muy generosos."
"¿Cómo Yoh?"
"Sí. Él joven siempre me ha tratado como a una hermana," vaciló por un momento, "Siempre se preocupa por mí si me siento mal o hay algo que me moleste." Ella sonrió y él asintió, contemplando de nuevo hacia el frente.
Los dos miraron a un niño jugar con su perro, las risas infantiles llegando a sus oídos.
"Pero tú no quieres que sólo te vea como una hermana," él dijo de la nada.
"¿Q-qué ha dicho?" preguntó, casi asustada.
"A ti te agrada Yoh, ¿no?"
"Bueno, sí. ¿A quién no?" ella trató de evadirlo.
"Sabes a lo que me refiero, Tamao," dijo aún sin verla, "A ti te gustaría que Yoh te viera más que como una hermana."
"Yo…" ella dudó, su voz quebrándose poco a poco. Él se mantuvo en silencio.
"Discúlpame. Estoy siendo muy indiscreto," luego se carcajeó un poco, "Yo y mi gran bocota. Supongo que por eso Pilica se la pasa regañándome, jeje. No sé cuando callarme."
"Él joven Yoh necesita alguien fuerte a su lado, alguien como la señorita Anna. Eso lo sé porque he convivido con él desde que era muy pequeña," ella comenzó a explicar, y Horo simplemente escuchó atento.
"Él joven Yoh por mucho tiempo, antes de venir a Tokio, vivió retraído del mundo. En la escuela todos los niños lo llamaban el 'hijo del diablo', por el sólo hecho de pertenecer a una familia con tanta reputación en el mundo espiritual como los Asakura. Hubo momentos en que verle sonreír era casi un milagro, e incluso llegó a abandonar sus estudios en una ocasión," dijo con pesar.
"Poco a poco, su familia logró explicarle que, al igual que todos los shamanes, él también tenía un don especial y que no era diferente o malo por ello, tan sólo… especial. Y además, él tenía una misión que cumplir, y esa era convertirse en el rey de los shamanes, el Shaman King…"
Tamao pausó, mirando hacia el suelo, a lo que Horo Horo aprovechó para preguntar.
"Pero el torneo fue cancelado… ¿ellos no…?"
La joven negó con la cabeza. "Aún así, el joven sigue siendo el heredero de la familia, y tan sólo eso guarda muchas responsabilidades."
Él muchacho comprendió y continuó escuchando con atención.
"Pero aún así… no era lo mismo. Fue un poco después de que cumplió los 10 años, qué la señorita Anna fue presentada como la mejor discípula de la señora Kino y también, como la futura esposa del joven Yoh. Para ese entonces yo sólo tenía ocho años, pero ya comenzaba a sentir algo por él," Tamao se quedó pensativa.
"¿Qué pasó?" dijo el mientras ella aprovechaba para tomar aliento.
"Cuando eso ocurrió, sentí que el mundo se me caía encima. La familia Asakura había preferido a una extraña antes que a mí, y eso era porque yo era una niña muy débil y llorona. Pero pronto entendí que era algo más."
"Seguramente Anna te golpeó hasta que caíste inconsciente," supuso el Ainu.
"¡Jamás! La señorita nunca me haría eso," dijo, "Al contrario, cada vez que nos visitaba y yo me metía en problemas con algún otro discípulo, ella me ayudaba."
"Sí, si… Mejor sígueme contando," repuso él divertido ante su reacción.
"Bueno," empezó ella desconfiada, "Entendí que era porque la señorita Anna se parecía mucho al joven." Horo Horo la miró incrédulo.
"Si," ella continuó, "la señorita fue rechazada por temor a sus capacidades, y no fue hasta que llegó con los Asakura que su perspectiva de un mundo que había sido despiadado con ella cambió. Entrenó y aprendió con la señora Kino, demostrando ser excepcional, sobrepasando pruebas extenuantes a una edad muy corta, y finalmente superando cada una de ellas. Y no sólo eso, ella tenía el poder, la confianza y las fuerzas necesarias para apoyar al joven Yoh."
"¿A qué te refieres?" preguntó él.
"Una mujer debe ser la pilar de su marido, y viceversa, por eso es necesario que ambos sean igual de fuertes. Eso es lo que busca la familia Asakura, mujeres fuertes que equilibren la fuerza de sus esposos, tal como lo hacen la señora Keiko y la señora Kino. La señorita Anna cumple todas las expectativas de la familia," ella sonrió, "Además, y lo más importante, cuando se conocieron, fue como si algo cambiara dentro de ellos. Me refiero al joven y a la señorita."
"Se complementan de tal forma, que la decisión de los Asakura no pudo ser más acertada. El joven nunca hubiera podido superar todas aquellas pruebas de no haber sido porque la señorita Anna llegó para entrenarlo. Y la señorita, con el cuidado y cariño que el joven Yoh le da, ha logrado abrirse, si tan sólo un poco, a la gente. Ella es autoritaria y él tiene convicción. Ella se preocupa por las cosas y él se relaja por todo. En fin, ellos se hacen sonreír el uno al otro."
"¿S-sonreír? ¿Anna?" su cara denotaba sospecha.
Ella asintió. "Son felices. Y si el joven Yoh es feliz, eso es más que suficiente para mí."
En ese momento, empezó a llover.
***
A/N: AHHH, ¡finalmente, ya llegó la lluvia! ¿Ya tiene un poco más de sentido, no? Wai wai wai!!! ¿Tamao ha empezado a ver las "cualidades" del joven Ainu? ¿Seguirá Horo de metiche? ¿Les dará pulmonía ahora que esta lloviendo? ¿Algún día Anna e Yoh darán el "siguiente" pasó? ¿Qué harían Tamao y Horo entonces? ¿La historia de Yoh y Anna será absurda? (Ne, ahí me basé en el manga, así que…) ¿Les habrá aburrido el capítulo con el waff de la autora? ¿Se volverán locos con todas estas preguntas? ¿Seguirán queriendo más capítulos? ¿Dejaran ustedes, mis queridos lectores, más reviews?
~REVIEWS~
Rikku Tao: Gracias por los animos!!! Yo también tengo un montón de parejas a las que apoyo, pero definitivamente esta es una de mis favoritas.
Emi Tachibana: Thanks ^^ Aquí esta el siguiente capítulo, espera pronto el tercero!!
rika asakura: ER… 'ta bien, Horo es tuyo *susurra: si como no…* pero Yoh-kun es mío, wahhhhh!!! Y no te preocupes, no me cansaría nunca de tus reviews.
Niki: Ahh, que bueno que te parece interesante. ¡Gracias por tu review!
Fenryr: ¡Hola de regreso! Gracias por tu review. Y sí, Horo hará bastantes tonterías. Bueno, no tantas porque tenemos que ver su lado sensitivo. Hoy estuvo bastante tranquilo, pero espera a lo que le hará a ese pobre intendente U.U
ChibiDi: Gracias… Ah, me gusta la palabra lindo… Nos vemos pronto!
Yaki: Mil gracias por tu apoyo!!!!!! Esta pareja es un tanto difícil de escribir, ya que no hayningún indicio en la serie o el manga, pero ja! ¡¡¡Lo lograré!!!!
Beu Rib: Ay, a mi también me gustan mucho tus fics!!! Tú también siguele pronto, en cuanto pueda te dejo mil reviews, ok??
