***********************
IMPULSOS DESENFRENADOS
***********************
-¿Aun no responde? –pregunto Hermione nerviosa.
-No, pero tranquilízate, no creo que vaya a venir desde Londres hasta aquí solo para regañarme ¿o si? –dijo tomando otro bocado.
-¿Estas seguro? Tu padre ha venido por asuntos de él casi siempre... no debiste –le repetía la Gryffindor.
-Vamos, Hermione, lo hecho, hecho esta y además tarde o temprano lo iba a hacer.
-Pero te hubieras esperado al final del año. Tal vez hasta te hubiera acompañado, si querías, pero ahora tengo mucho miedo.
-Hermione, el "hubiera" no existe, y prefiero cambiar de tema.
Hermione agacho la cabeza y se empezó a levantar.
-¿Qué haces? –pregunto Draco algo enfadado.
-No tengo hambre –dijo con un hilo de voz.
-Hermione –le llamó Draco buscando su mirada.
-¿Qué? –pregunto tomando su mochila.
-Siéntate y come; mira no es para tanto, estoy seguro que lo único que hará será mandarme un vociferador o una simple carta.
-Es que no quiero que tengas problemas... estoy muy preocupada y tengo miedo.
-Tú no tienes por qué, no me puede hacer nada, Hermione, entiéndelo, tengo 17 años, soy mayor de edad y creo que ya es tiempo de independizarme de él. ¿O acaso no quieres un 14 de febrero conmigo?
Hermione lo miro suplicante- Claro que sí, pero no así, yo preocupada y tú también y... no la vamos a pasar bien, tengo un mal presentimiento.
-Si no quieres que este aquí solo dímelo y le escribiré a mi padre que si voy a ir.
-¡No! Es que...
-Hermione ¿nos vamos? –interrumpió Harry junto con Ron.
Draco se giro enojadísimo y les lanzó miradas asesinas.
-Estamos hablando, Potter.
-Si no nos vamos ahora llegaremos tarde, Malfoy, digo... si es que te preocupa Hermione...
-Mira, Potter...
-Ahora voy, Harry –le interrumpió Hermione- ya estaba tomado mis libros, váyanse adelantando.
-Si quieres te esperamos –dijo Harry testarudo.
-Ya Romeo, vamonos –le susurro Ron empujándolo.
Los dos amigos se fueron y Draco se levanto furioso.
-¡San Potter! Y va de nuevo, ¡cómo es que no te das cuenta! –los celos de Draco no se hicieron esperar y Hermione se sintió un poco mejor, le gustaba que Draco tuviera celos porque se ponía romántico con ella cuando ocurría eso.
-Ya me di cuenta –dijo empezando a caminar-. Ron me lo dijo.
-¡Te lo dije! Pero ni crea que le dejare el camino libre, porque tú, preciosa, eres únicamente mía –dijo abrazándola muy fuerte.
-Jeje... vamos a llegar tarde –susurro Hermione feliz.
-¿Hoy nos toca Pociones, no?
-Sí, tu clase favorita.
-Entonces prepara tus labios que en toda la clase nos los voy a dejar –dijo separándole y dándole un ligero beso en la boca-. Nos vemos.
-Adiós.
***
Hermione llego a tiempo, faltando solo un minuto para que empezara la clase.
-Justo a tiempo, señorita Granger –la mirada severa de la profesora McGonagall se suavizaba un poco cuando hablaba con Hermione.
-Lo siento, perdí la noción del tiempo –dijo apenada.
-Pase –dijo sonriente-. Empecemos con la clase.
Hermione se sentó junto a Ron y saco sus cosas.
-¿Estas bien?
-¿Eh?
-Estas triste, lo sé –dijo Ron en un susurro mientras abría bien la hoja de pergamino.
-¿Tanto me conoces? –sonrió Hermione-. Solo ando preocupada, eso es todo.
-¿Segura? –pregunto la voz de Harry a sus espaldas.
-Sí –sonrió Hermione poniéndose algo nerviosa.
Era extraño que la conducta de Hermione hacia Harry cambiara de un día para otro, ahora que sabía que Harry sentía más que amistad por ella la ponía nerviosa. Y no era que a Hermione le gustara Harry sino que ¿a qué mujer no le ponía nerviosa saber eso? (Bueno a mí sí, jejeje) Lo notaba en su mirada tierna, en sus palabras, a veces le daba más nerviosismo sentir la mirada de Harry y verificar si era cierto la ponía aun más nerviosa porque los ojos verdes del chico tenían un brillo increíble, se sonrojaba y desviaba la mirada.
-Sabes que cuentas conmigo –le susurro Harry haciéndole cosquillas en la nuca por su aliento.
-Gracias, Harry.
La clase estuvo tranquila e interesante, hasta el punto de que a Hermione se le había olvidado lo de la carta de Draco a su padre, pero aquel sentimiento volvió al verlo fuera del aula.
-Que rápido llegaste –dijo Hermione poniéndose enfrente de él.
-Salí antes, pretexto: Ir al baño.
-¿Y tus cosas?
-Tienen un hechizo, llegaran a mi mochila en unos 5 segundos.
Y así fue, Draco abrazó a Hermione y caminaron juntos hasta Herbología, la siguiente clase de Hermione. Otra cosa extraña le pasaba a Hermione, normalmente siempre se sentía segura en los brazos de Draco, normalmente disfrutaba del masaje que los dedos de él le proporcionaban en la cintura, estos se colaban debajo de su ropa y al llegar a la camisa se aferraba a su cintura. Pero extrañamente ya no sentía nada de eso, sentía más miedo, incluso pavor de que algo llegara a pasarle; tanto fue su extraño sentir que le pidió a Draco que no la tomara de la cintura, aunque gracias a eso Draco se enojo con Hermione exigiéndole que se calmara y que nada pasaría pero la chica prefirió seguir sola hasta los invernaderos que seguir discutiendo (aunque el único que gritaba y se enojaba era Draco).
Después de eso, Hermione no pudo evitar llorar un poco, ¿es qué Draco ya no la entendía? ¿O él también estaba nervioso por la carta? Hermione siempre le pedía a Draco que le dijera si estaba nervioso o no pero el chico siempre contestaba que no y que todo saldría bien. Aunque para Hermione nada estaba saliendo bien.
-¿Estas llorando? –pregunto Harry detrás de ella.
-¿Eh? ¡Ah no! Estoy bien, Harry.
-Si como no, y ¿qué es esto, haber? –pregunto quitándole una lágrima de la cara.
-Estoy bien, Harry –dijo Hermione sonriendo y quitándose las demás lágrimas.
-¿Ahora qué te hizo ese hurón? –pregunto Harry rodeándole los hombros y caminando junto a ella.
-No le digas, hurón, Harry –dijo Hermione dándole un leve codazo-. Y son solo cosas que estoy segura que estoy exagerando.
-Si me cuentas estaré de tu parte.
-Jaja lo sé –dijo apoyando su cabeza en el pecho de Harry-. Solo quiero que las cosas mejoren.
Harry sintió la temperatura subirle demasiado rápido, su corazón empezó a latir con fuerza y no pudo más que rodearle la espalda, con toda la pena del mundo, y consolarla.
-Te aseguro que todo saldrá bien si estas conmigo –le susurro dándole unas palmaditas-... digo, si confías en mí –corrigió nervioso, pero Hermione había entendido exactamente que había querido decir.
-Confió en ti, Harry –dijo Hermione levantando la vista y viendo las mejillas rojas del chico-. Sé que siempre estarás ahí para ayudarme, lamento no estarlo yo cuando tú necesitas de mí...
-Es que tú ya tienes a alguien por quien preocuparte y yo no –dijo Harry con tristeza- solo tú y Ron.
-Si pero el "alguien" por el que me debería de preocupar esta enojado conmigo y... a veces ni él puede consolarme...
-Sabes que estoy yo –dijo Harry mirándola fijamente.
-Y no sabes como te lo agradezco.
Hermione reprimió un sollozo y se quedo mirando fijamente el hombro de Harry pensando en todo lo que estaba pensando... Hermione debería estar feliz de que Draco se este dejando de preocupar en él y ahora hasta sacrifique cosas con su familia sólo por estar con ella pero desgraciadamente era lo contrario, sentía que algo malo pasaría, que Draco si debía irse pero a la vez no quería, quería un 14 de febrero normal como cualquier pareja. Sintió una caricia en su nariz pero la ignoro y siguió pensando en todo lo malo que pasaba y solo por sus locos presentimientos.
-Me gustas mucho...
A Hermione se le a figuró oír un leve zumbido que entendió pero a la vez su mente no quería reaccionar, pensando en que si decía que sí a lo mejor ese zumbidito se fuera, lo hizo. Se sentía tan vacía, triste, sin sentido de vivir, unas nuevas lágrimas bajaron por sus mejillas y estas no cayeron a su ropa o bajaron por su cuello, había algo más que lo impedía. Entonces, su mente empezó a volar e imaginar: estaba con Draco, este la miraba de la manera más tierna que jamás haya visto ella, esa escena se le hacia familiar. ¡Ya recordaba! Fue cuando se dieron su primer beso, Hermione estaba muy nerviosa, solo veía su rostro sonreírle y cada vez se acercaba más y más... y más... y más, sus labios se unieron tímidamente y Hermione se separo por un centímetro: ¡era su primer beso! Pero segura, un poco más al sentir el aliento cálido del chico, volvió a unir sus labios con los de él, se sentía tan real, como si en verdad estuviera pasando, metió su mano por detrás de la túnica, acariciando la espalda suavemente, como siempre lo hacía. Aunque Hermione estaba sintiendo algo diferente, lentamente se fue separando, con los ojos cerrados, suspirando y recuperando el aliento.
-¿Draco? –pregunto insegura, lentamente sus ojos se abrieron y vieron una cara distinta. Piel apiñonada, algo blanca, cabello negro, gafas, labios rozados y carnosos- ¡Harry!
Harry abrió los ojos sonriendo feliz, pero su felicidad se desmorono al ver como Hermione se alejaba de él y lo miraba asustada.
-¡Harry! ¿Por qué?... yo no quería... ¿¡Porque lo hiciste!? –Hermione estaba muy confundida, veía la cara de tristeza de Harry y este intentaba acercársele pero ella se alejaba, ¿qué había hecho?
-Lo siento, Hermione. No pude... retenerme, ¡tú me contestaste! Hermione, espera, no te vayas –le repetía caminando hacia ella.
-¡Déjame en paz! –la chica tomó su mochila y se fue corriendo.
Harry solo alcanzo a ver como Hermione entraba al pasillo y se perdía.
-¡¡Eres un perfecto estúpido!! –se grito furioso, tirando su mochila al suelo y pateando el césped.
"Solo a ti se te ocurre besarla cuando esta confundida, triste y deprimida. De seguro estaba dormida en sus pensamientos que no se dio cuenta, o tal vez sí se dio pero no quiso ver... ¡¡si, aja, Potter!!" Harry estaba furioso consigo mismo, al parecer todos ya habían entrado, mucho antes de besarla echo un vistazo para ver si no había nadie, no tenía caso ir a clases con lo mal que se sentía y tarde.
***
Hermione entro corriendo a la Torre de Gryffindor, los elfos domésticos limpiaban la sala como de costumbre y se asustaron al ver a un alumno, pero Hermione ni si quiera los vio, subió de dos en dos las escaleras y por suerte ya estaba limpia su habitación, no habría elfos, tiro su mochila al suelo y se echó en su cama. ¡Hermione había engañado a Malfoy!
"¡FUE UN ACCIDENTE!" Grito su mente confundida.
Su boca tenía un nuevo sabor, un nuevo dueño, Hermione se sentía terriblemente mal. Su llanto se oía por las cuatro paredes de la habitación. ¿Es que nada saldría bien de ahora en adelante? ¿Es que el destino se empeñaba en poner pretextos para terminar su relación? ¿Por qué Harry lo había hecho? ¡¡Qué diablos le ocurría al mundo y a ella!! Pero aun lo peor... ¿se lo diría a Draco?
'¡Y si no te quiere volver a hablar! Porque... le respondiste a Harry, ¡él lo puede decir! ¿Es lo que quería, no?' Dijo su mente confundida.
'Claro que sí, confías en él ¿o no?' Dijo su corazón.
Hermione se quito la almohada de la cabeza y se la puso encima, empezó a gritar, se sentía terrible, la peor, la fácil, la dócil, ¡¡la más estúpida del mundo!! Y se quedo así, durante diez minutos más, hasta que el cansancio de gritar y llorar la obligaron a caer en un profundo sueño.
***
-¡Eh, Weasley! –lo llamó Draco.
-¿Qué pasa? –pregunto girándose.
-¿No has visto a Hermione?
-No, pensé que estaría contigo. Tampoco he visto a Harry, de seguro los llamo algún profesor –dijo dudoso.
-Si la vez, dile que estoy aquí, por favor –dijo preocupado.
-Si, claro –dijo Ron algo sorprendido por la palabra "por favor".
-¡Ah! –lo detuvo de nuevo- Y que ya no estoy enojado.
Ron no pregunto, vio a Draco muy preocupado que con eso se conformo, salió del Gran Comedor y empezó a caminar hacia la Torre de Gryffindor.
Aunque, en realidad, Ron no le dijo que no los veía a los dos desde la segunda hora. Ron había buscado a Harry en el baño de los niños y había preguntado por ambos pero nada, nadie los había visto. A Ron se le ocurrió la Sala Común aunque, lo que en verdad le preocupaba, era que Harry ya le hubiera dicho a Hermione lo que sentía... frente a frente.
Cuando por fin llego, corrió al cuarto de los chicos: Harry no estaba ahí. Con pocas esperanzas, subió al cuarto de las chicas: ¡Hermione sí estaba ahí!
-¡Hermione! –dijo Ron preocupado, Hermione estaba boca abajo y con la almohada encima, se la quito alarmado.
La giro y vio que tenía los ojos hinchados, había llorado y mucho.
-Hermione... Hermy, Mione –Ron le movía el hombro con suavidad. La chica se despertó poco a poco.
-¿Ron? –pregunto sentándose.
-¿Qué paso, Hermione? ¿Por qué llorabas? ¿Dónde esta Harry?
Hermione lo miro con tristeza y melancolía, se echo en sus brazos y empezó a llorar.
-Ron, yo no quería, él me beso, yo no me di cuenta... ¡no quiero que Draco se entere, ayúdame!
-¡Espera! –ordeno Ron separando a Hermione- ¿Quién te beso?
-¡Harry! Yo no me di cuenta, te lo juro, él solo me estaba abrazando y cuando me di cuenta nos estábamos besando.
-¿Dónde esta Harry? –pregunto sorprendido.
-¡No sé! Yo me fui corriendo... Ron, me quiero morir –le susurro abrazándole el cuello.
-¡No digas eso, Hermione! –le suplico Ron- Mira, Malfoy me dijo que...
-¡No quiero verlo, no puedo verlo, Ron! Solo me quiero morir porque todo me ha salido mal... nada vale la pena.
-¿Ni Malfoy? –pregunto mirándola fijamente.
-Él sí, pero no conmigo... yo no soy para él, él es arriesgado... valiente... fuerte y yo no, Ron, no soy nadie.
-Hermione ¿te estas escuchando? ¡Claro que vales mucho, Hermione! Eres la única que nos sienta en cabeza, la única que no solo se deja llevar por los impulsos, sin ti Harry y Ron ya estuviéramos muertos por tantas cosas que hemos pasado, eres genial Hermione, por eso Malfoy se enamoro de ti y Harry.
Hermione lo miro como si le estuviera diciendo que es inocente en una condena a muerte, lo abrazo tan fuerte que Ron pidió que lo soltara un poco. Hermione le dio miles de gracias pero aun así sentía un nudo en la garganta.
-Pero... tengo miedo de decirle a Draco... o de encontrarme con Harry.
-Te diré algo, mejor, primero, habla con Harry, después con Malfoy... aunque te aseguro que tu novio no va a dudar en romperle la cara a Harry, aunque lo tiene bien merecido, por impulsivo.
-Pero... sabes...
Hermione le empezó a contar, con detalles, lo ocurrido.
-Estoy seguro que Harry se dio cuenta que no estabas en ti, Harry no es tan tonto, miles de veces le he dicho que si Malfoy esta contigo, no tendrá posibilidades. Se nota que te quiere mucho.
-¿Por qué lo dices? –dijo saliendo del baño, secándose la cara.
-Me fue a preguntar por ti en el Gran Comedor, se veía muy preocupado, me dijo hasta "por favor" –dijo divertido-. Ah, y me dijo que ya no estaba enojado contigo.
Hermione sonrió- Últimamente lo he presionado mucho... pero sé que entiende mi posición.
-¿Qué pasa? –pregunto Ron preocupado- Si puedo saber, claro.
Hermione le empezó a contar lo ocurrido y Ron se quedo con la boca abierta y el cejo fruncido.
-¡¡Hizo eso... por ti!!
-Pensé que habías dicho que valía mucho la pena –sonrió divertida.
-Es que... no lo puedo creer. Lo pueden degollar o castigar, o aun peor, ¡torturar! Por lo que hizo y anda muy tranquilo... ¡yo estuviera peor que tú!
-Sí, se lo he dicho, ya pasaron tres días desde que envió esa carta y anda como si nada. Yo, en cambio, ando alerta, tengo miedo que su padre le haga algo, tanto que le pedí que no me abrazara... se enojo porque dijo que yo no debería ponerme así y que necesitaba mi apoyo y que no se lo daba y bueno, ya sabrás... ¿crees que estoy exagerando?
-Pues ya te dije que yo estuviera peor, pero creo que si debes darle algo de apoyo, si únicamente le andas diciendo lo malo que podrá pasar se puede arrepentir y decirle a su padre que si se va, tú ya le dijiste lo necesario, ahora solo espera las consecuencias ¡y reza porque no pase nada!
-Jajaja, lo haré –dijo Hermione-. Gracias, Ron.
-¿De qué? Solo me preocupo por ustedes y ustedes mismos se complican –dijo bromeando-. Ahora hay que bajar que me toca Adivinación y esta muy lejos.
-Sí, de acuerdo.
***
Hermione bajo algo nerviosa, esperando no toparse con Harry.
-Tranquila –dijo Ron-. Será famoso por haber debilitado a quien-tú-sabes pero es un cobarde en cuestión de chicas.
Hermione rió nerviosa mientras tomaba otras escaleras para ir a su clase de Aritmancia. Caminaba rápidamente porque de nuevo se le hacía tarde pero una voz interrumpió su caminata.
-¡Hermione! –grito Draco.
Hermione se giro y se le helo la sangre.
-¿Dónde estabas? –pregunto preocupado- Te espere en Herbología, Encantamientos y Defensa Contra Las Artes Oscuras pero en ninguna estabas. ¿Estas bien?
-Quiero hablar contigo –dijo seriamente-. Debo irme –dijo caminando hacia su salón.
-¡Ya no estoy enojado! –grito suplicante.
-Lo sé... y no sabes como te adoro por eso.
-¿No me puedo despedir? –pregunto caminando hacia ella.
-No... bueno sí, es que...
No pudo terminar, los labios de Draco aprisionaron los suyos, aquella sensación le agradaba más, pero se estaba empezando a sentir mal... 'lo engañaste' repetía su cerebro, 'él entenderá' decía su corazón.
Hermione se separo tan repentinamente que Draco quedo extrañado.
-¿Qué pasa?
-Debo irme, llegare tarde.
-Esta bien, nos vemos.
-Te amo –le grito Hermione al final del pasillo. Draco solo sonrió y desapareció...
NOTAS DE LA AUTORA: ¡No crean que Draco era malo u otra persona jajaja! Sino que, según los libros, en el último año se puede tele transportar. Me tarde mucho porque me fui de vacas, lo siento a quienes no jejeje pero me la pase muy bien y con más ganas de enredar este fic, ¡espero que lo haya hecho! Le quiero agradecer a mi amigui Ceci porque ¡por fin la mendiga me dejo un review! ¡Bien que los lees pero de reviews nada ¿verdad?! Pero aun así graxx!!
¡Les deseo un feliz día del niño! Porque sé que cada uno tiene uno adentro (aunque algunos demasiado adentro) Pero ahí anda jejeje, nos vemos.
IMPULSOS DESENFRENADOS
***********************
-¿Aun no responde? –pregunto Hermione nerviosa.
-No, pero tranquilízate, no creo que vaya a venir desde Londres hasta aquí solo para regañarme ¿o si? –dijo tomando otro bocado.
-¿Estas seguro? Tu padre ha venido por asuntos de él casi siempre... no debiste –le repetía la Gryffindor.
-Vamos, Hermione, lo hecho, hecho esta y además tarde o temprano lo iba a hacer.
-Pero te hubieras esperado al final del año. Tal vez hasta te hubiera acompañado, si querías, pero ahora tengo mucho miedo.
-Hermione, el "hubiera" no existe, y prefiero cambiar de tema.
Hermione agacho la cabeza y se empezó a levantar.
-¿Qué haces? –pregunto Draco algo enfadado.
-No tengo hambre –dijo con un hilo de voz.
-Hermione –le llamó Draco buscando su mirada.
-¿Qué? –pregunto tomando su mochila.
-Siéntate y come; mira no es para tanto, estoy seguro que lo único que hará será mandarme un vociferador o una simple carta.
-Es que no quiero que tengas problemas... estoy muy preocupada y tengo miedo.
-Tú no tienes por qué, no me puede hacer nada, Hermione, entiéndelo, tengo 17 años, soy mayor de edad y creo que ya es tiempo de independizarme de él. ¿O acaso no quieres un 14 de febrero conmigo?
Hermione lo miro suplicante- Claro que sí, pero no así, yo preocupada y tú también y... no la vamos a pasar bien, tengo un mal presentimiento.
-Si no quieres que este aquí solo dímelo y le escribiré a mi padre que si voy a ir.
-¡No! Es que...
-Hermione ¿nos vamos? –interrumpió Harry junto con Ron.
Draco se giro enojadísimo y les lanzó miradas asesinas.
-Estamos hablando, Potter.
-Si no nos vamos ahora llegaremos tarde, Malfoy, digo... si es que te preocupa Hermione...
-Mira, Potter...
-Ahora voy, Harry –le interrumpió Hermione- ya estaba tomado mis libros, váyanse adelantando.
-Si quieres te esperamos –dijo Harry testarudo.
-Ya Romeo, vamonos –le susurro Ron empujándolo.
Los dos amigos se fueron y Draco se levanto furioso.
-¡San Potter! Y va de nuevo, ¡cómo es que no te das cuenta! –los celos de Draco no se hicieron esperar y Hermione se sintió un poco mejor, le gustaba que Draco tuviera celos porque se ponía romántico con ella cuando ocurría eso.
-Ya me di cuenta –dijo empezando a caminar-. Ron me lo dijo.
-¡Te lo dije! Pero ni crea que le dejare el camino libre, porque tú, preciosa, eres únicamente mía –dijo abrazándola muy fuerte.
-Jeje... vamos a llegar tarde –susurro Hermione feliz.
-¿Hoy nos toca Pociones, no?
-Sí, tu clase favorita.
-Entonces prepara tus labios que en toda la clase nos los voy a dejar –dijo separándole y dándole un ligero beso en la boca-. Nos vemos.
-Adiós.
***
Hermione llego a tiempo, faltando solo un minuto para que empezara la clase.
-Justo a tiempo, señorita Granger –la mirada severa de la profesora McGonagall se suavizaba un poco cuando hablaba con Hermione.
-Lo siento, perdí la noción del tiempo –dijo apenada.
-Pase –dijo sonriente-. Empecemos con la clase.
Hermione se sentó junto a Ron y saco sus cosas.
-¿Estas bien?
-¿Eh?
-Estas triste, lo sé –dijo Ron en un susurro mientras abría bien la hoja de pergamino.
-¿Tanto me conoces? –sonrió Hermione-. Solo ando preocupada, eso es todo.
-¿Segura? –pregunto la voz de Harry a sus espaldas.
-Sí –sonrió Hermione poniéndose algo nerviosa.
Era extraño que la conducta de Hermione hacia Harry cambiara de un día para otro, ahora que sabía que Harry sentía más que amistad por ella la ponía nerviosa. Y no era que a Hermione le gustara Harry sino que ¿a qué mujer no le ponía nerviosa saber eso? (Bueno a mí sí, jejeje) Lo notaba en su mirada tierna, en sus palabras, a veces le daba más nerviosismo sentir la mirada de Harry y verificar si era cierto la ponía aun más nerviosa porque los ojos verdes del chico tenían un brillo increíble, se sonrojaba y desviaba la mirada.
-Sabes que cuentas conmigo –le susurro Harry haciéndole cosquillas en la nuca por su aliento.
-Gracias, Harry.
La clase estuvo tranquila e interesante, hasta el punto de que a Hermione se le había olvidado lo de la carta de Draco a su padre, pero aquel sentimiento volvió al verlo fuera del aula.
-Que rápido llegaste –dijo Hermione poniéndose enfrente de él.
-Salí antes, pretexto: Ir al baño.
-¿Y tus cosas?
-Tienen un hechizo, llegaran a mi mochila en unos 5 segundos.
Y así fue, Draco abrazó a Hermione y caminaron juntos hasta Herbología, la siguiente clase de Hermione. Otra cosa extraña le pasaba a Hermione, normalmente siempre se sentía segura en los brazos de Draco, normalmente disfrutaba del masaje que los dedos de él le proporcionaban en la cintura, estos se colaban debajo de su ropa y al llegar a la camisa se aferraba a su cintura. Pero extrañamente ya no sentía nada de eso, sentía más miedo, incluso pavor de que algo llegara a pasarle; tanto fue su extraño sentir que le pidió a Draco que no la tomara de la cintura, aunque gracias a eso Draco se enojo con Hermione exigiéndole que se calmara y que nada pasaría pero la chica prefirió seguir sola hasta los invernaderos que seguir discutiendo (aunque el único que gritaba y se enojaba era Draco).
Después de eso, Hermione no pudo evitar llorar un poco, ¿es qué Draco ya no la entendía? ¿O él también estaba nervioso por la carta? Hermione siempre le pedía a Draco que le dijera si estaba nervioso o no pero el chico siempre contestaba que no y que todo saldría bien. Aunque para Hermione nada estaba saliendo bien.
-¿Estas llorando? –pregunto Harry detrás de ella.
-¿Eh? ¡Ah no! Estoy bien, Harry.
-Si como no, y ¿qué es esto, haber? –pregunto quitándole una lágrima de la cara.
-Estoy bien, Harry –dijo Hermione sonriendo y quitándose las demás lágrimas.
-¿Ahora qué te hizo ese hurón? –pregunto Harry rodeándole los hombros y caminando junto a ella.
-No le digas, hurón, Harry –dijo Hermione dándole un leve codazo-. Y son solo cosas que estoy segura que estoy exagerando.
-Si me cuentas estaré de tu parte.
-Jaja lo sé –dijo apoyando su cabeza en el pecho de Harry-. Solo quiero que las cosas mejoren.
Harry sintió la temperatura subirle demasiado rápido, su corazón empezó a latir con fuerza y no pudo más que rodearle la espalda, con toda la pena del mundo, y consolarla.
-Te aseguro que todo saldrá bien si estas conmigo –le susurro dándole unas palmaditas-... digo, si confías en mí –corrigió nervioso, pero Hermione había entendido exactamente que había querido decir.
-Confió en ti, Harry –dijo Hermione levantando la vista y viendo las mejillas rojas del chico-. Sé que siempre estarás ahí para ayudarme, lamento no estarlo yo cuando tú necesitas de mí...
-Es que tú ya tienes a alguien por quien preocuparte y yo no –dijo Harry con tristeza- solo tú y Ron.
-Si pero el "alguien" por el que me debería de preocupar esta enojado conmigo y... a veces ni él puede consolarme...
-Sabes que estoy yo –dijo Harry mirándola fijamente.
-Y no sabes como te lo agradezco.
Hermione reprimió un sollozo y se quedo mirando fijamente el hombro de Harry pensando en todo lo que estaba pensando... Hermione debería estar feliz de que Draco se este dejando de preocupar en él y ahora hasta sacrifique cosas con su familia sólo por estar con ella pero desgraciadamente era lo contrario, sentía que algo malo pasaría, que Draco si debía irse pero a la vez no quería, quería un 14 de febrero normal como cualquier pareja. Sintió una caricia en su nariz pero la ignoro y siguió pensando en todo lo malo que pasaba y solo por sus locos presentimientos.
-Me gustas mucho...
A Hermione se le a figuró oír un leve zumbido que entendió pero a la vez su mente no quería reaccionar, pensando en que si decía que sí a lo mejor ese zumbidito se fuera, lo hizo. Se sentía tan vacía, triste, sin sentido de vivir, unas nuevas lágrimas bajaron por sus mejillas y estas no cayeron a su ropa o bajaron por su cuello, había algo más que lo impedía. Entonces, su mente empezó a volar e imaginar: estaba con Draco, este la miraba de la manera más tierna que jamás haya visto ella, esa escena se le hacia familiar. ¡Ya recordaba! Fue cuando se dieron su primer beso, Hermione estaba muy nerviosa, solo veía su rostro sonreírle y cada vez se acercaba más y más... y más... y más, sus labios se unieron tímidamente y Hermione se separo por un centímetro: ¡era su primer beso! Pero segura, un poco más al sentir el aliento cálido del chico, volvió a unir sus labios con los de él, se sentía tan real, como si en verdad estuviera pasando, metió su mano por detrás de la túnica, acariciando la espalda suavemente, como siempre lo hacía. Aunque Hermione estaba sintiendo algo diferente, lentamente se fue separando, con los ojos cerrados, suspirando y recuperando el aliento.
-¿Draco? –pregunto insegura, lentamente sus ojos se abrieron y vieron una cara distinta. Piel apiñonada, algo blanca, cabello negro, gafas, labios rozados y carnosos- ¡Harry!
Harry abrió los ojos sonriendo feliz, pero su felicidad se desmorono al ver como Hermione se alejaba de él y lo miraba asustada.
-¡Harry! ¿Por qué?... yo no quería... ¿¡Porque lo hiciste!? –Hermione estaba muy confundida, veía la cara de tristeza de Harry y este intentaba acercársele pero ella se alejaba, ¿qué había hecho?
-Lo siento, Hermione. No pude... retenerme, ¡tú me contestaste! Hermione, espera, no te vayas –le repetía caminando hacia ella.
-¡Déjame en paz! –la chica tomó su mochila y se fue corriendo.
Harry solo alcanzo a ver como Hermione entraba al pasillo y se perdía.
-¡¡Eres un perfecto estúpido!! –se grito furioso, tirando su mochila al suelo y pateando el césped.
"Solo a ti se te ocurre besarla cuando esta confundida, triste y deprimida. De seguro estaba dormida en sus pensamientos que no se dio cuenta, o tal vez sí se dio pero no quiso ver... ¡¡si, aja, Potter!!" Harry estaba furioso consigo mismo, al parecer todos ya habían entrado, mucho antes de besarla echo un vistazo para ver si no había nadie, no tenía caso ir a clases con lo mal que se sentía y tarde.
***
Hermione entro corriendo a la Torre de Gryffindor, los elfos domésticos limpiaban la sala como de costumbre y se asustaron al ver a un alumno, pero Hermione ni si quiera los vio, subió de dos en dos las escaleras y por suerte ya estaba limpia su habitación, no habría elfos, tiro su mochila al suelo y se echó en su cama. ¡Hermione había engañado a Malfoy!
"¡FUE UN ACCIDENTE!" Grito su mente confundida.
Su boca tenía un nuevo sabor, un nuevo dueño, Hermione se sentía terriblemente mal. Su llanto se oía por las cuatro paredes de la habitación. ¿Es que nada saldría bien de ahora en adelante? ¿Es que el destino se empeñaba en poner pretextos para terminar su relación? ¿Por qué Harry lo había hecho? ¡¡Qué diablos le ocurría al mundo y a ella!! Pero aun lo peor... ¿se lo diría a Draco?
'¡Y si no te quiere volver a hablar! Porque... le respondiste a Harry, ¡él lo puede decir! ¿Es lo que quería, no?' Dijo su mente confundida.
'Claro que sí, confías en él ¿o no?' Dijo su corazón.
Hermione se quito la almohada de la cabeza y se la puso encima, empezó a gritar, se sentía terrible, la peor, la fácil, la dócil, ¡¡la más estúpida del mundo!! Y se quedo así, durante diez minutos más, hasta que el cansancio de gritar y llorar la obligaron a caer en un profundo sueño.
***
-¡Eh, Weasley! –lo llamó Draco.
-¿Qué pasa? –pregunto girándose.
-¿No has visto a Hermione?
-No, pensé que estaría contigo. Tampoco he visto a Harry, de seguro los llamo algún profesor –dijo dudoso.
-Si la vez, dile que estoy aquí, por favor –dijo preocupado.
-Si, claro –dijo Ron algo sorprendido por la palabra "por favor".
-¡Ah! –lo detuvo de nuevo- Y que ya no estoy enojado.
Ron no pregunto, vio a Draco muy preocupado que con eso se conformo, salió del Gran Comedor y empezó a caminar hacia la Torre de Gryffindor.
Aunque, en realidad, Ron no le dijo que no los veía a los dos desde la segunda hora. Ron había buscado a Harry en el baño de los niños y había preguntado por ambos pero nada, nadie los había visto. A Ron se le ocurrió la Sala Común aunque, lo que en verdad le preocupaba, era que Harry ya le hubiera dicho a Hermione lo que sentía... frente a frente.
Cuando por fin llego, corrió al cuarto de los chicos: Harry no estaba ahí. Con pocas esperanzas, subió al cuarto de las chicas: ¡Hermione sí estaba ahí!
-¡Hermione! –dijo Ron preocupado, Hermione estaba boca abajo y con la almohada encima, se la quito alarmado.
La giro y vio que tenía los ojos hinchados, había llorado y mucho.
-Hermione... Hermy, Mione –Ron le movía el hombro con suavidad. La chica se despertó poco a poco.
-¿Ron? –pregunto sentándose.
-¿Qué paso, Hermione? ¿Por qué llorabas? ¿Dónde esta Harry?
Hermione lo miro con tristeza y melancolía, se echo en sus brazos y empezó a llorar.
-Ron, yo no quería, él me beso, yo no me di cuenta... ¡no quiero que Draco se entere, ayúdame!
-¡Espera! –ordeno Ron separando a Hermione- ¿Quién te beso?
-¡Harry! Yo no me di cuenta, te lo juro, él solo me estaba abrazando y cuando me di cuenta nos estábamos besando.
-¿Dónde esta Harry? –pregunto sorprendido.
-¡No sé! Yo me fui corriendo... Ron, me quiero morir –le susurro abrazándole el cuello.
-¡No digas eso, Hermione! –le suplico Ron- Mira, Malfoy me dijo que...
-¡No quiero verlo, no puedo verlo, Ron! Solo me quiero morir porque todo me ha salido mal... nada vale la pena.
-¿Ni Malfoy? –pregunto mirándola fijamente.
-Él sí, pero no conmigo... yo no soy para él, él es arriesgado... valiente... fuerte y yo no, Ron, no soy nadie.
-Hermione ¿te estas escuchando? ¡Claro que vales mucho, Hermione! Eres la única que nos sienta en cabeza, la única que no solo se deja llevar por los impulsos, sin ti Harry y Ron ya estuviéramos muertos por tantas cosas que hemos pasado, eres genial Hermione, por eso Malfoy se enamoro de ti y Harry.
Hermione lo miro como si le estuviera diciendo que es inocente en una condena a muerte, lo abrazo tan fuerte que Ron pidió que lo soltara un poco. Hermione le dio miles de gracias pero aun así sentía un nudo en la garganta.
-Pero... tengo miedo de decirle a Draco... o de encontrarme con Harry.
-Te diré algo, mejor, primero, habla con Harry, después con Malfoy... aunque te aseguro que tu novio no va a dudar en romperle la cara a Harry, aunque lo tiene bien merecido, por impulsivo.
-Pero... sabes...
Hermione le empezó a contar, con detalles, lo ocurrido.
-Estoy seguro que Harry se dio cuenta que no estabas en ti, Harry no es tan tonto, miles de veces le he dicho que si Malfoy esta contigo, no tendrá posibilidades. Se nota que te quiere mucho.
-¿Por qué lo dices? –dijo saliendo del baño, secándose la cara.
-Me fue a preguntar por ti en el Gran Comedor, se veía muy preocupado, me dijo hasta "por favor" –dijo divertido-. Ah, y me dijo que ya no estaba enojado contigo.
Hermione sonrió- Últimamente lo he presionado mucho... pero sé que entiende mi posición.
-¿Qué pasa? –pregunto Ron preocupado- Si puedo saber, claro.
Hermione le empezó a contar lo ocurrido y Ron se quedo con la boca abierta y el cejo fruncido.
-¡¡Hizo eso... por ti!!
-Pensé que habías dicho que valía mucho la pena –sonrió divertida.
-Es que... no lo puedo creer. Lo pueden degollar o castigar, o aun peor, ¡torturar! Por lo que hizo y anda muy tranquilo... ¡yo estuviera peor que tú!
-Sí, se lo he dicho, ya pasaron tres días desde que envió esa carta y anda como si nada. Yo, en cambio, ando alerta, tengo miedo que su padre le haga algo, tanto que le pedí que no me abrazara... se enojo porque dijo que yo no debería ponerme así y que necesitaba mi apoyo y que no se lo daba y bueno, ya sabrás... ¿crees que estoy exagerando?
-Pues ya te dije que yo estuviera peor, pero creo que si debes darle algo de apoyo, si únicamente le andas diciendo lo malo que podrá pasar se puede arrepentir y decirle a su padre que si se va, tú ya le dijiste lo necesario, ahora solo espera las consecuencias ¡y reza porque no pase nada!
-Jajaja, lo haré –dijo Hermione-. Gracias, Ron.
-¿De qué? Solo me preocupo por ustedes y ustedes mismos se complican –dijo bromeando-. Ahora hay que bajar que me toca Adivinación y esta muy lejos.
-Sí, de acuerdo.
***
Hermione bajo algo nerviosa, esperando no toparse con Harry.
-Tranquila –dijo Ron-. Será famoso por haber debilitado a quien-tú-sabes pero es un cobarde en cuestión de chicas.
Hermione rió nerviosa mientras tomaba otras escaleras para ir a su clase de Aritmancia. Caminaba rápidamente porque de nuevo se le hacía tarde pero una voz interrumpió su caminata.
-¡Hermione! –grito Draco.
Hermione se giro y se le helo la sangre.
-¿Dónde estabas? –pregunto preocupado- Te espere en Herbología, Encantamientos y Defensa Contra Las Artes Oscuras pero en ninguna estabas. ¿Estas bien?
-Quiero hablar contigo –dijo seriamente-. Debo irme –dijo caminando hacia su salón.
-¡Ya no estoy enojado! –grito suplicante.
-Lo sé... y no sabes como te adoro por eso.
-¿No me puedo despedir? –pregunto caminando hacia ella.
-No... bueno sí, es que...
No pudo terminar, los labios de Draco aprisionaron los suyos, aquella sensación le agradaba más, pero se estaba empezando a sentir mal... 'lo engañaste' repetía su cerebro, 'él entenderá' decía su corazón.
Hermione se separo tan repentinamente que Draco quedo extrañado.
-¿Qué pasa?
-Debo irme, llegare tarde.
-Esta bien, nos vemos.
-Te amo –le grito Hermione al final del pasillo. Draco solo sonrió y desapareció...
NOTAS DE LA AUTORA: ¡No crean que Draco era malo u otra persona jajaja! Sino que, según los libros, en el último año se puede tele transportar. Me tarde mucho porque me fui de vacas, lo siento a quienes no jejeje pero me la pase muy bien y con más ganas de enredar este fic, ¡espero que lo haya hecho! Le quiero agradecer a mi amigui Ceci porque ¡por fin la mendiga me dejo un review! ¡Bien que los lees pero de reviews nada ¿verdad?! Pero aun así graxx!!
¡Les deseo un feliz día del niño! Porque sé que cada uno tiene uno adentro (aunque algunos demasiado adentro) Pero ahí anda jejeje, nos vemos.
