Ilusiones de un Reflejo
Terapia [Prologo]
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama.
-Kaoru, amiga me preocupas- le decía Misao a su amiga de la infancia.
Hace unos años su amiga se le había entrado la terrible y enferma obsesión, como así lo catalogaba ella, de la verdadera historia del legendario Battousai. De aquel hombre que obtuvo ese titulo, Himura Kenshin.
Todo comenzó por la clase de historia que Kaoru tomo como extra para su hoja de vida. Y justamente esa clase le daría varios puntos arriba para entrar a una buena universidad. Realmente ella no era la clase de personas que le gustaba repasar y repasar y re estudiar hechos o personas históricas, pero en la posición que estaba le caía como anillo al dedo, ni nada menos ni nada mas.
Los primeros meses fueron un repaso de lo que cada era había aportado al país, nada interesante. Al cuarto mes entraron a los revolucionarios, los creadores, los verdaderos héroes de historias, los que vivirán hasta después de la muerte, los legendarios samuráis.
Empezaron por un grupo llamado el Sinshegumi, en cual se destacaba Hajime Saitoh, el Wolf of Mibu y su dilema de aniquilar el mal instantáneamente. A Kaoru la personalidad de este samurai le recordaba mucho a la de su padre, solamente que no se pintaría a su padre intercambiando su pistola por una espada. Duro un buen rato aprendiendo mucho sobre el Shinsegumi ( y solo porque adoro a Saitoh y Okita :), en personal a ella le pareció algo muy interesante y se moría por saber que vendría...Y vaya que sorpresa!
El nombre que todavía el viento silba, el nombre que se escapa de los labios temblorosos, el nombre que tiene vida eterna, Himura Kenshin, más bien conocido por Hitokiri Battousai. Kaoru una vez leyo la 'biografía' de el no pudo abandonar la intriga que le dejaba su vida.
Aunque poco se comento sobre Battousai, Kaoru siguió con su propia investigación sobre su pasado y si tuvo algún familiar, solo por curiosidad. Desde allí el resto es, como siempre, historia.
-Misao te he repetido un millón de veces que nada malo me pasa, solo estoy llevando mi curiosidad hacia su limite. ¿me entiendes?- le respondía Kaoru no despegando su vista del monitor. Estaba buscando algo sobre la primera mujer de Battousai, Yukishiro Tomoe, pero siempre conseguía lo mismo,: Esposa de Battousai murió a una temprana edad, tenía un hermano menor, Yukishiro Enishi que vengo su muerte.
Y hay es donde se quedaba, ¿como diablos venga la muerte de su hermana?
-Si claro Kaoru. ¡Tienes un problema y debes que admitirlo, es el primer paso para que te mejores. No sales, a duras penas te nutres bien, no socializas con gente, tus notas no han mostrado esa perfección que reflejabas, y todo lo que poco dices tiene como referente a ese maldito Himura!- Misao le gritaba, prácticamente, de la desesperación por ver a su amiga en ese estado. ¿quien lo iba a imaginar? ¿Dios?
No pudo evitar detener las lagrimas que brotaban de sus grandes ojos aguamarina. le daba lastima, pena, vergüenza, por su amiga y ella no podía convérsela a que comenzara terapia, antes que esto se salga de control. Que se resbale de las manos de Dios.
Kaoru lentamente aparto su vista del monitor, por segunda vez en ,casi, una semana. ¿hasta donde había caído? ¿cuando pisaría tierra? ¿será pronto? Ojalá, le rezan todos.
-Lo siento Misao chan...No fue mi intención hacerte llorar es que solo...solo necesito saber un poco más d él, entiéndeme...te lo suplico- le decía Kaoru levemente arrodillándose al lado de ella, colocando su frágil mano sobre el hombro de misao en plan amistoso.
-¿que te entienda? Kamiya Kaoru es imposible entender tu obsesión, perdón...- Misao se estaba excitando mucho y alzo su tono de voz ferozmente.-No entiendo tu curiosidad de saber de Battousai, te acepto los detalles de sus peleas y sus técnica. ¿pero su vida privada? Ni que tu estuvieras en ella amiga. Estas mal. Ahora entiendeme tú a mi.- le rogó Misao quitándose sus lagrimas bruscamente.
Kaoru se la quedo mirando. Recordó inmediatamente como la conoció. Todo fue porque Misao la ayudo contra unos pandilleros, jamás se olvidara de eso. ¿y como ahora se lo pagaba? dejándola a un lado, ignorando sus peticiones. IRIA A LA TERAPIA, aunque tuviera que dejar a unas horas su investigación.
-Misao- dice Kaoru con un aire de derrota y profunda tristeza-Iré a la terapia, solo si tu me acompañas.-
¿Misao estaba llorando? Lo único que se podía registrarse ahora en su cara era una inmensa expresión de alegría. -Gracias Kaoru. Obvio que te acompañare, a parte de todo trabajo allá. acuerda que estudio sicología-
-Lo que quieras. ¿Quieres un vaso de leche con galletas?-ofrece Kaoru apagando el monitor y caminado hacia la puerta.
-Viejos tiempos- le seguía Misao colocándose su mochila.
Kaoru solamente cierra sus ojos y deja escapar un suspiro casi silencioso que pedía a gritos seguir en el computador para terminar su investigación.
En la cocina Misao le estaba hablando de su trabajo y estudios. Por lo visto ella solo estudiaba por el maestro Shinomori. –Entonces te digo que el que te va atender es too damn sexy, Kaoru- terminaba Misao tomándose lo que le sobraba de leche de un sorbo.
Aunque usara todas sus fuerzas para alejarse del legendario asesino su conciencia, su mente, no la dejaban. De pronto si estaba algo mal de la cabeza, de pronto eran solo inventos, pero solo una cosa estaba clara, solo una cosa no tenia cuestión, Battousai el destajador fue, es, y será el sentido de su vida.
Fin de Prologo....
