Ilusiones de un Reflejo
31.52
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama, y todos saben que la marca de autos BMW no me pertenece ni el modelo que estará en esta historia.
Era el medio día y para colmo de males estaba presente una ola de calor impresionante. Ni un dios soportaría tanto calor. Kamiya Kaoru, usando la excusa del clima, falto a sus primeras cuatro clases del día y se la paso encerrada en su frío cuarto.
Estaba imprimiendo una tesis de su amigo Sansouke como para de volverle el favor de que le informara a su madre que le estaba hiendo de maravilla en la universidad. Se sentía culpable, nunca antes traiciono la confianza que su madre le dio. Que todo sea por el nombre de Battousai.
Había avanzado algo al respecto a su investigación, claro que a escondidas de Misao por lo contrario le daría un largo y aburrido discurso de que eso no la ayudaría a mejorarse.
Kenshin Himura era originalmente Shinta, así que su vida antes de que se acabara los disturbios tenía mucho mas misterios. No solamente la venganza del hermano de su difunta, o su repentina desapareció. En las paginas dedicadas a él se especulaba que tuvo otra mujer la cual se caso y tuvieron un hijo. ¿quien diablos fue esa afortunada?, pensaba Kaoru.
Por fin la impresora termino su trabajo...-Maldición- mascullo Kaoru al realizar que horas son. Pronto Misao vendría la llevaría a la terapia y dejaría a un lado a su héroe. Que lastima, una verdadera y profunda lastima.
Kaoru se levanta ordena los papeles los pone en su mesa de noche y apaga el monitor, por nada de este mundo se desconectaría del mundo virtual. Si no estas conectado es porque no eres de este mundo. Además nunca dejaría de estar informada y actualizada al respecto de Himura. Todo va muy rápido y uno se olvida por donde corre.
-Misao, estoy lista.- avisa Kaoru retocándose un poco el cabello en el espejo de la sala. Se estaba preparando mentalmente, para que ninguna pregunte la tomo por sorpresa.
Misao en su habitación se comienza a cambiarse, la pijama puede ser me cómoda de pronto demasiado. Se coloco un vaquero azul claro y su simple, pero bellísima, camisa amarilla. Era cierto Misao tenía tanto busto como una niñita de doce años, pero lo que lucia lo lucia con gracia. La personalidad es la base de todo, y vaya que si tenía de eso.
Bajo las escaleras apresuradamente para no dejar esperando a Kaoru. -Kao vamos, llevamos tu carro que es mas bonito- Le decía Misao tomando las llaves de la cocina y entrando a la cochera. Kaoru solamente la alcanza lentamente, no le gustaba mucho esa idea...usar su carro, y Misao manejando....
El carro de Kaoru era un lindo BMW ( 31.52) pintado de negro. Fue un regalo de su padre por pasar su primer semestre de la universidad sobre cinco. En realidad a Kaoru nada de eso se le hacia atractivo, ella solo deseaba una cena, una verdadera cena familiar, cosa que no obtuvo.
Misao estaba fascinada, luciéndoselas y coqueteando con los que se la quedaba observando. Perdón, corrección observando al carro. Era difícil ignorarlo.
Pronto estaban en el consultorio. Era un grande edificio de blanco,se destacaba en entorno que estaba contagiado de mini empresas y tiendas, una tras una. Se podían leer las grande letras en verde, que ,Kaoru supuso, era el nombre del edificio. tenía un montón de ventanas dándole la cara a la calle donde seguro tendría una vista espléndida cuando las luces artificiales se apagaban por completo.
-No te quedes hay, entremos que el doctor debe estar esperando- Le decía Misao jalándola de la mano y casi tumbándola.
Adentro había unos interminables pasillos, todos de blanco, con consultorios. Todo se veía tan limpio que Kaoru solo se asombraba con la presentación que de la secretaria general del hospital.
Claro que se encontraba mucha gente, con caras largas y adoloridas, era común en un hospital, sería imposible encontrar a un payaso haciendo maromas en la mitad.
Misao seguía su camino, asegurándose de reojo que Kaoru la siguiera. Tomaron el ascensor y llegaron al último piso. Sicología, decía un letrero por allí.
Kaoru no pudo dejar ese sentimiento de alerta, no sabía porque pero simplemente estaba preocupada. Como si terapia le cambiara la vida, no. Más bien como si un suceso inexplicable pronto sucedería y ella sería parte de ello.
-No te asustes todavía no estas loca, ni en esos sanatorios que tanta fobia les tienes.-
Ella mira a su amiga con sus ojos llenos de preocupación pero le regala una sonrisa bastante falsa, dios no le pudo dar para más. Bueno, lo mejor sería seguir adelante.
-Buenas Misao dono- saludaba la secretaria de ese consultorio. Era una hermosa mujer de una larga cabellera y labios rojo pasión. Alguno que otro hombre que se encontraba allí le regalaba una mirada hasta un piropo que a duras penas la hacia sonrosarse. -¿vienes a ver Shinomori san, o que?- le pregunta Megumi jugando con un mechón de su cabello.
-Pues ya que lo mencionas de pronto si. Pero en realidad vengo acompañar a una amiga a terapia.- le contesta Misao, dándose cuenta que falta de educación acababa de cometer. -¡ que mala educada soy!. Takani Megumi esta es Kamiya Kaoru, Kamiya Kaoru esta es Takani Megumi- introducía Misao viendo por el rabo de su ojo, salir a Aoshi de su oficina.
-Takani san, por favor deje entrar al próximo paciente- y con eso dicho se vuelve a encerrar. Aoshi Shinomori hombre de pocas palabras y directo cuando debe.
-Escuchaste al hombre Kamiya san, ahora sigue derecho por ese pasillo y doblas a la derecha.- le informaba Megumi con una linda sonrisa de amabilidad, lastima que no sea así de amable con todos.
Kaoru la escucha cuidadosamente pero no pudo entender todo lo dicho porque un paciente estaba gritando del terror, y cuando fue a preguntar si lo podía repetir Megumi fue corriendo a darle medicamento al paciente.
-Megumi dijo sigue derecho y dobla...doblo...¿donde?- pensaba Kaoru en voz alta al encontrarse con dos pasillos separados. Uno a la derecha y el otro a la izquierda, y lo más curioso que ninguno de los dos tenía un letrero para decir los nombres. -En las películas siempre es la izquierda- se dice Kaoru como excusa para llevar hasta otro punto su curiosidad
Algo la estaba llamando, si solo lo pudiera saber.
Cuando llego afrente de la puerta toco dos o tres veces. Se quedo esperando la respuesta. Quizás el doctor Shinomori estaba organizando unos papeles, o que va a saber ella.
Lo intento de nuevo, y gracias a dios hubo respuesta.
-Entre por favor- contesto una voz masculina. Una voz que no se parecía a la de Shinomori san, ¡para nada!.
Ella abrió la puerta perezosamente organizando su mente por una ultima antes que la terapia tomara proceso...
-Bienvenida!- saludo el doctor a su nueva paciente....El doctor Himura Kenshin, leyo Kaoru en la bata que traía puesta...
Es idéntico a Battousai...imposible... se decía mentalmente Kaoru entrando a su estado de shock. Se suponía que esto la ayudaría a mejorar no a....
Fin de 31.52
[NA: Espero que les allá gustado este capitulo^^ Algún comentario o critica constructiva están muy bien recibidas...
Gracias]
