Ilusiones de un Reflejo
Reacciones
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama y la revista Cosmopolita no me pertenece.
Advertencia: Ooocness ( los personajes no van a tener esa personalidad que nos hemos acostumbrados a ver)Pia no me llames por mi nombre que no me gusta!!! y gracias a los rr a los cuales llegue a un breve resumen a todos:
resumen: Deben esperar el final de la historia. Realmente me encantaría adelantarles algo sobre la historia pero si lo ago me las daño toditas, ¿no ven que mi intención es dejarlos intrigados con cada capitulo?(ojala que lo haga bien:P) Eso es todo, y esperen que a muchos les sorprenda le final de la historia a lo cerdo! Y el único Rr, de Sol Himura, que se dio cuenta (creo) de esta pista: por que kenshin atendió a Kaoru cuando, supuestamente, Aoshi la estaba esperando..Y déjame decirte que es a fue una Pista que les regale, y estaba fácil...así que vayan creando sus hipótesis, y me las dejan a ver ....además me harán el inmenso favor de darme ideas para construir los capítulos restantes ya que tengo parte del final echo ( se que eso no es así, pero así lo hice yo!)
Gracias eternamente a esos Reviews!!!!(perdón por tardar una eternidad al seguir con la historia, la culpa la tiene la vida!
¿Que acaba de decir? ¿Que acaso el esta más loco que ella? Parece que sí. Amar, tan profunda y misteriosa esa simple palabra. Justo cuando iba a continuar, Himura escucho el sonido de la puerta golpear con el marco de madera. Quito su vista del papel al ver la puerta cerrada.
Y en ese punto se dio cuenta de la grandeza de estupidez de palabras, amor ¿que seria eso?
No supo si su reacción de salir corriendo como una pequeña desolada fue la correcta. Pero por nada del mundo le agradaría la idea de que él la viera llorar. No. No quería saber nada con el mundo externo, esto fue una experiencia demasiado pesada para llevar cargada en lo hombros. Lo peor de todo es que después la cuestionan de porque no le gusta salir a la calle como humano normal. Las primeras impresiones son, a veces, todo. Sintió una inmensa lastima de ella misma de lo que se convirtió. ¿Como llego allí? Aun no lo sabia.
Misao se encontraba en un largo sofá colocado horizontalmente y afrente del escritorio de Megumi. Estaba leyendo una de esas revistas Cosmopolitan, donde encuentras chismes y mas chismes. Senito que alguien la estaba observando y no quietaba su vista de ella y alzó su mirada.
Dio un pequeño respingo al encontrarse con Kaoru para a escaso centímetros de ella.
-¿lista?- le pregunto Misao colocando en una curiosa mesa de cristal la revista. -Megumi chan me llamas para la próxima cita. Gracias. ¡saludos a Aoshi!- se despedía Misao arrastrando al a pobre de Kaoru de su falda.
En el carro la situación estada demasiado tensa. Se miraron inquietamente a los ojos, como si eso bastara en cierto momento. -Shinomori san a veces puede ser aburrido Kao chan. Pero confía en mi, muy adentro se esconde una persona maravillosa. Veras como la relación mejorara- le contaba Misao esperando que con eso se animara a venir por lo menos una vez mas. Colocó su mano en el regazo de Kaoru dándole una sonrisa temblorosa, como si Kaoru no lo notara.
Dejo escapar un fuerte suspiro. ¿De que diablos estaba hablando Misao? Si fue el Dr.Himura quien la tendió, alo mejor Misao era la que necesitaba el psicólogo. Pero no podía negarse, aunque le rompiera el alma y se le retorciera lo volvería a ver. Al valor de su curiosidad, ¿por su amor a Battousai?
Sin cuidado alguno Misao prende la radio, el silencio la volvía eternamente incomoda. Esa canción le gustaba a Kaoru. Le hacia recordar a su vida. Un viaje imaginable e impredecible.
La ciudad estaba oscura y extraña y tremendamente fría. No era muy normal ver a Tokyo en oscuridad, pero aun así había una manada de gente caminando por las calles, vagando. Tokyo era una ciudad con el pecado de saturación de originalidad, le hacia la diga competencia a Estados Unidos.
Otro punto. ¡Gracias a Dios mañana era sábado! No ir a estudiar, pero terminar el proyecto de biología. Una verdadera joya de manera. Kaoru definitivamente no era buena ni con historia, ni con biología, ni con el arte, pero excelente con física, química, álgebra, geometría y todo lo que tenga números. Una niña extraña.
También tendría que ir a quedarse con su hermano, Katsu, que se convertiría padre entre una semana o algo así. Shura, su esposa, la invito a que pasara con ellos la semana del parto y el mes de establecerse en la casa con el bebe, cosa que ella no lo podía negear. Adoraba a los niños no importaba en que forma. Ya fuera re sien salidos del parto, vomitando, o pegándote, eran niños e inocentes.
Todavía faltaba como tres cuadras para llegar a su hogar. Le urgía llegar a su casa llegar a su casa lo antes posible, le hacia falta su habitación...Pero no quería saber nada de Battousai, hoy no y de pronto mañana tampoco...Algo no estaba bien...
Pronto se encontró en su casa una vez más. Sanosuke se encontraba esperándolas en la entrada, con esa cara de macho sobre protector que siempre coloca cuando le hace falta comida o mujeres. Era todo un espectáculo. Uno verdadero.
Misao se bajo del auto, ya una vez estacionado, temiendo que Sanosuke salieron con esa ridícula pijama y la regañara. ¿que pensarían los vecinos?
-Si crees que voy a salir con esto, no te preocupes no lo haré. Pero no tengan miedo no les gritare, ni las molestare- dijo Sanosuke con un tono tan glacial que contradecía lo que decía.
Kaosu entro rápidamente a la casa encerrándose en su habitación...Alivió, paz, al fin. Desde su cuarto pudo escuchaba los gritos de Misao y Sanosuke. Ella pensó que ya había superando el divorció.
Si Sanosuke y Misao se casaron y se divorciaron después de tres años de matrimonio. Nunca entendió como pudieron casarse, si sus personalidades chocan fuertemente. Y ahora Vivian en el mismo techo, y se confrontaban a menudo. Aunque era la casa de Kaoru no los podía echarlos así como así, los dos eran sus amigos.
Se acostó en su cama en su estado de confundir la realidad con lo irreal, mirando el cielorraso pensando en los sucesos de su vida. Las cosas pasan porque deben...¿o no?
Se levanto perezosamente de su cama, recostándose de una pared...¡pero que pared! no pudo saber si era su imaginación o era real. Sintió una suma fuerza abrazándola, produciendo un calor infinito. ¿Que no hacia frió allá fuera, por que tiene calor? La ventana estaba totalmente abierta, pero aun así tenia calor...Sonrió para ella misma, una sonrisa llena de picardía y fantasías que volvían y venían.
Abrió sus ojos y para su magna sorpresa se encontraba apretada, capturada. Unos fuertes brazos la retenían...¿a caso quería? Nunca antes se sintió así. Con ese sentimiento de pasión, de deseo ¿Que estaba pensando?
-Kamiya he venido por ti- le decía una voz profunda hasta un punto casi glacial y neutral, justamente como se imaginaba la voz de Battousai.
Kaoru hizo un esfuerzo para enfocar su vista de reojo...Velozmente se da la vuelta para quedar afrente de él, cara a cara, y sin las mayores preocupaciones une sus labios secos y poco tentadores con los de él, unas armas para encadenarla en el mismo deseo. Sus labios pronto húmedos se volvieron. Con cada caricia, con cada movimiento se excitaba, se ponía mucho mas ardiente. Sus labios se fundían en el acto, se derretían en la boca de cada uno.
El abrió sus labios guiando los de ella, para introducir su lengua y jugar con la de ella, explorarla, conocer la hasta su alma. Kaoru dejaba escapar gemidos de placer, quería mas. Sintió las manos de el comenzando bajar por su cintura, esto ya no tenia control...
-Kao chan- decía Misao golpeando desesperadamente la puerta del cuarto. Toco otra vez:- Kao chan...Kao chan...Voy a entrar - dijo Misao colocando su mano en el cerrajero. Reacciones, son lo que uno menos espera.
Los días pasaron lentos y flojos, nadie realmente le importaba eso. Misao aun no podía creer lo que sus ojos fueron testigo de. Prefería actuar de la que no hubiera visto nada. A lo mejor las peleas que llevaba con Sanosuke le hacían ver cosas, "imaginar cosas".
Bajo las escaleras a ver si el desayuno estaba listo. Hoy, lunes, como de costumbre le tocaba a Sanosuke cocinar ¡Ojala que no fuera huevo re quemado! Él no era conocido por ser el Sr. Chef #1. Ni al caso con eso.
A partir de ese "accidente" con Kaoru a duras penas alcanzaba a ver. Entre eso de los parciales y eso de las terapias la veía cuando bajaba por la comida. Si notaba que Kaoru estaba enflaqueciendo pero eso no le hacia nada mal.
-Sano, Kaoru estudia mucho, ¿ne?-
Sanosuke la mira de reojo concentrándose en el batido,- Si. Su promedio en el semestre es sobre cinco. Lo que me preocupa es eso del Tal Dr.Himura-
-¿Cual?- pregunta incrédulamente Misao, casi gritando.
-El psicólogo- responde Sanosuke prestándole toda su atención a Misao. Si supieran que cómico y ridículo se veía Sano con esa pantaloneta rosa con pequeños corazones de un rojo puro, y el delantal de " mama, ya aprendí a cocinar" sin descartar la pañoleta que llevaba puesta en la cabeza, sujetando el cucharro por arriba de su hombro derramando algunas partes del batido en el piso. Ah claro. La expresión de mal humorado que llevaba puesta.
-Esta peor de lo que pense. El doctor se llama Shinomori Aoshi- responde Misao levemente sonrosado. Sanosuke se da cuenta pero lo deja pasar.
-Como sea, el caso es que son solo tiempos y ella se repondra.-
-Te voy a contar algo- Dice Misao un poco dudosa. - hace una unos días vi a Kaoru en su cuarto...- Misao se calla, dejando su mirada caer en la profunda tasa de té.
-¿¡Y que mujer!?-
-La vi...- tiemblan sus labios- la vi tocando- grita Misao sonrojada, desde sus pies hasta la punta de las raíces de su cabello.
En esos momentos a Sano se le cae la mandíbula y choca fuertemente con el piso. Con un gran esfuerzo dijo: " oh cielos"
Ella le tuerce sus ojos y se va con su tasa de te.
Hoy iba hacer su gran dic. La lluvia no quería cesar, chocaban las gotas con las paredes del apartamento. Pero eso no importaba.
Al parecer las cosas no querían cambiar. Pareciera que el tiempo quería morirse para Kaoru. Su rutina se convirtió en mas que en una molestia.
Desde aquella noche que Misao vio a Kaoru así su relación se volvió intocable, hasta el punto de fastidio. Algun día tendría que hablar de eso. Pero por ahora lo mejor era respetar su privacidad. Sanosuke comenzó a las andanzas otra vez. Les había platicado de una Sayo Amakusa y de Megumi Takani.
Ella serio un poco de su cuñada y la dejo sola. Cuando ella fuera madre se encargaría totalmente de sus hijos. Acomodo en la mecedora y les comenzó a mecer...¡Es tía! ¡Ella es tía!
-Megumi san me puedes pasar todos los archivos de los pacientes que han venido a consulta- ordena Aoshi distraído con unas revistas de animales salvajes.
Megumi rápidamente va en la búsqueda de lo ordenado. Si solo se esfuérzara por ser ordenada...-Aquí esta- le dice mientras deposita los papales en el escritorio. El primer archivo era de Kamiya Kaoru. Jamás ha visto.
Antes de que se pudiera irse Aoshi la llama- ¿Quien es esta muchacho?- le sánala la foto del expediente de Kamiya.
-Es una paciente señor. Viene todos los miércoles a las siete de la noche- le responde Megumi desconcertada.
-No. Conmigo no. – negaba Aoshi
-Si. Ha venido, hasta la conozco- le repetía Megumi preocupada.
-Llámala desde mi oficina, quiero hablar con ella- le mando Aoshi.
****
Fin de Reaccionesº!º
****
[NA: espero que les alla gustado y perdonen, inmensamente, la tardansa. Es que fueron uan serie de problema tras problemas que me imedian escribir. Esperen, si quiere, el otro cap que esta de los mas bakano. Y gracias a los rr..cuando quieren escriben mas!!
Sayonara!]
Reacciones
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama y la revista Cosmopolita no me pertenece.
Advertencia: Ooocness ( los personajes no van a tener esa personalidad que nos hemos acostumbrados a ver)Pia no me llames por mi nombre que no me gusta!!! y gracias a los rr a los cuales llegue a un breve resumen a todos:
resumen: Deben esperar el final de la historia. Realmente me encantaría adelantarles algo sobre la historia pero si lo ago me las daño toditas, ¿no ven que mi intención es dejarlos intrigados con cada capitulo?(ojala que lo haga bien:P) Eso es todo, y esperen que a muchos les sorprenda le final de la historia a lo cerdo! Y el único Rr, de Sol Himura, que se dio cuenta (creo) de esta pista: por que kenshin atendió a Kaoru cuando, supuestamente, Aoshi la estaba esperando..Y déjame decirte que es a fue una Pista que les regale, y estaba fácil...así que vayan creando sus hipótesis, y me las dejan a ver ....además me harán el inmenso favor de darme ideas para construir los capítulos restantes ya que tengo parte del final echo ( se que eso no es así, pero así lo hice yo!)
Gracias eternamente a esos Reviews!!!!(perdón por tardar una eternidad al seguir con la historia, la culpa la tiene la vida!
¿Que acaba de decir? ¿Que acaso el esta más loco que ella? Parece que sí. Amar, tan profunda y misteriosa esa simple palabra. Justo cuando iba a continuar, Himura escucho el sonido de la puerta golpear con el marco de madera. Quito su vista del papel al ver la puerta cerrada.
Y en ese punto se dio cuenta de la grandeza de estupidez de palabras, amor ¿que seria eso?
No supo si su reacción de salir corriendo como una pequeña desolada fue la correcta. Pero por nada del mundo le agradaría la idea de que él la viera llorar. No. No quería saber nada con el mundo externo, esto fue una experiencia demasiado pesada para llevar cargada en lo hombros. Lo peor de todo es que después la cuestionan de porque no le gusta salir a la calle como humano normal. Las primeras impresiones son, a veces, todo. Sintió una inmensa lastima de ella misma de lo que se convirtió. ¿Como llego allí? Aun no lo sabia.
Misao se encontraba en un largo sofá colocado horizontalmente y afrente del escritorio de Megumi. Estaba leyendo una de esas revistas Cosmopolitan, donde encuentras chismes y mas chismes. Senito que alguien la estaba observando y no quietaba su vista de ella y alzó su mirada.
Dio un pequeño respingo al encontrarse con Kaoru para a escaso centímetros de ella.
-¿lista?- le pregunto Misao colocando en una curiosa mesa de cristal la revista. -Megumi chan me llamas para la próxima cita. Gracias. ¡saludos a Aoshi!- se despedía Misao arrastrando al a pobre de Kaoru de su falda.
En el carro la situación estada demasiado tensa. Se miraron inquietamente a los ojos, como si eso bastara en cierto momento. -Shinomori san a veces puede ser aburrido Kao chan. Pero confía en mi, muy adentro se esconde una persona maravillosa. Veras como la relación mejorara- le contaba Misao esperando que con eso se animara a venir por lo menos una vez mas. Colocó su mano en el regazo de Kaoru dándole una sonrisa temblorosa, como si Kaoru no lo notara.
Dejo escapar un fuerte suspiro. ¿De que diablos estaba hablando Misao? Si fue el Dr.Himura quien la tendió, alo mejor Misao era la que necesitaba el psicólogo. Pero no podía negarse, aunque le rompiera el alma y se le retorciera lo volvería a ver. Al valor de su curiosidad, ¿por su amor a Battousai?
Sin cuidado alguno Misao prende la radio, el silencio la volvía eternamente incomoda. Esa canción le gustaba a Kaoru. Le hacia recordar a su vida. Un viaje imaginable e impredecible.
La ciudad estaba oscura y extraña y tremendamente fría. No era muy normal ver a Tokyo en oscuridad, pero aun así había una manada de gente caminando por las calles, vagando. Tokyo era una ciudad con el pecado de saturación de originalidad, le hacia la diga competencia a Estados Unidos.
Otro punto. ¡Gracias a Dios mañana era sábado! No ir a estudiar, pero terminar el proyecto de biología. Una verdadera joya de manera. Kaoru definitivamente no era buena ni con historia, ni con biología, ni con el arte, pero excelente con física, química, álgebra, geometría y todo lo que tenga números. Una niña extraña.
También tendría que ir a quedarse con su hermano, Katsu, que se convertiría padre entre una semana o algo así. Shura, su esposa, la invito a que pasara con ellos la semana del parto y el mes de establecerse en la casa con el bebe, cosa que ella no lo podía negear. Adoraba a los niños no importaba en que forma. Ya fuera re sien salidos del parto, vomitando, o pegándote, eran niños e inocentes.
Todavía faltaba como tres cuadras para llegar a su hogar. Le urgía llegar a su casa llegar a su casa lo antes posible, le hacia falta su habitación...Pero no quería saber nada de Battousai, hoy no y de pronto mañana tampoco...Algo no estaba bien...
Pronto se encontró en su casa una vez más. Sanosuke se encontraba esperándolas en la entrada, con esa cara de macho sobre protector que siempre coloca cuando le hace falta comida o mujeres. Era todo un espectáculo. Uno verdadero.
Misao se bajo del auto, ya una vez estacionado, temiendo que Sanosuke salieron con esa ridícula pijama y la regañara. ¿que pensarían los vecinos?
-Si crees que voy a salir con esto, no te preocupes no lo haré. Pero no tengan miedo no les gritare, ni las molestare- dijo Sanosuke con un tono tan glacial que contradecía lo que decía.
Kaosu entro rápidamente a la casa encerrándose en su habitación...Alivió, paz, al fin. Desde su cuarto pudo escuchaba los gritos de Misao y Sanosuke. Ella pensó que ya había superando el divorció.
Si Sanosuke y Misao se casaron y se divorciaron después de tres años de matrimonio. Nunca entendió como pudieron casarse, si sus personalidades chocan fuertemente. Y ahora Vivian en el mismo techo, y se confrontaban a menudo. Aunque era la casa de Kaoru no los podía echarlos así como así, los dos eran sus amigos.
Se acostó en su cama en su estado de confundir la realidad con lo irreal, mirando el cielorraso pensando en los sucesos de su vida. Las cosas pasan porque deben...¿o no?
Se levanto perezosamente de su cama, recostándose de una pared...¡pero que pared! no pudo saber si era su imaginación o era real. Sintió una suma fuerza abrazándola, produciendo un calor infinito. ¿Que no hacia frió allá fuera, por que tiene calor? La ventana estaba totalmente abierta, pero aun así tenia calor...Sonrió para ella misma, una sonrisa llena de picardía y fantasías que volvían y venían.
Abrió sus ojos y para su magna sorpresa se encontraba apretada, capturada. Unos fuertes brazos la retenían...¿a caso quería? Nunca antes se sintió así. Con ese sentimiento de pasión, de deseo ¿Que estaba pensando?
-Kamiya he venido por ti- le decía una voz profunda hasta un punto casi glacial y neutral, justamente como se imaginaba la voz de Battousai.
Kaoru hizo un esfuerzo para enfocar su vista de reojo...Velozmente se da la vuelta para quedar afrente de él, cara a cara, y sin las mayores preocupaciones une sus labios secos y poco tentadores con los de él, unas armas para encadenarla en el mismo deseo. Sus labios pronto húmedos se volvieron. Con cada caricia, con cada movimiento se excitaba, se ponía mucho mas ardiente. Sus labios se fundían en el acto, se derretían en la boca de cada uno.
El abrió sus labios guiando los de ella, para introducir su lengua y jugar con la de ella, explorarla, conocer la hasta su alma. Kaoru dejaba escapar gemidos de placer, quería mas. Sintió las manos de el comenzando bajar por su cintura, esto ya no tenia control...
-Kao chan- decía Misao golpeando desesperadamente la puerta del cuarto. Toco otra vez:- Kao chan...Kao chan...Voy a entrar - dijo Misao colocando su mano en el cerrajero. Reacciones, son lo que uno menos espera.
Los días pasaron lentos y flojos, nadie realmente le importaba eso. Misao aun no podía creer lo que sus ojos fueron testigo de. Prefería actuar de la que no hubiera visto nada. A lo mejor las peleas que llevaba con Sanosuke le hacían ver cosas, "imaginar cosas".
Bajo las escaleras a ver si el desayuno estaba listo. Hoy, lunes, como de costumbre le tocaba a Sanosuke cocinar ¡Ojala que no fuera huevo re quemado! Él no era conocido por ser el Sr. Chef #1. Ni al caso con eso.
A partir de ese "accidente" con Kaoru a duras penas alcanzaba a ver. Entre eso de los parciales y eso de las terapias la veía cuando bajaba por la comida. Si notaba que Kaoru estaba enflaqueciendo pero eso no le hacia nada mal.
-Sano, Kaoru estudia mucho, ¿ne?-
Sanosuke la mira de reojo concentrándose en el batido,- Si. Su promedio en el semestre es sobre cinco. Lo que me preocupa es eso del Tal Dr.Himura-
-¿Cual?- pregunta incrédulamente Misao, casi gritando.
-El psicólogo- responde Sanosuke prestándole toda su atención a Misao. Si supieran que cómico y ridículo se veía Sano con esa pantaloneta rosa con pequeños corazones de un rojo puro, y el delantal de " mama, ya aprendí a cocinar" sin descartar la pañoleta que llevaba puesta en la cabeza, sujetando el cucharro por arriba de su hombro derramando algunas partes del batido en el piso. Ah claro. La expresión de mal humorado que llevaba puesta.
-Esta peor de lo que pense. El doctor se llama Shinomori Aoshi- responde Misao levemente sonrosado. Sanosuke se da cuenta pero lo deja pasar.
-Como sea, el caso es que son solo tiempos y ella se repondra.-
-Te voy a contar algo- Dice Misao un poco dudosa. - hace una unos días vi a Kaoru en su cuarto...- Misao se calla, dejando su mirada caer en la profunda tasa de té.
-¿¡Y que mujer!?-
-La vi...- tiemblan sus labios- la vi tocando- grita Misao sonrojada, desde sus pies hasta la punta de las raíces de su cabello.
En esos momentos a Sano se le cae la mandíbula y choca fuertemente con el piso. Con un gran esfuerzo dijo: " oh cielos"
Ella le tuerce sus ojos y se va con su tasa de te.
Hoy iba hacer su gran dic. La lluvia no quería cesar, chocaban las gotas con las paredes del apartamento. Pero eso no importaba.
Al parecer las cosas no querían cambiar. Pareciera que el tiempo quería morirse para Kaoru. Su rutina se convirtió en mas que en una molestia.
Desde aquella noche que Misao vio a Kaoru así su relación se volvió intocable, hasta el punto de fastidio. Algun día tendría que hablar de eso. Pero por ahora lo mejor era respetar su privacidad. Sanosuke comenzó a las andanzas otra vez. Les había platicado de una Sayo Amakusa y de Megumi Takani.
Ella serio un poco de su cuñada y la dejo sola. Cuando ella fuera madre se encargaría totalmente de sus hijos. Acomodo en la mecedora y les comenzó a mecer...¡Es tía! ¡Ella es tía!
-Megumi san me puedes pasar todos los archivos de los pacientes que han venido a consulta- ordena Aoshi distraído con unas revistas de animales salvajes.
Megumi rápidamente va en la búsqueda de lo ordenado. Si solo se esfuérzara por ser ordenada...-Aquí esta- le dice mientras deposita los papales en el escritorio. El primer archivo era de Kamiya Kaoru. Jamás ha visto.
Antes de que se pudiera irse Aoshi la llama- ¿Quien es esta muchacho?- le sánala la foto del expediente de Kamiya.
-Es una paciente señor. Viene todos los miércoles a las siete de la noche- le responde Megumi desconcertada.
-No. Conmigo no. – negaba Aoshi
-Si. Ha venido, hasta la conozco- le repetía Megumi preocupada.
-Llámala desde mi oficina, quiero hablar con ella- le mando Aoshi.
****
Fin de Reaccionesº!º
****
[NA: espero que les alla gustado y perdonen, inmensamente, la tardansa. Es que fueron uan serie de problema tras problemas que me imedian escribir. Esperen, si quiere, el otro cap que esta de los mas bakano. Y gracias a los rr..cuando quieren escriben mas!!
Sayonara!]
