Ilusiones de un Reflejo
¿Dónde esta Misao?
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama y tampoco Disney**
Advertencia: Ooocness ( los personajes no van a tener esa personalidad que nos hemos acostumbrados a ver) MUCHOS ERRORES GRAMATICALES
Notas de Autora: NO SE VA A TRATAR DE RENCARNACIONES U.u
Respuesta a los Rr: Ok ok...speechless.
----
(una noches después de lo sucedido en el capitlo anterior)
-Aoshi san, muchas gracias por traerme- agradecía Megumi, saliendo del coche, sin quitarle ni un instante su mirada de aquellos ojos que estaban afrente de ella.
-De nada. ¿Mañana a primera hora paso por ti?- ofreció Aoshi, admitiendose así mismo la pequeña timidez que comenzó a sentir.
Un poco echada a tras por la repentina propuesta, espabilo unas cuantos veces para reatificar las palabras escuchadas. ¿Qué el mundo estaba fuera de lugar? SÍ, definitivamente si. Para no pasar de mala educada acepto, dándole las típicas buenas noche y las millones de bendiciones de protección. Acto que Aoshi solo le pareció ridículo, sin ofensas a la mujer con que se encontraba.
Finalmente se fue, dejándola ella parada hasta que se le hacia imposible divisar el carro. El aire caliente se embisto sobre su espalda, erizándola de pies a cabeza. Esta noche se le iba hacer eterna.
Por cierto, ni Misao, ni Sanosuke, ni Kaoru se habían molestado en llamarla. Extraño. A menudo cuando el teléfono sonaba era uno de ellos tres. Y ahora era como si la tierra se los hubiera tragado. Tal vez si, tal vez no.
Entro a su apartamento y a su asombro halló todo en un perfecto orden. Cien por ciento radical a lo que efectivamente dejo en la mañana. -¿alguien esta aquí?- preguntó por instinto Megumi, a terrada.
No hubo respuesta. El silencio inundo el lugar. Las sombras se hacían cada vez mas extensivas ante sus ojos.
-Hay...alguien esta allí?- repito, quebrándose su voz.
Tan distante como la paz mundial se escucho un susurro. Algo mordiscado, a decir verdad. Fue forzada a repetir su pregunta, y ahora sus ojos estaban revoloteándose por todo el lugar y sus manos estaban sudorosas.
-Soy yo. Sano- responden...por fin.
-¿Qué haces aquí cabeza de pollo? Que yo recuerde jamás te di las llaves de MI apartamento. - contesta Megumi poniendo otra vez sus cables en orden y prendiendo las luces para divisar mejor a Sano, el cual aun no salía de las largas sombras.
-Pues si, pero se te olvidaron antes de noche las llaves en mi cuarto, ¿y que tentación? ¿Ne?- pregunta Sano cubriéndose más de las sombras. Algo estaba incorrecto, lo presentía.
-Entonces no te quedes allí alejándote de la luz. Sal para verte- Por parte le mandó Megumi estresada por la extraña actitud que estaba tomando Sanosuke hoy...
-¿por qué? Así podemos platicar bien- responde Sanosuke subiendo, irritablemente, su tonalidad.
Megumi abrió sus ojos como platillo volador ( O.O). No se había imaginado que él tomaría una actitud así...Tan...Tan...
-A mi no me hables así en mi casa- demandó Megumi furiosa, por esta falta de respeto, colocando sus manos en su cintura.
-¿En verdad quieres que salga?- Jugueteó sarcásticamente Sano. ¿Cuando pararía?
Salió. Sus ojos...esos ojos, estaban...esos ojos no eran de él. Ella ignoro el hecho de que él la estaba asustando
-¿Y...¿qué haces?- pregunto Megumi, sentándose cuidadosamente en la esquina del sofá
-Nada. Haciendo visita a una buena amiga. - y se le tuvo que salir ese guiño - Necesitaba comunicarme con la civilización-
¿Civilización? -Ah. Se que soy buena amiga, sobretodo cuando te tengo encima, ¿ne?- ella intentaba relajarse pero esa mirada, esa sensación, se lo impedía.
Rieron un poco, muy falso. Demasiado.
-Mira Sano me encantaría que nos quedáramos mas tiempo charlando, pero. Pero mañana tengo mucho trabajo acumulado. - Lo estaba sacando de su casa, y no se lo negaba - Saludos a Misao y Kaoru, que me tiene olvida, que me llamen. - decía Megumi dirigió hacia la salida, prácticamente corrió.
-¿Me estas echando?- pregunto ofendido Sano. Su espíritu de hombre roto.
-Si lo tomas de esa manera, si. Mañana nos vemos todos, ¿que tal? Bye- se despidió Megumi tomándolo de la mano y jalándolo fuera de su hogar, y lo echo. Que miedo..
Una vez sola, dejo escapar un suspiro lleno de cansancio y de alivio.
---
Katsu cuando vio a su hermanita vestida con semejante ropa le entro una cólera incomparable. Primero de todo, no se le hacia nada divertido que su Kaoru se halla volado de casa. Segundo, nada podía remediar el hecho de que se fuera por si sola aventurarse por la vida. Nada podía con eso. Cuando encontró a Kaoru en ese estado no la dejo ni pensar, le prohibió cualquier cosa. Aun poseía el fuerte olor de cerveza en su cuerpo.
La cabeza no paraba de dar vueltas, y todos sus pensamientos se dividieron. Battousai y Kenshin. Tan idénticas esas personas como tan distintas, que solo un hilo marca la profunda diferencia. Pensándolo bien, ella tenía tiempo sin saber nada sobre su ídolo. Pues si tenia su computadora encendida, pero...¿así terminaría su interes por el? No.
Quería levantarse de su cama, pero algo le impedía. Estaba atada al tiempo, no era nada raro. La puerta sonó. De seguro era él.
-Kaoru, ya que estas despierta, es hora que hablemos- decía Katsu mucho mas relajado que ayer. De pronto su actitud fue incorrecta pero fue lo único que pudo hacer, estaba ciego de ira.
¿Como supo que ella estaba despierta? Resulta pasa que no solo las mujeres posen el sexto sentido.
A lo mejor si era bueno hablar de las cosas, ella odiaba las confrontaciones, y si las cosas salieran a su favor iría a su casa hablaría con Misao y todos felices para siempre, o por lo menos dos semanas.
-Claro. Entra Katsu- respondió Kaoru, olvidándose de la migraña terrible que le estaba atacando.
Katsu entró, un poco avergonzado por lo de ayer.- Mira Kao chan se que me comporte como un verdadero, y patético, hermano mayor celoso. Pero es que...aun no me acostumbro a la realidad de que ya eres mayor de edad y que puedes tomar descisiones por ti sola. Simplemente esa idea me aterra.- decía Katsu cuidando cautelosamente sus próximas palabras.
-te entiendo Katsu- indicó Kaoru colocando su mano en su rodilla en plan amistoso- Te entiendo. – repitió como si buscara la excusa perfecta para no hablar de Kenshin – ¿Pero, imagínate que pensaría de mi Kenshin? –
Katsu la miro pávido. Shura y Shinomori san estaban en lo correcto. Si solo hubiera terminado lo que tenían que decirle.
-Kaoru, de eso tenemos que conversar- le dijo Katsu utilizando su tono serio pero preocupante....
----
Estaba sola, otra vez, Su intento de huir solo genero empeoramiento de la situación. Ese tipo la había golpeado tan fuerte que quedo inconsciente y su único recuerdo era el morado que tenia debajo de su labio inferior. Aunque hizo lo posible para defenderse la fuerza bruta de esa bestia era incomparable.
Las lluvia no cesaba, ni tenia porque en verdad. Pero...por cierto, él estaba en la ciudad y de seguro no vendría si no hasta mañana a la mañana. Podía escapar, o podía quedarse allí, sin un gramo de esperanza.
Que tan obvio es. Así como es ella se levantó de un salto y salió corriendo por la puerta, una vez más. ¿para donde cogería? Solo dios sabrá.
Pisando mala hierbas, insectos, y todo lo que se interponía en su camino a una libertad. Intento evitar el mar, eso era una eterna distracción.
Coloco su mirada en cielo, cuando sintió que estaba lo bastante lejos de los dominios de él, la luna se estaba colocando una vez más en cielo. Hoy parecía una noche nupcial. Aunque no querían seguir el esquema de la típica joven que se queda mirando la luna pensando en los mil y un delirios de su vida. Deseaba desviarse de esa rutina.
Continuó su camino hasta donde la razón se lo pidiese, sin limitaciones alguna. Aun lo único que podía ver eran las largas sombras que se posaban a su alrededor. Escucho a lo lejos un grito, pero no distinguió de donde exactamente donde podía provenir y por temor a él simplemente apuro su paso a una salida sin entrada.
Las horas corrían y la atropellaban. Llego a un punto que perdió absoluta noción del tiempo y ahí se dio cuenta que se estaba perdiendo en ella misma.
-¿Qué?- dijo Misao a si misma desorientada. - ¿Luz?- prácticamente grito. Si, pues muy de cerca pudo ver luz. PERO MEJOR AUN. Pudo ver casas, otras cabañas. No dudo un segundo más y se dirigió hacia el pueblo. Caminaría y a la primera casa pediría por auxilio y después...y después a la policía. ¡Si eso es lo que haría!Supuestamente.
----
(dos días después)
Kaoru desesperada al enfrentar una realidad tuvo otra discusión con el mundo y se fue de Tokio, olvidando al causador de sus problemas, solamente trayendo con ella cuatro camisas diarias, ropa interior, y lo más importante su computador portátil.
Llego a un pueblo bastante alejado de toda persona conocida. Era bellísimo, y si me preguntaran a mi seria un pueblo típico de Disney donde no hay un antagonista merodeando las calles. Ayer había sido un día extremadamente agitado. Cambiando de estación a estación no era cosa tan fácil como suena.
Estaba parada afente de la cabaña con el nombre "Nueva Vida", curioso. Toco, ansiosa por apartarse de Kenshin y su vida. Se dedicaría a lo que en verdad tenía espíritu. Battousai.
-Buenas señorita, ¿ en qué la podemos atender?- atendió un señor como de media edad, ya saliéndole los primeros signos de pasar a la tercera.
Hecho un vistazo muy disimulador al lugar, a ver, por si acaso, o ratificar si ese era el mejor lugar de por ahí. - Si. En verdad si, busco posada por un mes aquí- le responde Kaoru embozando su mejor sonrisa. Primeras impresiones...
-Claro.¿Debe ser usted Kaoru san, cierto?- pregunta el señor dejándola entrar.
-Si. ¿Será que me puede informar cual es mi habitación?-
De un abrir y cerrar de ojos ella se encontraba en el cuarto, enfrente de su computador viendo todo la información que ignoro anteriormente.
Fue sorpréndete ver lo poco que avanzo la búsqueda. Pensó que las cosas se moverían rápidamente pero un dato la intrigo. El nombre de su otra esposa....
-Alguien esta en la puerta- dice atontada Kaoru al oír alguien tocando la puerta. Se levanto perezosamente de la cama. Hacia un calor infernal. Sintió sus manos derretirse y como las gotas de sudor la consumían. Quería arrancarse el cabello que se le pegaba, como una segunda piel, a su espalda.
-Buenas- dijo Kaoru recogiéndose el cabello en una alta coleta.
Hubo un silencio profundo y a la vez demasiado intenso. Sus miradas se clavaron y se sellaron entre si. Tanto tiempo.
-Kaoru, amiga...- susurro la aguda voz de Misao.
-Misao...-
Fin de ¿Dónde está Misao?
[NA: Espero que les allá gustado este capitulo^^ Lo siento si alguien no le gusto algo. Este capitulo me parecio desequilibrado. Pero aja, así me salió. Ya mas o menos voy explicando las cosas, poco a poco y me di cuenta que esto no va hacer un fic de rencarnaciones (para el pesar de algun@s). y ya l@s dejo!!
Gracias]
¿Dónde esta Misao?
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama y tampoco Disney**
Advertencia: Ooocness ( los personajes no van a tener esa personalidad que nos hemos acostumbrados a ver) MUCHOS ERRORES GRAMATICALES
Notas de Autora: NO SE VA A TRATAR DE RENCARNACIONES U.u
Respuesta a los Rr: Ok ok...speechless.
----
(una noches después de lo sucedido en el capitlo anterior)
-Aoshi san, muchas gracias por traerme- agradecía Megumi, saliendo del coche, sin quitarle ni un instante su mirada de aquellos ojos que estaban afrente de ella.
-De nada. ¿Mañana a primera hora paso por ti?- ofreció Aoshi, admitiendose así mismo la pequeña timidez que comenzó a sentir.
Un poco echada a tras por la repentina propuesta, espabilo unas cuantos veces para reatificar las palabras escuchadas. ¿Qué el mundo estaba fuera de lugar? SÍ, definitivamente si. Para no pasar de mala educada acepto, dándole las típicas buenas noche y las millones de bendiciones de protección. Acto que Aoshi solo le pareció ridículo, sin ofensas a la mujer con que se encontraba.
Finalmente se fue, dejándola ella parada hasta que se le hacia imposible divisar el carro. El aire caliente se embisto sobre su espalda, erizándola de pies a cabeza. Esta noche se le iba hacer eterna.
Por cierto, ni Misao, ni Sanosuke, ni Kaoru se habían molestado en llamarla. Extraño. A menudo cuando el teléfono sonaba era uno de ellos tres. Y ahora era como si la tierra se los hubiera tragado. Tal vez si, tal vez no.
Entro a su apartamento y a su asombro halló todo en un perfecto orden. Cien por ciento radical a lo que efectivamente dejo en la mañana. -¿alguien esta aquí?- preguntó por instinto Megumi, a terrada.
No hubo respuesta. El silencio inundo el lugar. Las sombras se hacían cada vez mas extensivas ante sus ojos.
-Hay...alguien esta allí?- repito, quebrándose su voz.
Tan distante como la paz mundial se escucho un susurro. Algo mordiscado, a decir verdad. Fue forzada a repetir su pregunta, y ahora sus ojos estaban revoloteándose por todo el lugar y sus manos estaban sudorosas.
-Soy yo. Sano- responden...por fin.
-¿Qué haces aquí cabeza de pollo? Que yo recuerde jamás te di las llaves de MI apartamento. - contesta Megumi poniendo otra vez sus cables en orden y prendiendo las luces para divisar mejor a Sano, el cual aun no salía de las largas sombras.
-Pues si, pero se te olvidaron antes de noche las llaves en mi cuarto, ¿y que tentación? ¿Ne?- pregunta Sano cubriéndose más de las sombras. Algo estaba incorrecto, lo presentía.
-Entonces no te quedes allí alejándote de la luz. Sal para verte- Por parte le mandó Megumi estresada por la extraña actitud que estaba tomando Sanosuke hoy...
-¿por qué? Así podemos platicar bien- responde Sanosuke subiendo, irritablemente, su tonalidad.
Megumi abrió sus ojos como platillo volador ( O.O). No se había imaginado que él tomaría una actitud así...Tan...Tan...
-A mi no me hables así en mi casa- demandó Megumi furiosa, por esta falta de respeto, colocando sus manos en su cintura.
-¿En verdad quieres que salga?- Jugueteó sarcásticamente Sano. ¿Cuando pararía?
Salió. Sus ojos...esos ojos, estaban...esos ojos no eran de él. Ella ignoro el hecho de que él la estaba asustando
-¿Y...¿qué haces?- pregunto Megumi, sentándose cuidadosamente en la esquina del sofá
-Nada. Haciendo visita a una buena amiga. - y se le tuvo que salir ese guiño - Necesitaba comunicarme con la civilización-
¿Civilización? -Ah. Se que soy buena amiga, sobretodo cuando te tengo encima, ¿ne?- ella intentaba relajarse pero esa mirada, esa sensación, se lo impedía.
Rieron un poco, muy falso. Demasiado.
-Mira Sano me encantaría que nos quedáramos mas tiempo charlando, pero. Pero mañana tengo mucho trabajo acumulado. - Lo estaba sacando de su casa, y no se lo negaba - Saludos a Misao y Kaoru, que me tiene olvida, que me llamen. - decía Megumi dirigió hacia la salida, prácticamente corrió.
-¿Me estas echando?- pregunto ofendido Sano. Su espíritu de hombre roto.
-Si lo tomas de esa manera, si. Mañana nos vemos todos, ¿que tal? Bye- se despidió Megumi tomándolo de la mano y jalándolo fuera de su hogar, y lo echo. Que miedo..
Una vez sola, dejo escapar un suspiro lleno de cansancio y de alivio.
---
Katsu cuando vio a su hermanita vestida con semejante ropa le entro una cólera incomparable. Primero de todo, no se le hacia nada divertido que su Kaoru se halla volado de casa. Segundo, nada podía remediar el hecho de que se fuera por si sola aventurarse por la vida. Nada podía con eso. Cuando encontró a Kaoru en ese estado no la dejo ni pensar, le prohibió cualquier cosa. Aun poseía el fuerte olor de cerveza en su cuerpo.
La cabeza no paraba de dar vueltas, y todos sus pensamientos se dividieron. Battousai y Kenshin. Tan idénticas esas personas como tan distintas, que solo un hilo marca la profunda diferencia. Pensándolo bien, ella tenía tiempo sin saber nada sobre su ídolo. Pues si tenia su computadora encendida, pero...¿así terminaría su interes por el? No.
Quería levantarse de su cama, pero algo le impedía. Estaba atada al tiempo, no era nada raro. La puerta sonó. De seguro era él.
-Kaoru, ya que estas despierta, es hora que hablemos- decía Katsu mucho mas relajado que ayer. De pronto su actitud fue incorrecta pero fue lo único que pudo hacer, estaba ciego de ira.
¿Como supo que ella estaba despierta? Resulta pasa que no solo las mujeres posen el sexto sentido.
A lo mejor si era bueno hablar de las cosas, ella odiaba las confrontaciones, y si las cosas salieran a su favor iría a su casa hablaría con Misao y todos felices para siempre, o por lo menos dos semanas.
-Claro. Entra Katsu- respondió Kaoru, olvidándose de la migraña terrible que le estaba atacando.
Katsu entró, un poco avergonzado por lo de ayer.- Mira Kao chan se que me comporte como un verdadero, y patético, hermano mayor celoso. Pero es que...aun no me acostumbro a la realidad de que ya eres mayor de edad y que puedes tomar descisiones por ti sola. Simplemente esa idea me aterra.- decía Katsu cuidando cautelosamente sus próximas palabras.
-te entiendo Katsu- indicó Kaoru colocando su mano en su rodilla en plan amistoso- Te entiendo. – repitió como si buscara la excusa perfecta para no hablar de Kenshin – ¿Pero, imagínate que pensaría de mi Kenshin? –
Katsu la miro pávido. Shura y Shinomori san estaban en lo correcto. Si solo hubiera terminado lo que tenían que decirle.
-Kaoru, de eso tenemos que conversar- le dijo Katsu utilizando su tono serio pero preocupante....
----
Estaba sola, otra vez, Su intento de huir solo genero empeoramiento de la situación. Ese tipo la había golpeado tan fuerte que quedo inconsciente y su único recuerdo era el morado que tenia debajo de su labio inferior. Aunque hizo lo posible para defenderse la fuerza bruta de esa bestia era incomparable.
Las lluvia no cesaba, ni tenia porque en verdad. Pero...por cierto, él estaba en la ciudad y de seguro no vendría si no hasta mañana a la mañana. Podía escapar, o podía quedarse allí, sin un gramo de esperanza.
Que tan obvio es. Así como es ella se levantó de un salto y salió corriendo por la puerta, una vez más. ¿para donde cogería? Solo dios sabrá.
Pisando mala hierbas, insectos, y todo lo que se interponía en su camino a una libertad. Intento evitar el mar, eso era una eterna distracción.
Coloco su mirada en cielo, cuando sintió que estaba lo bastante lejos de los dominios de él, la luna se estaba colocando una vez más en cielo. Hoy parecía una noche nupcial. Aunque no querían seguir el esquema de la típica joven que se queda mirando la luna pensando en los mil y un delirios de su vida. Deseaba desviarse de esa rutina.
Continuó su camino hasta donde la razón se lo pidiese, sin limitaciones alguna. Aun lo único que podía ver eran las largas sombras que se posaban a su alrededor. Escucho a lo lejos un grito, pero no distinguió de donde exactamente donde podía provenir y por temor a él simplemente apuro su paso a una salida sin entrada.
Las horas corrían y la atropellaban. Llego a un punto que perdió absoluta noción del tiempo y ahí se dio cuenta que se estaba perdiendo en ella misma.
-¿Qué?- dijo Misao a si misma desorientada. - ¿Luz?- prácticamente grito. Si, pues muy de cerca pudo ver luz. PERO MEJOR AUN. Pudo ver casas, otras cabañas. No dudo un segundo más y se dirigió hacia el pueblo. Caminaría y a la primera casa pediría por auxilio y después...y después a la policía. ¡Si eso es lo que haría!Supuestamente.
----
(dos días después)
Kaoru desesperada al enfrentar una realidad tuvo otra discusión con el mundo y se fue de Tokio, olvidando al causador de sus problemas, solamente trayendo con ella cuatro camisas diarias, ropa interior, y lo más importante su computador portátil.
Llego a un pueblo bastante alejado de toda persona conocida. Era bellísimo, y si me preguntaran a mi seria un pueblo típico de Disney donde no hay un antagonista merodeando las calles. Ayer había sido un día extremadamente agitado. Cambiando de estación a estación no era cosa tan fácil como suena.
Estaba parada afente de la cabaña con el nombre "Nueva Vida", curioso. Toco, ansiosa por apartarse de Kenshin y su vida. Se dedicaría a lo que en verdad tenía espíritu. Battousai.
-Buenas señorita, ¿ en qué la podemos atender?- atendió un señor como de media edad, ya saliéndole los primeros signos de pasar a la tercera.
Hecho un vistazo muy disimulador al lugar, a ver, por si acaso, o ratificar si ese era el mejor lugar de por ahí. - Si. En verdad si, busco posada por un mes aquí- le responde Kaoru embozando su mejor sonrisa. Primeras impresiones...
-Claro.¿Debe ser usted Kaoru san, cierto?- pregunta el señor dejándola entrar.
-Si. ¿Será que me puede informar cual es mi habitación?-
De un abrir y cerrar de ojos ella se encontraba en el cuarto, enfrente de su computador viendo todo la información que ignoro anteriormente.
Fue sorpréndete ver lo poco que avanzo la búsqueda. Pensó que las cosas se moverían rápidamente pero un dato la intrigo. El nombre de su otra esposa....
-Alguien esta en la puerta- dice atontada Kaoru al oír alguien tocando la puerta. Se levanto perezosamente de la cama. Hacia un calor infernal. Sintió sus manos derretirse y como las gotas de sudor la consumían. Quería arrancarse el cabello que se le pegaba, como una segunda piel, a su espalda.
-Buenas- dijo Kaoru recogiéndose el cabello en una alta coleta.
Hubo un silencio profundo y a la vez demasiado intenso. Sus miradas se clavaron y se sellaron entre si. Tanto tiempo.
-Kaoru, amiga...- susurro la aguda voz de Misao.
-Misao...-
Fin de ¿Dónde está Misao?
[NA: Espero que les allá gustado este capitulo^^ Lo siento si alguien no le gusto algo. Este capitulo me parecio desequilibrado. Pero aja, así me salió. Ya mas o menos voy explicando las cosas, poco a poco y me di cuenta que esto no va hacer un fic de rencarnaciones (para el pesar de algun@s). y ya l@s dejo!!
Gracias]
