Ilusiones de un Reflejo
Conversemos
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama y una frasecita de Pablo Neruda.
Advertencia: Ooocness ( los personajes no van a tener esa personalidad que nos hemos acostumbrados a ver) MUCHOS ERRORES GRAMATICALES
Notas de Autora: A LOS COLOMBIANOS, APOYEMOS A LA MEJOR BANDA DE COLOMBIA: LEON BRUNO!!!!!!!!!!!
Respuesta a los Rr: speechless...Se que me demoro actualizar, perdon en verdad.
----
Las horas pasaron rápidas, tan veloz que las atropellaba cada vez. Era ilógico creer que
las mejores amigas de infancia y ahora se hubieran distanciado tanto en tan poco tiempo...Entre
tanto tiempo.
-Kao chan, amiga. Ni sabes cuanto me has echar falta- le decía Misao ahogándose una vez
más en lagrimas. Aun no podía creer lo sucedido, solo dios sabrá porque.
Kaoru aun se encontraba en su estado de shock. No lo podía...simplemente era....No
encontró palabra que describiera su reacción. ¿Cómo en esta tierra era capaz de hacerle esto
Misao? Inaudito jamás se lo perdonaría a dios.
-Misao...tranquilízate, juntas somos invencibles- le consuele Kaoru devolviéndole el
abrazo para incrustarla mas entre su pecho. La estaba mojando toda, eso ya no tenia importancia.
El bastardo de Sanosuke la trato como animal, ni siquiera la criatura, la cosa, mas asquerosa del
çmundo merecía ese trato. Lo pagaría caro.
-Pero kao, es...simplemente imposible. Él es una bestia, una maldita bestia. -
lloriqueaba, cada gota sudor, cada segundo, solo aumentaba la rabia de Misao. Por lo menos tenia
consuelo.
-Misao porque no te quedas en mi habitación. Hablare con el gerente y yo pagare por todo
lo tuyo- le dice Kaoru con su singular simpatía.
-Kaoru...-
-No te preocupes...Ya calma, calma, todo estará bien junto a mi- con eso dejo la
habitación para hablar enseguida con el gerente, y algo más.
---
Ya había llegado a la cabaña. Se demoro más de lo debido. Todo por encargarse del
trabajito que tenía que hacer para la universidad. Odiaba filosofía del trabajo cotidiano. ¿Quien
desquiciado pudo inventar semejante basura? Es alguien era un completo falta de oficio.
Espero que no le importara a los profesores que tenía una semana de corrido sin asistir ni
siquiera a los recesos.
Para rematar todo lo demás, Megumi lo dejó sin una gota de energía. Esa mujer lo hacia exigir lo
mejor de sus capacidades. Crean o no.
Solo le falta algo...solo un algo...Y es que ella no era Misao. Así que eso concluye que Megumi
era para deleitarse la mirada y para el sexo. Acto que le gana a Misao por años luz, mejor ni
comparar.
Además estaba empezando la temporada vacacional y todos querían ir a la playa. ¿Y quien
no? Con todo el estrés del trabajo y el estudio lo mejor es relajarse (Si, definitivamente. La
arena abundante, el mar exuberante , y el sol dando luz a la gente, como siempre); y eso hizo que
los buses estuvieran repletos de gente. Era una verdadera molestia, ni para negarlo.
Cuando iba abrir la puerta de su "casa" se encontró a sus viejos amigos del colegio,
¿como negarse a una invitación de tragos y buenas mujeres? Aceptó. Ni siquiera pensó en que Misao
extraía allí o no. En la madrugada vería a ver. Todo en la madrugada.
---
Estaba al borde un colapso nervioso, sin exagerar. La vejes le había llegado como un
tren bala, y los miedos ya no tenían limites. Es imaginable pensar que tu hermana menor seria una
persona tan terca y rebelde...¿Cómo sucedió? Solo dios Sabe.
Hace menos de una semana pilló a Kaoru con una ropa bastante atrevida, ahora se le escapó
y todo por un tal Kenshin. -Demonios- mascullo Katsu, caminando de una esquina hacia la otra del
cuarto de ella.
-Maldito...Maldito...Maldito...- maldecía Katsu sin conciencia alguno. Era incapaz.
Volvió a maldecir, y siguió a si toda la tarde. No sabía exactamente que hacer, como reaccionar.
-Katsu, mi vida. Creó que debes de estar maldiciendo al aire deberíamos empezar por
buscarla. En su casa, en la de un amigo, ohh...ohh ver ese Himura Kenshin- propone Shura,
sintiéndose inútil ante la situación. Solo pasa en cosa de hermanos.
-Maldición Shura. Tú lo sabes, Shinomori lo sabe...¿quien más? ¿Kaoru? Ella es...es....-
sus palabras se estaban extinguiéndose. Una carga radioeléctrica. Todo iba rápido. TODO.
-Katsu relájate. ¡Kao no se va componer así como así! ¡comprende hombre! - le hizo caer
en cuenta Shura entre su propia desesperación al ver a su esposo en semejante estado tan
alarmante.
Él quedo en silencio. Por segundos juro a ver al tal Himura, verlo y ahorcarlo. Sus
provocaciones de destrucción eran masivas, no había nada ni nadie que pudiera detenerlo. No.
-No puedo Shura...No puedo. MI hermana esta cayendo y ella no sabe, se esta chocando y no
sabe, se esta destruyendo. No puedo dejar las cosas así, necesito ayudarla-
-Por eso mi cielo, ayudarla no es quedarte aquí maldiciendo a la nada-
Katsu quedo pensando a esas palabras. A la nada, solo eso y nada más. Concluyendo su auto dolor
responde, con esa voz aguda efecto de sus repentinas y urgentes lagrimas - si. La imaginación de
ella-
----
La puerta hizo su común sonido al abrirse. De una vez las sombras desaparecieron y no se
encontraba limites entre el bien y el mal, o por lo menos eso quisiera contar yo.
Al no escuchar ningún signo de vida comenzó a revisar todo. Cama, vacía. Sofá, vació. Armario,
vació. Cocina, vacía. Ático, vació. La casa completa se hallaba en soledad.
Sin poder contener su rabia dejo caer sus fuertes puños contra la débil mesita de noche que
estaba a la entrada. Pareciera que los ojos se le hubieran volado.
-¡Zorra! Que tan estúpido pude ser. ¿¡Dejarla sola!? En que diablos estaba pensando. Soy
un estúpido, estúpido- gritaba desesperado Sanosuke golpeando su cabeza contra la pared. No
abusar de la fuerza bruta.
Continuó así por un buen laxo de tiempo, desperdiciando el tiempo que no tenia,
realmente. Lo primero fue buscarla en el mar. Ella era amante al mar. Cuando llego vio a dos
ancianos lejos de la orilla y un niño jugando con su iguana ( ¡valla mascota!). No. Misao no
estaba allí. ¡Oh dios!
-¿Dónde? ¿Dónde?- se decía a si mismo perdiéndose entre el camino de la maleza y otras
cosas. Sus fuertes brazos le servían para dos cosas en ese instante: pegar y librar las plantas
de su camino. Utensilios siempre útiles.
Las horas corrieron, y corrieron contra él pero como es de esperar esto es una escena ya contada
y al pasar del tiempo también perdió la noción del tiempo.
Se dejo caer en sus rodillas y descansar, descansar de ella.
-----
(Día siguiente)
La mañana era admirable. Los colores de luminosidad al ambiente pesado que se presentó
hace pocas horas le calló como anillo al dedo. Además los rayos del sol caían perfectamente sobre
las personas brindándoles un poco de ese calor. El calor necesario.
En la habitación de Kaoru ya Misao se hacia levantada peinando al perro del dueño. Un bello perro
(un pastor alemán).
Al sentir por primera vez los rayos del sol caer sobre su cara se levanta de una. -Bu..Misao- balbuceaba Kaoru todavía atontada por el sueño.
-¡Buenos días Kaoru! ¿Cómo amaneciste hoy?- le dice Misao montándose a la cama junto a Kaoru.
-¿Ah?-
-¿Qué como amaneciste hoy? - le grita Misao a su oído como si fuera necesario, tal vez un poco.
-No me debes que gritar a así Misao. Bien bien supongo. ¿Tu abriste la cortina?- cuestiona Kaoru cerrándola. - ¿y tu fuiste la que trajo ese perro acá?-
-No te me amargues Kao. Si yo hice todo es que estaba aburrida- le dice Misao tan puro como siempre.
-OK. Para la próxima avisas que vas hacer todo eso para el aburrimiento-
Rió un poco para si y después dijo :-Kaoru cuéntame sobre el Señor Aoshi, ¿todo mejor, o qué?-
preguntaba inocentemente Misao a su vez acariciando a un hermoso y grandísimo perro. Su pelaje era demasiado fino para el mundo y sus ojos eran llenos de amor, justo el acompañante que ahora Misao necesita.
-Misao te he dicho mil millones de veces que no es ese tal Aoshi que me atiendo es Himura
san. Himura san- le contesto Kaoru disimulando la melancolía que llenaba su voz. Imposible.
Misao recordó inmediatamente la primera consulta, la que ella la acompaño. Si, perfectamente, le hablo sobre un tal Himura. Increíble que todavía tenía ese cuento. - Kao, Kao,
Kao...Te he dicho que en ese hospital no hay ningún tal Himura. Cuanto apuesto que te has
confundido de clínica. Pero tienes excusa como allí quedan tantas hospitales iguales, a lo mejor
te confundiste.-
¿Qué es lo que esta hablando Misao?, pensó directamente Kaoru y no demoró en responder: -
¡Claro que no! Si Megumi esta allí, y todo. En verdad Misao debes conocerlo, es una gran persona-
suspiro - Yo no soy tan distraída como tú-
-¿Con qué ahora me tomas de distraída?- y quita su mirada instantáneamente de la mariposa
que estaba volando por el jardín, y aprieta la nariz en demostración de su molestia- Estas mal.
Ahora dime lo contrario, yo trabajo como asistente con el Señor Aoshi y me conozco el
consultorio de pies a cabeza ( ¡hasta las gavetas de Megumi! dice como sustento a su argumento)-
le estaba gritando, estaba descontrolada. Pero más allá de una furia aparente estaba el hecho
del miedo de que las sospechas de Megumi y de todos fueran ciertas...Fueran ciertas.
-¡Sabes que Misao si me estas tomándome como loca lárgate ya de mi cuarto !- le grito Kaoru sacándola a ella de su pieza. Dejó caer su mirada en el piso y...- También saca a este perro de acá- añade Kaoru tirando el perro, si se puede decir así.
-¡¡Kaoru!!- dice Misao pero sin algún resultado ya que la puerta se cerro en su nariz...- si lo es- suspira Misao dirigiéndose al bar más cercano.
Fin de Conversemos
[NA: Espero que les allá gustado este capitulo^^ Lo siento si alguien no le gusto algo. Este capitulo me parecio extraño (si, si , sé que eso es normal) En verdad no tengo una idea general sobre el capitulo pero si sobre las escenas.
La primera: no se puede ni llamar escena. Fue más bien un apetitivo, o como me gusta llamarlo algo para que el capitulo se viera más largo.
Segunda: Aclaraciones a proxima escena
Tecera: Aclaraciones y pistas
Cuarta y Quinta: Avances a a proximo capitulo
Gracias a los Rr, perdonen la eterna demora. Ya l@s dejos
Gracias]
Conversemos
Disclaimer: R.Kenshin no me pertenece es de Watsuki sama y una frasecita de Pablo Neruda.
Advertencia: Ooocness ( los personajes no van a tener esa personalidad que nos hemos acostumbrados a ver) MUCHOS ERRORES GRAMATICALES
Notas de Autora: A LOS COLOMBIANOS, APOYEMOS A LA MEJOR BANDA DE COLOMBIA: LEON BRUNO!!!!!!!!!!!
Respuesta a los Rr: speechless...Se que me demoro actualizar, perdon en verdad.
----
Las horas pasaron rápidas, tan veloz que las atropellaba cada vez. Era ilógico creer que
las mejores amigas de infancia y ahora se hubieran distanciado tanto en tan poco tiempo...Entre
tanto tiempo.
-Kao chan, amiga. Ni sabes cuanto me has echar falta- le decía Misao ahogándose una vez
más en lagrimas. Aun no podía creer lo sucedido, solo dios sabrá porque.
Kaoru aun se encontraba en su estado de shock. No lo podía...simplemente era....No
encontró palabra que describiera su reacción. ¿Cómo en esta tierra era capaz de hacerle esto
Misao? Inaudito jamás se lo perdonaría a dios.
-Misao...tranquilízate, juntas somos invencibles- le consuele Kaoru devolviéndole el
abrazo para incrustarla mas entre su pecho. La estaba mojando toda, eso ya no tenia importancia.
El bastardo de Sanosuke la trato como animal, ni siquiera la criatura, la cosa, mas asquerosa del
çmundo merecía ese trato. Lo pagaría caro.
-Pero kao, es...simplemente imposible. Él es una bestia, una maldita bestia. -
lloriqueaba, cada gota sudor, cada segundo, solo aumentaba la rabia de Misao. Por lo menos tenia
consuelo.
-Misao porque no te quedas en mi habitación. Hablare con el gerente y yo pagare por todo
lo tuyo- le dice Kaoru con su singular simpatía.
-Kaoru...-
-No te preocupes...Ya calma, calma, todo estará bien junto a mi- con eso dejo la
habitación para hablar enseguida con el gerente, y algo más.
---
Ya había llegado a la cabaña. Se demoro más de lo debido. Todo por encargarse del
trabajito que tenía que hacer para la universidad. Odiaba filosofía del trabajo cotidiano. ¿Quien
desquiciado pudo inventar semejante basura? Es alguien era un completo falta de oficio.
Espero que no le importara a los profesores que tenía una semana de corrido sin asistir ni
siquiera a los recesos.
Para rematar todo lo demás, Megumi lo dejó sin una gota de energía. Esa mujer lo hacia exigir lo
mejor de sus capacidades. Crean o no.
Solo le falta algo...solo un algo...Y es que ella no era Misao. Así que eso concluye que Megumi
era para deleitarse la mirada y para el sexo. Acto que le gana a Misao por años luz, mejor ni
comparar.
Además estaba empezando la temporada vacacional y todos querían ir a la playa. ¿Y quien
no? Con todo el estrés del trabajo y el estudio lo mejor es relajarse (Si, definitivamente. La
arena abundante, el mar exuberante , y el sol dando luz a la gente, como siempre); y eso hizo que
los buses estuvieran repletos de gente. Era una verdadera molestia, ni para negarlo.
Cuando iba abrir la puerta de su "casa" se encontró a sus viejos amigos del colegio,
¿como negarse a una invitación de tragos y buenas mujeres? Aceptó. Ni siquiera pensó en que Misao
extraía allí o no. En la madrugada vería a ver. Todo en la madrugada.
---
Estaba al borde un colapso nervioso, sin exagerar. La vejes le había llegado como un
tren bala, y los miedos ya no tenían limites. Es imaginable pensar que tu hermana menor seria una
persona tan terca y rebelde...¿Cómo sucedió? Solo dios Sabe.
Hace menos de una semana pilló a Kaoru con una ropa bastante atrevida, ahora se le escapó
y todo por un tal Kenshin. -Demonios- mascullo Katsu, caminando de una esquina hacia la otra del
cuarto de ella.
-Maldito...Maldito...Maldito...- maldecía Katsu sin conciencia alguno. Era incapaz.
Volvió a maldecir, y siguió a si toda la tarde. No sabía exactamente que hacer, como reaccionar.
-Katsu, mi vida. Creó que debes de estar maldiciendo al aire deberíamos empezar por
buscarla. En su casa, en la de un amigo, ohh...ohh ver ese Himura Kenshin- propone Shura,
sintiéndose inútil ante la situación. Solo pasa en cosa de hermanos.
-Maldición Shura. Tú lo sabes, Shinomori lo sabe...¿quien más? ¿Kaoru? Ella es...es....-
sus palabras se estaban extinguiéndose. Una carga radioeléctrica. Todo iba rápido. TODO.
-Katsu relájate. ¡Kao no se va componer así como así! ¡comprende hombre! - le hizo caer
en cuenta Shura entre su propia desesperación al ver a su esposo en semejante estado tan
alarmante.
Él quedo en silencio. Por segundos juro a ver al tal Himura, verlo y ahorcarlo. Sus
provocaciones de destrucción eran masivas, no había nada ni nadie que pudiera detenerlo. No.
-No puedo Shura...No puedo. MI hermana esta cayendo y ella no sabe, se esta chocando y no
sabe, se esta destruyendo. No puedo dejar las cosas así, necesito ayudarla-
-Por eso mi cielo, ayudarla no es quedarte aquí maldiciendo a la nada-
Katsu quedo pensando a esas palabras. A la nada, solo eso y nada más. Concluyendo su auto dolor
responde, con esa voz aguda efecto de sus repentinas y urgentes lagrimas - si. La imaginación de
ella-
----
La puerta hizo su común sonido al abrirse. De una vez las sombras desaparecieron y no se
encontraba limites entre el bien y el mal, o por lo menos eso quisiera contar yo.
Al no escuchar ningún signo de vida comenzó a revisar todo. Cama, vacía. Sofá, vació. Armario,
vació. Cocina, vacía. Ático, vació. La casa completa se hallaba en soledad.
Sin poder contener su rabia dejo caer sus fuertes puños contra la débil mesita de noche que
estaba a la entrada. Pareciera que los ojos se le hubieran volado.
-¡Zorra! Que tan estúpido pude ser. ¿¡Dejarla sola!? En que diablos estaba pensando. Soy
un estúpido, estúpido- gritaba desesperado Sanosuke golpeando su cabeza contra la pared. No
abusar de la fuerza bruta.
Continuó así por un buen laxo de tiempo, desperdiciando el tiempo que no tenia,
realmente. Lo primero fue buscarla en el mar. Ella era amante al mar. Cuando llego vio a dos
ancianos lejos de la orilla y un niño jugando con su iguana ( ¡valla mascota!). No. Misao no
estaba allí. ¡Oh dios!
-¿Dónde? ¿Dónde?- se decía a si mismo perdiéndose entre el camino de la maleza y otras
cosas. Sus fuertes brazos le servían para dos cosas en ese instante: pegar y librar las plantas
de su camino. Utensilios siempre útiles.
Las horas corrieron, y corrieron contra él pero como es de esperar esto es una escena ya contada
y al pasar del tiempo también perdió la noción del tiempo.
Se dejo caer en sus rodillas y descansar, descansar de ella.
-----
(Día siguiente)
La mañana era admirable. Los colores de luminosidad al ambiente pesado que se presentó
hace pocas horas le calló como anillo al dedo. Además los rayos del sol caían perfectamente sobre
las personas brindándoles un poco de ese calor. El calor necesario.
En la habitación de Kaoru ya Misao se hacia levantada peinando al perro del dueño. Un bello perro
(un pastor alemán).
Al sentir por primera vez los rayos del sol caer sobre su cara se levanta de una. -Bu..Misao- balbuceaba Kaoru todavía atontada por el sueño.
-¡Buenos días Kaoru! ¿Cómo amaneciste hoy?- le dice Misao montándose a la cama junto a Kaoru.
-¿Ah?-
-¿Qué como amaneciste hoy? - le grita Misao a su oído como si fuera necesario, tal vez un poco.
-No me debes que gritar a así Misao. Bien bien supongo. ¿Tu abriste la cortina?- cuestiona Kaoru cerrándola. - ¿y tu fuiste la que trajo ese perro acá?-
-No te me amargues Kao. Si yo hice todo es que estaba aburrida- le dice Misao tan puro como siempre.
-OK. Para la próxima avisas que vas hacer todo eso para el aburrimiento-
Rió un poco para si y después dijo :-Kaoru cuéntame sobre el Señor Aoshi, ¿todo mejor, o qué?-
preguntaba inocentemente Misao a su vez acariciando a un hermoso y grandísimo perro. Su pelaje era demasiado fino para el mundo y sus ojos eran llenos de amor, justo el acompañante que ahora Misao necesita.
-Misao te he dicho mil millones de veces que no es ese tal Aoshi que me atiendo es Himura
san. Himura san- le contesto Kaoru disimulando la melancolía que llenaba su voz. Imposible.
Misao recordó inmediatamente la primera consulta, la que ella la acompaño. Si, perfectamente, le hablo sobre un tal Himura. Increíble que todavía tenía ese cuento. - Kao, Kao,
Kao...Te he dicho que en ese hospital no hay ningún tal Himura. Cuanto apuesto que te has
confundido de clínica. Pero tienes excusa como allí quedan tantas hospitales iguales, a lo mejor
te confundiste.-
¿Qué es lo que esta hablando Misao?, pensó directamente Kaoru y no demoró en responder: -
¡Claro que no! Si Megumi esta allí, y todo. En verdad Misao debes conocerlo, es una gran persona-
suspiro - Yo no soy tan distraída como tú-
-¿Con qué ahora me tomas de distraída?- y quita su mirada instantáneamente de la mariposa
que estaba volando por el jardín, y aprieta la nariz en demostración de su molestia- Estas mal.
Ahora dime lo contrario, yo trabajo como asistente con el Señor Aoshi y me conozco el
consultorio de pies a cabeza ( ¡hasta las gavetas de Megumi! dice como sustento a su argumento)-
le estaba gritando, estaba descontrolada. Pero más allá de una furia aparente estaba el hecho
del miedo de que las sospechas de Megumi y de todos fueran ciertas...Fueran ciertas.
-¡Sabes que Misao si me estas tomándome como loca lárgate ya de mi cuarto !- le grito Kaoru sacándola a ella de su pieza. Dejó caer su mirada en el piso y...- También saca a este perro de acá- añade Kaoru tirando el perro, si se puede decir así.
-¡¡Kaoru!!- dice Misao pero sin algún resultado ya que la puerta se cerro en su nariz...- si lo es- suspira Misao dirigiéndose al bar más cercano.
Fin de Conversemos
[NA: Espero que les allá gustado este capitulo^^ Lo siento si alguien no le gusto algo. Este capitulo me parecio extraño (si, si , sé que eso es normal) En verdad no tengo una idea general sobre el capitulo pero si sobre las escenas.
La primera: no se puede ni llamar escena. Fue más bien un apetitivo, o como me gusta llamarlo algo para que el capitulo se viera más largo.
Segunda: Aclaraciones a proxima escena
Tecera: Aclaraciones y pistas
Cuarta y Quinta: Avances a a proximo capitulo
Gracias a los Rr, perdonen la eterna demora. Ya l@s dejos
Gracias]