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Capítulo 2: "Reencontrándote"
A las 11:30 estaba sentada al frente de la puerta de embarque número 2 del aeropuerto. Se resignó a usar el trasporte mágico, pues quería que todo fuese casual. Su vuelo partía a las 13:00 y no sabía que hacer para matar el tiempo.
Sacó El Profeta del día de su bolso y comenzó a leer, pero no le interesaba nada, por lo que pronto llegó al final del diario y lo volvió a guardar. Vio a la gente pasar por la puerta que pronto le correspondería, tomando vuelos más tempranos. Qué hubiera dado ella por aprovechar el tiempo y buscar una salida bien anticipada por la mañana, pero con el sistema de compra de boletos online, lo más cercano que había a la fecha era el vuelo de las 13:00 con destino a París haciendo escala en Frankfurt al día siguiente; le salió algo caro, pero sabía que valía la pena.
Las horas se le hicieron infinitas, hasta que al fin un cuarto para la 1 escuchó por el altoparlante:
-Pasajeros del vuelo 33139 con destino a París, Francia y con escala en Frankfurt, Alemania, favor abordar por la décimo segunda puerta de embarque.
Hermione se paró y corrió hacia la puerta, quedando como una de las primeras personas en la fila. Rápidamente pasó por el primer detector de metales. Estaba algo desesperada por llegar.
-Señorita, abróchese el cinturón de seguridad, por favor, vamos a aterrizar.
Una azafata la despertaba de su hermoso sueño donde le cambiaba el pañal a un bebé pelirrojo. Se enderezó y sentó correctamente en la silla. Procedió a abrochar su cinturón y miró el reloj. Marcaba las 23 horas; el piloto se habría demorado demasiado en Frankfurt. A los minutos sintió el vibrar del avión, que comenzaba a descender a una velocidad increíble.
Una hora después, luego de haber pasado por la policía internacional y haber retirado sus cosas de la bandeja movible de la sala de desembarque del aeropuerto internacional francés, tomaba un taxi en las afueras del lugar. Tenía un manejo excepcional del idioma, por lo que pudo darle de manera correcta las instrucciones al chofer para que la llevara al hotel. Le pidió su teléfono para ir inmediatamente al día siguiente a visitar a los chicos.
Fue a su habitación y se quitó las botas y el abrigo. Dejó sus cosas sobre la cama y se dirigió al baño, para darse un relajante baño de tina.
Al otro día, muy temprano, como a las 8 de la mañana bajó a tomar desayuno. Estaba lista para salir rumbo al departamento de Harry y Ron. Minutos después con la dirección que le proporcionó Ginny anotada en la palma de la mano, llamó al taxista y al rato éste llegó al lobby del hotel.
Se subió cargada con una mochila, en donde traía el saco de Ron y una que otra cosa. Le indicó la dirección de los chicos y en pocos minutos estuvo ahí.
Frente a sus ojos se alzaba un lindo edificio departamental, en un barrio universitario muy prestigioso, y que según ella sabía, cerca de este lugar se encontraba oculta la Universidad Mágica. Le pagó al taxista y abrió la puerta. Sintió el viento helado de la mañana en la cara. Era tal su prisa por ver y hablar con Ron que no le importaba siquiera la hora que era, porque de seguro estaban durmiendo aún, con lo perezosos que podían ser a veces...
Entró al hall.
-Disculpe... ¿puede comunicarse con alguien al departamento 3C y decirle que tiene visitas? -le dijo a un caballero detrás de un cubículo.
-¿Su nombre señorita?
-Digamos que... una amiga.
-Necesito anotar sus datos aquí... -apuntó una hoja.
-Vale, pero no diga mi nombre, es una sorpresa.
El portero apretó algunos botones en un panel y dijo algo en volumen muy bajo para que Hermione no escuchara.
-Suba -dijo él, volviéndola a mirar.
-Gracias.
Caminó hasta un ascensor, entró y presionó el botón para ir al tercer piso y se cerraron las puertas. Se mareó un poco al subir, estaba muy nerviosa. Con un pitido supo que estaba allí y las puertas se abrieron.
Salió con paso decidido hasta quedar frente a una puerta con la letra C en dorado en medio. Tocó el timbre. Abrieron la puerta.
-¿Sí? -dijo un chico asomando su cabeza.
Notó que era un poco más alto que ella, de cabello negro azabache y ojos verdes enmarcados por unas pequeñas gafas. Sin duda era Harry. Pero él la miró con extrañeza, al parecer no la había reconocido.
Y cómo, si estaba muy cambiada. Su cabello ahora era corto y liso, con mechitas más claras en algunas partes. Y había crecido mucho. Ya no presentaba la apariencia de una estudiante, sino que incluso se veía mayor de lo que realmente era. Pero sólo habían pasado 3 años.
Hermione sonrió.
-Hola Harry, yo soy Hermione, Hermione Granger... ¿recuerdas?
La cara de Harry se iluminó. Sonrió, abrió la puerta y abrazo fuertemente a su amiga.
-¡Herms! Vaya no me había dado cuenta de que eras tú.
La separó de si tomándola por los hombros y observándola de arriba a abajo. Luego la abrazó de nuevo.
-¿Cómo has estado?. ¿Qué haces aquí? Pasa...
-Bien, creo...
Avanzó a través de la puerta y Harry entró detrás, cerrando.
El departamento era muy lindo, a pesar de que era sólo de hombres. Estaba perfectamente limpio y ordenado, las paredes eran de un color amarillo claro, los muebles todos de madera. De las paredes colgaban pinturas y una que otra foto. Miró hacia todos lados, pero no pudo encontrar a Ron.
-Toma asiento. ¿Quieres un café o algo?
-No importa, así estoy bien.
-¿Cómo llegaste hasta aquí?
Tomó aire, ahora le tocaba responder todas las preguntas de Harry. Luego ella haría las suyas, como porqué Ron no estaba allí.
-Le pedí a Ginny la dirección, hace mucho tiempo que no los veía, los extrañaba mucho.
-Ah, qué bien -sonrió aún más-. ¿Cómo fue que no escribiste, no llamaste, nada?
-Yo pensé que eran ustedes los que no me hablaban a mí.
-Traté de contactarte miles de veces, pero nadie me decía nada. Ginny insistía en no saber absolutamente nada de ti y Ron... -Apretó los labios y miró al techo. -Cada vez que le mencionaba tu nombre hacía oídos sordos... El día de la graduación, en el cóctel, me dijo que ya te habías ido, eso fue lo último... -La volvió a mirar. -¿Qué paso entre ustedes?
Suspiró. Harry no sabía nada de nada. Ella misma le había dicho a Ginny que no le dijera sobre ella a nadie, estuvo muy resentida ese entonces.
-Es una larga historia, Harry, me da algo de pena hablar de eso... -Hermione miró al suelo, no quería tener que revivir ese momento.
-Si no quieres no te obligaré...
-¿Dónde está Ron ahora? -dijo ella, interrumpiéndolo.
-Salió muy temprano, pero ya en un rato debería estar volviendo.
-Ah...
-Tú sigues estudiando Medicina Mágica... ¿verdad?
-Sí, por supuesto. Cada año se pone más difícil la carrera, pero creo que lo puedo llevar bien
-Genial. Acá nos tienen plagados de trabajo... ser Auror es una de las cosas más complicadas del mundo.
-Me imagino... ¿tienes pareja?
-No todavía -rió-. Quiero terminar la carrera y ahí dedicarme a buscar una esposa.
Ambos rieron. Pero algo paró las risas. Una llave daba vuelta la cerradura de la entrada. Se abrió la puerta.
Era Ron. Y no estaba solo. A su lado de encontraba la figura de una muchacha alta, delgada, de cabello rubio oscuro. Que tomaba la mano de Ron.
Continuará...
Hola! Bueno ya está el segundo capítulo. Gracias por los reviews, espero que les haya gustado este capítulo (que me quedo algo más corto) y que lean los próximos...
