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Capítulo 4: "Pero... ¿qué sabes tú de amor?"
Lavender le indicó una mesita en el fondo, fueron hacia ella, se sentaron y sobre la mesa encontraron un menú de pedido instantáneo. Al instante les llegaron un descafeinado y un capuchino. Hermione empezó a hablar.
-¿Pediste intercambio o...?
-No, me dieron una beca, parece que voy muy bien con respecto a los demás de la carrera
-¿Y qué has sabido del resto de los chicos Gryffindor?
-Mmm... ¡bien! Bueno, como era de notar, hace como un año que Dean y Parvati se casaron.
-¿Qué? -dijo, riendo, incrédula.
-¡De verdad! No lo hicieron muy público, nada más fueron unas 30 personas... Parvati tiene un hija muy tierna y chiquita, le puso Sybill, a pesar de lo mucho que se negó Dean...
-Oh...
-También están Neville y Luna, que siguen siendo novios -Se refería a que estos empezaron a serlo a partir de sexto año.
-¿Qué estudia Neville?
-Adivina, es para maestro de Herbología, era obvio... y Luna esta estudiando Astrología, como siempre esta en el cielo... -Hermione rió-. Bueno, y a ver quien más, yo sigo con Seamus -sonrió-. Él estudia Administración Mixta, ya sabes, muggle y mágica, en Londres también. Y señores y señoras, Colin Creevey estudia Periodismo, eso si que es una sorpresa, su hermano... ¿cómo se llamaba? Entró a jugar Quidditch a un equipo... del cual no recuerdo su nombre. Seguramente sabes que Ginny estudia Relacionadora Mágica, igual que yo, es bastante lo que se debe aprender para esa carrera...
-Si, lo sé.
-De los chicos de otros cursos no he sabido mucho, bueno más que Pansy -Hermione apretó los labios al escuchar ese nombre-, que estudia acá en Francia, Diseño, creo. ¿Qué pasa? -preguntó al notar que Hermione había dejado de prestarle atención.
-Ah, no nada... -respondió, mirándola de nuevo-. Continúa
-¿Tú fuiste la única que fue a estudiar a Estados Unidos?
-De nuestra generación, sí, pero Alicia Spinnet, de dos cursos más arriba, ya estaba allá, y este año llegó un chico de Hogwarts que no conocía, Kevin... Whitby
-Ah -miró hacia la entrada de la cafetería-. ¡Ahí viene el señor Massen! Fue un gusto encontrarte Hermione, me tengo que ir. ¡Señor Massen! -gritó, yendo hacia el anciano-. ¡Adiós! -le saludó con la mano.
Hermione miró el reloj grande que había entre dos ventanas. Las 12:30. ¡Cómo se le había pasado la hora! De seguro Harry ya había salido.
En efecto, Harry entró a la cafetería mientras ella pagaba y le indicó con una mano que fuera con él. Ya en el exterior de edificio Harry habló.
-No sé si te molesta, pero vamos a almorzar con Ron y Pansy en una cafetería en el centro
-Yo preferiría almorzar en el hotel. Tengo algunas cosas que hacer después, pero seguro te veo en la noche...
Subieron al jeep. Harry salió por entre unas columnas que luego dieron paso al parque. Hermione miró hacia atrás y vio que la Universidad había desaparecido dejando lugar a la catedral antigua.
Un rato después, Harry paraba frente al hotel.
-Adiós Harry, ah... ¿me haces un favorcito? -pidió antes de bajarse.
-Claro
-¿Ron aprendió a usar su celular? Quiero su número
Harry rió.
-Sí, dame un segundo
Sacó un papelillo y un lápiz de la guantera y garabateó el número.
-Aquí está. Pero ten cuidado, a veces contesta Pan...
-Ya, cómo sea, gracias
Le arrebató el papel de las manos, no quería escuchar ese nombre una vez más, se volvería loca. Se bajó del auto y entró al hotel. Pidió las llaves, tomó el ascensor y fue directamente a la habitación que le habían asignado.
Ya allí se sentó en la cama. Tenía que idear un plan para poder hablar con Ron. Para saber qué le iba a decir a Ron. O sea, ella pensaba, bien enamorado tendría que estar como para ya haber conversado de matrimonio con esa... tipa. ¿Por qué ella? Se cuestionaba de nuevo. Se juraba que iba a terminar con Malfoy. Quizás no le había gustado el camino que él tomó.
Draco había asumido los negocios de su padre en cuánto éste fue a parar a Azkaban, también tomando su puesto en el Ministerio. Se decía que él creía en una venganza de los Mortífagos cuando cayó Voldemort. Pero... ¿no que el padre de Parkinson también era Mortífago? O talvez no... Alguna razón tendría que tener. Se quitó los zapatos y se tiró de espaldas sobre la cama. Lentamente sus ojos se cerraron y se quedó dormida.
Seis horas después una lechuza la despertó. Había olvidado cerrar la ventana. Se sentó y tomó a la lechuza, calmándola y sacándole la nota de la patita. Leyó.
¿Pudiste encontrar a mi hermano? Ya creo que sí. Ahora que volvemos a hablar no quiero perder el contacto contigo, así que espero me cuentes todo lo que suceda.
Con cariño (y apuro),
Ginny W.
La lechuza fue a posarse en el borde de una silla que había frente al escritorio. Hermione fue hacia allá, se sentó, tomo la pluma y el taco de papeles que los del hotel ponían ahí y comenzó una nota.
¿Por qué no me dijiste que la novia de tu hermano era esa rubia engreída? Me complicó todo el panorama, si tan solo me hubieras dicho... Hoy en la tarde voy a hablar con él, si puedo, después te contaré lo que haya sucedido... ¡lo prometo! Nos vemos después.
Tu amiga Hermione
P.D.¿Qué onda contigo?. ¿No estas saliendo con nadie? Como ya no se nada de ti...
Dobló la hoja y la ató a la pata del ave, el cual salió volando inmediatamente en dirección a la puesta de sol. Fue al baño a lavarse la cara y regresó. Tomó el teléfono de la mesita de noche y le dijo a la operadora que llamaría a un celular. Marcó el número y a los segundos escuchó el característico sonido de espera de quien aún no contesta. Luego escuchó su voz.
-¿Aló?
-Hola Ron, ay... que bueno que contestas tú, habla Hermione
-Ah, hola Hermi -su voz sonaba inquieta-. ¿Qué pasa?
-¿Recuerdas que te dije que quería hablar contigo? Espero que te deshagas un rato de la simpática -acentuó la voz- ...de tu novia para que cenemos juntos. ¿Qué opinas?
Hubo un silencio.
-Bueno, vale... ¿quieres que pase por ti?
-Estaría bien a las 9. ¿Ya sabes donde me quedo?
-Sí...
-Ok
-Entonces a las nueve estaré allá afuera
-Nos vemos
Colgó. Suspiró y miró al techo. ¡Iba a salir con Ron en un par de horas! Sólo esperaba que le alcanzara el tiempo para arreglarse, pues no quería estar impresentable.
Claro, dos horas después, bajaba ya lista para irse con Ron a comer. Llegó al vestíbulo, le dejó las llaves al recepcionista y se sentó en uno de los mullidos sillones de la entrada, con la cartera en mano y mirando la puerta.
En cosa de minutos, Ron hizo su aparición. Estaba trajeado elegantemente con un terno de color oscuro y con corbata de moño, además se había peinado un poco, dejando al azar algunos cabellos que lo hacían ver muy sexy, según Hermione.
Él la miró cuando ella se puso de pie y quedo sorprendido por lo hermosa que se veía. Tenía un vestido largo y negro, que se ajustaba a su figura y un generoso escote en el pecho y en la espalda. En el pelo, que por lo corto no podía peinar, tenía unas trabas de flores a juego con la cartera y los tacos.
Se acercó a ella, le tomó la mano y la besó, luego levantó la vista hacia sus ojos.
-¿Nos vamos?
Hermione asintió con una sonrisa y lo siguió hasta un moderno Mercedes gris plata. La llevó hasta la entrada del copiloto, le abrió la puerta y la ayudó a subir, le cerró la puerta y fue a entrar al auto por el otro lado. Lo encendió y partió.
-Te voy a llevar a conocer uno de los lugares más lindos en Francia -dijo al rato, sin dejar de mirar al frente.
-Si vas a la Torre Eiffel ya la...
-Nooo, vamos a cenar junto al río Sena. ¿Qué te parece?
-Bien...
Cada cierto tiempo, Ron la miraba de reojo. No quería que ella lo notara pues todavía le daba algo de vergüenza el hecho de ser él quien la hubo presionado y abandonado ese día en Hogwarts, de ser ella quien venía a verlo y ser él el que ahora tenía novia y se iba a casar. Y ella lo sabía.
Bajó por una calle estrecha, y anduvo paralelo al río un buen rato, hasta entrar a un sitio donde se estacionó. Se bajó y le fue a abrir la puerta. Desde afuera el lugar se veía muy elegante. Entraron, y de hecho, era muy elegante. Habían grandes candelabros colgando del techo, que eran de oro e iluminaban todo el salón. Las mesas estaban bien apartadas unas de otras, y las sillas tenían tapiz de terciopelo.
-No te iba a traer a una pizzería -murmuró Ron, haciendo reír a Hermione.
Un serio y elegante garzón se acercó a ellos.
-Su apellido, señor
-Weasley
-Pase por aquí
Los condujo hasta una mesa cerca del centro. El garzón les separó las sillas y dejó los menú sobre la mesa.
-Con su permiso
Y se fue.
Ron cruzó los dedos bajo su mentón y la miró intrigado.
-¿De qué querías hablar?
-¿Por qué no ordenamos primero? –le preguntó ella, tomando el menú.
Lo abrió y miró la primera página. Esta noche no sería como cualquiera.
Continuará...
¡Ah! Qué lindo capítulo (la modestia, niños. La modestia). ¡Y es extra largo!. Me pasaron varias cosas graciosas mientras escribía, como que se pegó el Pc y tuve que escribir todo de nuevo, por suerte no llevaba mucho avanzado... también no me acordaba de la palabra recepcionista y no sabía que poner! Ahí me dio la locura. ¡Muchas gracias por los reviews! Ojalá que por este cap también me dejen aunque sea diciéndome que si sigo escribiendo van a venir a asesinarme u.u
¡Nos vemos!