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Capítulo 8: "Y verte dormir a la luz de la luna"

Hermione no podía aguantar el llanto. Él nunca la había querido tanto como ella sí lo hizo. No había dicho nada, ni una palabra para defenderla de su linda noviecita. O sea que no le importaba en lo más mínimo, que le encontraba la razón a Pansy en todo lo que decía. Ron no la amaba, y más razón que esa no quería.

Su viaje había sido un fracaso.

Caminando llegó sin darse cuenta al hotel, pero en vez de subir a su habitación fue a la oficina de una agencia de viajes que en el mismo piso estaba.

-Buenas tardes -la saludó una secretaria tras una mesa.

Tomó asiento.

-Hola... Necesito un vuelo a Nueva York lo antes posible.

-Si quiere viajar con urgencia tenemos un vuelo en seis horas más, a las 19:45 exactamente.

-Allá compre un pasaje ida y vuelta cuando me vine.

-¿Su nombre?

-Hermione Granger.

La secretaria tecleó algo en un computador, luego levantó la vista.

-Si quiere adelantar su regreso debe pagar una diferencia de 30 dólares.

-Bien.

Tomó la cartera, sacó la billetera y le firmó lo que sería el final de su presencia en Francia. Luego subió a su pieza para arreglar sus cosas.

Mientras tanto, en el departamento, Ron se ponía de pie y caminaba hacia su armario. Abrió uno de los cajones y sacó un álbum de fotos. Se sentó sobre la cama y lo abrió con cuidado. Cada página que volteaba, cada recuerdo que se le venía a la mente. Hasta que llegó a una parte donde seguramente tendría unos 14 años. Estaba en su casa, en un sillón, sentado junto a Harry, quien sonreía a la cámara, y a su otro lado... Hermione. Siguió volteando páginas, había más y más fotos donde salía ella. Muchísimas. Todas las que le pidió a los padres de ella en séptimo, todas las que había coleccionado su último año de colegio, las que se habían tomado juntos, en Hogsmeade, y en la mañana antes de la graduación que le arruinó la vida.

Cerró el álbum de golpe. Lo guardó y vio el saco colgado de la percha. Se lo probó, pero apenas le quedaba. Había crecido unos últimos centímetros después de salir del colegio, además de estar más ancho de espaldas. Lo volvió a colgar y lo miró por un momento. Si Hermione se había ido del departamento sólo podía significar una cosa.

Sonó el teléfono en el living y Harry, que veía TV, lo contestó.

-¿Diga?

-Harry, soy yo -contestó con voz temblorosa desde el otro lado Hermione.

-Ah, bueno, lo siento por lo de esta mañana pero...

-Harry, me voy.

Calló. Miró hacia la habitación por la que había entrado Ron. Luego se concentró en la llamada de nuevo.

-Me lo imaginaba... bueno, supongo que quieres que te vaya a dejar al aeropuerto.

-Sí, por favor, no es por molestarte pero me sentiría muy mal si al menos no me despidiera de ti.

-¿A que hora?

-Pasa por mi a las seis.

-Ahí estaré.

-Adiós.

Colgó el fono y miró hacia la habitación de Ron. No sabía si decirle o no. El merecía al menos saber que ella se iba, pero quedaba abierta la posibilidad de que hiciera una locura y la fuera a persuadir de que no se vaya. La verdad había deseado que pasara eso, pero Ron se había pasado de estúpido. ¿Cómo no darse cuenta de quien era la mujer correcta? Claro, después se iba a arrepentir cuando se llegara a casar con Pansy, si tenía el valor de casarse con ella sin amarla. Porque entendía que su amigo no la amaba. Se le veía en los ojos. Trataba de ponerse en su lugar, pero no podía, nunca había vivido eso.

El teléfono volvió a sonar.

-¿Sí?

-Hola, buenas tardes -la voz se le hacía conocida.

-¿Con quién?

-¿No me reconoces? -rió la voz al otro lado, quedo claro que era femenina.

-Mmm, no. ¿Con quien tengo el gusto?

-¡Harry! -volvió a reír-. Habla Ginny.

-¿Ginny? Wow... ¿cómo llamas ahora?

-Pues me enteré de que Hermi estaba allá y como Inglaterra queda muuucho más cerca de París que de Nueva York, los voy a visitar.

-¿Ah, sí? Pues hay un pequeño problema...

-¿Cuál?

-Hermione se va hoy mismo -explicó con resignación, bajando el tono.

-¿Cómo?. ¿Y no se puede esperar? Pero si apenas está tres días y...

-Lo que ella vino a hacer no funcionó -La interrumpió. Harry no sabía si ella estaba enterada de lo de Ron. -Por eso se va.

-Harry, perdona, pero estoy en el aeropuerto, en media hora sale mi avión y voy a estar allá en un par de horas más, como a las 6:30. ¿A que hora se va ella?

-A las seis me dijo que fuera por ella, seguro nos encontraremos en el aeropuerto.

-Vaya -dijo con amargura-. Justo se me ocurre viajar el mejor día... Espera... ¿Ron sigue con Pansy no?

-Sí.

-¿Y va a ir al aeropuerto?

-No... creo que no... espero que no -finalizó Harry, aún dudoso.

-¿Se peleó con ella?

-No exactamente... más bien hubo una discusión entre ella y Pansy, y la ex Slytherin le dijo unas cuantas cosas... versiones alteradas... cosas hirientes...

-Me imagino, ella nunca me cayó bien.

-Es buena persona.

-No digas eso Harry, ella es una arpía... ¿qué pretende, si Ron y Hermi tienen una historia de hace tiempo? No puedes doblegar al pasado...

-Pero tampoco al pasado más reciente... si Ron empezó a salir con Pansy fue...

-Porque se quería olvidar de Hermione... ¿no? -lo interrumpió ella-. Pero no le funcionó.

-Sí se había olvidado de ella, pero como ahora volvió...

-Si realmente la hubiera olvidado como dices no la habría besado anoche.

-Pero... ¿Oye tú como sabes? -se percató Harry de repente.

-Ella me contó hoy por teléfono creo que después de hablar contigo, lo último que supe fue que Pansy entró enfurecida a tu departamento, pero no me dijo que se iba tan pronto...

-Si, porque ahí le tuve que colgar a Hermione y...

-¡Ay, mi vuelo! Lo siento Harry, me tengo que ir, allá hablaremos, lo siento... ¡adiós! -colgó.

Harry dejó el teléfono sobre la mesa e iba a prender la TV de nuevo, cuando se percató que Ron lo observaba desde el pasillo.

-Parece que no te cuenta nada ventilar todos mis problemas, Harry.

-¡Ron! -Harry se puso de pie. -No estaba... contando... olvídalo. Era Ginny.

-¿Qué quería?

-Viene para acá.

-¿Por qué?. ¿Viene a defender a Hermione? -Estaba de muy mal humor.

-Creía... Ron... ¿escuchaste toda la conversación? -Lo miró ceñudo.

-Quizás, tú sólo respóndeme.

-¿Crees que te voy a decir? Además el único que tiene la culpa aquí eres tú.

Ron no habló, solo se quedó apoyado en la pared con las manos cruzadas en el pecho. Harry pudo notar que se puso nervioso.

-¿Qué¿Ahora me vas a decir que vas a ir tras ella y terminar con Pansy? Ya es algo tarde, amigo -terminó Harry, suspirando y prendiendo de una vez la TV.

Era el WmTV, canal de música del mundo mágico. Ron se acercó al sillón y se sentó junto a Harry, sin dirigirle la palabra.

En el centro de la ciudad, un rato después, Hermione paseaba por las tiendas. Ya había armado su equipaje y Harry no pasaría por ella hasta una hora más. Estaba comprando souvenirs para sus amigas de América. Recordó una tienda mágica que debía estar cerca de ese lugar. Y segundos después la encontró, era un edificio grande, viejo, como abandonado. Hizo como que limpiaba el ventanal empañado y tocó tres veces con el dedo índice el centro del círculo. Pasó a través del vidrio y ante sus ojos había una gran tienda departamental, decorada al más puro estilo Beverly Hills.

-Buenas tardes, señorita... ¿le puedo ayudar en algo?

Ahí se entretuvo un buen rato, y media hora después, salió del local. No llevaba bolsas pues le enviarían las cosas a su departamento en Nueva York. Fue al Hotel, y Harry ya la esperaba en el lobby. Por lo menos Ron no había ido.

-¿Dónde estabas?

-Salí a pasear un rato, comprar cosas, ya sabes.

-La mucama te trajo todo el equipaje, ya está en el jeep, sólo te esperaba.

-Bueno ya estoy... ¿nos vamos? Espero que no se haya quedado nada allá arriba.

Se acercó al mesón. Pagó con la chequera, se despidió y salió con Harry hacia el auto. Fueron escuchando la CM todo el camino, por lo que no hablaron, hasta que llegaron al aeropuerto a las 6:40.

-Te tengo una sorpresa -dijo Harry, con voz infantil al bajar las cosas del auto.

Caminaron hasta las sillas de espera. Harry se sentó en una silla con las cosas de Hermione mientras ésta se iba a chequear y dejar sus maletas pesadas.

Ella estaba sacando sus documentos, cuando alguien le tapó los ojos con ambas manos.

-¿Qué... qué pasa? -preguntó asustada, separando las manos y dando la vuelta-. ¡Ginny! -gritó al ver a su amiga y la abrazó.

-¡Oye, supiste quién era de inmediato! -exclamó ella alegre.

-¡Estas muy distinta!

-¡Tú también!

-Señoritas... -interrumpió la encargada.

-Oh, lo siento -se disculpó Hermione, cohibiéndose y pasándole el pasaporte.

-Después hablamos -le susurró Ginny, marchándose hacia donde estaba Harry.

Harry leía una revista cuando la pelirroja se la quitó de las manos y lo asustó. Casi salta del susto, pero al ver a su amiga la abrazó igual que Hermione.

-¡Tanto tiempo!

-Sí, ya ves -dijo ella, separándose.

Se sentó junto a él, y su sonrisa desapareció inmediatamente de la cara.

-¿No se puede hacer nada para evitar que se vaya?

-No -respondió él, entristeciéndose también. -Tú no viste como salió del departamento la última vez que vio a Ron... ah y para variar él escuchó toda la conversación telefónica.

-Perfecto -dijo ella con sarcasmo-. Y bueno, quedaste de decirme que pasó después...

En breves minutos le contó todo, mientras Hermione ordenaba el asunto del viaje. Luego llegó hacia ellos y se sentó junto a Ginny.

-¿Por qué viniste hoy, Ginny?. ¿No pudo ser antes?

-Tú recién llegaste hace 2 días y ya te vas, eso no es mi culpa, se supone que te quedarías un mes o algo así.

-Pues ya viste que no -La cortó y finalizó el tema. -Quizás algún día te pueda ir a visitar a Londres.

-La verdad me tienes bien abandonada amiga -dijo con voz lastimera, pero luego se rió-. De verdad lo siento pero entre el trabajo y la universidad no tengo días libres...

-¿Y cómo ahora viniste?

-Me escapé... no, mentira -añadió al ver la cara de desaprobación y sorpresa de Hermione-. Pedí que me dieran la semana en el trabajo y en la universidad no teníamos clases.

-Ah...

-¿O sea que te quedas a aburrirte toda la semana con Ron y conmigo? -preguntó Harry, riendo; aunque notó una vacilación en los ojos de las chicas al mencionar a su mejor amigo.

-No tengo de otra... -rió también Ginny, mirando con cautela a Hermione, pero ella parecía distraída por algo-. ¿Pasa algo?

Hermione le devolvió la mirada, nerviosamente.

-No, nada.

Harry y Ginny siguieron conversando, y Hermione trataba de escuchar, pero cada cierto tiempo algo en su corazón le decía que mirara hacia la entrada. Tenia una esperanza muy pequeñita de que Ron entrara por ahí. Pero nada, ni siquiera sabía si él supiera que ella se iba de Francia. Tal vez para siempre.

-Pasajeros del vuelo 598427 con destino a Nueva York, Estados Unidos, favor abordar la puerta de embarque número cinco.

-Esa eres tú -le dijo Ginny, con tristeza.

Caminaron hacia la famosa puerta de embarque. Hermione abrazó a sus amigos fuertemente.

-Bien, chicos, que estén bien, cuídense.

-¡No te olvides de nosotros Hermi!

-¡Acuérdate de escribirme!

-¡Adiós!

Pasó por el detector de metales. Camino hacia la sala de espera y se puso en la fila para subir al avión. A lo lejos, la pelirroja y el moreno le saludaban con la mano... y miró por última vez a la puerta, lo que nunca debió haber hecho.

Porque en ese momento entraba corriendo Ron Weasley.

Continuará...

No, mala idea... les voy a dar una gran sorpresa mejor... por ser tan buenos lectores (risa malvada)

Al ver la cara que puso Hermione, Harry y Ginny se voltearon a ver lo que casi les paraliza en corazón. Ron corría hacia la quinta puerta de embarque. Los pasó de largo sin mirarlos.

Paró antes de llegar al detector de metales.

-¡Hermione, no te vayas!

Ella no cabía del asombro. Después de todo sus suposiciones eras ciertas. Él estaba allí, gritándole por su nombre, diciéndole que no se marchara.

Apretó los puños, por un extraño motivo, o no, mejor dicho por haber visto a Ron, el rencor volvió a su mente. Ya había tomado una decisión. Si Ron realmente la quería la hubiese detenido antes, pero no lo hizo.

-¡Espera, por favor, sólo un momento!. ¡Hermione te amo!

Se volteó, dándole la espalda. Un momento era lo que hubiese necesitado para demostrarle que la amaba. Ahora era tarde. Otra vez.

Ron trataba de forcejear con los guardias para que lo dejaran pasar. Era lo suficientemente maduro para que no se le ocurriera sacar la varita y congelarlos ahí mismo, no quería terminar con problemas en el ministerio. Siguió gritando a pesar de que ella al parecer ya estaba en el avión.

-¡Hermione, regresa, no...!

Pero ya la había perdido. El avión acababa de despegar.

Hello again! Bueno, ya vieron, soy una malévola. No iba a dejar que pasara lo mismo, lo típico de películas donde el vuelo se detiene, o ella no se va, o él no se va, o que se yo... Hermione se fue xD ¿Quién dijo que los Hermione/Ron tenían que terminar necesariamente con la pareja formada?

Nah... estoy puro molestando, y aún queda un capítulo, el último capítulo, que ya lo tengo escrito... o sea sólo yo y nadie más que yo poseo esta información jajajaJAJAJAJA (...suspiro...) Bueno, espero que les haya gustado este cap, que me quedo un poquito más largo de lo que pensaba... pero vale, convence, no?... ¿No?... Yap... me dejan un Review diciendo que les pareció, onda mi autoestima esta alta con esto u.u así que aunque sean negativas para bajarme de la nube xD

Bye!